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INSTITUTO SUPERIOR DE COMERCIO

Profesor “Fernando Pérez Becerra” Chillán


COORDINACION DE ASUNTOS PEDAGÓGICOS CAP
PROF. JORGE SANCHEZ TREJO

Guía de actividades: Análisis de discurso

Unidad: Crisis del Parlamentarismo e irrupción de nuevos actores sociales


Instrucciones: El 1° de agosto de 1900, Enrique Mac Iver pronunció su famoso discurso "La crisis moral de la
República". En él, planteaba interrogantes en torno a la situación del país y a los nuevos problemas que se estaban
presentando
Objetivo: Comprender a través de una fuente primaria la situación política, económica y social del Chile de inicios
del siglo XX.

LA CRISIS MORAL DE LA REPUBLICA por Enrique Mc Iver

"Voy a hablaros sobre algunos aspectos de la crisis moral que atravesamos; pues yo creo que ella existe y en mayor grado y
con caracteres más perniciosos para el progreso de Chile que la dura y prolongada crisis económica que todos palpan.

Me parece que no somos felices; se nota un malestar que no es de cierta clase de personas ni de ciertas regiones del país, sino
de todo el país y de la generalidad de los que lo habitan. La holgura antigua se ha trocado en estrechez, la energía para la
lucha en laxitud, la confianza en temor, las expectativas en decepciones. El presente no es satisfactorio y el porvenir aparece
entre sombras que producen la intranquilidad.

No sería posible desconocer que tenemos más naves de guerra, más soldados, mas jueces, mas guardianes, mas oficinas, más
empleados y más rentas públicas que en otros tiempos; pero, ¿tendremos también mayor seguridad, tranquilidad nacional,
superiores garantías de los bienes, de la vida y del honor, ideas más exactas y costumbres más regulares, ideales más perfectos
y aspiraciones más nobles, mejores servicios, más población y más riqueza y mayor bienestar?

La producción en realidad no aumenta desde hace años; si no fuera por el salitre, podría decirse que disminuye; la agricultura
vegeta; la minería aun en estos días de grandes precios, permanece estacionaria; la incipiente manufactura galvanizada con el
dinero público y con el sacrificio de todos, no prospera; el comercio y el tráfico son siempre los mismos y el capital
acumulado es menor.

¿Tenemos algunos rieles más, algunas escuelas, algunos pocos miles de habitantes? Enhorabuena; ¿pero qué importancia
tiene esto para juzgar de nuestro adelanto, si esos centenares de rieles debieran ser millares, si esas docenas de escuelas
debieran ser centenares y si esos pocos miles de habitantes debieran ser millones? ¿Y qué vale ello delante de las obras
publicas en ruinas, de la agricultura decadente, de las minas inutilizadas, del comercio anémico, de los capitales perdidos, del
ánimo enfermo?

En mi concepto, no son pocos los factores que han conducido al país al estado en que se encuentra; pero sobre todos me
parece que predomina uno hacia el que quiero llamar la atención y que es probablemente el que menos se ve y el que más
labora, el que menos escapa a la voluntad y el más difícil de suprimir. Me refiero ¿Por qué no decirlo bien alto? A nuestra
falta de moralidad pública; sí, a la falta de moralidad pública que otros podrían llamar la inmoralidad pública.

Mi propósito no es otro que el de señalar un mal gravísimo de nuestra situación, que participa más de la naturaleza de mal
social que de mal político, con el objeto de provocar un estudio acerca de sus causas y sus remedies, y para el fin de corregirlo
en bien de todos y no en beneficio de individuos, bandos o partidos.

Hablo de la moralidad que consiste en el cumplimiento de su deber y de sus obligaciones por los poderes públicos y por los
magistrados, en el leal y completo desempeño de la función que les atribuye la carta fundamental y las leyes, en el ejercicio de
los cargos y empleos, teniendo en vista el bien general y no intereses y fines de otro género. Hablo de la moralidad que da
eficacia y vigor a la función del estado y sin la cual esta se perturba y se anula hasta el punto de engendrar el despotismo y la
anarquía y como consecuencia ineludible, la opresión y el despotismo, todo en contrario del bienestar común, del orden
público y del adelanto nacional.

Preguntas de análisis:

 ¿Por qué crees que Mac Iver habla de una Crisis Moral?
 Porque crees tú que él dice que “No somos felices”
 ¿Cuáles han sido los factores que han provocado la decadencia del país?
 ¿A qué tipo de moralidad hace alusión Mac Iver? Y ¿Por qué crees que esta moralidad es importante?

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