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Evangelio

Una iglesia saludables es una iglesia centrada en el evangelio. El


evangelio es de primera importancia porque es el único mensaje que
puede rescatarnos del pecado y reconciliarnos con Dios (1 Corintios
15:3). El evangelio significa buenas nuevas porque Dios nos ofrece
salvación gratuitamente en Cristo. El evangelio es el poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree (Romanos 1:16). El evangelio es que
Dios el Hijo (Cristo Jesús) se hizo hombre, obedeció la ley de Dios
perfectamente, murió por nuestros pecados, fue sepultado, resucitó al
tercer día, apareció a muchos, y está sentado a la diestra de Dios,
reinando sobre todas las cosas (1 Corintios 15:3-4; Efesios 1:20-23).
Todo el que se arrepiente de sus pecados y confía en el Señor
Jesucristo, será salvo (Marcos 1:15). El evangelio no es solo para
comenzar la vida cristiana; es para toda la vida. El evangelio es el centro
de todo lo que creemos y hacemos. Una iglesia saludable cree y predica
el evangelio bíblico con aplicación para toda la vida.

Predicación Expositiva

La Palabra de Dios es suficiente para hacer la obra de Dios en el pueblo


de Dios. Por eso, predicamos la Palabra de Dios (la Biblia) cada vez que
nos reunimos como iglesia. La predicación expositiva expone lo que la
Biblia realmente dice y no impone lo que queremos que diga. Un sermón
expositivo explica y aplica un texto de la Biblia para la edificación de la
congregación. Normalmente, predicamos de la Biblia libro por libro,
capítulo por capítulo, versículo por versículo. Una iglesia saludable es
una iglesia dedicada a oír y obedecer la Palabra de Dios.

Teología Bíblica

La Biblia es una sola historia de redención, centrada en la persona y obra


del Señor Jesucristo. Las etapas principales de la historia son: 1) la
creación, 2) la caída, 3) la redención, y 4) la consumación. En el
principio, Dios creó todo por su palabra poderosa, y creó al hombre como
varón y hembra a su imagen para su gloria (Gen. 1:27). Sin embargo, el
hombre cayó en pecado y así trajo muerte y maldición a toda la
humanidad y toda la creación (Génesis 3; Romanos 5:12). En su justicia,
Dios pudo haber condenado a toda la humanidad, pero en su gracia,
Dios decidió salvar a un pueblo multinacional a través de su Hijo,
Jesucristo (Ap. 5:9). Aunque Cristo ya inauguró el reino de Dios en su
primera venida, Jesús vendrá por segunda vez con poder y gran gloria
para consumar el reino y recrear la tierra (Apocalipsis 21-22). La historia
de la redención es el mensaje central de la Biblia. Una iglesia saludable
cree y cuenta la gran historia de redención en Cristo.

Conversión

La conversión es la obra de Dios, por su Espíritu Santo, en la cual da


vida a muchos que estaban muertos en sus pecados (Efesios 2:1-5).
Respondemos a esta obra de regeneración con arrepentimiento y fe en el
Señor Jesucristo (Marcos 1:15; Hechos 20:21). Convertirse al Señor no
es solo levantar la mano, repetir una oración, o pasar al frente de la
iglesia. Convertirse incluye confesar el pecado con contrición y confiar en
el Señor Jesús como la única fuente de perdón y vida eterna. Una iglesia
saludable cree que la salvación es del Señor y que toda la gloria por
nuestra conversión se debe al Espíritu Santo de Dios.

Evangelismo

Una iglesia saludable evangeliza con frecuencia. El evangelismo es la


responsabilidad y el privilegio de todo el que ha sido transformado por el
evangelio (Mateo 28:18-20). Evangelizar es anunciar las buenas nuevas
de Jesucristo, invitando el oyente a arrepentirse y confiar en el Señor
Jesucristo para salvación (Marcos 1:15). Cada persona necesita oír y
creer el evangelio porque es el único mensaje que nos puede salvar de la
ira justa de Dios (Romanos 10:13-14). Nuestra tarea no es garantizar
cierto resultado, sino sembrar la Palabra de Cristo, confiando en que
Dios dará el crecimiento en su tiempo y en su manera (1 Corintios 3:6).

Membresía

Una iglesia saludable es una iglesia cuyos miembros están


comprometidos los unos con los otros a cuidarse y ayudarse mutuamente
a seguir a Cristo. Cada cristiano debe ser miembro de una iglesia local.
Vivimos en un mundo que tiene fobia hacia al compromiso. Por eso,
muchos no quieren comprometerse con una iglesia local. Sin embargo,
para obedecer los mandatos del Nuevo Testamento, tenemos que ser
parte de una congregación local. La iglesia es una familia de fe y
debemos ser miembros fieles de la familia (Efesios 2:19). La iglesia es el
cuerpo de Cristo, y somos miembros de su cuerpo (Romanos 12:4-5).
Solo los miembros de la iglesia pueden participar en la Cena del Señor (1
Cor 11). Los pastores necesitan saber quienes son los miembros por
cuyas almas deben velar (Hebreos 13:17). Además, Dios nos manda
congregarnos cada semana para que podamos exhortarnos unos a otros
en la fe (Hebreos 10:24-25). Una iglesia saludable sabe quiénes
pertenecen a su membresía y los miembros se preocupan los unos por
los otros.

Discipulado

Una iglesia saludable tiene una cultura en que el discipulado es normal


para todos sus miembros. Según Cristo, la misión de la iglesia es hacer
discípulos de todos los pueblos, predicando el evangelio a todos,
bautizando a los creyentes, y enseñándoles a obedecer todo lo que
Cristo nos ha mandado (Mat. 28:18-20). Discipular es ayudar a otro
creyente a crecer en la fe. Según Cristo, todo cristiano debe discipular a
otros (Hebreos 3:12-13).

Disciplina

Una iglesia saludable practica la disciplina bíblica con sus miembros.


Cristo nos manda disciplinar a los que no quieren arrepentirse de su
pecado (Mateo 18:15-17). Si un miembro no quiere arrepentirse después
de varias advertencias, la iglesia tendrá que excomulgarlo (Mat. 18:17; 1
Cor. 5:4). La meta de la disciplina siempre es el arrepentimiento y la
restauración. La disciplina siempre debe ser ejercida con amor y
humildad.

Liderazgo

Una iglesia saludable tiene liderazgo bíblico. Los líderes espirituales de la


iglesia son pastores o ancianos. En la Biblia, los términos ancianos,
pastores, y obispos se refieren al mismo grupo de líderes en la iglesia
local (Hechos 20:17-28; 1 Pedro 5:1-4). Por eso, una iglesia saludable
tiene una pluralidad de líderes espirituales, conocidos
como pastores o ancianos.
1. Que se enseñe la Biblia por medio de la predicación
expositiva, esto es un su justo contexto y poniendo a Cristo
como centro del sermón.
2. Que tenga una buena teología bíblica, es decir una sana
doctrina con creencias definidas según las Escrituras sin
agregados.
3. Que tenga una idea correcta del evangelio ya que es poder de
salvación para todo el que cree (Romanos 1:16), y es la única
manera mediante la cual los pecadores pueden ser reconciliados
con un Dios santo.
4. Que tome en cuenta la conversión o nuevo nacimiento espiritual
(Juan 3:3). Las vidas de sus miembros deben estar marcadas
por el fruto de la conversión y no simplemente sumar gente a la
iglesia por simples cuestiones numéricas.
5. Que su función sea la evangelización de los pecadores.
Cuando una iglesia tiene un entendimiento no bíblico del
evangelio, no evangeliza, evangeliza de maneras engañosas o
manipuladoras, o comparte un mensaje que no es el evangelio.
6. Que tenga una membresía identificable. La membresía bíblica
de la iglesia es importante porque la iglesia representa el
testimonio de Dios en el mundo. La iglesia manifiesta su gloria.
Por tanto, los no cristianos deberían ser capaces de ver en la
membresía de la iglesia, en las vidas del pueblo transformado de
Dios.
7. Tiene que existir una disciplina eclesial. En su definición más
general, la disciplina de iglesia es todo lo que la iglesia hace
para ayudar a sus miembros a crecer en santidad y luchar contra
el pecado.
8. Una iglesia que discipula. La Escritura enseña que un cristiano
vivo es un cristiano que crece (2 P. 1:8-10). La Escritura también
enseña que crecemos no solamente mediante la instrucción,
sino también mediante la imitación (1 Co. 4:16; 11:1). Por tanto,
las iglesias deberían exhortar a sus miembros a crecer en
santidad y ayudar a otros a hacer lo mismo
9. Un liderazgo bíblico, caracterizado por pastores piadosos que
guían al rebaño del Señor y los alimenta con su Palabra. El
liderazgo bíblico de la iglesia es importante porque sin él, el
pueblo de Dios es como un rebaño de ovejas sin pastores.

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