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EL MODERNISMO

I. ANTECEDENTES.- El modernismo es una revolución espiritual


surgida en América, merced al estro mágico del poeta nicaragüense
Rubén Dado.

Este movimiento novedoso y entusiasta, que nació a fines del siglo


XIX (ya sea con Azul, 1888, ya sea con Prosas Profanas, 1896) tuvo
un reinado efímero. En síntesis: el modernismo fue "un gran
movimiento de entusiasmo y libertad hacia la belleza".

El genio poderoso y universal de Rubén Darío logró fusionar


elementos diversos: del parnasianismo francés tomó la concepción del
poema como bloque marmóreo, temas exóticos y paganos, mundo
mítico poblado de belleza; del simbolismo, la armoniosa musicalidad;
de Víctor Hugo, su grandilocuencia; del propio ambiente
centroamericano, cierta sensualidad tropical y colorista. Todo esto
concertado en una sinfonía bella por la sensibilidad de Darío.

Esta corriente poética cuenta entre sus precursores a Manuel


Gutiérrez Nájera, Julián del Casals, José Martí, José Asunción Silva,
Manuel González Prada.

II. CARACTERES GENERALES.- Los principales son:


a) Exquisitez conceptuosa de pensamientos.
b) Libertad en la expresión, orientada hacia la belleza absoluta;
conseguida a base de elementos sensoriales: color y sonido.
c) Esmero casi afectado en cuanto a la forma y temas exóticos
(japonerías). Vocabulario novedoso: seda, reseda, raso, fakires,
ruiseñores, cisnes.
d) Uso del alejandrino y del verso libre. Versos de armoniosa la
musicalidad.

Estos caracteres pueden observarse en los versos siguientes de


Darío:

"Inclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda,


espíritus fraternos, luminosas almas, ¡ salve ¡"
("Salutación del Optimista".)

"y vino el desfile de ensueños y sombras.


y fueron mujeres de rostros de estatua,
mujeres de rostros de estatuas de mármol,
tan tristes, tan dulces, tan suaves, tan pálidas Ị"
("La Página Blanca".)
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" ¡Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver Ị
Cuando quiero llorar, no lloro. . .
Y a veces lloro sin querer. . .

Hacia 1905, el modernismo toma un rumbo social,


denominándosele: novomundismo, a causa de creerse que era
expresión de un Nuevo Mundo lleno de promesas. Este nuevo rumbo
deriva de la poesía de Walt Whitman, vate norteamericano, por lo cual
Chocano escribió:
"Walt Whitman tiene el Norte, pero yo tengo el Sur".

EL MODERNISMO PERUANO

A pesar de la presencia de Rubén Darío en Chile (1886-89),


donde publicó sus libros Azul y Abrojos, sin embargo, el modernismo
peruano se manifestó con retardo, presentando algunas novedosas
características:
1) Las palabras selectas y suntuosas del modernismo rubendariano
son remplazadas por vocablos del acervo idiomático americano, y
concordados en un alarde de grandilocuencia y exuberancia ver-
bal.

2) Los colores suaves y difuminados, dejan paso a los colores vivos


y fuertes.

3) Los violines de Rubén Darío son suplantados por el estruendo so-


noro del bronce americano.

Estas notas corresponden más que nada a la poética de Chocano.


Entre los modernistas peruanos cabe citarse a José Santos Chocano,
José Gálvez B., Abraham Valdelomar, José Carlos Mariátegui, Alberto
Ureta, José Fiansón, Alfredo González Prada Vemeuil, Felipe Sassone
y José Eufemio Lora.

JOSÉ SANTOS CHOCANO (1875-1934)

1. BIOGRAFÍA.

Nació en Lima, en 1875; sus padres fueron el capitán José F.


Chocano y doña Aurora Gastañodi. Contaba entre sus antecesores al
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Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba y a una palla imperial inca.
Su niñez fue dramática, discurriendo en un ambiente de tristeza
y desmoralización por la presencia de los invasores chilenos. Su
juventud despuntaría al conjuro de la voz apocalíptica de González
Prada: “¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!” Terminados sus
estudios Colegio "Lima", se matricula en la Universidad de "San
Marcos", cuya Facultad de Letras abandonó para empezar una vida
novelesca y trágica.

Se adhiere al grupo de Prada. Por ataques a la dictadura cacerista


estuvo apunto de ser fusilado, salvándose gracias a la revolución de
Piérola. Publica Iras Santas y En la aldea; contrae matrimonio con
doña Consuelo Bermúdez (1897).
Ególatra y sensual, pronto se sentirá con prestigio y poder. Viaja
con poca fortuna económica a la selva, pero sus retinas captan el
maravilloso paisaje que el poeta trasunta en Selva Virgen.

Emprende una gira poético-diplomática por Centroamérica; pasa


a España, donde traba amistad con Rubén Darío que presidía la
inquietud modernista; igualmente con Menéndez y Pelayo, los de la
Generación del 98, el mejicano Amado Nervo y el colombiano Vargas
Vila. Con gran suceso entrega al público matritense su "ALMA
AMÉRICA" (1906)
Visita a Méjico; el dictador de turno le expulsa; Pero no tarda en
volver, siendo aclamado "Poeta Continental", poniéndose al servicio del
Presidente Carranza y del caudillo Pancho Villa (Doroteo Arango),
participando en la toma de Chihuahua.
Otra vez en Guatemala. Aquí, desde fines del siglo pasado,
gobernaba Manuel Estrada Cabrera, cuyo derrocamiento (1920) colmó
de serias dificultades al poeta: los exaltados pedían para éste la pena
de muerte arguyendo que había aconsejado el bombardeo de la ciudad.
Pronto los amigos iniciaron campaña por la vida del "Cantor de
América". Raudas empiezan a llegar las voces de intercesión: la de Su
Santidad el Papa, Alfonso XIII, Rey de España, los Presidentes de
Argentina, Brasil, Colombia, Panamá, Perú, de los escritores de
Francia, España y América. Absuelto se dirige a Managua en compañía
de sus hijos Antonio y Alma América y su esposa Margot.

Exornado con la aureola de la fama, retorna a la patria después


de larga ausencia. Los Municipios le coronan Poeta (del Perú (1922),
cuya corona de laureles de oro se verá obligado a empeñarla (10 mil
pesos chilenos) "para acudir a las necesidades de su hogar, y acaso a
las de sus locos ensueños de Aladino, pesquisador de tesoros
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inhallables", apunta Luis Alberto Sánchez.

Chocano desanda su camino. Enrumba a Costa Rica: nueva boda


con Margarita Aguilar. A su retorno, en Lima le aguardaba agazapada
la fatalidad: el joven escritor Edwin Elmore cae abatido por una bala
disparada por el arrogante poeta. Proceso y sentencia. Prácticamente
amnistiado, se dirige a Chile (1928).
En 1930 caía derrocado Leguía. Al año siguiente moría doña Auro-
ra, Gastañodi. En el Sur, el poeta recibía un homenaje de los Escritores
de Chile; pero, la pobreza le afligía terriblemente.

El 13 de diciembre de 1934, Chocano era asesinado por el esquizo-


frénico Martín Bruce Badilla, en un tranvía de Santiago. Ese mismo
día, Sánchez, Ciro Alegría y otros exiliados llegaban a la capital chilena.
"El Mercurio" santiaguino escribió: "La muerte del poeta José Santos
Chocano significa duelo para América, para las letras y la lengua
española".
31 años después (14 de mayo de 1965) los restos mortales del
"Cantor de América" fueron trasladados a Lima, y sepultados con
honores de Ministro de Estado.

2. SU OBRA
La producción literaria de Chocano es enteramente poética; obra
que el propio autor, sin quererlo quizá, ha dividido en dos etapas,
cuando al publicar su "ALMA AMÉRICA", en la Introducción escribió:
"Ténganse por no escritos cuantos libros aparecieron antes con mi
nombre". Colocamos así, a un lado, las obras de iniciación y, a otro,
las de madurez. A estas añadimos sus obras dramáticas y en prosa.

2.1. OBRAS EN VERSO:

a) Primera Etapa:
Iras Santas (1895), En la Aldea, Azahares, Selva Virgen,
La Epopeya del Morro, El Derrumbe, El Canto del Siglo.
Antologías: "Poesías Completas" (con Prólogo de M. G. Prada).
b) Segunda Etapa:
Alma América (Madrid, 1906).
El Hombre Sol, Oro de Indias,
Poemas del Amor Doliente.

2.2. OBRAS DRAMÁTICAS: Los Conquistadores, Thermidor.

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2.3. OBRAS EN PROSA: El Libro de mi Proceso, Memorias, El Alma de
Voltaire.

Sánchez sostiene que la poesía de Chocano es fundamentalmente


autobiográfica; que no hay un episodio de su vida al cual no se refiera
en verso. Textualmente dice: “Como tenía que ser, rimó sus cuitas y
realizó sus versos, ¡ay!, y de qué trágica manera".

"ALMA AMÉRICA". Subtitulado: "Poemas indo-españoles"

Representa la obra medular de Chocano, publicada con Prólogos


y Preliminares de Menéndez y Pelayo, Unamuno, Darío y Rodó.
El ímpetu brioso de sus versos, la brillantez de sus imágenes y lo
novedoso de sus temas exóticos, concitó el interés de los auditorios y
lectores. La poesía de Chocano irrumpe así “con un tropel de imágenes
y un relámpago en cada una de ellas". Analicemos.

a) Estilo y versificación. La poesía de Chocano es declamatoria,


sonora y grandilocuente. Hay en ella, ritmo y metáfora; además,
imaginería que supera la realidad.
Ensaya diversos metros, principalmente: el eneasílabo,
dodecasílabo y alejandrino. Difunde el ritmo cuaternario con acento en
la tercera sílaba, en el que están escritos "Los caballos de los
Conquistadores", "La elegía del órgano”, "Alma primitiva", "En la
Armería Real".
Ejemplo:
"Otra flauta dice cosas que debieran ser verdades
y que apenas son ensueños y delirios y fantasmas;
una ríe y otra llora.. ."
("La elegía del Órgano").

Su esquema rítmico es:

Impera también un torrente de imágenes y metáforas; tale como:


“Una paloma que se queda dormida” (La magnolia)
“Caprichos de cristal” (La orquídea)
“Una serpiente que se enrosca) (El lago)
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“Espinazo de abrupta cordillera” (El caimán)
“…brazo fugitivo
que se escapa del fondo de la tierra
con un estuche que revienta en oro” (El maíz)

b) Los temas. La sensibilidad de Chocano funde la historia,


geografía, fauna y flora americanas a fin de no caer en el
exotismo versallesco de Darío; pues, el propio poeta limeño
había enfatizado: “Sólo quiero ser poeta de América”.
Sus temas giran principalmente alrededor de la historia y el paisaje, a
los cuales LAS agrega los temas “proféticos o augurales”.
c) La técnica descriptiva. La técnica descriptiva de Chocano, en
toda su prestancia, reverbera en “El sueño del caimán”, poema
en que con imágenes visuales de precisión fotográfica, nos
presenta al saurio como símbolo de las fuerzas más temibles de
la Naturaleza. Analicemos dicho soneto:
“Enorme tronco que arrastró la ola”, yace varado el caimán en la
ribera del río, semejando: “Espinazo de abrupta cordillera,/ fauces
de abismo y formidable cola”.
Cuando el Sol lo ilumina, todo él resplandece cual un “monstruo
de metal”; y yace inmóvil:
“A manera de un príncipe encantado
que vive eternamente prisionero
en el palacio de cristal de un río”.
En “Blasón”, soneto de corte modernista, Chocano postula ser el
“Cantor de América autóctono y salvaje”, y reitera su doble ascendencia
incaica e hispana:
“Cuando me siento inca, le rindo vasallaje
al Sol, que me da el cetro de su poder real;
cuando me siento hispano y evoco el coloniaje,
parece mis estrofas trompetas de cristal”

d) CRÍTICA. Chocano es uno de los primeros poetas cuyo prestigio


rebasa el ámbito continental, y no merece ni el denuesto ni el
silencio recientemente recaídos sobre él.
Bardo sensual, arrogante, ególatra, sonoro y ditirámbico. Razón
tiene LAS cuando escribe: “Desde su infancia usó el énfasis como
escudo”. Tenía ambición de ser grande, universal, jefe de escuela.
Por eso proclamó: “En mi arte caben todas las escuelas como en
un rayo de luz todos los colores”. Y resulta evidente que “Quiso
armonizar su vida con su arte, hasta llegar a ser el protagonista
de su mejor poema”. Pretendía ser un abanderado del destino, un
elegido de las Musas. No otra cosa puede colegirse de sus propios
versos:
“Yo cruzaré otros bosques lozanos y bravíos,
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yo buscaré otra musa que asombre al Universo”

Por encima de sus virtudes y defectos, aún por encima de su


anhelo de ser el “Cantor de América”, Chocano es humano y
entrañablemente peruano, “Un vate de inspiración peruana,
asomado a la gesta heroica del país, al espectáculo portentoso del
Ande y de su leyenda antigua y a la grandeza infinita de la selva
bravía”, como bien anota Ventura García Calderón.
Fue modernista; mas, confirió a esta poética sus propias
características. Fundo su arte poética en la descripción del paisaje
y la historia. Los versos de quien había pedido “Un metro cuadrado
de tierra” donde puedan enterrarlo de pie, han quedado como
testimonio de la belleza del paisaje americano. Sólo que al valorar
esta obra de alta calidad lírica, no debemos olvidar la época ni las
circunstancias.
José Santos Chocano: vida novelesca coronada de tragedia; vida
que se cayó a pedazos a pesar de la arrogancia y el empaque. Pero,
quedan su sangre y su espíritu hechos poesía. Nunca serán más
elocuentes para cerrar el capítulo de la vida y obra de Chocano,
que sus propias palabras:
“Que un anillo de oro hecho pedazos,
ya no es anillo, pero siempre es oro”

O quizás estos otros, que se parecen a los de su maestro González


Prada, y que fueron escritos con su característica arrogancia:

“Debí haber nacido no en esta edad sin gloria,


sino en un tiempo heroico que nunca volverá”

Antología

Soy el cantor de América, autóctono y salvaje


mi lira tiene un alma, mi canto un ideal.
Mi verso no se mece colgado de un ramaje
con un vaivén pausado de hamaca tropical.

Cuando me siento inca, le rindo vasallaje


al Sol, que me da el cetro de su poder real;
cuando me siento hispano y evoco el coloniaje,
parecen mis estrofas trompetas de cristal.

Mi fantasía viene de un abolengo moro:


los Andes son de plata, pero el león, de oro;
y las dos castas fundo con épico fragor.
La sangre es española e incaico es el latido;
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y de no ser poeta; quizás yo hubiera sido
un blanco aventurero o un indio emperador.

LOS CABALLOS DE LOS CONQUISTADORES

¡Los caballos eran fuertes!


¡Los caballos eran ágiles!
Sus pescuezos eran finos, y sus ancas
relucientes; y sus cascos musicales. . .
. ¡Los caballos eran fuertes!
Los caballos eran ágiles!
¡No! No han sido los guerreros solamente,
de corazas y penachos y tizonas y estandartes,
los que hicieron la conquista
de las selvas y los Andes:
los caballos andaluces, cuyos nervios
tienen chispas de la raza voladora de los árabes,
estamparon sus gloriosas herraduras
en los secos pedregales,
en los húmedos pantanos,
en los ríos resonantes,
en los nieves silenciosas,
en los pampas, en las sierras,
en los bosques y en los valles.
i Los caballos eran fuertes!
¡Los caballos eran ágiles!

El caballo del beduino


que se traga soledades;
el caballo milagroso de San Jorge,
que tritura con sus cascos los dragones infernales;
el de César en las Galias;
el de Aníbal en los Alpes;
el centauro de las clásicas leyendas:
mitad potro, mitad hombre, que galopa sin cansarse
y que sueña sin dormirse .
y que flecha los luceros y que corre más que el aire;
todos tienen menos alma,
menos fuerza, menos sangre,
que los épicos caballos andaluces
en las tierras de la Atlántida salvaje,
soportando las fatigas,
las espuelas y las hambres
bajo el peso de las férreas armaduras
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y entre el fleco de los anchos estandartes,
cual desfile de heroísmos coronados
con la gloria de Babieca .Y el dolor de Rocinante. . .
En mitad de los fragores
decisivos del combate,
los caballos con sus pechos
arrollaban o los indios y seguían adelante
y, así, o veces, o los gritos de ¡Santiago!
entre el humo y el fulgor de los metales,
se veía que posaba como un sueño,
el caballo del Apóstol o galope por los aires. . .
¡ Los caballos eran fuertes!
¡Los caballos eran ágiles!

(Fragmentos).
EL SUEÑO DEL CAIMÁN

Enorme tronco que arrastró la ola,


yace el caimán varado en la ribera:
espinazo de abrupta cordillera,
fauces de abismo y formidable cola.

El Sol lo envuelve en fúlgida aureola:


y parece lucir cota y cimera,
cual monstruo de metal que reverbera
y que al reverberar se tornasola.

Inmóvil como un ídolo sagrado,


ceñido en mallas de compacto acero,
está ante el agua extático y sombrío,

A manera de un príncipe encantado


que vive eternamente prisionero
en el palacio de cristal de un río. . .

MAGNOLIA

En el bosque de aromas y de músicas lleno,


la magnolia, florece delicada y ligera,
cual vellón que en las zarzas enredado estuviera
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o cual copo de espuma sobre lago sereno.

Es un ánfora digna de un artífice heleno


un mamóreo prodigio de la Clásica Era;
y destaca su fina redondez a manera
de una dama que luce descotado su seno

No resabe si es perla, ni se sabe si es llanto


hay entre ella y la Luna, cierta historia de encanto,
en la que una paloma pierde acaso la vida;

Porque es pura y es blanca y es graciosa y es leve,


como un rayo de Luna que se cuaja en la nieve
o como una paloma que se queda dormida

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