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Su referencia en Ajedrez
7.¥d3 Una jugada sobre la que trabajó Botvinnik mucho tiempo y le dió dividendos. La principal era 7. ¦c1. 7...dxc4
Ahora captura con ganancia de tiempo. Tartakower dijo que el embotellamiento de las piezas negras compensa
sobradamente el tiempo perdido.
8.¥xc4 No hay más. 8...c5 Presionando en d5.
9.0-0 Antes que nada hay que alejar al ¢ del área de conflicto.
9...cxd4
Va en busca de las intenciones del enemigo que quiere jugar con el peón dama aislado. Mejor es 9...a6; veamos un
ejemplo más reciente:
[9...a6 10.a4 cxd4 11.¤xd4 ¤e5 12.¥a2 ¥d7 13.£e2 ¤c6 14.¦ad1 £a5 15.¥h4 ¦fd8 16.¥b1 ¤xd4 17.¦xd4 ¥c6÷ ½-
½ Guevara Cano,M−Sieiro Gonzalez,L/Sagua la Grande 1989 (54)]
10.exd4 Diagrama
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zpp+nvlpzpp'
6-+-+psn-+&
5+-+-+-vL-%
4-+LzP-+-+$
3+-sN-+N+-#
2PzP-+-zPPzP"
1tR-+Q+RmK-!
xabcdefghy
Capturar de ¤ en d4 otorga una ventaja insignificante al blanco, demasiado dinámica y que corre el riesgo de
evaporarse. 10...¤b6 Como veremos en la partida con Vidmar este caballo sufre por no atacar d4.
11.¥b3 Sin perder el control de d5, pero también se admite en d3: [11.¥d3 ¤fd5 12.¥d2 ¤b4 13.¥b1 ¤6d5 14.¦e1
¤f6 15.a3 ¤c6 16.¥g5 g6 17.¥a2 b6 18.¥h6 ¦e8 19.d5! Una ruptura muy importante 19...exd5 20.¤xd5 ¥e6
(20...¤xd5 21.¥xd5 ¥b7 22.£b3) 21.¤xe7+ ¦xe7 22.¥xe6 ¦xe6 23.¦xe6 £xd1+ 24.¦xd1 fxe6 25.¦d6 con ventaja; 1-
0 Illescas Cordoba,M−Maric,M/Seville 1992 (60)] 11...¤bd5 La intención es jugar b6 y ¥b7, pero el ¥ en b7 está
colgado y el plan debilita mucho el flanco dama. [Un ejemplo es 11...¥d7 12.¤e5 ¥c6 13.¤xc6 bxc6 14.¦c1 ¦c8
15.¦e1 £d6 16.¥c2 ¦fd8 17.£d3 £xd4 18.£h3 h6 19.¦cd1 £c5 20.¥e3 ¦xd1 21.¦xd1 £h5 22.£xh5 ¤xh5 23.¤a4
¥d8 24.¤xb6 ¥xb6 25.¦d7 ¤f6 26.¦b7 ¥xe3 27.fxe3 ¤g4 28.e4 ¦d8 0-1 Hassan,A−Ulibin,M/Abu Dhabi 2004]
12.¤e5 Es mejor claramente £e2: [12.£e2 b6 13.¤xd5 (13.¤e5 ¥b7 14.¦fe1 ¤xc3 15.bxc3 ¤e4 16.¥xe7 £xe7
17.£d3 ¤f6 18.¦e3 ¦ad8 19.¦ae1² 1-0 Casafus,R−Mendez,G/Buenos Aires Najdorf op 1993 (30)) 13...exd5 14.¦fe1
¥e6 15.¤e5² recomendada por Botvinnik.] 12...¤d7 Buscando simplificar.
13.¥xe7 El blanco no tiene problemas en cambiar su peor alfil y rechazar las piezas negras. Los tiempo que tarden en
reacomodarse les permiten montar un ataque muy eficaz. [13.¤xd5 ¥xg5 14.¤c3 ¤xe5 15.dxe5 ¥f4=] 13...¤xe7 De
otro modo se pierde un §.
14.£e2 Un pequeña imprecisión. [Botvinnik indicó como interesante pasar el ¤ por e4: 14.¤e4!? impidiendo que el ¤
regrese a f6. 14...¤xe5 15.dxe5±] 14...¤f6 Ahora se rearma el negro. El control de la casilla d5, es fundamental para
poder obtener ventaja contra el peón dama aislado. 15.¦fd1 Como veremos en las otras partidas hay distintas
disposiciones de las torres blancas. [15.¦ad1 es posible también.] 15...b6 Siguiendo con el plan trazado: poner el ¥ en
la gran diagonal. 16.¦ac1 Completando el desarrollo. 16...¥b7 Todo pareciera bien para el negro. [16...a6 17.£f3 ¦a7
18.d5 exd5 19.¥xd5 ¤exd5 20.¤xd5²]
17.f3!! Una jugada encantadora y que muestra hasta dónde comprendía el ruso estas posiciones, inclusive en su
juventud. No sólo se opone al ¥, si no que da un punto de apoyo al ¤ en e4. [Algunos comentaristas recomendaron
17.¤xf7 ¦xf7 18.¥xe6÷ pero parece innecesario.]
17...¦c8 Un error típico. La ¦ a la columna abierta pierde en este caso. [17...a6!?=; Una opción era 17...¤ed5 18.¤e4
¦c8÷]
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5+-+-+-+-%
4-+-zP-+-+$
3+LsN-+P+-#
2PzP-+Q+PzP"
1+-tRR+-mK-!
xabcdefghy
LA ¦ en c8 queda enganchada en el vorágine del sacrificio. 18...¦xf7 Lo peor. [En caso de 18...¢xf7 19.¥xe6+ ¢g6
(19...¢e8 20.¥xc8 ¥xc8 21.d5) 20.£d3+ ¢h6 21.£e3+ ¢g6 22.h4! es muy peligroso, pero el blanco debe encontrar
una secuencia de ataque claro.] 19.£xe6 Con doble amenaza. 19...£f8 Defiende lo obvio. [Ahora falla 19...¤ed5?
20.¤xd5 ¤xd5 21.¦xc8 ¥xc8 22.£xd5+− y el blanco gana.] 20.¤e4!! ¿Para què servía f3? Sencillamente para esto.
20...¦xc1 Buscando alivio en el cambio [20...¤xe4 21.fxe4 abre la columna para incrementar la clavada.] 21.¦xc1
Ahora debe considerarse ¦c7. 21...¤fd5 Frena ¦c7 y obtura el ¥ de b3. 22.¤d6 Pero impide la llegada de la
caballería que toca en b7 y c7. 22...¥a8 23.¦e1!! Diagrama
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6-zp-sNQ+-+&
5+-+n+-+-%
4-+-zP-+-+$
3+L+-+P+-#
2PzP-+-+PzP"
1+-+-tR-mK-!
xabcdefghy
Otro golpe demoledor, silencioso diría Botvinnik, impresionante diría yo. Cada jugada del blanco es un mazazo.
[23.¤xf7 £xf7 24.¦c8+ ¤xc8 25.£xc8+ £f8 26.£d7 £f7 27.£d8+ £f8 28.¥xd5+ gana, pero es más difícil.] 23...g6
Para desclavar. 24.¤xf7! SIn hesitar. [24.£xf7+?! £xf7 25.¤xf7 ¢xf7±] 24...£xf7 Hay una esperanza 25.£xe7! No.
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Su referencia en Ajedrez
Botvinnik se muestra implacable.[25.¥xd5?! ¤xd5 26.£c8+ ¢g7 27.£xa8 h6+−] 1-0
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4-+LzP-+-+$
3+-sN-+N+-#
2PzP-+-zPPzP"
1tR-+Q+RmK-!
xabcdefghy
Un error. Es necesario debilitar el punto b4. [10...a6 11.a4 ¤b6 12.¥b3 ¤bd5÷] 11.¥b3 Manteniendo presión sobre la
dispositivo negro. Tan importante como situar bien las piezas es entender que la resultante de dicha ubicación es una
actividad amenazadora para el rival. En este caso, el negro no parece mal pero no puede luchar fácilmente por la
iniciativa. En Sudamérica llamamos a estas posiciones como que "no tienen de picante".
14...¤b4?! Botvinnik hace notar que con los peones en a4 y a5 el negro estaría bien, pero en ausencia de ellos la
presencia de la molesta jugada a3 deja sin paz al ¤b4. [14...¦c8 15.¤xc6 ¦xc6 (15...bxc6!?) ; 14...£a5 15.−− (15.¥c1
¤xc3 16.¤xc6 bxc6 17.bxc3² Botvinnik) 15...¤xc3 16.bxc3 ¥a4 Logra simplificar, principal objetivo.] 15.£h3! Desde
aquí la £ observa dos puntos cruciales: e6 y h7. 15...¥d5 El final de la maniobra negra con el ¥ dama: cambiar su
oponente y asegurarse el control de d5. 16.¤xd5 Eliminando a un molesto adversario, pero en el fondo conteniendo la
respiración: es probable que Botvinnik ya tuviera en cuenta lo que se avecina. 16...¤bxd5? Diagrama
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6-+-+psn-+&
5+-+nsN-vL-%
4-+-zP-+-+$
3+L+-+-+Q#
2PzP-+-zPPzP"
1+-+R+RmK-!
xabcdefghy
Esta captura es origen de una fuerte ofensiva del blanco. [La otra captura 16...¤fxd5 luego de 17.¥c1 (17.f4 f5!)
17...¦c8 18.a3 ¤c6 19.¥c2 g6 20.¥b3 deja al blanco con ventaja.]
17.f4! Una movida exacta y que escondia su veneno. Hay que notar: el pasaje de la £ blanca, la ruptura sobre f5 y la
excelente disposición de las piezas de Botvinnik. 17...¦c8 No se puede frenar f5 y el negro hace una jugada rutinaria.
La ¦ está delicada en c8. [No alcanza con 17...g6 por 18.¥h6 ¦e8 19.¥a4 y cae la ¦ negra.; También falla 17...¤e4
por 18.¤xf7! ¦xf7 (18...¢xf7 19.¦de1‚) 19.£xe6 tocando a toda la famillia.]
18.f5 Logra debilitar el ¤ de d5. 18...exf5 Obligada. [18...£d6 19.fxe6 fxe6 y esa debilidad es bastante fea] 19.¦xf5!
La ¦ blanca presiona desde aquí en f6 y d5, creando un grave problema a Vidmar que no puede defender todos los
problemas.
19...£d6 El error final. La ¦ de c8 está abandonada su suerte y por supuesto Vidmar no tiene conciencia de ello.
[Botvinnik recomendó 19...¦c7 pero luego de 20.¦df1 es muy difícil que las negras se salven: 20...a6 (20...¤b6
21.£h4 ¤bd5 22.¤xf7 ¦xf7 23.¥xd5 ¤xd5 24.¦xf7 ¥xg5 25.£xg5! (25.¦f8+ £xf8 26.¦xf8+ ¢xf8 27.£xg5) ) 21.¤xf7
20.¤xf7!! Diagrama
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5+-+n+RvL-%
4-+-zP-+-+$
3+L+-+-+Q#
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xabcdefghy
El sacrificio que hizo inmortal esta partida. Luego de una larga secuencia el negro pierde material. 20...¦xf7
Cualquier captura, y así no tome, pierde. Observar que la ¦ de c8 ha quedado indefensa. [20...¢xf7 21.¥xd5++−]
21.¥xf6 Esta sencilla movida elimina al defensor de d5. 21...¥xf6 No hay variantes mejores, sólo hay variantes. El
negro elige la forma de ser ejecutado. [21...¤xf6 22.¦xf6 ¥xf6 23.£xc8++−] 22.¦xd5 El ¤ danzarin fue finalmente
capturado. 22...£c6 Defiende c8 y guarda una pequeña esperanza. 23.¦d6! Otro presente griego. [Hay que tener
cuidado porque falla 23.¦c5? ¥xd4+!] 23...£e8 Otra vez la debilidad de c8. 24.¦d7 El fin. 1-0
1.e4 Mikahil Botvinnik solìa usar el § rey en esos años. Luego lo abandonó casi definitivamente, salvo para jugar
contra rivales inferiores decían; esta leyenda, apócrifa seguramente, recuerda una graciosa anécdota; en la Olimpiada
de Leipzig, en 1960, al GMI radicado en Argentina, Erich Eliskases, le tocaba enfrentar con negras a Botvinnik. El
analista de equipo, don Julio Bolbochán, otro gran maestro, le sugirió mirara algo contra el peón rey; Don Erich,
descartó de plano la idea: "No, no, él sólo juega el § rey contra rivales que considera inferiores".Al día siguiente,
Botvinnik iniciaba avanzando su § rey 2 casillas...
1...c6 Varios años después, Botvinnik supo defender exitosamente los colores de la Caro Kan, sobre todo en sus
matches por el titulo mundial. La sólida defensa le dio buenos dividendos, sobre todo para frenar al creativo "Mago de
Riga", Mikhail Tal.
2.d4 La ocupación del centro es reconocida como la variante más prometedora. Algunos maestros han ensayado no
definir el peón dama y desarrollar ambos caballos: [2.¤c3 d5 3.¤f3 ¥g4 4.h3 ¥xf3 5.£xf3 e6 6.£g3 ¤f6 7.exd5 ¤xd5
8.¥c4 £d6 9.¤e4 £xg3 10.fxg3 ¤d7 11.d4 ¤7f6 12.¤xf6+ ¤xf6 13.0-0 ¥d6 14.g4 0-0 15.¥e3 ¦ac8 ½-½
Spielmann,R−Flohr,S/Bled 1931] 2...d5 La idea motriz de las defensas del negro pasan por la disputa de la presencia
central y para ello apoyan el § dama con su colega de c6. En ese sentido comparten con la Francesa la presión sobre
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el cuadro e4; la diferencia radical con la defensa de los galos es que no se encierra el ¥ dama; la desventaja es que
debe abandonarse el centro en muchos casos.
3.exd5 El ruso tenía mucha fe en este cambio seguido por c4, denominado en esa época Ataque Panov y hoy
Botvinnik−Panov. Según cuenta él mismo, en su libro del match con Salo Flohr, publicado por Inforchess en la IM 14,
estudió especialmente este sistema. 3...cxd5 Contrariamente a lo que se piensa, la captura de £ en d5 puede no ser
tan mala, sobre todo pasando a una Defensa Escandinava. Pero lo lógico y consecuente es retomar con §. [3...£xd5
4.¤f3 ¥g4 5.¥e2 ¤f6 6.0-0 e6 7.c4 £d8 8.¤c3 ¥e7 9.¥e3 0-0 10.h3 ¥h5 11.£b3 £b6 12.£c2 ¥g6 13.¥d3 £c7
14.¦ad1 ¤bd7 15.¦fe1 ¥d6 16.¥xg6 hxg6 17.¥g5 ¦fe8 18.¤e4 ¥f4 19.¥xf6 gxf6 20.£a4 f5 21.¤c3 ¤b6 22.£b3 ¦ad8
23.¤a4 ¤xa4 24.£xa4 a6 25.d5 exd5 26.¦xe8+ ¦xe8 27.cxd5 ¦d8 28.dxc6 ¦xd1+ 29.£xd1 £xc6 30.£d8+ ¢h7
31.£h4+ ¥h6 32.¢h2 £c1 33.g4 fxg4 34.hxg4 £f4+ 35.¢g2 ¢g8 36.b3 ¢g7 ½-½ Radulov,I−Kagan,S/Krakow
1964/EXT 2000]
4.c4 Con esto queda constituido el Ataque en cuestión. El blanco mina la presencia central negra y se crea un §
aislado, llamado también PDA (IQP en inglés), un tema que durante años obsesionó a los teóricos. 4...¤f6 Como la
idea es no encerrar el ¥, mal podría el negro jugar e6. De lado se deja la captura 4...dxc4 que desarrolla gratis el ¥ de
f1. 5.¤c3 Metiendo más presión sobre d5. 5...e6 Finalmente Budo juega su § rey; la evolución de la variante indica
que esta jugada no es mala; es más, para Botvinnik es mejor que ninguna y reduce la cuestión a los gustos
particulares. Se ha ensayado jugar 5...¤c6. [5...¤c6 6.¤f3 ¥g4 7.£a4 ¥xf3 8.gxf3 ¤d7 9.cxd5 ¤b6 10.£b3 ¤xd4
11.£d1 ¤f5 12.¥h3 g6 13.£d3 ¥g7 14.¥d2 ¤d4 15.0-0-0 ¤xd5 16.¥e3 ¤xe3 17.fxe3 ¤c6 18.¥d7+ ¢f8 19.¢b1 £b6
20.f4 ¦d8 21.£c2 ¥f6 22.¤d5 £xb2+ 23.£xb2 ¥xb2 24.¥xc6 bxc6 25.¤b4 ¦b8 26.¤xc6 ¦b6 27.¢c2 ¥a3 28.¤xa7
¢g7 29.¦d3 ¦b2+ 30.¢c3 ¦b7 31.¤c6 ¦c8 32.¢d4 ¦d7+ 33.¢c3 ¦xc6+ 34.¢d2 ¥b4+ 35.¢e2 ¦c2+ 0-1 Prins,L−
Pomar Salamanca,A/London 1946] 6.¤f3 Recién sale el corcel a f3, ahora que el ¥ contrario ha visto frustrada sus
intenciones de dormir fuera de casa. Como recomiendan los clásicos, primero se desarrollan los caballos y luego los
alfiles. 6...¥e7 Preparando el rápido enroque poniendo el rey en seguridad. 7.¥g5 Despeja c1 para la ¦, presiona
indirectamente sobre d5, permite la comunicación de las piezas pesadas y no quiere mover el ¥ rey por si captura c4
el negro. 7...dxc4 También es posible, y probablemente mejor, el enroque: [7...0-0 8.cxd5 ¤xd5 9.¥xe7 ¤xe7 10.¥d3
¤d7 11.0-0 ¤f6 12.£e2 ¥d7 13.¤e5 ¥c6 14.¦ad1 £b6 15.¤c4 £c7 16.£e5 £d7 17.£g3 ¦fd8 18.¦fe1 ¦ac8 19.£h4
¤ed5 20.¦e5 h6 21.¤e4 ¤xe4 22.¦xe4 ¤f6 23.¦e3 ¥b5 24.b3 ¥xc4 25.bxc4 £a4 26.¦de1 £xa2 27.h3 £b2 28.d5
exd5 29.¦b1 £d2 30.¦xb7 dxc4 31.¥f5 £d1+ 32.¢h2 £d6+ 33.¦g3 ¦c5 34.¥c2 ¤h5 35.£e4 f5 36.£h4 ¤xg3 37.fxg3
¦d7 38.¦b1 £e5 39.¦f1 ¦f7 40.¦f4 g5 0-1 Frog,I−Dragomarezkij,E/Moscow 1998/EXT 2000] 8.¥xc4 Diagrama
XABCDEFGHY
8rsnlwqk+-tr(
7zpp+-vlpzpp'
6-+-+psn-+&
5+-+-+-vL-%
4-+LzP-+-+$
3+-sN-+N+-#
2PzP-+-zPPzP"
1tR-+QmK-+R!
xabcdefghy
El ¥ salió de una; esto representa una pequeña concesión del segundo jugador. En verdad, el avance c5 está latente
12.¦ad1! Una jugada muy fuerte, cuyo objetivo es incorporar la batería pesada al teatro de operaciones que se
generará en el flanco rey. [No es tan feliz 12.¤e5 porque el cambio en c6 no mejora la posición negra. 12...¦c8
(12...¥c6!? 13.¤xc6 bxc6 Éste § es más sólido que su rival de d4 al estar más cerca de la base. 14.¦fd1 ¤fd5
15.¥xe7 ¤xc3 16.bxc3 £xe7 ½-½ Stahlberg,G−Kieninger,G/Ljubljana 1955/EXT 2001) 13.¦fe1 ¤fd5 14.¤xd5 ¥xg5
15.¤xb6 axb6 16.¤xd7 £xd7 17.£g4 £d8 18.¦xe6 fxe6 19.¥xe6+ ¢h8 20.¥xc8 ¦f3 21.£e6 ¦f6 22.£d7 £xd7
23.¥xd7+− 1-0 Ivkov,B−Darga,K/Bled 1961 (46)] 12...¥c6 Sigue con la idea. [En una partida de Tal, se prefirió
12...¤bd5 y luego de 13.¤e5 ¦e8 14.¦fe1 Observar la disposición de pìezas 14...¥c6 15.¦d3 Se comprende la idea
de traer la ¦ dama. 15...¤xc3 16.bxc3 ¤d5 Un intento de más simplificación que recibe justo castigo, pero es
necesario ver una jugada clave más adelante: 17.¤xf7! ¢xf7 18.£xe6+ ¢f8 19.¥c1!! Precisamente esta retirada es
mortal. 19...¥f6 20.¥a3+ ¦e7 21.¦e4 ¢e8 22.¥xe7 ¤xe7 23.d5 ¥b5 24.d6 ¥xd3 25.d7+ £xd7 26.£g8# 1-0 Tal,M−
NN/Riga (sim) 1958. "Una maravilla, Goyo."]
13.¤e5 El caballo ocupa elk puesto avanzado y la ¦ defiende d4. Esta pequeña diferencia hace todo un efecto
dominó. 13...¥d5 Según Botvinnik, una decisión desafortunada. El cambio en d5 es una amenaza que se producirá en
el momento oportuno y no hacía falta provocarlo. [13...¤bd5 14.¤xc6 bxc6 15.¤a4 h6 16.¥d2 ¥b4 17.¤c3 a5 18.¦c1
£b6 19.¦fd1 ¦fd8 20.£f3 ¦ac8 y el blanco está mejor, como en Kortschnoj,V−Arbakov,V/Paris 1995 1-0 en 72.]
14.¥c2 Ahora se aprecia que el ¥ en d5 está molestando. 14...¤fd7 Budo intenta simplificar para debilitar el ataque.
Los caballos negros están cada vez peor. 15.¥f4!
Por supuesto que el blanco ni piensa en cambiar dando más espacio al defensor. 15...¤xe5 La concesión final. Ya no
hay más peón débil, ni casilla fuerte y las piezas blancas están mucho mejor dispuestas, con más espacio, con lo que
las chances de ataque se incrementan en vez de aminorarse. 16.dxe5 La casilla e4, la movilidad de las torre, son
ventajas apreciables. 16...¥g5 Tratando de aliviar y mejorar las piezas. 17.£h5 Diagrama
XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+(
7zpp+-+pzpp'
6-sn-+p+-+&
5+-+lzP-vlQ%
4-+-+-vL-+$
3+-sN-+-+-#
2PzPL+-zPPzP"
1+-+R+RmK-!
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Lo mas efectivo, amenazando mate y el ¥. [17.¥xg5 £xg5 18.f4 £e7±] 17...h6 Obligada para detener ambas
amenazas.
18.¥g3 Ahora menos hay que cambiar, obigaria al cambio de damas tambien. [18.¥xg5 £xg5 19.£h3 f5²] 18...£c7
No hay mucho y el negro intenta defender por la segunda horizontal. Veamos una variante: [18...g6 19.¥xg6 fxg6
20.£xg6+ ¢h8 21.f4 ¦g8 22.£h5+−]
19.h4! Diagrama
XABCDEFGHY
8r+-+-trk+(
7zppwq-+pzp-'
6-sn-+p+-zp&
5+-+lzP-vlQ%
4-+-+-+-zP$
3+-sN-+-vL-#
2PzPL+-zPP+"
1+-+R+RmK-!
xabcdefghy
El avance justo. El § f molestaría al pasaje de torres. 19...¥d8 [19...g6 20.¥xg6 (Me gusta más 20.£g4!?
manteniendo el ataque.) 20...fxg6 21.£xg6+ £g7 22.£xg7+ ¢xg7 23.hxg5 hxg5+−] 20.¦d4 Y la torre va en busca de
su triunfal destino: el remate de la partida. 20...£c5 La £ trata de ubicarse en una posición expectante por la diagonal.
21.¦g4 La amenaza principal es £xh6, pero nunca hay una sola amenaza 21...f5 Cerrando en lo posible o
despejando f8. [Falla 21...¢h8 por 22.¥f4 £e7 23.¥xh6 (23.¦xg7 £xh4) 23...£xh4 24.¥xg7+ ¢g8 25.¥h7#] 22.exf6
¦xf6 23.¥e5 [23.£e8+ £f8! (23...¦f8? 24.¦xg7+ ¢xg7 25.£g6+ ¢h8 26.£h7#) ] 23...¥c6 Un error, pero no hay nada
que permita defender exitosamente. 24.¦xg7+! Ganando la £ si capturan. 1-0