You are on page 1of 5

MICROTRÁFICO EN COLEGIOS DE BOGOTA

ADRIANA ROJAS CASTELLANOS

Profesora habilidades comunicativas

Grupo 12

LEONARD SANTIAGO BALLEN TORRES

715182006

FUNDACION UNIVERSITARIA KONRAD LORENZ

Bogotá D.C., 31 de octubre de 2018


Microtráfico en colegios de Bogotá

En Bogotá, los colegios tanto públicos como privados, sufren la problemática e infortunada

situación del microtráfico, que no solo es el hecho de la ilegalidad, sino que también es el cómo

afecta a los jóvenes colombianos, pues al dirigirse a esta población genera problemas sociales en

los entornos educativos y alrededores. Como bien puede ser en parques donde se encuentran los

jibaros (encargados de la venta de la droga) o espacios de estudio, los cuales ante la aparición de

este problema no suelen hacer nada; causando así un surgimiento de violencia y evitando el buen

progreso de esta generación, siendo estos puntos a tratar a lo largo del texto con el fin de

evidenciar el cómo se afecta en el progreso estudiantil con las sustancias psicoactivas.

En primer lugar, a los alrededores de los colegios existe un muy fácil acceso a las drogas,

tentaciones que aumentan debido a que los jibaros (personas encargadas de su venta), ofrecen

pruebas gratis a los jóvenes, quienes empiezan a consumirla periódicamente, viéndose afectados

por los efectos que producen estos psicoactivos. Por lo tanto, si ellos siguen con ese constante

consumo se verá afectado su proceso educativo, social y en peores casos los involucrará en la

violencia.

Los colegios públicos de ciertas partes de Bogotá son los más afectados. “El análisis logró

establecer, además, que Ciudad Bolívar es la localidad en donde hay mayor prevalencia de uso

de cualquier droga, seguida del centro de la ciudad (Santa Fe, Los Mártires y La Candelaria), y

Rafael Uribe Uribe. En promedio, los jóvenes que residen en Bogotá inician el consumo a los 18

años (el 50 %), un 25 % las prueba en la adolescencia y el resto después de los 20 años.”

(Redacción Bogotá, 2017). De modo que se podría afirmar que los estratos 1 y 2 son los más

afectados por esta problemática de las drogas y también que su consumo empieza en una etapa

de estudio ya sea colegio o universidad.


Por otro lado, el consumo de droga ha venido aumentando cada año. Según Molano (2016) el

inicio de consumo de marihuana y bazuco ya ronda los 14 años: “Mientras hace siete años la

cifra que arrojó la investigación fue que el 2,3 % de los ciudadanos dijeron haber consumido en

el último año, en 2016 la cifra fue 4,1 %. Esos datos equivaldrían a decir que cerca de 240.000

personas” (Redacción Bogotá, 2017), “En todo el país hay unos 122 mil escolares que han usado

inhalables como ‘Popper’. Y mientras el promedio nacional de consumo de esa peligrosa

sustancia está en el 5 %, Antioquia y Caldas reportan un 14,1 % y un 12,1 %” (Periódico El

Tiempo,2018). En pocas palabras, las drogas son un tema de debate con bastantes estudios que

demuestran que debe ser tomado más en cuenta por el estado y la sociedad para así combatirlo en

los ámbitos de estudio escolar.

De manera análoga, el microtráfico en espacios educativos es semejante a un cáncer. Al

principio nadie se da cuenta, pero a medida que pasa el tiempo se va haciendo cada vez más

grande, causando daños en la sociedad y en los jóvenes. Por lo tanto, al igual como se procede

con un tumor cancerígeno, este problema debe ser tratado desde el principio para así evitar que

siga entorpeciendo el progreso y generando violencia en el entorno educativo.

En 2006, el DANE y Chaux, psicólogo de la Universidad de los Andes, realizaron la encuesta

de victimización escolar, en donde “Según la encuesta, la venta de drogas cerca de los colegios

es reconocida por 17 por ciento de los estudiantes consultados. Es decir, más de 14.800 niños y

adolescentes saben que en las afueras del colegio en el que estudian pueden adquirir drogas

ilegales.” (Acosta, 2008). Esto evidencia lastimosamente, que desde hace varios años la venta de

droga ha estado presente en los espacios educativos de Colombia, y que sus cifras son

argumentos para que se tomen medidas en los colegios.


Por todo lo dicho, podemos concluir que las drogas y el microtráfico son una problemática en

creciente desarrollo que afecta en su mayoría a poblaciones jóvenes y barrios vulnerables, por lo

tanto, los colegios son un objetivo claro para estas bandas delincuenciales las cuales por medio

de incentivos logran crear una demanda en estos lugares, atrayendo no solo a más jóvenes

estudiantes sino a la misma vez a más vendedores de estos estupefacientes, logrando así, que las

cifras de consumo aumenten vertiginosamente en estos espacios y que el desarrollo de los

estudiantes se vea entorpecido por los efectos de los psicoactivos, generando en algunos casos

violencia.
Referencias:

Acosta, D. (26 junio de 2008). Así se mueve el consumo de drogas en los colegios. El tiempo.

Recuperado de https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2990315

Álvarez, J. (12 junio de 2018). Una de cada seis jóvenes en bachillerato a probado las drogas. El

tiempo. Recuperado de https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/consumo-de-

drogas-en-jovenes-escolares-en-colombia-229586

Molano, D. (2 febrero de 2016). Vicio en los colegios. Semana. Recuperado de

https://www.semana.com/opinion/articulo/bogota-microtrafico-en-los-colegios-opinion-

diego-molano-aponte/458946 .

Redacción Bogotá. (12 agosto de 2017). Infografía: Consumo de drogas gana terreno en Bogotá.

El espectador. Recuperado de https://www.elespectador.com/noticias/bogota/consumo-

de-drogas-gana-terreno-en-la-ciudad-articulo-7077234

Redacción Bogotá. (2017). Microtráfico ronda en los entornos escolares de Bogotá. ADN.

Recuperado de http://www.diarioadn.co/noticias/microtrafico-en-colegios-de-

bogota+articulo+16840962

You might also like