Professional Documents
Culture Documents
***
Sanger tampoco tenía una buena opinión de los emigrantes italianos: «los
negros y los europeos del sur -escribía- son intelectualmente
inferiores a los americanos nativos», una expresión que el movimiento
«nativista» utilizaba para excluir del número de los «verdaderos
americanos» a los emigrantes llegados de Italia.
Xxxxxxxxxxxxxxxxx
Xxxxxxxxxxxxxxxxx
Gabriele Kuby
Twitter
Google+
ReL
18 noviembre 2018
TAGS:
Familia
Ideología de género
Libros
Gabriele Kuby (Alemania, 1944) es una intelectual que propone un regreso al modelo
tradicional de familia como garantía de felicidad. Hoy levanta las cejas ante el feminismo
moderno, el colectivo LGTB y la liberación sexual, pero un día fue marxista y alzó el puño
en las manifestaciones del mayo del 68, fumó marihuana y recorrió el mundo buscando su
vocación. Al romper su matrimonio se convirtió al cristianismo: necesitaba encontrar un
camino. No se inmuta cuando sus detractores la tachan de homófoba o tránsfoba. Recuerda
siempre que es creyente y que ama al prójimo como a sí misma. En su libro La revolución
sexual global (Didaskalos) pone patas arriba todas las conquistas sexuales y emocionales
conseguidas hasta la fecha, tal y como explica en esta entrevista de Lorena G. Maldonado
en El Español.
- Yo nací en 1944, el último año de la guerra. Fue hace bastante tiempo. En ese momento el
mundo era totalmente diferente y se trataba de otra manera la sexualidad. El sexo no estaba
por todas partes, como ahora. Como mucho, en el cine se veía un beso con los labios
cerrados. Incluso para acceder a un hotel y pasar una noche allí con una pareja, tenías que
acreditar que estabais casados con el certificado matrimonial. Lo que todo el mundo
pensaba es que el sexo era algo que practicar en el matrimonio.
La pornografía estaba prohibida. Hay que recordar que gracias al cristianismo y a la idea de
que la sexualidad tenía sentido dentro del matrimonio, fue posible la familia. Una familia
necesita un padre y una madre: sin eso, la familia se rompe. Todo eso cambió en 1968:
la idea fue que la libertad sexual nos iba a dar la felicidad, pero la verdad es que… si
miras un poco el mundo, ves mucha libertad sexual y poca felicidad. Tenemos que
buscar una nueva forma de vivir: el sexo tiene que ser una respuesta al amor. Todos
tenemos ese anhelo en el corazón. Todos los niños biológicamente quieren que sus padres
estén juntos para toda la vida. Así que: ¿qué podemos hacer como sociedad para que ese
anhelo tenga respuesta en la sociedad?
- ¿A qué precio? ¿Podemos obligar a esos padres a quererse para siempre con tal de
preservar el núcleo familiar?
- Primero el precio, luego la obligación. No hay nada bueno en la vida humana que no
tenga un precio. Pagamos precios altos por ser buenos atletas, buenos músicos, buenos
abogados, buenos periodistas. Lo que sea. Hay mucho esfuerzo detrás de las cosas valiosas.
Esa idea de que las cosas buenas son baratas es una idea falsa de esa revolución
sexual. El filósofo Herbert Marcuse escribió que la liberación sexual creará una sociedad
sin estructuras de poder. Pintó ese paraíso, y es mentira. Para construir una buena
familia y un buen matrimonio… hay que trabajarlo, eso tiene un precio. Pero claro,
eso no puede obligarse. Estamos más allá de eso. Tiene que ser una visión y una inspiración
para las personas, el conseguir ese matrimonio. Mira Juan Pablo II: en su doctrina de
teología del cuerpo realmente expresa cómo deberíamos estar viviendo como hombres y
mujeres para ser felices.
- Usted vivió la revolución de mayo del 68 y entonces tenía tendencias marxistas. ¿Por qué
se convirtió? ¿Qué fue lo que le cambió el chip: qué es lo que le parece malo de este
sistema?
- Creo que realmente nunca he sido comunista, digamos que me dejaba llevar por la masa
en aquel momento. Estudié en Berlín, en la Universidad Libre, pero cuando empezó la
revolución yo ya me había ido de ahí. Mi padre era un periodista de izquierdas muy
reputado, muy influyente, así que básicamente le imité a él y acabé en el movimiento. Mi
primera manifestación fue en Berlín con mi padre. El rector de la universidad había
prohibido a mi padre dar una charla y nos manifestamos para quejarnos por esa censura.
Digamos que no fui una hija rebelde, sino muy obediente.
- ¡Por supuesto! Estamos en tiempos de libertad, de hacer elecciones, pero creo que
algunas elecciones no deberíamos hacerlas, como por ejemplo matar a niños antes de
que nazcan. Creo que son seres humanos y no se deberían matar. Este tipo de cosas me
cambiaron en la cabeza. Siguiendo por mi giro ideológico hacia el cristianismo: yo estaba
bautizada, pero no tendía hacia ninguna religión en concreto. Me sentía incómoda, miraba
la situación de Berlín Occidental como desde fuera. Tenía un máster en Sociología y no
paraba de leer cosas para inspirarme… buscaba y buscaba. En el 73 yo estaba viajando por
el mundo y arrancaba el movimiento hippie.
Recuerdo que en ese momento una vecina mía tocó a mi puerta y me entregó un libro
de oración. Me dijo que rezase. ¡Y lo hice delante de una estatua budista! Y más
objetos que había ido recolectando en mis viajes. Y después de haber rezado la novena
entendí que quería ser católica. Ahí sentí mi vocación: comencé a escribir y a hablar
públicamente sobre esto, a dar conferencias… y a apoyar lo que creo.
Ahora si vas a una fiesta o lo que sea y tienes tres niños, te van a preguntar “¿dónde
trabajas?”, y si dices que cuidas a tus hijos ellos sienten que no estás haciendo nada. Tengo
una prima que tiene títulos muy importantes, uno de Oxford, por ejemplo, y es madre de
seis críos. Bien, pues le da vergüenza decir que su trabajo es cuidar a sus hijos. Simone de
Beauvoir decía que nadie nace madre, sino que te conviertes en una madre, y dice también
“salte de la esclavitud de ser madre”. Ese es el feminismo radical. Y por eso tenemos una
crisis demográfica en toda Europa.
- La maternidad está en la agenda feminista. El movimiento actual está peleando fuerte por
su protección y conciliación. Creo que el punto es que las feministas entienden que hay
muchos modelos de familia más allá de la tradicional. No creen que un matrimonio roto sea
un fracaso. El niño puede ser igual de feliz y desarrollarse con plenitud si su madre es
madre soltera o si sus padres están divorciados.
- A ver, quiero dejar claro que soy una mujer autosuficiente. Vivo sola desde 1993. Gano
mi propio dinero y no dependo de nadie. No soy una mujer que esté perdida ni que esté
esperando a que un hombre me salve. Respecto a lo que dices, creo que es pura
ideología: si miramos los datos científicos de cómo se crían los niños de familias
divorciadas, vemos que tienen heridas en el corazón toda la vida. Si ves la vida de las
madres solteras, el 60% necesitan ayudas del Estado porque no pueden ser
autosuficientes. Ahora nos están diciendo que no pasa nada porque los niños tengan
dos padres o dos madres, y sí pasa. No necesitamos datos científicos para demostrarlo
porque todo el mundo lo sabe en su corazón: necesitamos una idea triangular. Necesitamos
un padre y una madre y tener claro qué es ser mujer y qué es ser hombre.
Hay estudios de Ciencias Sociales que lo confirman. Y sí que es verdad que se puede dar
perfectamente que homosexuales deseen tener hijos porque tienen mucho amor en su
corazón. Pero, ¿qué es más importante: lo que los adultos creen que hace feliz al niño o
lo que realmente hace feliz al niño? Un niño tiene derechos. Y un niño tiene el derecho de
conocer a sus padres biológicos. Ahora vivimos en una sociedad que le roba a los niños
esos derechos y eso es una injusticia horrible. Todos los niños adoptados quieren saber
quiénes son sus padres biológicos. ¡Son comprados! ¡Tienen que saberlo! Es el horror de la
gestación subrogada. ¡Es todo dinero!
- Amar es muy difícil. Es algo que hay que aprender, que construir. Construir tu vida sobre
el amor es una obra de arte. Pero ojo: el sentimiento de estar enamorado no es el amor.
Empezamos por ahí, pero luego viene el trabajo duro. Un hombre y una mujer juntos
forman un solo cuerpo y pueden dar vida, como dice la Biblia. Se pueden mirar a los
ojos en un acto sexual.
- Disculpa, pero no. En fin, no nos metamos en esto. El punto es crear un cuerpo, que es
una expresión bíblica. Una plenitud. Una unión que puede dar vida a un nuevo ser. Qué
alegría es eso. Y eso no puede suceder entre las personas que sienten atracción por gente de
su mismo sexo. Además, que haya una relación monógama y duradera entre dos hombres es
muy raro.
- También es raro entre un hombre y una mujer, cada vez más. Donde está el hombre está el
peligro (risas).
- También hay países donde la homosexualidad sigue estando penada con muerte. Incluso
en países desarrollados como el nuestro sigue habiendo agresiones homófobas cada pocas
semanas.
- Pienso que es terrible que en esos países islámicos siga estando penada con muerte la
homosexualidad. Es una locura. En estos tiempos todos tenemos que tener la libertad de
vivir nuestra sexualidad como queramos. Pero algo totalmente diferente es lo que se hace
ahora, que es enseñar a nuestros hijos en educación infantil que pueden tener todo el
sexo que quieran.
- ¡Sí! Les explican que pueden tener sexo oral, sexo anal… que ellos simplemente
tienen que elegir. Hay pedagogos sexuales que se encargan de esto y están empezando
a formar a los profesores. La OMS indica que a los niños hay que enseñarles a
masturbarse desde muy pequeños.
- ¿La OMS?
- Primero tenemos que saber a qué nos estamos enfrentando respecto a la pornografía. La
pornografía es una adicción que provoca los mismos cambios en el cerebro que las
drogas duras, por ejemplo, la heroína. En la mayoría de los casos de divorcio, la
pornografía ha sido una de las razones predominantes. La pornografía es culpable de los
fracasos matrimoniales. Me parece hipócrita decir que la pornografía está bien a partir de
los 18 años y antes no. Está mal siempre.
Es mala para todos, para niños y adultos. Es una explotación de mujeres horrible que
destruye su dignidad, pero también la dignidad del consumidor de pornografía queda
destruida. Que la primera experiencia de un niño con el sexo sea la pornografía… es algo
que me rompe el corazón. Y desde que tenemos los móviles ya no podemos protegerlos.
¿Por qué no hay campañas de la Unión Europea contra la pornografía? Hacen
campañas fuertes contra el tabaco… ¿dónde están sus campañas contra la pornografía?
Nadie la critica.
- Es cierto. Algunas feministas sí lo hacen. Pero también los países deberían colgar
anuncios pornográficos que pongan “esta podría ser tu hermana”, o “esta podría ser
tu hija”. Esto tocaría a la gente, pero no pasa nada. Hay intereses en nuestro mundo que
quieren eso. Sé que mi lucha es quijotesca.
- En cualquier caso, sí puede haber una educación sexual adecuada que ayude a los niños
que ya consumen pornografía a gestionar mejor su libertad, ¿no?
- Absolutamente. Están siendo adoctrinados. Hay un programa de la OMS que reza que de
los 0 a los 4 años hay que enseñar masturbación, y enseguida después contarles que hay
diferentes orientaciones sexuales. Les dicen que el sexo oral y anal están genial. Y esto es
la OMS y la UNESCO.
- Pero no se “adoctrina” a nadie para ser gay. Igual que los gays no se han vuelto hetero a
pesar de que la educación tradicional sólo les ha mostrado un modelo de sexualidad: la
heteronormativa.
- Yo lo que quiero decirte es que la consecuencia de decirles que el sexo oral está bien es el
cáncer. Los jóvenes en EEUU están empezando a tener cáncer en la garganta y en la boca
no por fumar, sino por practicar sexo oral. Claro que eso no causa la orientación sexual de
nadie. Las causas de las orientaciones sexuales de alguien son varias y muy diferentes. Y
deberíamos interesarnos por esto: ¿por qué existe esta orientación sexual; por qué no
puede investigarse? Las investigaciones están siendo violentamente oprimidas. Yo
quiero vivir en un mundo donde se pueda estudiar sobre todo, pero las teoría de género
dicen que eso es “tu identidad”. Pero la identidad humana es mucho más que la sexualidad.
Quiero que tengamos libertad.
- ¿Qué haría usted si diese a luz a un niño y un día le contase, con dolor, que en realidad es
una niña?
- Le amaría. Y actuaría dependiendo de su edad. Estudios científicos dicen que muchos de
los niños que tienen estas tendencias en la pubertad… al final se les pasa. Le apoyaría y le
haría entender qué es lo que significa ser niño. De repente hay un subidón de niños que
dicen que no se identifican con su género. Y les están dando hormonas para parar la
pubertad que les hacen estériles de por vida y tienen consecuencias muy severas como el
cáncer o el derrame cerebral.
Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Google+
Linkedin
P.J.G /ReL
29 abril 2019
TAGS:
Ideología de género
Feminismo
La alemana Gabriele Kuby, nacida en 1944, socióloga formada en Constanza y Berlín,
vivió un tiempo los "ideales de mayo del 68", fue abandonada por su marido con 3
hijos, buceó en el mundo de las espiritualidades alternativas y solo en 1997, a los 53 años,
se hizo católica.
Hija de escritor izquierdista, había vivido en primera persona las supuestas "maravillas"
de la revolución sexual y de las familias que se rompen. Fue discípula del sociólogo
progresista Ralph Dahrendorf. Pero años después estudió la familia como socióloga, con
conciencia crítica.
"Todos perciben los efectos del vuelco de los valores, como la destrucción de la familia,
pero son pocos los que son conscientes que detrás de este vuelco se cela una estrategia de
las élites de poder, desde la ONU a la Unión Europea, pasando por la alta finanza",
explicaba en Tempi.it al presentar la edición italiana.
En 1981 las mujeres residentes en España tenían su primer hijo a los 25,2 años de edad.
Hoy las españolas se casan, de media, con 32 años (los varones con 35), y a esa edad
tienen su primer hijo. Y aún así se casan pocos y tienen pocos hijos (España hace tres
años que pierde población).
En La Revolución Sexual Global, Gabriele Kuby trata muchos temas que debilitan la
familia, rastreando sus antecedentes históricos. Pero un tema al que da especial importancia
es al de la sexualización de los niños. Es a menudo a espaldas de los padres: la escuela y
los medios de comunicación quieren insistir en iniciar a los niños cuanto antes como
consumidores de deseo sexual.
Es fácil que una pareja homosexual o un "monitor sexual" acuda al colegio de nuestros
hijos a predicar las maravillas del sexo (que puede ser "con quien quieras o sin amor"). Es
mucho más difícil, por no decir imposible, que vayan al colegio matrimonios veteranos,
incluso ancianos, explicando cómo se han amado y mantenido fieles toda su vida. E incluso
hay leyes -como las leyes LGTB autonómicas españolas- que pueden multar a quien, en la
escuela, ose cuestionar o criticar las uniones no tradicionales.
Kuby dedica varias páginas a explicar "12 buenas razones para detener la sexualización de
los niños por parte del Estado". Denuncia que se busque invitar a los niños a
experimentar con el sexo, o al menos a interesarse en él, incluso antes de la pubertad,
y que en muchos casos se les adoctrine con ideología de género o directamente hedonismo.
Con todo, un padre puede decidir que su hijo no tenga móvil, pero no puede dejar de
enviarlo a la escuela. Por eso, Kuby señala esas 12 razones por las que la escuela debería
dejar de hablar de sexo a los niños (más allá de la información biológica básica que todos
conocen).
12 razones por las que la educación sexual liberal daña a los niños y la sociedad
2. Esta liberalización destruye la familia como mejor entorno para los niños
Un matrimonio monógamo, unido, que engendra y protege a sus hijos: eso es lo mejor.
"Estudios científicos confirman lo que todos saben: los niños crecen mejor en una familia
estable con padres biológicos que mantienen un matrimonio de bajos conflictos". Así se
forja una generación de ciudadanos que "confía en sí misma y es independiente". Los
hijos de familias rotas arrastran heridas. Kuby lo sabe como socióloga, y como madre de
familia rota.
Kuby cita el libro de 1982 The Disappearance of Childhood, del sociólogo Neil Postman
(1931-2003), discípulo de Marshall McLuhan, que señala tres efectos de la desaparición de
la etapa "niñez": peor alfabetización, peor educación, peor sentido del pudor. Incluso en
esa era antes de Internet la TV ofrecía mucha gratificación rápida. "La civilización no
puede existir sin el control de los impulsos, particularmente el impulso de agresión y el de
gratificación inmediata. Estamos constantemente en peligro de ser poseídos por la barbarie,
de ser invadidos por la violencia, la promiscuidad, el instinto, el egoísmo. El pudor es el
mecanismo por el cual la barbarie se mantiene a raya", escribió.
4. La sexualización de niños y adolescentes socava la autoridad paterna
En estos cursos de sexualidad liberal para niños se les anima a experimentar una y otra vez
con la masturbación, sin avisar que el hábito puede llevar fácilmente a la adicción,
enganchados también a la pornografía, con todos sus problemas relacionados.
Un ejemplo de charla de ideología de género transexual para padres en un colegio de la
región de Madrid en 2016; un rato antes impartieron otra para niños
Decirle a los niños y niñas que lo que sienten es "un estereotipo", que pueden ser otra cosa,
que pueden incluso cambiar, o que cualquiera de sus amigos podría ser de otro género pero
ocultarlo, es sembrar "incertidumbre de género", y eso genera identidades débiles
titubeantes. Muchas veces llaman "educación en la diversidad" a lo que es mera
deconstrucción del género.
8. Pedir a los niños puberescentes que "salgan del armario" ataca al desarrollo
natural
Un estudio de 2007 (de R.C.Savin Williams y G.L.Ream) señalaba que el 70% de los
chicos de 17 años que reconocían atracciones exclusivamente homosexuales, cuando
llegaban a los 22 años ya se declaraban exclusivamente heterosexuales.
9. Hablar de la homosexualidad a menores, sin explicar sus riesgos, los pone en peligro
La conducta homosexual va ligada a mayores tasas de depresión, trastornos de ansiedad,
consumo de sustancias y adicciones, riesgo de suicidio y de enfermedades sexuales. Los
activistas LGTB dicen que es "por la presión del ambiente anti-LGTB" pero no pueden
demostrarlo. El periodista homosexual Michael Hobbes, en The Huffington Post,
reconocía que incluso en ambientes amigables con lo LGTB se daban estos graves riesgos
(léalo en español aquí). Si se da información a los jóvenes sobre homosexualidad, se han de
dar estos datos científicos.
10. Enseñar que las familias rotas son "normales" dificulta que los niños superen sus
heridas
Cuando se rompe una familia, el niño queda herido. Y para superar la herida, primero
hay que reconocer que hay herida. Si los adultos le repiten que no hay herida, que es
normal, que no tiene derecho a estar herido, solo se le consigue dañar más.
Hay cosas que se aprenden bien en la familia, de niño, pero es muy difícil aprender de
mayor, en hogares estatales, prisiones, terapeutas, consejeros, psicólogos, etc... "La
confianza básica, el compromiso, los buenos modales, la voluntad de aprender, la
productividad, la confianza en uno mismo..." son ese tipo de cosas. Los jóvenes violentos,
conflictivos, etc... "rara vez provienen de familias intactas con una figura paterna presente".
Cuanto menos deja el Estado actuar a las familias, más consigue "justificación para
incrementar su intrusión".
En Occidente, y más en España, cada vez hay menos jóvenes, que se casan cada vez más
tarde, y apenas tienen hijos. El resultado es una población envejecida de dificil
mantenimiento, a punto del colapso demográfico. "Considerando este desarrollo, ¿por qué
el gobierno está educando niños y adolescentes para convertirse en expertos en
anticoncepción y despejando el camino al aborto y la homosexualidad?"
Finalmente Kuby lanza una pregunta de tipo científico: "¿Dónde están los argumentos y la
investigación científica que muestren que la sexualidad temprana, sin compromiso,
promiscuo o con el mismo sexo hace que las personas sean sanas, competentes, capaces de
compromiso, dispuestas a procrear y felices?" La ciencia sociológica muestra más bien lo
contrario.
Este de la sexualización acelerada de los niños es solo uno de los muchos temas que trata
Kuby en "La Revolución Sexual Global", un libro contundente y completo que vale la
pena tener a mano para refutar los bulos de la ideología de género y del relativismo
hedonista.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Google+
17 octubre 2018
TAGS:
Familia
Ideología de género
Laicismo
Skolae es precisamente el programa que ha elaborado el gobierno navarro para todos los
centros educativos de la región ya sean públicos, concertados o privados para niños y
jóvenes de 0 a 18 años. En él se indican las pautas y qué se debe enseñar en los colegios en
cada una de las etapas educativas: infantil, primaria, secundaria, así como en el Bachillerato
y la Formación Profesional.
Los representantes del cuatripartito que forman el gobierno de Navarra, con Uxue Barkos
(segunda por la izquierda) como presidenta de la Comunidad Foral
El Gobierno navarro ya ha anunciado que tras la experiencia piloto que se llevó a cabo en
16 centros educativos navarros el año pasado, Skolae será obligatorio en todos los
centros, que deberá aplicarse en todos ellos antes de 3 años.
Para saber qué es lo que los niños navarros aprenderán en la escuela sólo hace falta leerse el
documento del programa Skolae, y poner algunos ejemplos.
“La estructura social actual niega a las mujeres la ciudadanía plena, y se siguen
identificando pautas de socialización diferencial que las configuran como objeto de deseo y
como objeto de servicio”, asegura el texto, que añade que esta sociedad las limita el
“proyecto vital, en el disfrute del tiempo propio y de la riqueza, en el acceso plano al
mundo laboral y en la participación social”.
Skolae se refiere a Navarra, una de las regiones más ricas y prósperas de España, y no a
otras zonas del mundo como algunos países africanos o asiáticos donde sí existe todavía
hoy una desigualdad real de la mujer.
Este programa educativo insiste en que “muchos de ellos (hombres) siguen depositando
la centralidad de su propio proyecto vital en su ego laboral, en su desarrollo personal
(no ajeno a privilegios heredados) y en la desresponsabilización de las tareas de cuidado y
del ejemplo de corresponsabilidad necesario para la acción coeducadora”.
Si el feminismo radical se va a convertir en uno de los ejes de la educación de los niños, el
otro es la ideología de género. Este programa educativo reconoce que “uno de los
principales objetivos” es este. “Para ello –indica el texto- es fundamental abordar
conceptos clave de la teoría de género: sistema sexo-género, socialización de género,
roles y estereotipos de género, mandatos de género, identidad de género…”.
Mucho de este trabajo se hará de los 0 a los 6 años, llevando a cabo además una educación
sexual que corresponde a los padres. Así por ejemplo, en infantil se tratará el
“reconocimiento de la sexualidad infantil desde el nacimiento despenalizando el
reconocimiento y la vivencia de dicha sexualidad en el ámbito de la escuela y la familia
(curiosidad sexual, juegos eróticos infantiles…).
En esta etapa también se trabajará contra “el uso sexista de los juguetes. Somos
conscientes de la transmisión de estereotipos sexistas en el cuidado y en las tareas
domésticas a través del análisis de la literatura infantil. Proponemos un cambio en los
relatos, hacia la igualdad a través de los cuentos”.
El lobby LGTB en las escuelas
Además de mostrar los “diversos tipos de familia” y las variedades LGTB en todos los
colegios se deberá dar “voz y visibilizar a las familias compuestas por personas
lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Visibilizar el movimiento LGTB entre el
alumnado, fomentando actitudes de respeto y reconocimiento por su función social en el
tema del reconocimiento de los derechos de todas las personas por su condición sexual”.