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71 ANUARIO CULTURAL
LOS BOFEDALES:
UN ECOSISTEMA
TRANSFORMADO EN
UN OASIS DE LA PUNA
Mónica S. Maldonado Fonkén y
L. Daniel Maldonado Drago
VIDA La humedad es una de las principales características que encuentran modificaciones de estructura, como enanis-
Bofedal en Cátac, Recuay, es diferencian a las ecorregiones altoandinas: la puna, la mo, formas arrosetadas, macollas o clones densos,
fuente de agua para muchas
jalca y el páramo. La puna se ubica en el centro y sur del densa pubescencia, xeromorfismo, raíces principales
especies que buscan un
hábitat donde desarrollarse
Perú. Se caracteriza por ser relativamente seca y ocu- profundas pero flexibles, especificidad en micrositios,
prósperamente. par la mayor extensión. La jalca, hacia al noreste, tiene entre otras. Asimismo, la fauna muestra diversas adap-
una mayor humedad relativa. Por su parte, el páramo taciones a la altitud y al clima, principalmente.
se ubica hacia al norte, en la frontera del Ecuador, con En la Cordillera Blanca, la Cordillera Negra y
una humedad mayor que las dos anteriores. (Arévalo R. la Cordillera Huayhuash, consideradas como puna
y Recharte, J. 2003). húmeda de los Andes Centrales, del 8° al 18° L.S. (Aré-
Dentro de la aparente homogeneidad del paisaje valo R. y Recharte, J. 2003), la variedad de la flora y
altoandino, se presenta una riqueza particular de flora fauna está en relación con la heterogeneidad ecoló-
y fauna, generada por su historia glacial, topografía ac- gica de dichas cordilleras, y en consecuencia, no está
cidentada, clima y altitud, entre otros. De esta manera distribuida en forma homogénea. La vegetación es
se constituye un espectro de microclimas y microhá- un mosaico de diferentes tipos, como bosques, ma-
bitats, y eso lo convierte en un área de considerable torrales, paredones, laderas de piedras, pastizales,
oportunidad evolutiva. Las especies que habitan en las bofedales, lagos, lagunas, ríos y charcos (Maldonado,
regiones altoandinas son de especial interés, pues están L. en Kasutomo K. 2000; Smith, N. 1988).
adaptadas a algunas de las condiciones más rigurosas La mayoría de los hábitats altoandinos probable-
conocidas por el hombre. Entre estas adaptaciones se mente son ‘paisajes culturales’, es decir, ecosistemas
ALIADOS mantenidos en ese estado por la incesante actividad del restringida disponibilidad de agua debido a la mar-
Los bofedales constituyen un hombre, y cuya biota está compuesta de especies fuer- cada estacionalidad de lluvias, la intensa radiación
reservorio natural de agua y tes y adaptables. En consecuencia, las especies sensibles solar, los vientos de alta velocidad, la hipoxia, las
ayudan a neutralizar un ph
y especializadas permanecerían restringidas a fragmen- heladas a diario, una breve estación de crecimiento
demasiado ácido.
tos de hábitat no muy perturbados. y encontrarse en los límites de altitud para la vida
Es en este contexto donde se desarrollan los vegetal en el frío (Ruthsatz, B. 1993, 2000; Villagrán,
bofedales. El presente documento busca hacer una C. y V. Castro 1997, en Squeo et al. 2006). En otros
revisión de la información sobre estas formaciones países, como Ecuador, Colombia y Venezuela, así
vegetales desde la perspectiva biológica —flora, fau- como al norte del Perú, los bofedales se desarrollan
na, diversidad—, sociocultural e histórica, resaltando en condiciones de mayor humedad.
el valor y la fragilidad de estos ecosistemas. Estos ecosistemas son como ningún otro en el
mundo. Se han denominado ‘turberas altas’ (Wilcox et
Los bofedales al. 1986; Ruthsatz, B. 1993, en Squeo et al. 2006), pero
Los pastizales de la zona andina son los más extensos como es típico de ciertas turberas en el hemisferio nor-
del país. Representados principalmente por poáceas, te, no están ni dominadas por musgos Sphagnum ni
algunos arbustos espinosos y plantas enanas, tam- son exclusivamente ombrófilas. Se refiere a las comu-
bién es frecuente encontrar cactáceas acolchonadas. nidades y plantas que requieren lluvias abundantes
Entre los pastizales de nuestra sierra encontramos (Rivas-Martínez S. 2008). La única similitud con los
los bofedales, un tipo de formación vegetal que, por pantanos del norte son los modelos de microtopogra-
sus características especiales, es considerada como fía. Los sistemas individuales varían de menos de una
humedal altoandino, según la clasificación de hume- hectárea a más de cientos de hectáreas.
dales de la Convención Ramsar (1999). Los bofedales también son llamados ‘turberas’,
La existencia de los humedales en el mundo, ‘vegas andinas’, ‘pantanos’, ‘oconales’, ‘cenegales’, y
especialmente con acumulación de turba, en los otros. En Ancash, específicamente, además de bo-
ambientes áridos, con baja precipitación y déficit de fedales son conocidos como ‘oconales, palabra de
humedad del suelo, es bien conocida. Como ejem- origen quechua proveniente de ocko, que significa
plos tenemos los wadis del sur de África, los oasis ‘húmedo’ (Cerrate E. 1979).
del Oriente Medio y los billabongs de Australia. Sin Los bofedales se pueden encontrar a lo largo de
embargo, mucho menos conocidos son los bofedales la Cordillera de los Andes, en Venezuela, Colombia,
en la árida zona altoandina de los Andes. Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina (García E. y
Estos se desarrollan en las praderas áridas S. Beck 2006; Morales-Betancourt J. A. y J. Estévez-
de Perú, Bolivia, Chile y Argentina, a pesar de la Varón 2006). Según Salvador y Cano, este tipo de
Maldonado y Smith registraron que en las áreas Otros investigadores mencionan diferentes es-
pantanosas en la cuenca alta de Parón, entre los pecies de aves presentes en bofedales de Ancash
4.200 y 5.000 m.s.n.m., se encuentran representantes y también en otras partes de los Andes: huallata
de la familias Cyperacea, Juncacea y Lycopociacea. (Chloephaga melanoptera), chorlito cordillerano (Phe-
gornis mitchellii en bofedales de Distichia sp., especie
Fauna muy local o posiblemente rara); churrete vientre blanco
Una serie de factores afectan la diversidad animal en (Cinclodes palliatus, también en bofedales de Distichia
cualquier hábitat. La humedad característica de los sp., especie considerada como rara); diuca de ala blanca
bofedales podría ser desfavorable para ciertos grupos (Diuca speculifera, en bofedales con presencia de Disti-
de animales; sin embargo, proporciona las condicio- chia sp. y Plantago rigida); becasina común (Gallinago
nes ideales para otros, especialmente para aquellos andina); dormilona gigante (Muscisaxicola albifrons, al
con una fase acuática en su ciclo de vida. Las especies parecer siempre en turberas); dormilona fraile (Mus-
vegetales presentes en los bofedales limitan la diver- cisaxicola flavinucha, en invierno y en turberas altas);
sidad de los herbívoros que se alimentan de ellas. La dormilona gris (Muscisaxicola cinerea, en invierno y
falta de algunos nutrientes también puede limitar la en las turberas); pato sutro (Anas flavirostris); pato
cantidad de vertebrados e invertebrados. En general, cordillerano (Anas specularioides); liclish (Vanellus res-
la presencia de muchos vertebrados en los bofedales plendens); playero pectoral (Calidris melanotos, que es
es a menudo de forma temporal u oportunista. Los migratorio); gaviota andina (Larus serranus); churrete
invertebrados se adaptan mejor a las condiciones cordillerano (Cinclodes fuscus); churrete castaño (Cin-
presentes, y muchos de ellos son residentes durante clodes atacamensis); negrito (Lessonia oreas); puco
todo el año. Todos los animales de los bofedales están puco de altura (Thinocorus orbignyianus). Además,
vinculados entre sí por las redes tróficas. en otras partes de los Andes reportan a la dormilona
En cuanto a la fauna silvestre, los bofedales no de Junín (Muscisaxicola juninensis), y a chochaperdiz
solo son importantes como fuente de agua y alimen- andina (Gallinago stricklandii) en turberas del páramo,
to, sino también como refugio y lugar de nidificación considerada como no común.
para aves. De estas especies, churrete vientre blanco (Cin-
En estos hábitats, la vicuña (Vicugna vicugna) clodes palliatus) se encuentra en peligro crítico (CR)
y el guanaco (Lama guanicoe), camélidos silvestres, según la categorización de especies amenazadas de
pueden ser observados mientras se alimentan o be- fauna silvestre (Decreto Supremo 034-2004-AG).
ben agua. De igual manera se pueden encontrar otras Tellería también señala, entre las aves asociadas
especies, como el venado (Odocoileus virginianus) y la a los bofedales, prados húmedos, ríos y lagos, al pato
taruca (Hippocamelus antisensis), único cérvido que sutro (Anas flavirostris); al pato cordillerano (Anas
llega hasta el límite de las nieves. Atraídos por la pre- specularioides); al pato puna (Anas puna); al huayno
sencia de herbívoros, así como por el agua, especies (Fulica ardesiaca); tacama (Fulica gigantea); hua-
de carnívoros como el puma (Puma concolor), tam- llata (Chloephaga melanoptera); huaco (Nycticorax
bién podrían acercarse a estas formaciones vegetales. nyticorax); yanavico (Plegadis ridgwayi); gaviota an-
Casi todos los mamíferos mencionados se en- dina (Larus serranus); liclish (Vanellus resplendens);
cuentran en alguna categoría de amenaza en la dormilona gris (Muscisaxicola alpina); churrete cor-
legislación nacional (DS 034-2004-AG) o en algún dillerano (Cinclodes fuscus); negrito (Lessonia oreas),
Apéndice CITES . La vicuña y el puma se encuentra en entre otras. Dichas especies se encuentran también
la categoría de casi amenazados (NT) y en el Apéndice en la laguna de Conococha y sus alrededores.
I de CITES; el guanaco se encuentra en peligro (EN) y
en el Apéndice II de CITES; mientras que la taruca se Formaciones ecológicas
encuentra en la categoría de Vulnerable. altoandinas de Ancash
Para CITES, las especies en el Apéndice I son Según ONERN (1972, 1976), se presentan dos forma-
aquellas consideradas en peligro de extinción, por lo ciones ecológicas:
que está prohibido su comercio internacional, salvo — Páramo muy húmedo subalpino (pmh-SA). Se
ciertas excepciones. En el Apéndice II se encuentran extiende entre los 3.800 y los 4.800 m.s.n.m. y ocupa un
las especies que no necesariamente están en peligro área de 5.985 km2. Su clima es húmedo y frígido, con
de extinción, pero que podrían llegar a estarlo si no una precipitación promedio anual de 900 mm y una
se controla estrictamente su comercio. oscilación de 800 mm a 1.000 mm (para la Cordillera
Según Tellería, los bofedales funcionarían como Negra y zona norte se estima un promedio de 800 mm
acumuladores locales (hotspots) de aves, porque de precipitación al año). Las temperaturas son bajas y
mantendrían especies asociadas a ríos y lagos, pra- su promedio anual es de 5 °C. La humedad relativa en
dos húmedos y estepas de gramíneas. Además, son los sectores de sierra alta y puna es mayor durante el
un ecosistema clave para los animales que habitan verano (75%) y menor durante el invierno (60%).
en los prados húmedos y pozas, como por ejemplo Las horas de sol en la puna son mayores durante
los anfibios. el invierno, cuando alcanzan un promedio mensual