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ESTO ES LO QUE DEBES SABER

ANTES DE APRENDER VIOLÍN


April 11, 2019 ALEJA GONZALES

Si estás aquí, es porque seguramente has sido atrapado por el encanto que tienen los
violines. Este lindo instrumento tiene una magia única que vive al momento que alguien lo
toca; es tan especial, que pareciera que el alma se despierta al escuchar las cuerdas
vibrando.

Si te atreves a comenzar este camino, debes saber que está lleno de retos para superarse y
aprender de sí mismo; es una enseñanza dedicada a los valientes, de esos que no se rinden y
que saben que este camino no tiene fin, ¡pero que sí está lleno de satisfacción!

A continuación, déjame contarte algunas cosas acerca del violín…

1. SE REQUIERE PACIENCIA Y TIEMPO PARA QUE


EL VIOLíN COMIENCE A SONAR BONITO.

¿Cuánto tiempo? Esta podría ser la pregunta que recibo más frecuentemente como profe, y
la verdad, es que es algo relativo. Cada persona es diferente: el cuerpo, el proceso y la vida
de cada uno hacen la diferencia, sin embargo, hay factores comunes que influyen bastante
en el desempeño, como el esfuerzo y la práctica constante.

Tener un lindo sonido y una buena postura están directamente relacionados. La postura que
adoptamos para tocar el violín es particularmente única, algo completamente nuevo; lo que
vas a hacer cuando comiences a tocar es incluirla en el día a día. Este proceso requiere de
mucha paciencia y disciplina para adaptarse y sentirse cómodo, ya que cuando inicias el
proceso de aprender a tocar un instrumento, necesitas desarrollar muchas habilidades
motrices, como enseñarle a tus brazos y cuerpo la forma correcta de moverse con relación
al instrumento, pero todo es posible con esfuerzo y compromiso.
El violín va a comenzar a tener un sonido más agradable al oído en el momento en que
logres tener una buena posición y autocontrol ¿Cuánto tiempo te toma enseñarle a tu cuerpo
algo nuevo? Allí está la respuesta.

2. MANOS DE VIOLINISTA

Un violinista debe llevar las uñas cortas, mejor dicho, muy cortas… bastante cortas (¡en
serio!), esto no quiere decir que no puedas tener unas manos lindas. Aunque yo
personalmente, no soy un buen ejemplo de eso, aun así, mis feas manos son un motivo de
orgullo para mí.

Jamás llegues a tu clase de violín con uñas largas. Es mejor que nunca las tengas largas
porque no podrás practicar; sencillamente, no se puede tocar con unas uñas estorbando tus
dedos, ya que no te dejarán tener una buena posición, y si leíste arriba pues ¡adivina!
tampoco te va a sonar lindo el violín.

Es un pequeño sacrificio; pero, ¿a quién le importan esas cosas cuando puedes tocar el

violín?

3. LA "MARQUITA" EN EL CUELLO ES REAL


Si algún día te pasas por la facultad de música de una universidad o un conservatorio y te
fijas atentamente, vas a ver que muchas personas tienen en su cuello una marca, ¡todos
ellos son violinistas y violistas!

Esta marquita se produce por el roce constante del instrumento con la piel, y en la mayoría
de los casos, no nos causa molestia alguna (aparte del hecho de tener que estar explicando a
todos el por qué tienes un morado en el cuello). Después de un tiempo deja de importarte lo
que los demás crean que es y ni te molestas en contar la historia. Tú sabes que la
conseguiste por todas las horas que has invertido al practicar el violín. A mí me gusta
pensar que es una de las marcas que ha dejado la vida en mi piel, como las cicatrices y las
arrugas, es un recordatorio de que el violín es una gran parte de mi vida y ha dejado su
huella en mí.

4. PRACTICAR, PRACTICAR Y PRACTICAR…

Molestarás a tus padres, a tus hermanos, a tus vecinos y básicamente a todo el que esté a tu
alrededor, ya que al comienzo tu nuevo interés musical tal vez no será lo más placentero de
escuchar. Sin embargo, la única manera de hacer que mejore, es estudiando constantemente
de una manera consciente y eficiente.

Escuchar a un maestro explicarte cómo se toca el violín, no hará que lo toques bien. Los
consejos e indicaciones de tu profe son palabras que sirven como guía, y tu misión es
volverlas realidad con el violín en una mano y el arco en la otra. ¡La mejor forma de
comprender algo y volverlo propio siempre ha sido (y será por siempre) haciéndolo…
repetidas veces!

La clave de la práctica está en la autoevaluación y autoexigencia, tú eres tu propio juez al


practicar, tu criterio te dirá qué está bien o mal y de esto depende que tu cuerpo y mente
aprendan correctamente. Por lo tanto, el esfuerzo y la perseverancia se ven recompensados.
5. EL VIOLÍN ES COMO TU NOVIO

Es una relación bastante complicada, uno va pasando del amor al odio y de regreso al amor
con bastante frecuencia durante toda la vida.

Cuando el camino a recorrer está lleno de tantos retos, es importante guardar siempre en el
corazón el recuerdo de lo que te hizo enamorar del violín por primera vez, así puedes
volver a ese momento cada vez que sientas que la frustración se apodera de ti.

Mi violín y yo discutimos constantemente, ya que pasamos mucho tiempo juntos, pero


siempre vuelvo a él o él vuelve a mí, la verdad es que no sé; lo cierto es que somos
inseparables.

Después de haber aprendido de estos cinco datos fundamentales para aprender a tocar el
violín, debes estar consciente que estás por emprender un camino largo y difícil, pero puedo
decirte que vale la pena cada paso y que vas a disfrutar enormemente del viaje. Mi violín
me ha ayudado a aprender de la vida y ha influido en mí profundamente.

Yo te invito a que te animes a comenzar, porque las mejores cosas de la vida se ganan con
esfuerzo, perseverancia y paciencia.

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