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Depresión

La depresión clínica, es una enfermedad grave y común que nos afecta física y
mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La depresión es mucho más que
sentirse triste. La depresión nos puede provocar deseos de alejarnos de nuestra familia,
amigos, trabajo, y escuela. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del
apetito, y falta de interés o placer en realizar diferentes actividades.

Causas de la depresión
La depresión es un trastorno del cerebro. Las tecnologías para obtener imágenes del
cerebro, han demostrado que el cerebro de las personas con depresión luce diferente del
de quienes no la padecen. Las áreas del cerebro responsables de la regulación del ánimo,
pensamiento, apetito, y comportamiento parecen no funcionar con normalidad. Además,
hay importantes neurotransmisores que parecen no estar en equilibrio. Pero estas
imágenes no revelan las causas de la depresión. Existen muchas causas, incluyendo
factores genéticos (Algunos tipos de depresión tienden a transmitirse de generación en
generación), biológicos, ambientales y psicológicos. La depresión puede comenzar a
cualquier edad, pero suele empezar en la juventud o en adultos jóvenes. Es mucho más
común en las mujeres.

Hay una diferencia entre sentirnos triste alguna vez a tener depresión, todos no hemos
sentido triste en algún momento, siendo esto normal, sin embargo, esta tristeza deja de
ser normal cuando interfiere con la vida diaria y el desempeño normal y causa dolor tanto
para quien padece el trastorno como para quienes se preocupan por él o ella. La depresión
no afecta solamente a la persona que la padece, sino también a su círculo social.

La depresión clínica no es simplemente una angustia, es también una tristeza o melancolía


permanente. Nos lleva a sentirnos inútiles, sin esperanza; a veces, es posible que nos
queramos dar por vencidos. La depresión clínica causa pérdida del placer en la vida diaria,
tensión en el trabajo y en las relaciones, agrava condiciones médicas e incluso puede
llevarle al suicidio.

La depresión a pesar de ser una enfermedad común, es grave, no obstante, existe


tratamiento para ella siendo generalmente efectivos (si se realizan bien).
Enfermedades que coexisten con la depresión
La depresión a menudo coexiste con otras enfermedades. Tales enfermedades pueden
presentarse antes de la depresión, causarla, y/o ser el resultado de esta.

Los trastornos de ansiedad, tales como el trastorno de estrés postraumático, el trastorno


obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la fobia social, y el trastorno de ansiedad
generalizada, acompañan frecuentemente a la depresión. Las personas que padecen
trastorno de estrés postraumático están especialmente predispuestas a tener depresión
concurrente. El abuso o la dependencia del alcohol o de otras sustancias también pueden
ser coexistentes con la depresión.

La depresión a menudo coexiste con otras condiciones médicas como enfermedad


cardiaca, derrame cerebral, cáncer, VIH/SIDA, diabetes, y la enfermedad de Parkinson.
Estudios han demostrado que las personas que padecen depresión además de otras
enfermedades médicas graves, tienden a presentar síntomas más graves, tanto de la
depresión como de las enfermedades médicas.

Causas de la depresión otrae

Factores genéticos: La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar


cercano incrementa en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión. En diversos estudios
se ha determinado que en los gemelos monocigóticos hay un 50% más de probabilidades
de que uno de los hermanos padezca depresión en el caso de existir precedentes en el
otro.

Factores fisiológicos: Cuando las personas sufren de depresión, las partes de su cerebro
responsables de regular el estado de ánimo, el pensamiento, el sueño, el apetito y el
comportamiento no funcionan adecuadamente. Además, las personas con depresión
tienen un desequilibrio en ciertos neurotransmisores. Existe, además, un grupo de
enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de depresión, la mayoría de ellas
relacionadas con alteraciones endocrinas (Migraña, diabetes, hipertiroidismo, síndrome de
Cushing, enfermedad de Adisson y amenorrea hiperprolactinémica).

Factores personales: Existe un porcentaje significativamente mayor de depresión en


mujeres que en hombres. La edad también es un factor influyente, siendo entre los 35 y
los 45 años la mayor incidencia de depresiones. El embarazo y el posparto son etapas
vitales de la mujer con un mayor riesgo de aparición de depresión debido a las
alteraciones hormonales sufridas.

Factores ambientales: Se consideran factores potenciadores de la aparición de este


trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad
de encauzar los problemas, etc) en cualquiera de sus ámbitos personales, en especial si el
sujeto se encuentra además en una situación de dependencia o consumo habitual de
alcohol, tabaco, drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones
interpersonales potencia especialmente estos factores.

ESTUDIOS

 Una investigación realizada en sujetos deprimidos y sujetos que no sufrían


depresión, observó que mientras que éstos últimos podían imaginarse cómo era el
mundo emocional de una persona deprimida, los individuos deprimidos no podían
hacer lo mismo con respecto a las emociones de las personas sin depresión.

 Un estudio sobre metas, realizado con un grupo de personas deprimidas a quienes


se comparó con un grupo control, encontró que las personas deprimidas luchan al
momento de proponerse metas positivas a las que aspirar y les resulta más difícil
buscar objetivos alternativos cuando los existentes se vuelven difíciles de alcanzar
o inalcanzables. Los resultados sugirieron también que las personas con depresión
bajan sus expectativas de llegar a las metas.

 La deficiencia de vitamina D ha sido vinculada con una mayor propensión a sufrir


síntomas depresivos.

 Un estudio encontró menor severidad de la depresión para las personas que


duermen 8 horas cada noche, comparados con los que duermen 6. El grupo que
descansaba 8 horas tuvo un 63.2% de remisión, mientras que el grupo que dormía
solo 6 horas presentó un 32.6% de remisión. La remisión también ocurrió antes
para el grupo que dormía 8 horas. (La remisión es la atenuación o desaparición
completa en el paciente de los signos y síntomas de su enfermedad)

Manifestaciones clínicas
Si se detecta un posible foco de depresión, el primer paso es ir a un médico y
obtener un diagnostico ya que ciertos medicamentos y condiciones clínicas tienen
los mismos síntomas que la depresión. El medico puede descartar la depresión
mediante un examen físico, una entrevista o pruebas de laboratorio.

Si el medico observa que el paciente tiene depresión, deberá derivar al paciente a


un profesional de la salud mental que trate su depresión conversando con el
paciente sobre cualquier antecedente familiar de depresión y obteniendo todos los
antecedentes de los síntomas, por ejemplo, cuándo comenzaron, cuánto han
durado, su gravedad, y si ocurrieron antes, y si los síntomas ocurrieron antes, cómo
fueron tratados. Él o ella también debe preguntar si el paciente consume alcohol o
drogas y si ha tenido pensamientos suicidas o de muerte.

Una vez diagnosticada, una persona con depresión puede ser tratada con varios
métodos. Los tratamientos más comunes son la medicación y la psicoterapia.

Estudios
Datos que da la OMS:
 La depresión es un trastorno mental frecuente.
 Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
 La depresión es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma
muy importante a la carga mundial general de morbilidad.
 La depresión afecta más a la mujer que al hombre.
 En el peor de los casos, la depresión puede llevar al suicidio.
 Hay tratamientos eficaces para la depresión.

Uno de los mayores focos de estudio de la depresión, es la depresión en los


adolescentes ya que ellos viven un proceso de cambios tanto físicos como psicológicos

 La perspectiva de género, aplicada al estudio de la depresión, ha puesto en


evidencia la importancia de los factores socioculturales, así como los diversos
espacios (individuo, familia, comunidad) en los que dicha construcción
sociocultural modifica la probabilidad de padecer depresión por parte de
varones y mujeres.

Durante la adolescencia temprana y la adolescencia propiamente dicha, ocurre una


profunda reorganización de la vida emocional, con un estado de caos bien
reconocido. La presión para obtener éxito, en combinación con la incertidumbre
económica y los problemas cotidianos a los que se enfrenta con amigos y familiares
tienden a provocar una inestabilidad que intensifica sus sentimientos de
desconfianza, miedo, duda, que de no resolverse rápidamente pueden activar los
núcleos depresivos de la temprana infancia y orillar al adolescente a buscar salidas
que frecuentemente lo llevan a una situación más grave, incluso la muerte

Fuente: Marcela Veytia López - Universidad Autónoma del Estado de México

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