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LAUTARO SAUCEDO

Militares, empresarios y orden social


En junio de 1966, el general ongania se puso al frente de un golpe militar. Ante la
pasividad de los sectores medios.
Los militares no encontraron dificultades para tomar el poder. Conjunto de sectores
apoyaba a la intervención política de las fuerzas militares: los grupos conservadores
de la iglesia católica, la mayoría de la burguesía industrial, en particular los grandes
empresarios de ACIEL.
Esta nueva intervención se diferenció de las anteriores, no se trataba de la iniciativa de
una fracción de las 3 fuerzas: por primera vez, encabezadas por sus comandantes
actuaban unidas como corporación.
Los militares golpistas de 1966 no se proponían reorganizar la democracia excluyendo
solo al peronismo, como lo habían hecho los militares en 1955, decidieron prescindir
de todos los partidos y transformar por completo el sistema constitucional.

La noche de los bastones largos


Una de las primeras medidas represivas que tomo el gobierno de ongania fue en
contra de los estudiantes universitarios. Las universidades nacionales habían vivido un
gran periodo de libertad de expresión, libre circulación de ideas y los debates
favorecieron la participación de muchos jóvenes en los centros de estudiantes y en las
agrupaciones políticas.
Para los militares eran una amenaza para el orden que se pretendía imponer. El 26 de
julio de 1966, ongania puso fin a la autonomía universitaria.
El objetivo declarado por el gobierno militar fue prevenir a la sociedad de las
influencias perniciosas de la infiltración comunista en las altas casas de estudio y
prohibió las actividades de los centros de estudiantes. Alumnos y profesores ocuparon
algunas facultades para defender a las autoridades legítimamente elegidas. Las fuerzas
policiales ingresaron y reprimieron a los ocupantes con extrema dureza, la policía
desalojo y golpeo con palos, culata de fusiles y patadas a los alumnos y profesores,
como respuesta a la intervención, renunciaron todas las autoridades y muchos
profesores e investigadores se vieron obligados a emigrar para poder continuar
libremente con su trabajo.
La doctrina de la seguridad nacional.
A partir de 1966, la ideología y las acciones de las fuerzas armadas estuvieron
marcadas por la doctrina de la seguridad nacional.
Era una doctrina militar que habían elaborado las fuerzas armadas de estados unidos y
sus aliados de la OTAN para aplicar en los países del tercer mundo. Por medio de esta
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doctrina los estadounidenses intentaban que no avanzaran el enemigo comunista en


los territorios que ellos consideraban como parte del mundo libre occidental, los
ejércitos latinoamericanos debían actuar con firmeza para derrotar a la subversión,
eran subversivos todos aquellos que intentaban transformar el orden capitalista,
promoviendo actos violentos o alentando los conflictos sociales. Desde 1955
comenzaron abandonar la idea de que su misión era la de la defensa nacional frente a
posibles enemigos externos, se propusieron luchar contra ek enemigo interno. Los
militantes de los partidos políticos que no aceptaban el nuevo orden, los dirigentes del
sindicalismo combativo, los integrantes de los grupos guerrilleros, los universitarios
que organizaban centros de estudiantes y todos aquellos que se resistían a las
directivas de estado militarizado, fueron considerados como enemigos de la nación.

La radicalización de la juventud y el surgimiento de la guerrilla


Las medidas dictatoriales por el gobierno de ongania afectaron a los trabajadores, a
los sectores medios urbanos. La censura y la represión llevo a que muchos integrantes
de los sectores medios se sumaran a una oposición activa: al gobierno militar.
Consideraban que el pueblo peronista era el eje de un amplio movimiento combativo y
anti dictatorial, al que perón conducía desde su exilio.
Otros sectores pensaban que la clase obrera debía organizarse de manera
independiente de los sectores burgueses que también integraban el movimiento
peronista.
La juventud peronista se integró con jóvenes militantes provenientes de muy
diferentes sectores sociales, exigían el retorno de perón a la Argentina y buscaba
participar de las luchas del movimiento obrero. Pensaban que el movimiento peronista
el protagonista de la transformación revolucionaria de la argentina y que perón
regresaría al país para ponerse al frente de un movimiento de liberación nacional.
Estos grupos fueron conformados un ala izquierda dentro del peronismo, a la que se
solía llama la tendencia revolucionaria. En esos años, tenían una fuerte influencia entre
los sectores juveniles las revoluciones socialistas de cuba y china.
La imposibilidad de expresarse por canales democráticos, el avance del autoritarismo y
el fracaso de gobierno civiles sin legitimidad como los de frondizi e illia, convencieron
de que el único camino para derrotar al gobierno militar y organizar una sociedad más
justa era tomar el poder por medio de la lucha.
La iglesia tercermundista
El proceso que llevo a muchos sectores a radicalizar sus ideas y acciones políticas
también alcanzo a la iglesia católica siguiendo el camino de reformas emprendido por
los papas juan XXIII y pablo VI se reunió en 1968. Expresaron que su prédica debía
acercarse a los más necesitados y desamparados. La nueva tecnología de liberación,
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planteaba el acercamiento de los sacerdotes a las luchas políticas, re indicativas y


revolucionarias, pacificas o violentas, de acuerdo con las circunstancias de cada país.
Un grupo de sacerdotes argentinos formaron en 1968 el movimiento de sacerdotes
para el tercer mundo Enrique Angelelli, Carlos Mujica impulsaron el trabajo
comunitario en las villas miserias y en los barrios humildes.
Comenzaron a participar en agrupaciones políticas, en especial en las de la izquierda
peronista, el grupo que fundo montoneros, por ejemplo, comenzó su actividad política
con la guía de Carlos Múgica.
El gran acuerdo nacional y el regreso de perón
El sector liberal del ejército que lideraba lanusse, cambiando la estrategia seguida por
ongania, busco un acercamiento con los dirigentes de los partidos políticos para hallar
una salida negociada a la crisis. Lanusse propuso a la dirigencia política un gran
acuerdo nacional, para permitirle al gobierno militar una retirada ordenada.
La CGT de los argentinos también se opuso al GAN, convocaron a los trabajadores a
profundizar las medidas de lucha por sus reivindicaciones sociales y a combatir a la
dictadura.
Tanto lanusse como el conjunto de los sectores políticos comprendían que el éxito de
la GAN dependía de la decisión de perón.
En ese momento el delegado de perón en la Argentina, Daniel paladino, se inclinaba
por establecer un acuerdo con lanusse. La izquierda del movimiento criticaba estas
actitudes conciliadoras y continuaba desarrollando acciones de lucha contra el
gobierno militar, para definir la situación perón remplazo a paladino por José Héctor
Campora.
La decisión de peron fue entonces exigir al gobierno militar el establecimiento de un
calendario electoral sin ningún tipo de proscripciones ni de condicionamientos, como
los que había existido desde 1955.
Sin posibilidades de modificar este tenso panorama político, el gobierno militar acepto
llevar a cabo el proceso electoral, pero estableciendo algunos condicionamientos: no
podían ser candidato a presidente quienes no residieran en el país antes del 24 de
agosto de 1972. Esto significaba que perón no podía ser candidato a presidente.
Para consolidar aún más el avance de los sectores populares sobre el debilitado
gobierno militar, la dirigencia peronista organizo el operativo retorno, que concluyo
cuando perón volvió a la argentina el 17 de noviembre de 1972.
La masacre de trelew
Uno de los hechos de mayor repercusión durante el gobierno de Lanusse fue la
llamada masacre de trelew, el 15 de agosto de 1972, en la cárcel de Rawson, en el sur
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del país, se produjo la fuga de veinticinco militantes políticos detenidos, miembros de


los montoneros.
6 de ellos lograron huir en un avión a chile, los 19 restantes se rindieron en el
aeropuerto ante las fuerzas de seguridad de la marina.
El día 22 de agosto a la madrugada, los prisioneros fueron fusilados por las fuerzas
militares que controlaban el penal.
Elecciones de marzo de 1973
La estrategia de Lanusse de lograr una retirada ordenada y condicionada por el medio
del GAN había fracasado. El gobierno militar estableció una novedad para las
elecciones: el ballotage, este sistema obligaba a realizar una segunda vuelta electoral
para el caso de que ningún partido obtuviera más de la mitad de los votos en la
primera vuelta.
El peronismo organizo un frente electoral el frente justicialista con otros partidos
menores llevo como candidato a Héctor José Campora. La JP tuvo un gran
protagonismo durante los actos masivos de campaña y en las tareas de propaganda.
El FREJULI fue el portador de los tradicionales reclamos obreros de justicia social y para
gran parte de la sociedad argentina.

El 11 de marzo se celebraron las elecciones y el FREJULI obtuvo el 49,5 % de los votos,


la formula radical alcanzo el 21.2% y ante la contundencia del resultado electoral,
decidió no competir en una posible segunda vuelta.

El gobierno de campora: el auge de la movilización popular

El breve gobierno de campora estuvo marcado por el auge de la movilización de los


sectores populares, la expectativa de cambios revolucionarios y la preocupación de los
sectores más moderados de la sociedad.

En los actos y movilizaciones se corearan consignas a favor de la patria socialista y de


la liberación nacional. Los grupos de la izquierda del movimiento que habían
contribuido al regreso de perón, eso permitiría transformar el orden social y
tradicional y lograr la justicia social.

El clima de agitación se mantuvo por multiplicación de medidas de acción directa,


como la ocupación de fábricas y toma de colegios y facultades.

Perón había tomado firme la decisión de controlar el rumbo político, creyó necesario
conformar un gabinete equilibrado.
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La designación de José ber gelbard como ministro de economía un empresario que


presidia la confederación general económica, puso la intención de perón de recrear su
tradicional proyecto de desarrollo industrial y redistribución de la riqueza, en un marco
de armonía entre las clases sociales.

La tercera presidencia de perón

Los nuevos comicios se realizaron el 23 de septiembre de 197, la formula integrada por


perón y su esposa maría estela Martínez con el 62% de los votos, frente al 21% del
radicalismo.

La presidenta isabelita constituyo un nuevo avance de la derecha, consideraba que la


pacificación y el ordenamiento institucional eran indispensables para continuar con el
plan de reformas económicas de gelbard.

Las luchas internas entre la derecha y la izquierda peronista continuaron, y las


organizaciones obreras y de empresarios no estaban dispuestas a dejar de lados sus
intereses sectoriales.

Los pocos meses que perón fue presidente casi todos los funcionarios vinculados a la
izquierda del movimiento fueron desplazados de sus cargos.

La represión ilegal

Luego de la muerte de perón, la vicepresidenta maría estela Martínez asumió la


presidencia, se acentuó en el proceso de derechización del gobierno y su progresivo
aislamiento, lo que agravo aún más la crisis política. El gobierno abandono las
negociaciones y los acuerdos parlamentarios con las diferentes fuerzas políticas que
había impulsado perón.

El mismo estado alentó y organizo una política represiva ilegal, las acciones de la triple
A incrementaron el clima de persecución y de violencia, fueron asesinados decenas de
militantes del peronismo revolucionario y gremialista combativos y clasistas.

Las universidades en las que predominaba los grupos estudiantiles del peronismo
montonero, socialista, comunista y radicales, fueron uno de los blancos de la ofensiva
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derechista. Los rectores y decanos designados durante el gobierno de campora fueron


reemplazados por nuevas autoridades.

Los sectores capitalistas la gran burguesía industrial y agraria se dispuso a recuperar el


espacio que habían perdido frente a los empresarios de la CGE

Nueva orientación económica: el rodrigazo

En el mes de junio de 1975, fue designado al frente del ministerio de economía


celestino Rodrigo. Su principal objetivo fue liquidar la influencia de los sindicatos e
implementar un plan económico de shock, corte liberal.

El ministro anuncio un aumento de los combustibles del 175%, un incremento del 75%
en las tarifas eléctricas y otros servicios y devaluación del peso del 100%

Los más favorecidos fueron los exportadores agropecuarios y los más perjudicados
fueron los asalariados, porque se desato una feroz inflación que deterioro el poder
adquisitivo de sus salarios.

El conjunto de las organizaciones sindicales se movilizaron para contrarrestar los


efectos del rodrigazo, una gran movilización en plaza de mayo, donde confluyeron
gruesas columnas de trabajadores metalúrgicos y de las empresas automotrices,
reclamo la renuncia de Rodrigo.

La CGT declaro una huelga general y los ministros cuestionados debieron presentar sus
renuncias.

La caída de Isabel

El triunfo de los sindicatos sobre el lopezrreguismo agudizo aún más la crisis política.

Al mismo tiempo sucedían los hechos de violencia política. La triple A continuaba con
su ola de asesinatos y los grupos guerrilleros habían retomado plenamente el camino
de la lucha armada y el accionar clandestino.

A fines de 1975 la casi totalidad de los sectores capitalistas y de las fuerzas armadas
consideraron necesario asumir el control de la situación, preocupados por la
incapacidad del gobierno por detener los conflictos sociales. Temían que en ese clima
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de inestabilidad política y reclamos sociales, los grupos políticos más radicalizados


pudieran capitalizar la situación en su provecho. Así se fueron gestando las condiciones
para un nuevo golpe militar.

El 24 de marzo de 1976 las fuerzas armadas interrumpieran el ciclo constitucional e


instauraran una dictadura militar.

El rock nacional

A mediados de la década del 60, se inició en la argentina el proceso de nacionalización


del rock. Muchos músicos jóvenes reaccionaron frente a aquellos que consideraban a
la música como un simple objeto de consumo masivo y adoptaron el rock como una
expresión artística que pretendía imponer el sistema.

Fue surgiendo un nuevo movimiento cultural popular, con formas musicales del rock
anglosajón gestado a partir de los the Beatles y rolling stones vestimenta y actitudes
similares a las del movimiento hippie estadounidense, comenzaba a hacer su propio
recorrido.

A comienzos de los años 70 algunos compositores comenzaron a incorporar en sus


repertorios canciones con connotaciones políticas de carácter testimonial a las que
llamo canciones de protesta. La marcha de la bronca del dúo pedro y pablo y hombre
de hierro, de león gieco.

La polinización de la juventud

Las expectativas de una rápida y radical transformación de la sociedad capitalista por


otra en la que prevalecieran los criterios de justicia e igualdad, llevaron a que muchos
jóvenes a interesarse por la acción política.

El retorno del peronismo en 1973 estimulo más aun el deseo de participación. Los
militantes de los centros de estudiantes y de las agrupaciones políticas realizaron
trabajos de ayuda social en barrios humildes y villas miserias.

Las revoluciones socialistas que triunfaban en otros lugares del mundo como la cubana
o la china. Tuvieron una gran influencia sobre los grupos más politizados de la juventud
argentina.
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Estas influencias ideológicas a fines de los 60 favorecieron la aceptación de la violencia


como un camino legitimo para transformar el orden social injusto. La violencia fue un
elemento constante en la cultura política argentina de aquellos años.

La violencia política era un fenómeno cotidiano, al que se aceptaba como normal e


inevitable. La violencia en manos del pueblo fue considerada por muchos como
sinónimo de justicia.

Eva peron y el che Guevara se convirtieron para muchos jóvenes en estandarte y


símbolos de sus aspiraciones de cambio social.

Los mitos contemporáneos

Los años 60 fueron tiempos en los que surgieron figuras emblemáticas del mundo
político y cultural. Se identificaron millones de jóvenes por sus actitudes en defensa de
valores universales, como fue el caso de Ernesto che Guevara Eva perón y John lennon.

Los tres coincidieron en haber sido profundamente críticos con la sociedad en la que
vivieron y cada uno expreso su rebeldía de manera diferente.

La misma sociedad capitalista a la que ellos se opusieron, utilizo sus imágenes más
características para comercializar. Sin embargo a pesar de la apropiación que el
sistema hizo de estas imágenes, las mismas continúan asociándose a los que los
valores de transformación social, solidaridad y justicia.

La cultura hippie

Durante los años sesenta en los EEUU se produjo un proceso social de carácter
transformador.

Amplios sectores juveniles se rebelaron contra la sociedad de consumo capitalista y


buscaron formas de vida alternativas.

Cuestionaron a la familia burguesa y practicaron la vida comunitaria y el amor libre.

Reivindicaron la búsqueda de la interioridad a través de meditación y consumo de


drogas.
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En sus primeros años el movimiento hippie fue la expresión de los intereses y


necesidades de jóvenes blancos que rechazaban completamente el activismo político
y que buscaban como una alternativa la huida de esa realidad aislándose del resto de
la sociedad y formando comunidades.

Con los años el movimiento hippie fue perdiendo fuerza y vitalidad de sus orígenes. Su
principal adversario, la sociedad de consumo, término incorporando a muchos de sus
símbolos, fue reducida a una simple moda: jeans, polleras coloridas, música del rock.
A pesar de ello, sus principios transformaron los modos de comportamiento de la vida
cotidiana y la visión del mundo.

El golpe militar del 24 de marzo de 1976

El 24 de marzo de 1976, la junta comandante en jefe de las fuerzas armadas, Videla


massera y brigadier derroco a la presidenta constitucional maría estela Martínez y
asumió el gobierno del país. Los jefes militares denominaron proceso de
reorganización nacional.

La diferencia más importante con el anterior gobierno militar fue que sus objetivos no
eran como el pasado

-abandonar por completo el modelo industrialista iniciado más de cuarenta años atrás
y producir mayor concentración de la riqueza.

Una de las consecuencias más terribles de este proyecto fue la generalización de la


violencia, ay que los militares y quienes diseñaron el plan económico no dudaron en
someter a la mayor parte de la sociedad a 2 formas de violencias: violencia de estado y
violencia del libre mercado.

La desarticulación de la sociedad civil

Los militares y sus aliados confiaban en que con una sociedad civil desarticulada sería
más fácil imponer un plan económico que afectaba a la mayoría popular u que
concentraba la riqueza en un sector minoritario.

Durante los primeros años de la dictadura en el que la sociedad civil no podía actuar, la
lucha de los militantes contra la guerrilla no tuvo las características de una guerra. Se
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trató más bien de un plan sistemático de exterminio de opositores por medio de


secuestros torturas y asesinatos, denominaron como guerra contra subversión, afecto
de diferentes maneras a la totalidad de la población.

De este modo, el terror no solo se difundió entre aquellos que realizaban alguna
actividad pública sino que penetro también en el mundo privado de las personas.

Represion clandestina

Los militares argentinos contaron con el asesoramiento de oficiales de inteligencia de


los ejércitos de los estados unidos y Francia, que les transmitieron sus experiencias en
las guerras de Vietnam y Argelia.

Los militares argentinos creyeron que secuestrando y matando a sus opositores


clandestinamente evitarían protestas de los organismos internacionales y la crítica del
vaticano.

Esta modalidad de represión incluyo la destrucción de las pruebas, para impedir que
en el futuro pudieran investigarse los crímenes cometidos.

El resultado de la aplicación de esta metodología represiva por de las fuerzas armadas


y policiales fue un genocidio. La mayor parte de las víctimas no fue reconocida por los
militares, los grupos que comenzaron a organizarse para defender los derechos
humanos de las víctimas de la represión empezaron a denominarlas, desaparecidos.

Los grupo de tareas y los centro de detención clandestinos

La metodología que le permitió a la dictadura realizar este genocidio fue planeada y


aplicada del mismo modo que todo el país, se trató de un esquema que respondía a
una cadena de mandos vertical.

A estas bandas de represores se los llamo grupo de tareas, tenía efecto de provocar en
la población un terror aun mayor que un operativo legal y consecuentemente,
neutralizaba cualquier tipo de reacción defensiva.
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Funcionaban como verdaderos centros de exterminio, los secuestrados eran


mantenidos con vida durante meses hasta que los secuestradores recibían la orden de
traslado, esto significaba que el detenido era asesinado.

El aniquilamiento de las organizaciones guerrilleras


Luego del golpe de 1976, montoneros, planteo una estrategia de la defensa activa
frente a la dictadura militar, se proponían evitar su consolidación y preparar el terreno
político para una contraofensiva popular.
Desde fines de 1976, este sector de la izquierda peronista realizo una gran cantidad de
acciones armadas, con el propósito de demostrar la debilidad del estado y sus fuerzas
de seguridad.
A partir de 1977 la represión sobre la guerrilla fue en aumento, entre montoneros en
ese año las bajas sumaron 2000, un tercio más de lo que había previsto la propia
organización, en agosto ascendieron a 4500.
A fines de 1976, los más importantes dirigentes del ERP habían sido asesinados, entre
ellos Mario Santucho y sus militantes duramente perseguidos.
En ese contexto de claro triunfo militar de las fuerzas armadas, la contraofensiva
lanzada por los montoneros en 1979 concluyo con la casi total disgregación de la
organización y con la muerte de muchos militantes.
Los partidos políticos
Durante la dictadura militar, los partidos políticos atravesaron situaciones diferentes,
muchos dirigentes políticos del peronismo de izquierda fueron secuestrados y luego
asesinados, mientras que otros pudieron tomar el difícil camino del exilio.
Muchos dirigentes del peronismo y también del radicalismo fueron encarcelados
durante años por la dictadura, al mismo tiempo hubo dirigentes de diversos partidos y
agrupaciones que intentaron un acercamiento con los militares.
Los partidos políticos y los dirigentes políticos de orientación conservadora calificada
como derecha, brindaron un apoyo decidido a la dictadura.
También apoyaron a la dictadura varios partidos provinciales conservadores como la
fuerza federal popular muy ligados a las familias tradicionales y a los poderosos grupos
económicos locales.
El partido comunista también declaro un apoyo crítico al gobierno de Videla.
Argumentaban que este militar representaba a la línea más blanda y conciliadora de
las fuerzas armadas.
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Durante la dictadura, tuvo lugar un importante proceso de renovación en el interior de


la unión cívica radical. Este fue impulsado por Raúl Alfonsín líder del movimiento de
renovación y cambio. Criticaba mucho a balbin porque había adoptado una posición
muy moderada, en momentos en que la sociedad reclamaba cambios revolucionarios.
La muerte de Balbín en 1981, facilito el ascenso de Alfonsín como líder del radicalismo.
La iglesia católica
La actuación de la iglesia católica durante los primeros años de la dictadura militar ha
dado lugar a numerosas polémicas. Muchos de los sacerdotes que integraban el
movimiento de sacerdotes para el tercer mundo. Fueron víctimas directas de la
represión del terrorismo de estado. Los casos más resonantes fueron la matanza de
monjes pertenecientes a la orden de los palotinos.
La mayoría de los obispos adopto una actitud pasiva y en algunos casos de franca
complicidad y apoyo al gobierno militar, la lucha contra el marxismo aparida
identificaba a muchos fieles del ala más conservadora de la iglesia, como el opus dei o
grupos como tradición, familia y propiedad con el objetivo del proceso. En algunos
casos en particular los sacerdotes vinculados directamente con el ejército.

La cultura del miedo


Desde 1976, la instauración del terrorismo de estado provoco la generalización del
medio en todos los ámbitos de la vida pública. La represión y el autoritarismo
invadieron rápidamente el escenario político y le permitieron a la dictadura obtener el
triunfo decisivo sobre todo tipo de oposición y neutralizar cualquier respuesta social.
Este miedo tuvo un efecto paralizante en una sociedad que antes del golpe estaba
fuertemente movilizada.
Algunos comunicadores sociales desde los poderosos medios masivos de comunicación
se dirigían al público con preguntas como ¿sabe usted donde está su hijo en este
momento?
Cuando la represión se generalizo fueron cada vez más las actividades potencialmente
riesgosas y mayor el sentimiento de desprotección. Podía resultar peligrosa una
reunión de amigos en un bar, asistir a un recital, leer un libro inconveniente o,
simplemente salir a la calle sin documentos.
Los argentinos nos tuvimos que acostumbrar a convivir en las calles con el sonido
permanente de las sirenas que utilizaban los patrulleros y los automóviles falcon
verdes.
La tendencia a vivir cada vez más aislados y la desaparición de muchas personas
disperso muchos grupos de amigos. Fueron desapareciendo o se despoblaron los
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lugares de encuentro que existían en los barrios y hasta fue cada vez menos frecuente
la costumbre de realizar reuniones sociales.
La desaparición de un compañero, de un vecino o de un conocido, lejos de provocar el
deseo de ayudar a la víctima o a sus familiares, tenía el efecto contrario.
El miedo cotidiano también fue la causa a que muchos argentinos se autocensuraran y
que eliminaran una parte importante de su patrimonio cultural para preservar su
seguridad personal, muchos ocultaron o destruyeron sus libros, revistas o discos. Esto
significaba que, en la vida privada, los argentinos reproducían las prohibiciones y las
quemas de literatura subversivas que practicaban la dictadura públicamente.
Este conjunto de pequeños autoritarismos cotidianos fueron los que facilitaron la
instauración de la dictadura y el triunfo del terroismo de estado.
LAUTARO SAUCEDO
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