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Desde el punto de vista teórico hablar de política hacia las artes siempre es
complicado por la falta de un referente conceptual que permita considerar los
aspectos que se quieren abordar. Al hablar del tema se corre el riesgo de caer
en un discurso que tiene un carácter más bien anecdótico o, en su caso, una
descripción meramente fáctica, cuyas posibilidades de plantear elementos
analíticos es sumamente reducida.
La política cultural tiene un campo de acción muy amplio, por tal se puede
entender toda una serie de acciones que están encaminadas a preservar el
patrimonio, en promover las diferentes prácticas sociales de una población, en
administrar y reglamentar las industrias culturales, en fomentar la práctica
creativa, en establecer canales de distribución y recepción de bienes y objetos
artísticos, etc. esto es, como dice el viejo adagio “Todo lo que no es natura, es
cultura”.
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o indirectamente y tiene como consecuencia el reconocimiento y la visibilidad
de la obra del artista.
Es de muy diversa índole los distintos actores sociales que han participado ha
través de la historia en el proceso de consagración. El papel tan relevante que
tradicionalmente han jugado los mecenas, los coleccionistas, así como los
críticos y curadores más recientemente habla de una basta complejidad que no
deja de sorprender.
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Dentro de esta modalidad podemos enmarcar a la política cultural que se ha
llevado a cabo en México durante gran parte del siglo XX. La política cultural
delineada a principios de los años veinte con la presencia de José Vasconcelos
es un ejemplo de ella. En las décadas posteriores, la preeminencia de la
llamada Escuela Mexicana de Pintura es una forma de presencia nacional e
internacional del gobierno emanado de la Revolución, sin embargo, está
enmarcada en un constante ajuste y reajuste de alianzas que da gran peso a la
discrecionalidad en la toma de decisiones y sobre todo se fundamenta en el
encargo o mecenazgo de la obra pública a artistas tanto de la pintura, como la
escultura y la arquitectura.
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sentido, podemos considerar que la creación del ministerio de cultura en
Francia en 1959 es un parte aguas, pues por primera vez a nivel mundial se
tiene un ministerio creado ex-profeso para el tema de la cultura.
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manera el nombramiento de los funcionarios que dirigen los diferentes
organismos que se inscriben en su ámbito de competencia sigue siento
totalmente vertical. (La salida abrupta de Víctor Flores Olea en los años
noventa o la imposición de Sari Bermudez es ejemplo de ello).
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Sin embargo, no cabe duda, y es la tesis central de esta ponencia, que el
CONACULTA y específicamente el Fonca juegan un papel importante en la
creación, desenvolvimiento y funcionamiento en las redes artísticas del país,
sobre todo en lo que se refiere a las llamadas artes visuales, esto es, y para
dejarlo claro, independientemente de que el proceso de ejercicio de recursos
innegablemente no ha llegado a ser transparente, el Fonca juega un papel muy
importante en la lógica política del régimen en cuanto a su posibilidad de
generar consensos y legitimidad, pues los recursos que otorga se convierten en
una bocanada de aire para la comunidad artística que con mucha frecuencia
está fuertemente golpeada por los avatares económicos.
Cuadro 1
FONCA: Recursos administrados 1989-2006
Pesos corrientes
Recursos económicos 1,458 millones 25.3 %
otorgados por convocatoria
Recursos económicos 1,059 millones 18.4 %
destinados para proyectos
especiales a través del
FONCA como mecanismo
financiero
Recursos económicos 3,022 millones 52.4%
invertidos en las
subcuentas especiales
denominadas subfondos
Gastos de operación 222 millones 3.8%
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Cuadro 3
FONCA: Recursos otorgados a través de los programas por convocatoria.
300 259
250 214
Millones de pesos
constantes
100 66
50 21 21 17
0
89
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
00
01
02
03
04
05
06
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Año
Primero, esta cantidad se destina a los creadores artísticos que sin lugar a
dudas, salvo excepciones, en su gran mayoría viven la penuria de los embates
económicos y por lo tanto no cabe duda que merecen un respaldo aunque este
siga siendo raquítico por parte del gobierno y segundo, como dicen en el
pueblo, le sale barato al gobierno que por esta ínfima cantidad de dinero,
pueda presumir la existencia de un Sistema Nacional de Creadores y de una
serie de programas de convocatorias de corte “democrático y participativo”,
sobre todo si tenemos en cuenta que el presupuesto que utiliza el Fonca
anualmente en la totalidad de los programas por convocatoria representa
únicamente el 10% de lo que costó la desastrosa construcción de la Biblioteca
Vasconcelos.