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LILLY AVILES
Así mismo, la cúpula militar incluyendo al Gral. Vargas violaron todo procedimiento legal
establecido en el reglamento jurídico ecuatoriano de aquel entonces, puesto que en los
hechos ocurridos en Taura vemos como las fuerzas militares pusieron la vida de civiles,
periodistas y demás compañeros de la FF.AA en peligro al levantarse en armas en
contra del Estado. Es evidente que ellos desconocieron la Constitución Ecuatoriana,
violaron las leyes nacionales e internacionales de derechos humanitarios, así como
también los reglamentos internos de disciplina militar. Además Vargas Pazzos con sus
ideas de acabar y aniquilar al Gobierno, se instauró en los mandos militares, es así que
en la base de Taura se arma una revuelta por parte de comandos leales al Gral. Vargas
en el año de 1987, que secuestran al presidente y a su comitiva, con el objetivo de pedir
la liberación del Gral. Vargas a cambio de la liberación del Presidente, con dicho
secuestro hicieron un canje entre la autoridad del presidente Cordero por la libertad de
un general, acto que fue atroz y tal es así que los militares buscaron de forma ilegal y
mediante amenazas de muerte el indulto que garantizaba la liberación del general
Vargas y lo obtuvieron bajo presión. Dicho indulto tuvo que ser declarado nulo por
encontrase vicios de fuerza en la voluntad de presidente, pero que en verdad no lo fue.
Por último, la cúpula militar obtuvo amnistía política de todos sus delitos realizados en
Taura junto con el general Vargas, esto significa el perdón absoluto de sus delitos
militares. Lamentablemente las tropas que intervinieron en el secuestro presidencial,
llamados los “Comando de Taura” no corrieron con la misma suerte, fueron arrestados,
torturados y sentenciados de entre 6 meses hasta 16 años de prisión por tribunales
improvisados por el Gobierno de Febres Cordero, los cuales no respetaron el
procedimiento militar-penal establecido en la ley de aquella época. Así pues, con la
caída del Gobierno de Febres Cordero, los Comandos de Taura, pidieron la revisión de
proceso y con ello obtuvieron la amnistía política de sus delitos. Sin embargo, no todo
fue color de rosa, al final perdieron todos sus derechos como militares. En realidad, lo
más grave fue que a pesar de haber sido perdonados por sus delitos aun pesó sobre
ellos durante tres décadas el desprecio social por sus actos, que no fue sino hasta el
2008, fecha en la cual la Asamblea Nacional Constituyente, mediante mandato
constituyente, se ordenó el restablecimiento de sus derechos militares gracias al
informe favorable de inocencia promulgado por la Comisión de la verdad instaurado por
la revolución ciudadana.