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ISABELLA BOHORQUEZ Q.

ABOGADA CONSULTORA Y ASESORA JURIDICA EN DDHH, DIH Y DERECHO CONSTITUCIONAL .

INICIATIVAS RELEVANTES PARA ABORDAR LAS CONSECUENCIAS


HUMANITARIAS DEL ESTADO DE ASUNTOS INCONSTITUCIONALES EN
EL SISTEMA PENITENCIARIO COLOMBIANO

A todas aquellas perdonas que


sufren o han sufrido abusos de una
sociedad que insiste en someterlas

Plantearse la problemática carcelaria y su vinculación con la violación de los derechos


humanos implica una dificultosa tarea, más aun en el contexto histórico que vivimos
actualmente y sobre todo, a la hora de entender que la cárcel carga en sus entrañas un
ultraje a la humanidad misma.

Sin embargo, es dable advertir la existencia del Estado de cosas de Inconstitucionalidad


dentro del Sistema Penitenciario y Carcelario en nuestro país, el cual aborda de manera
directa la crisis humanitaria que viven aquellas personas que cumplen su condena o que
se encuentran a la espera de definir su situación judicial, y que ha puesto en el ojo de la
propia Corte Constitucional la necesidad de salvaguardar las vida e integridad al interior
de los centros de reclusión, dadas las condiciones indignas y degradantes en que habitan
decenas de personas que se encuentran privadas de la libertad en las cárceles y
penitenciarías de Colombia, en virtud de medidas preventivas o condenas.1Situación que
se origino sin lugar a dudas, a raíz del conflicto armado interno y el narcotráfico, el cual
ha generado que el propio Sistema Penal se quede corto a la hora de persuadir y juzgar
a quienes ha transgredido la norma, resultando de ello la violación sistemática de los
derechistas humanos a población carcelaria, como lo es el hacinamiento (cuyos mínimos
se alcanzaron en 2002 con 16,5% y el 2007 con 15,1%), inseguridad, afectación de las
condiciones de habitabilidad y el accedo a los servicios (derechos) básicos necesarios
para la población, tales como la alimentación y la salud, sino que tenían implicaciones
sobre las condiciones en las que se desarrollaba el tratamiento penitenciario, el acceso a
programas de resocialización, a cupos de educación, trabajo o enseñanza2.

1
Sentencia T-153 de 1998, Op. Cit.
2 Tal como lo resumen la Comisión Asesora para la Política Criminal, el diagnóstico que se plantea a partir de esta decisión de la
Corte Constitución sobre la situación penitenciaria, incluye los siguientes elementos: “i) la falta de separación clara entre
sindicados y condenados, ii) la falta de atención adecuada en materia de salud, iii) la falta de personal suficiente dedicado a la
capacitación de las personas privadas de su libertad, lo cual obstaculiza gravemente la participación de los internos en los
programas de formación laboral y iv) la baja proporción entre personal recluso y guardias, que dificulta el control y la seguridad al
interior de los centros de reclusión” (Cursiva en el texto original).

“Por la construcción de una sociedad más justa, más humana, más incluyente y más
digna”
ISABELLA BOHORQUEZ Q.
ABOGADA CONSULTORA Y ASESORA JURIDICA EN DDHH, DIH Y DERECHO CONSTITUCIONAL .

De ahí que resulta necesario visibilizar la problemita penitenciaria y carcelaria, que a


todas luces dista con el sentir preventivo y resocializador de las penas, siendo así, que
la Alta Corte instrumentalizo y ordeno a las entidades del estado se aumentaran los
recursos a fin de invertir en modernización de infraestructura, ampliando consigo la
capacidad de los establecimientos penitenciarios; sin embargo, tal acometimiento fue
desdibujado a la hora de su implementación dada la rapidez con que se completo y
supero el numero de reos en los establecimientos, lo que se traduciría en un intento
fallido por mitigar la crisis.

Por ello, es indispensable reestructurar las políticas públicas penitencias existentes,


donde se incluya en su haber no solo la estrategia para reorganizar operativamente los
centros penitenciarios y en tal medida conseguir cupos carcelarios en donde disminuya
las cifras de hacinamiento y mortalidad, sino además, se requiere de una transformación
en conjunto, desde el marco de dichas políticas públicas (CONPES) pasando por una
verdadera transformación del propio Sistema Penal; es ahí donde nos damos cuenta la
injerencia directa que de ello se desprende en la actual política criminal pues de nada
sirve hablar de un sistema carcelario en donde los reos cumplan condenas perpetuas si
no existen siquiera las mínimas garantías hacia el respeto por sus derechos como
individuos.

Lo que se traduce en la puesta en marcha de un plan de acción que permita la


participación de entidades cuya misionalidad esté enfocada en el propio Sistema Penal;
en suma, la estrategia más acertada debe estar diseñada para que desde el aparato
judicial se empiece a ejecutar tales políticas. Se requiere de la entereza de los órganos
como el Misterio del Justicia y del Derecho, la Fiscalía General de la Nación, el Cuerpo
de Investigación Criminal, INPEC, Policia Nacional, Ministerio de Defensa, entre otros;
para que mancomunadamente se logre mitigar la crisis humanitaria que se vive al
interior de los establecimientos carcelarios.

“Por la construcción de una sociedad más justa, más humana, más incluyente y más
digna”

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