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Maritza Montero*
Universidad Central de Venezuela, Caracas
Resumen Abstract
En este artículo se presenta una definición de psicología crí- This paper presents a definition of critical psychology, point-
tica señalando los aspectos que le otorgan esta condición. ing out the aspects that give psychology such condition. The
La presencia de esas características en la psicología social presence of those aspects in Latin American social psychol-
latinoamericana es analizada por medio de ejemplos toma- ogy is analyzed by means of examples taken from contem-
dos de la producción contemporánea en esa parte del con- porary production (from the late 80's to the current decade),
tinente (desde finales de los ochenta hasta la década actual). specifically from community social psychology and political
Específicamente, se analizan trabajos de psicología social co- psychology, which address aspects like identity, power and its
munitaria y psicología política que abordan la identidad, el use, social exclusion, and social legitimacy of both areas of
poder y su forma de usarlo, la exclusión y la legitimidad social research and action, as well as the effect of critique and self-
de ambas áreas de investigación y acción, así como el efecto de critique in the construction of theory. The complexity of psy-
la crítica y la autocrítica en la construcción de teoría. También chosocial problems and the different ways to approach them
se discuten aspectos relacionados con la complejidad y las di- are also discussed here.
ferentes maneras de enfocar los problemas psicosociales.
Palabras claves: construcción de teoría, poder, psicología crí- Keywords: community social psychology, critical psychology,
tica, psicología política, psicología social comunitaria. political psychology, power, theory construction.
* Correspondencia: mmonteroster@gmail.com
críticamente la construcción de teoría, desacra- vez, en un objeto criticado, ya que ella misma
lizar los métodos y desechar las dicotomías (e.g., está sujeta a las condiciones históricas del mo-
realismo, construccionismo), por su carácter mento en que se produce y del cual forma parte.
simplificador. Así mismo, consideraba que los La crítica que revelaba desigualdades o sesgos
relatos de la ciencia no contienen la verdad per puede haber ignorado otros aspectos criticables
se, sino que son otras formas de narrativas. o sostener posiciones criticables por otras per-
En relación con el ejercicio de la psicología sonas. La crítica no es solo de lo que hacen los
crítica, Prilleltensky y Austin (2001) consideran demás, sino que también incluye la autocrítica.
que su tarea central es enfrentar los valores y Es insistente, a pesar de los embates del poder
prácticas de la psicología que no revisan ni cues- (Montero, 2004a), es inevitable pues de alguna
tionan las formas de opresión que podrían estar forma siempre surgirá aun en circunstancias
siendo transmitidas o reproducidas por ellos. represivas; tiene múltiples formas de expresión
Algunas propuestas de la psicología social lati- y demuestra ser persistente en su oposición al
noamericana presentan ejemplos de dicha tarea, principio de autoridad.
al señalar y denunciar las expresiones del poder
asimétrico y absoluto (Montero, 2003; Mon- La condición situada de la crítica
tero & Montenegro, 2006; Prilleltensky & Fox, en la psicología
1997; Sawaia, 2001a, 2001b; Sawaia & Namura, Si revisamos las obras que veinte años atrás
2002; Serrano García & López Sánchez, 1994) y se presentaban como críticas, observaremos
las formas de ejercerlo que producen sumisión, cómo la dependencia del momento histórico
opresión y exclusión, problemas frecuentes en es una condición de gran parte de la crítica. En
nuestro continente. 1988, López y Zúñiga (ambos psicólogos socia-
El cuestionamiento, mediante el juicio crí- les, ella puertorriqueña, él chileno emigrado a
tico, de las diferentes formas de ejercer el poder, Canadá) publicaron una interesante compila-
así como sus manifestaciones explícitas e implí- ción de artículos bajo el título de Perspectivas
citas en la práctica psicológica y en la vida coti- críticas de la psicología social. Allí la primera au-
diana, son objeto de estudios críticos debido a tora, María Milagros López, presentaba un plan
que pueden presentarse como modos naturales de trabajo para una psicología social crítica que
de ser de algunas situaciones no discutidas o ar- incluía los siguientes aspectos:
gumentadas como la única forma adecuada de 1. La construcción social de la realidad. Esta-
ser. Una expresión de la crítica del poder señala ba cercano el fin de la década y la polémica entre
la necesidad de identificar y discutir los modos construccionismo y realismo estaba en su máxi-
en que este se manifiesta o se oculta y que le per- mo furor. López alertaba al respecto.
miten excluir explicaciones o interpretaciones 2. Los fenómenos de la ideología, la comuni-
alternativas o divergentes. Esta función de la crí- cación y la conciencia. Del primer concepto, Ló-
tica será desarrollada, más adelante, a través de pez quería rescatar su condición de fenómeno
un ejemplo. psicológico, velado por la connotación política
adjudicada a la palabra. Esa preocupación era
Del carácter dinámico de la crítica compartida por diversos colegas en América La-
en la psicología tina (me incluyo en ese grupo, pues en esa época
La crítica no sigue patrones establecidos, es escribí al respecto); así como la necesidad de es-
cambiante, como también son dinámicos y cam- tudiar el lenguaje, la palabra y su poder creador.
biantes los fenómenos a los que es aplicada. Así, Necesidad que, desde los ochenta venía gestando
la crítica de un tiempo puede convertirse, a su un movimiento discursivista que ha sido muy
pesar de su posición liberadora, sigue el modelo la posesión diferencial de recursos que permiten a
weberiano, como se puede ver a continuación: unos realizar sus intereses, personales o de clase, e
El poder permite a quien lo posee imponer su imponerlos a otros” (1989, p. 101).
voluntad a los otros como subraya la definición Una perspectiva crítica frente a la influyente
clásica de Max Weber (1922/1969) […] el poder definición weberiana del poder produce algunas
representa la razón más decisiva, el motivo más preguntas: si el poder está siempre en un solo
perentorio del quehacer humano —lo que no lado de la relación ¿es posible superar esa fuerza
significa en modo alguno la razón más valiosa o que lo hace omnipotente? Y a continuación: si
el motivo más auténtico. (p. 92). derrocar, eliminar o inmovilizar a la fuente de
poder (es decir, a lo que o a quien controla el po-
A su vez, Fischer (1992), un autor europeo, der) produce, no un viraje de la situación, sino
después de citar a Weber, da su definición de po- un nuevo polo controlador de poder absoluto
der: “El poder es el ejercicio de una fuerza que se ¿qué se ha ganado? ¿Es más justa la sociedad?
impone a los otros en términos de dependencia ¿Dejará de haber oprimidos, sometidos, repri-
y de restricción. El poder consiste en la capa- midos y suprimidos? Evidentemente, no sería
cidad de un individuo de orientar la acción de esa una definición ni teórica ni prácticamente
otros” (p. 99). Y añade que, en sentido lato, po- útil. Y, sin embargo, la definición del poder asi-
der e influencia se recubren. Las definiciones de métrico y total no ha desaparecido del horizonte
Martín Baró y de Fischer muestran que, a pesar social. Esta ha sido, y todavía es, la línea teórica
de la diferencia de posición acerca de la psico- dominante al tratar la concepción de poder en la
logía social y de su rol político en la sociedad, psicología social (no solo comunitaria) en nues-
ambos mantienen el aspecto asimétrico del po- tra parte del continente.
der que se había ya comenzado a criticar, aunque Entonces, la respuesta crítica consiste en
se muestran algunas diferencias interesantes. denunciar la ineficiencia de la definición y lo
Serrano García y López Sánchez, por su parte, que ella significa (lo cual, per se, tampoco es
señalan la importancia de los recursos y de su suficiente) y pasar a desarrollar otra concepción
variedad. Fischer no los considera, al contrario del poder que habilite o impulse una práctica
de Martín-Baró (1989), quien considera que el diferente. Una respuesta es la concepción simé-
aspecto de los recursos no está claro, aunque no trica, esto es, todos los términos en una relación
desarrolla una perspectiva al respecto. Su obser- tendrán poder y es allí donde reside la simetría.
vación fue la siguiente: Pero las formas de poder no serán iguales, por
Esta imprecisión weberiana sobre la base del lo cual los términos en los cuales se enfrentan
poder [los recursos] ha permitido a no pocos deberán generar diferentes respuestas y usar dis-
seguidores suyos postular la equivalencia de tintos argumentos.
los recursos sociales como factor de poder (ver La definición weberiana todavía sigue do-
Dahl, 1969), desestimando así el carácter do- minando, pero la línea se hace discontinua en la
minante que tiene el control de cierto recursos. psicología social cuando los colegas puertorri-
(p.101). queños ya mencionados comienzan a introducir
su perspectiva. La concepción que ellos introdu-
El último aspecto (recursos) ratifica la asi- jeron desecha la asimetría y establece una plata-
metría y, aunque Martín Baró brinda, en la misma forma para la simetría en el uso de dos poderes:
obra citada, una definición de poder más dinámi- el de quien domina un recurso y el de quien lo
ca y compleja, sigue siendo asimétrica: “Poder es necesita. La asimetría, para Serrano García y
aquel carácter de las relaciones sociales basado en López Sánchez (1994), reside en el control de
los recursos, pero el poder es simétrico en el cambio social: uno de mantenimiento del esta-
sentido de que aun quienes no tienen el acceso tus y otro de cambio de distribución de recursos
al objeto deseado tienen formas de acción que (Serrano García & López Sánchez, 1994). La re-
pueden contraponer a los de su opositor u opo- lación que proponen es de dos agentes que com-
sitora. Esto quiere decir que nadie está exento de parten, históricamente, la misma base material
poder ni de recursos, puesto que estos últimos asimétrica, que entran en conflicto por un recur-
pueden ser de muchos tipos (materiales, inma- so que uno controla y el otro necesita o desea,
teriales, espirituales). Asimismo, se introduce la para lo cual deberá haber una negociación entre
conciencia como un elemento decisivo para la las partes. Considero que el carácter innovador
comprensión de que el poder no está concentra- de la negociación residirá en cómo se manejen
do en un solo polo de la relación. los recursos y el poder que cada parte tiene y ese
Serrano García y López Sánchez (1994) es otro aspecto a trabajar.
consideran que, en la relación en la cual se discu- Vemos en la propuesta de Serrano García
te, lucha o negocia por la utilización de recursos y López Sánchez un análisis crítico (tanto para
controlados por una sola de las partes, es posi- desechar como para aceptar teorías previas),
ble que el poder que cada una de ellas tenga sea producido por una reacción crítica que busca
usado de manera diferente. De ahí que, a pesar responder a situaciones concretas, enfrentadas
del dominio desigual de recursos, las estrategias en la praxis profesional, pues parten de las ex-
generadas por un uso distinto o inesperado de periencias acumuladas en su labor comunitaria
estos por parte de quien no domina los recursos con comunidades pobres en San Juan de Puerto
deseados por ambas partes, pueda lograr una so- Rico (Serrano García, 1984; Serrano García &
lución positiva para sí o para su grupo. Irizarry, 1979). A partir de la praxis, iniciaron su
A esta concepción de las relaciones de po- crítica, pasando a generar una nueva fundamen-
der, los autores la presentan como “un modelo tación teórica que no fuera un callejón sin salida
relacional del poder […] [que critica el uso de la hacia la dominación en una sola vía.
noción de poder] como si todas las personas lo
entendieran de igual manera” (Serrano García & Crítica a los objetivos críticos de la
López Sánchez, 1994, p. 167). Esta cita, aparen- psicología social comunitaria en Chile
temente sencilla, introduce una importante idea En 2003, una psicóloga social chilena, Isa-
crítica: la pluralidad de formas de comprender bel Piper, hizo una disección crítica del estado
un fenómeno, la diversidad de opiniones, la actual de los objetivos con los que la psicología
necesidad de confrontar una idea dominante de los derechos humanos (pdh) y la psicolo-
que teóricamente no permite el cambio social, gía social comunitaria (psc) se iniciaron en su
aspecto este último que toca directamente la país, entre las décadas del sesenta y el setenta,
praxis de Serrano García y López Sánchez y que, surgiendo como alternativas críticas a las formas
por lo tanto, chocaba con lo que querían hacer. entonces predominantes de hacer psicología so-
Igualmente, esos autores hacen una crítica cial y resistencia política.
de las teorías del conflicto, entre las cuales se en- El objetivo ético presente en la psc, en ese
cuentra el materialismo histórico, que suponen momento, era transformar las comunidades y
una tendencia natural al cambio en las socieda- con ellas lograr alguna forma de transformación
des, aspecto que Serrano García y López Sánchez social en ese nivel. En el caso de la pdh, su obje-
aceptan. El enfrentamiento entre fuerzas contra- tivo central era el de ayudar y proteger a las vícti-
rias lleva a estos autores a plantear que existen, mas de injusticia, exclusión y opresión. A partir
dentro del modelo que presentan, dos tipos de del golpe de Estado de 1973 en Chile, estas áreas
de la psicología se estructuran como respuestas incluso, que los proyectos municipales sean
críticas a una situación no solo política y social, participativos.
sino que, además, afectó a la academia cumplien- Piper (2003) fundamenta su crítica en la
do un rol de sostén a los proyectos fortalecedo- falta de análisis teórico y epistemológico, que ha
res de la población y, en particular, en lo relativo reducido la aplicación de la psc y la pdh a prác-
a la atención a las víctimas de persecución y a ticas repetidas y no evaluadas. El carácter crítico
sus familias. Un ejemplo de esto son los trabajos de ambas formas de hacer psicología, de décadas
realizados por organizaciones como el Instituto atrás, ha pasado entonces a ser parte de la vida
Latinoamericano de Salud Mental y Derechos cotidiana ciudadana. Una observación crítica a
Humanos (ilas), la Fundación de Asistencia la crítica es que, en términos de la psc, el que lo
Social de las Iglesias Cristianas (fasic) y Pro- señalado como tarea para la psc ahora esté sien-
tección de la Infancia en Estado Emergencia. La do realizado directamente por las comunidades
práctica de la psc en esos momentos introducía puede considerarse como una señal de éxito: si
una relación directa, participativa y comprome- los trabajos psicosociales comunitarios de en-
tida, tanto de las personas integrantes de comu- tonces no hubiesen cumplido sus objetivos, no
nidades interesadas en mejorar o cambiar su habría, en la primera década del dos mil, una re-
modo de vida, como la posibilidad de modificar acción tan activa y tan rápidamente expandida.
creencias, valores, prejuicios y temores mediante Sin embargo, es de tener en cuenta la críti-
la reflexión participativa y la acción conjunta. Al ca de Piper respecto a la brecha teórica, ya que
respecto, dice Piper (2003): considera que la psc ofrece “respuestas aisla-
Las propuestas de intervención social que hacían das referidas a las convicciones y al potencial
énfasis en la participación y en la autogestión por de los profesionales o instituciones encargadas”
la comunidad, aparecieron en un momento en (2003, p. 132). Esta crítica señala que la psc chi-
que los movimientos sociales y políticos estaban lena necesita redefinir sus objetivos, fijarse otras
en el ápice, y fueron asociados con importantes metas y repensarse a sí misma en función de las
proyectos de transformación social en un mun- necesidades y expectativas actuales de las comu-
do que aspiraba a la libertad. (p. 129). nidades, a fin de tener “efectividad histórica y
contextual” (Piper, 2003, p. 139) para así conti-
Con el referéndum de 1989 y el retorno a nuar siendo crítica.
formas democráticas de gobierno (que abrieron
otras oportunidades a la práctica psicosocial y La construcción de teoría a
a la defensa de los derechos humanos y políti- partir de la revisión crítica
cos) el papel de la psc, según Piper, comienza Describiré ahora cómo se ha ido cons-
a derivar en una forma cada vez más inclinada truyendo una teoría de la participación-com-
hacia la salud comunitaria. La autora comentada promiso en la psicología social comunitaria, a
considera, a partir de su análisis, que los objeti- través de revisiones críticas de la experiencia y
vos críticos de las décadas precedentes, a partir la reflexión. En el trabajo psicosocial comuni-
de los noventa dejan de ser tales. Con la demo- tario que he desarrollado, ya realizaba algunas
cratización progresiva y el marcado aumento observaciones sobre las formas de participación
de servicios públicos, las voces críticas pasaron comunitaria y sobre una noción considerada
a ser las de las comunidades que exigen más y concomitante, la de compromiso, ambas nece-
mejor atención en salud, entre otros beneficios. sarias para el éxito de las tareas de transforma-
El Estado, como señala Piper, ha pasado a ser ción no sólo psicológica sino también material,
el origen de las metas comunes, dictaminando, en las comunidades. Esto llevó a revisar las
a mediados de los años setenta y que son par- las formas de construir el quehacer psicológico
te central de la psicología social de la liberación hayan, muchas veces, desarrollado una perspec-
que se desarrolla a partir de 1986. Los conceptos tiva crítica, muestra cómo mirar hacia dentro, es
de liberación, diálogo, problematización, des- decir, cómo el examen de lo que hacemos puede
alienación, desideologización, naturalización no solo ser una advertencia, sino también una
y de-naturalización provienen de Freire quien, guía o una confirmación en cuanto a una línea
hasta el final de su productiva vida, enriqueció de pesquisa, que trasciende el lugar y, a veces, el
el panorama de las ciencias sociales. momento. Cuando estudiamos aquello que res-
He querido señalar que criticar no es sim- ponde a necesidades, problemas y fenómenos
plemente opinar, que hay un trabajo arduo tras propios de la sociedad en que vivimos, produ-
cada crítica y, también, mostrar cómo es posible cimos respuestas que pueden responder a aque-
hacer crítica en nuestro continente que vaya más llos a quienes debemos atender y, en la medida
allá de las consignas trilladas, de los slogans es- en que en cada crítica se refleja el mundo en que
perados y de las posiciones ardientes o tibias, por vivimos, aquello que la crítica advierte se puede
no decir inexistentes, según el color y tendencia transmitir a una población mucho mayor. Hacer
de la audiencia, reflejando, al mismo tiempo, la crítica permite, entonces, no solo consumir cien-
sociedad y el tiempo en que se vive (López, 1988; cia, sino que es parte del oficio de hacer ciencia.
Piper, 2003).
La psicología social crítica es una forma de Referencias
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una psicología inclusiva de la conciencia. Fals Borda, O. (1979). Por la praxis. El problema de
En cuanto a la autocrítica que los propios cómo investigar la realidad para transformarla.
investigadores e investigadoras deben hacerse, Bogotá: Tercer Mundo.
su práctica constituye una continua conversa- Fals Borda, O. (1981). Ciencia propia y colonialismo
ción con otras y otros investigadores, que puede intelectual. Bogotá: Carlos Valencia editores.
llevar a un proceso, no exactamente participati- Fals Borda, O. (1985). Conocimiento y poder popular.
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