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EXPLICA LAS CARACTERÍSTICAS DEL URBANISMO BARROCO EN

ESPAÑA Y LA EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA EN EL SIGLO XVII


• El contexto de la España del barroco
del siglo XVII es el de los llamados
Austrias menores, una monarquía
autoritaria con un gran imperio en
América y defensora de los valores
de la Contrarreforma.

• Es también un siglo de enorme crisis


social y económica y decadencia
política, en el que sufrirá grandes
derrotas, perderá territorios y la
hegemonía europea pasará a manos
de Francia.

• Frente a esta decadencia, el arte


alcanzará cotas elevadísimas: es el
Siglo de Oro de la literatura y el de
los grandes pintores y escultores
barrocos.
EL URBANISMO BARROCO EN ESPAÑA
El urbanismo barroco en España: La época de los Austrias
• En la Etapa de los Austrias
(Siglo XVII), la difícil
situación económica y el
descenso demográfico que
tuvieron lugar en la España
del XVII impidieron el
desarrollo de programas
urbanísticos y la fundación
de nuevas ciudades.

• Hay pocas modificaciones


con urbanas, con excepción
de Lerma (en la que el
valido crea una conjunto
palaciego en la localidad
como muestra de su poder)
y, sobre todo, Madrid, que
cree mucho y cambia por su
condición de capitalidad.
El urbanismo barroco en España

• Las ciudades del XVII reflejan el


espíritu religioso imperante por
entonces en la España de la
monarquía española defensora de las
ideas de la Contrarreforma: algunos
autores hablan de ciudad-convento.
Lo religioso será lo fundamental.

• Aparecen gran cantidad de iglesias y


conventos en las ciudades, gracias a
la gran este espíritu y en gran medida
gracias a las donaciones.

• Las ciudades españolas del siglo XVII


se estructuran sobre el eje de la Calle
Mayor, en torno al cual se repartía un
pobre caserío en un entramado de
callejuelas, rincones y plazuelas
irregulares entre las que se
distribuían conventos, palacios,
iglesias…
El urbanismo barroco en España

El principal elemento del urbanismo de


la época son las Plazas Mayores,
típicamente españolas.
Estas plazas tenían diferentes funciones:
• Vivienda: para alojar a la creciente
población de la capital.
• Comercial, por lo que tenían pórticos
y tiendas con sótanos.
• Lugar para organizar y celebrar
espectáculos públicos: (recepciones,
beatificaciones, autos de fe, corridas
de toros, cañas y justas, etc.), por lo
que disponían de balconadas que se
engalanaban y se cobraba por
acceder a ellas.
• Algún edificio de carácter singular,
normalmente reservado al Concejo o
similar y al que acudían los
gobernantes para los actos públicos
más relevantes.
El urbanismo barroco en España

• La Plaza Mayor fue concebida como un


espacio regular, destinado a albergar
reuniones de carácter popular, a servir
de mercado y también a aliviar el
problema de alojamiento que sufría
por entonces la capital mediante sus
cinco pisos de viviendas. Esta función
pública es una cualidad esencial de las
plazas barrocas españolas, que las
diferencia del sentido aristocrático o
eclesiástico predominante en otros
ejemplos europeos.

• La Plaza Mayor siempre tuvo en aquella


época y en siglos posteriores, un
marcado acento popular de mercado,
de reunión de la población y los
monarcas de la Casa de Austria la
emplearán para sus objetivos La
nueva capital, Madrid, que está
creciendo, debe convertirse en el
escaparate adecuado para ello.
El urbanismo barroco en España

La Plaza Mayor pasó a ser escenario de


destacados actos y ceremonias propias
de la Monarquía Hispánica:

• En mayo de 1620 tuvo lugar la


función en la que se beatificó a Isidro
Labrador, con una impresionante
procesión y presencia del cuerpo del
beato y de los reyes.
• Fue el centro de la ceremonia donde
se levantaron pendones en honor del
nuevo monarca, Felipe IV
• En junio de 1622 se procedió a la
canonización de San Isidro Labrador.
• Celebración en honor del príncipe de
Gales, de visita en la Corte Madrileña
en 1623., en la que se hicieron fiestas
de toros y de cañas
• La entrada de la reina Mariana de
Austria en 1643, con un gran
espectáculo con arquitectura
efímera.
El urbanismo barroco en España

También se celebraban
autos de fe, ejecuciones,
corridas de toros, juegos
de cañas…
El urbanismo barroco en España

Siguen el modelo de plaza


porticada tradicional, como ya
se había hecho en Valladolid
en el siglo anterior.
El urbanismo barroco en España

Son cerradas, abiertas por grandes arcos al resto de la ciudad, de planta rectangular,
casi cuadrada, divididas en varios pisos, rodeadas de pórticos para los tenderos y con
balconadas para contemplar las fiestas y los espectáculos que el monarca promueve.
El urbanismo barroco en España

Uniformidad: tratamiento homogéneo de la fachada de todos los edificios de la plaza,


destacando tan sólo algunos por su mayor decoración para las apariciones reales, como en el
caso de la Casa de la Panadería en la Plaza Mayor de Madrid, destinada a las apariciones del
Monarca.
El urbanismo barroco en España

Se caracteriza por su
austeridad y
sobriedad, tal y como
plantea la propia
monarquía en esa
época de crisis, salvo
algún edificio singular,
que hace las veces de
Concejo y de palco
para las apariciones de
los gobernantes.
El urbanismo barroco en España

Frente a las calles


estrechas, oscuras y
sinuosas se Madrid, la
plaza crea un espacio
abierto, impresionante,
homogéneo, ordenado:

Un espacio que
impresiona al
espectador tanto en su
vida diaria al acercarse
a la plaza como
mercado, como
especialmente al asistir
a las celebraciones que
la monarquía católica
organiza en ella.
El urbanismo barroco en España

Las funciones de la Plaza Mayor


serán plenamente barrocas:

• Mercado durante la mañana,


lugar de compra obligatoria del
pan y el la carne controladas
desde la Corona en sus dos
principales fachadas (de la
Panadería y de la Carnicería).
• Espacio público de paseo y
encuentro.
• En días especiales, en
un verdadero escenario teatral al
servicio de los poderes civiles y
religiosos:
ajusticiamientos, corridas de
toros, juegos de cañas, Autos de
Fe de la Inquisición o las
canonizaciones de los nuevos
santos…
El urbanismo barroco en España
Todo es un gran escenario, un lugar en donde representar el poder conjunto del rey y la
religión católica, donde el pueblo encuentra el espectáculo y les permite seguir creyendo
en su Dios y en su Rey pese a la crisis económica y el lento derrumbe del Imperio.
El urbanismo barroco en España

• La Plaza Mayor de Madrid,


de Juan Gómez de Mora se
articula en este sentido a
través de un lenguaje austero
de carácter neoherreriano.

• Posteriormente, la Plaza
Mayor de Salamanca de
Alberto Churriguera será el
ejemplo más conseguido de
Plaza Mayor, integrándola
urbanísticamente en el
entorno urbano como un
cruce de caminos en el que
desembocan las principales
arterias de la ciudad y con el
claro modelo de plaza
cerrada típicamente español.
El urbanismo barroco en España

Plaza Mayor de Salamanca. Alberto Churriguera (1729-1756)


El urbanismo barroco en España

España se pobló de plazas mayores en esta época siguiendo el modelos establecido en la capital.

Tembleque Ocaña

León Plaza de la Corredera. Córdoba


El urbanismo barroco en España

Dada la capitalidad de Madrid, los monarcas deciden convertirla en la imagen de su


monarquía y de acuerdo con estos planteamientos aparecen los primeros conjuntos
reales: Alcázar de Madrid y Toledo, El Escorial, el parque del Buen Retiro, el Palacio del
Pardo y Aranjuez.
O los que construyen los validos, como el Duque de Lerma, que aglutina palacios,
conventos y una plaza mayor a mayor gloria y honor del privado de la corte.
El urbanismo barroco en España

Madrid logró convertirse en una urbe representativa de la Corte y del poder de la


Monarquía, creando una nueva imagen de la ciudad, adecuada a su condición de capital y
a la ideología de la monarquía a través de la construcción de algunos edificios palaciegos,
en el mismo estilo neoherreriano, reforzando esa imagen de monarquía austera y católica
que se desea trasladar.
El urbanismo barroco en España

Remodelación del Alcázar de Madrid (destruido y sustituido por el actual Palacio Real)
El urbanismo barroco en España

La Casa de la Villa de Madrid.


El urbanismo barroco en España

La Cárcel de Madrid.
El urbanismo barroco en España

El Palacio del Buen Retiro, probablemente el mejor ejemplo de urbanismo al servicio


del poder real en su momento, un retiro para el rey y su corte en que pudiera llevar a
cabo todas sus distracciones, prácticamente una ciudad completa en el Madrid de la
época, lleno de efectos teatrales y artificiosos.
El urbanismo barroco en España

Las anteriores construcciones, junto con las numerosas construcciones religiosas que
por entonces se llevaron a cabo en la villa configuraron el urbanismo de Madrid como
una ciudad barroca, acorde con los planteamientos sociales y políticos del país de
religiosidad y austeridad.
El urbanismo barroco en España: los Borbones

Con la llegada de la nueva dinastía de


origen francés se introducen en España
algunos cambios urbanísticos al gusto de la
corte francesa.
Donde mejor se plasmarán será en las
remodelaciones de los Reales Sitios del
Buen Retiro, Aranjuez, El Pardo, El
Escorial…. o los de nueva planta como La
Granja.
Se ordenarán como lujosas residencias
periféricas en las que integrarán los
palacios, las plazas, los jardines, las fuentes
y la naturaleza muy al estilo francés, con
una ordenación racional (sistemas radiales,
ortogonales centrados en el palacio) y que
serán una exaltación del poder absoluto de
la nueva monarquía.
A su alrededor se organizará el espacio
urbano con residencias nobiliarias, edificios
administrativos, industriales, religiosos…
El urbanismo barroco en España: los Borbones

Por ejemplo, en Aranjuez, los


edificios se integran en un
trazado urbano de estudiadas
perspectivas, creándose
algunos enclaves como la plaza
en la que se asienta la iglesia
de San Antonio, de gran
belleza por su axialidad
respecto al trocado eje,
circunscrito al Palacio Real.

El programa artístico de
Aranjuez se prolonga en la
arquitectura de jardinería,
tanto a nivel paisajístico (en
contextos más alejados) o
sometido a un proceso de
mayor racionalización y
formalismo (en zonas más
cercanas).
El urbanismo barroco en España: los Borbones

El monumental
conjunto de la Granja
de San Ildefonso, con
su palacio, sus
fuentes, sus jardines,
sus plazas, las reales
fábricas y otros
edificios y sus
perspectivas son otro
gran ejemplo de este
concepto procedente
de la concepción
barroca francesa.

El palacio, sus
jardines, la colegiata
y la Real Fabrica
sirvieron de estímulo
a la composición
urbana del pequeño
poblado de La Granja
El urbanismo barroco en España: los Borbones

También en Madrid se realizarán


construcciones grandiosas
impregnadas de clasicismo, como
el Palacio Real de Madrid, que
sustituirá al Alcázar, destruido por
un incendio.

Será un edificio imponente, para


ser admirado desde diferentes
perspectivas y muestra del poder
de los reyes borbónicos: su
grandeza se admirará tanto desde
la plaza (prevista en el proyecto
original aunque no realizada hasta
bastante después) a la que se abre
como en una impresionante
perspectiva, como al pie de los
jardines que forman parte del
conjunto (como los palacios
franceses).
El urbanismo barroco en España

A lo largo de todo el siglo se irán proyectando en Madrid grandes avenidas en las


que ubicar las nuevas construcciones y que permitirán admirar con amplias
perspectivas la grandeza de la nueva monarquía, si bien en gran medida se realizarán
en el último tercio del siglo e imbuidas de espíritu neoclásico.

Apertura de la Calle de Alcalá


El urbanismo barroco en España

También se realizarán
planificaciones urbanísticas
de nueva planta como las de
las nuevas ciudades
construidas al amparo de las
repoblaciones o por las reales
y nuevas fábricas, siendo el
mejor ejemplo el de Nuevo
Baztán:

Planta ordenada con criterios


geométricos, utilizando una
estructura en damero, y
estructurando el conjunto a
partir de tres grandes plazas
en torno a la iglesia-palacio
(propagandística la de la
Iglesia, económica la del
Mercado, y privada y de
fiestas la posterior)
EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XVII

1ª mitad siglo XVII

En la primera
mitad del siglo Segunda mitad del XVII
XVII predominará
Será a mediados de Tránsito al siglo XVIII y siglo XVIII
la influencia
siglo cuando se
herreriana
empiecen a eliminar
anterior. los vestigios Será en el tránsito al siglo XVIII cuando el barroco
herrerianos y español comience a adquirir sus mayor esplendor
Los ideales de la comience a darse (riqueza y fantasía decorativas), que se
Contrarreforma una transición a los desarrollará en la primera mitad del siglo XVIII con
facilitan la planteamientos las obras de la familia Churriguera, Ribera o Casas
italianos y a una la Novoa.
pervivencia de
estos modelos ornamentación más Durante este siglo también se producirá una
arquitectónicos. flexible. arquitectura promovida por la corte, importada
desde Francia e Italia, más clásica y academicista,
promovida por la nueva dinastía Borbónica.
1ª mitad siglo XVII

• Se mantienen los planteamientos


estructurales herrerianos y sus
formas racionales, sobrias y
rotundas.
• Abundan los materiales pobres,
incluso las bóvedas encamonadas
(una cúpula falsa hecha con un
armazón de madera y revestida de
yeso).
• Siguen manteniéndose los mismos
materiales (piedra de granito,
ladrillo –abundando este por su
mayor economía- pizarra) .
• Se emplean plantas
fundamentalmente ortogonales y
prácticamente no se desarrollan las
centralizadas.
1ª mitad siglo XVII

• Son habituales las torres


prismáticas en los extremos de las
fachadas, cubiertas por chapiteles
de pizarra, buhardillas…
• Los edificios muestran un aspecto
sobrio y severo por fuera,
alternando piedra y ladrillo y
formas rectas.
• Fachadas rectas, a diferencia de las
italianas.
• Vanos cuadrados o rectangulares.
• Sobre ellas se van a ir incorporando
algunas nuevas fantasías
ornamentales, que le dan un
aspecto menos sobrio que en el
siglo anterior.
1ª mitad siglo XVII

Francisco de Mora realiza los planes de la “corte” que el Duque de


Lerma construye en su ciudad con este estilo sobrio.
1ª mitad siglo XVII

Juan Gómez de
Mora es el principal
arquitecto de este
periodo.

Es el artífice de la
remodelación del
Alcázar, de la Plaza
Mayor de Madrid o
de la Casa de la
Villa de Madrid, en
la que la sobriedad
general va
incorporando
algunos contrastes
ornamentales
decorativos y mayor
contraste de
materiales
1ª mitad siglo XVII La Cárcel de Corte (actual Ministerio
de Asuntos Exteriores) de Juan
Gómez de Mora es un ejemplo
paradigmático de este sobrio estilo
de la primera mitad del siglo XVII.
1ª mitad siglo XVII Alonso Carbonell diseña el Palacio del Buen
Retiro y sus jardines.
1ª mitad siglo XVII

Juan Gómez de Mora también


realiza la Clerecía de
Salamanca, adoptando el tipo
de planta jesuítica de El Gesú
(una nave con capillas entre los
laterales).

Articula la fachada recta en dos


pisos entre torres, empleando
órdenes gigantes y ya introduce
algunos elementos más
novedosos, como mayor
decoración, entablamentos
muy resaltados, frontones
rotos…

Las torres son un siglo


posteriores.
1ª mitad siglo XVII

Fachada del convento de la


Encarnación, Madrid, de Fray Alberto
de la Madre de Dios.

• Sobriedad.
• Fachada sencilla, rematada por un
frontón triangular y una cruz,
geométrica, a modo de retablo,
alternando muro y vano.
• Decoración sobria:
• Escudos con el toisón de oro.
• Bolas al estilo escurialense.
1ª mitad siglo XVII

La Catedral de San Isidro de Madrid es


obra de Francisco Bautista, según el
modelo de iglesia contrarreformista:
una nave con capillas, crucero con
gran cúpula y presbiterio poco
profundo.
Es una obra sobria, pero majestuosa,
tanto en la fachada como en los
interiores.
Emplea el orden gigante, pero acentúa
el modelado, el claroscuro y el
marcado sombreado que produce
entre el centro y los laterales.
Emplea también algunos rasgos más
novedosos, como su conocido sexto
orden (decorados con hojas de acanto
de corintio, y ovas y dardos del jónico)
en columnas y pilastras gigantes.
2ª mitad siglo XVII

A partir de los años centrales


del siglo la arquitectura pierde
paulatinamente su severidad
anterior y el recuerdo de lo
herreriano es superado por
una tendencia más decorativa y
movida.

Van introduciéndose en España


las formas barrocas más
dinámicas y movidas
procedentes de Italia.

Comienzan a emplearse las


líneas curvas, los contrastes,
los efectos ilusionistas...
2ª mitad siglo XVII

Se enriquece la decoración con elementos


naturalistas (guirnaldas de frutas, escultura
en relieves y frisos), o abstractos (placas
recortadas sobrepuestas, molduras
partidas), que consiguen dar mayor
movilidad a las fachadas.

Las fachadas se romperán y desarrollarán


juegos de luces y sombras, contrastes,
valorando los efectos escultóricos y
pictóricos.

Se comienza a introducir la columna


salomónica, que tanto se empleará en el
periodo siguiente.

Se multiplica el número de obras barrocas,


especialmente fuera de Madrid, creándose
diferentes las escuelas regionales
2ª mitad siglo XVII

• Pedro de La Torre, introduce tempranamente en


Madrid los elementos del barroquismo decorativo,
como la capilla de San Isidro, adosada a la Iglesia
de San Andrés (1643).
• Adopta la forma de un gran cubo coronado por
una cúpula, con balaustradas y estatuas de santos
(casi es más grande que la propia parroquia de
San Andrés; su perfil se veía por todo el Madrid
del s. XVII): es una arquitectura majestuosamente
barroca para ensalzar al patrono de Madrid.
• Fachadas-retablo con entablamentos que se
parten, frontones semicirculares con mucho
movimiento. Todas ellas con guirnaldas de frutos y
flores, que reflejan la fertilidad y abundancia de
frutos, tanto de santidad, como por el trabajo de
campesino de San Isidro.
2ª mitad siglo XVII

Su interior (destruido en la guerra civil) presentaba una concepción claramente barroca:


• Riqueza de materiales y decorativa.
• Interior colorido y muy decorado.
• Empleo de la luz de la cúpula para crear efectos.
• Había un baldaquino bajo la cúpula, cubriendo el enterramiento del santo.
• Las pinturas de la cúpula representan la glorificación del santo.
2ª mitad siglo XVII

El mejor ejemplo de fachada


monumental, que ya recoge
estas nuevas formas, será la de
la Catedral de Granada,
realizada por Alonso Cano en
1667.

Está concebida a modo mixto


de fachada retablo y arco de
triunfo enormemente efectista
(símbolo del triunfo de la
Iglesia católica a través de la
eucaristía), con grandes
contrastes de luz y sombra,
entablamentos enormemente
destacados, frontones
fantasiosos y decoración con
placas y motivos vegetales.
2ª mitad siglo XVII

Estructura la fachada mediante


cuatro grandes contrafuertes
sobre los que se apoyan tres
grandes arcos muy rehundidos
que acentúan el contraste
lumínico Fin de la fachada
plana anterior.

La decoración va integrándose
en la fachada: las pilastras se
decoran, pináculos de remate,
decoración escultórica con
relieves, medallones y
esculturas exentas.

Es muestra de un nuevo estilo,


una nueva sensibilidad alejada
de la sobriedad postherreriana.
2ª mitad siglo XVII

En Galicia la Torre del Reloj de


la Catedral de Santiago de
Compostela, de Domingo de
Andrade, es muestra de estos
cambios.

Es un cuerpo alargado y
esbelto, recorrido por pilastras
y coronado por otras dos
torres (cuadrada y poligonal) a
modo de campanario y con
abundante decoración vegetal,
jacobea, trofeos militares…

Tanto por las proporciones


como por la ornamentación es
uno de los precedentes de la
fachada del Obradoiro
Final del siglo XVII

• El tránsito entre el siglo XVII y XVIII será


testigo del inicio de la plenitud barroca y
la mayor expresión del lenguaje
decorativista y dinámico en España,
conocido como churrigueresco por la
influencia de esta familia de artistas.

• El retablo se convertirá en el mejor


exponente de este barroco exuberante:
movimiento, claroscuro,
espectacularidad, engaño, suntuosidad,
propaganda... allí se concentran los
principales motivos decorativos de los
templos.

• Esta decoración exuberante propia de los


retablos invadirá las fachadas y,
especialmente, las puertas de los
edificios; las plantas y fachadas se curvan.
Final del siglo XVII

• La columna salomónica (muchas


veces llena de uvas y hojas de
parra, con simbología eucarística)
se empleará frecuentemente.

• Abundarán los frontones curvos,


rotos, estípites, los baquetones
profusamente decorados, las
hornacinas, medallones
ovalados…

• La decoración invade todo el


espacio.
Final del siglo XVII

José Benito de Churriguera (1665-1725),


será la personalidad decisiva para la etapa
arquitectónica posterior.

Su primera gran obra, el retablo mayor de


la iglesia de San Esteban de Salamanca
(1693-96) muestra el estilo plenamente
dinámico y efectista que imperará en gran
parte de la arquitectura española del XVIII.

Observamos el gusto por la profusión de


adorno y los dorados y el ritmo dinámico
de las formas curvadas, el empleo de las
columnas salomónicas de orden gigante,
tan características del barroco posterior.
Final del siglo XVII

Es una obra que resume el barroco español


de la época, con el gusto por el profuso
adorno y los dorados, el ritmo dinámico de
las formas curvas y la gran expresión de la
escultura.

• Gusto por la profusión de adorno y los


dorados y el ritmo dinámico de las
formas curvadas
• Recargado y aparatoso,
• Espectacularidad.
• Dinamismo.
• Horror vacui: la decoración exhuberante
invade toda la superficie.
• Ilusionismo.
• Gusto por las formas curvas, que se
trasladarán a las fachadas.
• Efectos visuales: la luz y el color tienen
un papel fundamental para sobrecoger al
creyente.
Siglo XVIII

Durante el sigo XVIII continuará esa


corriente decorativa iniciada por
Churriguera.

Su hermano Alberto realiza la Plaza Mayor


de Salamanca (1728-35) a partir del modelo
de la plaza mayor de Madrid, pero con el
nuevo estilo mucho más adornado.

Remata los edificios con una balaustrada


corrida y con obeliscos como remates. Su
decoración es muy rica, volviendo a la
tradición plateresca española: motivos
decorativos que se distribuyen a lo largo de
sus tres pisos sobre arcadas (molduras
superpuestas, placas en resalte, hojarascas
con temas florales, balaustrada con
obeliscos en resalte, medallones con las
efigies de los reyes).
Siglo XVIII

Es un cuadrado casi
perfecto formado
por cuatro
pabellones
porticados donde, a
través de grandes
arcos, desembocan
las principales calles
de la ciudad.

La plaza actúa así


como distribuidor de
las arterias más
importantes de la
ciudad.
Siglo XVIII

En Madrid, la principal figura será Pedro


Ribera, que realiza el Hospicio de Madrid
(1722-29).
• Portada muy efectista y movida, llena de
decoración.
• Concentra la decoración en una fachada
vertical que rompe el equilibrio
horizontal del edificio.
• Concentra la atención del espectador en
un solo punto: la fachada.
• Ningún espacio queda sin decorar en la
portada.
• Se va ascendiendo desde la base hasta la
hornacina en la que está San Fernando..
• Concepción escultórica de la portada,
como un retablo
Siglo XVIII

• Movimiento ondulatorio
• Estípites, óculos
decorados con formas
vegetales.
• Introduce las líneas
quebradas, en zigzag,
como sus típicos
baquetones partidos.
http://es.slideshare.net/terefully/tema14-el-arte-barroco-en-espaa-arquitectura-escultura

• Frontones partidos,
efectistas.
• Los cortinajes a los lados
de las obras, confieren
gran teatralidad a esta
fachada
Siglo XVIII

Narciso Tomé realiza el Transparente


de la catedral de Toledo (1721).
• Ejemplo de barroco ilusionista,
escenográfico, de combinación de
materiales (mármol, alabastro y
bronce), de integración de
arquitectura, escultura y pintura,
con un gran papel simbólico de la
luz al servicio de la religiosidad
católica (exaltación de la
eucaristía).
• Se trata de un conjunto a modo
de retablo que coloca en el
trascoro de la catedral: perforó la
bóveda gótica para que la luz
iluminase el conjunto y
contribuyese a realzar la
teatralidad y espectacularidad de
la obra.
Siglo XVIII

Fernando de Casas Novoa realiza la


fachada del Obradoiro de la Catedral
de Santiago de Compostela (1739-
50).

Esta fachada cumple tres funciones:

• Fachada telón que recubre el


Pórtico de la Gloria.

• Cerramiento espectacular de la
plaza ante los peregrinos, de
carácter escenográfico.

• Dotar de luz directa a las galerías


y naves del interior del templo
románico.
Siglo XVIII

Consigue un magnífico efecto de


perspectiva al situar las torres tras la
fachada y ubicar cuerpos salientes
hacia el exterior.

Gran ritmo ascensional de la fachada


y contrastes de luces y sombras.

La concibe como un gran arco de


triunfo con enormes ventanales para
dar luz al interior.

La corona un remate a modo de


espadaña con la estatua del santo.

La decoración geométrica y vegetal


inunda la fachada y abundantes
esculturas.
Siglo XVIII

Conrado Rudolfo
Fachada Catedral de Valencia
(1703).

• Fachada cóncava, curvada,


efectista con influencia de
Borromini.
Siglo XVIII

Jaime Bort
Fachada Catedral de
Murcia (1736-53).

• Fachada cóncava,
contrastes de luz
• Gran cantidad de
decoración
• Ordenación que
parece animar ya
ritmos neoclásicos
• Elementos
decorativos rococó
Siglo XVIII

Ignacio Vergara
Palacio del Marqués de
Dos Aguas en Valencia:

• Exhuberancia
decorativa en la
portada, ritmo
dinámico vertiginoso.

• Representa a los ríos


Júcar y Segura
envueltos en
decoración vegetal.

• Influencia del Rococó


Siglo XVIII

Leonardo de Figueroa
Fachada del Palacio
de San Telmo (1754). Sevilla.
Siglo XVIII

La llegada de la nueva dinastía


borbónica y sus gustos
clasicistas hace que conviva
con el barroco castizo español
el nuevo estilo oficial.

Es un arte clásico
cortesano, a imitación
del barroco palaciego
francés y con gran
influencia italiana, como
en el Palacio Real de
Madrid de Juvara y
Sachetti o los de
Aranjuez y La Granja de
San Ildefonso.
Siglo XVIII

Serán obras realizadas


fundamentalmente por
arquitectos extranjeros (Juvara,
Sachetti, Teodoro Ardemans…,
más adelante Sabatini).

Emplearán elementos clásicos,


como en Versalles, de un nodo
equilibrado y ordenado,
realizando las grandes
construcciones palaciegas de
los Borbones.

Es una arquitectura más sobria


y monumental, pero
grandilocuente, que sigue los
modelos franceses e italianos.
Siglo XVIII

Tras el incendio del antiguo


Alcázar, Felipe V ordena construir
el nuevo Palacio Real de acuerdo
con sus nuevos gustos y símbolo
de su poder.

Lo realizan Filippo Juvara y J.B.


Sachetti con materiales nobles
con una planta ortogonal en torno
a dos patios.

La fachada recuerda a Versalles:


distribución en varios pisos,
empleo de columnas y pilastras
de orden gigante, algunos resaltes
en la fachada para romper la
monotonía, una balaustrada
monumental coronando el
conjunto….
Siglo XVIII

El palacio de la Granja de San


Ildefonso, realizado por Teodoro
Ardemans y Juvara y Sachetti,
mezcla las influencias anteriores de
herencia herreriana con el nuevo
clasicismo francés e italiano.

A imitación de los palacios franceses


integra un conjunto de jardines,
avenidas, fuentes con grandes
conjuntos escultóricos.
Siglo XVIII

El palacio de Aranjuez
constituye todo un conjunto
palaciego y de ordenación
urbana muy al estilo de la
escenografía barroca
europea, remodelado por
Felipe V y, tras un incendio,
por Fernando VI.

Es un conjunto de líneas
depuradas con gran riqueza
en su interior y amplios
jardines y plazas, que
posteriormente fue muy
reformado en la época de
Carlos III, ya de un modo
mucho más clasicista.

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