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Capitulo

Marco Conceptual y desarrollo

Volcán

Un Volcán es una formación geológica que consiste en una fisura en la corteza


terrestre sobre la que se acumula un cono de materia volcánica. En la cima del
cono hay una chimenea cóncava llamada cráter. El cono se forma por la
deposición de materia fundida y sólida que fluye o es expelida a través de la
chimenea desde el interior de la Tierra. Se trata de un conducto que establece
comunicación directa entre la superficie terrestre y los niveles profundos de la
corteza terrestre y que cada cierto periodo de tiempo, expulsan lava, gases,
cenizas y humo provenientes del interior de la Tierra. El estudio de los volcanes
y de los fenómenos volcánicos se llama vulcanología.

De una manera algo más formal puede utilizarse la definición de MacDonald


(1972) y decirse que un volcán es aquel lugar donde la roca fundida o
fragmentada por el calor y gases calientes emergen a través de una abertura
desde las partes internas de la tierra a la superficie.

Origen de los Volcanes

Los volcanes se pueden encontrar en la tierra, así como en otros planetas y


satélites, algunos de los cuales están formados de materiales que
consideramos “fríos”; estos son los criovolcanes. Es decir, en ellos el hielo
actúa como roca mientras la fría agua líquida interna actúa como el magma.

Por lo general, los volcanes se forman en los límites de placas tectónicas,


aunque hay excepciones llamadas puntos calientes o hot spots ubicados en el
interior de placas tectónicas, como es el caso de las islas Hawái. También
existen volcanes submarinos que pueden expulsar el material suficiente para
formar islas volcánicas. Se originan por influencia de una bolsa de magma en el
interior de La Tierra. La bolsa de magma busca grietas para salir al exterior.
Cuando explota el magma, se convierte en lo que nosotros llamamos lava.
Cuando la lava está saliendo, con el cambio tan brusco de temperatura se va
solidificando. Cada vez que la lava sale al exterior y se solidifica, va
aumentando el cono volcánico.
Los volcanes son una manifestación en superficie de la energía interna de la
Tierra. La temperatura y la presión se incrementan a medida que nos
acercamos al centro de la Tierra, alcanzándose temperaturas de 5000 ºC en el
núcleo. El efecto combinado de la temperatura y la presión a distintas
profundidades provoca un comportamiento diferente de los materiales que se
estructuran en varias capas:

• La corteza: Fría y muy rígida, es la capa externa.

• El manto: Con temperaturas superiores a los 1000 ºC, presenta un


comportamiento semirrígido. En los niveles superiores es donde se originan los
magmas por fusión parcial de las rocas que allí se encuentran. En el manto
inferior (Astenosfera), los materiales se mueven lentamente debido a las
corrientes de convección originadas por las diferencias de temperatura entre la
parte superior y el núcleo, provocando el movimiento de las placas tectónicas.

• El núcleo: Es la parte más interna y más densa de la Tierra. Se encuentra a


una temperatura próxima a los 5000 ºC. Debido a esta elevada temperatura,
los materiales se comportan como un líquido (núcleo externo); sin embargo, en
la zona más profunda se encuentran en forma sólida debido a la elevadísima
presión que soportan.

La actual estructura interna de la Tierra se ha ido formando a medida que el


planeta ha ido envejeciendo y enfriándose. Inicialmente, toda la superficie
estaba constituida por materiales fundidos, que han ido solidificándose en el
transcurso de miles de millones de años. La actividad volcánica actual es sólo
un resto de este proceso.

Formación de Volcanes

Los volcanes se forman cuando el material caliente del interior de la Tierra


asciende y se derrama sobre la corteza. Este material caliente, llamado
magma, puede provenir de dos fuentes:

1. Del material derretido de la corteza en subducción, el cual es liviano y


efervescente después de haber sido derretido.

2. Provenir de mucho más adentro de un planeta, de un material que es muy


liviano y efervescente debido a que está muy “caliente”. El calor se produce de
manera natural, mediante la descomposición de elementos radioactivos. En el
manto de la Tierra está lo suficientemente caliente como para derretir la
mayoría de las rocas. A la roca derretida se le llama magma. El magma está
tan caliente que brilla en color blanco, tanto que, ¡necesitarías anteojos oscuros
para poder verla! Si fluye hacia un área subterránea que es menos caliente, se
enfría y se hace amarillo, luego cambia a intensidades diversas de rojos. A
medida que se enfría lentamente, los minerales se cristalizan para formar las
rocas ígneas intrusivas, como el granito. Si el magma encuentra una grieta en
la Tierra y asciende hasta la superficie, se le llama lava, la cual se enfría para
formar a las rocas ígneas extrusivas, como el basalto.

El magma que proviene del fondo llega y se amontona en un reservorio, en una


región porosa de rocas en capas conocida como; la cámara de magma.

Eventualmente, no siempre, el magma hace erupción hacia la superficie.

Fuertes terremotos acompañan al magma ascendente y el tamaño del cono


volcánico podría aumentar en apariencia justo antes de la erupción, tal y como
se muestra en esta imagen.

Frecuentemente, los científicos monitorean la apariencia cambiante de un


volcán, especialmente antes de una erupción. Las diferentes razones por las
que se forma un volcán son: Mediante columnas de magma ascendente o
puntos de calor en la litósfera, como resultante de un proceso de subducción
de la litósfera cercana.
Figura N°: El movimiento de las Placas Tectónicas, dan origen a los Volcanes,
y son factor importante para determinar sus características eruptivas y su
estructura.

Durante muchísimo tiempo se pensó que la actividad volcánica la producía la


entrada de agua sometida a altas temperaturas al interior de la tierra. Sin
embargo, con el pasar de los años, los geólogos han unido este proceso al
fenómeno del movimiento de las placas tectónicas. Una de las cosas que
ayudó a los expertos a concluir esto, es que la mayoría de los volcanes del
planeta se encuentran situados en las fronteras de las placas más importantes.

Partes de un Volcán

Ningún volcán es idéntico a cualquier otro, ya que algunos apenas han


erupcionado, mientras que otros mantienen una corriente constante de lava,
como es el caso del volcán de Hawái. Sin embargo, las características
generales de todo volcán son las siguientes:

A) Cono volcánico: Formado por la misma presión del magma al ascender)


tiene forma de cono y está formado por lavas y cenizas solidificadas.

B) Caldera: Depresión causada por el hundimiento de la cámara magmática.

C) Cámara magmática: Una bolsa que se encuentra en el interior de La Tierra


formada por minerales y rocas en estado líquido por consecuencia de las
altísimas temperaturas y presiones.

D) Cráter: Boca de erupción del volcán.


E) Cráter parásito: Segundas salidas de lava.

F) Magma: Mezcla multifase de sólidos, líquidos y gas producidos por la fusión


entre la base de la corteza terrestre y la parte superior del manto.

G) Lava: Magma que asciende alcanzando la superficie.

H) Chimenea central: Vía principal por la que el magma asciende.

I) Fumarola: Son emisiones de gases de las lavas en los cráteres.

J) Solfataras: Son emisiones de vapor de agua y ácido sulfhídrico.

K) Mofetas: Son fumarolas frías que desprenden dióxido de carbono.

L) Géiseres: Son pequeños volcanes de vapor de agua hirviendo.

Estados de Actividad Volcánica

Algunos volcanes son mucho más activos que otros. Se puede decir que
algunos se encuentran en estado de erupción permanente, al menos en el
presente geológico. El Stromboli, en las islas Lípari cerca de Sicilia, ha estado
activo desde la antigüedad. El Izalco, en El Salvador, ha permanecido activo
desde su primera erupción en 1770. Otros volcanes activos de forma constante
se encuentran en una cadena, llamada cinturón o anillo de fuego, que rodea el
océano Pacífico. Otra cordillera volcánica se extiende a lo largo de más de
1.000 km desde Guatemala hasta Panamá, con unos 80 volcanes; los que
están en actividad sobrepasan la treintena. Se estima que en la cordillera de
los Andes hay más de 60 que pueden considerarse activos.

La Erupción

En una erupción violenta de un volcán la lava está muy cargada de vapor y de


otros gases, como dióxido de carbono, hidrógeno, monóxido de carbono y
dióxido de azufre, que se escapan de la masa de lava con explosiones
violentas y ascienden formando una nube turbia. Estas nubes descargan,
muchas veces, lluvias copiosas. Porciones grandes y pequeñas de lava son
expelidas hacia el exterior, y forman una fuente ardiente de gotas y fragmentos
clasificados como bombas, brasas o cenizas, según sus tamaños y formas.
Estos objetos o partículas se precipitan sobre las laderas externas del cono o
sobre el interior del cráter, de donde vuelven a ser expulsadas una y otra vez.
También pueden aparecer relámpagos en las nubes, en especial si están muy
cargadas de partículas de polvo.

El magma asciende por la chimenea y fluye convertido en lava sobre el borde


del cráter, o rezuma, como una masa pastosa, a través de fisuras en la ladera
del cono. Esto puede señalar lo que ha sido llamado “crisis” o punto crucial de
la erupción; después de la expulsión final de materia fragmentada, el volcán
puede volver al estado de latencia.

La enorme cantidad de energía liberada durante una erupción explosiva se


puede evaluar en función de la altura hasta la que se proyectan las rocas y las
cenizas. Hay informes que señalan que las cenizas del Krakatoa, en Indonesia,
fueron arrastradas hasta una altura de 27 km cuando el volcán hizo erupción en
1883. Las nubes de vapor y polvo así producidas pueden tener efectos
atmosféricos y climáticos duraderos.

Por ejemplo, los científicos han intentado asociar las nubes de polvo que
circundaron el globo emitidas durante la explosión, en 1982, del volcán
mexicano Chichón, relativamente pequeño, con los extensos daños causados
por la perturbación de la corriente de El Niño en 1982 y 1983.
Figura N°: Espectacular erupción del Volcán Chaitén, en Chile.

Clasificación de Volcanes por su tipo de Erupción

La temperatura, composición, viscosidad y elementos disueltos de los magmas


son los factores fundamentales de los cuales depende el tipo de explosividad y
la cantidad de productos volátiles que acompañan a la erupción volcánica.

Figura N°: Tipo de Volcanes por su Erupción.


Volcán Hawaiano

Se caracteriza por una abundante salida de magma bastante fluida, sin que
tengan lugar desprendimientos gaseosos explosivos; estas lavas se desbordan
cuando rebasan el cráter y se deslizan con facilidad por la ladera del volcán,
formando grandes ríos, lagos de lava que pueden recorren grandes distancias.
Los gases son liberados en forma tranquila. Las erupciones violentas son raras
y los gases pueden impulsar fuentes de lava que llegan a alcanzar los 500 m.
de altura.

En este tipo de erupciones, la lava incandescente, derretida, sale al exterior a


través de una fisura y alimenta los ríos de lava que bajan por la ladera del
volcán. Por esta razón, los volcanes de tipo hawaiano son de pendiente suave.
Algunas partículas de lava, al ser arrastradas por el viento, forman hilos
cristalinos que los nativos llaman cabellos de la diosa Pelé (diosa del fuego).
Son bastante comunes en todo el planeta.

Su actividad explosiva es relativamente rara, pero pueden formarse montículos


de escoria alrededor de los conductos volcánicos de lava. Muchas veces, la
lava sale por fisuras a los costados del cono volcánico, en lugar de derramarse
por el cráter, como erupciones laterales. Las erupciones se producen de la
siguiente manera: el magma formado en las capas superiores del manto
asciende por canales hasta la superficie de la Tierra. Por lo general no sale de
inmediato a la superficie, sino que se acumula en cámaras magnéticas. Luego
a medida que aumenta la presión la lava, debido a sus propiedades físicas,
comienza a derramarse lentamente. Este tipo de erupción es característico de
los volcanes Mauna Loa y Kilauea en las islas Hawái. Estos volcanes son
clásicos por su forma de escudo, con laderas con pendientes muy suaves.
Figura N°: Volcán Kilauea, ubicado en Hawai, en estado de Erupción.

Volcán Estromboliano

Este tipo de volcán recibe el nombre del Stromboli, volcán de las islas Lípari
(mar Tirreno), al Norte de Sicilia (Italia). Se originan cuando hay alternancia de
los materiales en erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas
fluidas y materiales sólidos.

Las erupciones Strombolianas se caracterizan por ser explosiones


intermitentes de lava basáltica que salen despedidas de un solo cráter o viento
y están separadas por periodos de calma de extensión variable. El proceso de
cada explosión corresponde a la evolución de una burbuja de gases liberados
por el propio magma. Emite lava basáltica menos fluida que la del tipo
hawaiano, en consecuencia, se caracteriza por una actividad regular o
constante de explosiones de lava pastosa con desprendimiento de gases
abundantes y violentos, con proyecciones de escorias, bombas y lapilli.
Porciones de lava, a menudo fundida, pueden ser lanzadas desde el cráter. Los
ejemplos más significativos de erupciones de este tipo son los volcanes
Stromboli en el mar Mediterráneo y Kiluchevski en Kamchatka.
Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen
pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter,
desciende por sus laderas y barrancos, pero no alcanza tanta extensión como
en las erupciones de tipo hawaiano.

Figura N°: La Erupción del Volcán Stromboli, Italia, le da nombre a esta


clasificación.

Volcán Vulcaniano

Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lípari. Se desprenden grandes
cantidades de gases de un magma poco fluido, que se consolida con rapidez;
por ello las explosiones son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo una
gran nube de gases cargados de ceniza, arena y fragmentos de rocas que
alcanzan varios kilómetros de altura.

La actividad suele comenzar con una erupción freática que descarga


escombros. La fase principal suele constar de una erupción de magma viscoso,
rico en gases volcánicos y que forma una nube escura. Cuando la lava sale al
exterior se solidifica rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y
resquebrajan su superficie, que por ello resulta áspera y muy irregular,
formándose lavas de tipo Aa. Los conos de estos volcanes son de pendiente
muy inclinada.
Este tipo de erupción está representado por el Vesubio, el Etna y el Vulcano,
en la zona del Mediterráneo. Después de la explosión, que limpia la chimenea,
una corriente de lava puede tener lugar, ya sea saliendo por el cráter principal,
secundario o por una fisura lateral. Cuando la lava sale al exterior se consolida
rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su
superficie, que por ello resulta áspera y muy irregular, formándose lavas
cordadas.

Figura N°: Erupción del Monte Etna, que pertenece a esta clasificación.

Volcán Vesubiano

El volcán que le da nombre a este grupo es el Vesubio (Nápoles).Difiere del


vulcaniano en que la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones
muy violentas. Forma nubes ardientes que, al enfriarse, producen
precipitaciones de cenizas, que pueden llegar a sepultar ciudades, como
ocurrió con Pompeya y Herculano, provocado por la colosal erupción del Monte
Vesubio.

Se caracteriza por alternar erupciones de piroclásticos con erupciones de


coladas lávicas, dando lugar a una superposición en estratos que hace que
este tipo de volcanes alcance grandes dimensiones. Otros volcanes de tipo
vesubiano son el Teide, el Popocatépetl y el Fujiyama.
En sus erupciones, son arrastrados los materiales que taponaban la chimenea
e impedían la salida al exterior de los gases, a la que sigue la emisión de
magma incandescente. En ocasiones la erupción finaliza con la expulsión de
grandes volúmenes de gases y vapores.

Figura N°: La increíble erupción del Volcán Vesubio, en Italia.

Volcán Pliniano
Son erupciones muy violentas que levantan columnas verticales de gases,
piroclastos y fragmentos de roca a varias decenas de kilómetros de altura. Al
igual que la erupción Vesubiana, toma su nombre de una de las erupciones del
Volcán Vesubio, más explosiva que la primera gracias a la interacción con aguas
freáticas, y en la cual la columna eruptiva supera la decena de km. en altura. A
menudo son acompañadas por el colapso de la parte superior del edificio
volcánico. Ejemplo de este tipo de erupción fue la del Volcán Santa María el 24
de octubre de 1902.
El nombre de Pliniano proviene de la erupción del Vesubio, Italia, ocurrida en el
año 79 después de Cristo, y que fue descripta detalladamente por Plinio El
Joven, quien comparó la forma de la columna eruptiva con los pinos de la
campiña romana. La altura de la columna eruptiva, alcanzó entre 27 y 33 km, y
se mantuvo durante 19 horas (Carey y Sigurdsson, 1987).
Las erupciones plinianas se destacan por la elevada cantidad de cenizas y
piroclástos, las columnas de cenizas se caracterizan por semejarse a
gigantescas coliflores que se elevan miles de metros desde el cráter. Algunos
expertos toman en cuenta esta categoría como tipo de erupción más que como
tipo de volcán.
Los volcanes de este tipo arrojan tal cantidad de cenizas y piroclástos, que
pueden alterar el paisaje de forma significativa. Mientras que los flujos de
piroclástos pueden rellenar valles, quebradas y altiplanos, las cenizas pueden
sepultar vastas áreas lejanas al volcán y crear verdaderos desastres ambientales
al oscurecer la luz del sol y enfriar extensas áreas.
Las erupciones subplinianas son similares a las plinianas, pero tienen una menor
intensidad eruptiva. La columna eruptiva alcanza menor altura, menor a 20 km y
están asociada a la formación de domos y oleadas piroclásticas. Representan
un estilo intermedio entre el Pliniano y el vulcaniano. En ambos tipos eruptivos
las rocas predominantes son las ignimbritas, los depósitos de caída y brechas.
Los volcanes asociados a este tipo de erupciones tienen las laderas entre 30 y
40°. Están constituidos por la superposición de flujos piroclásticos, depósitos de
caída y lavas, por lo cual se denominan estratovolcanes.
Las erupciones plinianas y subplinianas son catastróficas y muy destructivas. Su
peligrosidad se debe al carácter explosivo y al gran volumen de material arrojado
a la atmósfera en unas pocas horas.

Figura N°: Erupción Pliniana del Monte Vesubio.


Volcán Peleano

De los volcanes de las Antillas es célebre la Montaña Pelada, ubicado en la isla


Martinica, por su erupción de 1902, que destruyó su capital, Saint-Pierre.

Las erupciones de tipo Peleano, son lavas muy viscosas, casi sólidas, que
unas veces forman domos o cúpulas, otras veces forman agujas o penachos,
compuestos por lavas muy viscosas y ácidas, que se originan en el foco del
volcán.

La lava es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando


a tapar por completo el cráter; la enorme presión de los gases, sin salida,
provoca una enorme explosión que levanta este tapón que se eleva formando
una gran aguja. La erupción va acompañada de fuertes explosiones y la lava se
abre paso a través de grietas laterales. Debido a su alta viscosidad la lava
desciende por las laderas en aludes ígneos. Las explosiones violentas a
menudo precedidas de fuertes temblores subterráneos son, pues, su
característica. Así ocurrió el 8 de mayo de 1902, cuando las paredes del volcán
cedieron a tan enorme empuje, abriéndose un conducto por el que salieron con
extraordinaria fuerza los gases acumulados a elevada temperatura y que,
mezclados con cenizas, formaron la nube ardiente que ocasionó 28.000
víctimas.

Figura N°: Erupción del Monte Santa Helena, Estados Unidos.


Volcán Maar

Los volcanes de tipo maar se encuentran en aguas someras, o presentan un


lago en el interior del cráter, o en ocasiones forman atolones. Se forman debido
al contacto del magma con depósitos acuíferos grandes los cuales se mezclan
y crean erupciones consistentes en lodo a altas temperaturas, gases y nubes
de vapor, frecuentemente estos volcanes emiten nubes de gases tóxicos que
pueden ser mortales.
Consisten generalmente en volcanes de tipo escudo debido a su forma mas no
en su forma de erupción, en otras ocasiones estos volcanes forman cráteres a
nivel del suelo por donde emiten el lodo, el cual transita lentamente formando
grandes charcos y terrenos pantanosos. Sucede que cuando el depósito
acuífero se deseca el volcán migra su actividad a una más explosiva o una más
efusiva formando un cono de escoria generalmente o un estrato volcán.

Sus explosiones son extraordinariamente violentas ya que a la energía propia


del volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado;
son explosiones freáticas. Normalmente no presentan emisiones lávicas ni
extrusiones de rocas.

Los casos de volcanes tipo maar son raros en todo el mundo, existen en África
y Centroamérica, muchos de ellos están extinguidos y son rápidamente
destruidos por erosión, por lo que detectarlos es difícil.

Figura N°: Volcán Irazu, tipo Maar.


Material Volcánico

El material volcánico se forma de rocas intrusivas (en el interior) y extrusivas


(en el exterior):

Las intrusivas comprenden: peridotita (Au, Ag, Pt, Ni yPb) y granito que posee
Cuarzo (SiO2), Mica(SiAlx) y olivino (FeOx).

Las extrusivas comprenden: basalto, que tiene feldespato (KALSi3O4),


plagioclasas (CaAl2SI2O8), piroxeno (Si-XOH) y magnetita Obsidiana:
KAlSi3O4 y SiO2.

Los materiales volcánicos pueden formar una variedad compleja de formas


menores del relieve: columnatas basálticas, conos de cenizas, calderas,
pitones volcánicos, etc.

Flujos de Lava

Son lenguas coladas de lava que pueden ser emitidas desde un cráter superior,
algún cráter secundario, desde una fisura en el suelo o sobre los flancos de un
volcán impulsados por la gravedad; estos flujos se distribuyen sobre la
superficie, según la topografía del terreno. En términos generales se producen
en erupciones de explosividad baja o intermedia y el riesgo asociado a esa
manifestación está directamente ligado a la temperatura y composición de lava,
a las pendientes del terreno y a la distribución de población.

A la roca fundida (magma) que emerge o se derrama sobre la superficie de la


tierra se le denomina lava y forma flujos de lava. Cuanto mayor sea el
contenido de sílice, menor fluidez tendrá.

Figura N°: Flujo de lava hawaiana.


Flujos Piroclásticos

El término “flujo piroclástico” se refiere en formas genérica a todo tipo de flujos


compuestos por fragmentos incandescentes. Una mezcla de partículas sólidas
o fundidas y gases a alta temperatura que pueden comportarse como líquido
de gran movilidad y poder destructivo. A ciertos tipos de flujos piroclásticos se
les denomina nuees ardentes (nubes ardientes). Estos flujos, comúnmente se
clasifican por la naturaleza de su origen y las características de los depósitos
que se forman cuando el material volcánico flotante en los gases calientes se
precipita al suelo. El aspecto de los flujos piroclásticos activos (flujo activo es
aquél que se produce durante una erupción, y flujo, sin calificativo, sólo se
refiere al depósito) es por demás impresionante.

Los flujos piroclásticos son mezclas de gran densidad de fragmentos de roca


seca y gases calientes que salen por una fumarola que erupcionó y se
desplazan a gran velocidad. Pueden ser el resultado de una erupción explosiva
de fragmentos de roca sólida o derretida o ambas y también ser la
consecuencia de una erupción no explosiva de lava cuando se colapsa un
domo de lava.

Figura N°: Flujos Piroclásticos del Monte Merapi.


Lahares

Los lahares son flujos que generalmente acompañan a una erupción volcánica;
contienen fragmentos de roca volcánica, producto de la erosión de las
pendientes de un volcán. Estos se mueven pendiente abajo y pueden
incorporar suficiente agua, de tal manera que forman un flujo de lodo. Estos,
pueden llevar escombros volcánicos fríos o calientes o ambos, dependiendo
del origen del material fragmentario. Si en la mezcla agua-sedimento del lahar
hay un 40-80 % por peso de sedimento entonces el flujo es turbulento, y si
contiene más del 80 % por peso del sedimento, se comporta como un flujo de
escombros. Cuando la proporción de fragmentos de roca se incrementa en un
lahar (especialmente gravas y arcilla), entonces el flujo turbulento se convierte
en laminar.

Figura N°: Lahar en Nueva Zelanda.

Intensidad de las Erupciones

El Índice de Erupciones Volcánicas (VEI) fue elaborado por Chris Newhall del
Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y Steve Self en la Universidad
de Hawái en 1982 con objeto de medir las explosiones eruptivas de los volcanes.

El valor de una explosión se basa en el volumen de los productos, la altura de la


nube emitida por el volcán y la calidad de las observaciones realizadas.
La escala, de 0 a 8, difiere desde el índice 0 para las erupciones no explosivas
hasta el 8 para las erupciones explosivas megas colosales que pueden emitir 10
12 metros cúbicos de tefra y que tienen una columna que alcanza una altura de
25 kilómetros. También se pueden aplicar valores por encima de 8, si fuera
necesario.

Por otro lado, el VEI no tiene en cuenta la densidad del material que ha emitido
el volcán; la ceniza, etc. Todo se trata con el mismo rasero. Además, tampoco
tiene en cuenta la magnitud del poder de una erupción.

Figura N°: Erupción de volcán en Tonga.

3. Relación de la actividad volcánica y el ambiente tectónico


El ascenso de magmas asociado a los límites de placa convergentes y
divergentes, o en el interior (vulcanismo de intraplaca), ocasiona una de las
manifestaciones más espectaculares de la energía interna de la Tierra. Esta
manifestación puede ocasionar importantes pérdidas económicas y de vidas.
Zonas de subducción
A causa de un choque de una placa oceánica (peso específico mayor) y una
placa continental (peso específico menor) la placa oceánica se hunde abajo de
la placa continental. Este movimiento lento hacia abajo incluye un aumento
lento de las temperaturas en las rocas del antiguo fondo del mar. En una
profundidad de 100 km (aprox.) las rocas de la placa oceánica se funden
parcialmente. Durante la subducción se observa además un aumento relativo
rápido de la presión.
En algunas regiones la parte superior de la corteza oceánica, principalmente
los sedimentos marinos choquen con el continente y no sumergen con los otros
partes de la placa. Este fenómeno conocido como acreción produce un
crecimiento de la corteza continental.
La subducción ocurre principalmente en la costa oeste de América de sur
(Chile, Perú), Japón, Aleutas, Java y partes del mar mediterráneo. Siempre
provoca fenómenos sísmicos de mayor magnitud. Además, la placa oceánica
subducida, parcialmente fundida puede generar una cadena de volcanes
activos.
Límites de placas donde se destruye litosfera. Generan importantes terremotos.
El calor liberado por el rozamiento entre dos placas y la presencia de agua en
los materiales que subducen, facilita la función entre rocas. Por esta razón se
produce actividad volcánica.

Figura N°: Subducción.


Tipos de subducción
Generalmente existen dos tipos de subducción:
a) Tipo Andino
El tipo Andino tiene un ángulo de subducción entre 20-30° y produce una
morfología como en los Andes. La subducción de ángulo relativamente suave
se extiende directamente hacia el continente, en una profundidad de
aproximadamente 100 km se funde la roca parcialmente y encima de esta zona
se ubica el cordón volcánico. Considerando el ángulo suave de subducción los
volcanes están en una distancia entre 150 km hasta 250 de la costa. Las
velocidades de subducción están entre 6 cm/ año hasta 12 cm/año.
Figura N°: Relación entre ángulo de subducción (α) y distancia de la línea de
volcanes activos, sí los procesos de la fundición parcial ocurren en 100 km de
profundidad.
b) Tipo Back-Arc (Tras-arco)
El tipo Back-Arc tiene un ángulo de subducción alrededor de 70° con
velocidades un poco más elevados (hasta 18 cm/ año). Resultado es una
cadena de volcanes como isla paralela de la zona de subducción. Entre la isla
volcánica y del continente se encuentra un océano con sistema propio de
esparcimiento y una (pequeña) rift zone (lomo central oceánico con
esparcimiento); aquí se forma corteza oceánica nueva.

Figura N°: Subducción tipo Back-Arc


3. Dorsal oceánica
Las dorsales oceánicas se generan cuando en el Manto terrestre se produce un
ascenso de rocas fundidas que rompen la corteza oceánica y dan lugar a la
formación de una fisura de miles de kilómetros de longitud en la que se
produce un intenso volcanismo. El ascenso de magma provoca un
abombamiento en la corteza, seguido de un estiramiento y la consiguiente
rotura. Este proceso es consecuencia de las corrientes convectivas generadas
en el Manto.
Una dorsal es por tanto el borde divergente de dos placas oceánicas. La
actividad eruptiva asociada a las dorsales permite el desarrollo de cordilleras
submarinas que pueden alcanzar miles de metros de altura, llegando a aflorar
sobre la superficie del océano y permitiendo el desarrollo de islas o
archipiélagos volcánicos.
Las dorsales oceánicas son el lugar en el que se genera corteza y se produce
la expansión de los fondos oceánicos. Una dorsal se estructura en forma de
fosa tectónica con horst en sus márgenes. En las dorsales oceánicas se
desarrollan fallas de transformación con una importante componente horizontal.
Estas fracturas alcanzan longitudes de miles de kilómetros.
El Océano Atlántico se encuentra surcado por una gran dorsal que lo recorre
de norte a sur. Las cimas de la Dorsal Meso-Atlántica se ponen de manifiesto
en Islandia donde es posible seguir la fractura que divide en dos el fondo del
Atlántico. En las dorsales oceánicas en gradiente geotérmico es más elevado,
como también lo es la gravedad. En los bordes de las dorsales oceánicas la
nueva corteza generada se dispone en bandas paralelas. En estas bandas las
rocas adquieren la orientación que en esos momentos tenga el campo
magnético de la Tierra. Esto permite establecer la edad de estas lavas y la
velocidad de expansión de los fondos oceánicos.
Límites de placas en los que se genera nueva litosfera oceánica (bordes
divergentes). Se produce ‘actividad sísmica’.
3. Columnas de Magma Ascendente
Una "Columna de Magma Ascendente" es una burbuja de material que emerge
desde las profundidades de un planeta hacia la superficie. La Columna de
Magma Ascendente es lo que aparece en color rojo. Se cree que estas
columnas de magma ascendente se forman cuando un pedazo del manto
profundo alcanza una temperatura de varios cientos de grados mayor a sus
alrededores. Este pedazo del manto se hace menos denso que sus
alrededores, y comienza a ascender, al igual que un globo hidrostático.
A medida que se acerca a la superficie, la columna de magma ascendente
puede adquirir la forma de un hongo, como aparece en la imagen. Es probable
que la columna de magma ascendente empuje la superficie, formando una
elevación. Así mismo, comienza a generar magma, la cual, en su mayoría,
escapa hacia la superficie del planeta, y da origen a los volcanes, fluidos de
lava, y valles de grietas. En Venus, y en Marte es fácil encontrar elevaciones
como estas.
Las columnas de magma ascendente que ascienden desde las profundidades,
ayudan en el proceso de enfriamiento de un planeta.
Figura N°: Dorsal oceánica formada en limites divergentes.
3. Puntos calientes
No siempre los volcanes están asociados a límites de placas, podemos
encontrar también vulcanismo intraplaca. Es el caso de los puntos calientes.
Los puntos calientes son zonas de ascenso de “plumas magmáticas calientes”,
seguramente procedentes de la base del manto, que ascienden hasta entrar en
contacto con la corteza generando procesos volcánicos intraplaca (no están
asociados a bordes de placas). Esquema de procesos internos asociados a
distintos casos (normal, dorsal, punto caliente, arco isla)
Si estos puntos calientes se mantienen activos durante millones de años, y en
una posición fija respecto del manto, pueden producir en la superficie oceánica
una serie de volcanes que se van “agotando” en la medida que la placa
litosférica se mueve y la aleja del foco caliente, formándose cadenas de
volcanes de los que solo está activo el que se encuentra en ese momento
sobre la pluma de magma en ascensión.
Figura N°: Puntos calientes.

3. Vulcanismo asociado a zonas de subducción


Cuando la subducción de la litosfera oceánica se produce debajo de la
continental da lugar a arcos volcánicos continentales, tales como la Cordillera
de los Andes en Sudamérica. Si la subducción implica a dos placas oceánicas
se genera un arco de islas con una importante actividad volcánica, como la que
bordea la Placa Pacífica dando lugar al “Cinturón o Anillo de Fuego del
Pacífico”.
3. Vulcanismo intraplaca
El origen de este vulcanismo no está ligado a la actividad de los límites de
placas, sino a anomalías puntuales del manto denominadas plumas, que hacen
que se produzca la fusión de corteza oceánica, como en el caso de las Islas
Hawai, en medio del océano Pacífico, o continental, en el caso de Yellowstone
(EEUU).

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