CAUSA: "Dr. Martín O. Hernandez apoderado del partido U.C.R.
s/verificación de las urnas N° 862-915 y 1029 acumulados" (Expte. N°
3497/2001CNE) - FORMOSA.-
FALLO N° 2979/2001
///nos Aires, 18 de diciembre de 2001.-
Y VISTOS: Los autos "Dr. Martín O. Hernandez - apoderado del Partido U.C.R. s/Verificación de las urnas N° 862 -915 y 1029 Acumulados (Expte. N° 3497/2001 CNE), venidos de la H. Junta Electoral Nacional de Formosa en virtud del recurso de apelación deducido y fundado a fs. 160/162 contra la resolución de fs. 145/148 vta., obrando su contestación a fs. 165/169, y CONSIDERANDO: 1°) Que en oportunidad de la audiencia del art. 121 del Código Electoral Nacional el Dr. Martín Osvaldo Hernández, apoderado del partido Unión Cívica Radical del distrito Formosa, formula protesta (fs. 78/80 vta.) alegando irregularidades en el cómputo de los resultados del escrutinio definitivo correspondiente a determinadas mesas en las elecciones del pasado 14 de octubre. Dichas anomalías consisten en discrepancias entre las cifras consignadas en los certificados de escrutinio definitivo de tales mesas, que adjunta como prueba documental, y los resultados finales de esas mismas mesas dados a conocer por la H. Junta Electoral Nacional. Expresa que los certificados que acompañan han sido emitidos por funcionarios de la propia Junta y arrojan guarismos diversos a los consignados en las planillas de cómputos elaboradas por esa misma Junta. Solicita, en consecuencia, que se disponga el recuento de los sufragios contenidos en todas las urnas oportunamente habilitadas.- A fs. 181, como medida para mejor proveer, el presidente de la Junta Electoral Nacional requiere al apoderado de la alianza "Frente de la Unidad" la remisión de una copia de los certificados de escrutinio correspondientes a las urnas cuestionadas que obren en su poder, los que son acompañados a fs. 83/112.- Estos certificados son comparados por el señor Prosecretario de la Junta Electoral Nacional con los aportados por el recurrente y con los confeccionados por los presidentes de las mesas escrutadoras de la Junta (cfr. informe de fs. 144 y vta.).- A fs. 145/148 vta. la H. Junta resuelve rechazar las observaciones efectuadas por el impugnante.- Funda su decisión, en síntesis, en que el reclamo respecto de errores que se habrían cometido durante el escrutinio de las 31 mesas que se denuncian es extemporáneo al no haberse formalizado al momento de practicarse el escrutinio definitivo de cada una de ellas. Expresa que, no obstante ello, se ordenó el cotejo de toda la documentación, arribándose a la conclusión de que la pretensión se funda en la deficiente confección de los certificados de los fiscales del partido impugnante. Destaca, además, que correspondía a éstos controlar debidamente el acto y no a los presidentes de las mesas escrutadoras "fiscalizar a los fiscales", cuya misión es realizar una copia exacta del certificado confeccionado por dichos presidentes de mesa y, en caso de detectar errores, formular las pertinentes protestas.- Tal decisión motiva el recurso de apelación interpuesto y fundado a fs. 160/162, donde el apoderado de la Unión Cívica Radical, con invocación del art. 118 del Código Electoral Nacional, solicita que "...se disponga el recuento de las mesas mencionadas en las protestas presentadas, y de 183 más, de tal forma de completar doscientas (200) lo que constituiría un muestreo significativo...".- Arguye que su reclamo no es extemporáneo porque para los fiscales de la Unión Cívica Radical "el resultado era el que arrojaba la planilla que habían confeccionado y cuya autenticidad había sido avalada con la firma del presidente de mesa y de los fiscales de los demás partidos políticos intervinientes, razón por la cual no existían motivos para efectuar impugnación ni reclamo alguno" al momento del escrutinio de cada una de las mesas.- Cuestiona, asimismo, lo manifestado por la Junta en cuanto al rol de los presidentes de mesa y de los fiscales.- A fs. 165/169 contesta agravios el apoderado de la alianza "Frente de la Unidad".- 2°) Que el 29 de noviembre ppdo. el H. Senado de la Nación aprobó la elección y los títulos de los ciudadanos Miguel Angel Mayans y Elva Azucena Paz como senadores nacionales titulares por Formosa, por la mayoría, y de Marcela Fabiana Lescano como senadora nacional titular por la minoría, y -como es de público conocimiento- les tomó juramento en tal carácter.- Toda vez que ello se produjo estando aun a resolución de esta Cámara Nacional Electoral la presente causa -en la que se discute el resultado del escrutinio definitivo de los comicios del 14 de octubre de 2001, con eventual incidencia en la asignación de los cargos de senadores nacionales en el distrito de Formosa-, se hace necesario -previamente a tratar la cuestión sustancial planteada en autos- efectuar las siguientes consideraciones.- No solo se encontraba pendiente de decisión en esta superior instancia judicial el resultado definitivo de la elección de senadores nacionales por Formosa sino que la H. Junta Nacional Electoral de esa provincia no había aún declarado siquiera la validez de los comicios en los términos del art. 121 del Código Electoral Nacional (cfr. informe de fs. 208), y los candidatos a senadores cuya elección se discutía no se encontraban proclamados como tales por esa Junta (art. 122 del Código cit.).- Los ciudadanos cuya elección y "títulos" fueron aprobados por el H. Senado no estaban, por lo tanto, en posesión de los "documentos que acrediten su carácter" (art. 122 del Código Electoral Nacional), que solo esa Junta está autorizada a emitir, luego de resueltas las protestas que se hubieren eventualmente presentado y de efectuada la correspondiente proclamación (cf. arts. 121 y 122). La incorporación de los nombrados a ese Cuerpo legislativo fue realizada entonces únicamente con base en las certificaciones - cuyas copias obran a fs. 210/221- que la H. Junta dispuso otorgar a pedido de los apoderados de la Alianza por la Unidad y de la Unión Cívica Radical (cf. informe de fs. 208), en las cuales se consignaron los nombres de los candidatos presentados por cada una de esas fuerzas políticas y los resultados del escrutinio definitivo, dejándose expresa constancia de que dicho escrutinio se hallaba observado por parte de la Unión Cívica Radical y a consideración de esta Cámara en grado de apelación en la presente causa (cfr. informe cit. y certificaciones referidos). Tales certificaciones no eran tampoco el "diploma otorgado por la autoridad competente" a que hace referencia el art. 2° del Reglamento del H. Senado de la Nación.- De lo dicho hasta aquí resulta que el H. Senado de la Nación tomó juramento en calidad de integrantes a ciudadanos que no se encontraban proclamados en tal carácter por el único órgano con competencia legal para ello (art. 122 del Código Electoral Nacional), y con base en documentos que no eran idóneos a tal efecto, en los términos de la mencionada norma.- Este anómalo proceder lo es tanto más cuanto que los resultados del escrutinio definitivo se encontraban cuestionados ante este Tribunal (art. 5° de la ley 19.108 modif. por ley 19.277), circunstancia que no era desconocida para el H. Senado, puesto que fue hecha notar expresamente por la Junta en las certificaciones expedidas.- 3°) Que el insólito hecho institucional consumado con desdeño u olvido de las atribuciones de la Junta, de la Justicia Nacional Electoral y del Poder Judicial de la Nación no torna abstracta la cuestión sometida a consideración del Tribunal en estos autos y no puede obstar al dictado del pertinente acto jurisdiccional por parte de esta Cámara en los términos del art. 51 del Código Electoral Nacional y, por tanto, a la concreción del debido proceso electoral, el cual solo concluye con la proclamación y entrega de diplomas -una vez fenecida toda controversia contencioso-electoral con el correspondiente pronunciamiento de los órganos judiciales competentes-, acto este último que el ordenamiento legal establece necesariamente como previo a la instancia del art. 64 de la Constitución Nacional.- Ello es así toda vez que "existe un interés concreto y actual, que arraiga en el principio de soberanía popular, en obtener la verificación judicial de la legitimidad del acto comicial, interés que no desaparece por la asunción de funciones de quienes se denuncian como representantes de una voluntad aparente" (cf. Corte Suprema de Justicia de la Nación, causa "Apoderados de la U.C.R./M.O.P., sub lema "Juárez Vuelve" s/impugnaciones, observaciones y nulidad de mesas comiciales" -Fallos 317:1468-).- De tal modo que el pronunciamiento que debe efectuar esta Cámara, al emitir el juicio concreto en el recurso deducido contra la decisión de la Junta (art. 51, Cod. Nacional Electoral), constituye el antecedente necesario para la proclamación de las candidaturas, sin que ello comporte violación de las potestades de la Cámara de Senadores de la Nación, a la que no le compete la decisión de mérito sobre las impugnaciones contra el escrutinio definitivo practicado por la Junta Electoral. Tal pronunciamiento previene el fraude a los principios de gobierno representativo y republicano y garantiza el derecho de defensa en el debido proceso electoral (cf. fallo cit.).- En este sentido ha dicho la Corte Suprema en el mentado fallo que "los hechos de esta causa -como los de cualquier otra- producidos con olvido o desconocimiento de resoluciones judiciales, no pueden erigirse en obstáculos para que la Cámara Nacional Electoral resuelva una cuestión propia de su competencia -art. 51, ley 19.945-, es decir, juicio concreto y congruente del recurso deducido contra el acto de la junta. Tal pronunciamiento, a la par de consolidar el derecho de defensa en el debido proceso electoral, viene a servir de causa jurídica de legitimidad respecto de la validez de los títulos, vale decir, de antecedente necesario e inmediato para la proclamación de candidaturas...". - Dijo también, con referencia al control de la transparencia en la génesis de la relación social por la que la acción de un partícipe se imputa a los demás -representación política- que "los sistemas institucionales contemporáneos han definido un régimen compuesto de una doble vía de control. Por una parte, la que se refiere a la evaluación estrictamente política...y por la otra la que se ha generado, como verdadero avance de los órdenes democráticos plenos, la revisión técnica de la justicia intrínseca de la imputación de esos poderes vinculantes, de conformidad al plexo normativo electoral. Legislación que no es otra cosa más que una expresión de la voluntad general. A este último proceso, en su faz de revisión, buscó darse respuesta con la creación de la justicia electoral".- En ese sentido expresó igualmente el Alto Tribunal que "la pretensión esgrimida en el ámbito electoral, sin tener naturaleza distinta de la que se formula en cualquier otro proceso, goza en cambio -por su propia índole- de peculiaridades que exigen un cumplimiento estricto de lo que se podría denominar el "debido proceso electoral", como una garantía innominada de la representación política o de los derechos electorales que sirven de fundamento jurídico de la democracia representativa" (cf. fallo cit.).- 4°) Que el inapropiado uso de las certificaciones otorgadas por la H. Junta hace necesario advertir a las juntas electorales sobre la inconveniencia de que se entreguen a los partidos políticos o a sus candidatos cualquier tipo de constancias respecto de los resultados del escrutinio definitivo cuando éstos se encuentran cuestionados judicialmente ante esta Cámara, sin que exista pronunciamiento sobre la validez de la elección y con anterioridad a la proclamación prevista por el art. 122 del Código Nacional Electoral, única instancia que pone término al proceso del escrutinio definitivo -una vez cumplidos todos los actos que lo integran- y único estadio de dicho proceso que la ley establece para que las juntas electorales confieran documentos hábiles a los efectos del art. 64 de la Constitución Nacional.- Sentado lo precedente, el Tribunal pasa a resolver la cuestión sustancial motivo de esta causa.- 5°) Que el art. 118 del Código Electoral Nacional solo autoriza la apertura de urnas en caso de evidentes errores de hecho sobre los resultados del escrutinio consignados en la documentación de la mesa o en el supuesto de no existir esta documentación específica. Ahora bien, la referida documentación es la que el presidente de la mesa de votación remite a la Junta en el sobre especial (art. 103, 2° párrafo) juntamente con la urna correspondiente, es decir aquella a que hace referencia el art. 112, en particular el acta de escrutinio. En caso de que dicha documentación sea deficiente o no exista, la ley prevé la posibilidad de no declarar la nulidad de la mesa "efectuando integralmente el escrutinio con los sobres y votos remitidos por el presidente de la mesa".- La documentación a que hace referencia el art. 118 no comprende, pues, los distintos documentos que las autoridades de la Junta o los fiscales eventualmente confeccionen luego de realizado el escrutinio definitivo de cada mesa en los términos del art. 112, y las discordancias que puedan haber entre tales documentos no habilitan el mecanismo del art. 118, que está referido a una etapa anterior del procedimiento.- Así entonces, la pretensión de que se abran todas las urnas correspondientes a las elecciones del 14 de octubre ppdo. o, subsidiariamente, aquellas sobre las que versa el reclamo y otras 183 más (cf. "petitum" de fs. 162) no tiene sustento en la referida norma y resulta improcedente.- 6°) Que el hecho de que en los certificados de escrutinio aportados como prueba por la Unión Cívica Radical aparezca la firma del presidente de la correspondiente mesa escrutadora de la Junta no libera a los fiscales de su responsabilidad en el ejercicio de tal cometido. En efecto, la misión de los fiscales que asisten a las operaciones del escrutinio a cargo de la Junta (art. 108) no es distinta, "mutatis mutandi", que la que compete a los fiscales de mesa (art. 57), esto es la de "fiscalizar las operaciones...y formalizar los reclamos que estimaren corresponda".- Así pues, más allá de que el presidente de la mesa escrutadora de la Junta firmara los certificados de escrutinio en que los fiscales volcaban los resultados que eran dictados a viva voz por aquél, éstos debieron cerciorarse de que los certificados de escrutinio definitivo que la autoridad de dicha mesa confeccionaba con destino a la carga del sistema informático consignaran correctamente los resultados y de que tales resultados coincidieran con los asentados en sus propios certificados. De advertir que ello no era así debieron formular en el momento la correspondiente protesta.- Al no haberlo hecho oportunamente y no tratándose de errores producidos en el momento mismo de la carga en el sistema informático, precluyó la facultad de reclamar (cf. Fallos CNE N° 381/87, 511/87, 1138/95 y 1135/91 entre otros).- 7°) Que el recurrente tampoco controvierte específicamente los argumentos desarrollados por la H. Junta al referirse a las urnas cuestionadas, sino que se limita a expresar agravios en forma genérica. En efecto, el apelante manifiesta que "...de lo que se trata es [de] dilucidar la voluntad del pueblo expresada en las urnas y determinar así a quienes se ha elegido para gobernar... teniendo como único objetivo buscar la verdad real..." (cf. fs. 161). En este sentido ha dicho el tribunal que la ”... expresión de agravios para ser considerada como tal, debe contener una refutación precisa y concreta de los fundamentos en que el a quo basa el pronunciamiento apelado...” (Fallo 120/85).- No expresa, por lo demás, cuál es el perjuicio real y concreto sufrido en virtud de la resolución apelada. No explica de qué modo su representada podría beneficiarse con la obtención de un cargo de senador si se computaran las cifras consignadas en favor de su partido en los certificados de escrutinio que presenta en lugar de las que constan en los certificados de la Junta. Antes bien, afirma que lo que resulta de la carga de estos últimos arroja una diferencia entre los candidatos a senadores de 135 votos, es decir un porcentaje de 0,068%, "mucho menos si la carga se produce con los certificados de los fiscales de la U.C.R.". De esto resulta claramente que aun en este última hipótesis la diferencia solamente se reduciría, pero no alcanzaría a modificar la adjudicación de cargos de senador. Se advierte así que la expectativa del apoderado partidario de una modificación en el resultado de las elecciones únicamente se asienta en la posibilidad de apertura de por lo menos doscientas urnas (cfr. fs. 162), pretensión que, como se dijo en el considerando 2°), es improcedente.- No existe, pues, un perjuicio concreto y actual para la Unión Cívica Radical, por lo que la consiguiente falta de interés jurídico excluye asimismo, en forma absoluta -desde otro ángulo-, la posibilidad de hacer lugar a lo peticionado por el aquí presentante, toda vez que ”...la resolución de la H. Junta como acto administrativo electoral (Fallo C.N.E. 213/85) goza de validez y eficacia cuando no se haya alegado ni probado absolutamente la afectación de derechos públicos subjetivos de ninguna de las partes...” (Fallo 263/85 C.N.E.). Sostener lo contrario importaría admitir la posibilidad de declarar nulidades en el solo beneficio de la ley, lo cual resulta inadmisible, conforme lo ha declarado reiteradamente el Tribunal (cf. Fallos Nos. 93/85, 161/85, 258/85 y 1948/95, entre otros).- Lo hasta aquí expuesto es suficiente para rechazar el recurso.- 8°) Que, sin perjuicio de ello, cabe destacar que del cotejo de la documentación requerida por el Tribunal y agregada a fs. 175/205 vta. -actas de "cierre del comicio" y un telegrama del presidente de mesa correspondiente a la urna N° 300, que, vale hacer notar, no se encuentran cuestionados- con los correspondientes certificados de escrutinio definitivo emitidos por la Junta (fs. 15, 34, 35, 36, 37 y 114/143) y que fueron objeto de impugnación -teniendo en cuenta aismismo lo expresado en el informe del señor Prosecretario electoral de fs. 206 y vta.-, resulta la total coincidencia de los votos consignados en las categorías de senadores nacionales y diputados nacionales de la Unión Cívica Radical (lista N° 3) y de la Alianza Frente de la Unidad (lista N° 131), lo que permite descartar cualquier duda que los apelantes pudieron haber tenido en cuanto a cuáles eran los resultados correctos de las urnas que motivaron estas actuaciones.- Por todo ello, la Cámara Nacional Electoral RESUELVE: confirmar la resolución apelada, destacando lo expresado en los considerandos 2°, 3° y 4°.- Regístrese, notifíquese, hágase saber por facsimil, comuníquese al H. Senado de la Nación y vuelvan los autos a su origen. RODOLFO E. MUNNE - ALBERTO R. DALLA VIA - SANTIAGO H. CORCUERA - FELIPE GONZÁLEZ ROURA (Secretario).-