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CAPITULO I
1. DE ANTES DE LA GUERRA DEL CHACO
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Entre ellos aparecía en escena el avasallante TCnel. DEM DAVID
TORO RUILOVA, contrario l pensamiento predominante, aduciendo el siguiente
argumento:”… NO DEBIA DE HACERSE LA GUERRA AL PARAGUAY, por
innúmeras razones sosteniendo que abrigaba el convencimiento que ninguno
de los beligerantes PODIA ALCANZAR LA VICTORIA DEFINITIVA”.(UN
ACTUACION EN LA GUERRA DEL CHACO- Cap. III) del Tte. Gral. DAVID
TORO R. A pesar de todo, el Dr. SALAMANCA persistía en su propósito. En
cierta instancia cumbre se dirigía al General CARLOS QUINTANILLA para
endilgarle con esta frase de puro estro romano:
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2. El Paraguay y su fuerza aérea
2.2. Nuestro país contrata los servicio de una misión militar francesa
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- MAM Basilio Acosta
- MAM Leopoldo Schoeder
b) SEGUNDA PROMOCION DE PILOTOS AVIADORES Y
MECANICOS
(Dctos Nos. 36.597 y 35.645 del 22.IV. 14. I. 1930)
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de combate en aquel entonces, y estaba reconocido como un buen avión de
combate. Sin embargo, el motor Lorraine-Diedrich, enfriado por agua, de 450
caballos de potencia que accionaba al Wibault tenía la tendencia de
sobrecalentarse en las condiciones del Chaco y su servicio en la guerra fue
deficiente a causa de los problemas constantes en los motores. El comandante
del Cuerpo Aéreo Paraguayo era un argentino, el Mayor (luego Teniente
Coronel) Vicente Almonacid, que había volado con los franceses en el Frente
Occidental durante la Primera Guerra Mundial
Cabe señalar que Bolivia poseía una de las mejores fuerzas aéreas de
América pero esto no evitó que se retrocediera hasta Villa Montes. Bolivia no
tenía conocimiento del uso táctico y estratégico del Arma Aérea y desaprovechó
la utilización de su poderosa aviación militar.
Bolivia por entonces era considerada una potencia área de América del
Sur tanto que el 13 de junio de 1932 ya llegaban a Villa Montes y Muñoz, las
primeras escuadrillas aérea de combate.
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En referencia a cuáles fueron las experiencias profesionales del piloto
aviador boliviano y comparando a los pilotos paraguayos al comenzar la guerra
resalta que al estallido de la guerra del Chaco, la Fuerza Aérea Boliviana
contaba con una poderosa aviación de combate, con un cuerpo de pilotos
excelentemente adiestrados y con un promedio de horas de vuelo que se
acercaba al millar y, otros que sobrepasaban la cantidad antedicha. En cambio,
los pilotos aviadores paraguayos, la mayor parte frisaba a las 100 horas de
vuelo. Contrariamente al enemigo, no podía darse el lujo de una práctica previa
intensiva de bombardeos horizontales, sino apenas la necesaria como
rudimento para cumplir discretamente las misiones de guerra. En cuanto a los
ejercicios de tiros aéreos se corría igual suerte pues tales consumos de
municiones constituían una resta valiosa a nuestro escaso stock y lo que era
peor sin posibilidad alguna de reposición.
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caían diezmadas por el fuego de las armas automáticas y de los morteros. Los
actos de arrojo y valor de uno y de otro bando fueron incontables, para el fin de
la jornada los atacantes eran sangrientamente rechazados.
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para dirigirse a Nanawa el día 23, cargados al tope de municiones desde
Concepción.
El día 23 casi al medio día aterrizaban en Nanawa los tres aviones
Potez 25, haciendo lo propio otro Potez 25, el Numero 7 procedente de la base
Aérea de Isla Po’i tripulado por el Tte. 1° PAM Roma García y el Capitán PAM
Leandro Aponte, también sobrecargado de municiones. Los cuatro Potez 25
posaron en un cañadón sucio al alcance de las balas enemigas; las tropas
enemigas se habían infiltrado subrepticiamente y tenia controlada a través de
una densa e intermitente cortina de fuego, la aeropista de emergencia que por
orden del Comanchazo se había preparado, en la ocasión una de las maquinas,
la Nº 3 piloteada por el Tte. 1° Isidoro Jara al tocar tierra se desfondo la
estructura del avión sobrecargado no soporto las vibraciones propias de las
asperezas del terreno desparramándose los proyectiles por el suelo. El Tcnel
Irrazabal informado del percance sufrido por unos de los aviones, se limitó a
preguntar: “No se deformaron los proyectiles?”
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El día 4 de julio de 1933 se inicio la segunda batalla con diez mil
combatientes aproximadamente en primera línea, lanzándole al ataque y todo el
campo de batalla de Nanawa se veía envuelto por una densa humareda y
llamarada de fuego.
Las posiciones paraguayas eran sacudidas por el infernal estruendo de
los explosivos. Cañones y morteros eran concentrados sobre las trincheras
paraguayas y 12 aviones bolivianos descargaban sus poderosas bombas de
100 libras, en olas sucesivas. Las tropas paraguayas seguían aforrándose a sus
posiciones defensivas.
La confusión y la sorpresa de los primeros minutos ante la aparición
de los Tanques y los Lanzallamas en el campo de batalla regresando
estrepitosamente, se habían superado y el valor y la iniciativa de los aguerridos
hombres del III Cuerpo de Ejercito se habían agigantado.
En medio de aquel espantoso drama las tropas paraguayas supieron
resistir los sucesivos ataques frontales del enemigo. Mientras, a pesar de las
previsiones tomadas y con la experiencia de la vez anterior, las municiones y
especialmente los terroríficos y demoledores Carumbei (granadas de mano)
volvieron a escasear. Para más, una importante fracción enemiga había logrado
irrumpir en un sector de nuestra organización defensiva.
En esa instancia crucial y decisiva, la Aviación Paraguaya se constituyo
nuevamente en la Tabla Salvadora, transportando decenas de millares de
municiones y las granadas de mano hasta casi la misma línea.
Con relación a esta oportuna y eficaz cooperación, de la Aviación
Paraguaya, uno de sus principales protagonistas; el Capitán PAM Leandro
Aponte Benítez, expreso:
“Nadie que se ubique en posición histórica con animo de expresar
verdad sobre los acontecimientos ocurridos en el Chaco, puede negar que la
victoria de julio en Nanawa, se debe en no menos preciable parte a la feliz y
oportuna intervención de nuestros aviadores”
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La maniobra de Pirizal conforme a las instrucciones del
Comanchaco fue preparada con toda urgencia y también se hizo intervenir a
nuestra única escuadrilla de aviones disponibles al mando del Capitán Leandro
Aponte.
1. Desde el 27 hasta el 29 de septiembre de 1933, la única
escuadrilla disponible recibió orden para efectuar bombardeos de posiciones
enemigas, fotografiar todo el sector de maniobra y localizar muy especialmente
la posición de la Artillería enemiga y nuevos caminos en el monte situado al
oeste del camino Nanawa – Pirizal.
2. El 12 de octubre a las 09:00 hs. Llega al P.C. de la 4ta D.I. el
Sr. Comandante del Cuerpo, Cnel. Luís Irrazabal acompañado por la comisión
que viene a hacer entrega del avión “Nanawa”, aportado por la ciudad de
Concepción y su Departamento y los empleados de la Mate Larageira y
compañía (Brasil).
3. Los días 18 y 20 de Octubre efectuaron reconocimientos aéreos
sobre el sector Nanawa – Pirizal con el fin de ambientarse con la topografía del
sector donde actuarían.
4. Como el éxito se basaba principalmente en la acción sorpresiva,
y no había mucha seguridad de la artillería pudiera anular la defensa enemiga,
en la inspección aérea, se dispuso que el asalto inicial para capturar el reducto
Nro. 1 se llevara a cabo sin previa preparación por la Artillería.
5. El 23 de Octubre de 1933 a las 05:00 hrs. La primera compañía
del Tte. 2º. Enrique Sánchez Domínguez asaltó resueltamente la posición
enemiga apoderándose del reducto Nro. 1.
6. El 25 de Octubre de 1933 a las 04:35 hrs. el R.I. 6 al mando del
Capitán José Infante Rivarola se lanzo al asalto del reducto Nro. 2
apoderándose del mismo.
7. Del 26 al 28 de Octubre de 1933 Alihauta es bombardeada por
nuestros aviones “Potez 25” al mando del Tte. 1º de Marina PAN Víctor Urbieta
Rojas. Luego prosigue la misma escuadrilla reconociendo dicho sector, al
servicio directo del Comanchaco.
8. El 18 de Noviembre de 1933 se redacta la orden para la
aviación, con misión de reconociendo del sector comprendido entre los puestos
“K” y “F” y el cruce Charata y Zenteno especialmente caminos existentes en
dicha zona de exploración.
9. El 19 de Noviembre de 1933, los resultados positivos de estas
exploraciones que se hacían bajo el riesgo de ser interceptados por los veloces
aviones bolivianos, fueron en constatar que el camino del puesto “F” se dirigía
al sur previamente y luego haciendo un codo hacia el Este, hacia campo Aceval.
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10. El 21 de Diciembre de 1933, el enemigo efectúa hostigamiento
casi permanente en el sector de la 4ta D. I. tanto de día como de noche, nuestra
aviación despliega máxima actividad volando de mañana y tarde.
11. El 10 de Diciembre de 1933, un día antes de la rendición
incondicional de los 21 regimientos enemigos, a nuestras tropas “La aviación
Boliviana bombardeo y acabó de destruir el Segundo Batallón del R. I. 50
Murcia
12. El 11 de Diciembre de 1933. Culmina la batalla de “Campo
Vía” o “Zenteno – Gondra”, con la rendición masiva de la IV y IX Divisiones
Bolivianas. Tras una sangrienta fragorosa batalla que duro 51 días, desarrollada
en un frente de aproximadamente 200 kilómetros
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Perdida la sorpresa y la rapidez en cerrar las dos tenazas, los
regimientos paraguayos, al sentir movimientos adversarios en su retaguardia,
buscaron inmediatamente su liberación. Algunas unidades lograron salir por
sendas aún no contraladas, otras se abrieron paso a la fuerza. Esta fue la
llamada Batalla de Cañada Strongest, aunque la localización del cerco se ubicó
en Cañada Esperanza, a unos pocos kilómetros de la cañada ya mencionada.
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envolver al enemigo en sus posiciones nos fue malogrado por el desbande del
regimiento Colorados (R.41), uno de los mejores del 1er Cuerpo de Ejercito (...)
(lo mismo ocurrió con) las sucesivas rupturas de nuestras líneas en los sectores
de los regimientos Beni, Sucre, y las interiores del Campero, Loa, Santa
Cruz…” (Pol, Hugo R. "La campaña del Chaco".pag 91)
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regresar en Picuiba y Estigarribia buscó la manera de restaurar la maniobra al
campo de batalla. Él encontró su oportunidad en El Carmen en noviembre de
1934 cuando sus ataques de flanco de sorpresa acorralaron al Cuerpo de la
Reserva Boliviano, 2.000 tropas bolivianas murieron y 4.000 fueron
encarceladas. Solamente 2.000 lucharon por salir de la zona aislada hacia un
lugar seguro. Un mes después de Picuiba, los bolivianos confundieron una
movida de flanco paraguaya por un ataque menor a medida que los paraguayos
capturaron los únicos pozos en la zona en Yrendagué. El Cuerpo de Caballería
Boliviano, sin acceso al agua, fue obligado a retirarse. Se calcula que de 5.300
efectivos en el cuerpo de caballería, 1.600 murieron de sed durante la retirada.
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1935. Los paraguayos mantuvieron la presión sobre los bolivianos y cruzaron el
Río Parapiti, un punto bien adentrado en Bolivia, en abril de 1935. En una serie
de contraataques salvajes, los bolivianos obligaron a los paraguayos a regresar
al otro lado del río. Para ese entonces, ambos países estaban agotados. Bolivia
había desistido de toda idea de que podría apoderarse del Chaco a la fuerza y
las fuerzas paraguayas habían sido llevadas al extremo. El 14 de junio de 1935
se firmó un armisticio, dando fin a la guerra. Negociaciones subsiguientes
reconocieron el reclamo de Paraguay sobre prácticamente todo el Chaco
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sufriendo 330 muertos y 200 prisioneros obligando al resto a retirarse. Un
destacamento bajo las órdenes del coronel Caballero Irala logró llegar hasta el
rio Parapiti, y desde Carandaity, el coronel Franco tomó Boyuibé el 28 de enero,
cortando el camino entre Villa Montes y Santa Cruz. Diez días después (febrero
de 1935), los paraguayos lograron envolver el flanco derecho de las defensas
de Naicorainza, pero los bolivianos fueron reforzados por la Primera División de
Caballería y Franco debió retirarse.
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CAPÍTULO II
1. ANÁLISIS
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CAPÍTULO III
CONCLUSIÓN
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Mas esa actuación y los acontecimientos que fueron dándose nos lleva
a concluir y así lo recomendamos que es imperioso prestar atención a la
operatividad de nuestras fuerzas armadas y en especial a la Fuerza Aérea de
modo a que se disponga de una reacción mínima y el entrenamiento requerido
de los recursos humanos y medios materiales para estar en condiciones de
reaccionar inmediatamente ante una situación de amenaza a la patria no
solamente desde el punto de vista de agresión por parte de una Nación, sino
también, acordes al tiempo que vivimos, para estar en condiciones de hacer
frente a las amenazas como ser los del narcotráfico, aquellos que atenten u
busquen atentar contra la seguridad nacional, el narco terrorismo y otros que
hoy en día no solamente corroen los recursos humanos del Estado paraguayo
sino también se erigen en una verdadera amenaza para la estabilidad familiar y
social de la República del Paraguay.
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