You are on page 1of 15

SEMANA 7

TEORIA ATOMICA

La teoría atómica es una teoría científica sobre la naturaleza de la materia que


sostiene que está compuesta de unidades discretas llamadas átomos. Empezó
como concepto filosófico en la antigua grecia y logró amplia aceptación científica a
principios del siglo xix cuando los descubrimientos en el campo de la química
demostraron que la materia realmente se comportaba como si estuviese hecha de
átomos.

La palabra átomo proviene del adjetivo en griego antiguo atomos, que significa
«indivisible». Los químicos del siglo xix empezaron a utilizar el término en relación
con el número creciente de elementos químicos irreducibles.1 cerca del cambio al
siguiente siglo, a través de varios experimentos
con electromagnetismo y radiactividad, los físicos descubrieron que los "átomos
indivisibles" eran de hecho un conglomerado de varias partículas
subatómicas (principalmente, electrones, protones y neutrones), las que pueden
existir separadas unas de otras. De hecho, en ciertos entornos extremos, como
las estrellas de neutrones, la presión y la temperatura extremas impiden que los
átomos puedan existir en absoluto.

Ya que se descubrió que los átomos podían dividirse, los físicos inventaron el
término «partículas elementales» para describir las partes "indivisibles", aunque no
indestructibles, de un átomo. El campo de ciencia que estudia las partículas
subatómicas es la física de partículas y es en este campo donde los físicos
esperan descubrir la auténtica naturaleza fundamental de la materia.

La idea de que la materia está hecha de unidades discretas es una muy antigua y
surge en muchas culturas antiguas como Grecia (Demócrito, Leucipo de Mileto),
Roma (Lucrecio) e India (los jainistas Ajivika y Cārvākay las
escuelas Nyaya y Vaisheshika). No obstante, estas ideas estuvieron fundadas en
el razonamiento filosófico y teológico más que en la evidencia y la
experimentación. Debido a ello, no podían convencer a todos y el atomismo era
una entre varias teorías rivales sobre la naturaleza de materia. No fue hasta el
siglo XIX cuando los científicos abrazaron y refinaron la idea, ya que la floreciente
ciencia de la química produjeron descubrimientos que podían explicarse
fácilmente utilizando el concepto del átomo. También, resalta la influencia del
científico serbio Ruđer Bošković (1711-1787), primero en bosquejar una teoría
atómica moderna de fundamento newtoniano que establece fuerzas de cohesión y
de repulsión.2
EL ATOMO

El término átomo proviene del griego ἄτομον («átomon»), unión de dos vocablos: α
(a), que significa "sin", y τομον (tomon), que significa "división" ("indivisible", algo
que no se puede dividir),1 y fue el nombre que se dice les dio Demócrito de
Abdera, discípulo de Leucipo de Mileto, a las partículas que él concebía como las
de menor tamaño posible.2 Un átomo es la unidad constituyente más pequeña de
la materia que tiene las propiedades de un elemento químico.3
Cada sólido, líquido, gas y plasma se compone de átomos neutros o ionizados.
Los átomos son muy pequeños; los tamaños típicos son alrededor de
100 pm (diez mil millonésima parte de un metro).4 No obstante, los átomos no
tienen límites bien definidos y hay diferentes formas de definir su tamaño que dan
valores diferentes pero cercanos. Los átomos son lo suficientemente pequeños
para que la física clásica dé resultados notablemente incorrectos. A través del
desarrollo de la física, los modelos atómicos han incorporado principios cuánticos
para explicar y predecir mejor su comportamiento.

Cada átomo se compone de un núcleo y uno o más electrones unidos al núcleo. El


núcleo está compuesto de uno o más protones y típicamente un número similar
de neutrones. Los protones y los neutrones son llamados nucleones. Más del
99,94 % de la masa del átomo está en el núcleo. Los protones tienen una carga
eléctrica positiva, los electrones tienen una carga eléctrica negativa y los
neutrones tienen ambas cargas eléctricas, haciéndolos neutros. Si el número de
protones y electrones son iguales, ese átomo es eléctricamente neutro. Si un
átomo tiene más o menos electrones que protones, entonces tiene una carga
global negativa o positiva, respectivamente, y se denomina ion (anión si es
negativa y catión si es positiva).

Los electrones de un átomo son atraídos por los protones en un núcleo atómico
por la fuerza electromagnética. Los protones y los neutrones en el núcleo son
atraídos el uno al otro por una fuerza diferente, la fuerza nuclear, que es
generalmente más fuerte que la fuerza electromagnética que repele los protones
cargados positivamente entre sí. Bajo ciertas circunstancias, más acentuado
cuanto mayor número de protones tenga el átomo, la fuerza electromagnética
repelente se vuelve más fuerte que la fuerza nuclear y los nucleones pueden ser
expulsados o desechados del núcleo, dejando tras de sí un elemento
diferente: desintegración nuclear que resulta en transmutación nuclear.

El número de protones en el núcleo define a qué elemento químico pertenece el


átomo: por ejemplo, todos los átomos de cobre contienen 29 protones. El número
de neutrones define el isótopo del elemento.5 El número de electrones influye en
las propiedades magnéticas de un átomo. Los átomos pueden unirse a otro u otros
átomos por enlaces químicos (en los cuales se comparten los electrones de dichos
átomos) para formar compuestos químicos tales como moléculas y redes
cristalinas. La capacidad de los átomos de asociarse y disociarse es responsable
de la mayor parte de los cambios físicos observados en la naturaleza y es el tema
de la disciplina de la química.

ORBITALES

Un orbital atómico es la región del espacio definido por una determinada solución
particular, espacial e independiente del tiempo, a la ecuación de Schrödinger para
el caso de un electrón sometido a un potencial coulombiano. La elección de tres
números cuánticos en la solución general señalan unívocamente a un estado
monoelectrónico posible.

Estos tres números cuánticos hacen referencia a la energía total del electrón,
el momento angular orbital y la proyección del mismo sobre el eje z del sistema del
laboratorio y se denotan por:

Un orbital también puede representar la posición independiente del tiempo de un


electrón en una molécula, en cuyo caso se denomina orbital molecular.

La combinación de todos los orbitales atómicos dan lugar a la corteza electrónica,


representada por el modelo de capas, el cual se ajusta a cada elemento
químico según la configuración electrónica correspondiente.
SEMANA 8

LEY DE HUND

La regla de Hund o principio de máxima multiplicidad establece, empíricamente,


cómo deben ocupar los electrones orbitales degenerados en energía. Esta regla,
como su solo nombre indica, provino del físico alemán Friedrich Hund, en 1927, y
desde entonces ha sido de mucha utilidad en química cuántica y espectroscópica.

Realmente son tres las reglas de Hund aplicadas en química cuántica; sin
embargo, la primera de ellas es la más simple para el entendimiento básico de
cómo estructurar electrónicamente un átomo.

La primera regla de Hund, la de la máxima multiplicidad, es esencial para entender


las configuraciones electrónicas de los elementos; establece cuál debe ser el
ordenamiento de los electrones en los orbitales para generar un átomo (ion o
molécula) de mayor estabilidad.

Por ejemplo, en la imagen superior se muestran cuatro series de configuraciones


electrónicas; las cajas representan a los orbitales, y las flechas negras a los
electrones.

La primera y tercera series corresponden a formas correctas de ordenar los


electrones, mientras que la segunda y cuarta series señalan cómo no deben
colocarse los electrones en los orbitales.

Orden de llenado de los orbitales según la regla de Hund

Aunque no se haga mención de las otras dos reglas de Hund, con ejecutar
correctamente el orden de llenado se está implícitamente aplicando estas tres
reglas al mismo tiempo.

¿Qué tienen en común la primera y tercera series de orbitales de la imagen? ¿Por


qué son correctas? Para empezar, cada orbital solo puede “albergar” dos
electrones, razón por la cual la primera caja está completa. El llenado por tanto
debe continuar con las tres cajas o orbitales de la derecha.

Apareamiento de espines

Cada caja de la primera serie posee una flecha apuntando hacia arriba, lo cual
simboliza tres electrones con espines de un mismo sentido. Al apuntar hacia
arriba, significa que sus espines tienen un valor de +1/2, y si apuntan hacia abajo,
sus espines tendrán valores de -1/2.
Nótese que los tres electrones ocupan orbitales diferentes, pero con espines
desapareados.

En la tercera serie, el sexto electrón se ubica con un espín en sentido contrario,


-1/2. No es así el caso para la cuarta serie, donde este electrón entra al orbital con
un espín de +1/2.

Y así, los dos electrones, al igual que los del primer orbital, tendrán sus espines
apareados(uno con espín +1/2 y otro con espín -1/2).

La cuarta serie de cajas u orbitales viola el principio de exclusión de Pauli, el cual


establece que ningún electrón puede tener los mismos cuatro números cuánticos.
La regla de Hund y el principio de exclusión de Pauli van siempre de la mano.

Por lo tanto, deben colocarse las flechas de tal manera que queden desapareadas
hasta que ocupen todas las cajas; y acto seguido, se terminan de llenar con las
flechas apuntando en sentido contrario.

Espines paralelos y antiparalelos

No basta con que los electrones tengan sus espines apareados: también debe ser
paralelos. Esto en la representación de cajas y flechas se garantiza colocando
estas últimas con sus extremos de forma paralelas entre ellas.

La segunda serie presenta el error de que el electrón en la tercera caja se


encuentra con su espín en sentido antiparalelo con respecto a los demás.

Así, se puede resumir que el estado fundamental de un átomo es aquel que


obedece las reglas de Hund, y por ende, tiene la estructura electrónica más
estable.

La base teórica y experimental afirma que cuando un átomo tiene electrones con
un mayor número de espines desapareados y paralelos, se estabiliza a raíz de un
incremento de las interacciones electrostáticas entre el núcleo y los electrones;
incremento que se debe a la disminución del efecto apantallante.

Multiplicidad

Se mencionó al principio la palabra ‘multiplicidad’, pero ¿qué significa bajo este


contexto? La primera regla de Hund establece que el estado fundamental más
estable para un átomo es aquel que presente un mayor número de multiplicidad
del espín; en otras palabras, el que presente sus orbitales con mayor número de
electrones desapareados.
La fórmula para calcular la multiplicidad del espín es

2S + 1

Donde S es igual al número de electrones desapareados multiplicado por 1/2. Así,


teniendo varias estructuras electrónicas con un mismo número de electrones, se
puede estimar 2S + 1 para cada una y aquella con el mayor valor de multiplicidad
será la más estable.

TEORIA CUANTICA

La teoría cuántica es una teoría física basada en la utilización del concepto de


unidad cuántica para describir las propiedades dinámicas de las partículas
subatómicas y las interacciones entre la materia y la radiación. Bajo esta premisa
se ha construido el que es uno de los pilares fundamentales de la física.

Antes de la teoría cuántica, las leyes de cómo se comportaban los cuerpos en


movimiento se basaba en la mecánica newtoniana. Sin embargo, a finales
del siglo XIX se dieron importantes descubrimientos que explicaban mejor el
mundo que nos rodea. Y también, como consecuencia, arrojaron más preguntas
sobre el porqué de las cosas.

El físico alemán Max Planck fue el primero en hablar sobre ella en 1900. Postuló
que la materia solo puede emitir o absorber energía en pequeñas cantidades
llamadas cuantos. Por otro lado, el físico Werner Heisenberg, desarrolló el
principio de incertidumbre, que sería clave para entender mejor el mundo
subatómico.

Esta fue su gran aportación a la ciencia en el siglo XX. Ofreció una nueva visión
más amplia sobre la estructura de la materia y sirvió de base para la comprensión
de la estructura atómica.

Para la teoría cuántica no deja de ser una teoría que, a pesar de haber servido
para explicar muchos fenómenos, también tiene sus errores. Es lo que trató de
explicar la paradoja EPR, postulada por el mismísimo Eisntein junto a Boris
Podolsky y Nathan Rosen. Estos tres científicos explicaron a través del
entrelazamiento cuántico cómo la teoría cuántica era errónea. Este experimento,
que no deja de ser otro planteamiento teórico, afirma que puedes conocer el
posicionamiento de la otra partícula.
SEMANA 9

LA TABLA PERIODICA

La tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos


químicos en forma de tabla, ordenados por su número atómico (número
de protones),1 por su configuración de electrones y sus propiedades químicas.
Este ordenamiento muestra tendencias periódicas, como elementos con
comportamiento similar en la misma columna.

En palabras de Theodor Benfey, la tabla y la ley periódica «son el corazón de la


química —comparables a la teoría de la evolución en biología (que sucedió al
concepto de la Gran Cadena del Ser), y a las leyes de la termodinámica en
la física clásica—».

Las filas de la tabla se denominan períodos y las columnas grupos. 4Algunos


grupos tienen nombres. Así por ejemplo el grupo 17 es el de los halógenos y el
grupo 18 el de los gases nobles.5 La tabla también se divide en
cuatro bloques con algunas propiedades químicas similares.6 Debido a que las
posiciones están ordenadas, se puede utilizar la tabla para obtener relaciones
entre las propiedades de los elementos, o pronosticar propiedades de elementos
nuevos todavía no descubiertos o sintetizados. La tabla periódica proporciona un
marco útil para analizar el comportamiento químico y es ampliamente utilizada
en química y otras ciencias.

Dmitri Mendeléyev publicó en 1869 la primera versión de tabla periódica que fue
ampliamente reconocida. La desarrolló para ilustrar tendencias periódicas en las
propiedades de los elementos entonces conocidos, al ordenar los elementos
basándose en sus propiedades químicas,7 si bien Julius Lothar Meyer, trabajando
por separado, llevó a cabo un ordenamiento a partir de las propiedades físicas de
los átomos.8 Mendeléyev también pronosticó algunas propiedades de elementos
entonces desconocidos que anticipó que ocuparían los lugares vacíos en su tabla.
Posteriormente se demostró que la mayoría de sus predicciones eran correctas
cuando se descubrieron los elementos en cuestión.

La tabla periódica de Mendeléyev ha sido desde entonces ampliada y mejorada


con el descubrimiento o síntesis de elementos nuevos y el desarrollo de modelos
teóricos nuevos para explicar el comportamiento químico. La estructura actual fue
diseñada por Alfred Werner a partir de la versión de Mendeléyev. Existen
además otros arreglos periódicos de acuerdo a diferentes propiedades y según el
uso que se le quiera dar (en didáctica, geología, etc).9
Se han descubierto o sintetizado todos los elementos de número atómico del 1
(hidrógeno) al 118 (oganesón); la IUPAC confirmó los elementos 113, 115, 117 y
118 el 30 de diciembre de 2015,10 y sus nombres y símbolos oficiales se hicieron
públicos el 28 de noviembre de 2016.3 Los primeros 94 existen naturalmente,
aunque algunos solo se han encontrado en cantidades pequeñas y fueron
sintetizados en laboratorio antes de ser encontrados en la naturaleza.n. 1 Los
elementos con números atómicos del 95 al 118 solo han sido sintetizados en
laboratorios. Allí también se produjeron numerosos radioisótopos sintéticos de
elementos presentes en la naturaleza. Los elementos del 95 a 100 existieron en la
naturaleza en tiempos pasados pero actualmente no.11 La investigación para
encontrar por síntesis nuevos elementos de números atómicos más altos continúa.

FAMILIA Y PERIODOS

La tabla periódica surgió de la necesidad de organizar los elementos químicos. El


químico ruso Dmitri Ivánovich Mendeléyev (1834-1907) fue el primero en formar la
estructura de la tabla. Gracias a este científico, sus notas y descubrimientos
posteriores, la tabla adquirió la forma presente en que es estudiada hoy. Para
aprender cómo evolucionó la tabla, basta permanecer al hecho de que en el
primer formato ella poseía apenas 63 elementos y actualmente supera los 100 y
todavía está abierta a nuevos descubrimientos, es decir, está siempre
evolucionando. Una gran cuestión usada por Mendeléyev en la organización de
elementos fue agruparlos conforme a características comunes. Fue así como
surgieron las familias (grupos). Las principales familias son:

Familia I A: metales alcalinos

Familia II A: metales alcalinotérreos

Familia III A: familia del Boro

Familia IV A: familia del Carbono

Familia V A: familia del Nitrógeno

Familia VI A: calcógenos

Familia VII A: halógenos

Familia 0: gases nobles


Los elementos situados en la misma familia tienen propiedades similares y se
posicionan en las líneas verticales de la tabla. Existen 18 familias en la
clasificación actual.

Otro criterio utilizado para organizar elementos corresponde a los períodos que se
encuentran en las líneas horizontales de la tabla. En este caso, reciben la
numeración de 1 a 7 correspondiente a las siete capas electrónicas (K, L, M, N, O,
P, Q), siendo que en el periodo 1 la distribución de electrones va hasta la capa K, y
en el periodo 2 los electrones ocupan la capa L, y así sucesivamente.

Como ejemplo, acompaña la distribución de los electrones del elemento litio:

K 1 s2

L 2 s1 2p

M 3s 3p 3d
SEMANA 10

ENLACE QUIMICO

Un enlace químico es el proceso químico responsable de las interacciones


atractivas entre átomos y moléculas,1y que confiere estabilidad a los compuestos
químicosdiatómicos y poliatómicos. La explicación de tales fuerzas atractivas es
un área compleja que está descrita por las leyes de la química cuántica.

Una definición más sencilla es que un enlace químico es la fuerza existente entre
los átomos una vez que se ha formado un sistema estable.2

Las moléculas, cristales, metales y gases diatómicos (que forman la mayor parte
del ambiente físico que nos rodea) están unidos por enlaces químicos, que
determinan las propiedades físicas y químicas de la materia.

Las cargas opuestas se atraen porque al estar unidas adquieren una situación
más estable que cuando estaban separadas. Esta situación de mayor estabilidad
suele darse cuando el número de electrones que poseen los átomos en su último
nivel es igual a ocho, estructura que coincide con la de los gases nobles ya que
los electrones que orbitan el núcleo están cargados negativamente, y que
los protones en el núcleo lo están positivamente, la configuración más estable del
núcleo y los electrones es una en la que los electrones pasan la mayor parte del
tiempo "entre" los núcleos, que en otro lugar del espacio. Estos electrones hacen
que los núcleos se atraigan mutuamente.

Teoría del enlace químico

En la visión simplificada del denominado enlace covalente, uno o más electrones


(frecuentemente un par de electrones) son llevados al espacio entre los dos
núcleos atómicos. Ahí, los electrones negativamente cargados son atraídos a las
cargas positivas de ambos núcleos, en vez de sólo su propio núcleo. Esto vence a
la repulsión entre los dos núcleos positivamente cargados de los dos átomos, y
esta atracción tan grande mantiene a los dos núcleos en una configuración de
equilibrio relativamente fija, aunque aún vibrarán en la posición de equilibrio. En
resumen, el enlace covalente involucra la compartición de electrones en los que
los núcleos positivamente cargados de dos o más átomos atraen simultáneamente
a los electrones negativamente cargados que están siendo compartidos. En
un enlace covalente polar, uno o más electrones son compartidos
inequitativamente entre dos núcleos.

En una visión simplificada de un enlace iónico, el electrón de enlace no es


compartido, sino que es transferido. En este tipo de enlace, el orbital atómico más
externo de un átomo tiene un lugar libre que permite la adición de uno o más
electrones. Estos electrones recientemente agregados ocupan potencialmente un
estado de menor energía (más cerca al núcleo debido a la alta carga nuclear
efectiva) de lo que experimentan en un tipo diferente de átomo. En consecuencia,
un núcleo ofrece una posición de más fuerte unión a un electrón de lo que lo hace
el otro núcleo. Esta transferencia ocasiona que un átomo asuma una carga neta
positiva, y que el otro asuma una carga neta negativa. Entonces, el enlace resulta
de la atracción electrostática entre los átomos, y los átomos se constituyen en
((iones)) de carga positiva o negativa.

Todos los enlaces pueden ser explicados por la teoría cuántica, pero, en la
práctica, algunas reglas de simplificación les permiten a los químicos predecir la
fuerza de enlace, direccionalidad y polaridad de los enlaces. La regla del octeto y
la (TREPEV) teoría de repulsión de pares de electrones de la capa de
valencia son dos ejemplos.

Existen teorías más sofisticadas, como la teoría del enlace de valencia, que
incluye la hibridación de orbitales y la resonancia, y el método de combinación
lineal de orbitales atómicos dentro de la teoría de los orbitales moleculares, que
incluye a la teoría del campo de los ligantes. La electrostática es usada para
describir polaridades de enlace y los efectos que ejerce en las sustancias
químicas.
SEMANA 11

ENLACE Y VALENCIA

La teoría del enlace de valencia (TEV) explica la naturaleza de un enlace


químico en una molécula, en términos de las valencias atómicas.1 La teoría del
enlace de valencia se resume en la regla de que el átomo central en una molécula
tiende a formar pares de electrones, en concordancia con restricciones
geométricas, según está definido por la regla del octeto. La teoría del enlace de
valencia está cercanamente relacionada con la teoría de los orbitales moleculares.

Una estructura de enlace de valencia es similar a una estructura de Lewis; sin


embargo, pueden escribirse varias estructuras del enlace de valencia donde no
puede escribirse sólo una estructura de Lewis. Cada una de estas estructuras del
enlace de valencia representa una estructura de Lewis específica. La combinación
de las estructuras del enlace de valencia es el punto principal de la teoría
de resonancia.

La teoría del enlace de valencia considera que el solapamiento (superposición o


traslape) de orbitales atómicos de los átomos participantes forma un enlace
químico. Debido al solapamiento, es más probable que los electrones estén en la
región del enlace. La teoría del enlace de valencia considera a los enlaces como
orbitales débilmente apareados (solapamiento pequeño). Típicamente, la teoría
del enlace de valencia es más fácil de emplear en moléculas en el estado
fundamental.

ENLACE COVALENTE

Un enlace covalente entre dos átomos se produce cuando estos átomos se unen,
para alcanzar el octeto estable, compartiendo electrones del último nivel (excepto
el hidrógeno que alcanza la estabilidad cuando tiene 2 electrones). La diferencia
de electronegatividad entre los átomos no es lo suficientemente grande como para
que se produzca una unión de tipo iónica. Para que un enlace covalente se genere
es necesario que la diferencia de electronegatividad entre átomos sea menor a
1,7.

De esta forma, los dos átomos comparten uno o más pares electrónicos en un
nuevo tipo de orbital, denominado orbital molecular. Los enlaces covalentes se
producen entre átomos de un mismo elemento no metal, entre distintos no metales
y entre un no metal y el hidrógeno.
Cuando átomos distintos de no metales se unen en una forma covalente, uno de
ellos resultará más electronegativo que el otro, por lo que tenderá a atraer la nube
electrónica del enlace hacia su núcleo, generando un dipolo eléctrico.5 Esta
polarización permite que las moléculas del mismo compuesto se atraigan entre sí
por fuerzas electrostáticas de distinta intensidad.

Por el contrario, cuando átomos de un mismo elemento no metálico se unen


covalentemente, su diferencia de electronegatividad es cero y no se crean dipolos.
Las moléculas entre sí poseen prácticamente una atracción nula.

En síntesis, en un enlace iónico, se produce la transferencia de electrones de un


átomo a otro y en el enlace covalente, los electrones de enlace son compartidos
por ambos átomos. En el enlace covalente, los dos átomos no metálicos
comparten uno o más electrones, es decir, se unen a través de sus electrones en
el último orbital, el cual depende del número atómico en cuestión. Entre los dos
átomos pueden compartirse uno, dos o tres pares de electrones, lo cual dará lugar
a la formación de un enlace simple, doble o triple respectivamente. En
la estructura de Lewis, estos enlaces pueden representarse por una pequeña línea
entre los átomos.

ENLACE IONICO

Un enlace iónico o electrovalente es el resultado de la presencia de


atracción electrostática entre los iones de distinto signo, es decir, uno
fuertemente electropositivo y otro fuertemente electronegativo. 1Eso se da cuando
en el enlace, uno de los átomos capta electrones del otro. La atracción
electrostática entre los iones de carga opuesta causa que se unan y formen
un compuesto químico simple, aquí no se fusionan; sino que uno da y otro recibe.
Para que un enlace iónico se genere es necesario que la diferencia (delta) de
electronegatividades sea mayor que 1,7 o igual. (Escala de Pauling).2

Cabe resaltar que ningún enlace es totalmente iónico, siempre habrá una
contribución en el enlace que se le pueda atribuir a la compartición de los
electrones en el mismo enlace (covalencia).3 El modelo del enlace iónico es una
exageración que resulta conveniente ya que muchos datos termodinámicos se
pueden obtener con muy buena precisión si se piensa que los átomos son iones y
no hay compartición de electrones.

Dado que los elementos implicados tienen elevadas diferencias de


electronegatividad, este enlace suele darse entre un compuesto metálico y uno no
metálico.4 Se produce una transferencia electrónica total de un átomo5 a otro
formándose iones de diferente signo. El metal dona uno o más electrones
formando iones con carga positiva o cationes con una configuración
electrónica estable.6 Estos electrones luego ingresan en el no metal, originando
un ion cargado negativamente o anión, que también tiene configuración
electrónica estable. Son estables pues ambos, según la regla del octeto o por
la estructura de Lewis adquieren 8 electrones en su capa más exterior (capa de
valencia), aunque esto no es del todo cierto ya que contamos con varias
excepciones, la del hidrógeno (H) que se llega al octeto con dos electrones,
el berilio (Be) con 4, el aluminio (Al) y el boro (B) que se rodean de seis (estas
últimas dos especies forman aductos ácido-base para llegar al octeto convencional
de 8 electrones).

Los compuestos iónicos forman redes cristalinas constituidas por N iones de carga
opuesta, unidos por fuerzas electrostáticas. Este tipo de atracción determina las
propiedades observadas. Si la atracción electrostática es fuerte, se forman sólidos
cristalinos de elevado punto de fusión e insolubles en agua; si la atracción es
menor, como en el caso del NaCl, el punto de fusión también es menor y, en
general, son solubles en agua e insolubles en líquidos apolares, como
el benceno o el disulfuro de carbono.7

ELECTRONEGATIVIDAD

La electronegatividad es la capacidad de un átomo para atraer a los electrones,


cuando forma un enlace químico en una molécula.1 También debemos considerar
la distribución de densidad electrónica alrededor de un átomo determinado frente a
otros distintos, tanto en una especie molecular como en sistemas o especies no
moleculares.

La electronegatividad de un átomo determinado está afectada fundamentalmente


por dos magnitudes: su masa atómica y la distancia promedio de los electrones de
valencia con respecto al núcleo atómico. Esta propiedad se ha podido
correlacionar con otras propiedades atómicas y moleculares. Fue Linus Pauling el
investigador que propuso esta magnitud por primera vez en el año 1932, como un
desarrollo más de su teoría del enlace de valencia.2 La electronegatividad no se
puede medir experimentalmente de manera directa como, por ejemplo, la energía
de ionización, pero se puede determinar de manera indirecta efectuando cálculos
a partir de otras propiedades atómicas o moleculares.

Se han propuesto distintos métodos para su determinación y aunque hay


pequeñas diferencias entre los resultados obtenidos todos los métodos muestran
la misma tendencia periódica entre los elementos.
El procedimiento de cálculo más común es el inicialmente propuesto por Pauling.
El resultado obtenido mediante este procedimiento es un
número adimensional que se incluye dentro de la escala de Pauling. Esta escala
varía entre 0,65 para el elemento menos electronegativo (francio) y 4,0 para el
mayor (flúor).

Es interesante señalar que la electronegatividad no es estrictamente una


propiedad atómica, pues se refiere a un átomo dentro de una molécula3 y, por
tanto, puede variar ligeramente cuando varía el "entorno"4 de un mismo átomo en
distintos enlaces de distintas moléculas. La propiedad equivalente de la
electronegatividad para un átomo aislado sería la afinidad electrónica o
electroafinidad.

Dos átomos con electronegatividades muy diferentes forman un enlace iónico.


Pares de átomos con diferencias pequeñas de electronegatividad forman enlaces
covalentes polares con la carga negativa en el átomo de mayor electronegatividad.

You might also like