You are on page 1of 2

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN-EDUCACIÓN

EPISTEMOLOGÍA Y METODOLOGÍA

RESEÑA DEL TEXTO EL UNIVERSO MECÁNICO Y EL PARADIGMA DE LA SIMPLICIDAD

Ricardo Rey Monroy

La concepción del todo como un conjunto de partes ha sido construida históricamente para la
comprensión de hechos que, bajo algunas limitaciones de recursos o estudios, no eran posibles de
estudiar de forma completa. Es un suceso natural, buscar reducir todo contexto a su partícula más
simple, la elemental, la que me permita realizar un estudio menor y no involucrarme con un
conjunto más grande en el que pueda tener algunas dificultades, es el caso de algunas ciencias
como la química en la descomposición de sustancias complejas a componentes simples; la biología
y los organismos, analizados desde las células; la medicina y el ser humano, del que se generaron
aparatos que permitieran a los médicos especializarse para mejorar en el tratamiento de algunos
de ellos; entre otros casos de descomposición de un todo.

Sin embargo la aparición de un sistema mecánico que perdure por tanto tiempo es un problema
para la evolución, considerando que resultó muy útil en aspectos como los anteriormente
mencionados, si bien es cierto que los sistemas mecánicos son explicados por el funcionamiento
de las partes que lo componen y los elementos que las relacionan entre sí, es bastante ineficiente
establecer algunos presupuestos como el de identidad estática y su determinación de que cada
partícula no posee estructuras internas, o en el presupuesto de la totalidad mecánica que se basa
en el principio de que el todo es igual a la suma de sus partes y considera cada parte como un
elemento más , carente de interacciones. Además, se entienden los sistemas mecánicos como
sistemas cerrados en el caso del presupuesto de independencia absoluta, pero el que resulta aún
más complicado de aceptar es el presupuesto de conservación, dado que no se permite la
evolución.

Dentro de este paradigma de simplicidad que “gobernó” por varias décadas hasta el nacimiento
de algunos enfoques de complejidad, de la mano del desarrollo científico, quién más que la ciencia
para salirse de los presupuestos que incitaban al estancamiento del desarrollo, la ciencia
mecanicista estaba perdiendo el ideal de la ciencia en sí, el ideal de progreso. Fue así como la
teoría darwiniana se manifestó desde el pensamiento de que las especias se transforman y por
ende, el sistema se hace complejo. A esto se unieron otras ciencias como las sociales, el deseo de
explicar el cambio y la evolución, cambiar el centro de estudio, enfocarse en el organismo como un
todo, una teoría Sistémica. Se establece el primer axioma sistémico, el todo es más que la suma de
las partes, lo que le otorga al sistema la libertad de convertirse en un sistema abierto, alejándose
de los modelos cerrados de la mecánica y abriendo las puertas a la complejidad.

Hay que reconocer que los sistemas mecánicos generaron un gran desarrollo en su momento,
permitieron el conocimiento y la propagación de saberes que en su momento no podrían haber
sido estudiados con tal fluidez bajo un paradigma sistémico, pero el paso del tiempo nos invita a
salir de algunas zonas de confort, es decir, movernos, evolucionar, hacer uso de las herramientas
que los sistemas mecánicos nos proporcionaron para crear e innovar, para investigar, para
progresar. Pensar de forma sistémica nos permite generar campos de acción más amplios, nos
ofrece la capacidad de entender más que el funcionamiento de un mecanismo, nos invita a pensar
y pensarnos diferente. Desde mi campo laboral, pensando en la educación (matemática, en mi
caso), nos vemos involucrados aún en el paradigma mecánico, en el que se desarrollan algunos
contenidos inferiores al saber matemático, con el fin de ajustar algunos engranajes que permitan
construir un sistema cerrado de temas y saberes propios de la ciencia, olvidando en muchos casos
la contextualización y el uso de dichos contenidos, se debe empezar a educar para pensar de
forma matemática como un sistema abierto, al que se le puede sacar provecho en contextos
reales, los procesos algorítmicos y conceptuales no deben ser el fin, ni deben ser las únicas partes
que representen el sistema.

Referencias de apoyo

Von Foester, H (1995) Visión y conocimiento: disfunciones de segundo orden. En Dora Fried
Schnitman. ​Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad. Buenos Aires, Argentina. Paidos.
​ ttps://goo.gl/k6jqM7 
Recuperado de h

You might also like