You are on page 1of 4

MASONERÍA Y CASTIDAD

HUMBERTO TOSO NICOLINI


“Busca y encontrarás”
Mateo 7,7

Nuestra Masonería del Rito de York, de acuerdo a las disposiciones de


la G. L. del Perú, se nos presenta como una organización de orientación
filosófica, pero en realidad tiene ciertas características peculiares como: Da
culto al G. A. D. U., formula sus propias doctrinas, como por ejemplo acerca
del camino de salvación y la retribución después de la muerte, tiene su
propio código de moral, templos, altares, jerarquías, Capellanes, Diáconos,
ritos de iniciación, ritos fúnebres, vestimentas, rituales, días festivos y
oraciones propias. En nuestro Ritual del Grado de Aprendiz Masón, del Rito
de York, en el Cargo, el Cap. le dice al Recipiendario: “Quiera… la Templanza
haceros casto,…” ¿Qué significado tiene esa frase para nosotros los
Masones?

TEMPLANZA
Durante nuestros trabajos en la Logia, en repetidas ocasiones
tratamos los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, sobre la
tolerancia y la repulsión de los fanatismos. También, en nuestras tenidas
tratamos el camino Masónico que lleva al perfeccionamiento
del iniciado, para que seamos actores adecuados en la sustentación y
defensa de los principios Masónicos.
En mi opinión pocas veces hablamos del perfil Masónico que es
requisito y consecuencia del seguimiento de ese camino Masónico. El
desarrollo de este tema quiere ofrecer una breve descripción de ese perfil,
con el propósito que nuestros HH. puedan saber qué se espera de ellos en
cuanto a ese perfil.
Como podemos ver, en nuestro Templo existen, en cada esquina,
cuatro borlas que representan las cuatro Virtudes Cardinales: Prudencia,
Justicia, Fortaleza y Templanza, virtudes que practicaron nuestros HH.
desde la antigüedad. La Templanza se define como una “virtud cardinal,
consistente en moderar cualquier tipo de apetito, sujetándolo a la razón”.
Completa la definición con conceptos de moderación y sobriedad. La
templanza implica diferentes virtudes como son: la castidad, la sobriedad, la
humildad y la mansedumbre.

1
Vemos aquí los apetitos, que son resultado de instintos y emociones,
y el factor regulador de la Razón, para ponerlos en su justa medida. El
Masón no debe sucumbir a la tiranía de los vicios, porque es un hombre
libre. Ser Masón es ser ponderado, moderado y sobrio, en gustos y
comportamientos. El Masón desprecia la impaciencia, se contenta con lo que
tiene, sufre sin quejarse y es resignado ante el infortunio. Esta virtud es la
que nos ayuda a nosotros los Masones en toda nuestra vida para dominar
nuestros impulsos y pasiones a través de nuestra voluntad.
El Masón que aprecia debidamente los secretos que tan
solemnemente ha prometido no revelar jamás, no permitirá que la razón y el
juicio pierdan su asiento subyugados por el apetito y el vicio para descubrir
lo que debe ser un secreto, pues en caso de hacerlo recibirá el desprecio de
sus HH.
Y lo que menos debe olvidar un H. es precaverse de los peligros a que
está expuesto en horas de disipación, por lo cual la virtud de la Templanza le
ha sido sabiamente impuesta y grabada en su memoria al hacerle referencia
a una de las partes más solemnes de la ceremonia de iniciación. Algunos
Masones, al condenar justamente los vicios de la embriaguez y aborrecer
sus efectos han confundido, lamentablemente, la Templanza con la
abstinencia total. La ley de la Masonería no autoriza semejante disposición.
Deja a cada individuo la práctica de sus propios gustos dentro de los límites
de lo razonable y no pide la abstinencia, sino la moderación y la Templanza
en cualquier cosa que no sea en sí una falta.
Vivir la templanza significa:

1. Esforzarse diariamente por ser mejor.


2. No ceder ante los gustos, deseos o caprichos que me pueden
dañar mi amistad.
3. Estar alegre al saber que puedo dominarme y ser mejor.
4. Ser dueño de sí mismo, del propio actuar.
5. Congruente con lo que pienso, digo y hago.
6. No justificarse ni dar falsos pretextos.
7. Conocer las propias debilidades y evitar caer en
circunstancias que pongan en peligro mi voluntad.
8. Es vencer al deseo del placer y la comodidad por amor y con
inteligencia.
9. La persona moderada orienta y ordena hacia el bien sus
apetitos sensibles, no se deja arrastrar por sus pasiones

CASTO

Como hemos podidos apreciar, la Templanza nos lleva, a los Masones,


a ser Castos, porque nos predispone para percibir correctamente la realidad,
creando conductas que nos colocan en contacto con la verdad objetiva.

2
De acuerdo al diccionario se define como casto al que practica la
castidad o está de acuerdo con ella, por razones religiosas o morales. Tiene
como sinónimos: Honesto, puro, limpio, que no tiene picardía ni
sensualidad. Castidad se define como el comportamiento voluntario a la
moderación y adecuada regulación de placeres o actos sexuales, ya sea por
motivos religiosos o sociales. No es lo mismo que abstinencia sexual.
Desde el punto de vista de la moral, la castidad es la virtud que gobierna y
modera el deseo. El término castidad y los límites de esta son muy variables
entre sociedades. Existen muchos factores que influyen en la visión de la
castidad: religión, valores, tradiciones, educación. También estas opiniones
van cambiando a través del tiempo.
LA VIRTUD DE LA CASTIDAD

La castidad no significa absolutamente rechazo ni menosprecio de la


sexualidad humana: significa más bien energía espiritual que sabe defender
el amor de los peligros del egoísmo y de la agresividad, y sabe promoverlo
hacia su realización plena. ¡Qué diferente es el concepto real de la castidad a
la idea que generalmente tenemos acerca de ella! Ser casto es vivir el amor
sin egoísmo.
Ser casto es lograr que toda nuestra persona: inteligencia, voluntad,
afectos y cuerpo estén dominados por nosotros mismos, como el director de
una orquesta sinfónica controla desde el centro de la misma, a todos y cada
uno de los instrumentos que han de generar una hermosa melodía. En el
caso de la persona humana, es integrar su sexualidad, ser dueño de sí
mismo: conocer su cuerpo, sus sentimientos, sus tendencias sexuales, sus
capacidades de pensar, de amar y de decidir, y que es responsable de todo
su actuar.
Por tanto, la castidad requiere que aprendamos a dominarnos a
nosotros mismos, a tomar las riendas de nuestro propio cuerpo, de nuestros
afectos, de nuestra voluntad. Aprender a dominarnos libremente. Ser amos y
señores de nuestra persona.
MEDIOS PARA LOGRAR LA CASTIDAD

Por lo tanto, hay que trabajar. Y, ¿cuáles serán los mejores medios?:

1. Primero que todo, conócete a ti mismo. Conoce cómo eres,


tus tendencias, tus cualidades, tus defectos. Así sabrás con
qué cuentas naturalmente.
2. Acéptate. Sé humilde y dedícate con trabajo y esfuerzo a
esculpir tu hermosa piedra.
3. Supérate. No basta que te conozcas y que te aceptes. Hace
falta que tomes el cincel y el mazo.
4. Procura vivir en tu vida la obediencia a los mandamientos del
V. de la L. S.

3
5. Esfuérzate por practicar las virtudes morales, como la
prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
6. Y, finalmente, ponte cerca del G.A.D.U. Él será quien te pueda
dar las fuerzas para vivir estos medios.

La castidad es parte de la virtud cardinal de la templanza, que nos


ayuda a pensar bien sobre las pasiones y los apetitos de la sensibilidad
humana, y a dominarlas, a no dejarnos llevar por ellos. Dominarse a sí
mismo, es una labor que ha de durar toda la vida. Nadie podrá decir nunca
que ya se domina totalmente. No. Siempre debe existir el esfuerzo por
lograrlo. Hay etapas en la vida que el esfuerzo tiene que ser mayor,
especialmente cuando se forma la personalidad, durante la infancia y
adolescencia. La castidad es una virtud moral. Es también un don de Dios,
una gracia, un fruto del trabajo espiritual.

La caridad es el alma de todas las virtudes, las ilumina todas y les da


vida. Así, la castidad, bajo el influjo de la caridad, se convierte en una
escuela de donación de la persona. El ser humano al dominarse a sí mismo
se regala, se entrega, se dona totalmente a los demás. Piensa en los demás,
ama a los demás, puesto que ha roto con la esclavitud del egoísmo. La
persona casta es generosa, amable, desprendida de sí misma, piensa en los
demás. La persona casta, por entregarse a los demás, se convierte en un
auténtico testigo de la fidelidad y de la ternura de Dios. La virtud de la
castidad se desarrolla en la amistad. ¡Qué grandeza tiene la castidad!
conoce, sin miedo y con objetividad, lo que realmente eres.
Sin embargo, falta nombrar algo importante. Y eso es el Amor. El
Masón hace todo lo que hace por Amor, Amor a la Humanidad, Amor a la
Familia, Amor a la Verdad, Amor a los HH., Amor a la Libertad, es el Amor el
motor de todo su accionar.

BIBLIOGRAFÍA

V. de la L. S.
Ritual del Grado de Aprendiz Masón- Rito de York. Gran Logia del Perú.
Enciclopedia de la Francmasonería. A. G. Mackey
Familiaris Consortio. Papa Juan Pablo II.
Templanza, para ser dueño de tus actos. Catholic
Diccionario de la Lengua Española 2005. Espasa-Calpe
Diccionario Enciclopédico Vox 1. 2009 Larousse Editorial, S.L
Confesiones. San Agustín.
Carta a los Gálatas. San Pablo.

You might also like