You are on page 1of 13

BIOLOGÍA 5to

EVOLUCION HUMANA.
Es probable que la evolución de los primates haya comenzado con un grupo de pequeños animales trepa-
dores, semejantes a las musarañas o tarseros. Los cambios que luego experimentaron estos abrieron el
camino de la evolución humana. Las principales modificaciones que caracterizan la evolución de los prima-
tes fueron, como los cambios en la estructura anatómica de las manos y los brazos, el incremento en la
agudeza visual, la prolongación del cuidado de las crías y la postura vertical de la espalda al colgarse o
sentarse, están relacionadas con adaptaciones a la vida arbórea.

Ilustración 64: tarsero.


Entre los primates pueden
reconocerse dos grupos
principales: los prosimios
(loris, tarseros y lémures) y
los antropoides (monos,
Ilustración 63: relación de los homínidos.
antropomorfos y humanos).
Los prosimios tuvieron su apogeo en el período que abarca entre 55 y 38 millones de años atrás y en la
actualidad son animales arborícolas, pequeños o medianos, de hábitos nocturnos. Los antropoides se ha-
brían escindido del tronco prosimio durante el Eoceno, hace 40 millones de años. En este grupo se recono-
cen dos grandes linajes: los monos del Nuevo Mundo, o platirrinos, y los monos del Viejo Mundo, o catarri-
nos. Los platirrinos se habrían originado a partir de un grupo de catarrinos, hace alrededor de 30 millones
de años. Al quedar aislados por enormes distancias oceánicas, ambas ramas de monos evolucionaron por
separado durante el período Oligoceno: los platirrinos en América del Sur y los catarrinos en África. Los
actuales monos del Nuevo Mundo -de América del Sur y América Central- son estrictamente arborícolas y
algunos utilizan su cola como un quinto miembro prensil, una característica ausente en los monos del Viejo
Mundo. Los antropomorfos actuales comprenden a los gibones, los orangutanes, los chimpancés y los gori-
las. Con excepción de los gíbones, los antropomorfos son más grandes y tienen un cerebro de mayor tama-
ño que los monos. Todos los antropomorfos son capaces de colgarse de las ramas aunque, entre las espe-
cies actuales, sólo los gibones se desplazan principalmente balanceándose colgados de un brazo y luego
del otro, con el cuerpo en posición vertical. La suspensión vertical habría desempeñado un papel importante
en la transición de la posición horizontal a la posición erecta. El Pliopithecus canmatensis es un fósil seme-
jante a un gibón, de unos 11,7 millones de años, es un mono arborícola extinto hallado cuando las excav a-
doras abrían nuevas fosas en el vertedero de Can Mata, a unos 50 kilómetros al norte de Barcelona. Los
antropomorfos tienen brazos relativamente largos y piernas cortas y descansan el peso de la parte frontal
de sus cuerpos en los nudillos. Como resultado de ello, aun cuando se encuentran en cuatro patas, sus
cuerpos están parcialmente erectos. Los gíbones, orangutanes, gorilas y chimpancés (incluidos los bono-
bos) constituyen nuestros parientes vivos más cercanos. Esto no significa que nuestra especie desciende
de alguno de estos grupos, sino que compartimos con ellos un antepasado común más reciente que con
ningún otro grupo de primates actuales. Evidencia de esto es la gran cantidad de homologías 3 descubiertas
entre estos simios y nuestra especie. Darwin consideraba que los parientes más próximos a los humanos
eran los simios africanos (chimpancé y gorila) y que el gran simio asiático, el orangután, tenía un vínculo
más distante. Sin embargo, en las primeras décadas del siglo XX, época en que el énfasis estaba puesto en
las diferencias morfológicas, se consideró que la divergencia entre los humanos y el conjunto de los simios
debía ser muy antigua: todos los simios estarían más estrechamente relacionados entre sí que cualquiera
de ellos con nuestra especie. Esta hipótesis resultó hegemónica 4 hasta la década de 1960, principalmente a
causa de prejuicios que situaban a la especie humana como única y especial. Cuando se incorporaron al
análisis las múltiples homologías descubiertas entre los grupos de primates considerados, el resultado fue
diferente. La división de los antropoides en los platirrinos, de nariz ancha, y los catarrinos, de nariz hacia
abajo se nota en la presencia del seno frontal (una pequeña fisura en la parte frontal del cráneo) en gorilas,

3
la homología es la relación que existe entre dos partes orgánicas diferentes cuando sus determinantes genéticos
tienen el mismo origen evolutivo. Brazos y pies son homólogos en los mamíferos y aves.
4
hegemonía es el dominio de una entidad sobre otras de igual tipo.
1
BIOLOGÍA 5to
chimpancés y humanos y su ausencia en gibones y orangutanes por lo que estos últimos son parientes más
lejanos. Por otro lado el análisis de un grupo de proteínas, los fibrinopéptidos, también muestra que los
orangutanes están más estrechamente vinculados al grupo
formado por gorilas, chimpancés y humanos que a los gibones.
Al analizar los patrones de homología en proteínas globina de
la sangre Morris Goodman, demostró que los humanos y los
simios africanos forman un grupo natural en el que, como anti-
cipara Darwin, chimpancés, gorilas y humanos están más cer-
canamente emparentados entre sí que cualquiera de ellos con
el orangután. Se estima que la divergencia entre el linaje de los
humanos y el de chimpancés-gorilas habría ocurrido muy re-
cientemente, hace aproximadamente entre 18 a 10 millones de
años. Ilustración 63. Debido a los cambios climáticos ocurridos
por la aparición de montañas en el Rift que tornaron seco el
este de África, los homínidos se vieron obligados a abandonar
su hábitat natural, la copa de los árboles, para establecerse en
el suelo de los bosques, este cambio de medio los llevo a
adoptar la posición erguida y la marcha bípeda (caminar en
dos pies) ya con las manos libres, podían tomar palos y hue-
Ilustración 65: platirrinos y catarrinos. sos para defenderse y también recoger sus alimentos.

Ilustración 66: S. tchadensis. Ilustración 67: Tugen. Ilustración 68: Ardi.


El Proconsul africanus, un fósil de 18 millones de años ha sido considerado un posible antepasado de los
simios grandes y menores, y de los seres humanos fue descubierto por el paleontólogo Louis Leakey en la
Isla de Rusinga de Kenia localizada en el Lago Victoria.

Ilustración 70: hallazgo fósiles.

Ilustración 69: origen homo.


El reciente hallazgo en Chad de un fósil perteneciente al linaje de los homínidos, asignado a la especie
Sahelanthropus tchadensis (apodado Toumaï) y datado en 6 a 7 millones de años, indica que el momento
de la divergencia entre el linaje de los humanos y el de chimpancés-gorilas se encuentra, probablemente,
cerca del límite más antiguo del intervalo sugerido por los datos moleculares de entre 5 y 6 millones de
años. Orrorin tugenensis es una especie de homínido fósil encontrado en las proximidades de la localidad
de Tugen, en el área montañosa central de la actual Kenia, por la paleoantropóloga francesa Brigitte Senut
y el inglés Martin Pickford. La datación demostró que los Orrorin tugenensis vivieron hace al menos unos 6
millones de años. La morfología de los Orrorin era notablemente similar a la de los actuales chimpancés con
una importante diferencia: la longitud y forma del húmero y del fémur así como la disposición de la articula-
2
BIOLOGÍA 5to
ción con la pelvis evidencian que estos homínidos estaban capacitados para la bipedestación. La talla de los
ejemplares hallados es de 1,4 metros. Por su dentadura (con caninos pequeños y molares bastante gran-
des) se deduce que estos primates tenían una dieta principalmente herbívora y frugívora, aunque es muy
probable que fueran omnívoros y obtuvieran sus proteínas alimentándose también de insectos. El géne-
ro Orrorin es, posiblemente, uno de los eslabones que ha derivado en el ser humano actual, y se considera
también posible que sea descendiente directo del Sahelanthropus tchadensis y ancestro directo
del Ardipithecus. Esta especie fue definida por Tim White a partir del descubrimiento en África Oriental. Los
2
restos fósiles tienen una antigüedad de 4,4 millones de años y el hábitat en el que se desarrollaron era
arbolado y húmedo. Ardhipithecus ramidus (Ardi) es probable que sea un antepasado de
los Australopithecus.
Actividad 18: las primeras líneas de la evolución humana.
1. Cuáles fueron las principales modificaciones que permitieron la evolución humana?
2. Nombra las características generales de los prosimios y de los antropides.
3. Que diferencia existe entre los platirrinos y los catarrinos? Dibuja.
4. Por qué el tipo de desplazamiento de los antropoides (gibones) es importante para la evolución?
5. Qué hipótesis existían según las diferencias morfológicas entre simio y humanos?
6. Por qué no se aceptó la teoría de Darwin?
7. Que características presenta el fósil Pliopithecus canmatensis?
8. Qué indico el hallazgo del fósil de Toumaï y por qué?
9. Qué indicó el hallazgo del fósil Orrorin?

3
BIOLOGÍA 5to
TRAS LOS PASOS DE LOS AUSTRALOPITHECUS.
En 1324, una explosión en una cantera en Taung, Sudáfrica, aflojó un trozo de roca que contenía una por-
ción del cráneo de un niño. Los restos fueron enviados al anatomista australiano Raymond A. Dart ( 1893-
1988) quien, determinó que el pequeño cráneo tenía algunas características humanoides que lo distinguían
tanto de los simios antropomorfos modernos como de sus antecesores. Éstas incluían la apariencia redon-
deada del cráneo, el tamaño y la configuración que parecía haber tenido el cerebro y la forma de los dien-
tes. Asimismo, la localización en la base del cráneo del orificio de inserción de la columna vertebral sugería
que el joven animal caminaba erecto. Dart bautizó Australopitecus anamensis ("simio del sur") al nuevo fósil
de 3,9 a 4,2 millones de años. Si bien en ese momento la prensa lo proclamó como el "eslabón perdido",
Dart recibió poco apoyo de sus colegas para incorporar este fósil al árbol filogenético humano, quizás por-
que Dart no era antropólogo, pero también porque la comunidad científica todavía no estaba preparada para
reconocer un antecesor de nuestra especie en este individuo con numerosos rasgos humanos pero con un
cerebro tan pequeño. Además, era unánime la creencia de que la cuna de la humanidad se encontraría en
Asia o en Europa, por su desarrollo cultural, y no en la "atrasada" África. Todo esto hizo que el cráneo de
Taung fuera prácticamente ignorado por más de veinte años. Sin embargo, descubrimientos posteriores
confirmaron la interpretación de Dart ya que en 1974, el paleoantropólogo estadounidense Donald Johanson
y sus colegas, encontraron en Hadar, Etiopia, el esqueleto asombrosamente completo de un australopite-
cino de 3,2 millones de años. Lo llamaron "Lucy" (Australopithecus afarensis) por la canción de los Beatles,
que sonaba en la radio cuando lo hallaron. Era una hembra adulta, de menos de 120 cm, cuya postura,
revelada por las características del fémur y la cadera, era indudablemente tan erecta como la de los
humanos actuales. En la Tabla 3
puede verse la clasificación reciente
de los hominoides en lo que se enfa-
tizan ciertos aspectos genéticos y
evolutivos para establecer un grupo
en el que se incluye al Gibón, oran-
gután, gorila y chimpancé, mientras
los humanos actuales y sus ances-
tros directos se incluyen en el nuevo
grupo denominado homininos. Otra
fuerte evidencia del andar erecto de
los australopitecinos es el de las
huellas fósiles de pisadas de hace
El descubrimiento se realizó en el 3,75 millones de años halladas por
desierto de Yurab, de la actual Mary Leakey en Laetoli, Tanzania,
Ilustración 71: Lucy República de Chad (África Cen- que muestran una estructura de la
tral) planta del pie casi idéntica a la de los
humanos actuales. Ver Ilustración
72. Estos hallazgos demostraron que
los homíninos caminaban en posi-
ción vertical antes de que se produje-
ra cualquier incremento significativo
en el tamaño del cerebro. Este cú-
mulo de nueva información permitió
extender el horizonte de nuestros
ancestros recientes e incluir a los
australopitecinos y a otras especies
del género Homo, que se fueron
describiendo posteriormente, en el
grupo de los homíninos.

Ilustración 72: huellas famosas.


Los humanos nos diferenciamos de gorilas y chimpancés en que:
Tenemos un andar erecto,
Poseemos un cerebro más grande en proporción con el tamaño corporal,
El patrón morfológico del primer premolar de nuestra especie tiene dos cúspides mientras que en los
simios africanos tiene sólo una.
Los australopitecinos comparten con los humanos tanto el patrón bicúspide del premolar como el andar
erecto, aunque el tamaño de su cerebro es similar al de los simios. Son un grupo de homíninos en el que
algunas características distintivas, como el andar erecto, ya están establecidas mientras que otras, como el
tamaño del cerebro, retienen el estado ancestral. Estas evidencias permitieron superar el prejuicio que con-
sideraba al desarrollo cerebral como un requisito excluyente para la incorporación de un fósil a nuestro li-
naje. Los miembros del género Australopithecus, que vivieron durante casi tres millones de años (entre 4,2 y
1,4 millones de años atrás), pertenecían a 8 especies diferentes, algunas de las cuales coexistieron. Todas
4
BIOLOGÍA 5to
ellas parecen haber evolucionado exclusivamente en África, ya que no se encontraron fósiles de este géne-
ro en otros continentes.
Tabla 3: clasificación de los hominoides.
superfamilia Familia Subfamilia tribu Nombre
común
Hominoideos Hylobatidae Gibón
Ponginae Orangután
Homininidos Gorillinae Gorila
Homininae Panini Chimpancé
Homininos Humanos
Actividad 19: tras los pasos del autralopitecus.
1. Por qué R. Dart incluyo al niño del sur dentro de los Australopitecus?
2. Por qué fue rechazada la teoría de Dart?
3. Qué evento confirmó la teoría de Dart?
4. Cómo se confirmó el andar erecto de los australopitecus?
5. El desarrollo del cráneo es anterior o posterior al andar bípedo de los homínidos? Qué demostró esto?
6. Transcribe la clasificación de los hominoides luego del descubrimiento de Lucy.
7. Nombra las tres características de los homínidos que nos separan de los Chimpances.
8. Cuál es la prueba de que las 8 especies de australopitecus se orinaron en Africa?

5
BIOLOGÍA 5to
LAS PISTAS DEL GENERO HOMO.
Las relaciones filogenéticas entre los australopitecinos y Homo se encuentran en amplia discusión en la
actualidad. En torno de este problema se han propuesto varias hipótesis, ya que el mosaico de caracteres
que muestran los linajes delgado y robusto de los australopitecinos no permite que ninguno de ellos sea
asignado como nuestro ancestro inmediato. La hominización presenta como características: progresivo au-
mento de la capacidad craneana, el paso del prognatismo al ortognatismo (cara plana), la columna vertebral
adquiere una forma sinuosa y se hace más flexible, se desarrolla la estructura física que posibilita la articu-
lación de sonidos y el habla, comen más carne, se hacen omnívoros, al compartir alimentos aparece la so-
cialización. Sin embargo los australopitecinos no eran cazadores sino víctimas de los leopardos y no se
sabe por qué se extinguen posiblemente por una competencia con el género Homo que era más inteligente.

Ilustración 73: H. habilis Ilustración 74: H. erectus Ilustración 75: H. ergaster


Es posible que los ancestros inmediatos de Homo se remonten más atrás del punto de divergencia de los
australopitecinos y Homo; que se hayan originado a partir de un tronco australopitecino muy antiguo o a
partir de un ancestro común con este tronco. Homo habilís, la especie de Homo más antigua que se conoce,
aparece en el registro fósil hace aproximadamente 2 millones de años. Del mismo modo que los humanos
actuales y que los australopitecinos, H. habilís caminaba erecto, tenía molares con dos cúspides tenía la
capacidad de construir herramientas -sugerida por utensilios hallados junto a los restos fósiles- y un cerebro
relativamente más grande por ello está menos vinculado con Australopitecus. A pesar de las diferencias
anatómicas con Homo sapiens la capacidad de construir herramientas es tan distintiva y relevante que H.
habilís probablemente deba considerarse humano. Los fósiles de australopitecinos y los de H. habilís se
hallaron exclusivamente en África. Sin embargo, tanto en África como en Asia existen fósiles más recientes,
de 1,8 a 0,3 millones de años. Inicialmente, todos estos fósiles fueron asignados a una única especie de-
nominada H. erectus. Sin embargo, en la actualidad se considera que esta colección podría incluir al menos
dos especies: Homo ergaster, representada por fósiles africanos y del oeste asiático con una datación de

Ilustración 77: herramientas.


1,8 millones de años, y Homo erectus, presente en
China y en el sudeste asiático de 1 millón de años.
Las dataciones de fósiles de diferentes sitios asiáti-
cos indican que hace alrededor de dos millones de
años una especie del género Homo, quizás Homo
ergaster, abandonó África por primera vez y migró a
Asia, comienzos de la era Cenozoica con las gran-
des glaciaciones. Esta estimación se basa en fosiles
Ilustración 76: primera migración del H. ergaster. hallados en Java, de 1,8 millones de años, en una
mandíbula de la misma antigüedad hallada en el yacimiento de Dmanisi (ex república de Georgia, Asia cen-
tral) y en herramientas de piedra provenientes de Nepal de 1,6 millones de años. Es probable que, durante
6
BIOLOGÍA 5to
el proceso de migración y dispersión, se haya originado Homo erectus y que esta especie, luego de coloni-
zar algunas regiones de Asia Oriental, haya migrado hacia el oeste, hasta llegar a Medio Oriente y Europa,
donde recientemente se han hallado fósiles que podrían pertenecer a esta especie. No hay grandes diferen-
cias anatómicas entre H. habilis y H. erectus, excepto que en H. erectus se advierte un aumento de la talla
3
y, especialmente, del tamaño del cerebro, que alcanza en promedio 1.000 cm , con una variación de 700 a
3
1.200 cm (valores que se superponen en parte con el intervalo de volúmenes cerebrales de los humanos
modernos). Existe, sin embargo, una característica distintiva que aparece por primera vez en H. erectus: en
algunos asentamientos se encontraron capas de cenizas, trozos de carbón, huesos quemados y piedras
que muestran quebraduras características de la exposición al fuego. Se ha sugerido que la habilidad de
utilizar el fuego puede haber sido la clave del éxito de Homo erectus ya que les habría permitido proveerse
de calor en los climas más fríos de las nuevas regiones colonizadas. Es muy probable que el fuego también
fuera utilizado para cocer alimentos y mantener alejadas a las fieras, y que este nuevo tipo de vida involu-
crara el establecimiento de vínculos grupales más estrechos. El dominio del fuego requiere inteligencia e
imaginación, por lo que la presencia de esta aptitud única de los humanos resulta una evidencia indirecta de
que H. erectus poseía una capacidad mental más desarrollada.

Ilustración 78: divergencia de linaje.


Actividad 20: las pistas del género Homo.
1. Cuál es la razón para cuestionar al Australopietecus como antecesor del Homo?
2. Puede H. habilís considerarse una especie humana? Por qué?
3. Qué diferencia a H. erectus de H. ergaster ?
4. Cómo se demostró la migración desde Africa a Asia? De qué antigüedad se estima esta migración?
5. Explica si se encontraron fósiles en Europa y cuáles fueron.
6. Qué diferencia existe entre H. habilis y H. erectus?
7. Cuál es la característica que le permitió a H. erectus ampliar tan notablemente su capacidad de disper-
sión y efectuar largas migraciones?
8. En la Ilustración 78 identifica cúal genero falta y coloca la edad aproximada en aquellas figuras que
falta.

7
BIOLOGÍA 5to
RELACIONES ENTRE LAS ESPECIES HOMO.
Homo ergaster, homo erectus, homo habilis y los humanos modernos comparten varias características dis-
tintivas: 1- Premolares bicúspides. 2- Andar bípedo. 3- Postura erecta. 4- Cerebro grande y 5- Capacidad
para construir herramientas. Al considerar características como la talla y el tamaño del cerebro, por largo
tiempo se pensó que H. erectus era una especie ancestral de los humanos modernos. Sin embargo, en la
actualidad esta idea está en duda. El cráneo de H. erectus presenta ciertas características, como un grosor
importante, arcos superciliares prominentes, frente estrecha y mentón deprimido, que no se encuentran en
Homo habilis ni en los humanos actuales. Por esta razón, algunos investigadores consideran que H. erectus
no es un ancestro directo del hombre moderno y sugieren que representaría una rama colateral que evo-
lucionó sobre todo en Asia hasta extinguirse, quizás en tiempos relativamente recientes. En los últimos años
se encontraron fósiles en Asia que se extienden hasta épocas muy próximas a la presencia de Homo erec-
tus en ese continente; algunos podrían tener sólo 25.000 años. Si esta datación es correcta, H. erectus ha-
bría convivido en Asia con el hombre moderno. Si H. erectus es otra de las ramas truncas del árbol de los
humanos, nuestros ancestros directos pertenecerían probablemente a un linaje de Homo que permaneció
en África y que evolucionó localmente con la incorporación de los rasgos característicos del hombre mo-
derno. Estudios recientes han propuesto que especies como H. ergaster (Se estima que vivió hace entre
1,75 y un millón de años) y Homo heildelbergensis (surgido hace 600.000 años y perduro al menos hasta
hace 250.000 años), entre otras especies de Homo, estarían vinculadas más directamente con el origen de
nuestra especie.

Ilustración 80: caverna H. erectus.

Ilustración 79: Neanderthal/Cromagnon Ilustración 81: caverna cromagnon.

Ilustración 82: H. heildelbergensis Ilustración 83: H. ergaster.


Una hipótesis probable es que entre hace 300.000 y 400.000 años, un grupo ancestral de Homo heidelber-
gensis dejó África y se atrevió a ir hacia el noroeste, entrando así en el oeste de Asia y en Europa y, poste-
riormente, evolucionó hasta los neandertales mientras que los Homo heidelbergensis que permanecieron
en África (llamados a veces Homo rhodesiensis) se convirtieron en Homo sapiens hace aproximadamente
130.000 años. Entre Homo antecessor, cuyos fósiles se han hallado en las colinas de Atapuerca (España), y
los H. neanderthalensis existió esta especie (H. heidelbergensis). Presenta en general caracteres interme-
8
BIOLOGÍA 5to
dios entre H. erectus / Ergaster y el H. sapiens, incluido un torus occipital hendido (en Homo erectus la to-
rus, o cresta, es continua) y una gran capacidad neurocraneal. Los neandertales vivieron en Europa y en
Medio Oriente desde hace 250 mil a 300 mil años hasta su extinción, hace aproximadamente 35 mil años.
Esta especie, Homo neanderthalensis, recibió su nombre del sitio de donde fueron hallados los primeros
fósiles, una cueva del valle de Neander, en Alemania. Los neandertales habrían sido los primeros homíni-
dos que celebraron ceremonias relacionadas con la muerte. Las evidencias de estos rituales reflejan una
estructura social compleja que representa una parte distintiva de la cultura humana. Durante las primeras
décadas del siglo XX, algunos antropólogos creyeron que los esqueletos de neandertales pertenecían a
hombres que habían sufrido enfermedades óseas. Pero pronto se reconoció que estos fósiles no eran indi-
viduos anormales, sino un grupo humano que habitó Europa cuyas características exclusivas y distintivas
no tienen continuidad en nuestra especie. En la actualidad, la mayor parte de los antropólogos considera a
esta especie como una rama colateral con la que compartimos un ancestro reciente aún no determinado.
Dado que el origen de los humanos modernos se ha situado hace alrededor de 130 mil años, se sabe que
neandertales y humanos modernos convivieron durante cierto tiempo en Medio Oriente y en algunas regio-
nes de Europa hasta hace 35 mil años, cuando los neandertales se extinguieron. En virtud de las interpreta-
ciones más recientes, los neandertales han sido desplazados del oscuro lugar de brutales ancestros de
nuestra especie en que se encontraban hace unas décadas para ocupar un nuevo sitio en nuestra historia:
el de una especie hermana, dotada de cultura, portadora de un cerebro aun mayor que el nuestro, cazado-
res y con gran capacidad para adaptarse al frio. No se sabe ciertamente por qué se extinguieron. Algunos
autores proponen que cierta superioridad en la cultura de los humanos modernos, tal vez la utilización del
lenguaje, puede haber sido el factor causal de la extinción de los neandertales. Sin embargo no hay pruebas
concluyentes de ello aunque el descubrimiento de varios fósiles en las cuevas de Cro Magnon apoya esta
teoría. El Hombre de Cro-Magnon es el nombre con el cual se suele designar al tipo humano correspondien-
te a ciertos fósiles de Homo sapiens sapiens europeo, en especial los asociados a las cuevas de Europa en
las que se encontraron pinturas rupestres, grandes esculturas e instrumentos musicales de gran variedad.
Suele castellanizarse y abreviarse como cromañón, sobre todo para su uso en plural (cromañones). Cro-
Magnon es la denominación local de una cueva francesa en la que se hallaron los fósiles a partir de los que
se tipificó el grupo. Su datación (40.000 y 10.000 años de antigüedad) que coincide con el fin de la última
glaciación y el comienzo del actual periodo interglaciar. El misterio que todavía envuelve a esa época en la
que dos diferentes especies de humanos convivieron es en la actualidad el motor de numerosas inves-
tigaciones. Una de las nuevas líneas de investigación que prometen aportar datos apasionantes es el estu-
dio del ADN fósil. En 1997, se logró aislar y secuenciar un fragmento de ADN mitocondrial de un hueso de
un hombre de Neandertal y se han realizado nuevos estudios que permitieron extraer y estudiar ADN mito-
condrial de ocho fósiles de neandertales. La comparación de esta secuencia con la del mismo fragmento en
humanos actuales sugiere que la hipótesis que sitúa a H. neanderthalensis como una especie hermana de
H. sapiens sería acertada.
Actividad 21: relaciones entre el género Homo.
1. Por qué a H. erectus se lo consideraba una especie ancestral del humano moderno y luego se puso en
duda esto?
2. H. erectus convivio con el hombre moderno, por qué? Qué le sucedió finalmente?
3. Cuáles son las especies de Homo más emparentadas con el hombre moderno?
4. Qué característica presentaban los Homo neanderthalensis que los vinculaban estrechamente con los
hombres modernos y cuáles los separan del mismo?
5. Por qué se extinguieron los neandertales?
6. Qué características presenta el hombre de Cro-Magnon que lo vinculan como hermano del hombre mo-
derno?
7. Completa la Ilustración 78 con los géneros que faltan y coloca sus correspondientes edades.

9
BIOLOGÍA 5to
EL ORIGEN DE LOS HUMANOS MODERNOS.
Tal vez la pregunta más intrigante de todas es cuándo se originó Homo sapiens sapiens. El hecho de que
los fósiles de distintas especies de Homo se hayan encontrado no sólo en África sino también en Asia y Eu-
ropa se interpretó de dos maneras alternativas, que dieron origen a dos hipótesis sobre la evolución del
hombre moderno. Un grupo de paleo antropólogos, que considera a H. erectus como el ancestro de H. sa-
piens, propuso el llamado "modelo multirregional" (Ilustración 84 A). Este modelo propone que hubo múlti-
ples migraciones tempranas desde África a Asia y Europa, que comenzaron tal vez hace más de un millón y
medio de años y por las que se establecieron diferentes poblaciones de H. erectus. Estas poblaciones, que
evolucionaron en forma gradual, separadas unas de otras, habrían originado las distintas variantes fenotípi-
cas actuales de Homo sapiens. (Nipones, anglosajones, etc). Según este modelo existió un balance entre el
flujo de genes (que evitó la especiación entre poblaciones y mantuvo la integridad de la especie) y el proce-
so de selección natural (que generó diferencias regionales entre poblaciones). Una hipótesis alternativa es
el modelo del "Arca de Noé" (Ilustración 84, B), propone la probabilidad de que un pequeño grupo de huma-
nos modernos, previamente diferenciados como Homo sapiens, migrara desde algún sitio de África, en épo-
cas más recientes -hace unos 100 a 150 mil años- y colonizara el planeta, remplazando a las poblaciones
previamente existentes que se extinguieron. Se han encontrado restos de humanos modernos en algunas
localidades antes que en otras, con una distribución consistente con las rutas de migración de los hombres
modernos a partir de su centro de dispersión hipotético, lo cual sustenta este punto de vista. El modelo del
Arca de Noé ha recibido también apoyo de datos provenientes de la biología molecular. Los resultados más
significativos provienen del estudio del ADN de genes mitocondriales. Al igual que el ADN cromosómico
,el ADN mitocondrial
acumula cambios al
azar a un ritmo constan-
te y la magnitud del
cambio sirve como una
medida del tiempo de
divergencia y, por ende,
de las distancias evolu-
tivas. La genetista Re-
becca Cann, de la Uni-
versidad de Hawaii,
Estados Unidos y sus
colegas, extrajeron el
ADN mitocondrial de
147 personas prove-
nientes de cinco pobla-
ciones geográficas dife-
rentes -África, Asia,
Europa, Australia y
Nueva Guinea-, lo cor-
taron con enzimas de
restricción y compara-

Homo habilis Homo habilis ron los patrones de los


fragmentos con técni-
Ilustración 84: teorías del origen H. sapiens. cas especiales.
Con los datos obtenidos construyeron un árbol evolutivo del ADN mitocondrial. Los resultados fueron sor-
pendentes:
En la base del árbol había un solo antecesor común, que popularmente se conoció como "Eva mitocon-
drial". Esto no significa que hubo una única mujer de la cual hemos descendido todos nosotros sino que,
partiendo de una población constituida quizás por varios miles de individuos, por azar sólo se transmitió
un único conjunto de genes mitocondriales pertenecientes a la hembra metafóricamente llamada "Eva".
El resto de los linajes de ADN mitocondrial presentes en esa población original se habrían extinguido.
El reloj molecular indicó que esta "Eva" había vivido hace sólo unos 200 mil años (con un error de más o
menos 50 mil años).
También sugirió que el grupo fundador vivió en África. La lógica que sustenta esta afirmación es que la
población africana presenta una variabilidad mayor que las otras, lo cual indica que ha existido durante
más tiempo.
El grado de variación entre los grupos no africanos indica que las poblaciones fundadoras originales
habrían dejado África hace poco más de 100 mil años y no existe evidencia de ninguna introducción de
nuevo ADN mitocondrial en las poblaciones que permanecieron en África o en aquellas que colonizaron
los otros, continentes.
Estos hallazgos sugieren que toda nuestra especie desciende de una única población de Homo sapiens que
se originó en África hace unos 200 mil años y que comenzó a migrar a través de Asia y Europa hace alre-
dedor de 100 mil años, remplazando en su avance a todas las poblaciones de homínidos previamente esta-
blecidas por razones desconocidas. El impacto de estos nuevos hallazgos puede interpretarse de diversas
10
BIOLOGÍA 5to
maneras. De acuerdo con Stepnen Jay Gould: "... nos permiten comprender que todos los seres humanos, a
pesar de las diferencias en la apariencia externa, son realmente miembros de una sola entidad que ha teni-
do un origen muy reciente en un único lugar. Existe así una clase de hermandad biológica que es mucho
más profunda de lo que hayamos comprendido jamás". A partir de su primera gran migración desde África,
Homo sapiens comenzó a invadir nuevos territorios mientras el ritmo de los cambios demográficos y cultura-
les se aceleraba notablemente. El curso de la historia humana de los últimos 100.000 años ha sido profun-
damente analizado por el genetista italiano Luigi Cavalli Sforza, de la Universidad de Stanford, quien ha
integrado los resultados del estudio de centenares de genes a nivel mundial con una enorme cantidad de
datos arqueológicos, demográficos y lingüísticos. Su análisis refleja que los genes, los pueblos y las lenguas
se han diferenciado en forma conjunta a partir de una serie de migraciones que tuvieron su origen en África.
Mapa de la migración humana según estudios del ADN mitocondrial. La leyenda representa los miles de
años desde la actualidad. La línea azul señala la extensión máxima de los hielos y las áreas de tundra du-
rante la última glaciación.
La nomenclatura de las especies que participaron en la evolución humana aún es muy controversial y
sus relaciones no se han aclarado por completo. Sin embargo, sobre la base de las evidencias ya men-
cionadas, algunas hipótesis ampliamente aceptadas han reemplazado concepciones previas acerca de
la evolución de los homínidos. La evolución de nuestro linaje, lejos de constituir un ejemplo de trans-
formación, parece estar signada por numerosos eventos de ramificación y numerosas extinciones. La
evolución de los homínidos, al igual que la de los equinos y otros linajes conocidos del registro fósil, no
fue una escalera de progreso sino un arbusto con muchas ramas, la mayoría de las cuales terminaron
en la extinción. Este nuevo enfoque pone de manifiesto que nuestra supervivencia fue simplemente ca-
sual y que nuestro éxito no es el resultado de un plan preconcebido de progreso lineal.
Tanto los patrones del cambio cultural como los del cambio biológico macroevolutivo se caracterizan por
largos periodos de estasis y breves momentos de cambio profundo.
Debido al tipo de procesos que motorizan los cambios culturales, éstos en general no ocurren en forma
gradual. Cuando se establece una tecnología, se difunde con rapidez y se mantiene durante un período
sin mayores cambios, ensayando múltiples variantes sobre un mismo tema hasta que se inventa una
tecnología nueva que remplaza rápidamente a la anterior. En este sentido, a pesar de que responden a
diferentes mecanismos, los patrones del cambio cultural y del cambio biológico macroevolutivo son rela-
tivamente semejantes.
La capacidad para caminar en dos pies es un rasgo que caracteriza a todo el linaje. Así, otra de las
ideas centrales que surge de la actual evidencia fósil es que la marcha bípeda fue el carácter que nos
puso en el camino hacia la humanidad, no nuestra inteligencia superior.

4 3 2 1 0
P. robustus

P. aethiopicus
P. boisei

H. rudolfensis

A. Africanus H. habilis
H. sapiens
H.neanderthalensis

H. erectus
Ilustración 85: el linaje homínido/tiempo(millones de años)
Hasta hace poco más de 25 años se creía que la línea de los homínidos era un linaje único que había evo-
lucionado gradualmente desde Australopithecus, pasando por Homo erectus hasta Homo sapiens. Luego,
sobre la base de la evidencia fósil disponible, se aceptó que había dos tipos de australopitecinos, uno ro-
busto (A. robustus) y uno grácil de estructura más liviana (A. africanus), y que el robusto representaba un

11
BIOLOGÍA 5to
callejón sin salida evolutivo. Subsisten interrogantes acerca del estatus de H. habilis y A. afarensis. Este
modelo incorpora los hallazgos más recientes. Nótese que los modelos se han vuelto crecientemente "rami-
ficados". Las especies robustas se asignan al género Paranthropus (P. aethiopicus, P. robustus, P. boi-
sei). El cambio discontinuo a nivel macroevolutivo señala que cuantos más fósiles se descubren, más claro
queda que un buen número de especies diferentes de homínidos coexistieron. Esto demuestra que el mode-
lo de selección de especies (sobreviven las mejores adaptadas) se ajusta mejor a la evidencia que el
de cambio gradual en el que una especie da lugar a otra. Según las evidencias halladas los H.sapiens que
se expandían hacia el este, se encontraron con los neandertales que habitaban Oriente Próximo. Antes de
continuar su marcha hacia Asia y Europa, es posible que ambos linajes se mezclaran (Ilustración 86).

Ilustración 86: migración H. sapiens. (hipótesis arca de Noe)


Actividad 22: el origen del humano moderno.
1) Qué propone la teoría multiregional sobre el origen del hombre moderno?
2) Qué propone la teoría del arca de Noe sobre el origen del hombre moderno?
3) Los estudios de ADN mitocondrial apoyan o desmienten la teoría del Arca de Noe? Por qué?.
4) Qué relación tiene este estudio con la migración de H. sapiens?
5) Qué demostraron los estudios de Luigi Cavalli?
6) Nombra los cuatro pilares de la evolución de los homínidos.
7) Construye un gráfico con el linaje homínido.
8) En la siguiente ilustración construye una línea de tiempo según la evolución del hombre.

12
Pliopithecus
BIOLOGÍA 5to

Sahelanthropus tchadensis
Orrorin tugenensis
Australopitecos anamensis
Australopitecos afarensis
13
Australopithecus africanus
Paranthropus (A.) robustus
Paranthropus (A.) boisei
Homo habilis
Homo erectus
Homo heidelbergensis
Homo sapiens Neanderthalensis
Homo sapiens sapiens Cro-Magnon
Homo sapiens sapiens actual

You might also like