Professional Documents
Culture Documents
Los atributos comunicables que vamos a estudiar se pueden dividir en dos grupos generales (aunque hay
mucho traslapo entre ellos).
● En los primeros cinco atributos que vamos a analizar (espiritualidad, santidad, justicia, ira y celo), uno
podría decir que son características un poco “más negativas que positivas”.
● Los últimos atributos en esta lección (amor, bondad, sabiduría, veracidad, paz y belleza) podrían
describirse como “más positivos que negativos”.
● Este orden es importante porque si no entendemos los “más negativos” primero, los “más positivos” no
tienen sentido. Por ejemplo, no podemos entender el amor de Dios sin entender primero algo acerca de Su
santidad, Su justicia y Su ira.
● Entonces, tenga paciencia al empezar a leer esta lección porque tiene que colocar el fundamento primero
para edificar encima de él luego (o sea, tiene que entender los “más negativo” primero para entender y
apreciar lo “más positivo” luego).
Además, siempre hemos de mantener en mente que todos los atributos de Dios están presentes en Su ser
siempre y plenamente.
● Recuerde que Dios es inmutable y nunca cambia. Por esto cuando hablamos, por ejemplo, de la ira y el
amor de Dios, no debemos pensar que “hoy Él está enojado” y “mañana nos va a mostrar Su amor”. Esto
sería una descripción de un dios mutable (que se muda, que cambia de humor como un ser humano) y
nuestro Creador no es así.
Debido a que Dios nos ha comunicado estos atributos a nosotros (nos hizo a Su imagen y nos ha compartido, en
un grado muy limitado, algo de estos atributos), las características que siguen son las que debemos siempre
procurar imitar en nuestras vidas cotidianas.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.[Ef 5.1]
CONCLUSIÓN:
Lo más importante que hemos de mantener en mente después de este estudio es que sobre todo Dios quiere
glorificarse a Sí mismo en y por todo y todos.
● Él es el Creador y también es santo, justo y bueno. ¡Así que, Él merece toda la gloria!
● La manera que nosotros podemos glorificarlo aquí en la tierra es “imitarlo”—es convertirnos a Cristo y
crecer en Él para ser “santos y perfectos”, cumpliendo con la voluntad de Dios siempre.
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos.
Amén. [Rom 11.36]
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. [Ef 5.1]
Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. [2Ped 3.18]