(5 Experiencia y Razón)

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EXPERIENCIA Y RAZÓN
EXPERIENCIA Y RAZÓN
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80 FILOSOFÍA GENERAL
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astrolabio del siglo XVI

EXPERIENCIA Y RAZÓN 81
Empirismo
Los principales teóricos del empirismo proceden de

Inglaterra. Esta corriente de pensamiento se basa en la valo-

ración de la experiencia como fuente de conocimiento, lo que
dio un impulso notable al estudio de las ciencias experimen-
tales en toda Europa.
El fundamento teórico del empirismo es la solución
nominalista ante el problerna tradicional de los universales
o conceptos. En él tienen sus principios las tendencias filo-
sóficas pragmatistas positivistas y el mismo concepto posi-
tivo de la vida.
Los pensadores más importantes de esta corriente duran-
te el siglo XVII son Hobbes y Locke, a quienes continuarán,
en el siglo XVIII, Berkeley y Hume.
THOMAS HOBBES (1588-1697) tiene una concepción del
hombre y del universo radicalmente materialista. Niega que
haya una realidad espiritual o inmaterial: el universo está
formado por un único tipo de materia, cuyas cualidades
son la extensión y el movimiento. El conocimiento tiene su
fuente en los sentidos: es la conservación de una impresión

en la memoria lo que constituye la experiencia, y no la
intervención del hombre.
Su obra, además de los Elementos de filosofía, incluye
Leviatán, donde expone una teoría política, el primer intento
verdaderamente serio de encontrar una fundamentación
teórica universal de la paz. Propugna un Estado regido por
un soberano absoluto, que ostente el poder reunido de todos
los ciudadanos como alternativa a la lucha de todos contra
todos. Como la libertad absoluta no existe, el hombre debe
acomodar su actuación a las normas dictadas por el Estado
en que ha delegado el poder.

JOHN LOCKE (1630-1704) publicó su obra fundamental,
Ensayo sobre el entendimiento humano, en 1693. Influenciado
por Hobbes y quizás más aún por Bacon, llega a la conclu-
sión de que el conocimiento se inicia con la experiencia y
de que se reduce, exclusivamente, a los datos de la expe-
riencia. Niega, pues, todo innatismo: los contenidos de la
mente proceden del exterior.
Desde el punto de vista de la teoría política, Locke consi-
dera el Estado como un ente surgido para evitar discordias
entre los hombres, y defiende los derechos naturales de la
libertad personal, sentando en sus Dos ensayos sobre el gobier-
no civil las bases teóricas de la monarquía parlamentaria y
constitucional inglesa.
El obispo GEORGE BERKELEY (1685-1753) continúa y
acentúa el empirismo de Locke, iniciándo un proceso de
pensamiento escéptico que le llevará a una concepción

metafísica de idealismo extremo, que le lleva a afirmar: «Las
sustancias materiales no existen en sí mismas, sino sólo en
cuanto son percibidas por mí». Su obra fundamental es el
Tratado sobre los principios del conocimiento humano.
DAVID HUME (1711-1776), extrema los presupuestos
empíricos, destruyendo los conceptos fundamentales de la
metafísica y proponiendo un fenomenismo: sólo conocemos
fenómenos, apariencias, y no cosas en sí. Su obra principal
es un Tratado sobre la naturaleza humana. Rechaza, al igual
que Locke y Berkeley, todo innatismo: «Todo conocimiento

parte de la experiencia, de la percepción». Distingue dos
tipos de percepciones: impresiones (sensaciones, pasiones
y emociones) e ideas (imágenenes de las impresiones en el
pensamiento, más débiles que éstas). Para Hume la realidad
es solamente una sucesión de fenómenos, con lo que niega
de la idea de causalidad: no podemos inferir de una sucesión
de hechos el que unos sean causa de otros. Esta posición lo
conduce a un escepticismo radical.
El empirismo ejerció una proyección importante en la
filosofía continental. Así, a partir de Hume y su reducción
de todo ser a impresiones sensibles, se posibilita la filosofía
de Kant y se abre el camino a la filosofía clásica alemana de
los siglos XVIII-XIX. Por su parte, el constitucionalismo de
Locke inspira a los pensadores franceses que van a integrar
el movimiento liberal e iluminista que se desarrollará a lo
largo del siglo XVIII con el nombre de Ilustración.
Racionalismo
El racionalismo constituye la última respuesta al proble-

ma medieval de las relaciones entre razón y fe, dando ya

predominio absoluto a la primera. La precisión y exactitud
de las ciencias matemáticas deslumbraron a los pensadores
de la incipiente modernidad, y ellas fueron consideradas
como la ciencia modelo a seguir, con la cual traducir la reali-
dad natural y espiritual a fórmulas.
Descartes, Spinoza y Leibnitz fueron los forjadores de
esta tendencia filosófica que encontraría, ya en el siglo XIX,
con el idealismo, su punto culminante.
RENÉ DESCARTES (1596-1650) es el verdadero iniciador
del moderno racionalismo. Quiso elaborar un sistema filosó-
fico basado en algo que fuera absolutamente cierto, al estilo
de las proposiciones matemáticas. Así, parte de una duda
universal: es necesario dudar de todo aquello de lo que sea
posible dudar. Y encuentra algo de lo que no es posible dudar:
su pensamiento, lo que será la base para la construcción de
su sistema, que queda resumido en su famosa proposición:
«Pienso, luego existo». Este principio se nos presenta como

un hecho evidente y cumple los requisitos de claridad y
distinción, que son la base de un saber cierto. A partir de
Descartes, la verdad ya no será una adecuación de las ideas
del sujeto al mundo exterior, sino radicará en la propia razón
del sujeto pensante. Hizo hincapié también en la separación
radical entre materia y espíritu (dualismo). Afirmaba que
existían tres sustancias: una infinita (Dios) y dos finitas
(materia y espíritu).
La especulación cartesiana, expuesta en breves tratados
al alcance de todos (Discurso del Método, Reglas para la direc-
ción del espíritu y Meditaciones metafísicas) tuvo una repercu-

sión extraordinaria, ya que logró introducirse en los círculos
intelectuales y aristocráticos europeos de la época.
La obra más importante de BENITO (BARUCH) SPINOZA

(1632-1677) es Ética demostrada según el modo geométrico. La
filosofía cartesiana influyó decisivamente en su pensa-
miento, aunque también se aprecian en la obra de este ho-
landés conceptos derivados del misticismo neoplatónico y
de las doctrinas estoicas. Spinoza llega a una concepción
panteísta del universo: sólo existe una sustancia —Dios—
y las criaturas son atributos de esta única sustancia. Sus
concepciones acerca del Estado y el derecho aparecen en el
Tratado teológico-político: considera que los principios del
derecho se fundan en el orden necesario del mundo, apar-
tándose del jusnaturalismo y de Hobbes, que los entendían
como fundados en la razón.
G. W. LEIBNITZ (1646-1716), filósofo y matemático ale-

mán, escribió, además de sus numerosos escritos científicos
e históricos, Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano,
Nuevos sistemas de la naturaleza y Monadología. Afirmaba que
todo lo existente está constituido por sustancias simples in-
divisibles y diferentes entre sí, a las que denominó mónadas.
Dios imprime en cada mónada, según Leibnitz, todo el acon-
tecer de la historia del universo y las mónadas funcionan
como relojes perfectamente armonizados.
Escuela de Port Royal
Durante el siglo XVII crece en Francia el interés por la

filosofía de San Agustín. En el propio Descartes se aprecian
influencias del pensamiento agustiniano. Cartesianismo y
agustinismo serían sintetizados en la abadía de Port Royal,
centro principal del jansenismo francés. Allí escribieron A.
ARNAULD y PEDRO NICOLE la célebre Lógica de Port Royal o
arte de pensar.
En Port Royal vivió BLAS PASCAL (1623-1662), en discor-
dia con el racionalismo francés. Además de sacerdote, Pascal
fue matemático, lógico y constructor de una de las primeras
máquinas calculadoras. Se vinculó al grupo de jansenistas
para dedicar sus reflexiones a reivindicar una teología según
los principios agustinianos (Cartas provinciales). La parte de
su pensamiento consagrada a la filosofía (Pensamientos y
Tratado del vacío) se dirige a refutar la absolutización cartesia-

na de las posibilidades del conocimiento racional-deductivo.
Para Pascal la vida religiosa y moral del hombre se encuen-
tra más allá del alcance de la razón.
Se alejó de sus estudios de geometría porque, en su opi-
nión, nada aportaban al conocimiento del hombre mismo,
que es la más importante de las sabidurías. Siguiendo esta
línea, postuló una nueva vía para el conocimiento del hom-
bre: el corazón. Dijo: «El corazón tiene razones que la razón
desconoce». La razón conocería demostrativamente, guiada
por el espíritu de la geometría; el corazón, instintivamente,
conducido por el de finura.

Siguiendo las huellas de Descartes, el sacerdote francés
NICOLÁS MALEBRANCHE (1638-1715) intenta una concilia-
ción entre verdad revelada y verdad racional, entre razón y
fe. Para él la inteligencia es superior a la fe. Afirma que in-
cluso Dios se atiene a la razón (refiriéndose a la cartesiana).
Si la fe es un bien, es únicamente porque nos guía al intelec-
to. Malebranche sostiene que, de la misma manera que los
que estudian la naturaleza no sacan conclusiones que vayan
contra la experiencia o contra la razón, igualmente el teólo-
go, si al seguir el dogma siente que choca con la razón, debe
dudar, sabiendo que los dogmas de la fe y los principios de
la razón deben estar de acuerdo en la verdad.
Filosofía natural
ISAAC NEWTON (1642-1727) dio unidad a todos los descu-

brimientos, observaciones e investigaciones conocidas en
las esferas de la física y la astronomía, dándoles un trata-
miento científico definitivo. Todas sus teorías están basadas
en conceptos observables y medibles, dejando de lado las
nociones usadas por los aristotélicos y escolásticos. Su acti-
tud analítica e inductiva estaba más cercana a Galileo que a
Descartes. Por ejemplo, mostró que la caída de una piedra
(un hecho familiar para todos) y el movimiento elíptico de

los planetas eran fenómenos del mismo tipo y que podían
explicarse ambos por la ley de la gravitación universal, que
se basa en la nueva concepción de la fuerza (aceleración)
como la causa de los cambios de movimiento. Se pone de
manifiesto así su concepción de la física como ciencia des-
criptiva de la naturaleza que se desentiende del problema
de la «verdadera naturaleza» de las cosas. En el campo de
las matemáticas, descubrió el cálculo infinitesimal. En
óptica, la descomposición y recomposición de la luz.
Todas sus teorías físicas y matemáticas las expuso
Newton en un libro titulado Principios matemáticos de filosofía
natural, obra fundamental para el desarrollo de la ciencia
moderna.
La filosofía de GIAMBATTISTA VICO (1668-1744) se define
fundamentalmente en su polémica contra el racionalismo
cartesiano: al concepto de una razón necesaria y geométrica
opone el de la razón experimental y problemática. Aunque

muchas cuestiones abordadas por Vico en sus obras habían
sido ya tratadas por filósofos anteriores (Gassendi, Hobbes
o el mismo Platón) su pensamiento adquiere un perfil de
novedad cuando funde diversas perspectivas en una bús-
queda de coherencia y regularidad en el devenir histórico,
que expone en su obra Ciencia nueva. Las actividades del
hombre, aquellas que son fundamentales, son, para Vico,
irreductibles a verdades geométricas y solo se hacen
inteligibles a la luz de lo que él llama verosimilitud o verdad
problemática, porque oscila entre lo verdadero y lo falso y
que no es garantía absoluta de verdad. La Ciencia nueva,

sobre todo en los capítulos que consagra a los albores de la
humanidad, donde expone su teoría sobre el origen del
lenguaje y la poesía, ha tenido una notable influencia en la
elaboración de las concepciones estéticas contemporáneas.

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Los principales teóricos del empirismo proceden de

Inglaterra. Esta corriente de pensamiento se basa en la valo-

fuente en los sentidos: es la conservación de una impresión

en que ha delegado el poder.

pensamiento escéptico que le llevará a una concepción

que Locke y Berkeley, todo innatismo: «Todo conocimiento

El racionalismo constituye la última respuesta al proble-

ma medieval de las relaciones entre razón y fe, dando ya

«Pienso, luego existo». Este principio se nos presenta como

ción del espíritu y Meditaciones metafísicas) tuvo una repercu-

La obra más importante de BENITO (BARUCH) SPINOZA

G. W. LEIBNITZ (1646-1716), filósofo y matemático ale-

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Durante el siglo XVII crece en Francia el interés por la

Tratado del vacío) se dirige a refutar la absolutización cartesia-

conducido por el de finura.

ISAAC NEWTON (1642-1727) dio unidad a todos los descu-

(un hecho familiar para todos) y el movimiento elíptico de

opone el de la razón experimental y problemática. Aunque

que no es garantía absoluta de verdad. La Ciencia nueva,

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