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DECLARACION DE APCNEAN EN EL CONGRESO DE FeTERA (26-4-19)

Saludamos fraternalmente a todas las compañeras y compañeros.


Venimos a este Congreso de la FeTERA, en nombre de APCNEAN a denunciar otro
de los estragos que está cometiendo este gobierno.
El 18 de abril de 1966 nacía la Asociación de Profesionales de la CNEA, hoy extendida
a toda la actividad nuclear. Queremos saludar a todos los integrantes de esta gran
comunidad y renovar nuestro compromiso con su crecimiento en beneficio de nuestro
país.
Desde su creación la Asociación se comprometió con un desarrollo científico y
tecnológico nuclear y peri-nuclear autónomo al servicio de los intereses de nuestra
Argentina.
Es pertinente recordar en esta ocasión la intensa actividad impulsada a principios de
la década de los 70, en la cual la Asociación contribuyó decisivamente a establecer la
línea de uranio natural y agua pesada para los reactores de potencia en aquel
momento. A casi 50 años de esa gesta, las razones para aquella decisión siguen
vigentes, fortalecidas éstas con la consiguiente generación detoda la capacidad
humana altamente calificada y la infraestructura material necesaria y suficiente para
llevarla adelante después de inversiones milmillonarias en dólares.
Luego de más de dos años de sostener los mismos argumentos del anterior gobierno en
materia nuclear, el actual,ahora, ha tomado la incomprensible e injustificable decisión
de abandonar la línea de uranio natural y agua pesada
En particular, la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), situada en Arroyito y
propiedad de la provincia del Neuquén y de la CNEA, corre un grave riesgo de ser
abandonada y sufrir un daño irreversible por falta de mantenimiento adecuado. Ni
que hablar del sufrimiento humano que se le viene imponiendo a sus trabajadores y
del estrago que representa destruir planteles altamente capacitados a lo largo de
muchos años para operar y mantener la planta.
Esta planta es una de las más grandes del mundo y produce agua pesada de óptima
calidad que no solo es necesaria para el funcionamiento de nuestras tres centrales en
operación sino que también provee este insumo para los reactores de investigación y
producción de radioisótopos que nuestro país exporta.
La destrucción de la PIAP cerraría para siempre el camino, transitado exitosamente
por nuestro país, de continuar con la línea tecnológica de reactores de potencia de
agua pesada y uranio natural, para lo cual dispone de toda la experiencia y la
infraestructura material y humana necesarias después de décadas de gran inversión
pública y privada. Esta destrucción arrastrará consigo una actividad industrial y
productiva significativa asociada que tanto nos hace falta. De hecho, ya lo está
haciendo, como lo muestran claramente los despidos y retiros de cientos de
trabajadores altamente calificados de NASA, PIAP-ENSI, Dioxitek (en particular hay
aquí unos 100 trabajadores con una gran incertidumbre por el traslado dela planta de
Córdoba a Formosa), CONUAR-FAE, etc. y el grave daño al entramado de PYMES y
otras empresas que apostaron e invirtieron en la extensión de vida de Embalse con la
perspectiva de capitalizar sus esfuerzos en una IV central del mismo tipo (Atucha III,
CANDU).
¿Dónde se ha visto que un gobierno destruya planteles altamente calificados que
mostraron su capacidad en la exitosa conclusión de grandes obras como Atucha II,
extensión de vida de Embalse, operación de la PIAP, producción de UO2 y de
radioisótopos, etc., después de haber prometido que los cuidaría?
Asimismo, la falta de una política salarial mínimamente aceptable y de promoción de
una carrera laboral está vaciando a la CNEA y demás instituciones del sector,
produciendo un éxodo de cerebros, como en el resto del sistema científico y
tecnológico.
No dudamos en calificar la destrucción de la PIAP y sus consecuencias como una
acción de lesa patria.
Hacemos directamente responsables de estos estragos al gobierno nacional y al
subsecretario de energía nuclear por acción y a los máximos representantes de las
instituciones involucradas del sector por omisión.
Sin Ciencia y Técnica no hay futuro y este gobierno ha venido a destruirlas después de
haber prometido elevar el porcentaje de participación del sector en el PBI a 1.5%.
Aquellos que impulsamos un desarrollo tecnológico e industrial y promovemos la
visión estratégica de una Argentina soberana en todos sus aspectos seguiremos
bregando para que comience la construcción de la IV Central Nuclear Atucha III tipo
CANDU con Agua Pesada de la PIAP, a la vez que seguiremos trabajando para lograr
que el desarrollo nuclear se transforme en una Política de Estado para beneficio de
todos nuestros compatriotas.
Todos unidos tenemos que imponer democráticamente un nuevo gobierno que trabaje
por los intereses de las grandes mayorías populares.
Pedimos el acompañamiento de la FeTERA y ofrecemos a nuestra vez todo el apoyo y
solidaridad para las demás reivindicaciones del sector de energía.

Córdoba, 26 de abril de 2019

Secretariado Nacional de APCNEAN

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