Otros contrarrevolucionarios son convertidos por el imperialismo en activos mercenarios
viajeros, emprendiendo varios periplos internacionales para denigrar a nuestro pueblo
mediante difamaciones, calumnias y mentiras, e incrementando las ganancias personales a partir del presupuesto asignado por sus empleadores. Personajes como estos acudirán siempre dispuestos y oficiosos ante sus financistas para cantar odas por doquier al capitalismo y a su farsa democrática, así como para atacar ferozmente a la Revolución. El imperio se ha enfrascado a inicios del 2014 en la promoción de "becas" de estudio como parte de un programa denominado "Somos un solo pueblo", financiado por varias instituciones vinculadas a los planes subversivos anticubanos, tales como el Centro de Iniciativas para Latinoamérica y el Caribe, la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC)- dependiente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA)- encargada de costear este experimento y cuyo financiamiento depende de la USAID y de cuentas secretas de la CIA, así como de otras instituciones pertenecientes al gobierno norteamericano. Los quince mercenarios invitados durante un semestre para recibir entrenamiento en el "Miami Dade College", son activos miembros de la contrarrevolución interna en Cuba. Constituye una colosal mentira que los mismos se vean incapacitados a cursar estudios docentes en la isla por su afiliación política. Cursarán en esa institución clases de inglés, computación, negocios y estudios sociales. Paralelamente, recibirán entrenamiento en técnicas subversivas por parte de representantes de la contrarrevolución en Miami, particularmente de la FNCA. Todos estos proyectos enmascaran su raigal objetivo contrarrevolucionario. En definitiva, lo que se busca es influir sobre las personas, aparentando nobles propósitos persiguen sembrar la duda y la confusión. Aspiran a minar la confianza en las instituciones estatales, disfrazan sus lúgubres designios tras el discurso de la libertad y la reconciliación nacional: son las mismas fieras del pasado vestidos con pieles de cordero. Estamos viviendo el desarrollo de la GUERRA CULTURAL IMPERIALISTA que busca perpetuar sus propósitos hegemónicos. La juventud constituye el blanco principal de esta lucha ideológica y los jóvenes cubanos, el interés número uno, así lo afirman: "… si banalizamos a los nietos de la Revolución, no habrá más Revolución, dejará de existir ese valladar que hoy es Cuba. Si los confundimos, si los corrompemos, si les robamos el alma"[59]. Para eso gastan millones, para lograrlo emplean sus mejores profesionales, ideólogos, psicólogos, filósofos, especialistas, cientos de hombres capaces. La CIA continúa su accionar contra Cuba, utilizando nuevos mecanismos, entre ellos la Agencia de los EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) con sede en Washington. La USAID es la máscara tras la cual se ocultan. Es la cara visible de la CIA. El enemigo no descansa y tiene muchos rostros para desarrollar su labor. Esta guerra no requiere armas, rampas de lanzamiento ni blindados. Su escenario principal acontece en la mente de los hombres. Se trata de una batalla en la que se pretende imponer los valores de la sociedad capitalista en la era globalizadora que vivimos. Yes por ello que, ante esta avalancha seudo- cultural, colonizadora y despótica, debemos oponer la fuerza de la cultura y de las ideas que defendemos. La apuesta principal de nuestros enemigos seguirá siendo la juventud; y el mejor modo de defendernos será desde la cultura, porque como dijo nuestro Héroe Nacional José Martí: "Ser cultos es el único modo de ser libres", y el Libertador Simón Bolívar había advertido: "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción", porque donde no está la cultura está el camino a la barbarie. .