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En el mes de julio del presente año, se ha generado un escandalo a nivel nacional tras la
difusión de una serie de audios, que ha destapado la participación de jueces de altas cortes
en actos de corrupción.
El caso en concreto, hace alusión al Juez Luis Cevallos, quién era el encargado de la
investigación del escándalo antes mencionado. Sin embargo, el Juez desistió de cargo tras
conocerse que habría recibido sobornos para beneficiar a una banda criminal. Cevallos,
que fue juez superior en la Corte Superior de Justicia del estado de Piura, en el noroeste
del país, reclamó presuntamente una serie de sobornos por valor en conjunto de 21.000
soles (unos US$7.000) para beneficiar a varios procesados de una banda criminal, lo que
implicaba, en algunos casos, ayudarlos a salir de la cárcel.
Es de precisar, que el mencionado Juez, antes de su renuncia había dictado una condena
de 18 meses de prisión preventiva contra Walter Ríos, y el impedimento de salida del país
para César Hinostroza.
Que mejor manera de realizar justicia por medio del Derecho vigente sin necesidad de
transgredirlo, resolver cada caso basándose en criterios coherentes mediante los cuales
puedan extenderse a todos los casos parecidos, asimismo implica que debe actuar con
honorabilidad “de modo que inspire confianza pública en el Poder Judicial”. Siendo que
el juez debe ser consciente de que el ejercicio de la función jurisdiccional supone
exigencias que no rigen para el resto de los ciudadanos1.
En este caso, claro esta que el Juez Cevallos al momento de recibir una serie de sobornos
(21,000.00 soles) su conducta se encontraría condicionada a fin de favorecer a un
determinada banda criminal, dicha actuación no se encuentra ceñido a los valores de
justicia, independencia, imparcialidad, integridad y decencia, que es lo que realmente se
espera de un verdadero Juez, un Juez que tiene muy claro cual es su fin ultimo : la Justicia.
El juez independiente es aquel que determina desde el Derecho vigente la decisión justa,
sin dejarse influenciar por factores ajenos al Derecho mismo; asimismo su conducta debe
manifestar que no recibe influencias de ningún poder público o privado, bien sea de
manera externa o interna al orden judicial, garantizando a los ciudadano el derecho a ser
juzgado con parámetros jurídicos a fin de evitar cualquier tipo de injusticias. Es por ello
1
Suarez, A. (2010). El valor de la Ética y los jueces. Pp. 11. Recuperado de:
http://servicio.bc.uc.edu.ve/multidisciplinarias/educacion-en-valores/v1n13/art5.pdf
que “no adoptará sus decisiones por influencia del clamor público, temor a la crítica,
consideraciones de popularidad, notoriedad o por motivaciones impropias o
inadecuadas”.
Por otra parte el juez está éticamente limitado a participar de cualquier manera en
actividad política partidaria, de lo contrario su imparcialidad estaría comprometida, ello
con la finalidad de que estos deben estar libres de todo tipo de presiones o influencia para
la búsqueda de la verdad objetiva de los hechos y para poder aproximarse lo más posible
a la imparcialidad en sus sentencias.
- Artículo 5: El Juez debe ser imparcial tanto en sus decisiones como en el proceso
de su adopción. (…) El juez no debe no debe valerse del cargo para promover o
defender intereses particulares, ni transmitir, ni permitir que otros transmitan
la impresión de que se hallan en una posición especial para influenciarlo. El
juez debe gobernar sus asuntos personales y económicos, de modo tal que las
ocasiones en las cuales le sea necesario inhibirse, en las causas a su cargo,
tengan carácter excepcional.
2
Águila, J. (2009). Imparcialidad y Concepciones del Derecho.Jurid. Manzales.,27-44, pp.42.
Recuperado de : file:///C:/Users/EMELY%20VELA/Downloads/Dialnet-
ImparcialidadYConcepcionesDelDerecho-3192069.pdf