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(Lección 1)

A. JESÚS EL MAESTRO.
1. EL MAESTRO.
1.1. Jesús enseñaba.
1.1.1. Se afirma esto continuamente en los evangelios (Mt. 5:2; 7:29; 13:54; Mr. 1:21).
1.1.2. Cuarenta y cinco veces se vincula en los evangelios a Jesús con la enseñanza.
1.1.3. Enseñaba a las gentes en general y a los discípulos en particular.
1.2. Jesús enseñaba en toda ocasión.

Lo hacía continuamente en los lugares en que las Lo hacía sistemáticamente.


gentes se encontraban.
(1) En la montaña (Mt. 5:2). (1) Lo hacía habitualmente (Mr. 10:1).
(2) En las sinagogas (Lc. 4:15). (2) Enseñaba los sábados (Mr. 1:21; Lc.
(3) A la orilla del mar (Lc. 5:3). 4:31; 6:6; 13:10).
(4) En las casas (Mr. 2:1,2) (3) Lo hacía diariamente (Lc. 19:47).
(5) En el templo (Lc. 19:47).

1.3. Jesús enseñaba en distintas maneras.


1.3.1. Directamente a las gentes como maestro (Mt. 5-7).
1.3.2. Por medio de parábolas (Mr. 4:2).
1.3.3. En modo particular y personal a los discípulos (Mr. 7:17).
1.4. Jesús enseñaba con autoridad.
1.4.1. Admirando a las gentes que lo escuchaban (Mt. 7:28-29).
1.4.2. Lo distinguía de los escribas, maestros de su tiempo (Mt. 7:29).
1.4.3. Aquellos maestros eran meros repetidores de enseñanzas tradicionales e interpretaciones
escolásticas de sus escuelas teológicas.
1.4.4. Jesús tenía autoridad: Cristo hablaba como un juez que da su sentencia; sus lecciones eran
leyes; sus palabras mandatos".
1.5. Jesús continuó enseñando después de Su resurrección.
1.5.1. A los discípulos durante el tiempo entre la resurrección y la ascensión
1.5.2. En la preparación para el apostolado de Pablo (Gá. 1:11-12).

2. LA ENSEÑANZA DE JESÚS.
2.1. Una enseñanza ocasional más que sistemática.
2.1.1. Los temas de la enseñanza y aplicación dependían en gran medida de la ocasión (Mt. 5:1-2).
2.1.2. (1) Preguntas que daban lugar a la enseñanza (Mt. 9:28; 22:36; Lc. 18:18).
(2) Incidentes que daban lugar a la enseñanza (Mt. 12:24-37).
2.1.3. Sólo en contadas ocasiones el Señor pronunció discursos de enseñanza.
2.2. La enseñanza de Jesús es concreta más bien que abstracta.
2.2.1. No hay largos discursos sobre aspectos teológicos de la verdad.
2.2.2. Enseña con un lenguaje llano que todos pueden comprender.
2.2.3. Utilizó ejemplos de la vida cotidiana.
(1) Pájaros y flores (Mt. 6:26, 28).
(2) El trabajo de un sembrador (Mt. 13:1-8).
(3) Plantas como trigo o mostaza (Mt. 13:24-32).
(4) La vida familiar (Lc. 11:11ss).
(5) Situaciones inoportunas (Lc. 11:12-13).
(6) Niños jugando (Lc. 7:32).
(7) Barrer la casa (Lc. 15:8).
(8) Remendar la ropa vieja (Mt. 9:16).
2.2.4. Utilizó ampliamente las parábolas.
2.3. Jesús procuró conducir a la reflexión personal. (Mt. 5:13,14).
2.4. La enseñanza de Jesús fue con autoridad.
2.4.1. Era directa de Sí mismo y nunca se refirió en ella a maestros de su tiempo para confirmarla.
2.4.2. Apelaba directamente a los hombres enfrentándolos con la voluntad de Dios.
2.4.3. La autoridad de Cristo impactaba (Mt. 7:28-29; Jn. 7:46).
2.5. La enseñanza de Jesús fue paradójica y controversial.
2.5.1. Mucha de ella contradice el pensamiento natural del hombre. Bienaventuranzas (Mt. 5:3-12).
2.5.2. Era habitualmente controversial, al oponerse abiertamente a la enseñanza tradicional.
2.5.3. La enseñanza de Jesús produjo abiertas polémicas entre los oyentes.

3. LA PREPARACIÓN PARA SU ENSEÑANZA.


3.1. Es preciso recordar siempre que Jesús de Nazaret es Dios manifestado en carne (Jn. 1:1; 1:14, etc.).
3.2. Sin embargo su humanidad funcionó de igual manera que la de los hombres.
3.2.1. Jesús crecía tanto en estatura como en sabiduría (Lc. 2:40).
3.2.2. Las perfecciones divinas son comunicadas a la humanidad de Jesús, mediante la Persona Divina
del Hijo de Dios, que la sustenta.
3.3. Es hombre perfecto, en toda su dimensión, sin embargo se manifiesta "en semejanza de hombre" (Ro.
8:3; Fil. 2:7).
3.3.1. Concebido en María por obra del Espíritu Santo (Lc. 1:35).
3.3.2. Gestado y alumbrado como los hombres (Lc. 1:38; 2:7).
3.3.3. Poseedor de los elementos esenciales en toda naturaleza humana.
(1) Cuerpo humano (Gá. 4:4; Lc. 5:22; Mt. 26:26, 28; Mr. 14:8).
(2) Alma humana (Mt. 26:38; Mr. 14:34).
(3) Espíritu humano (Lc. 23:46; Jn. 11:33; 19:30).
3.3.4. total ausencia de pecado en la humanidad de Jesús (2 Co. 5:21).
3.4. Una humanidad admirable.
3.4.1. "En todo semejante a sus hermanos (He. 2:17), pasó su infancia y su niñez como los demás
niños: ‘crecía en estatura y se fortalecía en su cuerpo, llenándose de sabiduría en su alma
humana’. Mientras que otros niños son débiles en entendimiento y resolución.
3.5. La conciencia mesiánica en Jesús.
3.5.1. Cristo tenía conciencia clara de quién era y de la relación especial que tenía con Dios (Lc. 2:49).
3.5.2. Jesús dio a entender a sus padres que su objetivo principal en este mundo era hacer la voluntad
de su Padre celestial (Jn. 4:34; He. 10:7).
3.6. La enseñanza familiar recibida.
3.5.1. Las verdades fundamentales de la fe judía, sustentadas en la Escritura.
(1) La enseñanza sobre el único y verdadero Dios.
(2) La revelación de Dios en por Su Palabra.
(3) La historia del pueblo de Dios, con todas sus incidencias y bendiciones.
(4) Las profecías sobre la venida del Mesías libertador.
3.6. La enseñanza recibida en la sinagoga.
3.6.1. El Señor estuvo vinculado con la enseñanza de los maestros desde su infancia.
3.6.2. La enseñanza en el templo de Jerusalén es una evidencia (Lc. 2:46).
3.6.3. La asistencia a la sinagoga cada sábado fue una de sus costumbres (Lc. 4:16).
3.7. La lectura y estudio del Antiguo Testamento.
3.7.1. Las citas bíblicas están continuamente en su boca.
3.7.2. Las respuestas a Satanás en la tentación (Mt. 4:4, 7, 10).
3.7.3. La exposición detallada de muchos párrafos de la ley (Mt. 5:21, 27, 31, 33, 38).
3.7.4. Hizo referencia a relatos históricos del Antiguo Testamento (Lc. 13:3-4).
3.7.5. En la cruz, recitó total o parcialmente alguno de los Salmos. (Mt. 27:46 – salmo 22)
3.8. Su íntima comunión con Dios.
3.8.1. Fue la principal fuente de la enseñanza de Jesús.
3.8.2. Escuchó y aprendió acerca de Dios, como se ha considerado antes.
3.8.3. Vivió en íntima comunión con Dios, teniendo una visión propia y personal de Dios, para
afirmarlo en sus enseñanzas (Mt. 5:8).
3.8.4. En el cuidado y provisión del Padre podría muy bien estar hablando desde su propia
experiencia, como hombre, ya que según su propia afirmación no tenía como propio ni donde
reclinar su cabeza (Mt. 8:20).
3.8.5. Jesús podía enseñar a los hombres acerca de Dios, porque conocía a Dios.

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