La revolución tecnológica contemporánea favorece la generación constante de imágenes e
información. El empleo de fórmulas comunicativas eficientes, derivadas de las técnicas del marketing impone gustos, valores y necesidades, a la vez que viste de credibilidad un mensaje cada vez más manipulado. Es imposible cerrar fronteras a esta avalancha y, por otra parte, inscritos como estamos en la era de la globalización, tenemos que sustentar el debateideológico en una información de amplio horizonte, veraz y creíble.[115] El receptor de hoy no es el de hace medio siglo. Tenemos el deber de reafirmar la vitalidad de los conceptos martianos y marxistas- leninistas, desde una creativa conceptualización teórica del socialismo posible en las condiciones de nuestro país, como única alternativa de igualdad y justicia para todos. No podemos olvidar que nuestra Ideología es la doctrina acerca de la independencia nacional, el antimperialismo, latinoamericanismo, la emancipación social y la dignificación del hombre, que encuentra mediante el marxismo- leninismo la expresión más alta y acabada, trascendiéndolo y enriqueciéndolo. En ella se sintetizan los mejores valores del pensamiento martiano y las tradiciones de nuestro proceso revolucionario con las ideas de Marx, Engels, Lenin y lo más avanzado del pensamiento universal, que tienen su expresión más acabada en las ideas creadoras y el ejemplo de Fidel; y que ha sido resultado de un proceso de formación y desarrollo desde el siglo XIX hasta nuestros días, con un profundo contenido dialéctico, creador, abierto, ajustado a las condiciones histórico- concretas de cada momento; y que Revolución "es sentido del momento histórico"; "es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional"; y "es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio".[116] La alternativa de la humanidad continúa siendo la que señaló Rosa Luxemburgo en el pasado siglo: "Socialismo o barbarie". Tenemos por delante un camino sin recetas establecidas. Hay que construirlo a través del diálogo, la participación consciente de todos y cada uno de nosotros, y la evaluaciónpermanente entre teoría y práctica. Solo nos queda continuar preparándonos en todos los frentes de este combate ideológico, tanto en Internet a través de los blogs, redes sociales y el correo electrónico, simultáneamente con la batalla que debemos mantener en nuestras calles y plazas, que seguirán siendo de los revolucionarios; en nuestros puestos de trabajo y estudio cumplir cada cual con la parte que le corresponde, y sencillamente hacer las cosas bien. Es preciso reformular la promoción de valores desde la cultura, y hacer frente, de manera inteligente y audaz, a las opciones de poco gusto estético que aún predominan en muchas expresiones del arte y la cultura. "Que el economicismo, el mercantilismo y la banalidad, no prevalezcan, sino los valores", ha dicho el destacado intelectual cubano Miguel Barnet. Y urge salvar lo más auténtico de la cultura nacional, desde la defensa de la historia y el patrimonio, hasta el reconocimiento consciente del legado de los héroes y mártires en su afán por mejorar la vida material y espiritual del pueblo. La cultura debe acompañar el esfuerzo que se está desplegado actualmente para desatar los nudos que atenazan las fuerzas productivas y también las reservas morales de la nación, y lograr así un socialismo próspero y sostenible donde lo que distinga al ser humano nos sean las posesiones materiales, sino la riqueza de conocimientos, valores y sensibilidad. Se trata, como se ha reiterado, de buscar el desarrollo económico, pero con el alma plena de sentimientos y espiritualidad. Las ideas y los argumentos son nuestras mejores armas, busquemos información y aprovechemos al máximo las tecnologías que poseemos. Nuestra Revolución continuará siendo una Revolución de los jóvenes. Ante la barbarie universal que se pretende implantar en esa terrible amenaza de colonización cultural y sus aciagas consecuencias para la humanidad, debemos volver a Fidel cuando nos alertara que "La cultura es lo primero que hay que salvar"; y que "Sin cultura no hay libertad posible".