-Principio de Legalidad: El estado no puede cobrar un impuesto que no se haya creado
por ley que señale claramente las características de este tributo. El Principio de Legalidad significa la prevalencia de la ley sobre cualquier actividad o función del poder público. Esto quiere decir que el actuar del Estado debe estar regido por una ley, y nunca por la voluntad de los individuos. Los Tributos nacen por Ley, otorgadas por el Poder Legislativo y/o por Decreto legislativo otorgadas por el Poder Ejecutivo y Solo en caso de delegación de Facultades.
Los Gobiernos locales (Municipalidades y otros) pueden crear, modificar o suprimir sus Tributos (Tasas: Derechos, arbitrios y licencias) mediante Ordenanzas.
El nacimiento del Tributo emana de la Norma IV del Código Tributario; esto en
concordancia con el Articulo 74 de la Constitución Política del Perú (Recomiendo darle un vistazo a la Constitución). 2.- Principio de Reserva Ley: Existe, cuando la constitución exige que se la ley la que regule una determinad materia, siendo el poder legislativo el encargado de regular esta materia, sin que pueda ser está reglamentada por la administración, como decreto o resolución ministerial. Reserva de ley implica una determinación constitucional que impone la regulación, sólo por ley de ciertas materias. Es decir, lo referente a la creación, modificación, derogación o exoneración de los tributos queda reservada para ser actuada mediante ley. Se trata de revisar si se ha cumplido con la regulación de los elementos esenciales del tributo a través del instrumento legal idóneo según el órgano que ostenta el poder tributario asignado por la constitución y conforme a la Norma IV del Título Preliminar del Código Tributario. Es decir únicamente para los tributos denominados impuestos o para cualquier otro tributo donde su regulación es por una ley emanada del congreso o un Decreto Legislativo previa delegación de facultades. 3. Principio de no confiscatoriedad: Un tributo no debe exceder a la capacidad contributiva del sujeto del impuesto, de lo contrario se configura la confiscatoriedad de la misma Todo tributo implica una transferencia del patrimonio privado al patrimonio público con fin de que estado cuente con los recursos necesarios para satisfacer las necesidades públicas. Por ello, entre el tributo y la propiedad privada existe una relación de complementación. Este principio está destinado a proteger la propiedad previniendo que una ley tributaria pueda afectar la esfera patrimonial de los contribuyentes. Este principio debe observarse considerando el principio de capacidad contributiva; implica que no debe absorber una parte sustancial del valor del capital de la renta o de la utilidad de la persona Existe una confiscatoriedad cuantitativa, cuando el tributo absorbe una parte sustancial de la riqueza gravada sobrepasando lo razonable; y una confiscatoriedad cualitativa, cuando a través de un tributo inconstitucional el estado hace cobro de un monto indebido. En lo referente a la confiscatoriedad cuantitativa la Corte Suprema Argentina ha señalado como límite el 33% del capital (siendo confiscatorio el exceso de 33%) y la Corte Constitucional Alemana indica que será confiscatorio si sobrepasa el 50% del patrimonio del contribuyente. En lo que si hay unanimidad de opinión, es que todo tributo debe respetar lo permitible para asegurar al contribuyente la disponibilidad de un mínimo de riqueza para asegurar su subsistencia. 4.- Principio de defensa de los derechos fundamentales: Significa que el estado a través del poder legislativo o ejecutivo, en caso de delegación de facultades, debe emitir normas respetando los derechos fundamentales de las personas.
A pesar que el Tribunal Constitucional en la sentencia sobre la Ley de Bancarización y el
Impuesto a las Transacciones Financieras señala que ningún derecho, por fundamental que sea, tiene naturaleza absoluta, pues se admiten restricciones, siempre que no se vulnere su contenido esencial y siempre que la restricción se encuentre razonablemente justificada. Sostengo que la posibilidad de estudiar cada caso concreto para determinar si es razonablemente justificable el tributo impuesto a un contribuyente a tal punto que no se ha vulnerado el contenido esencial de su derecho fundamental es jurídicamente imposible, pues la existencia de la Carta Magna y de todos los años existentes de la vida en democracia es para velar la no vulneración de los derechos fundamentales de la persona, derechos como: Derecho a la Intimidad Personal y Familiar, que comprende el Secreto Bancario, el Secreto Profesional y la Reserva Tributaria. Derecho a la Libertad de Residencia y a la Libertad de Tránsito Derecho a la Libertad de Asociación Derecho a la Propiedad Derecho a la Observancia del Debido Proceso Derecho a la Libertad de Contratar Derecho a la Inviolabilidad de Domicilio
5.- Principio de capacidad contributiva: Este principio nace de la necesidad de contribuir
al estado en el gasto público y del principio de igualdad de las cargas públicas. Entonces la capacidad contributiva es la potencialidad de contribuir a los gastos públicos que poseen los individuos sometidos al poder tributario del estado. 6.- Principio de igualdad tributaria: Este principio está enfocado al principio de igualdad como “tratar igual a los iguales en iguales circunstancias, por lo tanto, tratar en forma desigual a los que no son iguales o a los que siendo iguales se encuentran en desiguales circunstancias”. El derecho no busca eliminar toda situación desigual existente en la sociedad, sino que busca eliminar los tratos desiguales que no tengan una justificación objetiva y razonable. Es preciso indicar que el principio de igualdad se complementa con el principio de capacidad contributiva; debido a que la capacidad contributiva sirve para distinguir a los sujetos y aplicar a cada uno el trato tributario que le corresponde, reconociendo sus diferencias y dando un igual trato tributario a aquellos que tengan igual capacidad contributiva.