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Capitulo 3

EL COMIENZO AL FINAL DE NOSOTROS MISMOS

La pregunta que debemos hacernos es si realmente confiamos en su poder, en


nuestra cultura nos sentimos tentados en todo momento a confiar en nuestro
propio poder, Por lo cual nuestro mayor desafío es confiar y depender de
manera radical y desesperada del poder que sólo Dios nos puede proveer.

Peligros sutiles

El pensamiento moderno difiere al llamado de Jesús y de la esencia del


evangelio. La de la confianza en el poder de Dios y por otro lado la dependencia
de nuestras propias habilidades según el pensamiento moderno podemos hacer
cualquier cosa que nos propongamos y no hay un límite cuando unimos todas
nuestras habilidades

el trabajo duro y las altas aspiraciones no están mal la libertad para alcanzar
nuestras metas es algo que deberíamos celebrar el trabajo duro y las altas
aspiraciones no están mal la biblia elogia estas cosas, pero en él pero el peligro
está en creer el recurso más valioso que tenemos es nuestra habilidad para
lograr lo que queremos

el objetivo del pensamiento moderno es engrandecerlos a nosotros mismos y el


objetivo del evangelio es engrandecer a Dios

Exaltación de nuestra habilidad

en contra del pensamiento moderno Dios se deleita en exaltar nuestra


incapacidad y pone a propósito a su pueblo en situaciones en que se debe
enfrentar cara a cara con su necesidad de él

Dios pone a sus hijos en posiciones donde necesitan con urgencia su poder y
luego muestra su provisión de modo tal que

¿Dependemos de nosotros mismos o necesitamos con urgencia de su


espíritu?

el pensamiento moderno enfatiza nuestras habilidades y exalta nuestros


nombres por la manera en que hacemos la iglesia lastimosamente muchos
hemos caído en esta situación creyendo tener una iglesia exitosa en el mejor de
los casos el poder de Dios es un ingrediente que añadimos a todas las
estrategias que se hacen, debemos temer de que en todas las actividades que
se te haya realizado en la iglesia estemos haciendo un lado al espíritu santo de
engañándonos.

Un cuadro diferente

El libro de hechos nos muestra a un grupo de discípulos tímidos amontonados


en el aposento alto ellos necesitan el poder de Dios , son galileos
menospreciados por la clase alta de la sociedad son personas del vulgo, de
clase baja, campesinos y analfabetos, de ellos depende la expansión del
evangelio dice hechos : que todos en un mismo espíritu se dedicaban a la
oración no estaba ocupados poniendo la fe en sí mismos ni confiaba en su
capacidad, mejor están suplicando el poder de Dios y están seguros que no
lograrán nada sin su provisión

entonces Dios envía su espíritu con poder y todo cambia. ellos empiezan a
predicar el evangelio en diversidad de idiomas que todos les pueden entender,
la multitud queda impactada. Pedro se pone de pie para predicar a Cristo; en
pocas semanas antes tenía miedo de admitir que conocía Jesús y ahora por el
poder de Dios puede hablar a muchas personas proclamando a Jesús.

La historia continúa durante todo el libro de hechos durante los viajes de Pablo
en la historia de los primeros mártires durante todo el proceso de la historia
hasta el tiempo actual el espíritu de Dios obra con poder usando hombres
débiles proporcionándoles a estas personas sin probabilidades de éxito
recursos limitados inesperados y sin inhibiciones de modo que su nombre sea
engrandecido.

Personas comunes un Dios extraordinario

Las personas menos esperadas bajo el poder del espíritu santo pueden sacudir
naciones para, personas comunes en la historia demostraron con su vida qué
es real confiar en Dios , que Dios está listo para darle su poder a todos los que
dependen de manera radical de él y que están dedicados a engrandecerlo de
manera radical.

Dios nuestro padre

No sólo tenemos un Dios extraordinario que provee y nos da la capacidad de


llevar su gloria a otros lugares Dios es nuestro padre y él nos provee según esta
necesidad, pero el gran Don que nos da el espíritu santo, qué es el consolador
el ayudador el día la misma presencia de Dios que vive en ti.

en la oración le pedimos regalos a Dios y él nos da al dador le pedimos que nos


de provisiones y él nos da la fuente le pedimos dinero y no nos da efectivo en
cambio por así decir nos da el banco. Dios se deleita entregarse a sí mismo.

De rodillas

si no tenemos cuidado pasaremos completamente por alto esta promesa y nos


perderemos el poder de la presencia de Dios rodeados por la autosuficiencia

en lugar de imponernos crucificamos a nosotros mismos en lugar de imaginar


todo lo que podemos lograr le pedimos a Dios que haga lo que él puede lograr
es verdad que planeamos y organizamos y creamos pero todos lo hacemos
mientras ayunamos y oramos y confesamos sin cesar nuestros necesidad de
provisión de Dios.

el poder de aquel que levantó a Jesús de los muertos vive en nosotros y como
resultado no tenemos necesidad de reunir nuestro propio poder. nuestra gran
necesidad debe ser caer ante un padre todopoderoso día y noche y rogarle que
muestre su poder radical por medio de nosotros.

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