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CAPITULO II

EL MISTERIO DE LA INFORMACION AUSENTE

En el siglo XIX en los días en que estados unidos estaba forjando una sociedad a partir de sus
grandes espacios abiertos. Estados unidos había heredado de gran Bretaña su compleja
normatividad sobre tierras y un sistema de concesiones traslapadas. Po lo que era posible que la
misma parcela perteneciera a un hombre que lo había recibido como parte de una gran concesión de
tierras de la corona británica a otro que sostenía haberla comprado de una tribu autóctona y a un
tercero que le había aceptado como un pago salarial de un parlamento estadual. Era posible también
que ninguno de los tres lo hubiera visto jamás. Mientras tanto el país se llenaba de inmigrantes que
pactaban fronteras, roturaban campos, construían casas, transferían tierras y establecían créditos
mucho antes de que el gobierno les confiriera derecho legal alguno para realizar aquellos actos.

Muchos de ellos invasores de tierras insistían en que su trabajo no los papeles formales de titulación
ni las arbitrarias demarcaciones de linderos era lo que daba valor a sus tierras y establecía la
condición de propietario, creían que si ocupaban la tierra y la mejoraban con casas y granjas, está
ya era suya. Aquel pasado estadounidense es el presente del tercer mundo.

A esto es a lo que Hernando de soto denomina la ciudad de los muertos o el capital muerto, a la falta
de información acerca de los activos con los que cuentan los países pobres, lo cual puede llevar a
deficientes sistemas de propiedad donde los derechos no están claramente definidos y donde la
mayor parte de estos activos pertenecen a la ilegalidad, por ello el potencial económico de estos
países no se ha identificado ni convertido en capital y su economía se mantiene estancada.

En este escenario el autor sostiene que la única disyuntiva real de los gobiernos de estos países es
incorporar esos recursos económicos a un marco legal ordenado y coherente y que se refleje en el
bienestar de la sociedad en su conjunto.

UNA REVOLUCION SORPRESA

Antes de 1950 gran parte de los países del tercer mundo eran sociedades agrícolas, la mayoría de
las personas trabajaba sobre tierras de propiedad de unos pocos terratenientes. Las ciudades eran
pequeñas y funcionaban más como mercados y puertos que como centros industriales, las
denominaban diminuta elite mercantil que protegían sus intereses con normas y reglamentos
establecidos.

Después de 1950 empezó en el tercer mundo una revolución económica. Aparecieron nuevas
máquinas que redujeron la demanda de trabajo rural, nuevas medicinas y métodos de salud los
cuales reducían la tasa de mortalidad y alargaba la expectativa de vida. Pronto miles de personas
comenzaron a desplazarse y la población de las sociedades comenzó a crecer.

Ya en 1973 esta oleada de nuevos citadinos desesperaba a los expertos. No estaba previsto que los
campesinos llegaran a las ciudades en pos del siglo XX. Pero decenas de millones llegaron a su
nuevo destino a pesar de la reacción de creciente hostilidad urbana. Los recién llegados encontraron
un muro impenetrable de reglas que los marginaban de las actividades sociales y económicas
legalmente establecidas. Era sumamente difícil para estos nuevos citadinos adquirir viviendas
legales, entrar en negocios formales o encontrar un empleo legal.

LOS OBSTACULOS DE LA LEGALIDAD

Para poder hacernos una idea exacta de cuán difícil era la vida del migrante, mi equipo de
investigación y yo abrimos un pequeño taller de confecciones en las afueras de lima. Nuestra meta
era crear un negocio nuevo perfectamente legal. Entonces el equipo empezó a llenar formularios,
como todo el mundo a hacer colas, a tomar autobuses hacia el centro de la ciudad donde se expiden
las certificaciones requeridas para operar según el texto de la ley, un pequeño negocio en el Perú.

Les tomo 6 horas diarias y finalmente inscribieron la empresa 289 días más tarde. Aunque el taller
de confecciones estaba orientado a operar con solo un trabajador el costo de la inscripción legal fue
US$ 1231, es decir 3 veces el salario mínimo mensual peruano de entonces. En otro caso obtener
autorización legal para construir una casa sobre tierra del estado tomo 6 años y 11 meses y exigía
207 pasos administrativos en 52 oficinas gubernamentales, obtener la titulación legal de este lote
demando 728 pasos entre otros.

Se realizaron experimentos parecidos en otros países, los obstáculos estuvieron a la par con lo
ocurrido en Perú y a menudo fueron incluso más intimidantes, es por ello que en varios países
muchas familias deciden construir sus viviendas ilegalmente. Inevitablemente la cosa no es que los
migrantes quebranten la ley sino que la ley los quebranta a ellos, motivo para salirse del sistema.

Una vez que estos recién llegados a la ciudad abandonan el sistema pasan a ser extralegales. Su
única alternativa es vivir y trabajar por fuera de la ley oficial, usando sus propios acuerdos y reglas
informales y vinculantes para proteger y movilizar sus activos.

Lo que mantiene a esas reglas juntas es un contrato social sostenido por la comunidad entera e
impuesto por autoridades que ella misma ha seleccionado, estos contratos sociales extralegales han
creado un sector vibrante pero subcapitalizado, el centro del mundo de los pobres.

EL SECTOR SUBCAPITALIZADO

En los sectores subcapitalizados del tercer mundo, por todas partes han brotado pequeñas
industrias callejeras de cualquier cosa, desde ropa y calzado hasta imitaciones de relojes Cartier y
de valijas Vuitton. Son talleres que ensamblan y reensamblan maquinaria, automóviles, incluso
autobuses. Los nuevos pobres urbanos han creado industrias y barrios enteros, y tenido que instalar
conexiones clandestinas para la electricidad y para el agua potable. Hasta hay dentistas que curan
caries sin licencia.

Pero esta no es solo una historia del pobre que sirve al pobre. Estos nuevos empresarios también
están llenando los vacíos de la economía legal. En muchos países en vías de desarrollo los
autobuses, camionetas y taxis sin autorización constituyen el grueso del transporte público. Luego
hay partes del tercer mundo donde el negocio de los víveres esta sobretodo en manos de los
vendedores de las barriadas, en las carretillas de la calle o en los quioscos adosados a edificaciones
autoconstruidas.

Los pobres ya se han hecho al control de gran cantidad de inmuebles y actividades productivas. Los
organismos internacionales que desplazan a sus consultores en avión hasta las relucientes torres de
vidrio de los barrios elegantes para reunirse con el sector privado local en realidad solo están
dialogando con una fracción del mundo empresarial. El grueso de la iniciativa empresarial en los
países del tercer mundo se encuentra entre los recolectores de basura, los fabricantes de artefactos
y las compañías de construcción ilegales ubicadas en los otros extremos de la sociedad. La única
disyuntiva real de los gobiernos de esos países es incorporar esos recursos económicos a un marco
legal ordenado y coherente, o seguir viviendo en anarquía.
¿CUANTO CAPITAL MUERTO?

A diferencia de la venta de alimentos o calzado, la mecánica automotriz o la falsificación de carteras


Cartier que por lo general son actividades ilegales, son difíciles de contar y más aun de valorizar. Las
edificaciones son difíciles de ocultar, uno puede establecer su valor simplemente averiguando el
costo de los materiales de construcción y observando el precio de venta de edificaciones
comparables.

En un estudio realizado a los países de tercer mundo los investigadores descubrieron maneras
mucho más creativas de evitar las leyes de propiedad inmobiliaria.

 En el Perú por ejemplo la gente ha formado cooperativas agrícolas para comprarles tierras a
los propietarios y luego convertirlas en asentamientos residenciales e industriales las cuales
son divididas ilegalmente en parcelas privadas, por lo tanto por lo tanto pocos tienen títulos
validos de su tierra.
 En puerto príncipe incluso propiedades bastante costosas cambian de manos sin que nadie
se preocupe de informar a los registros públicos.
 En el Cairo los inquilinos de antiguos proyectos de vivienda pública con alquiler contratado y
cuatro pisos, le construyen ilegalmente tres más encima y luego venden los apartamentos a
sus parientes y a otros clientes. O subdividen sus inmuebles en apartamentos pequeños y lo
arriendan a precios de mercado.

Nadie sabe realmente quien posee qué y donde, quien es responsable del cumplimiento de que
obligaciones, quien responde por las pérdidas y los fraudes y de que mecanismos se dispone para
imponer pagos por bienes y servicios entregados. En consecuencia el potencial económico de la
mayor parte de los activos en estos países no ha sido identificado ni convertido en capital por ello la
economía del intercambio se mantiene contenida y estancada.
¿CUANTO VALE ESTE CAPITAL MUERTO?

Según nuestros cálculos en el Perú el 53% de los habitantes de la ciudad y 81% de los de campo
ocupan viviendas extralegales, las cifras son aún más dramáticas en Haití y Egipto. En Haití el 68%
de las personas en la ciudad y 97% en el campo ocupan viviendas sobre las cuales nadie tiene
argumentos legales claros.

En los cerros que rodean lima un bungalow respetable con garaje y ventana panorámica se valoriza
en solo US$ 20000 pero hay enormes cantidades de este tipo de casas, y su valor dramáticamente
eclipsa la fortuna total de los ricos. En Haití, los inmuebles rurales y urbanos sin título suman unos
US$ 5200 millones, para ponerlo en contexto, esta suma cuadruplica el total el total de los activos de
todas las empresas que operan legalmente en el país.

En cada país que hemos investigado, el ingenio empresarial de los pobres ha creado riqueza a gran
escala, riqueza que también constituye de lejos la mayor fuente potencial de recursos de capital para
el desarrollo. Calculamos que el valor de los inmuebles en posesión, mas no en propiedad legal de
los pobres de los países del tercer mundo y de los que salen del comunismo suma no menos de
US$ 9.3 millones de millones. Es casi el valor total de las compañías en lista de las principales
bolsas de valores en los 20 países más desarrollados del mundo.

HECTAREAS DE DIAMANTES

Al hablar de pobreza internacional por lo general nuestro pensamiento da imágenes de mendigos


durmiendo en las calles o niños africanos muriendo de hambre en la arena. Y puede que estas
escenas sean cierto pero o generalicemos ya que la imagen más desconsoladora del tercer mundo
no es la más exacta. Entre ellos podemos encontrar a pequeños empresarios que se han impuesto a
todo obstáculo imaginable para crear entre todos la porción mayor de la riqueza de su sociedad.

Una imagen más cierta mostraría a un hombre y a una mujer que con gran esfuerzo han ahorrado
para construir una casa para ellos y sus hijos y están creando empresa donde nadie imagino que
podrían establecerse. Me revelo ante quienes estereotipan a heroicos empresarios como si ellos
estuvieran contribuyendo a agravar el problema de la pobreza global.

Ellos no son el problema son la solución.

Conwell nos brinda u mensaje útil. Nos menciona que los líderes de los países del tercer mundo y
los de los países que salen del comunismo no necesitan deambular por los ministerios extranjeros y
las instituciones financieras internacionales en busca de fortuna. En medio de sus propios barrios
populares y barriadas hay millones de millones de dólares todos listos para ser utilizados si solo
logramos desentrañar el misterio de cómo estos activos pueden ser transformados en capital vivo.

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