You are on page 1of 2

DECLARACIÓN DE APOYO AL SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS

HUMANOS DEL COMITÉ DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE PARA LA DEFENSA


DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES (CLADEM)

En el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Sistema


Interamericano de los Derechos Humanos constituye una importante garantía regional
de que nuestros derechos y libertades fundamentales serán protegidos cuando se los
intente avasallar o hayan sido avasallados por personas, grupos, empresas u órganos
estatales y los mecanismos internos de justicia no hayan dado respuesta por error,
connivencia u omisión, entre otros.

Lo integran, entre otros mecanismos, la Comisión Interamericana de Derechos


Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Estos organismos son
instrumentos autónomos e independientes que interpelan a los Estados para la
prevención y protección de quienes habitan sus territorios.

El edificio de los derechos humanos en la región ha sido construido con el esfuerzo de


los Estados democráticos y la militancia comprometida de las organizaciones de la
sociedad civil que vieron en el Sistema y sus órganos un freno al poder de los Estados
y a su potencial de vulneración de los derechos, así como una garantía para la vigencia,
protección y realización de los derechos fundamentales de las personas que habitan
nuestros países.

En estos días, los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay y Chile


entregaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una
declaración sobre el Sistema Interamericano que intenta debilitar las potestades de la
Comisión y de sus órganos en aras del margen de autonomía con el gozan los Estados
miembros y piden a los demàs estados y a los órganos del sistema que asuman "sus
propias responsabilidades en la promoción y protección de derechos en la región, sin
invadir las esferas de competencia de cada uno”. Proponen tanto a la Comisión como a
la Corte Interamericana “la adopción de ciertas acciones que permitirán mejorar el
funcionamiento de aquél de cara a los desafíos del siglo XXI".

Este es un burdo intento de limitar los poderes de los órganos del Sistema
interamericano, cuyo principal cometido es la aplicación de las normas regionales que
han sido aprobadas por todos los estados miembros de la OEA para garantizar el
efectivo ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de quienes habitan el
territorio de las Américas en las diversas circunstancias que vive el continente más
desigual de orbe, esto es, conflictos armados, extrema pobreza, dictaduras, represiones
a los opositores y disidentes políticos, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones
forzadas, feminicidios, embarazos y maternidades infantiles forzadas, ejecuciones de
defensoras y defensores de derechos humanos, entre otras.
Las potestades de la Corte Interamericana le permiten actuar ante violaciones ocurridas
en todos los países miembros de la Organización de Estados Americanos, hayan o no
ratificado los pactos de protección. La Carta de la OEA, la Declaración Americana, el
Estatuto y Reglamento de la Comisión se aplican a todos los estados miembros de la
Organización de Estados Americanos.

El intento de limitar esas potestades argumentando el margen de autonomía que tienen


que tener los Estados, es una maniobra que no puede ser tolerada por los países
democráticos de la región. El Sistema es la real garantía de que los Estados no ejercerán
su poder en detrimento de la dignidad de las personas que habitan sus territorios ni
sobre otros estados de América Latina y el Caribe y si lo hicieran, el Sistema
Interamericano de Protección intervendrá señalando la vulneración cometida, así como
los caminos que deberán recorrer para el cumplimiento de las obligaciones que tienen
con la vigencia y garantía de los derechos humanos en el continente. En materia de
derechos humanos la argumentación de la soberanía nacional y estatal no corresponde,
en la medida en que las personas son actualmente sujetas de derecho internacional y
por tanto, titulares de los derechos incluidos en los estándares internacionales y
regionales.

Hoy no se discute la jurisdicción de los órganos internacionales y regionales de


protección y promoción de los derechos humanos ya que se ha acordado colectivamente
que son la garantía máxima de la protección de las personas con respecto a los abusos
y violencias que comenten los estados.

Esta postura largamente superada de las cancillerías de estos países nos coloca en
alerta como parte de la sociedad civil organizada, y junto con otras redes y
organizaciones sociales estamos dispuestas a defender el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos que hoy se ve atacado por posturas retrógradas y reaccionarias
que temen y no quieren verse juzgados por tribunales regionales imparciales y
autónomos, por las violaciones que cometen o puedan llegar a cometer.

El Sistema Interamericano de Derechos Humanos es una fuerte conquista de nuestra


región para la promoción y defensa de los derechos fundamentales de quienes la
habitamos.

Apoyamos con todas nuestras fuerzas a la Comisión Interamericana de Derechos


Humanos y a la Corte Interamericana.

No permitiremos retrocesos.

You might also like