La patrística S.

II- VII

La especialización del saber es una invención helénica.

La lógica fue creada por los estoicos: se refería a los discursos, que pueden ser internos
(pensamientos) y externos (palabras).

La Buena nueva (el reino de Dios) incluía la caridad, fraternidad y amor al prójimo. El Antiguo T.
mandaba al diente por diente, ojo por ojo, al contrario, la Buena nueva tenía su eje principal en el
amor al prójimo: “Amad a vuestros enemigos, orad por los que os persiguen”.

Jesús hace el papel del Logos, es decir, el papel del mediador entre Dios y el mundo, el que da la luz
hacia el verdadero conocimiento del espíritu: la verdad, la justicia y el amor.

La buena nueva tenía un propósito pedagógico que consistía en formar al hombre nuevo y espiritual,
que es un hombre del reino de Dios.

La patrística fue el período de los padres de la Iglesia católica y romana y el preludio de la

escolástica. Ellos defendieron la fe de la filosofía pagana. Las dos grandes virtudes del cristianismo
son la fe y la esperanza.

Los evangelios eran la base escrita de las enseñanzas educativas y estaba dirigido, sobre todo, a los
adultos. Esta precedía al bautismo, que era administrado en los primeros períodos a fieles
exclusivos, posteriormente, fueron solo los sacerdotes.

El catecumenado era lo que utilizaban para preparar al bautismo. Consistía en la enseñanza del
antiguo testamento, los evangelios y los preceptos morales para todo cristiano.

La orden de los benedictinos fue el primer gran monasterio y escuela monástica. Formaban a los
clérigos que eran docto.

Los apologetas

Escriben en defensa a la fe cristiana. El más grande fue Justino. Los apologetas decían que los males
del mundo se derivan de la materia que lo compone y no de la creación.

Isodoro de Sevilla compone unos textos que sirven para dar enseñanza a los clérigos en los
monasterios. Sus libros son compendios o enciclopedias sobre la historia, la agricultura, las artes
liberales, la naturaleza desde la interpretación biblíca