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Arquidiócesis de Detroit

1234 washington blvd.


Detroit, Michigan 48226

OFFICE OF THE ARCHBISHOP


Septiembre de 2013

Estimados Lectores,

Se le ha confiado a usted un ministerio sagrado y vital dentro de la comunidad cristiana,


proclamar la Palabra de Dios, un mensaje fundamental para la vida de la Iglesia que es el
alimento espiritual de la asamblea eucarística. Gracias por aceptar este ministerio.

Si bien es muy importante prepararse correctamente para la proclamación de las Sagradas


Escrituras en la liturgia, resulta aún más importante hacer todo lo posible para desarrollar
una relación con nuestro Señor Jesucristo, que es Él mismo, la Palabra de Dios.

Deseo que su ministerio como Lector le ayude a crecer en el conocimiento y en el amor de


nuestro Señor. Que cada vez que usted proclame la Sagrada Escritura pueda permitirle que
forme y renueve su propia vida, y que lleve la Palabra de vida de Dios a los demás.

Encomendándolo al cuidado de nuestra Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia,


quedo de usted,

Sinceramente en Cristo nuestro Señor.

Reverendísimo Allen H. Vigneron


Arzobispo de Detroit
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

Copyright©2013 ArquidiÓcesis de Detroit


Todos los derechos reservados
Preparado por la Hermana Georgette Zalewska
Oficina para el Culto Cristiano
305 Michigan Ave.

Detroit, MI 48226
Portada y diseño: David Arbanas Arquidiócesis
TraducciÓn: Karla Flores de Detroit
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

Índice de Contenido
Introducción

Directrices Arquidiocesanas para el Ministerio de Lector

Reverencia

Responsabilidades del Lector


Preparación Previa para la Liturgia
Inmediatamente antes de la Liturgia
Durante la Liturgia

Apéndices

1. Recursos
2. a) ¿Qué puedes esperar de la Arquidiócesis de Detroit?
b) ¿Qué puedes esperar de la Parroquia?
c) ¿Qué puedes esperar del(a) coordinador(a) de los Lectores?
3. Pasos para Mejorar tu Proclamación

Oración por el Lector

3
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

Introducción
En la Exhortación Apostólica Verbum Domini el Santo Padre Benedicto
XVI nos dice:

La sacramentalidad de la Palabra se puede entender en analogía


con la presencia real de Cristo bajo las especies del pan y del vino
consagrados.1 Al acercarnos al altar y participar en el banquete
eucarístico, realmente comulgamos el cuerpo y la sangre de Cristo.
La proclamación de la Palabra de Dios en la celebración, implica
reconocer que es Cristo mismo quien está presente y se dirige a
nosotros2 para ser recibido.

Dice San Jerónimo sobre la forma en que deberíamos acercarnos a


la Eucaristía y a la Palabra de Dios: «Nosotros leemos las Sagradas
Escrituras. Para mí, el Evangelio es el Cuerpo de Cristo; para mí,
las Sagradas Escrituras son su enseñanza. Y cuando él dice: “Quién
come mi carne y bebe mi sangre” (Jn6,53), aunque estas palabras
puedan entenderse como referidas también al Misterio [Eucarístico], el
cuerpo y la sangre de Cristo son realmente la palabra de la Escritura,
la enseñanza de Dios. Cuando acudimos al Misterio [Eucarístico], si
se cae una migaja al suelo, nos sentimos perdidos. Y cuando estamos
escuchando la Palabra de Dios, y la carne y la sangre de Cristo, se nos
vierten en los oídos, mientras que nosotros estamos pensando en otra
cosa, ¿qué gran peligro no deberíamos sentir?».3

Desde los primeros tiempos cristianos, el proclamar la Palabra de Dios,


ha formado parte de la celebración de la Eucaristía. Originalmente este
ministerio pertenecía a los laicos. Fue Pablo VI quien reconoció la tradición
de la
lectura de
la Escritura
no como
un oficio
presidencial
sino como uno ministerial.4

1Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1373-1374.


2 Cf. Segundo Consejo Ecuménico del Vaticano, Constitución de la Sagrada Liturgia, 7.
3 In Psalmum 147: CCL 78, 337-338.
4 Motu Proprio, Ministeria Quaedam, Pablo VI, 1972.
4
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

En una Audiencia General en 1994, el Beato Juan Pablo II en referencia


a Christifideles Laici, dijo: “... la celebración litúrgica es una acción
sagrada no sólo del clero, sino de toda la asamblea. Se trata de una
acción comunitaria. Es, pues natural, que las tareas no propias para los
ministros ordenados sean cumplidas por los fieles laicos. [CL23] ¿Cuántos
laicos, niños y adultos, jóvenes y ancianos, llevan a cabo estas tareas
extremadamente bien en nuestras iglesias, con oraciones, lecturas de
canciones...”

No todos pueden ser llamados a este ministerio. La Iglesia insiste en que


la parroquia debe discernir sobre aquellos dentro de la comunidad que
verdaderamente tienen el don de este ministerio, que están verdaderamente
calificados y cuidadosamente preparados, que son hacedores de la palabra,
no tan solo escuchas; y quienes tienen una fe madura y llena de vida que se
manifiesta evidentemente en su forma de vida.

El Ministerio del Lector


“Bendice a estos lectores,
que al proclamar tus palabras de vida,
fortalezcan su fe
para que puedan leer con convicción y audacia,
y para que puedan poner en práctica lo que leen.”
Orden para la Bendición de Lectores, Libro de Bendiciones, # 1833

La oración anterior, para la Bendición de un Lector, confirma la


importancia de su ministerio como Lector. Aun cuando usted proclame las
lecturas a la asamblea con la convicción y audacia que vienen del estudio
y la preparación, la Iglesia también espera que aplique el mensaje de estas
mismas lecturas en su vida espiritual.

5
Arquidiócesis de Detroit A Handbook for Lectors

Como lector, usted le está permitiendo a Dios utilizar su voz para


comunicarse con la asamblea. Su ministerio mantiene vivo en la memoria,
cómo Dios ha actuado en la naturaleza y en la historia de una época a otra,
especialmente en la historia del pueblo judío y sobre todo en el regalo de
Jesucristo y de la Iglesia.

Para proclamar bien la Palabra, tendrá que estudiar y orar sobre ella,
permitiéndole apoderarse de su corazón y de su mente. Como Lector usted
es un siervo de la Palabra de Dios. Como San Juan Bautista, siempre
situado bajo esa Palabra y diciendo: “Es necesario que Él crezca y que yo
disminuya.” (Jn 3:30)

"Es necesario que Él crezca y que yo disminuya."


( Jn 3:30)

Directrices Arquidiocesanas para


el Ministerio de Lector
1. El candidato a ser comisionado como Lector debe estar totalmente iniciado, es
decir, estar bautizado, confirmado y haber recibido la Primera Comunión, y debe
vivir una vida conforme a las enseñanzas de la Iglesia.

2. La edad mínima para comisionar a un Lector es de 16 años.


3. Cada candidato debe participar en un proceso de preparación.
4. El proceso de preparación y el proceso de formación continua deben incluir:

Formación bíblica que incluya:


• Conocimiento básico de la estructura y el contenido de la Biblia y el Leccionario

6
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

• Introducción a los recursos que le permitan al candidato adquirir


la capacidad de comprender las lecturas en su contexto histórico y
teológico
• Práctica con otros para orar con las Escrituras con el fin de
desarrollar la capacidad de percibir la luz de la fe en el punto central
del mensaje revelado

Formación Litúrgica que incluya:


• Comprensión básica del significado y la estructura de la
Liturgia de la Palabra
• Comprensión básica de la importancia de la conexión entre la
Liturgia de la Palabra y de la Liturgia de la Eucaristía

Habilidades técnicas que incluyan:


• Capacidad de leer en voz alta con cuidadosa articulación, énfasis,
inflexión, ritmo y pronunciación correcta
• Práctica para el candidato que propicie el discernimiento de la
llamada a este ministerio

5. Nadie debe ejercer más de un ministerio en la misma Liturgia Eucarística.


6. Siempre que haya más de una lectura, si están disponibles, es mejor
asignar las lecturas a diferentes lectores.5
7. Las parroquias deben considerar limitar la comisión de cualquier
ministerio litúrgico, para que otros miembros de la comunidad con ese
talento puedan ser llamados a participar y crecer en la fe, como parte
de la formación ofrecida a todos los ministros.
8. La comisión de Lectores se celebra a nivel parroquial con el rito que
viene en el Libro de Bendiciones.6 Después de que se han comisionado
los Lectores, se debe expedir un certificado oficial por parte de la Oficina
de Culto Cristiano (Departamento de Vida Parroquial y Servicios). Y debe
mantenerse un registro en la parroquia.

5 Introducción al Leccionario, # 52.


6 Libro de Bendiciones, capítulo 61.

7
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

Capítulo 1

Reverencia
Desde el comienzo de la Iglesia, los cristianos siempre han tenido una
devoción reverente por la presencia del Señor bajo las Especies Eucarísticas
del pan y del vino. La presencia del Señor en su Palabra se merece el mismo
respeto. En la Constitución Dogmática sobre la Sagrada Liturgia, los Padres
del Concilio Vaticano II describen las múltiples formas en las que Cristo está
presente para nosotros:

Cristo está siempre presente en su Iglesia, especialmente en las celebraciones


litúrgicas. Está presente en el sacrificio de la Misa no sólo en la persona de
su ministro,“El mismo que ahora ofrece, a través del ministerio de los sacer-
dotes, que entonces se ofreció a sí mismo en la cruz ”, pero sobre todo bajo
los elementos eucarísticos. Por su poder está presente en los sacramentos, de
modo que cuando alguien bautiza, es realmente Cristo quien bautiza. Él está
presente en la
Palabra, ya que
es él mismo quien ... que es Cristo mismo quien habla cuando las
habla cuando las Sagradas Escrituras son leídas en la Iglesia.
Sagradas Escritu-
ras son leídas en
la Iglesia. Él está presente, por último, cuando la Iglesia ora y canta, porque
prometió: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos. “(Mt. 18-20)

Como lector usted ha sido comisionado para ayudar a su comunidad a


crecer en la reverencia por la Palabra de Dios. Usted demostrará esta reve-
rencia a la comunidad, con la manera en la que muestre respeto cuando pro-
clame las Escrituras y cuando cargue y/o maneje el Leccionario y el Libro de
los Evangelios, porque todos ellos son símbolos de la presencia de Dios.

7
Constitución de la Sagrada Liturgia, #7

8
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

Hágase estas preguntas:

• ¿Cómo sostengo el Libro de los Evangelios cuando voy en la


procesión y cuando no voy en la procesión?

• ¿Leo de un libro digno... o leo de una ayuda ceremonial o de un


pedazo de papel?

• ¿El Leccionario y el Libro de los Evangelios están en buen estado?

• ¿Dónde... Cómo... Por qué se almacenan?

• ¿Mi apariencia personal refleja mi reverencia por la Palabra y por


mi ministerio de proclamar la Palabra?

Capítulo 2

Responsabilidades del Lector


Para proclamar la Palabra de Dios con eficacia, el lector debe entender
el significado del pasaje. Lo que se proclamó está destinado a afectar a
los que escuchan para que...
“... Se esfuercen por adecuar su vida a lo que se celebra
en la liturgia y, a cambio, llevar a la celebración de
la liturgia todo
lo que hacen en
la vida.”8
“Cuando las
Escrituras
se leen en la
Iglesia, Dios
mismo es quien habla
a su pueblo, y Cristo, presente en su Palabra, está proclamando el
Evangelio.”9

7 Constitución en la Sagrada Liturgia, # 7

8 Introducción al Leccionario #6

9 9 GIRM #29
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

Preparación Previa para la Liturgia


1. Lo ideal sería que las Escrituras fueran una parte de su oración
diaria y su reflexión.

2. Lea el fondo de la Escritura del pasaje en particular que se va a


proclamar para que pueda entender el contexto de este pasaje. Hay
muchos comentarios bíblicos disponibles que podrían ser de gran ayuda
para usted. (Véase el Apéndice 1 para obtener sugerencias)

3. Asegúrese de que tiene la pronunciación correcta de las palabras en el


pasaje que va a proclamar. Practique hasta que pueda hablarlo de forma
natural.

4. Practique leyendo el pasaje que va a proclamar en voz alta. Si es


posible, haga algo de esta práctica con el sistema de sonido que va
a usar para familiarizarse con su funcionamiento.

5. Siempre que sea posible, pida que alguien le escuche practicar el


pasaje que va a proclamar. También sería útil pedir a alguien en la
parroquia que lo grabe en video mientras lee, y que le haga alguna
crítica constructiva para mejorar.

6. Asista a las sesiones de capacitación y talleres de actualización para


Lectores que ofrece su parroquia y la Arquidiócesis de Detroit.

7. Es importante preparar las Escrituras para cada domingo, incluso si


usted no está asignado como Lector, en caso de que sea llamado a leer

10
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

en el último minuto.

8. Siga las recomendaciones de su parroquia sobre el atuendo que debe


usarse al participar como Lector, teniendo en cuenta que la limpieza y la
ropa apropiada reflejan su respeto y reverencia por la Palabra de Dios y
por la asamblea (el pueblo de Dios reunido).

9. Ya que usted tomará parte en la procesión ritual, es importante desarrollar


el sentido dignificante del movimiento ritual reverente.

Inmediatamente Antes de la Liturgia


1. Esté preparado. Llegue con tiempo como cortesía para los demás
ministros de la liturgia y como signo de respeto por el ministerio que va a
realizar para la comunidad.

2. Familiarícese con en el Leccionario, encuentre las páginas que va a


utilizar.

3. Si usted está sirviendo en un día en el que hay varias opciones de lecturas


asegúrese de preguntar a quien preside cuál será la selección del día.

4. Tome tiempo para su preparación mental y espiritual.

5. Consulte con el celebrante y con los demás ministros, incluyendo a los


músicos, sobre cualquier cambio o si hay instrucciones especiales para la
liturgia del día.

6. Compruebe que el micrófono esté funcionando correctamente.

7. Coloque el Leccionario en el ambón antes de que comience la


celebración. Nunca es llevado en la procesión de entrada.

8. Puede haber momentos y circunstancias en los que el Libro de los


Evangelios no sea utilizado en la celebración.

8 Introducción al Leccionario #6
9 GIRM #29

11
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

9. Cuando se utiliza el Libro de los Evangelios:


- Si no hay diácono, el lector lleva el Libro de los Evangelios y lo coloca
en el altar.10

Durante la Liturgia
1. Cuando hay un diácono...
El diácono cargará el libro de los Evangelios. Usted coloca el Leccionario en
el ambón antes de la formación de la procesión. Usted caminará junto con el
otro Lector siguiendo a los acólitos y a quien lleve la Cruz.
Al llegar al santuario haga una reverencia profunda hacia el al altar según
sea apropiado. A continuación diríjase a su lugar en la asamblea.

Sin embargo, si el tabernáculo con el Santísimo


Sacramento está presente en el santuario, el sacerdote, el
diácono y los otros ministros harán una genuflexión (inclinación con una
rodilla) cuando se aproximen al altar y cuando se apartan de él, pero no
durante la celebración de la Misa.11

2. Cuando no hay diácono…….


Si el diácono no está presente coloque el Leccionario en el ambón antes de
que se forme la procesión.
Uno de los Lectores llevará el Libro de los Evangelios, si es que se usará.
Este lector caminará en frente del que preside con el Libro de los Evange-
lios ligeramente elevado. No haga reverencia cuando llegue a los pies del
santuario.13
Haga una pausa… diríjase al altar…coloque el Libro de los Evangelios en el
altar…proceda a su lugar en la asamblea.
El otro lector puede seguir a los acólitos y al encargado de llevar la Cruz.
Ellos se detendrán al pie del santuario (sin hacer reverencia).14

10 GIRM # 194 12 ibid #274 14 ibid. #274

11 ibid. #274 13 ibid. # 173

12
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

El Lector hará
una reverencia
profunda hacia “Ni el Libro de los Evangelios ni el Leccionario
el altar y pro- son llevados en la procesión de la salida.”
cederá a tomar
su lugar en la
asamblea.

Sin embargo, si el tabernáculo con el Santísimo Sacramento está presente


en el santuario, el sacerdote, el diácono, y los otros ministros harán una
genuflexión (inclinación con una rodilla) cuando se aproximen al altar y
cuando se apartan de él, pero no durante la celebración de la Misa.15
Los ministros que lleven la cruz procesional o las velas inclinarán la cabeza
en lugar de hacer una genuflexión.16

3. Después de los ritos iniciales, y ya que la asamblea se ha sentado, diríjase


al ambón. No se mueva durante la Oración de Inicio.
4. Si cuando se aproxime al ambón pasa en frente del altar, haga una reveren-
cia profunda hacia el altar (no hacia el que preside). El altar es el símbolo
de Cristo y nosotros hacemos la reverencia para saludarlo, de la misma
forma en la que el que preside reverencia el altar con un beso.17
5. Haga una pausa significativa antes de iniciar su proclamación. A todos
les toma tiempo el acomodarse y realmente estar listos para escuchar lo
que prosigue.
6. Establezca contacto visual con la asamblea.
7. Lea la introducción a la lectura que viene impresa en el Leccionario. Por
ejemplo: Lectura del libro del profeta Daniel. No añada otras palabras.

11 GIRM #274 13 GIRM #173 15 GIRM #274 17 Ceremonial de los Obispos. # 72.
12 GIRM #274 14 GIRM #274 16 GIRM #274

13
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

8. Proclame el pasaje recordando que Dios está hablando a la asamblea


a través de usted.
Por parte del lector, una forma de hablar que es audible, clara e
inteligente, es el primer medio de transmisión de la Palabra de
Dios correctamente a la asamblea.18
9. Ponga atención en su pronunciación, enunciación, ritmo y parafraseo.
No añada palabras, elimine palabras, o cambie palabras.
10. Cuando haya completado la lectura del pasaje, haga una ligera pausa.
11. Termine la lectura con las siguientes palabras: Palabra de Dios. No
levante el Leccionario.
12. Permanezca en el ambón en silencio reverente para escuchar la respuesta
de la asamblea…Te alabamos Señor…después regrese a su asiento
en la asamblea para continuar con una reflexión en silencio junto con la
asamblea.

El dialogo entre Dios y su pueblo que se está llevando a cabo


a través del Espíritu Santo demanda intervalos cortos de
silencio, dados a la congregación reunida, como una opor-
tunidad para llevar la Palabra de Dios a su corazón y para
preparar una respuesta a ella con su oración.19

13. El Salmo Responsorial es cantado en el ambón, dirigido por un cantor,


después de la pausa apropiada para la reflexión en silencio.

El canto del salmo, o aún solo la respuesta, es una gran ayuda


dirigida al entendimiento y la meditación del significado
espiritual del salmo. Cuando el salmo no es cantado después
de la lectura, será recitado de una manera que conduzca a la
meditación de la Palabra de Dios.20

18 Introducción al Leccionario, #14 20 Introducción al Leccionario, #21, 22

19 Introducción al Leccionario, #28

14
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

14. Antes de regresar a su lugar, el cantor hace una breve pausa después del
salmo para la meditación.

15. Otro Lector proclama la segunda lectura de una manera similar.


• Leer la introducción a la segunda lectura como está escrita
en el Leccionario
• Hacer una pausa ligera al final de la lectura
• Terminar la lectura con “Palabra de Dios”

16. Si se está usando el Libro de los Evangelios, necesitará mover el


Leccionario al sitio donde su parroquia haya convenido, para hacer
espacio.
17. Después de que haya terminado su ministerio de proclamación, deje el
ambón. Resultará apropiado hacer una reverencia profunda hacia el altar
cuando se mueva del ambón.
18. Si no hay diácono usted podría ser llamado para anunciar las intenciones
para la Oración Universal (Oración de los Fieles). Una persona anuncia
estas intenciones en el ambón (o en otro lugar apropiado) ya que
forman parte de la Liturgia de la Palabra.

En misas donde no hay diácono, la función de anunciar las


intenciones para la Oración de los Fieles, se puede asignar al
cantor, particularmente cuando van a ser cantadas, a un Lector o
a otra persona.

Para la Oración de los Fieles el sacerdote preside desde la silla y


las intenciones son anunciadas desde el ambón.21

19. Después de la Bendición Final siga la forma acostumbrada de la


parroquia para la procesión de salida.

21 Introducción al Leccionario #53, 31


22 Introducción al Libro de los Evangelios #22

15
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

20. Por favor recuerde que ni el Libro de los Evangelios ni el Leccionario


son llevados en la procesión de salida.22

Apéndice 1 Recursos
La Mesa de la Palabra, Barcelona, Centro de Pastoral Litúrgica, 1994.
Texto de los prenotandos del Leccionario (“Orden de las lecturas de la Misa”),
con comentarios de José Aldazábal. Ejemplos concretos para la comprensión
del Leccionario. Disponible en www.LTP.org

Tu Palabra me da Vida: 1000 pensamientos de la Biblia, Julio Sainz Torres,


CMF. Madrid, Edibesa. Disponible en www.LTP.org. Una antología bíblica
en mil puntos de lectura y meditación que avivan en cada momento del día la
presencia de Dios en la vida del cristiano por medio de su palabra que da vida.

Palabra de Dios 2014, Feliciano Tapia, Disponible en www.LTP.org. Palabra


de Dios 2014 corresponde a las fechas del calendario litúrgico, Ciclo A, desde
el Primer Domingo de Adviento. Palabra de Dios proporciona alimento
espiritual para la jornada de fe, basado totalmente en las Sagradas Escrituras
dominicales. Ofrece una reflexión profunda y pastoralmente apropiada para
quienes en medio de la vida ordinaria buscan ser un testimonio autentico de
su fe cristiana. Para cada domingo, Palabra de Dios incluye las tres lecturas
correspondientes a cada domingo del año litúrgico y todos los días de precepto.
Incluye una conversación abierta con las lecturas y la vida diaria que lleva
a facilitar el entendimiento y comprensión de las mismas, y un segmento
práctico llamado “Viviendo nuestra fe”, que sugiere una actitud de vida
concreta en respuesta al Evangelio. Finalmente, se indica la Primera Lectura
y el Evangelio de los días feriados.

Meagher, Virginia y Turner, Paul


Manual para Lectores y Proclamadores, Serie El Ministerio Litúrgico
Liturgy Training Publications, Chicago, IL www.LTP.org . Este libro se
encuentra en español y se publica anualmente.

16
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

Nocent, Adrian
El Año Litúrgico, The Liturgical Press, Collegeville, MN
www.litpress.org. Es un libro en varios volúmenes que provee
comentarios a las lecturas del día. Texto en Inglés.

LaNave, Gregory and Molloy Donald


Dias del Señor: El Año Litpurgico, La Orden de San Benedicto,
Inc. Collegeville, MS www.litpress.org. Este es un libro con varios
volúmenes que provee comentarios a las lecturas del día.

Zimmerman, Joyce Ann et al


Este es un recurso anual para los ministros parroquiales el cual
ofrece medios prácticos para la reflexión y la celebración de la Misa
del Domingo. Texto en Inglés.

Recursos en Línea
Notas del Lector, www.lectorprep.org, provee comentarios en todas las
lecturas tanto en español como en Inglés.

St. Louis University Center for Liturgy, http://www.liturgy.slu.edu/ ,


Provee preparación para la liturgia del domingo para todos los integrantes de
la asamblea. Los comentarios de las lecturas incluyen un contexto histórico/
cultural y pensamientos de los antiguos escritores de la iglesia. Texto en
Inglés.

Catholic Matters, www.catholicmatters.com/sunday.htm , Provee


comentarios para las lecturas e incluye una sección titulada “Aplicación” que
conecta la lectura con la vida del lector. Texto en Inglés.

17
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

Apéndice 2
Lo que se puede esperar de la Arquidiócesis de Detroit
1. La Arquidiócesis establece directrices para el ministerio de Lector.

2. La Arquidiócesis ofrece recursos y otros apoyos a las parroquias.

Lo que se puede esperar de la Parroquia


1. Que el Leccionario y el Libro de los Evangelios sean atractivos y están
bien cuidados.

2. Qué la Palabra de Dios sea proclamada del Leccionario y del Libro de los
Evangelios.

3. Qué el ambón (púlpito/atril) se encuentre en un lugar que pueda ser visto


por todos.

4. Qué el sistema de sonido sea suficiente para que todos en la asamblea


puedan escuchar la Palabra de Dios, las oraciones, etc.

5. Que se prevea tener los medios para las personas con discapacidad
auditiva. Si es necesario, una persona(s) debe ser comprometida a
utilizar el lenguaje de los signos para proclamar la Palabra de Dios a los
discapacitados auditivos.

6. Que se tomen previsiones para que las personas con discapacidad puedan
proclamar las Escrituras en el ambón.

7. Que la primera y la segunda lecturas sean proclamadas por dos Lectores


diferentes en la mayoría de los casos y que el salmo responsorial después
de la primera lectura sea cantado con la asamblea, quien tomará alguna
parte. También que el diácono o ministro que preside anuncie el
Evangelio.

18
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

8. Que cuando la Palabra de Dios sea proclamada fuera de la Misa, por


ejemplo en un servicio de oración, vísperas, devociones, etc., la
reverencia por la Palabra de Dios sea transmitida de la misma manera que
como se hace en la Misa.

9. Que la parroquia apoye a sus lectores y les proporcione oportunidades de


formación permanente.

Lo que se puede esperar del(a) Coordinador(a)


de Lectores
1. El Coordinador de los Lectores es responsable de la implementación y la
aplicación de estas directrices en colaboración con el párroco.

2. El párroco/coordinador llama sucesivamente a los candidatos al ministerio


de Lector, quienes:

• son adecuados y están cuidadosamente preparados, para que los fieles


puedan desarrollar un amor cálido y vivo hacia la Sagrada Escritura
al escuchar las lecturas sagradas

• están dispuestos a servir y entender el ministerio

• están dispuestos a desarrollar las habilidades técnicas necesarias para


la proclamación pública

3. Después de un proceso de discernimiento, el párroco/coordinador


determinará quienes pueden servir en el ministerio.

4. El párroco/coordinador proporciona una preparación bíblica, litúrgica y


técnica a los candidatos para este ministerio.

5. Los candidatos son comisionados para las liturgias de fin de semana.


Esto es organizado por el pastor/coordinador, cuando el calendario
litúrgico lo permita. Para comisionar a los lectores se utiliza El
Orden para la Bendición de Lectores que se encuentra en el Libro de las
Bendiciones, capítulo 61.

19
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

6. El párroco/coordinador proporciona entrenamiento continuo y formación,


mientras discierne la efectividad de los candidatos en el ministerio del
Lector. Se recomienda hacer una evaluación anual para reconocer áreas
de excelencia y áreas que necesitan mejorar.

7. El párroco/coordinador es el responsable de avisar con tiempo cuándo le


toca leer al ministro y lo que va a proclamar.

Apéndice 3
Pasos para Mejorar su Proclamación
1. Orar

2. Estudiar

3. Mejorar su técnica para hablar en público

Preparación por medio de la Oración

Los apóstoles podían encender la llama del amor, de la esperanza y la fe en


sus oyentes, porque volvían a contar su experiencia de Jesús. ¡Ellos conocían
a Jesús!
Como lector, usted está llamado a anunciar a sus oyentes las maravillosas
hazañas de Dios, como son contadas en las lecturas del Antiguo y Nuevo
Testamentos. Usted sólo puede hacer esto si crece en su relación con Dios.
¡Acérquese y venga a conocerlo! Y lo puede hacer al convertirse en una
persona de oración personal profunda.

Su oración debe enfatizar la alabanza y la acción de gracias, la apertura al


Espíritu, una actitud de escucha al Señor como se revela en las Escrituras,
los salmos, canciones y cánticos que se encuentran en la vida de oración de
la Iglesia.23


23 “The Spirituality and Ministry of the Lector”, Sr. Arlene Bennett, in Proclaiming the Lord in Our
Midst, A Parish Lector Formation Program, Resources 8, Archdiocese of Detroit, 1981, pp. 46-49.

20
Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

Oración para la ayuda del Espíritu Santo

Oh Dios, envía tu Espíritu Santo


a mi corazón para que pueda percibir,
a mi mente para que pueda recordar,
y a mi alma para que pueda meditar.
Inspírame a hablar con piedad, santidad, ternura y misericordia.
Enseña, guía y dirige mis pensamientos y sentidos de principio a fin.
Que tu gracia siempre venga en mi ayuda y me corrija,
y que me pueda fortalecer hoy con la sabiduría de lo alto,
por el bien de tu infinita misericordia. Amen.

Preparación por medio del Estudio

• La preparación de la lectura debe realizarse en un período de por lo


menos una semana

• Lea todos los pasajes de las Escrituras para el domingo dado (o


celebración)

• Busque el significado en al menos 2 niveles

○ ¿De qué trata cada pasaje?

○ ¿Existe algún común denominador que parezca vincular cada


pasaje en uno solo?

• Tómese su tiempo para reflexionar sobre el significado de la Escritura


para usted, ore sobre el pasaje dado, pida al Espíritu Santo que venga a su
corazón. Recuerde, el proclamar la Escritura implica expresarla con toda
su convicción. ¡Usted lo sabe!

• Consulte algunos recursos confiables para obtener una comprensión más


profunda de la lectura. (Vea el Apéndice 1)

• Vuelva a leer el pasaje a la luz de lo que ha aprendido de los recursos y


pregúntese:

21
Arquidiócesis de Detroit Manual para Lectores

○ ¿De qué manera profundiza/cambia mi entendimiento original de


lo que he aprendido?

○ ¿Cómo voy a proclamar el pasaje de modo que la asamblea


escuche esta comprensión más profunda?

Preparación Mejorando su Técnica para Hablar en Público

• Respirar correctamente es fundamental para proclamar bien.

• La respiración diafragmática le permite respirar profundamente desde


el área que separa la cavidad torácica y la cavidad abdominal. Cuando
usted toma una respiración profunda, esta área se debe expandir. Al
exhalar, el diafragma se colapsará. Mientras habla, el aire empujará sus
palabras hacia afuera.

• La práctica es fundamental para proclamar la Palabra de Dios con


eficacia

• Párese mientras practica porque esta será la manera en la que se va a


realizar su proclamación

• Algunas cualidades vocales esenciales incluyen:

○ Volumen y proyección... no dependa del micrófono... proyecte


su voz en el micrófono y solo utilícelo como apoyo para
su proclamación.

○ Dicción y articulación... tenga cuidado de articular consonantes


como la “t” y la “d”.

○ Ritmo... no demasiado rápido y no demasiado lento... recuerde


que tiene palabras impresas frente a usted... la asamblea no...
Ellos dependen de su presentación auditiva para entender el
significado del texto.

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Manual para Lectores Arquidiócesis de Detroit

○ Usar pausas es una herramienta eficaz... no tenga miedo del


silencio... use una pausa después de los signos de puntuación,
cuando haya un cambio de pensamiento o emoción, y durante
oraciones largas.

○ Piense en lo que está diciendo y en lo que Dios está tratando de


comunicarle al oyente.

○ Practique su contacto visual... Dios está usando su voz y su


persona para comunicarse con cada individuo en la asamblea...
usted es un instrumento de la Palabra de Dios.

Que el Señor lo bendiga en su rol como Lector. Que su servicio transforme


los corazones y las mentes de sus feligreses en lo que Cristo les ha llamado a
ser… miembros fieles de la Iglesia de Dios.

Oración por los Lectores

Dios eterno,
cuando tu hijo leyó en la sinagoga de Nazaret,
proclamó las buenas nuevas de salvación por las que entregaría su vida.
Envíame tu bendición
cuando proclame tus palabras de vida.
Fortalece mi fe
para que pueda leer con convicción y sagacidad,
y para que pueda poner en práctica lo que he leído.
Te lo pido por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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