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Nahúm Benjamín, Manual de historia del Uruguay, 1903 – 1990, Ed.

De la Banda
Oriental, 1998

Primera presidencia de José Batlle y Ordoñez, 1903 - 1907

Realizaciones de la primera presidencia

La mayor parte del esfuerzo se dedicó a asuntos políticos, sobre todo el levantamiento
de 1903 y la revolución de 1904.

En el plano económico:

En 1905 el ejecutivo contrae un empréstito de Vialidad y Obras Publicas por 3 millones


de pesos y los destina a la construcción y mejora de caminos de la campaña. Se dicta una
ley que favorecía la plantación de remolacha y la producción de azúcar. Las personas
que quisieran emprenderlas recibirían del estado varias primas anuales, semillas
seleccionadas, exención de impuestos y una fuerte barrera contra el azúcar extranjero. Se
trataba de favorecer el surgimiento de una industria nacional y disminuir la dependencia
externa. Ese año el estado aumento el capital y amplió las obras de la Usina de Luz.

Financieramente se buscaba lograr la paulatina independencia del financiamiento


inglés.

En el plano educativo

El Estado amplió su esfera de acción. En 1903 se creó la Facultad de Comercio (futura


Ciencias económicas) y en marzo de 1907 la Facultad de Veterinaria y Agronomía. Se
trataba de tecnificar el comercio y el agro desviando a los hijos de estancieros de las
tradicionales carreras de abogado y médico. También se proyectó la instalación de 10
liceos departamentales, procurando otorgar en el interior de la republica elementos de
cultura superior. El objetivo era crear una cultura media no universitaria, para que surgiera
una clase media ilustrada que comprendiera a la elite doctoral pero que no estuviera
dispuesta a imitarla.

En el plano social:

En los primeros años del silgo XX se estaba desarrollando en Montevideo un


movimiento obrero de importancia que respondía al crecimiento y diversificación
constante de las industrias y a la penetración de la ideología anarquista, que le dio su
primera organización en gremios y sindicatos. Progresivamente, los obreros hicieron
sentir sus reclamos de mejoras de salarios y disminución de las largas jornadas de
trabajo. Numerosas huelgas se realizaron en 1905 que paralizaron a varios miles de
trabajadores: la del Ferrocarril Central, la de tranviarios, la de zapateros y la de portuarios.
La ley de residencia Argentina provocaba la huida de anarquista hacia las costas
uruguayas que predicaban y lograban la adhesión de los gremios.

En 1906 el presidente envió un proyecto a la Asamblea General en el que se regulaban


las horas laborales y otras cuestiones de importancia como las edades, no se concretó.
En el plano doctrinario

En este periodo presidencial ya empiezan a manifestarse las ideas filosófico-religiosas


de Batlle y Ordoñez. Partidario del racionalismo espiritualista (influenciado por el
krausismo) era contrario a todas las religiones reveladas y especialmente al catolicismo,
que predominaba en el país. Algunas de las medidas que se tomaron durante este
periodo de gobierno fueron claras expresiones de esta posición. En 1905 se presenta un
proyecto de ley sobre divorcio que causo enorme revuelo en la sociedad montevideana. Al
año siguiente el gobierno ordenó el retiro de las imágenes religiosas de los hospitales
públicos. En 1906 se prohíbe la pena de muerte.

En el plano político

En este plano la tarea fue absorbida por los levantamientos armados producidos por la
política exclusivista de partido desarrollada por Batlle y la negativa del Partido Nacional de
seguir aceptando su continua marginación del Gobierno. Los pactos de 1872 y 1897, al
concederles Jefaturas Políticas Departamentales, les aseguraban a los nacionalistas
cierta representación en las Cámaras Legislativas.

Sin embargo, ese principio de coparticipación del Poder no alcanzó a satisfacer a un


partido que se consideraba la mitad del país y que cada vez soportaba menos las
impurezas del sufragio y las elecciones dirigidas por el gobierno. El Partido Nacional
estaba seguro de alcanzar el gobierno pacíficamente si se cumplían esas condiciones,
pero para imponérselas al Partido Colorado debió recurrir a las armas. La violencia que
tuvo la revolución no se explica solo por motivos políticos sino por un encuentro con una
realidad económico-social que le sirvió de base a la miseria rural.

Como causas de la revolución podemos señalar que los cambios introducidos en la


actividad ganadera por la modernización provocaron una fuerte desocupación en el
campo. La miseria y el fervor encontraron su cauce en una vida política dominada por la
lucha de una Partido que quería alcanzar el Gobierno contra otro que no lo quería ceder.
La gran conmoción de la Revolución se explica entonces por qué se conjugaron la miseria
rural y la lucha política: la primera dio hombres a la segunda y esta elevó la estatura moral
del paisanaje dándole objetivos políticos.

Apenas asumida la presidencia, Batlle y Ordoñez designó a los Jefes Políticos


Departamentales sellando un acuerdo con los blancos mediante el cual se le otorgarían 5
departamentos al partido opositor. Sin embargo, el enfrentamiento era inevitable .Por un
lado, Batlle y Ordoñez no quería seguir tolerando la partición política entre Montevideo y
la Estancia del Cordobés (residencia del caudillo nacionalista Aparicio Saravia) y, por otro
lado, el Partido Nacional no estaba dispuesto a que se le siguiera marginando del
gobierno por el fraude electoral.

Cuando desde presidencia se quiso recomenzar a un grupo que mostro su apoyo con
dos de las seis jefaturas que correspondían al Partido Nacional por el Pacto de la Cruz
(1897), Aparicio Saravia se alzó en armas en marzo de 1903. Como el gobierno no quería
el enfrentamiento se llegó a un acuerdo.
Sin embargo, cuando frente a un incidente fronterizo con Brasil el gobierno central
envíe dos regimientos a un departamento de jefatura blanca, Saravia considero que se
había violado el acuerdo previo.

El 1 de enero de 1904 Aparicio Saravia se levantó en armas con unos 15.000 hombres,
mientras que gobierno mando a unos 30.000 hombres muy bien armados. El gobierno
disponía de dinero y recursos técnicos novedosos como el ferrocarril y el telégrafo. La
guerra duró hasta el mes de septiembre y abarcó a buena parte de la Republica y fue muy
destructiva en hombres. Batlle estaba decidido a derrotar militarmente la insurrección para
impedir la continuación del dualismo del poder entre Montevideo y el Cordobés. El 24 de
septiembre se firmó la Paz de Aceguá entre el gobierno y los revolucionarios. Sus
cláusulas establecían la amnistía general y un compromiso de reforma constitucional que
pacificara la nación

Algunas consecuencias políticas de la Revolución de 1904

a) Consolidación de la unidad del Estado: el triunfo implicó la finalización de la política


de coparticipación a nivel de los gobiernos departamentales, la consolidación del poder
central y la unificación política y administrativa del país.

b) Gobierno excluyente de partido: Batlle, vencedor de la guerra civil, dejo de lado la


coparticipación con el Partido Nacional. Su programa de gobierno se cumplía con
hombres de su partido.

c) Reforma electoral: se buscó una nueva reglamentación electoral en 1904 con el pro-
pósito de aumentar la representación del partido mayoritario y disminuir la del partido
minoritario (blancos). Se aumentó el número de diputados y siete departamentos eran
accesibles a los nacionalistas con el tercio de los votos.

Presidencia de Claudio Williman, 1907-1911

Williman temía que la continua abstención del Partido Nacional pudiera desembocar en
una nueva revolución. Para evitarla, se dictaron dos leyes electorales: en 1907 y 1910. La
primera corregía el número de bancas por departamentos. Aunque la situación mejoraba
lejos estaba de ser justa. Insatisfechos, los nacionalistas se manifestaron dispuestos a la
abstención. En 1910 se establecía la representación proporcional para los departamentos
más poblados. Pero esta ley no se aplicaría para las elecciones de ese año, lo que llevo,
junto al hecho de una nueva candidatura de Batlle, de nuevo a la abstención nacionalista.
Esto es aprovechado por nuevos partidos politicos. Durante este periodo aparecen con
representación parlamentaria grupos hasta entonces excluidos del poder: el Partido
Liberal y el Partido Socialista.

Movimiento armado de 1910

En 1910 la insatisfacción provocada por las nuevas leyes electorales y la proclamación


de Batlle y Ordóñez para el periodo presidencial de 1911-1915 provocaron que el Partido
Nacional se levantara nuevamente en armas. Fueron nuevamente aplastados por las
fuerzas del gobierno y se los eximió de responsabilidades a los civiles y militares que
participaron en el levantamiento.

Actividades durante el gobierno de Williman

 Se llevó a cabo una escrupulosa administración de los dineros públicos,


obteniéndose un superávit en los presupuestos estatales; ante la colocación de
un empréstito exterior (1909) se dio una puja entre diversos bancos
interesados.
 1908: se realiza un censo de población, que no se realizaba desde1860.
 1907: Compra de la compaña telegráfica
 1909: Inauguración y nacionalización del puerto de Montevideo. Instalación de
red de telefonía estatal.
 1909: Ampliación de redes de caminos nacionales y construcción de puertos a
través de empréstito colocado en Paris.
 Modernización estructura administrativa: Reorganización de los ministerios.
Surgieron así los ministerios del Interior, el de Instrucción Pública, el de
Industria y Trabajo y el de Obras Públicas.
 1909: Quedó suprimida la enseñanza religiosa en las escuelas públicas.
 En el plano social casi desaparecen las iniciativas legislativas. Se dictaron
severas órdenes a la policía para frenar a los movimientos huelguísticos. Único
proyecto de ley de carácter social/laboral: responsabilidad civil al patrón sobre
accidentes laborales.

Segunda Presidencia de J. Batlle y Ordoñez (1911-1915)

Batlle era un ideal reformista, evolucionista, que negaba la violencia y la revolución.


Concebía al hombre capaz de realizar todos los cambios sociales necesarios dentro de
una estructura liberal y democrática. Las decisiones de la mayoría dentro de este marco
de pensamiento eran obligatorias para la minoría.

Durante toda la presidencia de Williman, Batlle estuvo por Europa. En Francia


presencio la política anticlerical de la tercera República, como así también la
intensificación de las demandas obreras. Su idea era que una firme intervención del
Estado al respecto podía evitar los enfrentamientos sociales.

En este sentido, negaba la lucha de clases, que implicaba darle a la política un tono
violento y, a la vez, la identificación de un partido político con una sola clase social. El
Estado, como órgano representativo de toda la sociedad, debía actuar como árbitro y
componedor en las disputas que el progreso económico podría aparejar. Al actuar como
árbitro la justicia debía inclinarlo siempre a la protección de los más débiles de la
sociedad.

El 1 de marzo de 1911 Batlle fue elegido nuevamente presidente por los 96


legisladores presentes en la Asamblea General.

Política
Para Batlle el sufragio universal era el camino hacia la justicia. Creía que el voto era
mucho más eficaz que la revolución. De esta convicción salen sus iniciativas de otorgar el
sufragio a la mujer, a los inmigrantes de residencia, y la idea de establecer el plebiscito.
Entendiendo así el sufragio, la organización política de la sociedad debería completarse
con dos reformas: en el Estado y en el partido.

En relación a las ideas sobre el Estado Batlle pensaba que la Presidencia de la


Republica debía ser remplazada por un Ejecutivo Colegiado que alejara para siempre los
peligros de una dictadura personal que arrasara con los derechos del pueblo. Su ideal era
el estado laico. Para que la democracia fuera una realidad en la vida del pueblo, y no una
mera formalidad en la organización del poder político, Batlle estimaba necesario que el
ciudadano fuera instruido y tuviera intervención directa en la vida pública. Solo el hombre
culto podía ser un ciudadano apto.

Logrado esto el ciudadano debía poder pesar en las decisiones de gobierno,


entendiendo por esto la participación continuada y persistente del ciudadano en la vida
política. Para ello el camino eran los partidos políticos. Por ello busco la democratización
del Partido transformando su estructura: clubes seccionales, comités departamentales,
comisión nacional, comité ejecutivo nacional, Convención del Partido, en los cuales se
pediría cuentas de sus actos a los gobernantes partidarios. El partido controlaría que sus
hombres en el gobierno cumplieran con los programas. Idea del mandato imperativo.

Economía

El Estado debía multiplicar su acción también en la economía, campo reservado a la


iniciativa privada. El Estado debía estar allí donde la iniciativa privada fuera débil por poca
rentabilidad y contrarrestando el predominio de empresas extranjeras que extraían la
riqueza de la nación para enviarla al exterior. Esta era la base ideológica de su
intervencionismo económico: nacionalización de servicios públicos esenciales,
proteccionismo aduanero, estatización de créditos.

Actividad del gobierno en el plano social

En 1911 se vio un aumento de las tensiones sociales y aumento de las huelgas


generales y parciales, todo aquello que Batlle pensaba desde Europa que había que
prevenir. Las condiciones generales de la vida obrera eran sumamente precarias, los
horarios de trabajo se caracterizaban por extensísimas jornadas.

Frente a esto, el presidente Batlle retomo el proyecto frenado en su primera


presidencia, buscando ahora hacer efectiva la ley de 8 horas de trabajo, prohibiendo el
trabajo a menores de 13 años, 40 días de descanso por embarazo, un día libre cada seis,
inspectores que vigilarían el cumplimiento de la ley. La ley definitiva recién se aprobaría
en 1915 bajo Feliciano Viera. Empresarios industriales y comerciantes presentaron una
carta a la Asamblea General mostrando su disconformidad y preocupación.

También se dicta una Ley sobre prevención de accidentes de trabajo. Otros proyectos
de Ley: pensiones a la vejez y la Ley sobre diversos problemas de trabajo, la cual
establecía que todas las cláusulas del contrato de trabajo serian materia de acuerdos
colectivos sindicatos empresarios y delegados de sindicatos obreros; y el proyecto de Ley
sobre la indemnización por despido.

Actividades en el plano económico: estatismo y nacionalización

El principio ideológico era que los servicios públicos esenciales debían estar en manos
del estado por varias razones. El estado era el organismo representativo de la sociedad,
es decir, de todas las clases sociales y estaba por encima de sus disputas. El estado
debía intervenir allí donde el capital privado fuera indeciso o temiera perder dinero, porque
no estaba guiado por el afán de lucro sino de servicio público. El estado tenía el deber de
sustituir en lo posible a las empresas extranjeras que se llevaban las ganancias fuera de
las fronteras debilitando así al país.

Siendo que el capital extranjero residente en el Uruguay era muy poderoso, en especial
el inglés, el batllismo prefirió en algunos casos no enfrentarse directamente, sino rodearla,
haciéndole competencia.

1911-1913, Estatización del Banco de la Republica: junto a la creación de la Sección


de Crédito Rural, destinada a la financiación de pequeños y medianos ganaderos y
agricultores

1912, Estatización del Banco Hipotecario: hasta el momento el dinero en circulación


estaba en manos de fines puramente especulativos y de lucro fácil. El Estado busca
acabar con eso y poner fin también a maniobras bursátiles.

Lucha contra el capital extranjero

Aquí había un doble objetivo: bajar los precios de los servicios en manos extranjeras; e
impedir o dificultar la salida de capitales del país. Su política fue nacionalizando
actividades o empresas.

Banco de Seguros del Estado, 1911

A tal fin el Estado se hizo cargo en 1911 de todos los seguros que se realizaran en el
país: Banco de Seguros del Estado. Las resistencias que levanto fueron tan fuertes que
se detuvo el monopolio estatal y las compañías inglesas siguieron operando.

Ferrocarriles del estado, 1915

Aunque la Administración de Ferrocarriles del Estado es de 1915 bajo Feliciano Viera,


sus antecedentes son de Batlle. Para esa época las líneas férreas uruguayas estaban
íntegramente en manos inglesas. Además, el Estado garantizaba un interés mínimo del
3.5 % cada 1700 km, el servicio era malo, y las ganancias se iban todas a las casas
matrices.
Uno de los medios para combatir esto fue la creación de carreteras paralelas a las vías
férreas, a fin de canalizar por otros medios la producción agropecuaria del interior, lo que,
a su vez, obligaba a bajar el precio del transporte férreo.

El otro recurso fue crear los ferrocarriles estatales. En 1912 se aprobó la formación de
un fondo permanente para la construcción de ferrocarriles nacionales.

Otra iniciativa fue en 1914, donde se autorizaba al Ejecutivo a adquirir acciones del
Ferrocarril y Tranvía del Norte que estuvieran en manos de particulares. Esta compra era
importante ya que el ferrocarril entraba a Montevideo, rompiendo con el monopolio del
acceso a la capital que tenía el Ferrocarril Central en manos de ingleses.

Marina Mercante, 1911

Otra sangría importante para el Estado la representaba los pagos de fletes marítimos
utilizado por la producción agropecuaria, como así los que se gastaban en la importación
de carbón.

El gobierno tuvo la iniciativa de poner un crédito para adquirir una serie de barcos para
el transporte hacia Europa de los productos agropecuarios y su regreso con carbón.
Finalmente fracasaría debido a la conmoción económica de la preguerra en 1913, que
derivaría en una caída de los ingresos.

Si se pudo implementar una bandera uruguaya para la navegación de cabotaje y el


comercio entre puertos de la república.

Monopolio del alcohol y del tabaco, 1912 – 1913

El proyecto presentado en este sentido se vio detenido porque la presión de un


fabricante francés logro la intervención de la Legación Francesa en su favor. Respecto al
tabaco también fracaso pero por la misma crisis ya nombrada.

Monopolio de la energía eléctrica, 1912

La Usina Eléctrica de Montevideo era administrada por el Estado desde 1906. Pero en
1912 reorganizo completamente su servicio y la transformo en “Usinas Eléctricas del
Estado”, fundando un nuevo monopolio con la generación y distribución de energía.

Actividad del gobierno en el plano rural

Latifundio y minifundio en la época

En el Uruguay de principios de siglo XX había una evidente concentración de la gran


propiedad en muy pocas manos. Pero otro problema lo representaba el minifundio, ya que
su productividad era muy baja al ser inadecuados los pequeños predios para el empleo de
maquinaria agrícola, abonos, semillas, riego, etc.

Todas las mejoras necesarias, al latifundista no le interesaban, ya que sus ganancias


seguían siendo grandes debido a la extensión de sus tierras.
Debate sobre el problema de la tierra

Tanto Batlle como su partido enfrentaron esta problemática solo parcialmente. Algunos
resaltan el carácter del propio Partido Colorado la causa de su timidez ante la
problemática agraria. Integrado sobre todo por clases medias urbanas eran sumamente
respetuosos por el derecho de propiedad privada.

Quizá pudo haber influido también una motivación política: un ataque al latifundio
hubiera podido volcar a los ganaderos masivamente al Partido Blanco.

Planes para enfrentar los problemas de la tierra

Se dieron dos tipos de intentos: el impuesto extensivo a la mayor extensión de la


propiedad junto a un recargo de impuestos de herencia; y planes de colonización.

Respecto a esta última, el gobierno se propuso comprar tierras que se fraccionarían y


revenderían a través del Banco Hipotecario. Este plan se llevó a cabo, aunque de modo
muy modesto.

Respecto a los impuestos sobre la tierra, los largos debates aplazaron la reforma.

Tecnificación del medio rural: ayuda del Estado

Para el perfeccionamiento de las razas animales, que conducía al frigorífico en


detrimento del saladero, se consideraba imprescindible formar técnicos. Para ello, el
Estado disponía de las recientemente creadas Facultades de Agronomía y Veterinaria. En
el mismo sentido se crearon tres estaciones agronómicas en 1911: una especializada en
fruticultura, otra en lechería y la tercera en ganadería.

Siguiendo todo este plan, se va a tratar de crear un frigorífico estatal en 1911, ya que el
único existente era poco moderno. Pero en la misma fecha se instaló un frigorífico
estadounidense, Swift, que llevo a la modernización de la otra planta y a suspender el
proyecto.

Actividad del gobierno en el plano industrial

En 1912 se fundan los tres institutos que introducen al Uruguay en el sector industrial.
El Instituto de Geología y Perforaciones, para liberar al país de su dependencia energética
a partir de la búsqueda de sus propios recursos; el Instituto de Química Industrial, cuyo
objetivo era industrializar la fuente energética hallada por el anterior instituto; y el Instituto
de Pesa, a fin de industrializar el pescado y abaratar su consumo.

Actividad del gobierno en el plano educativo

Los principios eran dos: extender la educación al mayor número posible de personas y
reafirmar la gratuidad de la enseñanza.

El problema de la gratuidad se presentaba solo en la Enseñanza Secundaria y


Universitaria, ya que se cobraban derechos de inscripción y aranceles por cada examen,
provocando que solo los hijos de la clase media acomodada y alta estén en condiciones
de acceder a la educación. El proyecto establecía la exoneración de todo pago. El déficit
era compensado con un recargo en la Contribución Inmobiliaria de propietarios
ausentistas.

En el ideal político y humanitario de Batlle la enseñanza secundaria era una escuela de


ciudadanía que debía ser universal, así como la primaria. La preocupación por elevar el
puesto de la mujer en la sociedad también halla aquí un exponente, implantando la
sección femenina de enseñanza secundaria y preparatoria en 1912.

Con estas preocupaciones de fondo es que se habilita la creación de liceos


departamentales en el interior de la república. La finalidad: extender la educación y evitar
el desarraigo.

También se dio un pequeño pero importante avance en educación física y en


educación artística y musical.

Hacia la reforma de la Constitución

Inadecuación de la Constitución de 1830

El país había cambiado mucho desde su primera Constitución, pero esta había
permanecido intacta; hechos nuevos hacían chirriar un engranaje constitucional que no
los había previsto.

El concepto de la democracia y el estado se había transformado. Ya nadie consideraba


admisibles las limitaciones que la vieja Constitución oponía al sufragio. Era necesario para
que los partidos políticos se consolidaran y la mención del derecho de asociación y
reunión no figuraba en la constitución.

El estado “juez y gendarme”, típico exponente del pensamiento político liberal de la


primera mitad de siglo pasado, ya había dejado pasar al Estado interventor.

Muchos cambios necesitaban ser plasmados en un nuevo texto constitucional. Por ello
la Asamblea General convoco a elecciones para una Convención Constituyente.

Las ideas de reforma de Batlle y Ordoñez

Las ideas propuestas por el presidente eran, en lo fundamental, la sustitución de la


Presidencia de la Republica por una Junta de Gobierno integrada por nueve miembros, un
Ejecutivo Colegiado, de nueve años de duración y cada año se debe renovar un miembro,
pero todos los miembros serian de la lista triunfadora.

El temor que siempre expreso Batlle era que el poderío de un Ejecutivo unipersonal
terminara en dictadura. Además, creía que ninguna política podía desarrollarse en un
corto plazo de cuatro años.

Los partidos frente a las elecciones constituyentes


Las ideas batllistas plasmadas en sus reformas económicas y sociales provocaban
muchos recelo entre los sectores más acomodados. Entre estos sectores conservadores
había integrantes de los dos partidos tradicionales, blancos y colorados. Lo que colmo su
desapego y volcó a una decidida oposición fue el problema político del Colegiado.

En el Partido Colorado se produjo una escisión de parte de los mismos que ya miraban
con recelo sus reformas sociales. Varios senadores fundarían en 1916 el Partido Colorado
General Rivera, y se los conocería con el nombre de riveristas. Con ello expresaban un
deseo de volver a las fuentes coloradas puras, la ortodoxia partidaria. Muchos colorados
conservadores encontrarían allí su espacio para frenar a Batlle.

El Partido Nacional siempre había sido oposición a Batlle. La clásica popularidad de los
nacionales en la campaña se reforzaba por la desconfianza de la gente del campo hacia
esas innovaciones “urbanas”, y la limitada política batllista con relación al campo tampoco
genero muchos partidarios.

Esa oposición a Batlle le dio al Partido Nacional un amplio respaldo de los


conservadores de la ciudad y del campo, lo que le permitió convertirse en un formidable
opositor a la idea batllista del colegiado. Los únicos que respaldaban el proyecto eran los
propios batllistas.

Elección de la Convención Constituyente, 1916

La ley de elección para la constituyente incluía tres novedades: el voto secreto, la


representación proporcional no integral, y el sufragio universal masculino, muchos de los
reclamos del Partido Nacional.

La campaña fue muy agitada, con la aprobación o no se jugaba la línea política de


Batlle, quien solo obtuvo apoyo del Partido Socialista, aunque solo porque este era anti
presidencialista.

En la elección definitiva tuvo mucho peso la campaña realizada por los sectores
conservadores de hacendados, quienes presionaron al mundo rural a votar contra el
colegiado, contribuyendo así a la derrota de Batlle.

Se presentó a votar casi un 10 % de la población, todo un record en relación a


cualquier otra elección, y el 65 % del padrón inscripto. En este sentido, fue todo un triunfo
como elección popular. La derrota batllista puso de manifiesto el carácter urbano del
partido.

Tras la derrota, Batlle tuvo que empezar a negociar y llegar a compromisos para hacer
pasar algunas de sus reformas. El viraje final lo daría su sucesor, Feliciano Viera, quien
plantea la necesidad de un “alto” en el reformismo social, constituyendo un compromiso
con la clase conservadora para tranquilizarlas.

Pero lo curioso fue que al año siguiente se hicieron elecciones legislativas, y salió
ganador el batllismo. Las elecciones de 1917 originaron una situación anómala y
peligrosa. Las Cámaras tenían mayoría colegialista y estaban decididas a favor de la
reforma, pero la Convención tenía mayoría anticolegialista y estaba decidida a impedirla.

Para forzar una transacción, Batlle amenazó con presentarse a las próximas
presidenciales, lo que llevo a la negociación entre ambos sectores para encontrar una
fórmula de compromiso.

Finalmente se proponía un Poder Ejecutivo desempeñado por un presidente y un


Poder Administrador ejercido por un Consejo de Estado de nueve miembros. Sobre esa
base se arribó a un texto constitucional aprobado en 1917, sometido a decisión
plebiscitaria. Aprobada, comenzó a implementarse en 1919.

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