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EVOLUCION HUMANA.
Es probable que la evolución de los primates haya comenzado con un grupo de pequeños animales trepa-
dores, semejantes a las musarañas o tarseros. Los cambios que luego experimentaron estos abrieron el
camino de la evolución humana. Las principales modificaciones que caracterizan la evolución de los prima-
tes fueron, como los cambios en la estructura anatómica de las manos y los brazos, el incremento en la
agudeza visual, la prolongación del cuidado de las crías y la postura vertical de la espalda al colgarse o
sentarse, están relacionadas con adaptaciones a la vida arbórea.
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la homología es la relación que existe entre dos partes orgánicas diferentes cuando sus determinantes genéticos
tienen el mismo origen evolutivo. Brazos y pies son homólogos en los mamíferos y aves.
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hegemonía es el dominio de una entidad sobre otras de igual tipo.
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BIOLOGÍA 5to
chimpancés y humanos y su ausencia en gibones y orangutanes por lo que estos últimos son parientes más
lejanos. Por otro lado el análisis de un grupo de proteínas, los fibrinopéptidos, también muestra que los
orangutanes están más estrechamente vinculados al grupo
formado por gorilas, chimpancés y humanos que a los gibones.
Al analizar los patrones de homología en proteínas globina de
la sangre Morris Goodman, demostró que los humanos y los
simios africanos forman un grupo natural en el que, como anti-
cipara Darwin, chimpancés, gorilas y humanos están más cer-
canamente emparentados entre sí que cualquiera de ellos con
el orangután. Se estima que la divergencia entre el linaje de los
humanos y el de chimpancés-gorilas habría ocurrido muy re-
cientemente, hace aproximadamente entre 18 a 10 millones de
años. Ilustración 63. Debido a los cambios climáticos ocurridos
por la aparición de montañas en el Rift que tornaron seco el
este de África, los homínidos se vieron obligados a abandonar
su hábitat natural, la copa de los árboles, para establecerse en
el suelo de los bosques, este cambio de medio los llevo a
adoptar la posición erguida y la marcha bípeda (caminar en
dos pies) ya con las manos libres, podían tomar palos y hue-
Ilustración 65: platirrinos y catarrinos. sos para defenderse y también recoger sus alimentos.
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BIOLOGÍA 5to
TRAS LOS PASOS DE LOS AUSTRALOPITHECUS.
En 1324, una explosión en una cantera en Taung, Sudáfrica, aflojó un trozo de roca que contenía una por-
ción del cráneo de un niño. Los restos fueron enviados al anatomista australiano Raymond A. Dart ( 1893-
1988) quien, determinó que el pequeño cráneo tenía algunas características humanoides que lo distinguían
tanto de los simios antropomorfos modernos como de sus antecesores. Éstas incluían la apariencia redon-
deada del cráneo, el tamaño y la configuración que parecía haber tenido el cerebro y la forma de los dien-
tes. Asimismo, la localización en la base del cráneo del orificio de inserción de la columna vertebral sugería
que el joven animal caminaba erecto. Dart bautizó Australopitecus anamensis ("simio del sur") al nuevo fósil
de 3,9 a 4,2 millones de años. Si bien en ese momento la prensa lo proclamó como el "eslabón perdido",
Dart recibió poco apoyo de sus colegas para incorporar este fósil al árbol filogenético humano, quizás por-
que Dart no era antropólogo, pero también porque la comunidad científica todavía no estaba preparada para
reconocer un antecesor de nuestra especie en este individuo con numerosos rasgos humanos pero con un
cerebro tan pequeño. Además, era unánime la creencia de que la cuna de la humanidad se encontraría en
Asia o en Europa, por su desarrollo cultural, y no en la "atrasada" África. Todo esto hizo que el cráneo de
Taung fuera prácticamente ignorado por más de veinte años. Sin embargo, descubrimientos posteriores
confirmaron la interpretación de Dart ya que en 1974, el paleoantropólogo estadounidense Donald Johanson
y sus colegas, encontraron en Hadar, Etiopia, el esqueleto asombrosamente completo de un australopite-
cino de 3,2 millones de años. Lo llamaron "Lucy" (Australopithecus afarensis) por la canción de los Beatles,
que sonaba en la radio cuando lo hallaron. Era una hembra adulta, de menos de 120 cm, cuya postura,
revelada por las características del fémur y la cadera, era indudablemente tan erecta como la de los
humanos actuales. En la Tabla 3
puede verse la clasificación reciente
de los hominoides en lo que se enfa-
tizan ciertos aspectos genéticos y
evolutivos para establecer un grupo
en el que se incluye al Gibón, oran-
gután, gorila y chimpancé, mientras
los humanos actuales y sus ances-
tros directos se incluyen en el nuevo
grupo denominado homininos. Otra
fuerte evidencia del andar erecto de
los australopitecinos es el de las
huellas fósiles de pisadas de hace
El descubrimiento se realizó en el 3,75 millones de años halladas por
desierto de Yurab, de la actual Mary Leakey en Laetoli, Tanzania,
Ilustración 71: Lucy República de Chad (África Cen- que muestran una estructura de la
tral) planta del pie casi idéntica a la de los
humanos actuales. Ver Ilustración
72. Estos hallazgos demostraron que
los homíninos caminaban en posi-
ción vertical antes de que se produje-
ra cualquier incremento significativo
en el tamaño del cerebro. Este cú-
mulo de nueva información permitió
extender el horizonte de nuestros
ancestros recientes e incluir a los
australopitecinos y a otras especies
del género Homo, que se fueron
describiendo posteriormente, en el
grupo de los homíninos.
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BIOLOGÍA 5to
LAS PISTAS DEL GENERO HOMO.
Las relaciones filogenéticas entre los australopitecinos y Homo se encuentran en amplia discusión en la
actualidad. En torno de este problema se han propuesto varias hipótesis, ya que el mosaico de caracteres
que muestran los linajes delgado y robusto de los australopitecinos no permite que ninguno de ellos sea
asignado como nuestro ancestro inmediato. La hominización presenta como características: progresivo au-
mento de la capacidad craneana, el paso del prognatismo al ortognatismo (cara plana), la columna vertebral
adquiere una forma sinuosa y se hace más flexible, se desarrolla la estructura física que posibilita la articu-
lación de sonidos y el habla, comen más carne, se hacen omnívoros, al compartir alimentos aparece la so-
cialización. Sin embargo los australopitecinos no eran cazadores sino víctimas de los leopardos y no se
sabe por qué se extinguen posiblemente por una competencia con el género Homo que era más inteligente.
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BIOLOGÍA 5to
RELACIONES ENTRE LAS ESPECIES HOMO.
Homo ergaster, homo erectus, homo habilis y los humanos modernos comparten varias características dis-
tintivas: 1- Premolares bicúspides. 2- Andar bípedo. 3- Postura erecta. 4- Cerebro grande y 5- Capacidad
para construir herramientas. Al considerar características como la talla y el tamaño del cerebro, por largo
tiempo se pensó que H. erectus era una especie ancestral de los humanos modernos. Sin embargo, en la
actualidad esta idea está en duda. El cráneo de H. erectus presenta ciertas características, como un grosor
importante, arcos superciliares prominentes, frente estrecha y mentón deprimido, que no se encuentran en
Homo habilis ni en los humanos actuales. Por esta razón, algunos investigadores consideran que H. erectus
no es un ancestro directo del hombre moderno y sugieren que representaría una rama colateral que evo-
lucionó sobre todo en Asia hasta extinguirse, quizás en tiempos relativamente recientes. En los últimos años
se encontraron fósiles en Asia que se extienden hasta épocas muy próximas a la presencia de Homo erec-
tus en ese continente; algunos podrían tener sólo 25.000 años. Si esta datación es correcta, H. erectus ha-
bría convivido en Asia con el hombre moderno. Si H. erectus es otra de las ramas truncas del árbol de los
humanos, nuestros ancestros directos pertenecerían probablemente a un linaje de Homo que permaneció
en África y que evolucionó localmente con la incorporación de los rasgos característicos del hombre mo-
derno. Estudios recientes han propuesto que especies como H. ergaster (Se estima que vivió hace entre
1,75 y un millón de años) y Homo heildelbergensis (surgido hace 600.000 años y perduro al menos hasta
hace 250.000 años), entre otras especies de Homo, estarían vinculadas más directamente con el origen de
nuestra especie.
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BIOLOGÍA 5to
EL ORIGEN DE LOS HUMANOS MODERNOS.
Tal vez la pregunta más intrigante de todas es cuándo se originó Homo sapiens sapiens. El hecho de que
los fósiles de distintas especies de Homo se hayan encontrado no sólo en África sino también en Asia y Eu-
ropa se interpretó de dos maneras alternativas, que dieron origen a dos hipótesis sobre la evolución del
hombre moderno. Un grupo de paleo antropólogos, que considera a H. erectus como el ancestro de H. sa-
piens, propuso el llamado "modelo multirregional" (Ilustración 84 A). Este modelo propone que hubo múlti-
ples migraciones tempranas desde África a Asia y Europa, que comenzaron tal vez hace más de un millón y
medio de años y por las que se establecieron diferentes poblaciones de H. erectus. Estas poblaciones, que
evolucionaron en forma gradual, separadas unas de otras, habrían originado las distintas variantes fenotípi-
cas actuales de Homo sapiens. (Nipones, anglosajones, etc). Según este modelo existió un balance entre el
flujo de genes (que evitó la especiación entre poblaciones y mantuvo la integridad de la especie) y el proce-
so de selección natural (que generó diferencias regionales entre poblaciones). Una hipótesis alternativa es
el modelo del "Arca de Noé" (Ilustración 84, B), propone la probabilidad de que un pequeño grupo de huma-
nos modernos, previamente diferenciados como Homo sapiens, migrara desde algún sitio de África, en épo-
cas más recientes -hace unos 100 a 150 mil años- y colonizara el planeta, remplazando a las poblaciones
previamente existentes que se extinguieron. Se han encontrado restos de humanos modernos en algunas
localidades antes que en otras, con una distribución consistente con las rutas de migración de los hombres
modernos a partir de su centro de dispersión hipotético, lo cual sustenta este punto de vista. El modelo del
Arca de Noé ha recibido también apoyo de datos provenientes de la biología molecular. Los resultados más
significativos provienen del estudio del ADN de genes mitocondriales. Al igual que el ADN cromosómico
,el ADN mitocondrial
acumula cambios al
azar a un ritmo constan-
te y la magnitud del
cambio sirve como una
medida del tiempo de
divergencia y, por ende,
de las distancias evolu-
tivas. La genetista Re-
becca Cann, de la Uni-
versidad de Hawaii,
Estados Unidos y sus
colegas, extrajeron el
ADN mitocondrial de
147 personas prove-
nientes de cinco pobla-
ciones geográficas dife-
rentes -África, Asia,
Europa, Australia y
Nueva Guinea-, lo cor-
taron con enzimas de
restricción y compara-
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P. robustus
P. aethiopicus
P. boisei
H. rudolfensis
A. Africanus H. habilis
H. sapiens
H.neanderthalensis
H. erectus
Ilustración 85: el linaje homínido/tiempo(millones de años)
Hasta hace poco más de 25 años se creía que la línea de los homínidos era un linaje único que había evo-
lucionado gradualmente desde Australopithecus, pasando por Homo erectus hasta Homo sapiens. Luego,
sobre la base de la evidencia fósil disponible, se aceptó que había dos tipos de australopitecinos, uno ro-
busto (A. robustus) y uno grácil de estructura más liviana (A. africanus), y que el robusto representaba un
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BIOLOGÍA 5to
callejón sin salida evolutivo. Subsisten interrogantes acerca del estatus de H. habilis y A. afarensis. Este
modelo incorpora los hallazgos más recientes. Nótese que los modelos se han vuelto crecientemente "rami-
ficados". Las especies robustas se asignan al género Paranthropus (P. aethiopicus, P. robustus, P. boi-
sei). El cambio discontinuo a nivel macroevolutivo señala que cuantos más fósiles se descubren, más claro
queda que un buen número de especies diferentes de homínidos coexistieron. Esto demuestra que el mode-
lo de selección de especies (sobreviven las mejores adaptadas) se ajusta mejor a la evidencia que el
de cambio gradual en el que una especie da lugar a otra. Según las evidencias halladas los H.sapiens que
se expandían hacia el este, se encontraron con los neandertales que habitaban Oriente Próximo. Antes de
continuar su marcha hacia Asia y Europa, es posible que ambos linajes se mezclaran (Ilustración 86).
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Pliopithecus
BIOLOGÍA 5to
Sahelanthropus tchadensis
Orrorin tugenensis
Australopitecos anamensis
Australopitecos afarensis
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Australopithecus africanus
Paranthropus (A.) robustus
Paranthropus (A.) boisei
Homo habilis
Homo erectus
Homo heidelbergensis
Homo sapiens Neanderthalensis
Homo sapiens sapiens Cro-Magnon
Homo sapiens sapiens actual