Producción Artística y Contexto Histórico Social – 4° Año – Colegio J. M.

Brentana (2019)

Estética
Cuando hablamos de “estética” podemos estar describiendo distintas cuestiones, por
eso es necesario diferenciar estos significados:

1) Significado cotidiano de “Estética”

Qué es Estética:
La Estética estudia la naturaleza de la belleza y su percepción por parte de los individuos,
por lo cual se relaciona estrechamente con el arte. La palabra estética deriva del latín
moderno aestheticus, y éste del griego aisthētikós que significa “percepción o sensibilidad” a
través de los sentidos.

La palabra estética posee diferentes definiciones según el contexto donde se emplee,

aunque todas giran en torno a la percepción de la belleza.

Cotidianamente se usa para referirse a la apariencia física de una persona, de una cosa o
de espacio. Por ejemplo, uno diría:

"Poner la basura en la puerta afecta la estética del edificio"

Además, la palabra estética puede referirse a la higiene y a la presentación personal. Por

ejemplo, decimos:

"Valentín tiene un Óptimo en estética: siempre tiene sus cosas limpias y sus trabajos bien
ordenados"

Por eso algunas veces se llama estética a los centros de belleza que incluyen servicios como
depilación, cuidado de la piel, masajes reductores, tratamientos rejuvenecedores, etc.

Se habla de cirugía estética cuando se realiza una intervención quirúrgica cuyo propósito
es mejorar el aspecto físico de una persona.

Los principales valores estéticos son: la belleza, el equilibrio, la armonía, la tragedia y la

horribilidad.

2) Significado de “Estética” en la producción artística

Por otro lado, al momento de analizar productos culturales o artísticos utilizamos el
término estética para referir a otra cosa. Hablamos de estética como conjunto de
características formales que definen a ciertos productos culturales de determinadas épocas y
medios. En ese sentido nos detenemos en lo superficial, en lo que percibimos de esa
manifestación artística y en cómo se parece o se diferencia con respecto a otras.
Se habla de estética ochentosa cuando estamos frente a alguna imagen, por
ejemplo, en la que la que identificamos vestimentas coloridas y grandes, los peinados estilo
melenas, el uso excesivo de colores rosados brillantes en los fondos y tipografías futuristas.
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Marcas como Coca-Cola y Mtv son emblemas comerciales de esta época y, por lo tanto, de
esta estética.

La característica más importante de esta estética es que remite a una época pasada (hace
unos 40 años), lo cual no impide que hoy vuelva a utilizarse en los medios. En el caso de los 80’s,
no solo presenciamos el regreso de esta estética en sus aspectos visuales sino también en la
música (bandas actuales como Tame Impala, Imagine Dragons, The Weeknd, Bruno Mars, etc.).

Ilustración con estética ochentosa de la película “Drive”, de 2012

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El uso de la palabra estética como descripción de un objeto cultural no se agota en el

símbolo de una época como en el ejemplo anterior. De hecho, es prácticamente aplicable a todo
conjunto de características formales que deseemos clasificar, definir, comparar, etc. Existe una
estética YouTuber, una estética K-Pop, una estética trapera, una estética cumbiera, una estética
del cubismo, una estética Andy Warhol. Siempre y cuando podamos identificar aquellos elementos
formales (colores, timbres musicales, vestimentas, objetos, lenguajes empleados, etc.)
característicos de un artista plástico, de un género musical, de una época histórica, de una
plataforma online, de una zona geográfica, o de un director de cine, estaremos hablando de
estética.

La estética trapera se caracteriza visualmente por el uso de cierta indumentaria, tatuajes, estereotipos masculinos,
etc.

¿De qué nos sirve hablar de estética? Principalmente nos permite organizar las
posibilidades infinitas de los objetos culturales que producimos. Poder organizarlos y señalarlos
permite compararlos, analizarlos y comprender su contexto de surgimiento y difusión, influencias
e importancia social. Por otro lado, vivimos rodeados de discursos cargados de estética: desde la
propaganda política que sale en la tele e internet (con un conjunto de colores seleccionados,
música cuidadosamente elegida, conjunto de tipografías, tonos de voz e imágenes), pasando por
la publicidad, el diseño urbano, la música y las películas que consumimos. Las decisiones estéticas
que se toman para crear estos productos que luego se difunden y nos rodean responden a modos
de pensar de la época y la sociedad en la que vivimos. Podemos considerarnos individuos
posmodernos, y como tales consumimos una variedad importante de información (con mayor o
menor decisión sobre qué consumimos y por qué). Mayormente tomaremos decisiones acerca de
qué discursos estéticos queremos tener cerca, qué tipo de música y películas o series ver, con qué
movimientos identificarnos y qué cosas rechazar o no sentir que nos identifiquen.
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Como una mamushka. Podríamos considerar que el Guernica de Picasso (1937) posee cierta estética
caracterizada por el uso de la escala de grises, figuras humanas simplificadas pero muy expresivas y otras
emblemáticas como el caballo o el toro. La estética del Guernica estaría inserta dentro de la estética de Picasso en
general, con su forma particular de dibujar a los hombres y mujeres, su manera particular de simplificar la forma y de
utilizar el lenguaje geométrico. Asimismo, Picasso está inserto dentro de la estética cubista, con sus características
formales, temáticas y procedimientos. Finalmente podemos considerar que la estética cubista pertenece a una
estética más general, denominada estética moderna, que engloba el lenguaje artístico de la primera mitad del siglo
XX.

El rasgo fundamental de los productos culturales que nos rodean hoy tiene que ver con las
ideas de eclecticismo y sincretismo. Ambos conceptos definen la forma y el contenido de lo que
consumimos culturalmente en nuestros tiempos. Eclecticismo refiere a que hoy en día nos
relacionamos con productos culturales que remiten a estéticas y lenguajes múltiples,
principalmente viso-auditivos (por ejemplo, vemos videos muy variados y prácticamente todos los
días). La época actual es de un gran eclecticismo, es decir que hay una enorme gama de
posibilidades estéticas, de variantes, corrientes, modas, resurgimientos. En el caso paradigmático
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que refleja esto es el del concierto musical contemporáneo (nos juntamos en un estadio para
cincuenta mil personas, con pantallas gigantes, cientos de parlantes, producción millonaria) la
experiencia estética que tenemos es claramente ecléctica (escuchamos y vemos a nuestros
músicos favoritos, pero también participamos corporalmente, estamos dentro de una masa que
está experimentando ese instante artístico). Si deseo volver a ese momento del concierto, puedo
buscarlo por YouTube o grabarlo yo mismo con mi celular. De hecho, una cantidad enorme de
conciertos quedan subidos a internet lo cual permite revivir esa experiencia estética e incluso
vivirla si es que no estuve allí. En ese sentido, el concierto, recital o espectáculo musical en vivo es
un emblema del arte popular contemporáneo, y es una experiencia estética multilenguaje.
Muy relacionado con lo anterior, el sincretismo propone el la mezcla o combinación de
estéticas variadas (cultural e históricamente) en un mismo producto artístico, y es una marca de
nuestra época también. En la cultura contemporánea observamos múltiples ejemplos de
sincretismo, cuando una corriente artística creada en una cultura particular llega a otra cultura, y
es tomada por esta con el agregado de las características locales: por ejemplo, en nuestro país el
llamado “rock nacional” es producto de la fusión del rock y el pop de origen inglés y
estadounidense, con nuestra lengua y los ritmos locales (el tango, el folklore). Actualmente los
espectáculos musicales multitudinarios dirigidos a jóvenes y producidos en torno a una figura
individual que canta, baila y representa ciertos valores de belleza, juventud y sentido de la moda
(ejemplos como Lali Espósito, Tini Stoessel, etc.) son productos sincréticos de un formato estético
originalmente estadounidense (con figuras como Katy Perry, Miley Cyrus y previamente Madonna,
Britney Spears, entre otras) en su encuentro con nuestro idioma y cultura. Las estéticas se
difunden y tienen éxito gracias a las características de los medios masivos de comunicación
actuales, principalmente las posibilidades que brindan las redes.