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Volcán
Formación de Volcanes
Partes de un Volcán
Algunos volcanes son mucho más activos que otros. Se puede decir que
algunos se encuentran en estado de erupción permanente, al menos en el
presente geológico. El Stromboli, en las islas Lípari cerca de Sicilia, ha estado
activo desde la antigüedad. El Izalco, en El Salvador, ha permanecido activo
desde su primera erupción en 1770. Otros volcanes activos de forma constante
se encuentran en una cadena, llamada cinturón o anillo de fuego, que rodea el
océano Pacífico. Otra cordillera volcánica se extiende a lo largo de más de
1.000 km desde Guatemala hasta Panamá, con unos 80 volcanes; los que
están en actividad sobrepasan la treintena. Se estima que en la cordillera de
los Andes hay más de 60 que pueden considerarse activos.
La Erupción
Por ejemplo, los científicos han intentado asociar las nubes de polvo que
circundaron el globo emitidas durante la explosión, en 1982, del volcán
mexicano Chichón, relativamente pequeño, con los extensos daños causados
por la perturbación de la corriente de El Niño en 1982 y 1983.
Figura N°: Espectacular erupción del Volcán Chaitén, en Chile.
Se caracteriza por una abundante salida de magma bastante fluida, sin que
tengan lugar desprendimientos gaseosos explosivos; estas lavas se desbordan
cuando rebasan el cráter y se deslizan con facilidad por la ladera del volcán,
formando grandes ríos, lagos de lava que pueden recorren grandes distancias.
Los gases son liberados en forma tranquila. Las erupciones violentas son raras
y los gases pueden impulsar fuentes de lava que llegan a alcanzar los 500 m.
de altura.
Volcán Estromboliano
Este tipo de volcán recibe el nombre del Stromboli, volcán de las islas Lípari
(mar Tirreno), al Norte de Sicilia (Italia). Se originan cuando hay alternancia de
los materiales en erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas
fluidas y materiales sólidos.
Volcán Vulcaniano
Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lípari. Se desprenden grandes
cantidades de gases de un magma poco fluido, que se consolida con rapidez;
por ello las explosiones son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo una
gran nube de gases cargados de ceniza, arena y fragmentos de rocas que
alcanzan varios kilómetros de altura.
Figura N°: Erupción del Monte Etna, que pertenece a esta clasificación.
Volcán Vesubiano
Volcán Pliniano
Son erupciones muy violentas que levantan columnas verticales de gases,
piroclastos y fragmentos de roca a varias decenas de kilómetros de altura. Al
igual que la erupción Vesubiana, toma su nombre de una de las erupciones del
Volcán Vesubio, más explosiva que la primera gracias a la interacción con aguas
freáticas, y en la cual la columna eruptiva supera la decena de km. en altura. A
menudo son acompañadas por el colapso de la parte superior del edificio
volcánico. Ejemplo de este tipo de erupción fue la del Volcán Santa María el 24
de octubre de 1902.
El nombre de Pliniano proviene de la erupción del Vesubio, Italia, ocurrida en el
año 79 después de Cristo, y que fue descripta detalladamente por Plinio El
Joven, quien comparó la forma de la columna eruptiva con los pinos de la
campiña romana. La altura de la columna eruptiva, alcanzó entre 27 y 33 km, y
se mantuvo durante 19 horas (Carey y Sigurdsson, 1987).
Las erupciones plinianas se destacan por la elevada cantidad de cenizas y
piroclástos, las columnas de cenizas se caracterizan por semejarse a
gigantescas coliflores que se elevan miles de metros desde el cráter. Algunos
expertos toman en cuenta esta categoría como tipo de erupción más que como
tipo de volcán.
Los volcanes de este tipo arrojan tal cantidad de cenizas y piroclástos, que
pueden alterar el paisaje de forma significativa. Mientras que los flujos de
piroclástos pueden rellenar valles, quebradas y altiplanos, las cenizas pueden
sepultar vastas áreas lejanas al volcán y crear verdaderos desastres ambientales
al oscurecer la luz del sol y enfriar extensas áreas.
Las erupciones subplinianas son similares a las plinianas, pero tienen una menor
intensidad eruptiva. La columna eruptiva alcanza menor altura, menor a 20 km y
están asociada a la formación de domos y oleadas piroclásticas. Representan
un estilo intermedio entre el Pliniano y el vulcaniano. En ambos tipos eruptivos
las rocas predominantes son las ignimbritas, los depósitos de caída y brechas.
Los volcanes asociados a este tipo de erupciones tienen las laderas entre 30 y
40°. Están constituidos por la superposición de flujos piroclásticos, depósitos de
caída y lavas, por lo cual se denominan estratovolcanes.
Las erupciones plinianas y subplinianas son catastróficas y muy destructivas. Su
peligrosidad se debe al carácter explosivo y al gran volumen de material arrojado
a la atmósfera en unas pocas horas.
Las erupciones de tipo Peleano, son lavas muy viscosas, casi sólidas, que
unas veces forman domos o cúpulas, otras veces forman agujas o penachos,
compuestos por lavas muy viscosas y ácidas, que se originan en el foco del
volcán.
Los casos de volcanes tipo maar son raros en todo el mundo, existen en África
y Centroamérica, muchos de ellos están extinguidos y son rápidamente
destruidos por erosión, por lo que detectarlos es difícil.
Las intrusivas comprenden: peridotita (Au, Ag, Pt, Ni yPb) y granito que posee
Cuarzo (SiO2), Mica(SiAlx) y olivino (FeOx).
Flujos de Lava
Son lenguas coladas de lava que pueden ser emitidas desde un cráter superior,
algún cráter secundario, desde una fisura en el suelo o sobre los flancos de un
volcán impulsados por la gravedad; estos flujos se distribuyen sobre la
superficie, según la topografía del terreno. En términos generales se producen
en erupciones de explosividad baja o intermedia y el riesgo asociado a esa
manifestación está directamente ligado a la temperatura y composición de lava,
a las pendientes del terreno y a la distribución de población.
Los lahares son flujos que generalmente acompañan a una erupción volcánica;
contienen fragmentos de roca volcánica, producto de la erosión de las
pendientes de un volcán. Estos se mueven pendiente abajo y pueden
incorporar suficiente agua, de tal manera que forman un flujo de lodo. Estos,
pueden llevar escombros volcánicos fríos o calientes o ambos, dependiendo
del origen del material fragmentario. Si en la mezcla agua-sedimento del lahar
hay un 40-80 % por peso de sedimento entonces el flujo es turbulento, y si
contiene más del 80 % por peso del sedimento, se comporta como un flujo de
escombros. Cuando la proporción de fragmentos de roca se incrementa en un
lahar (especialmente gravas y arcilla), entonces el flujo turbulento se convierte
en laminar.
El Índice de Erupciones Volcánicas (VEI) fue elaborado por Chris Newhall del
Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y Steve Self en la Universidad
de Hawái en 1982 con objeto de medir las explosiones eruptivas de los volcanes.
Por otro lado, el VEI no tiene en cuenta la densidad del material que ha emitido
el volcán; la ceniza, etc. Todo se trata con el mismo rasero. Además, tampoco
tiene en cuenta la magnitud del poder de una erupción.