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LUCAS EL EVANGELIO DEL SALVADOR “LA PASIÓN DEL SALVADOR”

“AL PIE DE LA CRUZ II”

INTRODUCCIÓN
“La cruz es tosca y mortal, pero es efectiva. No deja a las víctimas colgando indefinidamente de ella. Llega
el momento cuando la obra queda consumada y la víctima muere. Es después de la muerte que viene el
gozo de la resurrección y la alegría de ver rasgado el velo. Entonces olvidamos los dolores que ha costado,
y disfrutamos de la gloria de la presencia del Dios vivo.

A. W. Tozer
Texto: Lucas 23:44-56
Tema: Lucas hace una narración detallada de todo el drama de la crucifixión. En su narración, es posible
identificar -como le mencione la semana pasada-cuatro momentos fundamentales y absolutamente relevante
para nosotros.

Desarrollo
La semana pasada, abordamos y estudiamos dos de esos momentos; el día de hoy abordaremos los dos
restantes.
El tercero es:
1. La Muerte del Salvador. Vv. 44-49
• Al estudiar con detenimiento este pasaje de la muerte de nuestro Salvador, es posible observar cuatro
eventos que hacen que la muerte de Cristo, no sea, un acontecimiento mas en la historia de la humanidad.
• El primero de esos eventos es:
A. La tierra sumida en oscuridad.
• Lo primero de lo que Lucas nos hace conscientes al continuar con su relato, es que Desde el mediodía y
hasta la media tarde la tierra quedo sumida en la oscuridad, pues el sol se oculto. Lucas además provee
la hora de este acontecimiento. Desde el medio, hasta las tres de la tarde hubo tinieblas. Fue una oscuridad
repentina e intensa, lo cual lo hacia un acontecimiento difícil de olvidar.
• Entre los estudiosos y eruditos del Nuevo Testamento y concretamente lo que atañe al respecto de la
muerte y resurrección de Cristo; hay un consenso general en que el oscurecimiento de la tierra en ese
momento no obedece a algún tipo de eclipse o fenómeno meteorológico.
• La tierra quedó sumida en oscuridad como resultado de la dramática muerte del Hijo de Dios. Fue un
acto milagroso correspondiente a la absoluta soberanía de Dios.
• Hendriksen observa al respecto: Pisamos terreno seguro al decir: “Dios la produjo”. Eso es mejor que
decir que o el diablo o la naturaleza la provocó. Pero cuando se hace la pregunta siguiente: “¿Por qué
medios la produjo Dios?” no se puede dar una respuesta completamente satisfactoria. Una tormenta
repentina, aun si hubiese durado tres horas, no habría cubierto todo el país y probablemente no hubiera
merecido una mención especial. Por lo general una tormenta de siroco negro proveniente del desierto
no produzca una oscuridad semejante. Por cierto, aquí en 23:44, 45, Lucas pareciera proporcionar la
respuesta que estábamos buscando. ¿No dice: “el sol se estaba eclipsando”? Pero, en primer lugar, la
lectura no es del todo cierta. Hay diversas variantes. En segundo lugar, supuesto que “eclipsándose”
es la palabra correcta, esto no puede referirse a un eclipse en el sentido técnico y astronómico, porque
aquello es imposible en el tiempo de la Pascua (luna llena). ¡Además, tal eclipse difícilmente podría
durar tres horas! Pero si la palabra se toma en un sentido más amplio, a saber: “se oscureció”, estamos
de nuevo donde empezamos: oscurecido, pero ¿por qué causa? La mejor respuesta bien podría ser que
lo que ocurrió aquí fue un acto especial de Dios, un milagro y no seguir inquiriendo respecto de algunas
causas secundarias.
• Ahora bien, ¿que significado tuvo esto para quienes fueron protagonistas del hecho y para los lectores
posteriores del evangelio? ¿Cuál fue la razón de que la tierra hubiese quedado en oscuridad?
Evidentemente, esa oscuridad significó juicio, el juicio de Dios sobre los pecados de la humanidad. El
castigo fue llevado por Jesús en favor de la humanidad, como nuestro sustituto, sufrió la más intensa
agonía y un dolor difícil de describir; además del abandono que experimentó por causa de la maldad del
mundo. En Mateo 27:46, el pasaje paralelo a este, el evangelista registra una de las que se considera
coma parte de las siete palabras de Jesús en la cruz: Como a las tres de la tarde, Jesus gritó con fuerza:
Eli, Eli, ¿lama sabactani? (Que significa: Dios mío, Dios mío, ¿Por que me has desamparado?
• Hendriksen dice al respecto: Ese día el infierno llegó hasta el Calvario y el Salvador descendió hacia
él y llevó sus horrores en lugar nuestro.
B. La cortina del santuario se rasga en dos.
• Lucas y los demás evangelistas se refieren evidentemente a la cortina interior del templo, es decir, la que
divide el Lugar Santo del Lugar Santísimo. De acuerdo a Mateo, la cortina se rasgo en dos de arriba
hacia abajo. La cortina era de un gran espesor por lo cuál dicho evento constituye un verdadero milagro.
Para dar una idea de lo extraordinario del hecho, el historiador judío Giuseppe Flavio decía que ni
siquiera dos caballos unidos a esta gran cortina, habrían podido romperla. Su mantenimiento era
realmente una empresa: tenía 20 metros de altura y diez centímetros de espesor, para poderla enrollar
se decía que eran necesarios alrededor de setenta hombres. (Revista Aleteia)
• Además del velo rasgado, Mateo relata otros acontecimientos que son significativos para como
presupuesto para la fe del cristianismo. La tierra tembló y se partieron las rocas. Se abrieron los
sepulcros, y muchos santos que habían muerto resucitaron. Salieron de los sepulcros y después del la
resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos (Mateo 27:52-53)
• Sin embargo, y sin lugar a dudas el hecho de que el velo interior del templo se haya rasgado, provee un
significado profundamente teológico para el cristianismo contemporáneo. El que se rasgara significaba
que Cristo había hecho posible que todos los creyentes entraran directamente a la presencia de Dios.
(Biblia de Estudio NVI).
• Es importante recordar que a la hora en que el velo se rasga, es decir, las tres de la tarde, los sacerdotes
debían haber estado oficiando en el templo.
• El autor de Hebreos explica objetivamente el propósito de que el velo se haya rasgado. Propósito que
podemos apreciar en Hebreos 9:3, 8 y Hebreos 10:19-22.
• Es notable que el autor de Hebreos explique en este último pasaje que tenemos libertad para entrar en el
Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que nos ha abierto a través de la cortina y que esa cortina
simboliza su cuerpo; que al igual que la cortina fue rasgado para abrir el camino de entrada al Lugar
Santísimo, a la presencia misma de Dios.
C. Jesus entrega su Espíritu.
• Jesús exclama con voz fuerte las palabras del Salmo 31:5 antes de morir. En tus manos encomiendo mi
espíritu; líbrame, Señor, Dios de la verdad.
• Estar oración de Jesús citando el Salmo, tiene especial significado por tres cosas en que los estudiosos
del Nuevo Testamento están de acuerdo. (1) Por lo que retiene. “Encomiendo mi espíritu” Es significativo
porque contempla el único tipo de muere que podía satisfacer la justicia de Dios y salvar a la humanidad
de su ira. Un sacrificio voluntario. Jesús entrego su vida de forma voluntaria y gustosa. (Juan 10:11) (2)
Por lo que añade. Es importante notar que el Salmo no contiene la palabra Padre. (3) Lo que omite. “Tu
me has redimido, oh Señor Dios de la verdad” En el caso de Cristo, no es necesario ser librado ni redimido.
El es Santo y sin pecado, de modo, que no era necesario y de ninguna forma considerable el hecho de una
redención.
D. La confesión del Centurión.
• Este evento es significativo, toda vez que la confesión que ocurre a esta altura de la narración proviene
de un hombre del que no se esperaba tal respuesta: aún cuando el registro de centuriones piadosos es
amplia.
• La respuesta del centurión se complemente también en el relato de Mateo y lo registra así: Cuando el
centurión y los que con el estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido
quedaron aterrados y exclamaron: -!Verdaderamente este era Hijo de Dios!.
• Es posible que haya alabado a Dios porque después de presenciar todos los eventos milagrosos que
sucedieron hubiese reconocido que Dios había reivindicado públicamente a Jesus con estas señales y
prodigios. O por otro lado sintió temor de haber ejecutado a un hombre justo y querida apaciguar el juicio
del Juez Divino.
• Hendriksen dice al respecto: Así que comenzó a alabar y a glorificar a Dios diciendo: “Ciertamente este
era un hombre justo”. Esto significa que probablemente glorificaba a Dios reconociendo la justicia de
Jesús.
• La pregunta para nosotros, después de apreciar y estudiar con profundidad estos hechos es ¿Cuál es o
debería ser nuestra propia confesión? Tenemos al Hijo de Dios, sacrificado por causa de nuestros pecados,
molido por nuestros delitos y transgresiones. Un hombre justo, sacrificado y castigado por causa de
hombres injustos, el inocente por el culpable. Un hombre justo y sin pecado, hecho pecado por nosotros,
para que en su sangre recibiéramos la justicia. ¿Cuál debe ser nuestra confesión? ¿Cuál debe ser nuestra
respuesta? El sacrifico de Jesús no puede quedar solo como una gran historia de redención. Tiene que
afectar nuestra forma de pensar, nuestra teología y nuestra forma de vivir. Después de conocer estas cosas
no podemos seguir siendo los mismos, así como el centurión y los que estaban allí no siguieron siendo
los mismos. Los versículos 49 y 49 junto con la respuesta del centurión tienen que hacernos reflexionar
en que Dios exige una respuesta que involucra no solo nuestra creencia, sino, nuestra vida entera.
• El sacrificio de Jesús no puede quedar reducido a un espectáculo, ni al presupuesto de una tradición sin
sentido. El no murió para que lo recordáramos cada año en una película o en una semana de tradición sin
trascendencia. El murió para que nosotros muriéramos al pecado y viviéramos para la justicia.
El cuarto momento relevante.
2. El Salvador es sepultado. Vv. 50-56
• Después de la muerte de Jesús, Lucas hace un cambio de escena en el relato de la historia de la crucifixión
y señala a la existencia de Un hombre bueno y justo llamado Jose, miembro del Consejo. Lucas explica
que este hombre no había estado de acuerdo con la decisión de crucificar a Jesus, ni con la conducta de
ellos.
• Lucas continua brindándonos detalles de este Jose. Era natural de un pueblo de Judea llamado Arimatea
y esperaba el reino de Dios. Hendriksen al respecto señala: Se dice que había estado “constantemente
esperando el reino de Dios”. Esto probablemente quiera decir que, en armonía con el propio mensaje
de Cristo (Mt. 11:4–6, 12), José creía que el reino de Dios en los corazones y vidas de los hombres se
estaba estableciendo y que anhelaba ardientemente que se estableciera más y más.
• Mateo en el relato paralelo advierte que: Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado Jose,
que también se había convertido en discípulo de Jesús. Mateo 27:57. Por consiguiente Jose era un
discípulo del Señor.
• Este hombre se presentó ante Pilato y le reclamó el cuerpo del Señor. Esto en realidad supone un
verdadero acto de valentía, según lo relata Marcos 15:43. Y lógicamente con respecto a esto las razones
son varias.
• Una de esas primeras razones es que por derecho romano, los condenados a muerte perdían el derecho a
ser sepultados. Una razón mas es que Pilato odiaba a los judíos y les había negado horas antes el cambio
de redacción en el letrero que rezaba la razón de la condena de Jesús. Una razón mucho mas poderosa
para este acto de valor, es que Jose había sido discípulo de Jesús pero en secreto. Juan 19:38.
• Sin embargo algo había sucedido en el corazón de José. Ahora sin temor a lo que sus coterráneos del
Sanedrín pensaran insistía en ser contado entre los discípulos del Señor. Ya no seria mas un discípulo en
secreto.
• Estar al Pie de la Cruz, tiene que llevarnos a ser discipulos de valor. El miedo es una herramienta de la
cultura, nada funciona mejor que la sanción social; y ser cristiano en una cultura como la nuestra es objeto
de burlas e insultos; de cuestionamientos y persecuciones psicológicas. Podemos encontrar valor al Pie
de la Cruz, para testificar de nuestro poderoso Salvador, sin temor a lo que la cultura, nuestra familia o
amigos piensen. Lucas 9:26 Si alguien se avergüenza de mi y de mis palabras, el Hijo del hombre se
avergonzará de el cuando vengas en su gloria y en la gloria de su Padre y de los Santos ángeles.
• En virtud de la muerte de Jesús en la cruz, ningún discípulo de Jesús puede ceder a la intimidación.
• Aun cuando Lucas omite la respuesta de Pilato al reclamo de José, es evidente que este último logra su
cometido. Marcos 15:44-45 dice: “Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto, y llamado al
centurión, le pregunto si ya estaba muerto. Y comprobando esto por medio del centurión, le concedió el
cuerpo a José”
• Lucas continua su narración informando que José bajo el cuerpo lo envolvió en una sabana de lino y lo
puso en un sepulcro cavado en la roca en el que todavía no se había sepultado a nadie. La descomposición
y la corrupción no habían entrado en el. Otro hecho notorio es que el sepulcro era de José, el lo había
hecho labrar o cavar en la roca. Esto nos remite directamente a Isaías 53:9 una profecía mas que se aplica
a Jesús . Según los evangelios, el rico José de Arimatea le dio honorable sepultura a Jesús al colocar su
cuerpo en su propia tumba. Sin duda, fue un gesto de amor con el cual reconocía lo mucho que a él se le
había perdonado. De esta manera, el cumplimiento de la profecía no solo es adecuado, sino que la
trasciende. (Biblia de Estudio NVI)
• Lucas es preciso en informar que era el día de preparación para el sábado o día de reposo que ya estaba a
punto de comenzar. También es preciso en señalar que las mujeres que habían acompañado a Jesús desde
Galilea siguieron a José para ver el sepulcro y como colocaban el cuerpo. Estas mujeres entre las que se
encontraban sin lugar a dudas María Magdalena y Maria la madre de Jacobo y Salome, volvieron a casa
e hicieron los preparativos para preparar y ungir el cadáver de Jesús.
• Como el día de reposo estaba tan cercano, no alcanzaron a preparar todo lo que necesitaban de modo que
descansaron el sábado conforme al mandamiento. Es por las mujeres que los discipulos conocieron el
lugar de sepultura de Jesús.
• Es indiscutible el amor y devoción que tenían por Jesus, tanto José de Arimatea como las mujeres que lo
habían seguido. Es un amor y devoción absolutamente inspirante, no solo en lo tocante a su vida y muerte
sino mucho mas aun en su resurrección; como veremos mas adelante. Este amor y devoción es el que
nosotros como discipulos contemporáneos debemos exhibir. Amar a Cristo y vivir para El es el
presupuesto doctrinal más importante de un discípulo de Jesús. Nuestro cristianismo queda definido sin
lugar a dudas por el amor y devoción hacia Jesús; hecho que el mismo Jesús reconoció y exigió de quienes
quisiéramos seguirlo. Estar al pie de la Cruz es amar a Jesús mas de lo que pudiésemos amar a otros y a
nosotros mismos. Lucas 14:25-27.
• Para discípulos como Pablo, no amar a Jesús, era inconcebible: “Si alguno no ama al Señor, quede bajo
maldición. !Marana ta!” (1 de Corintios 16:22) Para nosotros en nuestro propio caminar debe ser igual
de determinante.

CONCLUSIÓN
Estar al Pie de la Cruz, es no solo recordar a Jesús y su sacrifico por nosotros pecadores. Es recordar pero
a la vez reflexionar, considerar, meditar en su ejemplo. Es fijar nuestra mirada en El, iniciador y
perfeccionador de nuestra fe. Es seguir el ejemplo de su sufrimiento y caminar en la huellas de su pasión.
Estar al Pie de la Cruz, es morir por El y vivir para El.

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