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107

P U B L I C A C I Ó N
107 C U A T R I M E S T R A L

Revista Mexicana de

Revista Mexicana de
POLÍTICA EXTERIOR
POLITICA EXTERIOR M A Y O - A G O S T O 2 0 1 6

COMUNIDADES MEXICANAS EN EL EXTERIOR


Francisco de la Torre Galindo
Coordinador

EUNICE RENDÓN: Las comunidades al centro de la política exterior mexicana  THOMAS


LOTHAR WEISS Y JOAN ANDREU SERRALTA LORENTE: Migración, desarrollo y la
Organización Internacional para las Migraciones  ALEXANDRA DÉLANO ALONSO:
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora 
FRANCISCO DE LA TORRE GALINDO Y GERARDO GUIZA VARGAS: Evolución
en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior  RAÚL DELGADO WISE
Y MÓNICA CHÁVEZ ELORZA: Migración calificada: entre la pérdida de talento y
la oportunidad de transformar a México con innovación  JULIÁN ESCUTIA
RODRÍGUEZ: La doble nacionalidad como instrumento de vinculación e integración 
EUGENIA CORREA: El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía
nacional  JOSÉ V. BORJÓN LÓPEZ-COTERILLA Y ANÍBAL GÓMEZ TOLEDO:
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos 
GUADALUPE GÓMEZ MAGANDA Y ALICIA KERBER PALMA: Atención con perspectiva
de género para las comunidades mexicanas en el exterior  LEONARDO CURZIO: La
reputación de México y la relación con Estados Unidos  ENTREVISTA CON CARLOS
MANUEL SADA SOLANA, EMBAJADOR DE MÉXICO EN ESTADOS UNIDOS: “Si eres
mexicano, siempre serás mexicano”: la importancia de la identidad binacional  MIGRACIÓN
INSTITUTO MATÍAS ROMERO MEXICANA A ESTADOS UNIDOS: Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del
REPÚBLICA DE EL SALVADOR NÚM. 47, COL. CENTRO, DELEG. CUAUHTÉMOC, siglo xx : betabeleros de origen mexicano en Michigan 
C. P. 06080, CIUDAD DE MÉXICO. TELS.: (55) 36 86 50 00 EXT. 8268, (55) 36 86 51 48.
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SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES
107
P U B L I C A C I Ó N C U A T R I M E S T R A L

M A Y O - A G O S T O 2 0 1 6

INSTITUTO MATÍAS ROMERO


SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES
rmpe
REVISTA MEXICANA DE POLÍTICA EXTERIOR
Publicación cuatrimestral del Instituto Matías Romero, órgano desconcentrado de la sre,
cuyas funciones son eminentemente académicas

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exclu­sivo del título, expedido por la Dirección General de Derechos de Autor de la Secretaría de Información en Línea para
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macchia Ziccardi. Diseño: Miguel Marín. Formación y tipografía: Susana Guzmán de Blas. Latina, el Caribe, España y
Impresión: Editores e Impresores FOC, S. A. de C. V., Los Reyes 26, Col. Jardines de Portugal
Churubusco, Del. Iztapalapa, C. P. 09410, Ciudad de México. Tiraje: 1000 ejemplares.
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issn: 0185-6022 Periodicals Index. Universidad
de California en Los Ángeles
El contenido de los textos es responsabilidad exclusiva de sus autores. (ucla), Estados Unidos
Se autoriza la reproducción parcial o total siempre y cuando se cite la fuente.
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Correo electrónico: imrinfo@sre.gob.mx. Página electrónica: www.gob.mx/imr. cultural
Índice

Presentación 7

Artículos

Eunice Rendón
Las comunidades al centro de la política
exterior mexicana 9

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


Migración, desarrollo y la Organización
Internacional para las Migraciones 37

Alexandra Délano Alonso


¿Un puente hacia la integración? Las políticas
mexicanas de vinculación con la diáspora 65

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


Evolución en la atención a las comunidades
mexicanas en el exterior 89

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


Migración calificada: entre la pérdida
de talento y la oportunidad de transformar
a México con innovación 109

Julián Escutia Rodríguez


La doble nacionalidad como instrumento
de vinculación e integración 129
Eugenia Correa
El impacto financiero de la diáspora mexicana
en la economía nacional 143

José V. Borjón López-Coterilla y Aníbal Gómez Toledo


Oportunidades de vinculación con la juventud
de origen mexicano en Estados Unidos 169

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma
Atención con perspectiva de género para las
comunidades mexicanas en el exterior 185

Leonardo Curzio
La reputación de México y la relación
con Estados Unidos 203

Entrevistas

Entrevista con Carlos Manuel Sada Solana,


embajador de México en Estados Unidos
“Si eres mexicano, siempre serás mexicano”:
la importancia de la identidad binacional
231

Migración mexicana a Estados Unidos

Adda Jacqueline Morán Rosas


Imágenes de una comunidad en ciernes
a mediados del siglo xx: betabeleros de origen
mexicano en Michigan 239
Reseñas

Henry Kissinger, World Order: Reflections on the Character


of Nations and the Course of History
por Elena Curzio Vila 259

Kelly Lytle Hernández, ¡La Migra! Una historia


de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos
por Luis Fernando Alva Martínez 267

Colaboradores 275

Cómo colaborar en la rmpe 281


Presentación

El número 107 de la Revista Mexicana de Política Exterior está dedicado


a las comunidades mexicanas en el exterior. En sus diez artículos, auto­
res de reconocido prestigio, tanto académicos como funcionarios públi-
cos, analizan y reflexionan sobre este tema, situado, como bien señala
el título del artículo introductorio, en el centro de la política exterior
mexicana.
La actualidad que para la agenda de la Cancillería mexicana revisten las
comunidades de mexicanos en el exterior, en especial las de Estados Uni-
dos, queda de manifiesto en este volumen que repasa diferentes aspectos
ligados a la migración internacional como, por ejemplo, la coope­ración
para el desarrollo, el proceso de integración al país de destino como me-
canismo para que las comunidades mexicanas accedan a sus derechos,
la evolución que ha seguido la atención a las comunidades mexicanas en
el exterior, incluida la de perspectiva de género, la importancia de la mi-
gración calificada y de la doble nacionalidad, el impacto financiero de la
diáspora en la economía de México y la vinculación de las políticas públi-
cas con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos. La sección de
artículos cierra con un ilustrativo análisis del esfuerzo que México despliega
en la opinión estadunidense para reforzar su imagen y reputación con
base en la estrategia de poder suave. Complementa el contenido de los
ensayos la puntual entrevista que sobre la relevancia de la binacionalidad
entabla la doctora Natalia Saltalamacchia, directora general del Instituto

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 7-8, ISSN 0185-6022
Matías Romero, con el embajador de México en Estados Unidos, Carlos
Presentación

Manuel Sada Solana.


El lector encontrará por demás interesante el ensayo sobre la histo-
ria de la comunidad de betabeleros mexicanos en Michigan. Por último,
se incluyen dos reseñas bibliográficas relacionadas con el tema México-
Estados Unidos.
La rmpe 107 reconstruye la fascinante y compleja ruta que las comu-
nidades de mexicanos, muy en particular la residente en Estados Unidos,
han ido recorriendo a lo largo de los años para conformar la rica diáspora
que hoy es.

Los editores

8 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 7-8, ISSN 0185-6022
Artículos

Las comunidades al centro de la política


exterior mexicana

Mexican Communities at the Center of the Mexican


Foreign Policy

Eunice Rendón
Titular del Instituto de los Mexicanos en el Exterior
Secretaría de Relaciones Exteriores
arendon@sre.gob.mx

Resumen:
Este trabajo trata del papel y la relevancia de las comunidades mexicanas que radican en el
exterior, en particular en Estados Unidos, así como de la importancia que han ido adquiriendo
en la formulación de la política exterior de México. Se destaca un cambio del enfoque tradicio-
nal de diplomacia consular hacia uno nuevo donde se privilegien y fortalezcan la promoción
y la interacción del gobierno mexicano con las comunidades en el exterior. Por último, se
describen las lecciones aprendidas, así como los retos y las oportunidades que enfrenta el ime
en las próximas décadas para fortalecer la ecuación concerniente a la migración, el desarrollo,
la productividad y la juventud binacional.

Abstract:
This article discusses the role of Mexican communities, particularly for Mexicans living in the
United States of America, and highlights the significance they have acquired when drafting
Mexico’s Foreign Policy. It focuses on how the promotion and interaction with Mexican com-
munities have become the new perspective of consular diplomacy, and concludes with a des-
cription of the lessons learned as well as the challenges and opportunities that the ime faces
in the following decades with the purpose of strengthening the formula regarding migration,
development, productivity and national youth.

Palabras clave:
Instituto de los Mexicanos en el Exterior, comunidades mexicanas, migración, empodera-
miento de la diáspora mexicana, Red Global mx, políticas públicas, polí­tica exterior de México.

Key Words:
Institut for Mexicans Abroad, Mexican communities abroad, migration, empowerment of
the Mexican diaspora, The Global Network mx, public policy, Mexico’s foreign policy.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
Las comunidades al centro de la política
exterior mexicana

Eunice Rendón

Introducción

Me gustaría comenzar este ensayo agradeciendo al Instituto Matías Ro­


mero y a su directora general, la doctora Natalia Saltalamacchia, por haber
tenido la visión de dedicar un número de la Revista Mexicana de Política
Exterior (rmpe) a las comunidades mexicanas que radican en el exterior y
por haberme invitado a escribir sobre la trayectoria y el trabajo que rea-
liza el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ime), así como los retos
y las oportunidades que conlleva la atención a los connacionales para la
política exterior de México. Además, este número de la rmpe aparece en
un momento muy oportuno, ya que permite contextualizar, informar y
proyectar sobre la prioridad y el impacto que los mexicanos en el exterior
tienen para el gobierno de México, así como para las comunidades en las
que viven.
Tengo el privilegio de encabezar el ime desde hace algunos meses en
que fui nombrada por el presidente Enrique Peña Nieto y por la secreta-
ria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu. El ime constituye una
herra­mienta indispensable para la atención, el apoyo y el empodera-
miento de los mexicanos que han decidido vivir en otro país y en es-
pecial para los connacionales que se encuentran en Estados Unidos. El
objetivo del ime, como su nombre lo dice, es atender a los mexicanos
que se encuentran fuera de México, al tiempo de procurar que tengan

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
una inserción adecuada e integral en lo económico, en lo laboral, en lo
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

educativo y en lo social, que les permita acceder a mejores alternativas


y oportunidades en los lugares en los que han decidido radicar. Asimis-
mo, su propósito es que la comunidad mexicana que vive fuera genere
y mantenga los vínculos y la relación con México en sus diversas dimen-
siones y perspectivas.
A lo largo de este trabajo se hace un breve recuento de las acciones
y políticas que México ha desarrollado e implementado con sus conna-
cionales en el exterior y se dimensiona la atención a estas comunidades,
resaltando la importancia, el impacto y el potencial que los migrantes tie-
nen. Además, se enumeran algunos de los retos más relevantes que han
suscitado los cambios del fenómeno migratorio en la actualidad. La políti-
ca exterior relacionada con la atención a nuestros mexicanos que radican
fuera del país se ha construido en las últimas décadas con base en las
necesidades, los momentos históricos y las tendencias que el fenómeno
migratorio ha ido presentando. En ese sentido, están los cambios que ac-
tualmente se observan en la migración de nuestros connacionales hacia
otros lugares, en particular a Estados Unidos, lugar en el que desde 2007 y
especialmente a partir de 2009 es más la gente que regresa de esta nación
que la que se va. Asimismo, en términos de nuevos retos y paradigmas,
se presenta cómo hoy son principalmente jóvenes los que constituyen la
diáspora mexicana en Estados Unidos y se expone la necesidad de reno-
var y ajustar los ejes de atención del ime y ocuparse de los retos que estos
cambios ponen de manifiesto.
En relación con la comunidad mexicana en el resto del mundo, es
decir en Europa, Asia, América del Sur, África y Oceanía, también se pre­
sentan características, necesidades y oportunidades de estos mexicanos
en el mundo. En este sentido se tratará acerca de la Red Global mx y se
pondrán sobre la mesa algunos de los aspectos más relevantes y priorita-
rios para los siguientes pasos de empoderamiento y visibilidad de un México
global.
Como parte central de este trabajo, se analizarán los grandes ejes y la
visión que la política de atención a los connacionales en el exterior debe
seguir a través de una perspectiva que centre esta política en la comuni-

12 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
dad y en el potencial que nuestra diáspora tiene para México y para el

Eunice Rendón
exterior. Resulta fundamental desarrollar cómo concebir la atención y el di­-
seño de políticas públicas de atención a los mexicanos fuera del país, con una
visión de cercanía, colaboración y de abajo hacia arriba, para lograr el éxito y
la sustentabilidad de estas políticas.

Mexicanos en el exterior: demografía, flujos migratorios


y perspectiva

En la actualidad, como se muestra en el Mapa 1, se calcula que hay al-


rededor de doce millones de mexicanos que viven fuera del país; de
ellos, 97% en Estados Unidos. Los mexicanos constituyen la tercera diás-
pora más importante en Estados Unidos (India e Irlanda son las prime-
ras). Hay 35 millones de personas de origen mexicano que radican en
ese país, de los cuales uno de cada tres es joven.1 Esos 35 millones de
mexi­­­canos, más allá de una estadística, un número frío, además de una
cantidad considerable, significan 35 millones de historias entrelazadas,
multiplicadas por todas las relaciones que cada una de estas personas
tienen, enmarcadas en las trayectorias, los esfuerzos y las emociones que
esto conlleva.
En el resto del mundo y como se puede observar en el Cuadro 1, des-
pués de Estados Unidos, los lugares con más mexicanos son Canadá, Es-
paña, Alemania, Reino Unido y Francia, en ese orden.2

1 International Bank for Reconstruction and Development/Banco Mundial, Migration


and Remittances: Factbook 2011, 2a. ed., Washington D. C., Banco Mundial, 2011, dis-
ponible en http://siteresources.worldbank.org/INTLAC/Resources/Factbook2011-Ebook.
pdf (fecha de consulta: 26 de julio de 2016); Migration Data Hub-Migration Policy Insti-
tute, “Estimates of the Top 20 Diaspora Groups in the United States, 2011”, disponible en
http://www.migrationpolicy.org/sites/default/files/datahub/_Estimates_diaspora_Top_
origins_UPDATE.xlsx (fecha de consulta: 26 de julio de 2016).
2 ime, “Mexicanos en el mundo. Estadística de la población mexicana en el mundo 2015”,
en http://www.ime.gob.mx/es/resto-del-mundo (fecha de consulta: 17 de junio de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 13
Mapa 1. Mexicanos residentes en el mundo, 2015
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

12 496

106 124

1 028

11 885 667

3 966

Población mexicana total en el mundo


12 009 281

Fuente : ime, “Mexicanos residentes en el mundo. Mapa interactivo”, en http://www.ime.gob.mx/es/resto-


del-mundo (fecha de consulta: 27 de julio de 2016).

Cuadro 1. Después de Estados Unidos, los 10 países


con más residentes mexicanos
País Población de mexicanos

Canadá 118 249*


España 49 236*
Alemania 14 204*
Reino Unido 12 000*
Francia 10 000
Bolivia 8 691
Argentina 6 139
Países Bajos 5 548*
Costa Rica 5 252
Chile 4 732*

* Información con base en las oficinas del Censo de cada país, así como de los institutos de estadísticas,
migración y los departamentos de policía.
Fuente: ime, “Mexicanos residentes en el mundo. Datos generales”, en http://www.ime.gob.mx/es/resto-
del-mundo (fecha de consulta: 27 de julio de 2016).

14 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
Comunidad mexicana en Estados Unidos

Eunice Rendón
En este apartado se detalla la presencia, dimensión y distribución de nues-
tra comunidad mexicana en Estados Unidos. En este sentido, el Cuadro 2
muestra los 10 estados de la Unión Americana con mayor población de
mexicanos.

Cuadro 2. Los 10 estados de la Unión Americana con mayor población mexicana

Estado Población Porcentaje de


mexicana la población
mexicana

California 11 423 146 30.70


Texas 7 951 193 31.60
Arizona 1 657 668 25.90
Illinois 1 602 403 12.50
Colorado 757 181 15.10
Florida 629 718 3.30
Washington 601 768 8.90
New Mexico 590 890 28.70
Nevada 540 978 20.00
Georgia 519 502 5.40
Fuente: United States Census Bureau, United States Census 2010.

Como se ilustra en los cuadros y el mapa anteriores, la mayoría de los


mexicanos en el exterior se encuentran en Estados Unidos, lo que nos per­-
mite observar que en ese país hay también un gran número de mexica-
nos de segunda y tercera generación que son, por lo tanto, binacionales
y cuentan con una cultura de ambos países. En este sentido, la situación
geográfica, los flujos y la dinámica migratoria han hecho que la relación en-
tre Estados Unidos y México sea muy estrecha e importante en diversos
sentidos. Los dos países se benefician de esta relación y el fenómeno tiene
un impacto especial en las comunidades de origen, y en las que nuestros
connacionales residen es relevante.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 15
En Estados Unidos, con 50 consulados, México cuenta con la red con-
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

sular más grande que un país tiene en otro. Incluso en aquellos sitios en los
que hay un importante número de mexicanos hay varias representaciones
para atenderlos de manera más cercana, tal es el caso de California, Arizona,
Texas e Illinois.3 Además de su importancia numérica, los mexicanos en
Estados Unidos tienen una gran importancia económica y social. Se calcula
que ocho por ciento del pib es generado por la comunidad de origen mexi-
cano que vive en territorio estadunidense. Alrededor de quinientas setenta
mil empresas, una de cada 25 en ese país, pertenecen a inmigrantes mexi-
canos que se han convertido en empresarios relevantes. Por otra parte, el
ingreso de los mexicanos que radican en Estados Unidos es de alrededor de
240 000 millones de dólares (mdd) al año, de los cuales pagan 90 000 mdd
en impuestos y utilizan únicamente alrededor de cinco mil mdd en servicios
públicos y prestaciones.
Estados Unidos es el primer socio comercial de México y a su vez México
es el segundo o tercer socio comercial para Estados Unidos, y el primero
para la mayoría de los estados de la Unión Americana. La frontera entre
México y Estados Unidos es la que tiene más cruces legales diarios en el
mundo. La atraviesan cada día un millón de personas y más de trescientos
setenta mil autos. México y Estados Unidos cuentan con un comercio bi-
lateral de cerca de medio billón de dólares anuales, lo que representa tres
veces más de lo que Estados Unidos comercia con Sudáfrica, India, Brasil
y Rusia, combinado. En términos de empleo, más de seis millones de em-
pleos de Estados Unidos dependen de la relación comercial con México.
Cada minuto, de cada hora, de cada día, México y Estados Unidos comer-
cian más de un millón de dólares.
Más allá del intenso comercio y los negocios, México y Estados Unidos
son países hermanos que comparten frontera, historia, intereses, cultura
y, sobre todo, comunidad. Comparten identidad, pertenencia y amor, que
generan vínculos fuertes e inseparables. El creciente número de familias

3 Carlos M. Sada y Carlos González, “México y California, forjando juntos prosperidad en


América del Norte”, Excélsior, 25 de agosto de 2014, en http://www.excelsior.com.mx/
opinion/mexico-global/2014/08/25/978006 (fecha de consulta: 26 de junio de 2016).

16 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
binacionales, así como los lazos afectivos, sincretismo e historia construida

Eunice Rendón
entre personas de ambos lados de la frontera hacen que ambas naciones
sean beneficiadas y sean importantes entre ellas en más de un sentido. Los
migrantes y los estadunidenses de origen mexicano, además de contribuir
de manera contundente y activa en la economía de Estados Unidos, se han
convertido en amigos, aliados y ciudadanos de ambos países.

Flujos migratorios entre México y Estados Unidos:


nuevos retos

Se estima que a partir de 2009, después de la recesión que sacudió la eco-


nomía mundial, el flujo migratorio entre México y Estados Unidos cambió
alcanzando una tasa neta igual a cero; es decir, desde ese año, el nú­
mero de mexicanos o personas de origen mexicano que regresa al país es
prácticamente igual al número de personas que deciden emigrar hacia la
Unión Americana.
Si bien el fenómeno de la migración no es fácil de medir debido a que
los flujos de personas no siempre son registrados o debido a que los re-
gistros existentes se encuentran fragmentados y dispersos, la conclusión
sobre la tasa cero tiene su raíz en distintos indicadores:4

n De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (enadid)


del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), entre 2009 y
2014, cerca de un millón de mexicanos y sus familias regresaron de
Estados Unidos a México.
n De acuerdo con información del Censo de Población de Estados Uni-
dos, en el mismo periodo, más de ochocientas setenta mil personas
ingresaron a Estados Unidos provenientes de México.
n Se estima que una parte importante del fenómeno está relacionado
con la disminución en el número de mexicanos indocumentados resi-

4 Ana González-Barrera, “More Mexicans Leaving than Coming to the U.S.”, en Pew Re-
search Center, 19 de noviembre de 2015, en http://www.pewhispanic.org/2015/11/19/
more-mexicans-leaving-than-coming-to-the-u-s/ (fecha de consulta: 26 de julio de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 17
dentes en Estados Unidos, los cuales pasaron de 6.9 millones en 2007
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

a 5.6 millones en 2014.

De manera adicional, se observa que también hay connacionales que de-


ciden regresar voluntariamente. En este sentido, las principales razones
para el retorno (voluntario) de acuerdo con la información de la propia
enadid son: la reunificación familiar (45.7%), la falta de empleo (20.5%), y
el término de estudios (11.7%).
El cambio en el patrón migratorio también se muestra a través de los resul-
tados de la Encuesta Global de Aptitudes del Pew Research Center, la cual, en
su levantamiento del año 2007 reveló que 42% de los mexicanos entrevistados
mantenía contacto con conocidos en Estados Unidos, mientras que en 2015
esta cifra disminuyó a 35% de los mexicanos entrevistados.

Cuadro 3. Mexicanos repatriados, 1998-2016

1 400 000
1 200 000 1 171 141
1 099 647 1 150 906
Segundo pico en la tendencia
1 000 000 de eventos de repatriación
791 256
800 000
600 000 583 408 530 132 577 806
525 115 469 268
559 949 557 857 601 356 369 492
400 000 528 473
332 865
405 457 205 484
200 000
243 196 76 078
0
1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

Fuente: Elaboración del ime con datos de El Colegio de la Frontera Norte/Secretaría del Trabajo y Pre-
visión Social/Consejo Nacional de Población/Unidad de Política Migratoria/Secretaría de Relaciones Exte-
riores/Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte
de México (Emif Norte), disponible en http:www.colef.mx/emif.

El análisis del flujo migratorio de regreso a México es importante ya que


pone de manifiesto nuevos retos y oportunidades. En este sentido, el perfil
de los mexicanos que regresan es el siguiente: connacionales y sus fami-
lias que voluntariamente deciden regresar a México; connacionales que son
deportados por las autoridades estadunidenses; de aquellos que regresan,
86% se encuentran en edad laboral y 50% cuentan con conocimientos de

18 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
idioma inglés; un número importante cuenta con experiencia laboral en el

Eunice Rendón
sector industrial, y algunos cuentan con experiencia laboral en organizacio-
nes de alto desempeño.
Como país se deben adoptar políticas y ser sensibles a este fenómeno
para atenderlo de manera adecuada y transversal para que aquellos que
regresan puedan encontrar oportunidades y reinsertarse adecuadamente a
la vida económica y social. Al mismo tiempo se deben aprovechar las habi-
lidades adquiridas por nuestros migrantes en el exterior y verlas como una
oportunidad para diferentes sectores económicos en México. Asimismo,
las familias de los que regresan enfrentan múltiples dificultades, como, por
ejemplo, la de que sus hijos no hablan español y al tener que integrarse
a las escuelas son víctimas de acoso escolar por no poder expresarse de
manera adecuada.
Se deben cuidar diversos aspectos y momentos de la trayectoria de
regreso de los connacionales. Primero, aún en territorio estadunidense, es
necesario brindar información y capacitación adecuadas a los migrantes,
que les permita preparar y en la medida de lo posible y de manera ideal
planear su regreso y reinserción en México.
Asimismo, es fundamental cuidar el trayecto y su llegada, tarea que es
responsabilidad del área de Protección a Mexicanos en el Exterior de la Secre-
taría de Relaciones Exteriores (sre) y del Instituto Nacional de Migración de la
Secretaría de Gobernación (Segob), lograr que el proceso de repatriación sea
lo más ágil y amigable posible, en horarios y puntos específicos que permitan
mejores condiciones en el trayecto. La última parte de esta cadena la constitu-
ye el regreso al lugar de origen en México. En los últimos años, se ha obser-
vado la creciente necesidad que tienen nuestros connacionales que retornan
de contar con alternativas de inserción laboral, económica, social y educativa;
por ello es fundamental diseñar políticas de atención transversal que permi-
tan la inserción de los migrantes que retornan a sus lugares de origen.
Con base en la realidad y los retos aquí expuestos, es importante men-
cionar que recientemente y de manera conjunta la Segob y la sre firmaron
un acuerdo de colaboración para atender a estos connacionales que retor­
nan con base en políticas y programas intersecretariales y transversales por
medio del programa Somos Mexicanos: Aquí Tienes las Puertas Abiertas.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 19
México global-comunidad mexicana en el resto
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

del mundo 5

Como se observó en la primera parte de este ensayo, además de Estados


Unidos, hoy se cuenta con diásporas importantes en otros continentes. Si
bien éstas no son tan numerosas como la de los connacionales en la Unión
Americana, es importante considerarlas en las políticas de atención a mexi-
canos en el exterior desde una perspectiva distinta y a la medida de sus
características.
Las tendencias en el ámbito migratorio demuestran que hoy son más
los mexicanos con licenciaturas, maestrías y doctorados los que migran a
otros países, que otro tipo de perfil de connacional. Lo anterior, derivado
de ofertas y oportunidades que éstos encuentran en las empresas, los la-
boratorios, las academias y las industrias creativas por el mundo. México
es el principal exportador de diáspora calificada en América Latina y el
sexto a nivel internacional hacia los países de la ocde.
Este fenómeno cambia el paradigma de fuga de cerebros a circularidad
del conocimiento, lo que se debe aprovechar y ver como potencial de
México para expandir sus intereses, su cooperación y su presencia en el
mundo. México cuenta con una diáspora calificada de más de un millón
de mexicanos que residen en el exterior. A diferencia del grueso de la
migración mexicana, de la cual 98% se dirige a Estados Unidos y dos por
ciento al resto del mundo, las proporciones de la diáspora calificada son
de 87.7% y 12.2 % en el caso de licenciatura, y de 81.7% y 18.3% a nivel
posgrado.6
En este contexto y con el objetivo de lograr la inclusión integral de
México en el mundo, en la economía global y del conocimiento en la

5 Partes de este apartado se publicaron en Eunice Rendón Cárdenas, “Red Global: mexi-
canos en el mundo”, Excélsior, 30 de mayo de 2016, en http://www.excelsior.com.mx/
opinion/mexico-global/2016/05/30/1095654 (fecha de consulta: 27 de julio de 2016).
6 Raúl Delgado Wise (coord.), La migración mexicana altamente calificada: elementos
para una política nacional de ciencia y tecnología. Informe técnico, México, Conacyt/
most-unesco, 2015.

20 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
que vivimos, fue que un grupo de mexicanos talentosos y visionarios que

Eunice Rendón
viven en los cuatro continentes integraron, con apoyo del ime, la Red
Global mx. La Red tiene el propósito de vincular entre sí al talento mexi-
cano en el exterior para que por medio del trabajo en conjunto se logre
la visibilidad de las diversas cualidades y el potencial patente de los mexi-
canos en diversos rubros y al mismo tiempo se busque el impacto, la
contribución, el legado y la relación permanente de estos talentos con
México y sus comunidades.
La Red Global mx tiene presencia en 23 países y cuenta con 51 capítu-
los y más de cuatro mil miembros distribuidos por el mundo. Para lograr
el propósito de conectar las ventajas internacionales, la transferencia de
conocimiento, las relaciones y relevancia que estos connacionales han
desarrollado fuera de nuestro país, se puso en marcha la figura de nodo,
un aglomerado formado por la sociedad civil, el gobierno, la academia y
el sector privado que funcione a nivel local en los diferentes estados de la
República Mexicana y por medio del cual se logre materializar proyectos
concretos y de beneficio tangible para los mexicanos y el desarrollo y el
momento actual de México. Gracias a este trabajo se ha podido apoyar
proyectos en México, como la puesta en marcha del laboratorio de ciencia
y energía nuclear en la Universidad de Chiapas, que recibió una dona-
ción de la Red de 384 servidores, 24 switches y 26 gabinetes de montaje,
además de capacitación y asesoría; el apoyo a proyectos de ciencia en
Hidalgo y Oaxaca; la puesta en marcha de Innovation Match en Jalisco, y
está en puerta la próxima firma de colaboración entre la Red y grupos de
jóvenes mexicanos activos en sus comunidades.
Los mexicanos que forman parte de esta red representan a México como
directores de diversas empresas, especialmente en los capítulos en Estados
Unidos; dirigen laboratorios y academias de alto prestigio, ejemplo de ello
son los capítulos de Suiza, Hong Kong, Singapur y Alemania; participan en
proyectos de investigación e innovación relevantes a nivel internacional y
en iniciativas de arte y responsabilidad social de interés global, como, por
ejemplo, los capítulos de Irlanda, Nueva Zelandia y Beijing, y desarrollan
industrias creativas en Silicon Valley, Barcelona y Francia. La capacidad, el
dinamismo y la voluntad de los mexicanos trasciende fronteras, construye

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 21
redes, cooperación y vínculos, pero, lo más interesante de la Red y de los
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

mexicanos miembros es que no olvidan la nación que los vio nacer y cre-
cer, ni que la identidad y el orgullo les permiten mejorar y aportar en pro de
un México global y a la vanguardia.
En este apartado de México global, es importante mencionar que, deri­-
vado de la larga experiencia de México en materia y mecanismos de aten-
ción comunitaria, el tema está presente en las diferentes mesas de diálogo
político con otros países que tienen también diásporas importantes en el
exterior. En este sentido, se han suscrito convenios con Belice, Bolivia,
Chile, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Turquía y Uruguay. Asimismo, se
han impartido talleres de intercambio de capacidades con Haití, Guyana,
Moldavia y Paraguay. Por medio de la Organización Internacional para
las Migraciones (oim) se han llevado a cabo presentaciones a represen-
tantes de Marruecos y Túnez, y se han planteado intercambios con India
y Turquía.

La política de atención a mexicanos en el exterior


a lo largo de los años

El ime surge en 2003 como organismo descentralizado de la sre. En estos


años, ha sido un brazo fundamental de la Cancillería para procurar la aten-
ción transversal e integral de los connacionales que viven en el exterior,
en tareas tales como contribuir a la educación de los migrantes, la pre-
vención y promoción de la salud y la promoción de vínculos de cultura e
identidad mexicana.7
Puesto que la inmensa mayoría de la diáspora mexicana se ubica en
Estados Unidos, como ya se vio en el apartado anterior, en un inicio la
atención del ime se centró únicamente en este país.8 A medida que los
migrantes mexicanos han buscado otros destinos, se han hecho esfuer-
zos para implementar algunos de los programas y las estrategias para los

7 Mexicanos en el exterior: trayectoria y perspectivas (1990-2010), México, imr-sre, 2010.


8 Idem.

22 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
mexicanos que viven en el resto de mundo. Sin embargo, aún hay retos

Eunice Rendón
relevantes y tareas pendientes en este rubro, por lo que se requiere forta-
lecer este vínculo y la atención con el resto del mundo, como se explicará
en las conclusiones de este apartado.
La política de atención a mexicanos en el exterior con una visión de
diplomacia pública y comunitaria surge en 1990, con el Programa para las
Comunidades Mexicanas en el Exterior (pcme), por el cual el gobierno de
México creó una oficina permanente para mejorar la atención en materia
de educación, salud y vinculación cultural de los mexicanos que viven
en el extranjero.9 Ésta fue la primera estrategia de coordinación para fo-
mentar lazos de largo plazo con las comunidades en el exterior. El pcme
correspondió a la demanda de diversas organizaciones mexicoestaduni-
denses de abrir una oficina gubernamental que articulara los esfuerzos de
diferentes secretarías, gobiernos estatales y programas sociales relevantes
para los mexicanos que vivían principalmente en Estados Unidos.
La transición democrática que nuestro país vivió durante los años no-
venta, la suscripción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte,
que espoleó un mayor dinamismo, interdependencia y cooperación en la
relación con Estados Unidos, así como un nuevo entorno mundial cada
vez más transnacional, exigieron el diseño de un instrumento de política
exterior más incluyente, ágil y representativo para vincular al gobierno con
su diáspora y atender de forma eficiente y prioritaria sus necesidades. En
este sentido, en diciembre de 2000, se creó la Oficina de Representación
para los Mexicanos en el Exterior y México Americanos de la Presidencia
de la República, con el objetivo de abrir un canal de acceso privilegiado
al presidente de México para los migrantes y sus descendientes, así como
alentar su participación en el desarrollo del país.10 Más tarde en 2003, la
creación del ime marcó un cambio radical en la política de México hacia
las comunidades radicadas en el exterior.

9 Idem.
10 C. González Gutiérrez, “Del acercamiento a la inclusión institucional: la experiencia del
Instituto de los Mexicanos en el Exterior”, en C. González Gutiérrez (coord.), op. cit., p. 199.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 23
El ime es una institución que opera en forma transversal e integral; para
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

ello cuenta con dos instrumentos, el primero es el Consejo Nacional para las
Comunidades Mexicanas en el Extranjero (cncme), cuyo titular es el presi­
dente de la República y en el que los diversos secretarios de Estado partici-
pan como miembros del mismo. El cncme fue pensado como una comisión
intersecretarial que formula políticas y programas para las comunidades
en el exterior. Sin embargo, a pesar de que distintas dependencias con-
tribuyen con el ime en los programas y las acciones que se llevan a cabo
con la comunidad mexicana que se encuentra fuera de México, a través
de los años, dicha comisión ha sesionado poco y no ha sido funcional,
debido, entre otros factores, a que sólo puede hacerlo en presencia del
presidente de México y eso le resta operatividad al mecanismo. Por ello,
actualmente se trabaja en las modificaciones jurídicas necesarias para hacer
de este mecanismo una herramienta funcional.
Asimismo, de manera adicional a la enorme red consular que México
tiene en el exterior, principalmente en Estados Unidos, en materia de aten-
ción a la comunidad hay una red de cónsules comunitarios en el exterior,
lo cual es también una innovación sin precedente en las estrategias de acer-
camiento a las comunidades mexicanas, ya que se trata de un elemento
muy relevante en materia de diplomacia pública y cercanía con la gente.
Se trata de un cuerpo profesional y especializado que facilita el flujo de in-
formación entre el gobierno y la diáspora y agiliza de manera permanente
la aplicación de los proyectos del ime. Cada uno de los 50 consulados que
México tiene en Estados Unidos cuenta con su respectivo cónsul comuni-
tario, lo que facilita las tareas de esta índole y permite tener diagnósticos e
información de primera mano.
Otro de los pilares relevantes del ime ha sido el Consejo Consultivo del
ime (ccime). Al ser la comunidad el objeto principal de las políticas de aten-
ción del ime, se vuelve fundamental que ésta sea también el actor principal
en las mismas.11 En este sentido, a la par de la creación del ime y del cncme,

11 David R. Ayón, “La política mexicana y la movilización de los migrantes mexicanos en


Estados Unidos”, en C. González Gutiérrez (coord.), Relaciones Estado-diáspora: la
perspectiva de América Latina y el Caribe. Tomo II, México, Miguel Ángel Porrúa/Uni-

24 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
se creó el ccime, que originalmente se regía por lineamientos operativos

Eunice Rendón
creados y modificados por el propio organismo, los cuales permitían que
la comunidad eligiera a sus representantes en un sistema de votaciones
organizado y regulado por ellos mismos y con el que se integraba un gru-
po de 120 líderes que trabajaban haciendo recomendaciones al gobierno
mexicano. Estas recomendaciones no eran vinculantes. La renovación del
Consejo se llevaba a cabo cada tres años, por lo que desde su creación y
hasta 2014 se conformaron cuatro generaciones. Debido a la facultad que
los lineamientos otorgaban a los consejeros para modificar los mismos,
éstos generaron una dinámica que permitía la reelección de consejeros, de-
jando pasar un periodo. Esto provocó que para la tercera y la cuarta gene-
ración hubiera un número importante de consejeros reelectos.
En esa última generación un grupo de consejeros impulsó la elabora-
ción de un diagnóstico del funcionamiento del ccime, en el que se reflejó
la disminución en la participación de los consejeros a las reuniones ordi-
narias y de comisión, así como la disminución de recomendaciones y de
la implementación de acciones. Derivado de este diagnóstico, se tomó la
decisión de cambiar aspectos fundamentales en la elección y el desarrollo
del ccime para estar a la altura de las necesidades y los retos que éstas pre-
sentaban, con base en el cambio de un modelo de elección popular a uno
que considerara y valorara la actividad, el compromiso y los proyectos
de los mexicanos en Estados Unidos para ser parte de los consejeros del
ime. El objetivo de la renovación del esquema del Consejo fue decidido
en 2014, en el pleno de su 24 Reunión Ordinaria. En ella se aceptó que la
participación de los consejeros fuera más activa y su elección se determi-
nara con la presentación de proyectos a nivel local, que serían elegidos
por el titular de cada consulado y evaluados y aprobados por el ime para
su implementación. Sin embargo, esta última propuesta aún puede mejo-
rarse para lograr mayor legitimidad en la elección de los consejeros y una
participación activa de aquellas personalidades que están trabajando de

versidad Autónoma de Zacatecas/Secretaría de Relaciones Exteriores, Instituto de los


Mexicanos en el Exterior-sre/Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de
Educación Superior, 2006, pp. 113-144.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 25
manera estrecha temas de desarrollo y empoderamiento comunitario en
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

diferentes partes de Estados Unidos.


Es importante mencionar que a pesar de las problemáticas y los retos
que el ccime ha puesto de manifiesto, este mecanismo permitió que líde-
res mexicanos en distintos sitios de Estados Unidos y Canadá formaran
parte del desarrollo de las políticas de atención a nuestros migrantes y se
avanzaran agendas y necesidades importantes en ese sentido.12 Entre los
logros más significativos del ccime se encuentran, por ejemplo, que los
fondos recaudados por documentos y trámites llevados a cabo en el seno
de los consulados, se queden en los mismos y se utilicen para mejoras en
sus comunidades. Otro logro importante del Consejo Consultivo fue hacer
crecer la Semana Binacional de Salud, que ya es una tradición en los consu-
lados de México en Estados Unidos y que ha ido adquiriendo mejoras con
el tiempo. Asimismo, está la puesta en marcha de las Ventanillas de Salud en
la red consular para brindar atención y referenciar a nuestros connaciona-
les, sin importar su estatus migratorio, a instituciones locales de salud para
que puedan ser atendidos. Otro de los temas históricos es el logro del voto
en el extranjero. Para cada uno de estos proyectos y logros, así como para
otros más, los esfuerzos de diversos miembros del ccime fueron indis­
pensables. Finalmente, los consejeros han sido clave en la mejora de di­ver-
sas políticas transversales que las diferentes dependencias del gobierno
mexicano llevan a cabo en el exterior, impulsando el compromiso y las
acciones transversales en el territorio. Además, muchas de las personali-
dades que han formado parte del Consejo son gente valiosa, con bagajes
y experiencias diversos que enriquecen la toma de decisión y el diseño
de política pública. Por ello, es fundamental contar con esta visión sin
perder de vista los retos y las lecciones aprendidas que este mecanismo
nos permitió entender.
Desde su creación, el ime ha aplicado programas que buscan la atención
integral de los mexicanos en el exterior por medio de una óptica transver-
sal, por lo que cuenta con programas y políticas de atención comunitaria

12 Mexicanos en el exterior: trayectorias y perspectivas…, op. cit.

26 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
en materia de salud, educación, economía, cultura y deporte, entre otros.

Eunice Rendón
En este sentido, cabe mencionar que se han obtenido importantes avances
en materia de salud, por ejemplo, con la puesta en marcha de 50 ventani-
llas de salud y seis unidades móviles para la atención cercana a nuestras
comunidades. Asimismo, en materia de empoderamiento e inserción de los
mexicanos en las comunidades en las que han decidido vivir, la educación
es una de las herramientas más relevantes; de ahí programas como el ime
Becas que ha logrado llegar a más de sesenta y ocho mil becarios y ha in-
cluso cambiado el perfil de los beneficiarios en los últimos años, pasando
de adultos menores a jóvenes. Hay también importantes logros en materia de
educación financiera, deporte y promoción cultural con los migrantes.
Como ejemplo están los servicios relacionados con la construcción de ca-
pacidades y habilidades financieras de los connacionales, las ventanillas de
educación financiera puestas en marcha en consulados como Nueva York
y Los Ángeles, y el apoyo a nuestros jóvenes binacionales para que puedan
desarrollar habilidades deportivas y participar en contiendas deportivas y
olimpiadas nacionales en ambas naciones.

Comunidad al centro de la política exterior:


retos y siguientes pasos

El carácter tan dinámico de las relaciones transnacionales y la migración


exigen un modelo de políticas públicas en constante revisión y transfor-
mación que busque ampliar y profundizar cada vez más la interacción con
las comunidades en el exterior, y que promueva un diseño participativo
e incluyente en cada vez más regiones del mundo. Es también una priori-
dad incluir en esta agenda la perspectiva de género que avance la plura­
lidad, la tolerancia y la igualdad.
Dada la importancia y la participación creciente de nuestras comu-
nidades en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, así como su in-
fluencia en México, es fundamental contar y fortalecer perspectivas de
diplomacia pública y de contacto que permitan atender a la comunidad
en sus diversas necesidades y en su inserción y desarrollo local, al tiempo

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 27
de lograr que todos estos mexicanos y mexicoestadunidenses contribu-
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

yan a dimensionar de manera justa y clara lo que significan para Estados


Unidos y México. El contar con vínculos, cultura, perspectiva binacional y
cercanía geográfica ha hecho que esta comunidad desarrolle fortalezas
y oportunidades incomparables.
En términos de diplomacia pública, la comunidad mexicana en el ex-
terior debe ser vista con una perspectiva dual, tanto como el objetivo de
la política exterior de atención a mexicanos fuera de nuestro país, como
el actor y aliado más importante en la puesta en marcha de los planes, los
programas y las acciones transversales que se lleven a cabo en las diferen-
tes circunscripciones. A fin de lograr mejores resultados es fundamental
contar con la visión, la percepción y el diagnóstico de la propia gente, ya que
es ella la mejor fuente de información y el mejor vehículo de cercanía con
la misma comunidad.
Para entender las necesidades y las oportunidades que la política de
atención a los mexicanos en el exterior presenta actualmente es indispen-
sable observar, como se hizo en el primer apartado de este trabajo, que el
fenómeno migratorio ha cambiado mucho a lo largo de los últimos 10 años.
El cambio nos obliga a replantear el papel y la tarea del ime, así como de
las diversas instancias gubernamentales encargadas de atender a nuestros
migrantes de manera transversal. Como se explicó con detalle en este apar-
tado, a diferencia de los años noventa, cuando se dieron los primeros pa-
sos de la política pública de atención a los connacionales en el exterior,
hoy son más los que regresan que los que se van del país; por deportación
o de manera voluntaria se observa esta tendencia entre Estados Unidos y
México. En este sentido, es importante atender el fenómeno del regreso de
manera integral y adecuada.
Como se ha visto a lo largo de este texto, la comunidad mexicana y
binacional que radica en Estados Unidos está constituida por un amplio cri-
sol de personas de diversos orígenes, que se desempeñan en actividades
diversas y que aportan de manera contundente a la economía y sociedad
de Estados Unidos y México. De manera adicional, se habló de una comu-
nidad joven con un potencial relevante para el logro de agendas y metas
que sus antecesores forjaron, pero que debido a su condición, contexto y

28 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
tiempo no tuvieron la oportunidad que tienen sus hijos para fortalecer sus

Eunice Rendón
derechos y enriquecer proyectos de avanzada y con perspectivas duales.
Los jóvenes son un pilar y un bono poblacional, tanto los que se en-
cuentran en México, que son alrededor de treinta y ocho millones, como
los que radican en Estados Unidos, donde uno de cada tres de los 35 mi-
llones de personas de origen mexicano es joven. Muchos de ellos además
han crecido y se han desarrollado en esa nación, por lo tanto son personas
binacionales que se perciben como mexicanos y como estadunidenses y
que participan activamente en la vida política, social y económica de Esta-
dos Unidos e incluso tienen la posibilidad de hacerlo en su país de origen,
siendo de los pocos ciudadanos del mundo con esta doble perspectiva y
oportunidad. Estas nuevas generaciones y el perfil con el que cuentan es
una herramienta estratégica para ambas naciones. La adecuada atención y
sobre todo la cercanía con este sector poblacional constituyen uno de los
retos y la oportunidad más importante y fundamental que hay que trabajar
desde una política de atención a mexicanos en el exterior en el caso de los
que radican en Estados Unidos.
Para cerrar este apartado se enumeran algunas de las acciones, los re-
tos y los pasos encaminados a ubicar y fortalecer a la comunidad al centro
de la política exterior en los próximos años; enfocarse en un modelo de
promoción y empoderamiento es fundamental para nuestras comunida-
des en el exterior.
Tanto en su agenda de servicios como de información, la política de
atención a los mexicanos en el exterior debe reconocer la capacidad au-
tónoma de organización de las comunidades y hacerlas copartícipes en la
elaboración de diagnósticos y proyectos enfocados a mejorar su calidad
de vida en Estados Unidos. Contar con un modelo de empoderamiento, de
abajo hacia arriba, que busque una relación permanente de diálogo, con-
fianza, transparencia y rendición de cuentas entre el gobierno y las comu-
nidades en el exterior, es fundamental.
En cuanto a los retos y las oportunidades que el ime, el instrumento
más importante de política pública relacionado con las comunidades
que radican fuera de nuestro país, refiere, se hacen las siguientes con-
si­­deraciones:

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 29
n 
Empoderar a la comunidad mexicana en el exterior, principal objetivo
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

del ime. Para ello se deben continuar los esfuerzos de atención, integra­
ción y vinculación del ime, sobre todo aquellos que han sido más exi-
tosos, con base en un enfoque que privilegie el empoderamiento del
migrante a partir de sus fortalezas y que promueva su identidad y ciuda-
danía desde una óptica binacional.
n 
Consolidar al ime como un articulador de redes. Vincular y consolidar
las redes con las que ya trabaja el ime y sumar a otros actores relevantes,
como las organizaciones vinculadas a otras diásporas, de modo que el ime
se afiance como una gran red de redes con objetivos e intereses comunes.
n 
Planeación focalizada y con perspectiva de género. Reconocer la exis-
tencia de las múltiples diásporas mexicanas y, por lo tanto, que el ime
no puede ofrecer los mismos servicios y apoyos en todas las circunscrip-
ciones. Se deben diseñar estrategias diferenciadas por región, grupos
etarios, género o tipo de necesidades que estén sujetas a un seguimiento
puntual y a una evaluación rigurosa.
n 
Articular esfuerzos de distintos sectores para ofrecer estrategias integra-
les de atención y empoderamiento a las comunidades en el exte­rior.
Estrechar los vínculos y la coordinación con las distintas dependen-
cias del gobierno federal, los gobiernos locales, las organizaciones de
la sociedad civil y el sector privado a fin de poner en manos de los
consulados y las delegaciones estrategias integrales y de alto impacto,
como los programas de salud y educación, que les permitan sumar
voluntades y, con ello, abonar al empoderamiento de la comunidad de
mexicanos en el exterior.
n 
Atender las necesidades de las nuevas generaciones de mexicanos en el
exterior, promoviendo su empoderamiento y vinculación con México. Re-
conocer la relevancia de los jóvenes mexicanos y de origen mexicano en
Estados Unidos y, a partir de ello, desplegar una oferta de atención que
promueva su potencial como agentes de cambio y acercamiento entre los
dos países.
n 
Aprovechar el potencial productivo y social de los vínculos entre México
y las comunidades de mexicanos en el exterior. A partir del conocimiento
que tiene el ime de las comunidades de mexicanos en el exterior se im-

30 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
pulsarán programas que fomenten el aprovechamiento productivo de

Eunice Rendón
las remesas, la transferencia circular de talento y la reinserción efectiva
de los migrantes que retornan.
n 
Difundir el trabajo que hace el gobierno de México en favor de las comu-
nidades en el exterior convirtiéndolas en voceras. Promover estrategias de
comunicación con la comunidad para que conozca la oferta del gobierno
federal que el ime ofrece por medio de los consulados, identifique los
servi­cios y sepa que puede acudir a las ventanillas como una opción de
articulación y vinculación para su desarrollo en el exterior y con su país.
n 
Contribuir a la construcción y consolidación de capacidades para la
atención comunitaria. Fortalecer el trabajo de atención a comunidades
que llevan a cabo los consulados y aliados del ime mediante: a) recupe-
rar y difundir las prácticas exitosas a nivel local; b) generar y sistematizar
información estratégica; c) proveer herramientas útiles en materia de me-
diación y comunicación a nivel comunitario, y d) establecer plataformas
virtuales o presenciales para la vinculación a nivel regional o nacional.
n 
Fortalecer los órganos consultivos y de coordinación del Instituto. Lle-
var a cabo la modificación jurídica pertinente para que el cncme sea un
organismo de coordinación eficiente y altamente ejecutivo. Asimismo,
ajustar los mecanismos de selección del ccime para que sea un órgano
representativo y participativo que dé legitimidad y oriente las accio-
nes del ime, al tiempo que promueva su flexibilidad y adaptación ante
los cambios en el contexto internacional.
n 
Atención a mexicanos en el mundo. Frente al reto que representa aten-
der a todas las comunidades de mexicanos a nivel mundial, el ime debe
utilizar herramientas eficientes que le permitan maximizar su presencia
e impacto a nivel territorial, como establecer coordinaciones a nivel re-
gional y lanzar plataformas tecnológicas de vinculación y servicios.

Conclusiones

Una vez entendido el cambio demográfico del perfil de la población mexi-


cana en el exterior y principalmente en Estados Unidos, como se ha des-

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 31
crito a lo largo de este ensayo, es fundamental trabajar en políticas que
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

integren e incluyan a la juventud para, de esta forma, aprovechar las ca-


racterísticas, las ventajas y la experiencia binacional adquirida por ésta, al
tiempo de fortalecer sus vínculos e intereses sociales, económicos y cul-
turales con México. En este sentido, es importante continuar, enriquecer y
dar seguimiento a las acciones que acercan a esa juventud; por ejemplo,
las visitas a México que se han llevado a cabo en los últimos años, a partir
de que en 2012 se puso en marcha la Medida Ejecutiva de Acción Diferida
(daca, por sus siglas en inglés), con los jóvenes dreamers, quienes a raíz
de esto han ampliado sus derechos y han accedido a servicios y oportuni-
dades que antes no tenían a pesar de haber vivido la mayor parte de sus
vidas en Estados Unidos. Cerca de quinientos sesenta mil jóvenes mexi-
canos han recibido los beneficios del programa daca y la red consular
mexicana; mediante el área de Protección a Mexicanos en el Exterior se ha
atendido y apoyado a más de veinticuatro mil casos. Gracias a ello y con
apoyo del gobierno mexicano, muchos de estos jóvenes han podido visi-
tar México y a sus familias en sus lugares de origen. Este tipo de acciones,
además de promover lazos de entendimiento, cooperación y solidaridad,
contribuyen a potenciar proyectos de impacto binacional. Cada dreamer
que viaja a México regresa a Estados Unidos con más ideas y motivación
de conectar sus dos mundos y sus realidades con la perspectiva y los be-
neficios mutuos.
Nuestras juventudes en el exterior tienen un potencial importante; por
ello se deben continuar e incrementar sus vínculos con México, así como
apoyar su empoderamiento y desarrollo a su regreso en Estados Unidos
para que consoliden sus carreras y proyectos. Representan juventudes bi-
nacionales, lo que les permite ser el eslabón más importante en la cons-
trucción de lazos entre las dos naciones, siendo, muchos de ellos, líderes,
promotores y emprendedores en proyectos de vanguardia, en diversas
causas sociales y en acciones de desarrollo y comunidad. Por esta razón,
reitero, la oportunidad que se debe aprovechar con la población joven
mexicana y de origen mexicano que hay en Estados Unidos es su perfil
bicultural, su experiencia y conocimiento de ambas culturas, su trabajo en
red y el desarrollo y logros que ha obtenido gracias a ello.

32 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
A sabiendas de que la educación es la herramienta más importante

Eunice Rendón
en el empoderamiento de nuestras comunidades, uno de los programas
más nobles y eficaces que el gobierno mexicano ha puesto en marcha
con nuestra diáspora es el programa ime Becas, destinado a brindar, en
conjunto con socios locales y fondos complementarios, apoyos para es-
tudiar en centros comunitarios, preparatorias y universidades de Estados
Unidos. Gracias a este apoyo más de sesenta y ocho mil connacionales han
sido beneficiados y han tenido la oportunidad de cursar algún grado,
continuar sus estudios, demostrar sus capacidades y ser líderes en inicia­
tivas y proyectos de alto impacto y valor social. En este sentido, y enfo-
cándose de nuevo en el perfil de juventud que predomina hoy en nuestra
diáspora, cabe destacar que el programa cambió y se fortaleció en los
últimos años, triplicó su presupuesto y cambió la prioridad, sobre todo
en este último año para que sean, principalmente los jóvenes, los que re-
ciban el apoyo (sin dejar, por supuesto, de sustentar a otros sectores po-
blacionales, pero dando prioridad a la juventud). El programa ime Becas
ha logrado además vincular redes de jóvenes que se identifican con este
proyecto, pero que, sobre todo, se identifican con los compañeros y ami-
gos que han conocido por ser parte del mismo. Jóvenes que han vivido
situaciones similares, que, como ellos, han tenido que esforzarse el doble
para obtener logros y avances en diversos aspectos de su desarrollo e in-
serción, pero todo ello, así como el enorme esfuerzo y el camino andado
por sus padres, los ha dotado de habilidades y fortalezas que, sin lugar a
dudas, son una oportunidad para el desarrollo integral tanto de Estados
Unidos como de México.
En los próximos años se deberán fortalecer y consolidar los lazos entre
estos jóvenes y juventudes mexicanas, con sus comunidades de origen,
en proyectos de desarrollo económico y social en beneficio de ambos
países; ellos serán los embajadores de México en Estados Unidos y vice-
versa, abrirán perspectivas, mentalidades y, sobre todo, posibilidades de
crecimiento binacional.
Asimismo, otro de los temas fundamentales que habrá que fortalecer y
consolidar en los próximos años es la relación entre migración y desarro-
llo. Reconocer el papel de los migrantes en la promoción del desarrollo

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 33
tanto de los países de origen como aquellos de residencia es fundamental;
Las comunidades al centro de la política exterior mexicana

por ello, resulta relevante contar con estrategias y herramientas de política


pública que impulsen una relación positiva y de impacto entre migración y
desarrollo. De la amplia experiencia de México en la relación con su diás-
pora se han derivado algunos programas que contribuyen a esta relación.
Con programas como 3×1 para Migrantes, los de educación, desarrollo e
inclusión financiera, así como los relacionados con esquemas de inversión
en vivienda que se han implementado a lo largo de los años, se han dado
pasos importantes en la vinculación entre la migración y el desarrollo. Gra-
cias a ello se ha logrado incluir a los migrantes en el diseño y la imple-
mentación de algunos proyectos de desarrollo local y regional y se han
podido llevar a cabo iniciativas de desarrollo colectivo y de infraestructura
social con contribuciones importantes de nuestra comunidad migrante y,
al mismo tiempo, se han brindado oportunidades y construcción de capa-
cidades en materia financiera y económica para ellos y se han facilitado y
reducido los costos en el envío de remesas. Sin embargo, aún hay retos
importantes para lograr maximizar la relación entre migración y desarrollo.
Es necesario que en los próximos años, este tipo de políticas y proyectos
se enriquezcan y, sobre todo, se enfoquen y adapten a las realidades y
cambios de los dos países. Proyectos que, además del vínculo afectivo,
consideren indicadores de impacto en materia de inclusión y de economía.
Iniciativas que abran paso a un desarrollo y visión integral y estratégica de
la migración y del mundo globalizado en el que se vive. De esta forma es
fundamental involucrar nuevos actores, como el sector privado y la acade-
mia en los proyectos de cooperación y vínculo binacional relacionado con
el desarrollo económico.
Como se ha mencionado, las remesas son una fuente de ingreso impor-
tante para México y representan 2.2% del pib. Sin embargo, la mayoría de
estos recursos están destinados al consumo y las necesidades cotidianas
de los familiares que las reciben. El reto es lograr invertir productivamente
estas remesas al tiempo de brindar apoyos e incentivos que permitan que
los proyectos productivos que se pongan en marcha con estos recursos
se consoliden con la colaboración y el seguimiento de las instituciones, las
asociaciones y los empresarios de ambos países.

34 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022
Los migrantes de primera generación mantienen un vínculo y aporte

Eunice Rendón
económico con México debido a que muchos de sus familiares, con los
que convivieron durante sus vidas, se encuentran de este lado de la fron-
tera; de ahí que el interés de apoyar a sus comunidades de origen sea
patente. Sin embargo, habrá que cuidar y procurar que las siguientes ge-
neraciones que vivieron poco tiempo o que nunca han vivido en México
sigan manteniendo el vínculo y el interés, por medio de la cultura, de sus
raíces y del sentido de pertenencia, pero también, por intereses y proyec-
tos de economía social de vanguardia y de valor agregado para ellos.
Finalmente, dadas las condiciones, la situación, la autonomía y la tra-
yectoria de las comunidades en el exterior, los próximos años serán clave
para consolidar el empoderamiento, los proyectos y las acciones de avan-
zada de los migrantes en pro de México y de los países en los que residen.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 9-35, ISSN 0185-6022 35
Migración, desarrollo y la Organización
Internacional para las Migraciones

Migration, Development and the International


Organization for Migration

Thomas Lothar Weiss


Representante de la iom en Iraq
tweiss@iom.int

Joan Andreu Serralta Lorente


jserralor@gmail.com

Resumen:
En este artículo, los autores exponen el punto de vista de la Organización Internacional para
las Migraciones (oim) acerca del vínculo entre migración y desarrollo. Analizan las contribu-
ciones de la oim para la puesta en marcha de políticas públicas de integración, protección y
facilitación para migrantes, y proponen medidas para optimizar la gestión de remesas y, en
general, para el bienestar de los migrantes.

Abstract:
In this article the authors present the perspective of the International Organization for
Migration (iom) on the linkage between migration and development. They analyze oim’s
contributions towards the implementation of public policies on integration, protection and
facilitating migration, and suggest measures to improve remittance management and, in ge-
neral, the well-being of migrants.

Palabras clave:
Desarrollo, migración, políticas migratorias, facilitación de la migración, protección de migrantes
y refugiados, gestión de remesas.

Key Words:
Development, migration, migration policies, facilitating migration, refugee and migrant pro-
tection, remittance management.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
Migración, desarrollo y la Organización
Internacional para las Migraciones

Thomas Lothar Weiss


y Joan Andreu Serralta Lorente

Este texto ofrece al lector una perspectiva sobre cómo trabaja en materia
de migración y desarrollo la Organización Internacional para las Migra-
ciones (oim). En la primera parte se tratará el entorno conceptual del
vínculo entre migración y desarrollo, y el debate que han suscitado sus
sinergias a lo largo de la segunda mitad del siglo xx, así como durante
los primeros años del siglo xxi. En contraste, se expresa la visión de la
oim, a saber, que la migración bien gestionada puede ser un fenómeno
positivo en el ámbito del desarrollo para todas las partes implicadas.
En la segunda parte se exponen al lector algunos de los pilares con
los que la oim opera políticas públicas en el marco de la migración y el
desarrollo. En este sentido, en primer lugar se explica qué entiende la
oim por integración y su vinculación con el desarrollo, sus fortalezas y
retos; en segundo, se hablará de los principios de la oim en la asistencia
a migrantes y refugiados antes de ser reasentados en las sociedades de
acogida; en tercero, se discutirá sobre los recursos de la oim para facili­
tar la migración, especialmente, la capacidad de la migración circular
para fomentar el desarrollo; en cuarto, se tratará acerca de cómo los abu-
sos laborales afectan el bienestar y la eficiencia de la persona migrante,
y se definirán las acciones que plantea la oim para atenuar estos abusos;
en quinto, se reflexionará en cómo la optimización de las remesas y su
mejor canalización pueden suponer excelentes medios para catalizar el
desarrollo.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
En la tercera parte se procederá a elaborar las propuestas que según la
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

oim deben tenerse en cuenta para una futura agenda sobre migración y de-
sarrollo; se hablará de cómo tradicionalmente se ha obviado el bienestar
de las personas migrantes, y cómo, en contraste, se ha tendido a reducir el
vínculo entre migración y desarrollo a un mero fenómeno económico. Igual-
mente, se planteará la necesidad de seguir trabajando en este contexto y se
destacará la labor de diversas iniciativas al caso.

Hacia una gestión de la migración y el desarrollo:


el entorno conceptual

Para ofrecer una panorámica general sobre el vínculo entre migración y


desarrollo, y la visión de la oim acerca de este vínculo, es conveniente
hacer un recorrido por diferentes teorías contemporáneas que han dado
pie a que se vincule a ambos. Para tal efecto, los módulos de capacitación
sobre migración internacional y desarrollo de la oim servirán de ayuda
para hacer este tránsito.1
En esta dimensión, resulta imprescindible exponer la teoría de la mo-
dernización. Ésta predominó en los años cincuenta del siglo pasado; sugie-
re que el desarrollo es lineal, irreversible, un proceso progresivo en el que
las sociedades cambian su signo de tradicionales a modernas siguiendo el
modelo de industrialización de las naciones occidentales.
Basadas en esta teoría, tanto desarrollo como modernización implica­
rían la difusión y la imitación de los modelos productivos, tecnologías, va-
lores, instituciones, etc., de los países desarrollados. Debido a que en este
enfoque se supone que los modelos de desarrollo de los países industria­
lizados son universalmente válidos, el subdesarrollo se explica como el
fracaso de ciertas sociedades para asimilar estos modelos debido a sus pro-
pias características políticas, sociales, culturales o económicas. Por otra

1 Sandra Paola Álvarez, International Migration and Development: Training Modules,


Ginebra, Organización Internacional para las Migraciones (oim), 2013.

40 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
parte, la falta de recursos o de formación de capital se considera un obs-

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


táculo fundamental para el desarrollo. Se asocia así el desarrollo con el creci-
miento económico y el aumento de los niveles de ahorro e inversión.
Un defensor de esta teoría, Walt Rostow, sugiere que el desarrollo eco-
nómico se produce por medio de cinco etapas de crecimiento económico
secuenciales: la primera de ellas sería la “sociedad tradicional”; la segunda,
las “condiciones previas para el despegue”; la tercera, el “despegue”; la
cuarta, “el viaje hacia la madurez”, y, por último, la “edad del consumo de
masas”.2 Con base en las implicaciones políticas de este enfoque, el papel que
el Estado desempeñaría sería: asegurar altas tasas de crecimiento económico
(medido como pib per cápita); fomentar una mayor integración en la econo-
mía mundial; procurar el desarrollo de la industria moderna y la moderniza-
ción del sector agrícola, privilegiando lo urbano sobre el rural; la eliminación
de la “tradición” en favor de la modernidad, y así sucesivamente.
Se abre a continuación un paréntesis para comentar cómo afecta esta
teoría al fenómeno migratorio. En los años cincuenta y sesenta las migracio-
nes fueron vistas como un fenómeno contributivo; así, mediante el envío
de remesas y la transferencia de conocimientos se construía un escenario
próspero y favorable a la modernización y la reducción de la pobreza en los
países en desarrollo.
En la teoría clásica, las migraciones se explican por medio de factores
push and pull (empujar y tirar). Una manera de ilustrar esto sería mediante
la atracción que puede suscitar en el migrante la obtención de un mayor
rédito económico en el país de destino en relación con una presumible
situación de mayores carencias en su país de origen. Las migraciones son
vistas así como resultado de diferencias en los ingresos, las disparidades
del mercado laboral y el cálculo individual entre los costos y los beneficios.
En esta línea, se asumió que la transferencia de diferentes recursos vía la
migración supondría que “el país pobre atrapara al rico”. En consecuencia,
la raíz de la causa de la migración, a saber, la pobreza, desaparecería y a la
larga ello conduciría a la eliminación progresiva de la presión migratoria.

2 Ibid., p. 155.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 41
Después, la migración se entendió no ya como un cálculo racional pu-
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

ramente económico e individual, sino como una decisión colectiva, como


una estrategia para que las familias diversificaran sus fuentes de ingresos,
y de esa forma superaran los riesgos asociados a las deficiencias de la oferta
laboral local, el crédito, los mercados, etc.
Este último enfoque todavía tiene mucho peso en las teorías acerca de
la migración. Por ejemplo, comúnmente se asume que la reducción de la
pobreza es un medio efectivo para reducir la migración. En esta dimen-
sión de atenuar la pobreza se podrían incluir: los envíos de las remesas, la
transferencia de conocimientos y tecnologías, la canalización de las remesas
para producir inversión y el fomento del crecimiento económico en cier-
tas áreas, para promover los retornos. La premisa subyacente es: “A más de-
sarrollo, menos migración”.
Bajo una perspectiva completamente diferente, se sitúa la teoría de la
dependencia que tuvo su punto álgido ya avanzados los años cincuenta
y hasta los setenta. En contraste con la teoría de la modernización, la de la
dependencia enfatiza las desigualdades estructurales de la riqueza, las opor-
tunidades y el poder entre los diferentes países del mundo: son vicisitudes
intrínsecas al sistema económico capitalista.
Los pensadores afines a esta teoría sugieren que las causas del subde-
sarrollo no son necesariamente internas, sino, al contrario, externas e his-
tóricas. El desarrollo de las naciones más ricas y dominantes se ha logrado
a expensas de las más pobres y ahora dependientes, mayormente por la ex-
plotación de sus recursos naturales y su fuerza de trabajo. Este tipo de siste-
ma enfatiza una división del trabajo injusta y poco equitativa. Por ejemplo,
los países ricos se especializan en la producción de tecnologías avanzadas
y productos complejos, mientras que los países pobres son principalmente
exportadores de materias primas y productos manufacturados de bajo pre-
cio. De esta forma se establece una situación de dependencia: las econo-
mías de los países pobres están condicionadas y sujetas a la expansión o el
infortunio de los países ricos.
En palabras de Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto, dos teóricos
que abogan por este enfoque:

42 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
Por desarrollo, en este contexto, queremos decir desarrollo capita-

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


lista. Esta forma de desarrollo se produce a medida que evolucio-
nan, de forma cíclica, riqueza y pobreza, acumulación y escasez
de capital, el empleo para unos y el desempleo para otros. Así las
cosas, no queremos dar a entender por el concepto de desarrollo el
logro de una sociedad más igualitaria y justa.3

En resumen, el desarrollo e industrialización de los países del Norte y el


subdesarrollo de los países del Sur comparten una estrecha y compleja
relación influida por la expansión del capitalismo y los procesos de acu-
mulación de capital. Esta interdependencia es inherente, desigual y se re-
produce constantemente, es decir, aquellos que se muestran favorables
argumentan que las economías dominantes perpetúan unas prácticas co-
merciales desiguales. Así, beneficiándose del poco costo de la mano de
obra local y de las materias primas de los así llamados países pobres simul-
táneamente fomentan la dependencia de transferencias extranjeras, como
pueden ser capital extranjero, tecnología, créditos o ayuda al desarrollo.
Las políticas públicas que operan con este enfoque se dirigen a que los Es-
tados pobres estimulen su desarrollo mediante la autosuficiencia en lugar
de tratar de engranarse mejor dentro de la economía mundial por medio,
por ejemplo, de la sustitución de importaciones, así como de dar prioridad
a la protección social y las políticas que aboguen por mayor igualdad en
los intercambios económicos.
El debate incipiente sobre la migración y el desarrollo estuvo dominado
por la teoría de la dependencia desde los años setenta, ochenta y hasta prin-
cipios de los noventa. La migración, desde esta perspectiva, se contempla
como un aumento de las desigualdades estructurales entre los países más de-
sarrollados y los países menos desarrollados. Bajo esta premisa, los más
prósperos se benefician, principalmente, por medio de la transferencia
tanto de mano de obra barata como de profesionales altamente calificados
provenientes de países del Sur. La dependencia de las remesas y la fuga

3 Ibid., p. 35.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 43
de cerebros resultante de la migración conllevan carencias significativas en
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

áreas clave para el desarrollo (como por ejemplo, la salud, la educación,


la investigación y la innovación) en los países de origen. De esta forma, la
migración es vista como un factor que favorece el subdesarrollo en los paí-
ses de origen y, a su vez, provoca más emigración. Además, como se piensa
que a muchos migrantes se les constreñirá a ocupaciones con bajos sala-
rios en los países de destino, se concluye que van a tener pocas oportuni-
dades para contribuir al desarrollo. En este plano, la transferencia de los
recursos (como las remesas) a los países de origen, se considera general-
mente como un incentivo para fomentar el consumo, pero no la inversión
productiva.
Estas perspectivas convergen con la formulación de políticas destinadas
a compensar a los países de origen por la pérdida de mano de obra y cono-
cimientos mediante programas de retorno y el establecimiento de códigos
éticos de contratación, y a abogar por políticas de integración para los mi-
grantes en las sociedades receptoras. Un gran eje que hay que trabajar para
estas políticas continúa siendo la canalización de las remesas en inversiones
productivas.
A continuación, para balancear el debate sobre la migración y el desarro-
llo, se argumenta cómo una buena gestión de la migración, por la cual aboga
la oim, puede ser un fenómeno positivo a tres bandas: los migrantes y sus
familias, los países receptores y los países emisores. En este contexto, desde
la década de los noventa, las visiones optimistas sobre la migración y su fo-
mento del desarrollo —que subrayan la interdependencia de ambos— han
cobrado importancia.
Si bien es cierto que la migración no puede sustituir al desarrollo y el de-
sarrollo no depende necesariamente de la migración, la oim asume que am-
bos fenómenos son interdependientes. El supuesto subyacente al enfoque
de la oim en materia de migración y desarrollo es que una mejor gestión de
la migración conduce a más desarrollo. Esto se basa en la percepción de una
convergencia de intereses entre los países emisores de migrantes y los re-
ceptores (a un nivel macro, los beneficios de las remesas y un mayor equi-
librio en el mercado laboral), y de los intereses de los migrantes (a nivel
micro, la mejora de su nivel de vida y la posibilidad de enviar dinero a

44 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
sus familiares). El enfoque de gestión de la migración tiene la intención de

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


“gestionar” esta interdependencia para maximizar sus impactos positivos y
reducir al mínimo sus consecuencias negativas. En línea con el concepto de
desarrollo humano formulado por Amartya Sen, se reconoce que las accio-
nes de las personas afectan y son afectadas por las estructuras más grandes
en las que participan.
Los migrantes son vistos como los principales artífices y beneficiarios
de los impactos positivos de la migración, al igual que las sociedades en
las que participan activamente. Por lo tanto, un objetivo político que no se
puede obviar es el empoderamiento de los migrantes para contribuir al de-
sarrollo de todas las partes. Los gobiernos son vistos como facilitadores de
este intercambio mediante, por ejemplo, la apertura de vías para la migra-
ción segura y la movilización de los recursos generados o mejorados por
medio de la movilidad humana. Además, y en consonancia con la idea de
que el desarrollo debe ser alcanzado por el pueblo y para el pueblo, la
gestión de la migración es un campo abierto a una amplia participación de
diferentes entidades: los gobiernos, las asociaciones de migrantes, las auto­
ridades locales, los organismos internacionales, las organizaciones de la so-
ciedad civil, las asociaciones de empleadores, la comunidad académica y el
sector privado.
Dicho esto, el objetivo de la oim es contribuir en diferentes escenarios
para aprovechar el potencial de desarrollo de la migración en beneficio de
todas las sociedades implicadas y de los migrantes, y de esta forma contri-
buir al desarrollo sostenible y a la reducción de la pobreza. La oim también
promueve la visión de que la migración, bien gestionada, contribuye a ali-
viar la pobreza, al crecimiento y la prosperidad, no sólo de los individuos,
sino también de los países de origen y de destino.

La oim y las políticas públicas para el trabajo conjunto


sobre la migración y el desarrollo

En este apartado se desea exponer al lector algunos de los pilares con


los que la oim opera políticas públicas en el marco de la migración y el

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 45
desarrollo. En primer lugar se describirá la labor de la oim en materia de
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

integración de migrantes o de descendientes de los mismos; en segundo,


se expondrá la asistencia que la oim presta a los migrantes y refugiados
antes de ser reasentados en las sociedades de acogida; en tercero, se ha-
blará de recursos de la oim para facilitar la migración; en cuarto, se tratará
la protección de los trabajadores migrantes, y, finalmente, se hará hincapié
en algunas ideas de la oim para canalizar y optimizar las remesas.

Políticas de integración

La integración es fundamental para lograr tanto la estabilidad del migrante


como de la comunidad de acogida; por ello, es un pilar en la gestión de la
migración que lleva a cabo la oim. La adecuada integración del migrante
fomenta asimismo el aprovechamiento de la migración para beneficio del
desarrollo.
La oim entiende la integración como el proceso de adaptación mutua
entre la sociedad de acogida y los migrantes, tanto en calidad de indivi-
duos como de grupo. Los marcos de políticas de integración deben tener en
cuenta los derechos y las obligaciones de los migrantes y de las sociedades
de acogida, incluidos el acceso al mercado laboral, los servicios de salud y
sociales, y la educación para niños y adultos. La integración implica obli-
gación y respeto por un conjunto fundamental de valores que unen a los
migrantes y a sus comunidades de acogida en favor de un propósito común.
Si se trae de nuevo a colación el enfoque de la gestión de la migración, éste
incide en que la integración es un imperativo y por lo tanto las políticas de
integración no deben limitarse a los migrantes de largo plazo, sino también
a los de corta duración.
La integración exige la participación a diversos niveles; es necesario que
los migrantes desarrollen su capital humano durante su estancia, mientras
forjan vínculos esenciales entre el país de acogida y el de origen. Al mismo
tiempo, es necesario desarrollar estrategias para educar a las comunidades
de acogida sobre los aportes de los migrantes, así como los beneficios de vi-
vir y trabajar juntos en contextos multiculturales. Un diálogo abierto y franco
entre todos los sectores, sobre los beneficios y desafíos asociados a la inte-

46 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
gración, contribuye a reducir percepciones erróneas e incentiva un sentido

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


de comprensión mutua.
En general, la política en materia de integración se entrecruza con otras
esferas políticas importantes, como la política de empleo y del mercado labo-
ral, la igualdad de oportunidades y la no discriminación, la cohesión social,
la salud pública, la educación, la naturalización y la ciudadanía, el desarrollo
regional y la seguridad nacional, y la protección de los derechos humanos.
Por ello, no es posible implementar políticas de integración eficaces de forma
aislada y, gracias a ello, los beneficios de la migración pueden maximizarse,
aún más, mediante políticas integrales que apoyen la inclusión social, econó-
mica, política y cultural de los migrantes en sus nuevos entornos.
Un escenario sobre el que trabaja la oim es la integración de la población
migrante. Un importante número de países de destino ofrecen programas
públicos con la finalidad de facilitar la integración económica y social de
poblaciones inmigrantes. En algunos casos se trata de iniciativas volunta-
rias, mientras que en otros son obligatorios para ciertos grupos de migran-
tes, como los que solicitan asilo o los que reciben prestaciones sociales.
Estos programas pueden incluir la enseñanza de idiomas, la búsqueda de
empleos de asistencia, y también información sobre la cultura y las normas
del país. De manera simultánea pueden mejorar los resultados del desarro-
llo en la medida en que permiten a los migrantes acceder a mejores puestos
de trabajo, ingresos más altos, una mejor salud mental y, en general, un ma-
yor bienestar subjetivo y objetivo por medio de una asimilación más fácil.
A título de ejemplo, con el gradual paso de los años, los residentes extran-
jeros se han convertido en una fuerza de trabajo muy importante en Japón,
en particular, los hijos y nietos de descendientes de japoneses que emigraron
a Brasil y a Perú, y que posteriormente retornaron a Japón (llamados nikkei-
jin). Estos migrantes presentan severos problemas de adaptación a la reali-
dad japonesa; las diferencias culturales e idiomáticas se han convertido en
una constante fuente de fricciones entre ellos y las comunidades locales. Sus
hijos presentan necesidades acuciantes.
En este orden de cosas, hablar de la inestabilidad laboral de los padres im-
plica no poder hacer frente a los altos precios de las matrículas de sus hijos, que
con frecuencia acuden a escuelas privadas en las que no adquieren la destreza

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 47
suficiente en lengua japonesa como para continuar exitosamente en la escuela
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

pública. En consecuencia, estos niños experimentan serios problemas de adap-


tación al entorno japonés y al propio. Hay que recordar que la integración es un
fenómeno que necesita de la acción y comprensión de las dos partes.
A fin de responder a esta necesidad, el gobierno japonés ha establecido
un fondo, gestionado por la oim, para facilitar el tránsito de los niños de es-
tos migrantes a la escuela pública. Las actividades implementadas que cabe
mencionar son principalmente las dirigidas a apoyar iniciativas locales para
que establezcan escuelas puente que proporcionen a los niños migrantes
una educación afín al sistema educativo japonés y que, a su vez, den orien-
tación cultural con miras a facilitar su transferencia a la enseñanza japonesa
pública. En principio, las escuelas puente aceptarán a los niños por un pe-
riodo de seis meses y tendrán las siguientes funciones:

n Proporcionar un lugar para que los niños interactúen entre ellos y no


abandonen la escuela a edad temprana.
n Enseñar el idioma japonés y prestar especial atención a la didáctica de
otras disciplinas, esenciales para la integración de los niños en el siste-
ma educativo japonés, como las matemáticas, las ciencias, los estudios
sociales, etc.
n Apoyar el estudio en portugués o español, lo que fomentará la identi-
ficación con los instructores, quienes serán multilingües y, presumible-
mente, migrantes. Lo anterior contribuirá a la generación de empleo en
este sector.
n Facilitar el cambio gradual de los niños migrantes a las escuelas públicas
japonesas, y promover programas de intercambio cultural con las comu-
nidades locales en favor de un mayor acercamiento entre ambas partes.
n Proporcionar atención especial a los niños que tienen mayores dificulta-
des para ponerse al día con las clases.

Capacitación de los migrantes previamente a su partida

Encontramos que hay una amplia amalgama de políticas que se ajustan


al enfoque desde el cual trabaja la oim. En este marco, una vía clave para

48 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
fortalecer el nexo entre políticas migratorias y desarrollo es por medio de

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


programas de facilitación de la migración. Uno de los principales recursos
es la capacitación previa a la partida, que garantiza que los migrantes estén
bien informados acerca de las condiciones en el exterior a las que tendrán
que hacer frente en el futuro.
Cualquier persona, al trasladarse a un país donde la cultura, la tradi-
ción y las prácticas son diferentes a las propias, puede someterse a un pe­-
riodo de adaptación difícil y de duración variable. Un claro ejemplo son
los refugiados aceptados para reasentarse en terceros países, pues a me-
nudo provienen directamente de los campos de refugiados y tienen poco
o ningún conoci­miento de las prácticas sociales y económicas del país de
recepción. Otro tipo de migrantes, como los económicos, presentan nece­
sidades similares.
En cualquier caso, es necesaria una orientación previa que atenúe los
problemas de adaptación que puedan socavar el proceso migratorio. La in-
formación adecuada que de manera previa se ofrece a los refugiados y los
migrantes sobre los retos de su integración mitiga los impactos negativos de
la adaptación y la convierte en un proceso más manejable y exitoso.
En este marco de operaciones, y a título de ejemplo, la oim lleva largo
tiempo trabajando con países receptores, como Australia, Canadá, Estados
Unidos, Finlandia, Noruega, Nueva Zelandia y Suecia, en la planificación y
el desarrollo de la currícula de capacitación para, principalmente, los refu-
giados, pero también para otro tipo de migrantes. Esta orientación para su
posterior asentamiento, ya sea permanente o temporal, apoya plenamente la
adaptación y la integración de los recién llegados en la sociedad de recep-
ción. La oim, en total afinidad con las buenas prácticas en materia migrato-
ria, comprende que acoger a los recién llegados y apoyarlos a integrarse en
las sociedades de acogida es una compleja actividad que necesita llevarse
a cabo desde varios frentes. El primero de éstos sería el país de origen en el
escenario ideal, con suficiente antelación a la llegada.
En este contexto, la oim entiende que cualquier persona que se traslada
a un nuevo país para ser un miembro más de la sociedad tiene una mejor
oportunidad de integrarse con éxito si adquiere la información relativa a la
nueva cultura, la sociedad y el entorno antes de su llegada. Se reconoce que

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el éxito de esta empresa depende del establecimiento de objetivos realistas
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

y plazos para su consecución, con base en la información precisa sobre el


país y la comunidad de recepción. Sin la presencia de estos programas de
capacitación, las expectativas elevadas con respecto al país de acogida,
junto con la ansiedad por separarse del entorno familiar y entrar en un
ambiente desconocido, intensificarían los problemas de adaptación de re-
fugiados y migrantes.
Con estos factores en mente, la oim tiene como meta los siguientes ob-
jetivos para facilitar el proceso de asentamiento e integración de refugiados
y migrantes:

n Proporcionar orientación a los refugiados con antelación a la salida


para mejorar sus conocimientos sobre las sociedades de acogida antes
de la llegada.
n Ajustar las percepciones de las sociedades de acogida a la realidad y
disipar los rumores, las falsas ideas y las expectativas poco realistas.
n Hacer que los participantes reflexionen sobre los problemas específi-
cos a los que pueden hacer frente en su asentamiento e integración a
las sociedades de acogida.
n Informar a los participantes acerca de sus derechos y libertades, así
como de las responsabilidades y obligaciones que deberán observar.
n Informar a los participantes acerca de las dificultades que puedan en-
contrar durante sus primeros meses en las sociedades de acogida.
n Ayudar a los participantes a adquirir un sentido de control sobre sus nue-
vas vidas de modo que, al llegar a la sociedad de acogida, sean conscien-
tes de lo que cabe esperar y de lo que los demás esperan de ellos.

Facilitación de la migración

En cuanto a la facilitación de la migración, encontramos diversas iniciativas


con respecto a este esquema. Hay categorías de respuestas políticas que
articulan las acciones que los países en desarrollo pueden adoptar para
favorecer la migración internacional. Aquí se mencionarán los ejerci­cios
bilaterales en materia de empleo, lo cual, a su vez, involucra a nivel coo-

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perativo tanto a gobiernos como a empleadores. Un claro ejemplo de estas

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


prácticas es Filipinas que, hasta 2014, había firmado al menos 49 acuer-
dos bilaterales en materia de migración con 25 países de destino.4
Acciones análogas a esta clase de acuerdos son aquellas que provienen
de Nueva Zelandia en relación con diversas naciones del Pacífico (incluidas
Samoa, Tonga y Vanuatu) para permitir la migración estacional en ese país
por medio del reconocimiento de la figura del trabajador temporal. Esta
migración tiene un impacto tremendamente positivo sobre la población
de Tonga y Vanuatu, que no cuenta con otras vías para migrar hacia otros
países. En este contexto, la migración incrementa los ingresos de los que
migran a Nueva Zelandia, lo que a su vez aumenta el flujo económico de las
remesas a sus países de origen.
La migración circular, percibida como una posible herramienta de desarro-
­llo benéfica tanto para los países de destino como para los de origen, así
como para los mismos trabajadores migrantes, recibe cada vez una mayor
atención por parte de una variedad de actores. En particular, se considera que
los programas de migración circular temporal contribuyen:

n A cubrir las necesidades temporales específicas del mercado laboral


nacional del país de destino.
n A reducir en el país de origen el desempleo local, ya que se promueven
el envío de remesas y otros recursos como, por ejemplo, los nuevos co-
nocimientos y las habilidades adquiridas en el extranjero.
n A que el trabajador migrante, mediante el acceso al empleo y la forma-
ción, adquiera nuevas habilidades, ingresos y experiencia laboral.

Hay que trabajar en toda una suerte de desafíos para optimizar este re-
curso. Los mismos incluyen la participación transparente de los actores
clave en la gestión de los programas de migración laboral temporal y la
necesidad de poner en marcha una estructura institucional acorde con las

4 David McKenzie y Dean Yang, Evidences on Policies to Increase the Development: Im-
pacts of International Migration, Bonn, Forschungsinstitut zur Zukunft der Arbeit (iza)
(Discussion Paper, 8523), 2014, p. 4.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 51
necesidades de los programas. Lo anterior exige alianzas entre los actores
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

involucrados a fin de fortalecer la rendición de cuentas mediante mecanis-


mos transparentes y justos.
La ausencia de estas condiciones, así como otros garantes del pleno
respeto de los derechos laborales y humanos del migrante, puede generar
inseguridad y abusos laborales para los trabajadores migrantes, ganancias
deficientes para la empresa contratante y mala imagen pública para ésta y
el gobierno anfitrión.
Bajo estas premisas, la oim ha tenido la oportunidad de facilitar este tipo
de prácticas en Honduras y El Salvador, con empresas del sector privado en
Canadá como destino de ese flujo migratorio. La oim ha participado en la ges-
tión del proceso y la transparencia para la generación de la confianza necesa-
ria entre las partes. Entre otras, la oim llevó a cabo las siguientes actividades:

n Divulgar el programa en Honduras y El Salvador.


n Dar seguimiento y apoyar al sector privado en la selección de candida-
tos calificados por medio de entrevistas, pruebas físicas y médicas.
n Apoyar a los migrantes: darles información sobre las condiciones re-
lacionadas con su empleo, sus derechos y sus deberes; capacitar a los
trabajadores en las carencias que puedan surgir para su integración en
Canadá; coordinar clases de aprendizaje de inglés.
n Apoyar a los solicitantes en la regularización de sus trámites migrato-
rios para acceder a Canadá como residentes temporales con derecho
a actividades remuneradas, y llevar a cabo las operaciones necesarias
para la llegada de las personas migrantes y su asentamiento.

Protección a trabajadores migrantes

En todo el mundo, una gran proporción de los ingresos y la productividad


de los migrantes se desperdicia debido a la explotación, la discriminación,
y el cobro de “cuotas” exorbitantes a lo largo del proceso migratorio. No
es de extrañar que los migrantes tengan que entregar las ganancias de
largo plazo a los llamados agentes de contratación sólo por conseguirles
un trabajo en el extranjero.

52 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
Resulta entonces necesario establecer objetivos para atenuar este des-

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


perdicio de productividad. En este sentido, la oim aboga por la inclusión de
la protección de los derechos y el empoderamiento de los migrantes como
tema estratégico para el desarrollo.
Hay derechos básicos que involucran la libertad y que previenen el
abuso y la explotación, aunque, lamentablemente, en el caso de los mi-
grantes muy a menudo se violentan. El respeto de los derechos básicos
implica, entre otras cosas, que se respete cualquier contrato laboral fir-
mado por el migrante, que se pueda denunciar cualquier abuso del que se
sienta víctima, que pueda disponer de su pasaporte y salir del país cuando
lo desee, etc.
La oim identifica como clave el bienestar y el respeto de los derechos de
todos los migrantes independientemente de su nacionalidad, sexo o estatus
migratorio. La transgresión de estos derechos reduce de manera drástica
la capacidad del migrante para participar en el desarrollo de sus países de
origen, ya que incide de manera directa sobre sus ingresos y su bienestar.
Mientras que por una parte la aplicación de estos derechos incrementa li-
geramente el costo de contratar a un trabajador migrante, por la otra, como
asunto de ética y de responsabilidad social, los empleadores contribuyen a
su vez de manera indirecta en el desarrollo del país de origen de la persona
trabajadora migrante.
La oim posee un amplio catálogo de proyectos de protección de traba-
jadores migrantes. Desde principios de la década de los años cincuenta la
migración laboral ha sido una opción de vida valorada y beneficiosa para
muchas personas. En los últimos años, y a causa de la migración laboral tan-
to interna como externa, en todo el mundo se han dado numerosos abusos
en cuanto a la trata de personas con fines de explotación laboral. En Ban-
gladesh, por ejemplo, hay un aumento en el número de hombres, mujeres
y niños identificados como víctimas de trata con fines de trabajo forzado,
incluido el trabajo industrial en condiciones peligrosas y la servidumbre do-
méstica. En este sentido, diversos esfuerzos de la oim sobre la naturaleza del
problema de abusos en la migración laboral ayudaron a sacar a la luz esas
formas de trata de personas y su relación con la migración laboral interna
y externa. Estas iniciativas han contribuido a reconocer cada vez en mayor

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 53
medida la existencia de la trata de trabajadores migrantes, algo que llevó al
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

gobierno de Bangladesh a solicitar la asistencia de la oim para brindar apo-


yo técnico en la redacción de una ley integral que haga frente a todas las
formas de trata, incluyendo aquella relativa a la explotación laboral.
Por medio del informe y sus recomendaciones, el gobierno de Bangla-
desh y la oim programaron diversas acciones para mitigar la migración labo-
ral en condición de esclavitud; a saber, la oim:

n Recomendó que se elaborara y promulgara una legislación que cas-


tigue el trabajo forzado de las personas. Para tal fin, prestó asistencia
técnica y promovió el diálogo entre las partes involucradas para que
esa ley sea una realidad.
n Apostó por que se instruyan más procesos penales contra los culpables
de abusos laborales. Para ello, habrá que basarse en la normativa la-
boral y en el manual de capacitación que se desarrolló para organizar
cursos de formación para las autoridades competentes.
n De manera análoga prestará asistencia técnica y operativa con el fin de:
mejorar la supervisión de las agencias de reclutamiento internacional
de Bangladesh para optimizar la transparencia del proceso migratorio;
proporcionar servicios de protección para las víctimas de trata, y mejorar
la asistencia consular en las embajadas en el extranjero para combatir
eficazmente la trata de mano de obra.

Optimización de la gestión de las remesas

A pesar de que las remesas representan el vínculo más visible y directo


entre la migración y el desarrollo, sigue siendo un reto maximizar su im-
pacto en el potencial de desarrollo, tanto en los países de origen como en
los de destino.
Uno de los objetivos de la oim es fortalecer las capacidades de los go-
biernos y facilitar el desarrollo de políticas y mecanismos que mejoren los
servicios de remesas. Debido al gran volumen de las remesas que son cana-
lizadas a los países de origen y al papel que éstas pueden desempeñar en el
desarrollo de las comunidades de procedencia de los trabajadores migran-

54 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
tes, cada vez son más los países incentivados a incluir el uso productivo de

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


las remesas en sus planes e iniciativas de desarrollo. Si bien con las remesas
no se mitiga la pobreza, ni se solucionan por completo las necesidades de
los países en desarrollo, como tampoco se sustituye la asistencia oficial
para el desarrollo, gracias a ellas los migrantes desempeñan un papel cen-
tral en el desarrollo de sus países de origen.
En otro orden de cosas, debido a las posibles ganancias que los indivi-
duos obtienen cuando migran y a las cantidades de dinero que el mismo
migrante envía a su hogar, las familias de los migrantes se enfrentan en sus
países de origen con la administración de cantidades de dinero considera-
blemente mayores a las acostumbradas. Esto suscita preocupación entre
los responsables políticos y diversas organizaciones no gubernamentales,
ya que la toma de decisiones financieras en los hogares de migrantes po-
dría no ser tan buena, especialmente en aquellos cuyos miembros tienen
poco tiempo de haber emigrado. Motivada por estas preocupaciones, la oim
ofrece educación financiera a los trabajadores migratorios y a sus fami-
liares en los países de origen. Igualmente, se llevan a cabo programas de al-
fabetización financiera en el marco de los programas de capacitación de
orientación previos a la partida.
Al respecto, la oim, ha estado implementando proyectos de esta índole a
poblaciones migrantes; un ejemplo de ello son las capacitaciones en mate-
ria de alfabetización económica para invertir mejor los recursos generados
de la migración, dirigidas a las poblaciones indígenas Ngäbe-Buglé que ha-
bitan estacionalmente entre Panamá y Costa Rica, dadas las vicisitudes de
las cosechas de café.
Otras políticas que cabe tener en cuenta con respecto a las remesas son
aquellas que apuntan a los impactos positivos que generan las intervencio-
nes destinadas a facilitar el acceso al ahorro en los hogares de los migrantes,
tanto en sus países de origen como en los de destino. Al respecto, existen
fuertes evidencias de que los migrantes tienen preferencias sobre el uso de
las remesas que envían a sus hogares, en especial sobre las cantidades que
se destinan al ahorro.
En el caso de que el objetivo fuera elevar los niveles de ahorro en los
países de origen, habría que priorizar las intervenciones que busquen am-

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 55
pliar el acceso a servicios de ahorro formales. Si el objetivo político incluye
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

el aumento del ahorro de los migrantes en los países de acogida, entonces,


sería igualmente una buena idea facilitar el acceso a los servicios financieros
en el país de destino.5
La oim identifica como algo esencial la disminución del costo de los en-
víos de las remesas. En el terreno político, la evidencia sugiere que las refor-
mas que reducen las tasas del envío pueden tener grandes impactos sobre
el flujo de las mismas.
Un enfoque importante que se debe tener en cuenta y que ha sido ex-
perimentado en una variedad de contextos con éxito es la mejora en la ca-
lidad de la información que poseen los migrantes para comparar las tarifas
de transacción de las remesas. Esta información incide sobre la capacidad
crítica del migrante y le ayuda a valorar una decisión más atinada para sus
intereses. Los migrantes que son capaces de enviar sus remesas por medio
de tasas comparativamente inferiores tienden a enviar más remesas. Ade-
más, contar con mejores herramientas para comparar esta suerte de costos
podría a largo plazo catalizar la competencia entre empresas que ofrecen
servicios similares y hacer bajar los precios. De manera análoga, algo que
ayuda al envío es la fluidez de la información entre el migrante y su familia
en el país de origen.
De cualquier forma es importante tener en cuenta que las remesas son
recursos privados de los migrantes y la oim no tiene injerencia alguna so-
bre la direccionalidad de este flujo monetario.
Otro punto cardinal que habría que explorar en el vínculo entre mi-
gración y desarrollo son las políticas que tratan la canalización de las
remesas a propósitos que fomentan el desarrollo. Si bien es cierto que
los migrantes valoran poseer el control sobre sus ahorros, tanto en el
país de origen como en el de destino, ello no es óbice para que simul-
táneamente puedan tener otras preferencias más allá del ahorro en sus
países de origen. Bajo este prisma, estas preferencias pueden tener un
extraordinario potencial en el caso de que los migrantes deseen usar

5 Ibid., p. 13.

56 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
esas remesas para propósitos afines al desarrollo a largo plazo. Por ejem-

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


plo, los migrantes pueden tener fuertes deseos de que sus remesas se
usen para fines productivos como la inversión, la vivienda, la educación,
o bien otros propósitos que mejoren la perspectiva de los ingresos de
sus hogares a largo plazo o generen otros efectos positivos en ellos.
De forma paralela, podrían preferir también que algunos de los fondos
remitidos se usaran directamente para financiar programas públicos u
otro tipo de inversiones comunitarias. Los migrantes podrían entonces
enviar más remesas si existieran maneras más confiables de canalizar sus
fondos a fines de esta índole.
La oim posee una extensa trayectoria y experiencia en la implementa-
ción de proyectos destinados a la optimización de la gestión de las remesas.
Por ejemplo, desde 1995, Camboya se ha clasificado como un país de emi-
gración y, al mismo tiempo, como una fuente importante de trabajadores
para otros países asiáticos. De hecho, el gobierno de Camboya anima a sus
ciudadanos a buscar empleo en el extranjero. A medida que aumenta la
migración laboral, también lo hacen los flujos monetarios transfronterizos
derivados de estas actividades.
De manera paralela, los resultados de la investigación de la oim sobre
el análisis de los impactos de las remesas de los trabajadores migrantes
camboyanos en Tailandia y en las comunidades locales en Camboya6 re-
velaron el importante número de hogares encabezados por mujeres mi-
grantes en Prey Veng que gestionaban las remesas. En 90.2% de los casos
registrados, las remesas fueron administradas por la esposa o la madre del
migrante. La necesidad de servicios financieros para los hogares de mi-
grantes también fue identificada como una prioridad. Tradicionalmente,
los trabajadores migrantes y sus familias han sido obviados por las insti-
tuciones dedicadas a las microfinanzas en Camboya. No obstante, a la luz
de estos datos y de las poderosas sinergias entre migración y desarrollo, la
oim y el gobierno de Camboya trabajaron en la conocida brecha que hay

6 oim, Analyzing the Impact of Remittances from Cambodian Migrant Workers in Thai-
land on Local Communities in Cambodia, Phnom Penh, oim, 2010.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 57
en la prestación de servicios relacionados con las remesas de los trabaja-
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

dores migrantes y sus familias.


El objetivo de la oim en este proyecto es fortalecer la capacidad del go-
bierno de Camboya, así como la del sector financiero local, para responder
a las necesidades de las comunidades de migrantes y mejorar los servicios fi­-
nancieros. Las acciones tuvieron como socios clave al Ministerio de Asuntos
de la Mujer y a instituciones dedicadas a las microfinanzas. Miembros de es-
tas instituciones fueron instruidos para que, a su vez, pudieran replicar tales
capacitaciones en madres o esposas de migrantes cabezas de hogar. Un ob-
jetivo del proyecto fue alentar el desarrollo de la microempresa y facilitar el
desarrollo colectivo como mecanismo para lograr la seguridad social. Todas
estas actividades intensifican el empoderamiento de las mujeres y traen be-
neficios a la comunidad en su conjunto. Los resultados del proyecto podrán
utilizarse igualmente durante las sesiones de orientación anteriores a la partida
de los trabajadores migrantes y sus familias, como un medio para aumentar
el conocimiento sobre las herramientas y las oportunidades de inversión.
Además de todas estas actividades, la oim apoyó debates para mejorar
y ampliar el alcance de las remesas y la migración laboral internacional. En
este sentido, ofreció a las partes clave del gobierno, instituciones de micro­fi-­
nanzas y otros, la oportunidad de discutir las implicaciones políticas, eco-
nómicas y legales de canalizar formalmente el dinero de las remesas.

La oim y los desafíos del binomio migración-desarrollo

Un aspecto sobre el que arroja luz el Informe sobre las migraciones en el


mundo 2013 (la publicación bienal más destacada de la oim) es la poca
atención que ha despertado hasta ahora el bienestar de los migrantes,
parte innegociable y esencial para una futura agenda sobre migración y
desarrollo.7

7 oim, Informe sobre las migraciones en el mundo 2013. El bienestar de los migrantes y el
desarrollo, Ginebra, oim, 2013.

58 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
Se puede afirmar que los temas relacionados con el bienestar de las per-

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


sonas migrantes que más se han estudiado han estado ligados con temas
financieros y laborales, especialmente aquellos relativos a las remesas, los
ingresos y la actitud del mercado laboral (incluidos el empleo y los secto-
res de ocupación principales de los migrantes). De igual manera, hay un
número importante de estudios relacionados con el éxito educativo de los
migrantes y otras variables educativas, a las que se ha tendido a vincular con
áreas financieras y futuras ocupaciones de los migrantes.
En contraste, todo lo relacionado con la satisfacción de necesidades
básicas de los migrantes presenta carencias significativas, al igual que lo
relativo al bienestar comunitario, quizás mucho menos con respecto a la
discriminación, las habilidades lingüísticas y el estatus legal, pero notable-
mente más si se hace referencia a niveles de integración y participación en
esferas tan dispares como la política, la religión, la cultura y la cívica. Sin
duda, lo más olvidado ha sido el bienestar más íntimamente ligado con el
bienestar social. Hay muy pocos estudios que traten la calidad, la cantidad
y el funcionamiento de las redes sociales informales en destino y, en ciertos
casos, también las formales.
Hay numerosas disyuntivas conscientes a las que hacen frente los mi-
grantes, lo que conlleva desarraigo y problemas sociales, como la separa-
ción de la familia. De hecho, los efectos positivos de la migración están lejos
de garantizarse. Se requiere la atención de los gobiernos para que se dedi-
quen a mejores prácticas en el aumento de la movilidad segura y ordenada
y la reunificación familiar.
A grandes rasgos, se puede afirmar que el estudio entre el vínculo mi-
gración y desarrollo se ha focalizado en aspectos financieros, se ha tratado
desde una perspectiva esencialmente económica y se ha relegado a un se-
gundo plano la integración a distintos niveles sociales de la población mi-
grante. En este orden de cosas, la oim trata de incorporar en sus acciones
un enfoque de desarrollo que no se limite únicamente a conceptos como la
productividad, la riqueza o los ingresos.
En el Informe, por medio de una metodología que distribuye la geo-
grafía migratoria mundial entre Norte y Sur, se compara el bienestar de los
migrantes que han vivido en un país diferente al suyo, por lo menos cinco

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 59
años, con estimaciones de lo que podría haber sido su vida si hubieran
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

permanecido en su país. Algunas conclusiones interesantes son: mientras


en el Norte, los migrantes suelen considerar que llevan una vida más sa-
tisfactoria en comparación con las personas con un perfil semejante en
sus países de origen, los migrantes en el Sur tienden a considerar, por el
contrario, que su vida es semejante, o peor, que la de las personas con un
perfil equivalente en el país de origen.
De manera paralela, en el Norte es más probable que los migrantes
estén en una situación de desempleo o subempleo comparados con los
nacidos en el país de destino: 26% está subempleado y 13% desempleado
(en comparación con 18% y 8%, respectivamente, de los nacidos en el
país).8 Entre 31% y 35% de los migrantes que se desplazan de Sur a Nor-
te se ubican en el quintil más pobre de la distribución de los ingresos, casi
el doble de probabilidades de estar en ese quintil que los nacidos en el
país (18%). Los migrantes Sur-Norte de larga data están ligeramente mejor
que los recién llegados.9
Respecto a la necesidades básicas, los migrantes Sur-Norte tienen que
luchar mucho más para satisfacerlas que los nacidos en el país de destino,
especialmente los recién llegados. En general, 28% afirma no haber dis-
puesto de suficiente dinero para comprar los alimentos necesarios, en com-
paración con 11% de los nacidos en el lugar, así como para contar con una
vivienda adecuada (19% y 8%, respectivamente).10
En relación con los ingresos familiares, los resultados indican que los
migrantes procedentes del Sur no tienen una situación tan buena como
los nacidos en los países de destino. Por ejemplo, 12% de los migrantes
Sur-Norte encuentran muy difícil subsistir con el dinero que perciben (en
comparación con sólo seis por ciento de los nacidos en el país) y son po-
cos los que viven con comodidad.11

8 Ibid., p. 188.
9 Ibid., p. 126.
10 Ibid., p. 130.
11 Ibid., p. 133.

60 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
Lo arriba expuesto ahonda en la necesidad de una mayor cantidad de

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


estudios y praxis política que aúnen migración y desarrollo, que mantengan
un foco no sólo en el crecimiento económico y otros aspectos monetarios y
financieros, sino también en el bienestar de las personas migrantes. A pesar
de ello, la oim reconoce los esfuerzos llevados a cabo y el importante valor de
las diversas iniciativas que se han concretado hasta la fecha; entre ellas cabe
destacar el Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo (fmmd) y el Diálogo
de Alto Nivel sobre Migración Internacional y Desarrollo.
En 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas convocó su
primer Diálogo de Alto Nivel sobre Migración Internacional y Desarro-
llo. Ese evento se considera un punto de inflexión en el debate entre
ambos, e incluso en otros aspectos de la migración internacional. Desde
entonces, la comunidad internacional reconoce y es más consciente del
estrecho vínculo entre ambos; la migración es una realidad inevitable
ante la que no caben velos y que, lejos de ser un fenómeno negativo,
puede constituir un encuentro, una oportunidad de crecimiento mutuo.
Como ya se mencionó, la migración puede ser un beneficio para todas
las partes implicadas: los migrantes y sus familias, los países de acogida
y los de origen.
En una dimensión análoga, uno de los principales resultados del Diá­
logo de Alto Nivel fue la programación de un proceso consultivo mun-
dial dirigido por los gobiernos, pero de carácter inclusivo: el fmmd, que
se ha celebrado todos los años desde 2007. Se trata de un foro con carác-
ter informal, no vinculante; es más bien un medio para fomentar el diá-
logo y el debate. Entre los participantes en el fmmd destacan: gobiernos,
organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales y
diversos actores de los sectores académico y privado. El objetivo pri-
mordial del fmmd es explorar los múltiples vínculos entre la migración
y el desarrollo.
Que la propia naturaleza de la problemática suscitada entre migración
y desarrollo está mutando con base en el bienestar de las personas migran-
tes es algo que se puede corroborar en el fmmd. El Foro trabajó durante
largo tiempo con un concepto amplio del desarrollo dirigido, en particular
durante los primeros años, al desarrollo económico, la fuga de talento, las

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 61
remesas, las contribuciones de las diásporas, la reducción de costos del re-
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

clutamiento, los créditos de interés bajo para migrantes, etc. Actualmente el


Foro está cambiando para enfocarse de forma sustancial hacia el desarrollo
humano, en parte por la propia naturaleza evolutiva del Foro y en parte de-
bido a desarrollos externos, como por ejemplo la publicación del Informe
sobre desarrollo humano 2009 del Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (pnud), en el que se expone un concepto de desarrollo mu-
cho más multidimensional que incluye crecimiento humano, económico y
social, y exige la atenta mirada de los actores involucrados en el vínculo
migración y desarrollo.12
A pesar de esos avances en el diálogo y, en menor grado, en la coo-
peración a escala mundial, queda mucho por estudiar y por hacer con la
problemática que envuelve la migración y el desarrollo. Según un estudio
de la oim y el pnud,13 la migración sigue sin estar adecuadamente integrada
en los marcos de desarrollo y políticas sectoriales más amplias, tanto en los
planos nacional y local como en las agendas mundiales del desarrollo.
Al mismo tiempo, existen poderosas razones para ser positivo en el trata­
miento del vínculo migración y desarrollo. McKenzie y Yang ponen énfasis
sobre la necesidad de más estudios que vinculen migración y desarrollo, y ayu-
den a corroborar o desmentir la eficiencia de ciertas políticas. Sin embargo, es
evidente que una buena gestión del binomio migración-desarrollo repercute
positivamente. Hasta ahora, entre las políticas que de manera más recurrente
han demostrado ser exitosas en catalizar estas sinergias están las siguientes:
los acuerdos bilaterales para el trabajo estacional con trabajadores cuyas
oportunidades de migrar de manera legal son muy reducidas; el desarrollo
de nuevos productos financieros para los migrantes, que les permitan ges-
tionar de una forma más eficiente sus remesas; la capacitación a los migran-
tes y sus familias en materia financiera; la reducción del costo de las remesas

12 pnud, Informe sobre desarrollo humano 2009. Superando barreras: movilidad y desarro­-
llo humanos, Nueva York, pnud/Mundi-Prensa, 2010.
13 oim/Departamento de Asuntos Económicos y Sociales-onu, Migration and Human
Mobility, mayo de 2012, en http://www.un.org/millenniumgoals/pdf/Think%20Pieces/
13_migration.pdf (fecha de consulta: 21 de abril de 2016).

62 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
y los costos derivados de la migración, y la eliminación de barreras de cual-

Thomas Lothar Weiss y Joan Andreu Serralta Lorente


quier tipo a la migración desde los países de origen.14
Como ya se ha advertido, lamentablemente hay pocas evidencias empí-
ricas acerca de cómo y dónde operan las conexiones entre migración y de-
sarrollo a lo largo del proceso migratorio, comprendido éste en su totalidad.
Los Estados no han alcanzado todavía un consenso sobre el propósito
de gran alcance de la cooperación en materia de migración y desarrollo,
pero han reconocido algunos problemas y necesidades comunes. La bús-
queda de una mejor gobernanza multilateral de la migración internacional
debe empezar por tomar en consideración qué funciones se han de im-
plementar para todas las partes implicadas (países de origen y destino, y
migrantes). Una plataforma para el desarrollo de la gobernabilidad debe
de ser inclusiva; no sólo los Estados deben llevar el peso del discurso y de
las acciones, sino también la sociedad civil y el sector privado. Involucrar a
estas partes es un imperativo y un reto para una futura agenda sobre migra-
ción y desarrollo.
Para transitar hacia marcos de cooperación sobre la migración inter-
nacional más inclusivos e integrales, los actores tendrán que reconocer
que pueden llegar a tener metas diferentes, llegar a entendimientos en
los que sea posible empezar a construir sobre objetivos comunes reco-
nocidos. Esto, actualmente, incluye la necesidad de: contar con un mayor
conocimiento y una mejor comprensión de los fenómenos migratorios;
reducir el número de migrantes violentados durante el tránsito; reducir
la influencia de redes criminales; minimizar las tensiones entre las comu-
nidades de origen y las de acogida; mayor seguridad humana y dignidad
para los migrantes, y mayor capacidades técnicas para ejecutar políticas
adaptadas.15 En este sentido, iniciativas como el fmmd o el Diálogo de Alto
Nivel sobre Migración Internacional y Desarrollo representan plataformas

14 D. McKenzie y D. Yang, op. cit, p. 30.


15 Kathleen Newland, “El fmmd y la gobernanza de la migración internacional”, en Irena
Omelaniuk (ed.), Perspectivas globales sobre migración y desarrollo. fmmd Puerto Va-
llarta y más allá, Dordrecht/México/Ginebra, Springer Netherlands/Unidad de Política
Migratoria-Segob/spmar-Segob /oim, 2013, p. 269.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022 63
ejemplares y necesarias. En el mismo sentido, la oim sigue operando y op-
Migración, desarrollo y la Organización Internacional para las Migraciones

timizando el vínculo entre migración y desarrollo para el mayor beneficio


de los migrantes y sus comunidades de origen y destino, por medio de su
amplia gama de proyectos y programas ejecutados en la casi totalidad de
los países del mundo.

64 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 37-64, ISSN 0185-6022
¿Un puente hacia la integración?
Las políticas mexicanas de vinculación
con la diáspora

A Bridge to Integration? Mexico’s Diaspora Policies

Alexandra Délano Alonso


The New School
delanoa@newschool.edu

Resumen:
En este ensayo se describe cómo los programas del ime enfocados al acceso a educación y salud
para los migrantes mexicanos en Estados Unidos contribuyen a que esta población pueda adqui-
rir el conocimiento y las capacidades necesarias para poder acceder a servicios y participar en
algunas de las instituciones de la sociedad del país en el que reside. Las características socioeco-
nómicas y el estatus migratorio de los mexicanos en Estados Unidos, lo mismo que el contexto
del país receptor, son fundamentales para explicar la brecha que llenan otros actores más allá del
gobierno estadunidense, incluyendo organismos de la sociedad civil o gobiernos de otros países,
para apoyar el proceso de integración como un mecanismo para el acceso a derechos.

Abstract:
This essay examines how the Institute of Mexicans Abroad’s programs, focused on assistance
for Mexican migrants in the United States in areas such as education and health, contribute to
providing information and skills that allow them to access services and participate in institutions
in their country of destination. The socioeconomic characteristics of Mexicans in the United Sta-
tes and their migratory status, as well as the political and institutional context of the country of
destination are critical to understand the space within which actors beyond the US government,
including civil society groups and the governments of other countries —  in this case Mexico —
fulfill the role of supporting integration, as a mechanism to provide access to rights.

Palabras clave:
Diáspora, políticas de vinculación con la diáspora, integración, transnacionalismo, política exte-
rior, migración, mexicanos en el exterior.

Key Words:
Diaspora, diaspora policies, integration, transnationalism, foreign policy, migration, Mexi-
cans abroad.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
¿Un puente hacia la integración?
Las políticas mexicanas de vinculación
con la diáspora1

Alexandra Délano Alonso

De 2003 a 2011, el decreto de creación del Instituto de los Mexicanos en


el Exterior (ime) lo describía como parte de la responsabilidad de la Secre-
taría de Relaciones Exteriores (sre) de mejorar la calidad de la vida de los
mexicanos en el extranjero. Ese objetivo abarcaba actividades relacionadas
con la prevención, la atención y el apoyo y la compilación de propuestas
y recomendaciones dirigidas a mejorar el desarrollo social de las comuni-
dades de mexicanos en el extranjero, las cuales eran presentadas por los
consejos consultivos constituidos por representantes de esas comunida-
des.2 Mejorar la calidad de vida de los mexicanos en el extranjero es una

1 Partes de este ensayo se publicaron en Alexandra Délano, México y su diáspora en Estados


Unidos: las políticas de emigración desde 1848, México, El Colegio de México, 2014; A. Délano,
“The Diffusion of Diaspora Engagement Policies: A Latin American Agenda”, en Political
Geography, vol. 41, julio de 2014, pp. 90-100; A. Délano, “La semana de dere­chos labora-
les”, en Letras Libres, 5 de septiembre de 2013, disponible en http://www.letraslibres.com/
blogs/frontera-adentro/la-semana-de-derechos-laborales (fecha de consulta: 18 de abril de
2016); A. Délano, “A diez años del Instituto de los Mexicanos en el Exterior”, en Letras Li-
bres, 9 de enero de 2013, disponible en http://www.letraslibres.com/blogs/frontera-adentro/
diez-anos-del-instituto-de-los-mexicanos-en-el-exterior?page=0,1 (fecha de consulta: 18 de
abril de 2016), y A. Délano, “¿Un año muy positivo para la migración?”, en Letras Libres,
23 de diciembre de 2013, disponible en http://www.letraslibres.com/blogs/frontera-adentro/
un-ano-muy-positivo-para-la-migracion (fecha de consulta: 18 de abril de 2016).
2 sre, “Decreto por el que se crea el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, con el carác-
ter de órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Relaciones Exteriores”,
Diario Oficial de la Federación, 16 de abril de 2003, primera sección, p. 1.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
idea muy amplia; en el caso de México incluye programas que abarcan
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

la promoción de servicios de educación, salud, la atención de derechos labo-


rales, liderazgo y educación financiera para los migrantes en Estados Uni-
dos, los cuales se proporcionan por medio de los consulados y sus agencias
socias (escuelas, grupos sin fines de lucro, oficinas gubernamentales locales,
estatales y federales de ese país, clínicas y hospitales, bancos y otras insti-
tuciones financieras, y empresas).
En noviembre de 2011 se reformó el decreto del ime para incluir estas
actividades como parte del objetivo de promover la integración de los mi-
grantes en su país de residencia:

El objeto del Instituto de los Mexicanos en el Exterior será promo­-


ver estrategias, integrar programas, recoger propuestas y recomen­
daciones de las comunidades, sus miembros, sus organizaciones
y órganos consultivos, tendientes a fortalecer sus vínculos con
México y fomentar su integración en las sociedades en las que re-
siden y se desenvuelven, así como ejecutar las directrices que ema-
nen del Consejo Nacional para las Comunidades Mexicanas en el
Exterior.3

Señalar “la integración dentro de las sociedades en las que residen” como un
objetivo explícito que forma parte de la responsabilidad del gobierno para
dar “apoyo y protección a los mexicanos en el exterior” es un aspecto inno-
vador de la política exterior de México y representa un cambio significativo
en la forma en que comúnmente se concibe el proceso de adaptación de
los migrantes y su acceso a derechos en sus sociedades de destino.
La integración se ha visto tradicionalmente como un tema que corres-
ponde al gobierno o a la sociedad del país en el que residen los migrantes.
Desde esta perspectiva, México consideraba que era un tema de la política

3 sre,“Decreto que reforma el diverso por el que se crea el Instituto de los Mexicanos en
el Exterior, con el carácter de Órgano Administrativo Desconcentrado de la Secretaría
de Relaciones Exteriores”, Diario Oficial de la Federación, 14 de noviembre de 2011,
primera sección, p. 2 (las cursivas son de la autora).

68 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
interna de Estados Unidos. El cambio en las características de los flujos

Alexandra Délano Alonso


migratorios, principalmente el fin de la circularidad que existía hasta me-
diados de los años ochenta, obligó, sin embargo, al gobierno mexicano a
adaptar sus políticas a la realidad de que la mayoría de los migrantes ya no
regresan a México y requieren atención y servicios en Estados Unidos con
un enfoque hacia una migración de largo plazo o permanente. El cambio
gradual hacia el desarrollo de programas que ayuden a los migrantes a
acercarse y participar en las instituciones dentro del país en el que se en-
cuentren (desde escuelas, hospitales, hasta organizaciones sociales o mo-
vimientos políticos), a la par de programas que continúen promoviendo la
cultura mexicana y los vínculos con México, también reflejan una mayor
aceptación del argumento que algunos estudiosos del transnacionalismo
han propuesto de que no hay una contradicción entre la integración en el
país receptor y mantener vínculos cercanos con el país de origen.4
En 2013, Javier Díaz de León, entonces director ejecutivo del ime,
explicaba que el cambio en el posicionamiento explícito de México so-
bre este tema al reformar el decreto del ime era parte de un “cambio
de paradigma”.5 El ime consideraba necesario diversificar su agenda para
promover la vinculación de los migrantes con México a la par de un reco-
nocimiento de su transnacionalidad y la necesidad de apoyar su integra­
ción en su país de destino.6 Según Díaz de León, estos dos objetivos
debían verse reflejados claramente en el decreto, pues “es tan importante
[que los migrantes] mantengan sus vínculos con México como ayudarles
a estar allá”.7

4 Véase Robert Courtney Smith, Mexican New York: Transnational Lives of New Immi-
grants, Berkeley, University of California Press, 2005.
5 Díaz de León explicó que el cambio también se había debido en parte a una cuestión
administrativa, pues demostrar cómo los programas del ime contribuían a mejorar la
calidad de vida de los mexicanos en el exterior era muy complicado por ser “algo intan-
gible” y la definición de este objetivo “era muy vaga”. Entrevista con Javier Díaz de León,
16 de enero de 2013.
6 Entrevista con J. Díaz de León y J. Díaz de León, comunicación personal, 3 de julio de 2014.
7 Entrevista con J. Díaz de León.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 69
Aunque es posible aseverar que los programas del ime contribuyen a
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

la integración de las comunidades mexicanas en Estados Unidos,8 en el


sentido amplio de que “apoyan el proceso mediante el cual los migrantes
se vuelven miembros de una comunidad”, como lo define Walter Hirsch,9
el ime no proporciona una definición específica de lo que considera integra­-
ción, un concepto que se ha debatido por décadas en el ámbito académico
(a la par de otros términos que se usan en el mismo contexto como asimi-
la­­ción, incorporación, inclusión o aculturación) y que incluye considera-
ciones que van desde la identidad, la cultura y los valores hasta procesos
formales como la naturalización. Desde esta perspectiva, sin una defini-
ción clara del término integración, la manera en que el ime ha rede­finido
sus objetivos para poder tener medidas más específicas sobre la integra-
ción de los migrantes en sus sociedades receptoras no es menos vaga que
la idea de “mejorar la calidad de vida de los migrantes”.
A falta de una definición específica, para objeto de este análisis, la in-
terpretación sobre lo que constituye integración desde la perspectiva del
gobierno mexicano puede basarse en la descripción de cada uno de los pro-
gramas del ime y la prioridad que se ha dado a la provisión de información y
herramientas para el desarrollo de capacidades y el empoderamiento de los
migrantes por medio de iniciativas en las áreas de educación, salud, dere-
chos laborales, educación financiera y liderazgo. Estos programas pueden
considerarse como una herramienta para la integración desde una pers-
pectiva “estructural” en el sentido de que contribuyen a que las personas
“adquieran los derechos y el acceso a posiciones y estatus de membrecía
en las principales instituciones de la sociedad receptora”, que determinan
el estatus socioeconómico, el acceso a oportunidades y los recursos de las
personas: “la economía y el mercado laboral, la educación y los sistemas de
calificación, el sistema de vivienda, las instituciones que ofrecen prestacio-

8 Véase A. Délano, “Immigrant Integration vs. Transnational Ties: The Role of the Sending
State”, en Social Research, vol. 77, núm. 1, primavera de 2010, pp. 237-268.
9 Walter Hirsch, “Assimilation as Concept and as Process”, en Social Forces, vol. 21, núm. 1,
octubre de 1942-mayo de 1943, pp. 35-39.

70 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
nes sociales, incluyendo el sistema de salud, y la ciudadanía como membre-

Alexandra Délano Alonso


cía en la comunidad política”.10
En este ensayo se describe cómo los programas del ime enfocados al acceso
a educación y salud para los migrantes mexicanos en Estados Unidos contri-
buyen a que esta población pueda adquirir el conocimiento y las capacidades
necesarias para acceder a servicios y participar en algunas de las instituciones
de la sociedad del país en el que reside, hasta donde lo permite su estatus
migratorio. Aunque los objetivos del ime están planteados ampliamente para
el total de la población mexicana en el exterior, es claro que quienes más re-
quieren este tipo de apoyos son los migrantes que residen en Estados Unidos,
en especial la población indocumentada. Las características socioeconómicas
y el estatus migratorio de los mexicanos en Estados Unidos, así como el con-
texto del país receptor, son fundamentales para explicar la brecha que llenan
otros actores más allá del gobierno estadunidense, incluyendo organismos
de la sociedad civil o gobiernos de otros países, para apoyar el proceso de
integración como un mecanismo para el acceso a derechos.11
A su vez, el contexto de Estados Unidos, en donde hay un gran número
de organizaciones de la sociedad civil, apoyadas por redes de filantropía,
también explica el éxito de la colaboración que ha habido entre el gobierno
mexicano y sus agencias socias en Estados Unidos, sin las cuales no po-
dría lograr sus objetivos de conectar a los migrantes con las instituciones
y los programas que hay dentro de este país. Como lo señalan Xóchitl
Bada y Shannon Gleeson,12 para lograr proteger los derechos de los migran­
tes y que sus iniciativas tengan impacto y visibilidad, los consulados de-
penden en gran parte de las redes de la sociedad civil existentes.

10 Friedrich Heckmann, Integration and Integration Policies: imiscoe Network Feasibility


Study, Bamberg, Europäisches Forum für Migrationsstudien (efms)-Institut an der Uni-
versität Bamberg, 2006, p. 15, disponible en http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0168-
ssoar-192953 (fecha de consulta: 19 de abril de 2016).
11 Michael Fix (ed.), Securing the Future: US Immigrant Integration Policy: A Reader,
Washington, D. C., Migration Policy Institute, 2007.
12 Xóchitl Bada y Shannon Gleeson, “A New Approach to Migrant Labor Rights Enforce-
ment: The Crisis of Undocumented Worker Abuse and Mexican Consular Advocacy in
the United States”, en Labor Studies Journal, vol. 40, núm. 1, marzo de 2015, pp. 32-53.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 71
Educación: Plazas Comunitarias, ime Becas y Ventanillas
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

de Oportunidades Educativas

Una de las características distintivas de la población mexicana residente


en Estados Unidos es su bajo nivel de educación. Cerca de cincuenta por
ciento de los migrantes mexicanos sólo ha completado estudios de secunda­
ria o un grado menor. En 2014, únicamente seis por ciento de los migrantes
mexicanos en Estados Unidos tenía estudios profesionales o de licenciatura,
comparado con 29% para el total de la población migrante en ese país. En
general, los migrantes mexicanos de segunda generación presentan nive­-
les más altos de educación, aunque se mantienen por debajo de otros grupos
de inmigrantes. En el caso de los jóvenes nacidos en México que llegaron
a Estados Unidos antes de los 15 años (o la generación 1.5) y son indocu-
mentados, hay un alto índice de deserción escolar.13
Los bajos niveles de educación de los migrantes mexicanos se relacio-
nan con factores como el estatus migratorio irregular, la concentración
de esta población en el sector laboral de bajo ingreso y baja calificación, la
barrera del idioma y la alta proporción de migrantes que viven en condi­
ciones de pobreza. Aunque varios estados de la Unión Americana tienen
programas para promover la educación de todos los residentes, sin im-
portar su estatus migratorio, en muchos casos, el temor a ser identificados
como indocumentados o enfrentar discriminación por su estatus migrato-
rio limita su participación en estos programas, particularmente en el caso
de los adultos. Aunado a ello, las condiciones de pobreza en las que viven
un gran número de inmigrantes indocumentados muchas veces los obligan
a trabajar más de dos turnos, por lo que no tienen tiempo para dedicarse a
los estudios.
Un alto porcentaje de niños de familias inmigrantes tienen padres que
no han completado estudios de preparatoria. El bajo nivel de educación
de los padres, y en algunos casos sus limitaciones en cuanto al dominio

13 Jie Zong y Jeanne Batalova, “Mexican Immigrants in the United States“, en Migration
Information Source, 17 de marzo de 2016, en http://www.migrationpolicy.org/article/
mexican-immigrants-united-states (fecha de consulta: 9 de mayo de 2016).

72 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
del inglés, tiene un efecto negativo en los niños y jóvenes porque no re-

Alexandra Délano Alonso


ciben el apoyo necesario ni para hacer sus tareas escolares ni para que
se les motive a continuar sus estudios o se les apoye para acceder a la
información sobre cómo lograrlo. En los casos de familias de bajos recur-
sos, la situación de pobreza, las malas condiciones de vivienda, la mala
nutrición o la necesidad de participar en las tareas del hogar derivan en
un bajo desempeño escolar por parte de los niños y jóvenes, y hasta en la
deserción escolar.
Uno de los principales programas que ha desarrollado el gobierno
mexicano para cerrar esta brecha es el de las Plazas Comunitarias. Por me-
dio de la colaboración entre el Instituto Nacional para la Educación de
los Adultos (inea), el ime, los consulados y las agencias socias en Estados
Unidos (escuelas públicas, centros comunitarios, universidades, iglesias),
las 360 Plazas Comunitarias14 establecidas en la Unión Americana ofrecen
la posibilidad para que los mexicanos de edad adulta terminen la primaria
y la secundaria, e incluso el bachillerato y la universidad, y obtengan un
certificado de México. Además de darles las oportunidades para obtener
el conocimiento y las capacidades que les permitan tener acceso a mejores
empleos, los cerca de cuarenta y siete mil15 migrantes que participan anual-
mente en estos programas (incluidos migrantes de otros países latinoame-
ricanos) informan que les ayudan a mejorar su autoestima, su relación con
sus hijos y su capacidad de apoyarlos en su desempeño escolar, así como
a tener una interacción más positiva con el sistema escolar estadunidense
y otras instituciones de ese país, en parte, por el hecho de que un gran
número de Plazas están vinculadas o incluso localizadas dentro de estas
instituciones, lo cual permite que se familiaricen con estos espacios y su
personal.16
Las Plazas no sólo ofrecen el certificado de estudios de la Secretaría de
Educación Pública, que a muchas personas les sirve como identificación

14 ime, 25 años de ofrecer apoyo a los mexicanos en el exterior, México, ime-sre, 2015.
15 Idem.
16 A. Délano, “Immigrant Integration…”, pp. 253-256.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 73
oficial para poder tramitar un pasaporte o una matrícula consular en el
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

consulado, sino que también ofrecen clases de inglés, computación o cur-


sos para obtener el certificado de Desarrollo de Educación General (ged,
por sus siglas en inglés), como equivalencia de un certificado de prepa-
ratoria, entre otros cursos. En este último punto, las Plazas han cumplido
una función no planteada originalmente dentro de los objetivos del pro-
grama, pero que ha resultado fundamental en el contexto del proceso de
acción diferida iniciado en 2012 (Deferred Action for Childhood Arrivals,
daca), ya que uno de los requisitos para los solicitantes es haber termi-
nado o estar cursando la preparatoria. El acceso a los programas de ged
(en inglés y español) que ofrecen varias de las Plazas cumple una función
importante en este proceso de regularización del estatus migratorio de
quienes son elegibles para el programa de Acción Diferida, y podría tener
un impacto aún mayor en el contexto de una reforma migratoria integral
o un dream Act que tenga requisitos similares u otros como la aprobación
de un examen de inglés.
El segundo programa destacado en materia de educación es ime Be­
cas;17 en un principio surgió para apoyar a las Plazas Comunitarias, dado
que en la mayoría de los casos éstas funcionan por medio de voluntarios
y tienen financiamiento limitado. Mediante un concurso abierto, las Plazas
pueden solicitar fondos para financiar varios aspectos del programa, y en
algunos casos esto puede incluir una pequeña beca como incentivo para
los estudiantes.
ime Becas se ha ampliado en los últimos años para ofrecer becas a
estudiantes mexicanos para completar sus estudios universitarios. Éste ha
sido uno de los programas que ha recibido mayor apoyo por parte del go-
bierno mexicano (del presupuesto total del ime de 19 millones de pesos,
10 millones están etiquetados para ime Becas), y que a su vez ha generado
un gran interés por parte de universidades, empresarios y profesionistas
mexicanos (incluidos grupos como Cien Amigos de Sacramento, la Aso-
ciación de Profesionistas y Empresarios Mexicanos en Nueva York o Jun-

17 Véase “ime Becas”, en http://becas.ime.gob.mx/ (fecha de consulta: 19 de abril de 2016).

74 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
tos Podemos), que han hecho donativos o han contribuido con fondos

Alexandra Délano Alonso


paralelos, matching funds, para ampliar el número de becas disponibles.
Aunque el presupuesto del gobierno es limitado, este programa tiene un
enorme potencial en cuanto a la integración y la mejora de la calidad de vida
de los jóvenes mexicanos de primera, 1.5 o segunda generación, pues para
muchos de ellos es la única forma en la que pueden completar sus estudios
universitarios. En casos como el del Instituto Jaime Lucero de Estudios Mexi-
canos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (cuny, por sus siglas
en inglés) —uno de los principales socios del programa de ime Becas en esta
ciudad—, además de la beca, los estudiantes seleccionados reciben apoyo
por medio de talleres y cursos de capacitación, así como oportunidades para
hacer prácticas profesionales con distintas organizaciones.18
Tanto las Plazas Comunitarias como ime Becas ofrecen oportunidades
educativas a personas que no tienen la información necesaria, el estatus mi-
gratorio o los recursos que les permitirían aprovechar los programas que
ofrecen instituciones estadunidenses. Además de apoyar con alfabetización
y programas de educación primaria, secundaria (y en algunos casos bachi-
llerato y licenciaturas en línea), que ayudan a las personas a mejorar sus
capacidades, su acceso a información y a mejores empleos, las Plazas Co-
munitarias también pueden funcionar como un puente que conecta a los mi-
grantes con instituciones y programas estadunidenses que ofrecen clases
de inglés o cursos de capacitación. A su vez, las Becas ime para estudian-
tes de licenciatura o maestría son un instrumento fundamental para el em-
poderamiento de la comunidad y su acceso a mejores oportunidades de
empleo y participación ciudadana.
A pesar de que el ime considera necesario medir el cumplimiento de sus
objetivos en relación con la integración y vincularlos con el otro objetivo
de desarrollo en comunidades de origen, la información que existe por par-
te del gobierno sobre los logros de estos programas no está sistematizada.
Para el inea, aunque se han hecho algunos estudios de impacto por medio

18 Véase “Becas Scholarship Program”, en Lehman College, en http://www.lehman.cuny.


edu/cuny-mexican-studies-institute/scholarships.php (fecha de consulta: 19 de junio
de 2014).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 75
de encuestas, los logros de las Plazas Comunitarias se miden principalmente
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

en términos de cuántos estudiantes están registrados en las Plazas y cuántos


se gradúan. No hay, sin embargo, un seguimiento de los estudiantes ni un
registro sobre su desempeño tras haber cursado algún programa en la Plaza
Comunitaria, lo cual dificulta la posibilidad de medir si a partir de estos pro-
gramas los participantes logran, por ejemplo, tener una inserción más exitosa
al mercado laboral o si el desempeño escolar de sus hijos mejora.19
En el caso de ime Becas, hasta hace poco no había una base de datos
centralizada que incluyera a todos los becarios, ni siquiera un registro de
cuántas personas han recibido apoyo para ir a la universidad por medio
de este programa. Esto no sólo representa una limitación en cuanto a la
medición del cumplimiento de objetivos del programa, sino que es una opor-
tunidad perdida para el gobierno mexicano en lo que se refiere a la vincula­
ción con las nuevas generaciones de mexicanos en el exterior. Finalmente,
a pesar del apoyo que las agencias socias dan a estos programas, al igual
que la mayoría de los programas del ime, hace falta más difusión. Las Venta-
nillas de Oportunidades Educativas que se han instalado hasta el momento
en siete consulados (Chicago, Los Ángeles, Denver, Boise, San Francisco,
Dallas y Nueva York) para informar a la población sobre programas exis-
tentes para jóvenes y adultos son una respuesta a esta necesidad; no obs-
tante, uno de los grandes retos para el ime es alcanzar un mayor número
de personas a quienes se les ofrezcan estas oportunidades, y darles segui­-
miento para poder evaluar el alcance de estos programas y replantear sus es-
trategias cuando sea necesario.

Salud: Ventanillas de Salud y Semana Binacional de Salud

El antecedente de las Ventanillas de Oportunidades Educativas es el progra­


ma Ventanillas de Salud, uno de los más exitosos que ha desarrollado el ime,

19 Entrevista con Jorge Díaz Stringel, subdirector de Asuntos Internacionales del Instituto
Nacional para la Educación de los Adultos, 16 de enero 2013.

76 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
con el apoyo de la Secretaría de Salud y una red de agencias socias en Esta-

Alexandra Délano Alonso


dos Unidos que incluye hospitales, clínicas y centros de salud, centros comu-
nitarios, universidades y farmacias. Las Ventanillas de Salud iniciaron como
un programa piloto en los consulados de San Diego y Los Ángeles en 2002
para responder al hecho de que la población de origen mexicano en Estados
Unidos presenta la proporción más alta de personas sin seguro médico y con
menor uso de servicios de salud, en comparación con otras minorías étnicas.
Según datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), alrededor de
6.4 millones de mexicanos en Estados Unidos no cuentan con seguro mé­-
dico.20 Su acceso limitado a servicios de salud primarios, así como a servi­
cios de prevención y detección de enfermedades, ya sea por falta de seguro
médico, por su estatus migratorio, su tipo de empleo o por factores socio-
culturales, implican que esta población presenta una mayor probabilidad
de que su estado de salud se deteriore y derive en enfermedades crónicas
o complicaciones que, además de tener consecuencias irreversibles, re-
presentan un alto costo médico.
En la actualidad, los 50 consulados mexicanos en Estados Unidos cuen-
tan con el programa Ventanillas de Salud (y varios países latinoamerica­
nos como Ecuador, Colombia, Honduras y Uruguay lo han adaptado para
algunos de sus consulados con base en el modelo mexicano).21 Se estima
que el programa beneficia a aproximadamente 1.2 millones de personas
anualmente por medio de pláticas informativas; pruebas de diagnóstico
de vih, presión o diabetes; vacunas, y materiales que se distribuyen entre
quienes se encuentran en las salas de espera del consulado para que se
les entregue un pasaporte o matrícula consular (en algunos consulados
pueden ser hasta seiscientas personas al día).22 Además, las agencias dan

20 Conapo, Migración y salud. Inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, México, Conapo-

Secretaría de Gobernación, 2013, p. 24.


21 A. Délano, “The Diffusion of Diaspora Engagement Policies…”, pp. 95-96.
22 ime, 25 años… Véase también Salomón Chertorivski y Arturo Sarukhan, “Acceso a la
salud: un reto que trasciende nuestras fronteras”, El Universal, 10 de agosto de 2012, dis-
ponible en http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2012/08/59897.php (fecha
de consulta: 19 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 77
referencias a las personas que las solicitan para asistir a una clínica u hos-
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

pital de bajo costo cuando no cuentan con seguro médico.


A la par de este programa permanente dentro de los consulados, cada
mes de octubre se lleva a cabo la Semana Binacional de Salud.23 Este pro-
grama de información y servicios de salud para la comunidad mexicana
inició como una colaboración entre México y California, apoyado por la
Iniciativa de Salud de las Américas, un programa de la Escuela de Salud
Pública de la Universidad de California en Berkeley.24 En la última década
se ha ampliado a todos los consulados mexicanos, además de que incluye
a los de otros países y está dirigido a las población de origen latinoame-
ricano en general (por ejemplo, en Chicago, el programa ahora se llama
“Semanas Latinoamericanas de Salud”). Según las estadísticas oficiales, en
2015 se llevaron a cabo 1780 actividades por parte de 4000 organizaciones
y 11 000 voluntarios, con un cálculo de 325 600 personas beneficiadas.25
Aunque las Ventanillas de Salud y la Semana Binacional de Salud repre-
sentan logros importantes en cuanto a la prevención de enfermedades por
medio del acceso a la información, la atención temprana y el acercamiento
de la población migrante a instituciones estadunidenses que les pueden
apoyar en temas de salud, también hay grandes limitaciones en cuanto a
la medición del cumplimiento de estos objetivos. Más allá de contabilizar
a las personas que reciben la información en el consulado y calcular el
efecto multiplicador que puede tener al compartirse esta información con
sus familiares y amigos, el seguimiento específico de los casos referidos a
clínicas y hospitales representa un obstáculo, pues en muchos casos no
hay personal suficiente para hacer las llamadas de seguimiento y los hospi-
tales no comparten esa información por las políticas de privacidad.

23 Cabe mencionar que en la práctica, el programa ya no es “semana” ni es “binacional”


porque en varios consulados dura hasta un mes. Incluye actividades en Canadá, México
y Estados Unidos, y también participan consulados de otros países.
24 Véase Universidad de California en Berkeley, “The Health Initiative of the Americas”, en
http://hia.berkeley.edu/ (fecha de consulta: 19 de abril de 2016).
25 Véase “Semana Binacional de Salud, Reporte de la SBS 2015”, en http://www.semana
binacionaldesalud.org/ (fecha de consulta: 19 de abril de 2016).

78 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
Protección de derechos y empoderamiento:

Alexandra Délano Alonso


la Semana de Derechos Laborales

De manera similar a la Semana Binacional de Salud, cada año desde 2009,


durante la última semana de agosto se lleva a cabo la Semana de Derechos
Laborales (sdl) en los 50 consulados mexicanos en Estados Unidos. Esta ini-
ciativa, resultado de un acuerdo entre el gobierno de México y el Departa­
mento del Trabajo de Estados Unidos, consiste en una semana de tra­bajo
en la que todos los consulados invitan a agencias federales, estatales y lo-
cales del gobierno estadunidense, organizaciones comunitarias, sindicatos
y abogados a difundir información sobre sus servicios enfocados a la pro-
tección y la defensa de los derechos de los trabajadores. Durante los horarios
en los que se expiden pasaportes y matrículas consulares, las agen­cias in­-
vitadas dan pláticas y asesorías al público en las salas de espera de los con-
sulados. Algunas también participan en programas especiales fuera del
consulado e incluyen visitas a organizaciones comunitarias y viajes en con-
sulados móviles a comunidades apartadas de las oficinas del consulado.
En la inauguración de la sdl en Nueva York en 2013, la representante
de la oficina de Administración para la Salud y la Seguridad Ocupacional de
Estados Unidos (osha, por sus siglas en inglés) explicó que la colabora-
ción con el consulado de México es clave para hacer llegar la información
a quien la necesita:

Los migrantes tienen mucho temor del gobierno de Estados Unidos


y al trabajar con el consulado mexicano ayudamos a generar esa
confianza para que el trabajador pueda presentar una queja, así
nosotros podemos darles información sobre sus derechos y que
sepan que no nos interesa su estatus migratorio. También les da-
mos adiestramiento sobre el hecho de que tienen una voz y cómo
ejercerla.26

26 Palabras de Diana Cortez, representante de la oficina de Administración para la Salud y


la Seguridad Ocupacional de Estados Unidos, en la inauguración de la Semana de Dere-
chos Laborales, Consulado General de México en Nueva York, 20 de agosto de 2013.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 79
Así, por medio de actividades como ésta, además de la Semana Binacio-
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

nal de Salud o la Semana de Educación Financiera, los consulados se con-


vierten en un puente de contacto entre los migrantes y las organizaciones
que ofrecen servicios de apoyo en Estados Unidos. Es ahí donde estas
agencias, especialmente las que representan al gobierno estadunidense,
generan la confianza necesaria para que se acerque a ellas una población
que por lo regular está fuera de su alcance, principalmente por las barre-
ras culturales, la falta de información y el temor que resulta de no tener un
permiso de trabajo o de residencia. En palabras de la representante de
la oficina del procurador de la ciudad de Nueva York, “cuando entras a la
casa de alguien es completamente diferente. Estas personas nunca se acer-
carían a mis oficinas. Aquí en el consulado tienen la confianza que necesi-
tan para hablar con nosotros”.27 A pesar de que la mayoría de las agencias
entrevistadas reportan que sí identifican un aumento en el número de
casos de abuso registradas a partir de su participación en la sdl, no hay
un seguimiento ni una medición específica de cuántas personas resultan
beneficiadas por estas campañas ni cuáles son los resultados de los casos
que se presentan a partir de este contacto dentro del consulado.
En 2013, el lema de la sdl fue: “El trabajador del nuevo siglo: ¡Tu educa-
ción y trabajo cuentan!”, para conmemorar el primer aniversario del programa
de Acción Diferida (daca), por medio del cual los jóvenes indocumentados
que llegaron al país antes de los 15 años (entre otros criterios) pueden obte-
ner un permiso de trabajo. Parte de las actividades de la sdl se enfocaron en
los trabajadores jóvenes que se han beneficiado, o podrían beneficiarse de
éste y otros programas. A un año del inicio del programa de Acción Diferida,
para agosto de 2013, 74.9% de las solicitudes para este programa eran de per-
sonas nacidas en México (57% de ellas habían sido aprobadas).28 Respecto a

27 Entrevista con la representante de la oficina del procurador de la ciudad de Nueva York,


Consulado General de México en Nueva York, 23 de agosto de 2013.
28 Audrey Singer y Nicole Prchal Svajlenka, “Immigration Facts: Deferred Action for Child­
hood Arrivals (daca)”, en The Brookings Institution, 14 de agosto de 2013, en http://
www.brookings.edu/Research/Reports/2013/08/14-daca-immigration-singer (fecha de
consulta: 18 de abril de 2016).

80 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
estas cifras, el diario The New York Times destacó que además del trabajo de

Alexandra Délano Alonso


las organizaciones no gubernamentales, el apoyo que ha dado la red con­
sular mexicana a este grupo por medio de talleres y campañas de informa-
ción (incluyendo la aplicación “Mi Consulmex” para teléfonos y tabletas) ha
sido fundamental para lograr que un porcentaje tan alto de mexicanos se
beneficie de este programa.29
Se estima que 55% de la población elegible para el programa de Ac-
ción Diferida ya forma parte de la fuerza laboral y en muchos casos, con o
sin el permiso de trabajo que pueden obtener por medio de daca, están
expuestos a abusos en su lugar de trabajo. Con o sin reforma migratoria,
el espacio que proveen los consulados para hacer una conexión entre la
población migrante y la variedad de agencias de gobierno y grupos de la so-
ciedad civil seguirá siendo fundamental para educar a la comunidad sobre
sus derechos y darles las herramientas para defenderlos.

Consideraciones finales

Trece años después de su creación en abril de 2003, el Instituto de los


Mexicanos en el Exterior está ante un momento de replanteamiento de
estrategias y estructura. Desde el inicio del proceso de acción diferida en
Estados Unidos, el ime y los consulados han tenido que enfocar sus estrate-
gias al apoyo a los migrantes que son elegibles para este tipo de procesos
de regularización y ajustar algunos de los programas en operación para
enfocarse en apoyar a las personas por medio de documentación e infor-
mación para regularizar su estatus migratorio. Frente a la posibilidad de
que una reforma migratoria integral, o incluso programas como el daca
ampliado y el Deferred Action for Parents of Americans and Lawful Perma-
nent Residents (dapa) den a los migrantes indocumentados la oportunidad

29 Kirk Semple, “Advocates Struggle to Reach Immigrants Eligible for Deferred Action”, The
New York Times, 8 de diciembre de 2013, disponible en http://www.nytimes.com/
2013/12/09/nyregion/advocates-struggle-to-reach-immigrants-eligible-for-deferred-
action.html?_r=1& (fecha de consulta: 19 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 81
de obtener la residencia legal o un permiso de trabajo y así tener acceso
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

a servicios y a la protección del gobierno estadunidense, aunque sea tem-


poralmente, una pregunta fundamental es cuál será el papel del ime en este
nuevo contexto. A su vez, las continuas reacciones en contra de la presen-
cia de los mexicanos en ese país, que se manifiestan frecuentemente por
medio del discurso antiinmigrante o de leyes para restringir su acceso a
servicios públicos, obligan al gobierno a buscar mecanismos para llenar las
brechas que enfrentan para acceder a sus derechos y para cambiar las per-
cepciones negativas que hay sobre esta comunidad.
Desde los años noventa, incluso desde mucho antes,30 el gobierno
mexicano ha desarrollado una serie de estrategias y programas de acerca-
miento con la diáspora y ha capacitado a personal especializado dentro del
Servicio Exterior Mexicano con este propósito. Además ha contribuido a la
creación de organizaciones de migrantes en Estados Unidos y ha fomentado
su colaboración con instituciones y otros grupos en ambos países para
atender algunas de sus necesidades. Más allá de las relaciones con clubes
de oriundos, federaciones de estados y otras organizaciones de migran-
tes, el ime ha explorado diferentes instrumentos para apoyar el desarrollo
de nuevos dirigentes y fomentar la solidaridad y la colaboración entre
los líderes migrantes dispersos en diferentes partes de Estados Unidos y
Canadá. Lo ha intentado mediante la creación del Consejo Consultivo del
Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ccime), seminarios que se impar-
ten con el apoyo de socios como el American Jewish Committee y algunas
universidades en Estados Unidos, y las Jornadas Informativas,31 en las que
el ime reúne a personas especializadas en diferentes temas con el objetivo
de crear redes e identificar oportunidades de colaboración a favor de los
migrantes o proyectos relacionados con México. Además, el ime, tomando
el aprendizaje de lo que hacen muchos otros países, ha buscado formas
de acercarse a otro sector de las comunidades mexicanas en el exterior:

30 A. Délano, México y su diáspora en Estados Unidos…


31 Véase ime, “Jornadas Informativas”, en http://www.ime.gob.mx/index.php?option=com_cont
ent&view=article&id=54&Itemid=387&lang=en (fecha de consulta: 18 de abril de 2016).

82 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
los profesionistas o migrantes altamente capacitados, por medio del pro-

Alexandra Délano Alonso


grama Red de Talentos Mexicanos en el Exterior (ahora llamado Red Glo-
bal de Mexicanos Calificados). En los últimos 11 años se han creado casi
cuarenta capítulos de redes de mexicanos calificados en Estados Unidos,
Europa, China, Canadá, Nueva Zelandia, Japón, Guatemala y Venezuela.32
Aunque es un proyecto cuyos resultados todavía son limitados más allá de
haber identificado a mexicanos interesados en participar, representa un
avance importante, además de reflejar el hecho de que la diáspora mexi-
cana es un grupo diverso, con intereses y necesidades distintas, y que re­-
quiere diferentes estrategias de apoyo.
Una de las debilidades del ime es que no ha logrado posicionarse ni
proyectar su potencial frente a la opinión pública, ni en México ni en Es-
tados Unidos ni en otros países. Más allá del Programa 3×1, las remesas
o el voto en el exterior, que generalmente son temas más conocidos en
México, los proyectos sociales del ime tienen logros significativos y un
potencial importante en relación con una de las cuestiones más polémicas
en Estados Unidos: la capacidad de integración de los mexicanos (y los la-
tinos) a ese país y el costo que representan en términos de acceso a servi­
cios públicos, en especial educación y salud. Proyectos como las Plazas
Comunitarias, las Ventanillas de Salud, la Semana Binacional de Salud y la
Semana de Derechos Laborales han crecido enormemente en los últimos
años gracias a las relaciones que han logrado desarrollar los consulados
con agencias socias en Estados Unidos (hospitales, escuelas, centros correc-
cionales, clínicas comunitarias, universidades, grupos religiosos, organizacio­-
nes de migrantes, grupos filantrópicos, oficinas y funcionarios de gobierno
federales, estatales y locales en Estados Unidos, organizaciones latinas y go-
biernos de otros países, en particular latinoamericanos).
La difusión de información sobre los programas, sus beneficios y sus
logros es uno de los principales retos del ime. En primer lugar, es necesa-
rio que un mayor número de mexicanos en el exterior tenga conocimiento
y acceso a los programas existentes, lo cual también requerirá fortalecer

32 Datos proporcionados por el ime, junio de 2014.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 83
recursos y personal en los consulados y en las oficinas centrales en México
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

para atender esta demanda. Sin embargo, la falta de información sistemati­-


zada y de mecanismos para medir los logros de estos programas (incluyendo
estudios cuantitativos, cualitativos y testimonios) dificulta la posibilidad de trans-
mitir este mensaje a las comunidades para motivarlas a participar, y limita las
oportunidades de alcanzar a posibles socios y patrocinadores que podrían
contribuir a ampliar su difusión y alcance, así como mejorar su diseño y puesta
en práctica. Asimismo, un mensaje claro al gobierno estadunidense (federal,
estatal y local) sobre los beneficios de estos programas para los migrantes
y la comunidad latina en general, en especial, desde la perspectiva de su inte­
gración social, económica y política, puede contribuir a mejorar la imagen de
México como un socio en el tema migratorio, más allá del control de la fron-
tera o la administración de un programa de trabajadores temporales. 
El ime tampoco ha logrado desarrollar una agenda integral que vincule
de manera más activa los diferentes programas de su agenda con base en
la idea de que son necesidades y oportunidades que están ligadas. Arnulfo
Valdivia, ex director del ime, cuestionaba: “¿Cuál puede ser la calidad de
tantos programas dispersos sin coordinación?”,33 al referirse a las varias
dependencias del gobierno que operan programas relacionados con los
migrantes. El ime tiene un instrumento poco utilizado, el Consejo Nacio-
nal para las Comunidades Mexicanas en el Exterior, que justamente busca
cumplir esa función. Más allá de revivir o replantear este consejo, que
podría resultar no ser más que una traba burocrática, es necesario que los
programas existentes se planteen como parte de una estrategia conjunta
que incluya objetivos de protección preventiva, derechos humanos, inte-
gración y desarrollo para atender las causas de la emigración y también
para apoyar a los migrantes que regresan al país (de manera forzada o
voluntaria), así como a quienes buscan contribuir al país económica, po-
lítica y socialmente desde fuera, ya sea por medio de inversiones, capaci-
dades o experiencias.

33 Véase Gardenia Mendoza Aguilar, “ime tiene nuevo líder”, La Opinión, 8 de enero de
2013, disponible en http://www.laopinion.com/ime-tiene-nuevo-lider (fecha de consul-
ta: 18 de abril de 2016).

84 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
Otro de los grandes retos para el ime es que los canales que creó para

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la participación de los migrantes en la discusión sobre sus necesidades
y las políticas para atenderlas, específicamente el ccime, no han funcionado
de manera óptima, en parte por el tamaño del Consejo, por la forma en la
que estaba estructurada su participación, y por las expectativas tan distin-
tas entre algunos mexicanos en el exterior que han participado, y los
objetivos de los funcionarios de gobierno, ya sea en los consulados, el
ime o la sre. No obstante, el ccime original sí logró avances importantes
en términos del objetivo planteado de crear una red más sólida entre los
mexicanos en Estados Unidos y Canadá, y un marco para el diálogo entre
ellos, sobre lo cual pueden construirse muchos proyectos de corto y largo
plazo, como lo ha demostrado su influencia en el desarrollo de iniciativas
como las Ventanillas de Salud o la Semana de Derechos Laborales.
El rediseño reciente del ime cuyo objetivo es lograr que el ccime sea un ins-
trumento más eficiente y útil, tanto para los migrantes como para sus comu-
nidades de origen y para el gobierno, y que a la vez sea representativo de la
diversi­dad de las comunidades de mexicanos en el exterior, es una oportunidad
para evaluar distintos modelos para relacionarse con los migrantes mexi-
canos en Estados Unidos y Canadá, y crear nuevas redes, sin dejar de lado
la oportunidad de seguir construyendo a partir de los liderazgos y las or-
ganizaciones que ya existen y las relaciones que el gobierno mexicano ha
cultivado por varias décadas. Desde la creación del ccime se ha buscado
una manera de darle voz a los migrantes e incluirlos en los procesos de
discusión y formulación de las políticas migratorias, a veces de manera sim-
bólica, otras, realmente como socios fundamentales para lograr un acer-
camiento con las comunidades fuera del país, identificar sus necesidades
y atenderlas. Éste es un momento clave para redefinir el lugar que tendrán
en el replanteamiento del ime y de la política migratoria de México.
Por último, a pesar de las limitaciones de sus programas, en el ámbito
internacional México es reconocido como un líder y un modelo en el de-
sarrollo de políticas de vinculación con la diáspora. México constantemente
comparte información sobre sus programas e invita a países como obser-
vadores para conocerlos. Además, en el caso de Estados Unidos, cada vez
más, México promueve este tipo de programas como iniciativas dirigidas

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 85
a la comunidad latina en Estados Unidos y no sólo a los mexicanos,34
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora

como parte de una estrategia para plantear la discusión sobre el tema mi-
gratorio desde una perspectiva más amplia que no se enfoque sólo en el
caso mexicano (por ejemplo, la sdl incluye no únicamente a otros consu-
lados latinoamericanos, sino también a las representaciones de Filipinas
en Estados Unidos). Esto ha contribuido a la consolidación de coaliciones
proinmigrantes con los gobiernos de otros países y con las agencias y or-
ganizaciones que apoyan los derechos de los migrantes.
Las agencias que participan o apoyan estos programas ven un gran po-
tencial en su ampliación más allá de la comunidad mexicana, pues es mucho
más rentable anunciar que sus actividades van dirigidas a una comunidad
migrante más grande y diversa. Así, en muchos casos, la iniciativa para am-
pliar programas como la sdl más allá del consulado mexicano ha surgido de
las propias organizaciones y agencias que buscan a los consulados de otros
países para promover sus servicios. Éste es un ejemplo importante de cómo
las iniciativas de acercamiento a la diáspora, que en muchos casos surgen
de arriba hacia abajo, es decir que son diseñadas y promovidas principal-
mente por el gobierno del Estado de origen de los migrantes, se van adap-
tando, cambiando y extendiendo de abajo hacia arriba, como resultado de
la influencia de una variedad de actores dentro de la sociedad del país re-
ceptor, incluyendo también a los propios migrantes.
Una pregunta relevante para investigaciones futuras es si los países
latinoamericanos que participan en estas iniciativas o que están adaptando
modelos similares a los de México también conciben estos programas con
un enfoque de integración de las comunidades en Estados Unidos, pues,
en general, la visión predominante continúa siendo la de la protección de
derechos y la vinculación con las diásporas con un enfoque de desarrollo.
Por ejemplo, en casos como los de Guatemala, El Salvador, Colombia y
Ecuador, que han colaborado ampliamente con México, los objetivos de
sus programas de atención a los migrantes en el exterior casi siempre se

34 Véase, “Semana de Derechos Laborales 26 de agosto-2 de septiembre de 2013”, en Bole­


tín Especial Lazos, núm. 1446, 26 de agosto de 2013, en http://www.ime.gob.mx/noticias/
boletines_lazos/2013/1446.htm (fecha de consulta: 18 de abril de 2016).

86 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022
plantean con objetivos como la protección de los derechos de los migran-

Alexandra Délano Alonso


tes, la creación de oportunidades para que los migrantes participen en el
desarrollo nacional o, en el caso de Colombia y Ecuador, el fortalecimiento
a las comunidades y la mejora de su calidad de vida (o como lo describe
el gobierno de Ecuador: “La construcción del buen vivir para todos los
ecuatorianos en el mundo”).35 Sin embargo, ninguno de ellos considera la
integración como un objetivo explícito.
Una publicación reciente del Migration Policy Institute36 destaca que ac-
tualmente un mayor número de países de origen con población en la Unión
Europea, dentro de los cuales destacan los casos de Marruecos y Tur-
quía, comienzan a plantear la integración de los migrantes en su socie­dad
de destino como uno de sus objetivos, aunque los investigadores concluyen
que su impacto es limitado. Además de estudiar con mayor detalle las razo-
nes por las que las políticas de vinculación con la diáspora se están orien-
tando implícita o explícitamente hacia el objetivo de la integración, lo cual
implica un cambio en la definición de conceptos como el de ciudadanía,
anclados en nociones tradicionales de soberanía y territorio, es necesario de-
sarrollar investigaciones e instrumentos de medición para evaluar el impacto
real de los programas del país de origen en la integración del país de destino.
Esto permitiría a su vez insertar esta discusión dentro del debate sobre la
corresponsabilidad de los países de origen y destino respecto a las causas y
los impactos de la migración internacional.

35 Véanse Conamigua, “Acerca de Conamigua”, en http://www.conamigua.gob.gt/acerca-


de-conamigua/ (fecha de consulta: 19 de abril de 2016); Ministerio de Relaciones Ex-
teriores de El Salvador, “Viceministerio para los Salvadoreños en el Exterior”, en http://
www.rree.gob.sv/index.php?option=com_content&view=feature&Itemid=810 (fecha de
consulta: 19 de abril de 2016); Ministerio de Relaciones Exteriores (Colombia), “Colom-
bia Nos Une”, en http://www.redescolombia.org/colombianosune (fecha de consulta: 19 de
abril de 2016), y Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, “Movilidad
humana”, en http://cancilleria.gob.ec/movilidad-humana/ (fecha de consulta: 19 de
abril de 2016).
36 María Vincenza Desiderio y Agnieszka Weinar, Supporting Immigrant Integration in Europe?
Developing the Governance for Diaspora Engagement, Bruselas, Migration Policy Insti-
tute Europe, 2014.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 65-87, ISSN 0185-6022 87
Evolución en la atención a las
comunidades mexicanas en el exterior

Evolution in the Assistance Provided to the Mexican


Communities Abroad

Francisco de la Torre Galindo


Cónsul general de México en Dallas
fdelatorre@sre.gob.mx

Gerardo Guiza Vargas


Director de Condecoraciones en la Dirección General de Protocolo
gguiza@sre.gob.mx

Resumen:
La atención a la diáspora mexicana es de suma importancia para el Estado mexicano. En este
artículo se reseñan las acciones y los programas concretos emprendidos para atender a las
comunidades mexicanas en el exterior y su evolución.

Abstract:
Satisfying the needs of the Mexican diaspora is very important to the Mexican Government.
This article portrays the specific actions and programs in place to serve the Mexican com-
munities abroad.

Palabras clave:
Diáspora, migración, atención a comunidades, relaciones México-Estados Unidos, Instituto de los
Mexicanos en el Exterior, red consular.

Key Words:
Diaspora, migration, community service, Mexico-United States Relations, Institute for Mexicans
Abroad, consulates.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
Evolución en la atención a las
comunidades mexicanas en el exterior

Francisco de la Torre Galindo


y Gerardo Guiza Vargas

La atención a los mexicanos en el extranjero ha constituido tradicional-


mente una de las máximas prioridades de la política exterior del Estado
mexicano. Con alrededor de 11.4 millones de mexicanos de primera ge-
neración en Estados Unidos y un poco más de 22.5 de descendientes1 de
mexicanos,2 la diáspora mexicana es la tercera más importante en térmi-
nos absolutos en Estados Unidos.3
Numerosos ordenamientos jurídicos nacionales, así como tratados in-
ternacionales, han establecido la obligación del Estado mexicano de pro-

1 Es decir, los hijos de mexicanos que, como marca la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, son mexicanos de nacimiento y pueden ostentar la nacionalidad si así
lo eligen. Es importante señalar que México estableció en la Constitución de 1917 la na-
cionalidad única; sin embargo, la realidad política adecuó la normatividad y se benefi­ció
a millones de mexicanos en el exterior al tener en cuenta que no optaban por la natu­
ralización por temor a perder la nacionalidad mexicana. La legislación sobrepasa la na-
cionalidad única y consagra la no renuncia a la nacionalidad o permite la “adopción” de la
doble nacionalidad. Véase Ley de Nacionalidad, Diario Oficial de la Federación, 23 de
enero de 1998, primera sección, pp. 2-6.
2 Véase “Table 7: Nativity, by Detailed Hispanic Origin: 2012”, en Anna Brown Eileen Patten,
“Statistical Portrait of Hispanics in the United States, 2012. Tables”, en http://www.pewhispanic.
org/files/2014/04/FINAL_Statistical-Portrait-of-Hispanics-in-the-United-States-2012.pdf
(fecha de consulta: 1 de julio de 2015).
3 La irlandesa y la alemana son históricamente las más extensas. Véase Susanna Groves,
“America’s Largest Diaspora Populations”, en International Diaspora Engagement Alliance,
13 de marzo de 2013, en http://diasporaalliance.org/americas-largest-diaspora-populations/
(fecha de consulta: 1 de julio de 2015).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
teger los intereses y los derechos humanos de sus connacionales en el
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

extranjero mediante la asistencia consular. La Cancillería mexicana, por


medio de las representaciones diplomáticas y consulares, es la encargada
de cumplir con estas obligaciones. Entre sus funciones se encuentra la de
proveer a sus connacionales la documentación necesaria, como pasapor-
tes, permisos o salvoconductos de viaje y comprobantes de nacionalidad,
para acreditar su identidad ante las autoridades de gobiernos extranjeros,
incluida la matrícula consular.4
Por otra parte, la Cancillería es la institución responsable de tomar las
medidas convenientes para representar a sus nacionales ante los tribuna­
les y otras autoridades del Estado anfitrión. Asimismo, es la encargada de
velar, dentro de los límites que impongan las leyes y reglamentos del Es-
tado anfitrión, por los intereses de los menores y de otras personas que
carezcan de capacidad plena, en particular, cuando se requiera instituir
para ellos una tutela.5
Para cumplir estas tareas, México despliega una gran gama de recursos,
tanto humanos como financieros, dentro y fuera del país. El gobierno de
Méxi­co ofrece asistencia en caso de accidentes o enfermedades graves, apo-
yo en casos de arresto, detención o asistencia a víctimas en casos de violencia
y en el socorro y la repatriación de nacionales en situaciones difíciles. De
hecho, el tema de la protección a los mexicanos en el extranjero ha puesto a
nuestro país a la vanguardia en el ámbito de la diplomacia consular.6

4 La matrícula consular es un documento emitido por el gobierno de México exclusivo para
mexicanos. Es válido como documento de identificación y de nacionalidad. Por tratarse de
un documento de alta confiabilidad y seguridad, la matrícula consular es aceptada por nume-
rosas oficinas de gobiernos estatales y departamentos de policía en Estados Unidos para abrir
cuentas bancarias e inscribirse en bibliotecas públicas, y en algunos estados para tramitar la
licencia de manejo. La utilización de la matrícula consular para un sinnúmero de trámites
facilita la integración al lugar de residencia. ime, “Estadísticas de mexicanos en Estados Uni-
dos”, 17 de diciembre de 2015, en http://www.ime.gob.mx/es/estadisticas-de-mexicanos-en-
estados-unidos (fecha de consulta: 20 de abril de 2016).
5 Véanse Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, 23 de abril de 1963; Ley del
Servicio Exterior Mexicano, art. 44, y Reglamento Interior de la Secretaría de Relaciones
Exteriores, arts. 22 y 23.
6 En materia de diplomacia consular en 2015 se atendieron 160 000 casos que abarcan
desde la custodia internacional de menores, la atención a trabajadores agrícolas en Ca-

92 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
Más allá de las funciones que demanda la ley, el Estado mexicano ha

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


asumido otras responsabilidades para brindar atención a sus connacio-
nales en el extranjero. Entre ellas se encuentra una serie de iniciativas
destinadas a promover la integración de los migrantes mexicanos en sus
sociedades de destino; éstas son responsabilidades asumidas de manera
voluntaria en tanto que no las dicta ningún ordenamiento jurídico na-
cional o internacional. Desde la óptica jurídica internacional, y más allá
del ámbito de protección, los Estados emisores de migrantes no tienen
la obligación de prestar servicios o proveer otro tipo de beneficios a sus
nacionales cuando se encuentran en el extranjero, salvo que ésta se en-
cuentre consagrada en un acuerdo binacional. Desde este punto de vista,
las iniciativas para atender a las comunidades mexicanas radicadas en el
resto del mundo son el resultado del desarrollo histórico, del aprendizaje
político y de la voluntad de innovación en los instrumentos de política
exterior.
El propósito de este ensayo es ilustrar cómo las distintas modalida-
des de atención a la diáspora mexicana, así como sus arreglos institu-
cionales, han cambiado con el paso del tiempo. Se pretende describir
sus objetivos principales y mostrar la manera en la cual el Estado mexi-
cano adecua sus programas y acciones para brindar una atención más
efectiva. El reto siempre ha sido atender las necesidades cambiantes
de la diáspora y, a su vez, capitalizar las oportunidades que ésta ofrece
para coadyuvar al desarrollo del país. Esto último sucede particular-
mente por dos vías: sus contribuciones a las comunidades de origen en
México, y el aprovechamiento del capital político, social y cultural que
pueden llegar a representar en las sociedades en las que radican en el
extranjero.

nadá y Estados Unidos, hasta la respuesta a situaciones de crisis como el ataque a turistas
mexicanos en Egipto o el apoyo a las víctimas tras los atentados terroristas en París. sre,
“La sre fortalece diplomacia consular y protección a mexicanos en el exterior”, en http://
www.gob.mx/sre/prensa/la-sre-fortalece-diplomacia-consular-y-proteccion-a-mexicanos-
en-el-exterior (fecha de consulta: 20 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 93
Mexicanos en Estados Unidos: de la migración temporal
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

a la migración permanente

El interés del Estado mexicano por desarrollar una política hacia las comu-
nidades en el extranjero se finca en la idea de que el fenómeno migratorio
representa una oportunidad tanto para el desarrollo del país como para
el bienestar de los nacionales mexicanos en donde quiera que se encuen-
tren. La migración debe convertirse en un beneficio y no en una pérdida
para el país de origen.
Para entender esta situación, es necesario tener en cuenta que la emi-
gración de mexicanos hacia Estados Unidos se ha caracterizado por ser
un fenómeno de naturaleza económica, primordialmente vinculado al
mercado de trabajo. Sin duda, detrás del mismo subyace la operación de
diversos y complejos factores estructurales como la asimetría económica
y la interdependencia entre ambos países. A diferencia de los procesos de
emigración de otras naciones hacia Estados Unidos, motivados por facto-
res tan diversos como la intolerancia religiosa, el escape de una persecu-
ción política e ideológica, o hasta la búsqueda de un Estado de derecho
respetuoso de los derechos humanos, encontrar mejores oportunidades
económicas ha sido, por mucho, el principal motivo de los mexicanos
para emigrar.
Una frontera excepcionalmente larga separa a dos países que en su ori­-
gen e integración primigenia siguieron patrones diferentes, así como dis-
tinta fue también su composición social, cultural y económica. A pesar de
ello, la geografía es destino y las economías de México y Estados Unidos
se complementaron desde el punto de vista laboral: el primero ofertó una
mano de obra que el segundo absorbió con avidez. En México se habla de
“válvula social” y en Estados Unidos se acepta la teoría de un equilibrio a
los excesos de demanda laboral.
La migración mexicana hacia Estados Unidos ha pasado por diferentes
etapas. En este artículo interesa subrayar que durante mucho tiempo fue
de naturaleza temporal y circular, situación que no propició la búsqueda de
la integración o la asimilación de los migrantes en el país de destino. No
obstante, hacia finales del siglo xx este patrón comenzó a cambiar, lo que

94 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
dio pie a la existencia de una comunidad de mexicanos cada vez más nu-

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


merosa que habita de manera permanente en el vecino país del norte. Esto,
a su vez, impuso nuevos retos y creó nuevas oportunidades para el Estado
mexicano en la relación con su diáspora. Entre otras cosas, se propició en el
largo plazo la institucionalización de la atención a las comunidades en el ex-
terior y las políticas que hoy en día coadyuvan a su integración en la so-
ciedad receptora.
Después de la derrota mexicana en la guerra con Estados Unidos (1846-
1848) algunos mexicanos quedaron “del otro lado”. Sin embargo, el fenó-
meno de la migración real inició más adelante. Primero, con la expansión
del ferrocarril en Estados Unidos; posteriormente, en determinadas regio-
nes durante el Porfiriato y, a principios del siglo xx, alentada por la violencia
de la Revolución mexicana.7
Después vendría la migración masiva cuyas raíces pueden encontrarse
en el Programa Bracero y las redes familiares que éste generó a lo largo de
décadas.8 Así, durante mucho tiempo, la emigración de mexicanos a Es-
tados Unidos fue considerada como fenómeno de carácter temporal. Los
trabajadores agrícolas viajaban sin sus familias y regresaban a sus comuni-
dades de origen dos o tres veces al año. El Programa Bracero no contem-
plaba la adquisición de una residencia permanente ni mucho menos se
pensaba en una integración de los mexicanos en las sociedades en las que
laboraban. Esta situación continuó incluso después del fin del programa
pues, una vez cancelado, la demanda por la mano de obra no disminuyó.9
El caso de otras comunidades migrantes en Estados Unidos ha sido
diferente. Por ejemplo, cuando la lejanía geográfica de los países de ori-

7 Durante el Porfiriato dos fenómenos se conjuntaron para alentar la migración: la gran de-
manda de mano de obra generada por el proceso de expansión industrial de Estados Unidos
y la crisis del sector agrícola en México que dejó a muchos campesinos sin trabajo.
8 Marc R. Rosenblum, William A. Kandel, Clare Ribando Seelke y Ruth Ellen Wasem, Mexi-
can Migration to the United States: Policy and Trends, Washington, D. C., Congressional
Research Service (crs Report for Congress, R42560), 2012, disponible en http://fas.org/
sgp/crs/row/R42560.pdf (fecha de consulta: 20 de abril de 2016).
9 Ibid., pp. 7-8.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 95
gen es mucha, la intención de emigrar suele acompañarse de la idea de
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

establecerse de manera permanente en el nuevo país de residencia. Esto


propicia que los migrantes fijen como meta su integración a la sociedad de
destino, esforzándose por adquirir la nueva lengua y, a la larga, la ciuda-
danía. Es decir, hay un incentivo para buscar la situación jurídica que les
permita gozar de la mayoría de los derechos y privilegios que reserva la
ley en su nuevo hogar. Esto no ocurre —al menos no con la misma urgen-
cia— cuando la migración es circular, como fue durante mucho tiempo el
flujo migratorio entre México y Estados Unidos.
Múltiples factores cambiaron el dinamismo tradicional de la migración
mexicana a lo largo del tiempo. Por una parte, el endurecimiento de las
políticas migratorias durante los años ochenta y noventa del siglo pasado
—incluido el fortalecimiento de la vigilancia en la franja fronteriza por
parte de las autoridades migratorias estadunidenses— interrumpió el ciclo
habitual de ingreso y retorno anual de los trabajadores migrantes. Ante
el riesgo de no poder cruzar de nueva cuenta para la próxima cosecha,
los migrantes indocumentados optaron simplemente por permanecer en
Estados Unidos hasta el nuevo ciclo agrícola.10
En segundo lugar, la continua mecanización de algunos procesos y
los cambios en la producción y sustitución de cultivos ocasionaron que el
sector agrícola estadunidense comenzara a disminuir su demanda habitual
por mano de obra. Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (tlcan), la importación de hortalizas como lechu-
gas, zanahorias, tomates y cebollas irónicamente desplazó a un importante
número de trabajadores, en su mayoría mexicanos.11 A la par de estos cam-
bios estructurales en la agricultura estadunidense, el sector de servicios
de la economía de aquel país experimentó un auge sin precedentes e
incrementó de manera exponencial su oferta de empleos, la mayoría, de

10 Francis Mestries, “Los migrantes de retorno ante un futuro incierto”, en Sociológica, año 28,
núm. 28, enero-abril de 2013, pp. 172-173.
11 Linda Calvin, “US Produce Imports from Mexico”, en http://migrationfiles.ucdavis.edu/
uploads/cf/files/calvin.pdf (fecha de consulta: 21 de abril de 2016).

96 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
baja especialización.12 A diferencia de los anteriores, sin embargo, estos

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


empleos no eran cíclicos, ni de temporada, por lo que la demanda de
trabajadores era constante durante todo el año y así también el incentivo
para quedarse del otro lado de la frontera de manera permanente.
Todo esto condujo a un incremento de las comunidades mexicanas en
Estados Unidos. Antes de 1970 alrededor de cinco millones de mexicanos
vivían en Estados Unidos, de los cuales 760 000 habían nacido en México.13
Tan sólo cuatro décadas más tarde, hacia el año 2010, este número se multi-
plicó por seis. Estas comunidades incluyen a mexicanos nacidos en México
que son residentes, ciudadanos naturalizados, nacionales indocumentados
y mexicanos de segunda y tercera generación. Como se apuntó más arriba,
según las estimaciones de 2012, el total de mexicanos en Estados Unidos as-
cendió a poco más de treinta y cuatro millones de personas.14
También su distribución geográfica se modificó. Diversos estudios coin­-
ciden en que hasta la década de los noventa alrededor de noventa por cien-
to de la población de origen mexicano se concentraba en los estados de
California, Texas, Nuevo México, Nevada y Arizona.15 Hoy en día la situa-
ción ha cambiado y en los 50 estados de la Unión Americana hay presencia
o registro de comunidades mexicanas.

Desarrollos institucionales para la atención


de las comunidades mexicanas en el exterior

Fueron precisamente los cambios en la dinámica del fenómeno migra-


torio y los cambios demográficos que trajo consigo lo que llevó en 1990

12 Julie Hatch y Angela Clinton, “Job Growth in the 1990s: A Retrospect”, en Monthly Labor
Review, vol. 123, núm. 12, diciembre de 2000, pp. 3-6.
13 Aaron Terrazas, “Mexican Immigrants in the United States”, en Migration Policy Institute,
22 de febrero de 2010, en http://www.migrationpolicy.org/article/mexican-immigrants-
united-states-0 (fecha de consulta: 20 de abril de 2016).
14 United States Census Bureau, American Community Survey 2012.
15 Idem.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 97
al gobierno de México a prestar una mayor atención a las comunidades
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

mexicanas en Estados Unidos. En ese año, la Secretaría de Relaciones Ex-


teriores (sre) estableció el Programa para las Comunidades Mexicanas en
el Exterior (pcme). El propósito principal de este programa fue desarrollar
un instrumento de política exterior que permitiera al gobierno conocer
y acercarse a las comunidades de mexicanos y de origen mexicano con el
objetivo de defender tanto los intereses de esas comunidades como los
de México. Se trataba de articular políticas para migrantes que ya no re-
gresaban, que se asentaban indefinidamente en sus sociedades de destino
y que para subsistir y salir adelante requerían de una atención especiali-
zada a largo plazo.
En el año 2003, por decreto presidencial, este programa se trasformó
en el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ime) que, como órgano
desconcentrado de la sre, tiene el mandato de promover estrategias, inte-
grar programas, recoger propuestas y recomendaciones de las comunida-
des, sus miembros, sus organizaciones y órganos consultivos, tendientes
a fortalecer sus vínculos con México y fomentar su integración con las
sociedades en las que residen y se desenvuelven.16
Desde su inicio, el pcme puso en marcha acciones que permitieran
identificar y conocer a la comunidad mexicana en Estados Unidos, fortale-
cer sus lazos de unión y los vínculos con sus raíces. El principal objetivo de
los departamentos de asuntos comunitarios, creados en todos los consula-
dos de México por el pcme, fue el de estimular la organización comunitaria,
esto es, identificar líderes y clubes de oriundos para ponerlos en contacto
con las autoridades de sus comunidades de origen. El pcme comenzó a des-
velar un universo prácticamente desconocido en la mayor parte de México:

16 sre, “Decreto por el que se crea el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, con el carácter
de órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Relaciones Exteriores”, Diario
Oficial de la Federación, 16 de abril de 2003, primera sección, p. 1. El decreto sufrió una
enmienda por la cual se incorpora el mandato de procurar los vínculos de la comunidad
mexicana en el exterior con sus comunidades de origen. Véase sre, “Decreto que reforma
el diverso por el que se crea el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, con el carácter de
Órgano Administrativo Desconcentrado de la Secretaría de Relaciones Exteriores”, Diario
Oficial de la Federación, 14 de noviembre de 2011, primera sección, p. 2.

98 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
la organización comunitaria de base. Este nuevo acercamiento permitió al

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


gobierno de México conocer a fondo no sólo las características, sino tam-
bién las necesidades más apremiantes de las comunidades mexicanas.
El arraigo a sus costumbres y tradiciones, así como la necesidad de iden-
tificarse con su país de origen, suele ser una de las características comunes
de todo tipo de diáspora en el mundo. El caso de los inmigrantes mexicanos
en Estados Unidos no ha sido la excepción. Por medio de redes sociales y
clubes de oriundos, la diáspora mexicana ha satisfecho esta necesidad iden-
titaria. En este sentido, los lazos y el reconocimiento oficial por parte de las
autoridades de su país de origen ha sido cada vez más claro desde la crea-
ción del pcme. Este vínculo es esencial no sólo porque otorga un sentido de
identidad a la diáspora, sino también porque fortalece los vínculos con sus
comunidades de origen y permite contribuir a atender sus necesidades de
desarrollo y progreso económico.
De esta forma, el mandato otorgado al pcme, y posteriormente al ime,
promueve la vinculación de estas comunidades con México, así como su
desarrollo en materias de salud, educación, deporte, cultura, desarrollo
económico y organización comunitaria. Los esquemas que ha desarro-
llado el Estado mexicano para atender todos estos aspectos de la vida
comunitaria han sido innovadores y, de hecho, marcan un hito interna-
cional en materia de políticas públicas. Por ejemplo, otra característica de
la política exterior mexicana en esta materia es la búsqueda de aliados
gubernamentales y sociales con los cuales se producen sinergias y se
ponen en práctica iniciativas novedosas. En efecto, el cumplimiento de
las tareas y las acciones a favor de la diáspora ha sido posible por medio
del reconocimiento transnacional del problema migratorio y de la bús-
queda y el establecimiento de alianzas estratégicas con diferentes actores
institucionales mexicanos y estadunidenses. A partir de sus relaciones y
recursos, los socios han contribuido de manera importante a producir so-
luciones prácticas que mejoran las condiciones de los inmigrantes mexi-
canos en todos los ámbitos.
Lo anterior ha sido muy claro en el terreno educativo. A diferencia de
otras diásporas, la comunidad mexicana en Estados Unidos se caracteriza
hoy en día por tener un nivel educativo sumamente polarizado. Por un

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 99
lado, posee en promedio bajos índices de escolaridad y un alto índice de
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

analfabetismo.17 Por el otro, un creciente porcentaje de la migración mexi-


cana a Estados Unidos cuenta actualmente con estudios de posgrado.18
El bajo índice promedio de escolaridad no es motivo de asombro, ya que
la mayor parte de la diáspora mexicana en Estados Unidos proviene de los es-
tratos más bajos de la población rural en México, donde las oportunidades de
acceso a la educación formal han sido limitadas. De manera tradicional, esta
condición ha marginado a los migrantes mexicanos y a sus familias, excluyén-
dolos del desarrollo. Este nivel educativo no les permite el acceso a empleos
calificados y mejores remuneraciones, lo que los destina a un círculo vicioso
de pobreza y obstaculiza sus posibilidades de movilidad social. Al mismo
tiempo, en 2013, México ocupó la quinta posición como el país con el mayor
número de connacionales con posgrado en Estados Unidos.19
El reconocimiento de esta dualidad ha llevado a la creación de progra-
mas sugeridos muchas veces por la propia población migrante, operados
por el ime mediante la red consular y dirigidos, específicamente, a cada uno
de estos segmentos de la población. Así, gracias a los socios o partners en
el ámbito educativo, el programa Plazas Comunitarias, diseñado en cola-
boración con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (inea),
ha logrado alfabetizar y otorgar certificados de primaria, secundaria y
high school a más de cuatrocientos mil connacionales a lo largo de 15 años
de operación, es decir, entre 2000 y 2015.
Por lo que respecta al ámbito de la salud, según estudios y estadísticas
de las autoridades sanitarias de Estados Unidos, en comparación con otros
grupos étnicos, la población de origen mexicano ha presentado en forma
acostumbrada los índices más bajos de personas que utilizan servicios

17 inea, “Apoyan campaña inea consulados y organizaciones de connacionales en eu”, 20 de


noviembre de 2014, en http://www.inea.gob.mx/boletines/admin/view/detalleBoletines_
sp_conevyt.php?id_boletin=839 (fecha de consulta: 20 de abril de 2016).
18 Raúl Delgado Wise (coord.), La migración altamente calificada: elementos para una
política nacional de ciencia y tecnología. Informe técnico, México, Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología/most-unesco, 2015.
19 Idem.

100 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
médicos y que no cuentan con seguro médico.20 La atención oportuna

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


a la salud resulta particularmente crítica en la niñez y en la adolescencia,
toda vez que los problemas asociados a la ausencia de un diagnóstico o
a la atención oportuna de una enfermedad en estas etapas del ciclo de
vida pueden tener implicaciones para el resto de la vida.21
Con base en lo anterior, el ime, en estrecha coordinación y con recur-
sos de la Secretaría de Salud, creó el programa Ventanillas de Salud, cuyo
objetivo es facilitar el acceso de los inmigrantes mexicanos a este tipo de
servicios y, al mismo tiempo, generar una cultura de prevención e informa-
ción. Este programa se promueve en las 50 representaciones consulares de
México en Estados Unidos con la colaboración de agencias especializadas
privadas locales. Según registro de la sre, en el año 2014 el programa Ven-
tanillas de Salud atendió a casi 1.5 millones de personas.
Por lo que corresponde al vínculo y el apoyo a las organizaciones co-
munitarias, la relación con los líderes de las comunidades mexicanas se ha
consolidado e institucionalizado mediante la creación del Consejo Consul-
tivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ccime). Éste es un órgano
de asesoría y consulta, integrado por mexicanos, cuyo mandato es analizar
los problemas, los retos y las oportunidades de las comunidades en el ex-
tranjero, con el fin de proponer al gobierno de México acciones tendientes
a elevar su nivel de vida y mejorar sus vínculos con el país. Este esquema de
cooperación propuesto por el Estado mexicano, que recientemente pasó
por un proceso de reestructuración y mejora, además de ser de gran utilidad
para la planeación y formulación de políticas públicas, sirve para atender
las necesidades de las distintas comunidades mexicanas en Estados Unidos
con la participación directa de todos sus miembros.
En las primeras cuatro generaciones del ccime coincidieron los repre-
sentantes de las principales organizaciones latinas, junto con los líderes de

20 Conapo, Migración y salud: los hijos de migrantes mexicanos en Estados Unidos, México,
Conapo, 2009, p. 22, disponible en http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Migracion
_y_salud_Los_hijos_de_migrantes_mexicanos_en_Estados_Unidos (fecha de consulta: 20 de
abril de 2016).
21 Ibid., p. 45.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 101
las más importantes organizaciones de migrantes de primera generación.
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

La oportunidad que este órgano ofrecía a unos y a otros de conocerse e


intercambiar puntos de vista fue sumamente valiosa. La red creada generó
una sensación de representatividad política en el exterior.
Algunos de los programas que resultaron del trabajo de las primeras cua-
tro generaciones del ccime son el programa ime-Becas, la ampliación de la
Semana Binacional de Salud y de las Ventanillas de Salud a todos los consu-
lados en América del Norte, así como programas de capacitación de maes-
tros mexicanos para hacer frente al retorno de niños a México. En 2013, la
cuarta generación de consejeros del ccime recomendó iniciar un proceso de
reflexión, evaluación y diagnóstico en torno a las fortalezas y debilidades
del propio Consejo, para lo cual planteó un nuevo modelo que permite
instrumentar proyectos locales y regionales.
Durante las primeras cuatro generaciones del ccime, la mayoría de los
126 consejeros eran electos en las 56 circunscripciones consulares en Esta-
dos Unidos y Canadá. Concebido como el puente de entendimiento y diá-
logo entre los mexicanos en el exterior, sus comunidades de origen y las
instituciones de México, desde 2015 el proceso de conformación del Con­se-
jo está enfocado, principalmente, a la presentación de proyectos en favor
de la comunidad mexicana en Estados Unidos y Canadá. Cada año, cual-
quier persona interesada en formar parte del Consejo debe presentar un
proyecto específico al consulado más cercano. A partir de estos proyectos,
cada representación consular en América del Norte propone al ime la desig-
nación de hasta siete consejeros locales por un periodo de dos años.
La transición de modelo en el Consejo Consultivo ha sido bien aceptada
por las circunscripciones consulares y, en todo caso, tiende a evolucionar en
la misma medida en que lo hacen las formas de organización comunitaria.

Nuevos desafíos en la atención a las comunidades


mexicanas en Estados Unidos

A más de veinticuatro años de procurar una debida atención a las nece­-


sidades y los intereses de las comunidades mexicanas en el extranjero, es

102 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
posible identificar un número importante de logros, pero también muchos

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


retos. Las acciones y actividades que las instituciones mexicanas han lle-
vado a cabo durante este periodo indudablemente han impactado de
manera importante en la calidad de vida de los mexicanos en Estados
Unidos, en particular en aquellos inmigrantes de primera generación que
han sido hasta ahora los principales destinatarios de las políticas de apoyo
comunitario. Las acciones para la integración de las comunidades mexica-
nas a las sociedades donde residen han facilitado el aprovechamiento de
servicios sociales locales, financieros, educativos y de salud; las mismas
representan un éxito colaborativo, tanto de las agencias e instituciones
del gobierno de México, como de las agencias e instituciones públicas y
privadas de Estados Unidos.
De igual forma, han sido exitosos la creación y el fortalecimiento de
los vínculos con sus comunidades de origen durante este periodo. Los
programas diseñados por las dependencias e instituciones del Estado
mexicano, difundidos y ejecutados, en su inicio por medio del pcme y pos-
teriormente por el ime, como el Programa 3×1, Remesas Productivas, Pai-
sano Invierte en tu Tierra, Inclusión Financiera para Migrantes, México
Emprende para Migrantes y Tu Vivienda en México, entre otros, han coad-
yuvado al bienestar y desarrollo económico de las comunidades expulsoras
de migrantes. De hecho, la Organización de los Estados Americanos (oea)
otorgó al ime un reconocimiento como finalista del Premio a la Innovación
en la Gestión Pública por su programa Semana de Educación Financiera
para migrantes en América del Norte, que impacta a medio millón de
personas anualmente.22
En el marco del Programa 3×1, la inversión de clubes de oriundos en
colaboración con los tres niveles de gobierno —federal, estatal y munici-
pal— sigue siendo significativa en diversos municipios. De igual forma,
según datos del Banco de México, el monto de las remesas familiares re-

22 “La oea entrega reconocimiento a ime por el proyecto ‘Semana de Educación Financiera
(sef)’ para mexicanos en el exterior”, en Boletín Lazos, núm. 1623, 3 de febrero de 2016,
en http://www.ime.gob.mx/images/stories/lazos/2015/boletines/1623.htm (fecha de con-
sulta: 20 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 103
cibidas de Estados Unidos tan sólo en 2014 fue de 23 607 millones de
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

dólares, cifra 7.8% mayor a la registrada en 2013.23


Ahora bien, como toda política pública, el apoyo a las comunidades
mexicanas en Estados Unidos debe adaptarse ante la evolución de las va-
riables sociales, económicas y demográficas que inciden en la condición
de vida de nuestros connacionales. En este sentido, el dato más relevan-
te de los últimos tiempos es que a partir del año 2009 se ha registrado
una tasa de migración neta negativa, aparejada —entre otras cosas— a
la aparición de un fenómeno masivo y sin precedentes de migrantes de
retorno.24
Aunado a lo anterior, es importante tener en cuenta que los mexicanos
de segunda y tercera generación que viven en Estados Unidos hoy en día
duplican las cifras de inmigrantes de primera generación. Ello se debe a
que la población de origen mexicano registra altas tasas de natalidad y
mantiene índices de crecimiento más elevados que los inmigrantes naci-
dos en México.
Ante esta nueva realidad, es importante preguntarse si los programas y
las acciones concebidos para una población de inmigrantes de primera ge-
neración nacidos en México, por lo general de bajos recursos, con índices de
educación inferiores al resto de la población estadunidense y mayoritaria-
mente indocumentados, son igualmente útiles para satisfacer las necesida­des
de los connacionales de segunda y tercera generación que, aunque descen-
dientes de mexicanos, son considerados ciudadanos estadunidenses.

23 Banco de México, La balanza de pagos en 2014, México, Banco de México, 2015, en


http://www.banxico.org.mx/informacion-para-la-prensa/comunicados/sector-externo/
balanza-de-pagos/%7BAEE2CBD4-2C71-DA27-336B-8F558037ED1E%7D.pdf (fecha
de consulta: 2 de julio de 2015).
24 Los factores que explican este fenómeno no son sorprendentes y eran predecibles ya
desde unos años atrás: la aplicación estricta de controles en la frontera México-Estados
Unidos, el aumento del número de deportaciones y las necesidades de reunificación fami-
liar, la disminución del crecimiento económico y, por ende, una menor oferta de empleos
debido a la desaceleración de la economía estadunidense. Ana González-Barrera, “More
Mexicans Leaving than Coming to the U.S.”, en Pew Research Center, 19 de noviembre de
2015, en http://www.pewhispanic.org/2015/11/19/more-mexicans-leaving-than-coming-
to-the-u-s/ (fecha de consulta: 5 de marzo de 2016).

104 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
Lo cierto es que si bien los orígenes humildes de sus padres los colocan

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


en desventaja en términos económicos y sociales frente a otros ciudadanos
de Estados Unidos, también es cierto que los rezagos escolares y los obstácu­
los de idioma y asimilación cultural son fácilmente superados. Un estudio del
Pew Research Center encontró que los inmigrantes de segunda generación
tenían un ingreso promedio 35% superior al de sus padres. Asimismo, en lo
que se refiere a índices de vivienda propia, éstos son 30% superiores en los
connacionales de segunda generación. De igual forma, los índices de po-
breza disminuyeron de 18% a 11% entre la primera y la segunda generación
de migrantes, y el índice de graduados universitarios entre los estudiantes de
segunda generación fue superior en cinco puntos, por arriba de la media de la
población estadunidense en su conjunto.25
Los mexicanos de segunda y tercera generación, aunque de un mismo
origen étnico, representan un grupo con necesidades e intereses distintos
a los de primera generación. Los esfuerzos para ayudar a estos últimos a
alcanzar una integración exitosa a la sociedad estadunidense son necesa-
rios. Por este motivo y, en un hecho sin precedentes, el gobierno mexicano
lleva a cabo desde el año 2015 un esfuerzo importante para promover la
tramitación de la ciudadanía estadunidense entre los mexicanos elegibles
para hacerlo. El objetivo es claro: tratar de cerrar la brecha entre los dere-
chos de quienes tienen la calidad de migrantes y los de quienes obtienen
el estatus de ciudadanos.
El marco normativo mexicano protege a los hijos de los migrantes
mexicanos que nacen en el extranjero al reconocerlos como ciudadanos
por nacimiento. Aun cuando muchos de ellos heredan de sus padres la
costumbre y el empeño por mantenerse cerca del país de sus ancestros,
los lazos que los vinculan con México son cada vez más tenues. La misión
dual del ime hoy en día es la de fomentar la integración de los migrantes a
la sociedad estadunidense y, a la vez, encontrar mecanismos para fortale-
cer los lazos de estas personas con México.

25 Pew Research Center, “Second Generation Americans: A Portrait of Adult Children of Im-
migrants”, en Pew Research Center, 7 de febrero de 2013, en http://www.pewsocialtrends.
org/2013/02/07/second-generation-americans/ (fecha de consulta: 7 de febrero de 2014).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 105
En este sentido, la tarea se debe orientar a propiciar que los mexicanos
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

de segunda y tercera generación mantengan los vínculos con México más


allá de los lazos familiares directos. El objetivo es avanzar en una agenda
compartida en la que el Estado logre canalizar recursos y talento para
estimular y propiciar el desarrollo del país, a la par de alcanzar objetivos
políticos nacionales. Un ejemplo ilustrativo de este tipo de acciones es la
creación de la Red Global de Mexicanos Altamente Calificados en el Exte-
rior (antes llamada Red de Talentos Mexicanos en el Exterior), desarrolla­da
en 2005 por la Cancillería mexicana a través del ime y, en algunas etapas,
por el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt) y la Fun-
dación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec).
El propósito de este programa, desde sus orígenes, ha sido coadyuvar
a que las diásporas mexicanas altamente calificadas que se encuentran
vinculadas a negocios o sectores que generan alto valor agregado en sus
lugares de residencia puedan contribuir a una mejor inserción de México
en la economía global, en particular, en la llamada economía del conoci-
miento. Actualmente la red cuenta con 47 capítulos alrededor del mundo
y 22 de ellos se encuentran en Estados Unidos.
Ante esta nueva realidad, el Estado mexicano debe ser capaz de apro-
vechar el capital político que le representan los lazos con la diáspora de
segunda y tercera generación. Con una representación cada día mayor en
las esferas políticas del gobierno de Estados Unidos, la diáspora mexicana
puede ayudar al avance de los intereses nacionales sirviendo como un
efectivo interlocutor entre ambos gobiernos. Con su voz, voto e influencia
económica, la diáspora mexicana de segunda y tercera generación podría
influir en la formulación de políticas que tengan una repercusión impor-
tante para México. Muchas de las decisiones políticas de antaño —como,
por ejemplo, la falta de implementación de las disposiciones del tlcan
respecto a los permisos del transporte de carga para circular en carreteras
estadunidenses, o las iniciativas y leyes antinmigrantes que tienden a ex-
cluir a los miembros de las comunidades mexicanas del goce de derechos
básicos como la libertad de tránsito o el acceso a servicios de educación y
salud— serían más improbables ante la existencia de electorados grandes
de origen mexicano.

106 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
Conclusión

Francisco de la Torre Galindo y Gerardo Guiza Vargas


En el mundo, México es reconocido ampliamente como referente y mo­
delo en la formulación y la ejecución de políticas a favor de su diáspora.
Los programas de educación, salud, promoción de la cultura, organización
comunitaria y los esfuerzos por fortalecer los vínculos entre sus connacio­
nales y sus lugares de origen son con frecuencia replicados por otros países
que también poseen un número importante de comunidades de conna-
cionales en el extranjero.
Durante todo este tiempo no siempre ha sido fácil medir el éxito o el
impacto de los programas y las acciones realizadas. Lo que sí ha quedado
claro es que, según los testimonios de los propios beneficiarios, los pro-
gramas y las acciones implementadas por las autoridades mexicanas y
otros socios han contribuido a la integración efectiva de los migrantes
mexicanos en las sociedades de destino, a la vez que mantienen los víncu­
los con sus comunidades de origen.26
Como ya se mencionó, estas funciones del Estado mexicano han ido
más allá de la eficiente protección y asistencia consular que dictan los acuer­
dos y las convenciones internacionales en la materia. En realidad se ha
tratado de una serie de esfuerzos colaborativos que han procurado incluir
a varios actores interesados, no sólo del país de origen, sino también de las
sociedades receptoras.
El interés del Estado mexicano por desarrollar estas políticas responde
a un reconocimiento pragmático de las oportunidades que representa el
fenómeno migratorio tanto para el desarrollo del país como para el bienes­
tar de la nación mexicana, donde quiera que ésta se encuentre. Debe des-
tacarse que, precisamente porque se reconoce la valía del capital político
y económico que representa la diáspora en el diseño de las políticas co-
munitarias ejecutadas por el ime, se ha escuchado y tenido muy en cuenta
la opinión de la propias comunidades. Éstas participan e influyen en la

26 ime-Becas, “Video 1. Testimonial Programa ime Becas 2013-2014 Consulmex El Paso”, en


YouTube, 8 de noviembre de 2013, en http://www.youtube.com/watch?v=qGbXChXcgIk
(fecha de consulta: 20 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022 107
planeación y el desarrollo de iniciativas mediante consejos y recomenda-
Evolución en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior

ciones, así como en la puesta en marcha de las mismas.


A pesar de todo lo que se ha hecho, es necesario reconocer que las
nuevas realidades y las dinámicas del fenómeno migratorio exigen una
constante actualización de programas y replanteamiento de objetivos. En
todo el mundo, las relaciones Estado-diáspora han cambiado sustancial-
mente a lo largo del tiempo y, en la economía globalizada de principios de
milenio, el ritmo de estos cambios se ha acelerado en forma vertiginosa.
Como se sostiene en este artículo, la siguiente frontera para México es ge­-
nerar políticas de apoyo y vinculación con los mexicanos de segunda y ter-
cera generación que viven allende las fronteras, que se les vincule a nuestro
país y, al mismo tiempo, se generen lazos en beneficio de los que viven
en territorio nacional.
Corresponde al gobierno encabezado por el presidente Enrique Peña
Nieto, el cual asume su responsabilidad global con la coordinación opera-
tiva de la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, seguir
trabajando eficazmente y responder de manera adecuada a los nuevos retos
y desafíos en la atención a las comunidades de mexicanos en el exterior por
medio de la red consular y el trabajo del Servicio Exterior Mexicano.
Es tiempo de analizar con objetividad todas las variables que moldean
el fenómeno migratorio, romper paradigmas e incluso creencias popula­
res al sur y al norte, colocar migrante como sujeto de derechos, pero tam-
bién como catalizador del desarrollo en ambos lados de la frontera.

108 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 89-108, ISSN 0185-6022
Migración calificada: entre la pérdida de
talento y la oportunidad de transformar
a México con innovación
Skilled Migration: Between the Loss of Talent and the
Opportunity to Transform Mexico with Innovation
Raúl Delgado Wise
Unidad Académica en Estudios del Desarrollo
Universidad Autónoma de Zacatecas
rdwise@estudiosdeldesarrollo.net

Mónica Chávez Elorza


Unidad Académica en Estudios del Desarrollo
Universidad Autónoma de Zacatecas
monica.chavez@estudiosdeldesarrollo.net

Resumen:
La diáspora mexicana altamente calificada ha experimentado un acelerado crecimiento en el
curso de las últimas décadas, a tal grado que en la actualidad hay 1.2 millones de migrantes
calificados de origen mexicano en el mundo, de los cuales poco más de trescientos mil cuen-
tan con posgrado y están asentados en 67 países. En este artículo se ofrece una radiografía de
dicho segmento estratégico de la diáspora del país, y se destacan algunos de los aspectos más
relevantes del contexto nacional e internacional en el que se circunscribe y participa. Cambiar
este derrotero y transformarlo en una oportunidad de desarrollo configura uno de los princi-
pales desafíos para México en materia de política pública.

Abstract:
The Mexican highly skilled diaspora has undergone an exponential growth during the last de-
cades to the degree that nowadays there are 1.2 million qualified migrants of Mexican origin
worldwide, 300 000 of them have a graduate degree and are settled in at least 67 countries. This
article offers a radiography of this strategic segment of the country’s diaspora, highlighting some
of the most critical aspects of the national and international context in which it is embedded and
participates. To change this path and transform it into a development opportunity constitutes one
of the main challenges for Mexico in terms of public policy.

Palabras clave:
Migración altamente calificada, relaciones México-Estados Unidos, innovación, patentes y desarrollo.

Key Words:
Highly skilled migration, Mexico-United States relations, innovation, patents and development.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
Migración calificada: entre la pérdida de
talento y la oportunidad de transformar
a México con innovación

Raúl Delgado Wise


y Mónica Chávez Elorza

Introducción

En el curso de la última década del siglo xx y lo que va del xxi, la migración


se ha convertido en un tema prioritario de la agenda internacional. Esta im-
portancia se deriva no sólo del aumento y la diversificación de las corrientes
migratorias a lo largo y ancho del planeta, sino también de sus profundas
transformaciones cualitativas y de los crecientes agravios a la seguridad
humana que en torno a ella se han suscitado. En este sentido no puede ni debe
soslayarse el hecho de que los debates que han tenido y continúan teniendo
lugar en los principales foros multilaterales y bilaterales en la materia se han
distinguido por la escasa y poco confiable información disponible, pero más
importante quizás porque los indicadores empleados han tendido a inclinar la
balanza a favor de los intereses de los principales países desarrollados recep-
tores de migrantes. Urge, por tanto, contribuir a cambiar —mediante datos e
indicadores fiables y desmitificadores— la “cancha” en la que se ha estado
debatiendo la problemática para llevar este juego hacia un terreno relativa-
mente más neutral y equitativo, donde los intereses de los países de origen
y tránsito no sean ignorados, relegados o desplazados a un segundo plano.
El propósito de este artículo es contribuir, desde esta perspectiva, a cen-
trar la atención en un ámbito cada vez más significativo de la migración
mexicana y mundial, que ha sido relativamente poco tratado en la literatura
y del que persiste una acuciante desinformación, aunada a la prevalencia de

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
visiones distorsionadas —aunque ciertamente no desinteresadas— de la reali-
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

dad: la migración altamente calificada, que tiende a analizarse desde cuatro


miradores limitados que restringen una adecuada comprensión del fenó-
meno: la fuga, el desperdicio, la circulación y la ganancia de cerebros o
talentos. En contra de estos miradores, se propone tratar el fenómeno de la
migración mexicana altamente calificada desde una óptica que posibilite su
apropiada dimensión y caracterización, sin perder de vista la naturaleza del
contexto en la que se origina y despliega.
De entrada, resulta importante destacar que entre 1970 y 2013 el núme-
ro de migrantes internacionales con educación terciaria se multiplicó 2.7
veces, mientras que la tasa de crecimiento total de migrantes internaciona-
les lo hizo 1.8 veces.1 Este crecimiento ha estado acompañado de impor-
tantes cambios cualitativos en la dirección y composición de los flujos mi-
gratorios, entre los que destaca un aumento en la proporción de migrantes
provenientes de regiones periféricas o emergentes y una cada vez mayor
selectividad de las corrientes migratorias. Cabe advertir, al respecto, que en
el curso de las dos últimas décadas, la población migrante con educación
terciaria se incrementó a una tasa de crecimiento anual 1.5 veces mayor que la
corres­pondiente a la migración en general. Más significativo resulta el hecho
de que México no sólo no es ajeno a esta dinámica, sino que en múlti­ples
sentidos se sitúa a la vanguardia de la misma. En efecto, entre 1990 y 2015 el
volumen de migrantes mexicanos con educación terciaria se elevó de 161 000
a 1.2 millones, es decir, se multiplicó 7.5 veces. Ello no sólo revela la progre­
siva y masiva selectividad de la migración mexicana, sino que indica asimismo
que su ritmo de crecimiento supera, con creces, las tendencias globales.
Este análisis se basa en tres fuentes de información complementarias:
a) los datos censales y encuestas en hogares de 26 países por medio de los cua-
les se pudo generar un dato global aproximado de las dimensiones de la mi-

1 Datos provenientes de Population Division, Department of Economic and Social Affairs-


United Nations (un-desa), Trends in International Migrant Stock: The 2013 Revision-Mi-
grants by Age and Sex, pop/db/mig/Stock/Rev.2013, disponible en http://www.un.org/
en/development/desa/population/migration/data/estimates2/estimatesage.shtml (fecha
de consulta: 24 de mayo de 2016).

112 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
gración altamente calificada proveniente de México; b) la información de la

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


American Community Survey (acs) para apreciar algunas de las características
más significativas de los posgraduados mexicanos que residen en Estados
Unidos, a la sazón principal destino de este tipo de migrantes (aunque en me-
nor proporción, como se verá más adelante, que en el caso de la migración
en general), y c) los resultados de una de las cuatro encuestas realizadas con el
patrocinio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a un uni-
verso de 163 050 becarios, ex becarios y miembros del Sistema Nacional de
Investigadores (sni) que residen en México y en el extranjero.2

El desbordamiento de la migración mexicana


altamente calificada

Conceptual y metodológicamente persisten múltiples dificultades para la


medición del volumen de migrantes calificados a nivel internacional. Por
un lado, no hay criterios homogéneos para definir el tipo de calificación
y, por el otro, hay diferencias en los criterios empleados para la captura de
la información, que van desde el periodo del levantamiento hasta el tipo
y la representatividad de la muestra. Sin menoscabo de estas dificultades,
a partir de la revisión de los censos y las encuestas en hogares de 26 países
y apoyándose en los microdatos censales de 1990, 2000 y 2010 se hizo una
estimación del volumen o stock de mexicanos de 20 años y más con licen-
ciatura y posgrado que reside allende las fronteras.
En la Gráfica 1 se aprecia, con toda amplitud, el carácter cada vez más se-
lectivo de la migración mexicana. De un total de emigrantes mexicanos con
educación terciaria que en 1990 sumaba 161 000, se pasó a 1.2 millones en
2015. Si se considera tan sólo a los posgraduados, el aumento resulta igual-
mente impresionante: de 44 000 en 1990 su monto se elevó a 303 000 en 2015.

2 En el marco del proyecto “La migración mexicana altamente calificada: elementos para una
política nacional de ciencia y tecnología” (2013 a 2015), se diseñaron y aplicaron cuatro en-
cuestas dirigidas a 163 050 posgraduados (becarios Conacyt en México y en el exterior, ex
becarios Conacyt en México y en el exterior y miembros del sni en México y en exterior).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 113
Más todavía, entre 2000 y 2015, el segmento de migrantes mexicanos con
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

posgrado aumentó a un ritmo 2.5 veces superior al correspondiente a los


migrantes con licenciatura. Si se considera que el número de posgraduados
residentes en México en 2015 se estimó en 890 214,3 ello significa que por
cada cien mexicanos posgraduados que radican en el país hay al menos 34
que radican en el extranjero.4

Gráfica 1.Tendencias de la migración mexicana altamente calificada


a nivel global, 1990-2015

Millones de personas

1.204 0.30

0.896 0.90
0.73 0.16
0.447
0.05
0.161 0.04
0.12 0.39

1990 2000 2010 2015
1990 2000 2010 2015

Licenciatura y Posgrado Licenciatura Posgrado

Fuente: Sistema de Información sobre Migración y Desarrollo (simde-uaz). Estimación propia con base en
censos de países disponibles en ipums International del Minnesota Population Center, Integrated Public Use
Microdata Series, International: Version 6.4, base de datos en línea, Minneapolis, University of Minnesota,
2015; un-desa, op. cit.; U.S. Bureau of the Census, DataFerret, base de datos en línea, 1990 y 2000, acs 2010,
y U. S. Bureau of the Census, Current Population Survey: March Supplement (cps), 2015.

Aun cuando Estados Unidos concentra 98% de la emigración de México, la


diáspora mexicana altamente calificada tiende a desplazarse cada vez más
hacia otras latitudes. Se trata empero de una tendencia incipiente, pues en la
actualidad todavía ocho de cada 10 posgraduados mexicanos tienen al país
vecino del norte como destino principal.

3 Cifras del inegi, Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (enoe) 2015.


4 Considérese que la cifra de posgraduados mexicanos en el exterior está subdimensio-
nada, tanto por las limitaciones de la información disponible antes referidas, como por
el hecho de que la información sobre posgraduados disponible en el país no permite
distinguir entre posgraduados que obtuvieron el grado, lo que en sentido opuesto a la
información sobre posgraduados en el exterior tiende a sobredimensionar la base desde
la que se está haciendo la comparación.

114 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
Con base en la información y las posibilidades analíticas que ofrece la acs,

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


a continuación se destacan algunas de las principales características que distin-
guen a este importante segmento de la diáspora mexicana altamente calificada.
A tono con lo señalado en el apartado anterior, lo primero que sobresale
es la fuerte selectividad del fenómeno: de 1990 a 2015 el núcleo de pos-
graduados mexicanos en Estados Unidos se multiplicó casi seis veces para
alcanzar en 2015 el número de 249 000. Por encima de la moderada desa­
celeración en la tasa de crecimiento anual de los mexicanos con posgrado
radicados en ese país que se produce entre 2000 y 2010 —presumiblemente
como consecuencia de la crisis desencadenada en 2007—, en el último quin-
quenio las tasas de inmigración mexicana altamente calificada al vecino del
norte retomaron, con renovado brío incluso, su curso ascendente. Esto se
aprecia también desde otro ángulo, por lo demás significativo: del conjunto
de inmigrantes con posgrado que residen en Estados Unidos, el número de
mexicanos pasó de ocupar el noveno lugar en 1990, al sexto en 2010, quinto
en 2013 y tercero en 2015, apenas por debajo de India y China.

Gráfica 2. Incremento de la población con posgrado nacida en México


y que reside en Estados Unidos

Miles Tasa de crecimiento anual


1990 noveno lugar
2010 sexto lugar 249 Maestría Doctorado
2013 quinto lugar
1990-2000 10.3 7.2
2015 tercer lugar
128 2000-2015 5.4* 5.9*
112 145
78 * Cabe advertir que la caída en el crecimiento durante
43 el último periodo obedece a la crisis de 2007-2008 en
Estados Unidos. Entre 2010 y 2015 las tasas de creci-
miento de la maestría y el doctorado fueron de 11.6%
1990 1995 2000 2005 2010 2015 y 10.8%, respectivamente.

Fuente: simde-uaz, con base en DataFerret, 1990 y 2000; acs, 2010, y CPS, 2015.

Por su parte, la distribución por edades de los posgraduados mexicanos


muestra que en su mayoría está conformada por jóvenes en edad laboral.
Hay que considerar que 55.9% de los posgraduados mexicanos se ubica en
edades de 20 a 45 años. Otro rasgo sobresaliente de esta migración es su cre-

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 115
ciente feminización. Tan significativo ha sido el aumento de la participación
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

de las mujeres en este flujo que, como se aprecia en la Gráfica 3, a partir de


2011 el número de posgraduadas mexicanas logra rebasar el de los hombres.

Gráfica 3. Posgraduados mexicanos residentes en Estados Unidos


por edad y sexo

Edad Miles de personas

77 652 138

54 992 92 111

71 72 77 75 75
61 79
53 70 71
40 58 59
15 450 51 51
11 504 27
28
16 13
22 a 29 30 a 45 46 a 64 65 años

90

94

98

00

04

06

08

10

12

14

15

16
años años años o más
19

19

19

20

20

20

20

20

20

20

20

20
Hombres Mujeres

Fuente: simde-uaz, estimación propia con base en DataFerret, 1990 y 2000; acs, 2000-2012, y cps, 1994-1998
y 2013-2015.

Por áreas del conocimiento destaca, como se aprecia en la Gráfica 4, la im-


portancia creciente de la participación de posgraduados mexicanos en áreas
de formación en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (ctim). Ello,
aunado a la significativa presencia de posgraduados formados en el área de
Administración, Negocios y Finanzas, pone de relieve la contribución, hasta
ahora “invisibilizada” o no reconocida, de los inmigrantes mexicanos a la satis-
facción de la creciente demanda de personal calificado en esas áreas, las cua-
les, como se verá más adelante, resultan estratégicas para la preservación de la
hegemonía estadunidense en materia de innovación y patentes. Finalmente,
es pertinente agregar que a menudo los posgraduados mexi­canos que radi-
can en Estados Unidos son sometidos a una triple discriminación salarial: de
país de obtención de título de estudios, de género y étnica5 (véase Gráfica 5).

5 Se refiere al país de origen. La clasificación de la población por etnias utilizada en las


estadísticas estadunidenses resulta, en sí misma, una categoría discriminatoria.

116 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
Gráfica 4. Posgraduados mexicanos que residen en Estados Unidos por área

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


de conocimiento y periodo de ingreso

ctim + Emprendedurismo: 41.2 % ctim + Emprendedurismo: 54.6 % ctim + Emprendedurismo: 62 %


Antes de 1990 1990-2000 2001-2013

ctim 25.5% ctim 33.9% ctim 40.1%

Administración, Administración,
Educación 17.7% negocios y negocios y 21.9%
finanzas finanzas
Administración,
negocios y Ciencias sociales 12.3%
15.7% Educación 13.1% y económicas
finanzas
Artes y 14.5% Artes y 12% Educación 8.9%
humanidades humanidades
Ciencias sociales Ciencias sociales Artes y
12.5% 8.2% humanidades 8.2%
y económicas y económicas
Ciencia de la Ciencia de la Ciencia de la
conducta 7.8% conducta 6.3% conducta 4.6%
Medicina y Medicina y Medicina y
ciencias 6.3% ciencias 5.8% ciencias 4%
de la salud de la salud de la salud

Fuente: Estimación y metodología propia con base en acs, 2011-2013, y Selene Gaspar Olvera, ¿Estudiar
para emigrar o emigrar para estudiar? Procesos de integración de los inmigrantes mexicanos calificados
en Estados Unidos, tesis de maestría, México, unam, 2016.

Gráfica 5. Mediana del ingreso anual (dólares) de los posgraduados por grupo
de inmigrantes y nivel educativo, 2011-2013

Sexo País de origen

75 000
Estados Unidos
51 787 72 501 Total 66 287
50 731

85 000
Estudios mixtos Doctorado
46 672 56 965 81 169
55 804

72 501
México Maestría
33 787 52 822 65 000
50 731

Mujeres Hombres Nativos Resto de México


inmigrantes

Fuente: Estimación y metodología propia con base en acs, 2011-2013, y S. Gaspar Olvera, op. cit.

Ampliando la mirada: la encuesta a posgraduados mexicanos

La encuesta aplicada a ex becarios del Conacyt y miembros del sni que re-
siden en México y en el extranjero permite abrir el horizonte analítico y
expandir la mirada hacia otros ámbitos que complementan esta radiografía

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 117
de los posgraduados mexicanos en el exterior. Uno de ellos se refiere al am-
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

plio universo geográfico en el que participan los posgraduados mexica-


nos allende las fronteras del país, el cual abarca al menos 67 países de
los cinco continentes.6 Asimismo, como se aprecia en la Gráfica 6, 66%
de los encuestados dijo contar con el grado de doctor y —reforzando lo
avizorado en el apartado anterior— 79% señaló estar especializado en
áreas de ctim.

Gráfica 6. Posgraduados mexicanos según países de residencia


y áreas de conocimiento (porcentajes)

Residencia por regiones Áreas de conocimiento

Australia África Medio


0.6% Ingenierías 20.6
1.9% Oriente
Asia 0.4% Físico-matemáticas y ciencias de la tierra 22.1
2.3% Biotecnología y ciencias 5.2
agropecuarias
Canadá Biología y química 21.3
6.9% Administración, negocios y finanzas 0.8

América Medicina y ciencias de la salud 8.5


Latina Artes 0.1
12.1% Humanidades 5.3
Ciencias de la conducta 1
Estados Ciencias sociales y económicas 13.5
Unidos Ingenierías 1.5
29.9% Europa
45.9%

Fuente: simde-uaz, Encuesta para Talentos Mexicanos Residentes en el Exterior, México, Conacyt/unesco/
most, 2014.

Otro hallazgo de la encuesta es que la productividad científica, tecnológica


y de innovación de los connacionales que residen en el exterior tiende a
ser mayor, en términos generales, que la correspondiente a los posgradua-
dos que radican en México (véase Gráfica 7). En efecto, en el curso de los
últimos tres años, 87% de los talentos mexicanos en el exterior produjo al
menos un artículo arbitrado o indexado, mientras que la cifra equivalente
para los residentes en México fue de 63%. En similar tenor, cinco por ciento

6 Se sobredimensiona a los radicados en Europa con respecto de los de Estados Unidos.


Esto puede deberse, entre otras cosas, al patrón de distribución de becas otorgadas por
el Conacyt; a la Unión Europea le ha correspondido la mayor proporción.

118 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
de los ex becarios y miembros del sni en el exterior produjeron al menos

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


una patente en los últimos tres años, mientras que en el caso de México la
cifra equivalente fue de cuatro por ciento.

Gráfica 7. Posgraduados mexicanos: comparación de la producción


académica 2011-2014 (porcentaje)

Exterior México

Artículos Artículos
arbitrados/ 87 arbitrados/ 63
indexados indexados

Libros 13 Libros 17

Capítulos 32
Capítulos 36
de libros de libros

Artículos de Artículos de
divulgación 41 divulgación 40

Patentes 5 Patentes 4

Fuente: simde-uaz, Encuesta para Talentos Mexicanos Residentes en el Exterior, México, Conacyt/unesco/
most, 2014.

Otro resultado por lo demás significativo de la encuesta es que, en su in-


mensa mayoría, los posgraduados mexicanos que residen en el exterior
manifestaron su disposición a retornar al país si se les abrían posibilidades
de empleo y desarrollo profesional. De hecho, 69% de los que cuentan con
el grado de doctor dijo estar dispuesto a retornar de manera permanente,
mientras que 30% señaló que lo haría de manera temporal y únicamente
dos por ciento indicó que no retornaría bajo ninguna circunstancia. Pero no
sólo esto; la encuesta revela, asimismo, que en los últimos tres años 72% de
los posgraduados en el exterior escribieron al menos un artículo académico
en colaboración con un par en México, 27% produjo al menos un producto
relacionado con la innovación en colaboración con un investigador en el
país y 15% generó al menos una patente en colaboración con un colega
nacional. Hay, por tanto, un formidable campo de oportunidades para crear
diferentes tipos de instituciones con el fin de aprovechar el enorme talento
y la experiencia de la diáspora mexicana altamente calificada en beneficio
del desarrollo nacional.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 119
La Red Global de Mexicanos Altamente Calificados
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

en el Exterior

Ante la importancia creciente de la diáspora calificada, en 2004 el gobierno


mexicano, por medio del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ime) de
la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Conacyt, dio inicio a un proyecto
de participación ciudadana voluntaria integrado por asociaciones y grupos de
profesionales mexicanos que radican en el exterior. Este proyecto ha tenido
como propósito crear una red de profesionales altamente calificados con
presencia en el mundo. Inicialmente se le denominó Red de Talentos de
Mexicanos en el Exterior y en 2013 cambió su nombre a Red Global mx
(de mexicanos altamente calificados en el exterior). En la actualidad la Red
cuenta con 50 capítulos en 23 países y cuatro continentes; 19 capítulos se
crearon en el periodo de 2005 a 2012 y 31, de 2012 a 2016.
Desde sus inicios, esta red ha tenido como misión contribuir a la inser­ción
de México a la economía global y, en particular, a la economía del conoci-
miento. Entre sus objetivos sobresalen la identificación del talento mexicano
en el exterior; la formación de grupos regionales y temáticos que interactúen
entre sí y promuevan la expansión de la red; la generación de proyectos que
propicien una vinculación efectiva con sus contrapartes en el país; el impulso
a la internacionalización del país, y la proposición de políticas que fomenten
la movilidad, la cooperación científica, la innovación y el emprendedurismo.
Aun cuando se trata de una iniciativa oportuna, que ha contribuido a
estrechar lazos entre la comunidad de talentos mexicanos en el exterior y
sus pares en el país, no deja de ser un proyecto relativamente limitado si se
considera, por un lado, el dinamismo y las dimensiones que ha alcanzado
actualmente la diáspora calificada y, por el otro, la existencia de un contex-
to nacional e internacional adversos para su vinculación y eventual retorno.

Apuntes sobre el contexto internacional

La creciente selectividad que distingue a la migración internacional y que


se expresa con singular dinamismo en el caso mexicano no puede ser com-

120 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
prendida al margen de la profunda reestructuración que en el curso de las

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


últimas décadas han experimentado los sistemas de innovación a nivel glo-
bal. Con base en el caso paradigmático de Silicon Valley, es posible distin-
guir al menos tres ejes fundamentes de esta reestructuración:7

n La internacionalización y fragmentación de las actividades de investi-


gación y desarrollo en el marco de lo que se conoce como innovación
abierta (open innovation), que ha dado lugar a la apertura y redistribu-
ción espacial de actividades intensivas en conocimiento.
n La creación de ciudades científicas en las cuales se generan sinergias
colectivas que aceleran los ritmos de innovación bajo esquemas flexi-
bles y descentralizados, con nuevos y cada vez más numerosos jugado-
res que interactúan en espacios locales y transnacionales.
n La inversión estratégica (strategic investment), es decir, el surgimiento
de nuevas formas de control de las agendas de investigación y la apro-
piación de los productos del trabajo científico (patentes) por parte de
las grandes corporaciones multinacionales mediante equipos espe-
cializados de abogados que no sólo conocen desde sus entrañas los
nuevos y complejos sistemas de patentamiento, sino que promueven
multivariadas formas de subcontratación, asociación y diversificación
del capital de riesgo.

Cabe hacer notar que las patentes se convierten en la “cereza en el pastel”


del proceso de reestructuración referido y que, por su propia naturaleza,
encierran una permanente y creciente tensión entre los beneficios de las
grandes corporaciones, los intereses de los innovadores y las necesidades
de los consumidores y de la sociedad en general, y que es precisamente en
esta tensión de intereses en la que el “derecho internacional” impuesto por

7 Para una caracterización de esta dinámica de reestructuración, véase Raúl Delgado Wise,
“Unraveling Mexican Highly-Skilled Migration in the Context of Neoliberal Globaliza-
tion”, en Stephen Castles, Derya Ozkul y Magdalena Arias Cubas (eds.), Social Transfor-
mation and Migration: National and Local Experiences in South Korea, Turkey, Mexico
and Australia, Basingstoke, Palgrave MacMillan, 2015, pp. 201-218.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 121
los organismos internacionales al servicio de las principales potencias ca-
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

pitalistas lideradas por Estados Unidos desvela, sin ambages, su carácter


eminentemente parcial a favor de las primeras. En esta perspectiva, desde
finales de la década de los ochenta se promueve en Estados Unidos una
tendencia a legislar ad hoc en materia de propiedad intelectual, de confor-
midad con los intereses estratégicos de las grandes corporaciones.8 En este
contexto se crea la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (wipo,
por sus siglas en inglés) en el marco del Tratado de Cooperación en Materia
de Patentes impulsado por Washington.
Sin entrar en mayores detalles, cabe destacar que estos cambios norma-
tivos han hecho más complejo el proceso de patentamiento y han limitado
sobremanera la posibilidad de que agentes no corporativos puedan acceder a
los derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, han contribuido a acele-
rar, a ritmos sin precedentes, las dinámicas de patentamiento. En efecto, entre
1991 y 2002, en Estados Unidos, país que concentra alrededor del treinta por
ciento de la totalidad de patentes en el mundo, se registró —como se aprecia
en la Gráfica 8— un número de patentes similar e incluso ligeramente supe-
rior al registrado en 300 años de historia previa. De acuerdo con datos de la
wipo, esta tendencia se apega a la seguida por los países de la ocde, exclu-
yendo a México, Chile y Turquía.
Cabe agregar que las grandes corporaciones multinacionales se apro-
piaron de 91% de las patentes generadas en Estados Unidos en 2014,9 de las
cuales siete de las primeras 10 y 36 de las cien principales cuentan con su
matriz en ese país.10 Asimismo, en abierto contraste con los elevados niveles

8 Peter J. Messitte, “Desarrollo del derecho de patentes estadounidense en el siglo xxi.


Implicaciones para la industria farmacéutica”, en Arturo Oropeza-García y Víctor Manuel
Guízar López (coords.), Los retos de la industria farmacéutica en el siglo xxi. Una visión
comparada sobre su régimen de propiedad intelectual, México, unam/Cofepris, 2012,
pp. 179-200.
9 United States Patent and Trademark Office, Patenting by Organizations (Utility Patents)
2012, Alexandria, Electronic Information Products Division-U.S. Patent and Trademark
Office, abril de 2012, en http://www.uspto.gov/web/offices/ac/ido/oeip/taf/topo_12.pdf
(fecha de consulta: 8 de junio de 2016).
10 Thomson Reuters, “Top 100 Global Innovators”, en http://top100innovators.stateo
finnovation.thomsonreuters.com (fecha de consulta: 8 de junio de 2016).

122 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
Gráfica 8. Evolución de las patentes registradas en Estados Unidos

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


9 000 000

8 000 000 2011


Número acumulado de patentes

2006
7 000 000
1999 4.2
6 000 000 millones
1991 de patentes
5 000 000
1980
1976
4 000 000
1961
3 000 000
1935
2 000 000
1911
1 000 000
1790
0

300 años 21 años

Nota: Patentes otorgadas a mayo de 2012: 8 181 368.


Fuente: Gina Smith, “Can the U.S. Patent System Be Saved?”, en Computer World, 19 de julio de 2012, en
http://www.computerworld.com/article/2505817/it-management/can-the-u-s--patent-system-be-saved-.html
(fecha de consulta: 8 de junio de 2016).

de concentración y apropiación de la propiedad intelectual por las grandes


corporaciones multinacionales, destaca el aumento de la participación de
inventores de origen extranjero en Estados Unidos, que se elevó de 18% en
1963 a 51% en 2014. Ello significa que, paradójicamente al incremento del
poder corporativo derivado de la propiedad intelectual, se ha estado ges-
tando una cada vez mayor dependencia del país vecino del norte respecto
de la capacidad e inventiva del talento extranjero. De aquí la importancia
estratégica que para Estados Unidos tiene contar con un significativo caudal
de inmigrantes altamente calificados que nutra y fortalezca sus sistemas de
innovación y de aquí también el impulso a políticas cada vez más agresivas
de atracción de talento foráneo desplegadas por ese país.11

11 Entre las medidas recientes impulsadas por el gobierno estadunidense cabe mencionar
el programa Optional Practical Training, por el cual se extendieron los permisos de
trabajo de 17 a 29 meses. El programa está orientado a la contratación permanente de los
extranjeros recién graduados en áreas ctim. En el Senado de Estados Unidos se discuten
propuestas para aumentar el número de visas h1b para este sector: staple Act (Stopping
Trained in America Ph.D.s from Leaving the Economy Act of 2015), Startup Act (A Bill to
Jump-Start Economic Recovery through the Formation and Growth of New Businesses,
and for other Purposes) y Higher Education Act (Higher Education Reform and Oppor-
tunity Act of 2015).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 123
Causas de la emigración del talento mexicano
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

Las razones fundamentales del éxodo masivo de mexicanos altamente cali-


ficados son de índole estructural. El modelo de desarrollo neoliberal, “ma-
quilizado” y “extractivista”, que impera en el país12 restringe sobremanera
la demanda del mercado laboral en todos los niveles, incluyendo aquellos
segmentos que cuentan con altos grados de calificación, particularmente
en áreas de ctim. Al respecto, Fernando Lozano Ascencio, Luciana Gandini
y Telésforo Ramírez-García demuestran fehacientemente cómo este último
segmento estratégico de los posgraduados mexicanos tiende a ser castigado
en México y, por el contrario, premiado en Estados Unidos.13
Aun cuando la demanda de posgraduados en el país se ha estrechado sig-
nificativamente en las últimas décadas —en sentido contrario a las políticas del
Conacyt de promoción de becas e impulso a los posgrados de calidad—, lo
cierto es que se trata de una problemática que ni es nueva en el país ni que se
atribuye exclusivamente al modelo neoliberal en curso. Como bien lo destaca
Leonel Corona, guarda relación con la persistencia de una trayectoria de crea-
ción-destructiva (en abierto contraste con la concepción schumpeteriana de
destrucción-creativa), que se ha enquistado en el país desde la época colonial
y se distingue, entre otras cosas, por una productividad basada en el uso de la
fuerza de trabajo y los recursos naturales como principal ventaja competitiva,
un rezago tecnológico sistemático y una industrialización con impacto hori-
zontal sin arrastre, es decir, con nulo o limitado desarrollo de capacidades.14

12 Véase James Cypher y R. Delgado Wise, México a la deriva. Génesis, desempeño y crisis
del modelo exportador de fuerza de trabajo, México, Estudios Críticos del Desarro­llo-
Universidad Autónoma de Zacatecas/unesco/Miguel Ángel Porrúa (Colección Desarro-
llo y Migración), 2012.
13 Fernando Lozano Ascencio, Luciana Gandini y Telésforo Ramírez-García, “Devaluación del
trabajo de posgraduados en México y migración internacional: los profesionistas en ciencia y
tecnología”, en Migración y Desarrollo, vol. 13, núm. 25, segundo semestre de 2015, pp. 61-89.
14 Leonel Corona, “Hacia un Sistema Nacional de innovación abierto (snia). Marco insti-
tucional para el aprovechamiento de la diáspora mexicana altamente calificada”, en R.
Delgado Wise (coord.), La migración mexicana altamente calificada: elementos para

124 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
Queda claro, por tanto, que más que una relación de complementarie-

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


dad en el mercado laboral de posgraduados entre Estados Unidos y México,
lo que el análisis revela es la persistencia de un proceso de integración asi-
métrica, en el que lo que uno gana, el otro lo transfiere y desperdicia.

Propuestas de la diáspora mexicana altamente calificada

En la encuesta aplicada a ex becarios del Conacyt y miembros del sni en el


exterior se hizo la siguiente pregunta abierta: “En su opinión, ¿qué accio-
nes, propuestas o políticas públicas debe implementar el gobierno mexi-
cano para promover la vinculación con el talento mexicano en el exterior
en la perspectiva de promover el desarrollo del país?” Las principales res-
puestas, obtenidas y sistematizadas a partir de un ejercicio de minería de
datos,15 fueron:

n Crear condiciones que promuevan la efectiva inclusión de la diáspora


mexicana altamente calificada en las actividades de desarrollo científico,
tecnológico e innovación del país.
n Impulsar medidas creativas y eficientes que favorezcan el emprendedu-
rismo y la valoración de la ciencia, la tecnología y la innovación.
n Promover activamente el aprovechamiento y la transferencia del know
how de la diáspora calificada.
n Crear mecanismos para la efectiva vinculación y cooperación con la
diáspora.
n Garantizar el Estado de derecho y el fortalecimiento institucional.
n Adecuar los programas del Conacyt a una política integral de internacio-
nalización con la participación efectiva de la diáspora.
n Garantizar que la innovación trate problemas sociales y ambientales.

una política nacional de ciencia y tecnología. Informe técnico, México, Conacyt/most-


unesco, 2015.
15 Para este ejercicio se utilizó el software de análisis cualitativo atlas.ti.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 125
n Fortalecer competencias y liderazgos estratégicos en ciencia, tecnología
Migración calificada: entre la pérdida de talento y la oportunidad de transformar a México con innovación

e innovación.
n Crear canales expeditos de financiamiento y administración eficaz del
capital de riesgo.
n Promover las buenas prácticas internacionales.

A manera de conclusión

Lo hasta aquí señalado pone de relieve la importancia estratégica que para el


desarrollo del país representa la masa crítica de posgraduados mexicanos que
radican en el extranjero. Pocos países en el mundo cuentan con un potencial
tan significativo en sus diásporas altamente calificadas como el de México,
cuyas dimensiones, capacidades y experiencias han sido ampliamente do-
cumentadas a lo largo de este artículo. Si hasta ahora la emigración masiva
del talento mexicano, acentuada a partir de la década de los noventa, ha re-
presentado una ominosa sangría de recursos humanos para el país, ello no
significa que se trate de un destino fatal o inevitable. Es posible e imperioso
cambiar este derrotero y revertir la trayectoria de creación-destructiva que ha
distinguido al proceso de innovación del país a lo largo de prácticamente toda
su historia. Para ello es indispensable transformar el enorme potencial que
representa la diáspora altamente calificada en una fuerza de cambio que abra
avenidas para la transformación de México con innovación.
Avanzar en esta perspectiva implica, entre otras cosas, reconocer que se
trata de una problemática de naturaleza estructural derivada del modelo de
desarrollo que impera en el país y de la naturaleza asimétrica del proceso de in-
tegración económica de México con Estados Unidos, cuya solución rebasa
los ámbitos de competencia del ime y del propio Conacyt. Ello no significa,
empero, que desde estas instancias no se puedan promover iniciativas es-
tratégicas que posibiliten avenidas para aprovechar el enorme potencial
y las capacidades de innovación de los posgraduados mexicanos dentro y
fuera del país en beneficio del desarrollo nacional.
Las propuestas de política pública de los ex becarios del Conacyt y miem-
bros del sni en el exterior apuntan en esta dirección, al tiempo que ponen

126 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022
de relieve la imperiosa necesidad de establecer mecanismos de vinculación

Raúl Delgado Wise y Mónica Chávez Elorza


con la diáspora calificada que atraviesen transversalmente los diversos pro-
gramas impulsados por el Conacyt. Asimismo, plantean la necesidad de que
se amplíe el radio de acción y el campo de iniciativas desplegadas por el ime
en el exterior y que éstas y otras iniciativas se expandan hacia otras depen-
dencias de los gobiernos federal, estatal y municipal e incluso más allá.
Un aspecto crucial para avanzar en esta perspectiva es promover la crea-
ción de un sistema de información sobre la diáspora calificada que siste-
matice y actualice un directorio en el que se identifiquen sus fortalezas y
liderazgos estratégicos; se promueva y dé seguimiento a iniciativas y redes
de vinculación; se difundan programas de movilidad internacional para
científicos, tecnólogos y emprendedores; se fomenten plataformas de con-
sultoría, asesoría y tutoría internacional para resolver problemas críticos del
país en los ámbitos económico y social; se abran canales de distribución
nacional e internacional de los productos generados por las actividades de
innovación y emprendimiento; se impulsen esquemas de administración
de riesgos a nivel internacional, y se propicie la interconexión dinámica de
la ciencia, la técnica y la tecnología con miras a crear capacidades innovati-
vas endógenas e internacionalmente competitivas.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 109-127, ISSN 0185-6022 127
La doble nacionalidad como instrumento
de vinculación e integración

Dual Nationality as an Engagement


and Integration Tool

Julián Escutia Rodríguez


Embajada de México en Estados Unidos
jescutiar@sre.gob.mx

Resumen:
El derecho a la doble nacionalidad es un instrumento efectivo de vinculación con México e
integración de los mexicanos en Estados Unidos, dado el alto número de posibles beneficia-
rios, sus claras ventajas y efectos positivos en la relación bilateral.

Abstract:
The right to dual citizenship is an effective tool of engagement with Mexico and of Mexican
immigrant integration to the United States, given the high number of eligible people, its be-
nefits and positive effects on the bilateral relationship.

Palabras clave:
Derechos, nacionalidad, vinculación, integración, migrantes, diáspora, comunidades, ciudada-
nía, participación, voto.

Key Words:
Rights, nationality, engagement, integration, migrants, diaspora, communities, citizenship,
participation, vote.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022
La doble nacionalidad como instrumento
de vinculación e integración

Julián Escutia Rodríguez

Introducción

México tiene una larga historia de vinculación con su comunidad en el ex-


terior, particularmente con la que reside en Estados Unidos. De manera sis-
temática, estos esfuerzos de acercamiento datan de 1990 con la creación
del Programa para las Comunidades Mexicanas en el Exterior (pcme) y, más
tarde, con el establecimiento en 2003 del Instituto de los Mexicanos en el
Exterior (ime), ambos dentro de la Secretaría de Relaciones Exteriores (sre).
Éstos han servido como mecanismos formales de comunicación e interac-
ción con la diáspora para promover su bienestar en las comunidades de
destino y los nexos con su país de origen. De igual forma, México cuenta
con una longeva tradición de asistencia y protección consular que se re-
monta al siglo xix y ha evolucionado conforme a las necesidades de los
mexicanos en Estados Unidos.1 Estas tareas se expresan diariamente en pro-
gramas y servicios que tienen en cuenta las oportunidades y los retos que
enfrentan las comunidades y que se adaptan a sus características.
La migración de México a Estados Unidos ha cambiado radicalmente
en los últimos años. El número de mexicanos en ese país se incrementó de

1 Alexandra Délano, México y su diáspora en Estados Unidos. Las políticas de emigración


desde 1848, México, El Colegio de México, 2014, pp. 97-100, 291-294.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022
manera constante de menos de un millón en 1970 a 12.8 millones en 2007.
La doble nacionalidad como instrumento de vinculación e integración

Esta tendencia se detuvo y, de 2005 a 2010, la tasa neta de migración fue


cercana a cero. Más aún, entre 2009 y 2014 regresaron más mexicanos de
los que salieron de nuestro país, 130 000 personas aproximadamente.2 Estos
flujos y otros factores, tanto internos como externos,3 han modificado la
composición de la comunidad mexicana en Estados Unidos. Las estimacio-
nes más recientes del Pew Research Center (prc) indican que 11.7 millones
de mexicanos vivían en ese país en 2014, lo que refleja una reducción de
casi un millón de personas desde su nivel más alto en 2007. La mayoría
de ese millón eran migrantes indocumentados, por lo que el prc calcula
que esa población ascendía a 5.6 millones en 2014. De esta forma y por
primera vez en varios lustros, hay más mexicanos en condición migratoria
regular en Estados Unidos que indocumentados, es decir, 6.1 millones de
personas. De éstos, se estima que 3.2 millones son residentes legales per-
manentes, casi dos millones son ciudadanos estadunidenses y un millón,
residentes temporales.4
Esta nueva realidad migratoria implica el ajuste de las políticas y los pro-
gramas de atención a las comunidades en Estados Unidos. En ese sentido,
el derecho a la doble nacionalidad —visto desde sus dos ángulos de no
pérdida de la mexicana y la adopción de la ciudadanía estadunidense—
es un instrumento efectivo de vinculación con México e integración de los
mexicanos en Estados Unidos. El objetivo de este artículo consiste en ex­-
plicar su importancia a partir del número de posibles beneficiarios, sus
ventajas y sus efectos en la relación bilateral. Se explicará cómo la doble
nacionalidad surgió como una respuesta a una situación compleja y ad-

2 Jens Manuel Krogstad, “5 Facts about Mexico and Immigration to the U.S.”, en Pew Research
Center, 11 de febrero de 2016, en http://www.pewresearch.org/fact-tank/2016/02/11/
mexico-and-immigration-to-us/ (fecha de consulta: 5 de marzo de 2016).
3 Algunos factores internos son el crecimiento económico y la reducción de la tasa de
fertilidad en México; entre los externos se encuentran la crisis económica y el fortaleci-
miento de la seguridad fronteriza en Estados Unidos.
4 Ana González-Barrera, “More Mexicans Leaving than Coming to the U.S.”, en Pew Re-
search Center, 19 de noviembre de 2015, en http://www.pewhispanic.org/2015/11/19/
more-mexicans-leaving-than-coming-to-the-u-s/ (fecha de consulta: 5 de marzo de 2016).

132 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022
versa que enfrentaron los migrantes en los años noventa en Estados Uni-

Julián Escutia Rodríguez


dos, mientras que actualmente representa una oportunidad para obtener
plenos derechos en ambos países.

Ambiente adverso en Estados Unidos y reforma


constitucional en México

Para comprender la importancia de la doble nacionalidad se requiere repa-


sar brevemente sus orígenes. Los ataques contra la comunidad migrante en
Estados Unidos, en particular la mexicana, son cíclicos y están comúnmente
asociados a las crisis económicas. Tal fue el caso del inicio de los años no-
venta, cuando la recesión convirtió a los migrantes en chivos expiatorios
de los problemas de empleo y erosionó su imagen en el público estaduni­
dense. Este fenómeno se observó no sólo en el ámbito nacional, sino tam-
bién en el estatal y local, y se tradujo en iniciativas de ley punitivas contra
los extranjeros, en especial los que carecían de una condición migratoria re-
gular. El caso emblemático fue la propuesta 187 de California, que prohibía
la prestación de servicios de salud —salvo de emergencia— y la educación
pública a los inmigrantes. A pesar de una importante movilización en su
contra, 59% del electorado de ese estado aprobó la propuesta, lo cual se atri-
buyó al ambiente adverso a los migrantes y el apoyo del gobernador Pete
Wilson durante su campaña de reelección. Si bien la propuesta 187 no entró
en vigor gracias a la suspensión dictada por una juez federal, esta iniciativa
y el entorno hostil a los migrantes tuvieron efectos negativos. El ejemplo
más claro fue la aprobación en 1996, por parte del Congreso federal, de
una reforma migratoria de corte conservador que criminalizó la migración,
autorizó la construcción de una valla fronteriza e incrementó la vigilancia de
la frontera México-Estados Unidos, entre otras disposiciones.5

5 Manuel García y Griego y Mónica Verea Campos, “Colaboración sin concordancia: la migra-
ción en la nueva agenda bilateral México-Estados Unidos”, en Roberta Lajous y Blanca Torres
(comps.), La política exterior de México en la década de los noventa, México, Senado de la
República (México y el mundo. Historia de sus relaciones exteriores, t. ix), 2000, pp. 122-123.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022 133
Ante esta situación, el gobierno mexicano decidió tomar una posi-
La doble nacionalidad como instrumento de vinculación e integración

ción más proactiva, tal y como lo había hecho en temas comerciales


con la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
México cabildeó en contra de la propuesta 187 y a su vez inició un pro-
ceso de análisis de reforma constitucional al concepto de nacionalidad
mexicana. La primera acción no tuvo los resultados esperados, ya que la
propuesta se aprobó con amplio margen. Sin embargo, en 1996, el Con-
greso de la Unión adoptó los cambios a la Constitución que otorgan a los
mexicanos residentes en el extranjero que hayan adquirido la nacionali-
dad de otro país el derecho de conservar la nacionalidad mexicana. Uno
de los argumentos que justificó esta modificación fue que, en el caso de
los mexicanos en Estados Unidos, la reforma les permitiría defenderse
jurídicamente de manera más efectiva ante los embates contra la pobla-
ción migrante.6
A partir del 20 de marzo de 1998, fecha en la que entraron en vigor las
reformas, ningún mexicano por nacimiento puede perder su nacionali-
dad. El gobierno de México, mediante la sre y su red consular en Estados
Unidos, inició una campaña de información dirigida a todos los que per-
dieron la nacionalidad e instrumentó un procedimiento para recuperarla,
conocido como Declaratoria de Nacionalidad Mexicana. Por su parte, to-
dos los mexicanos que han obtenido la ciudadanía estadunidense des-
pués de esa fecha no necesitan hacer ningún trámite y tienen acceso a
los derechos de la nacionalidad mexicana. Una muestra del éxito de esta
campaña es que, según un estudio del prc, 71% de los mexicanos saben
que tienen derecho a la doble nacionalidad.7

6 Francisco Alba, “Respuestas mexicanas a la migración a Estados Unidos”, en F. Alba,


Manuel Ángel Castillo y Gustavo Verduzco (coords.), Migraciones internaciona-
les, México, El Colegio de México (Los grandes problemas de México, t. III), 2010,
pp. 524-525.
7 A. González-Barrera, Mark Hugo López, Jeffrey S. Passel y Paul Taylor, “The Path Not
Taken: Two-thirds of Legal Mexican Immigrants Are Not U.S. Citizens”, en Pew Research
Center, 4 de febrero de 2013, en http://www.pewhispanic.org/2013/02/04/the-path-not-
taken/ (fecha de consulta: 5 de marzo de 2016).

134 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022
La agenda de vinculación e integración de México

Julián Escutia Rodríguez


Como ya se mencionó, el gobierno de México tiene más de veinticinco
años instrumentando una política sistemática de acercamiento a los mexi-
canos en Estados Unidos. Los principales objetivos han sido coadyuvar
a la integración a sus comunidades de destino y mantener sus vínculos
con nuestro país. Para ello existen múltiples programas sociales y co-
munitarios cuyo propósito es mejorar las condiciones de vida de los mi-
grantes y sus familias en ambos lados de la frontera. El énfasis ha estado
en las áreas de educación y salud debido a la vulnerabilidad y las necesi-
dades de la población. Programas como Educación para Adultos en Pla-
zas Comunitarias, Programa de Donación de Libros de Texto Gratuitos,
Intercambio de Maestros México-Estados Unidos, ime Becas, Ventanillas
de Salud (vds) y otros han influido positivamente en el desarrollo de la
comunidad mexicana. Por ejemplo, 1.2 millones de personas recibieron
información y servicios de salud básicos en las vds en 2015, y 56 000 es-
tudiantes recibieron ime Becas de 2005 a 2015.8 Dada la dinámica migra-
toria hasta la primera década de este siglo, la prioridad ha sido apoyar a
los migrantes que recién llegan, en su mayoría indocumentados, que re-
quieren servicios e información para adaptarse a su nuevo entorno. A su
vez, se ha fortalecido la organización comunitaria con programas como
el 3×1 para Migrantes, que vincula directamente a los migrantes en Esta-
dos Unidos con el desarrollo de sus comunidades de origen. También se
creó el programa de vinculación con la diáspora calificada Red Global mx
(antes Red de Talentos). Un tema que se institucionalizó durante esos
años fue el diálogo con la comunidad organizada mediante el Consejo
Consultivo del ime (ccime).9 El Consejo es un modelo reconocido interna­-

8 ime, 25 años de ofrecer apoyo a los mexicanos en el exterior, México, ime-sre, 2015, pp. 5 y 8.
9 Carlos González Gutiérrez, “Del acercamiento a la inclusión institucional: la expe­
riencia del Instituto de los Mexicanos en el Exterior”, en C. González Gutiérrez (coo­rd.),
Relaciones Estado-diáspora: aproximaciones desde cuatro continentes, México,
ime - sre /Universidad Autónoma de Zacatecas/anuies /Miguel Ángel Porrúa, 2006,
pp. 181-217.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022 135
cionalmente como un mecanismo efectivo de comunicación con la diás-
La doble nacionalidad como instrumento de vinculación e integración

pora, que ha evolucionado junto con la comunidad.10


En este esquema de vinculación, los consulados desempeñan un papel
fundamental y se han convertido en centros de integración de migran-
tes donde no sólo se ofrecen servicios tradicionales de documentación
y protección consular, sino también una amplia gama de programas de
fortalecimiento comunitario.11 Además, las sedes consulares son espacios
de información abiertos a toda la comunidad hispanoparlante en Estados
Unidos, lo cual aglutina y empodera por igual a mexicanos y nacionales
de otros países.12
Hasta hace unos años, el tema de la doble nacionalidad, visto desde sus
dos ángulos —la recuperación o no pérdida de la mexicana y la adopción
de la estadunidense—, no formaba parte de la oferta de los consulados. En
México persistían creencias sobre posibles conflictos de lealtad, así como
la retórica nacionalista y antiestadunidense, que comenzó a cambiar a fina-
les de los años ochenta.13 Los cambios migratorios recientes y la evolución
de la agenda de vinculación con la diáspora han propiciado el diseño de
políticas y programas dirigidos a otros segmentos de la población mexi-
cana y de origen mexicano en Estados Unidos. Un ejemplo de esta nueva
realidad es la atención a las familias con estatus migratorio mixto, formadas
por miembros indocumentados, migrantes con estatus legal o ciudadanos

10 Dovelyn Rannveig Mendoza y Kathleen Newland, Developing a Road Map for Engaging
Diasporas in Development: A Handbook for Policymakers and Practitioners in Home
and Host Countries, Ginebra/Washington, D. C., Organización Internacional para las
Migraciones/Migration Policy Institute, 2012, pp. 30 y 43.
11 Eduardo Medina Mora, “Remarks by Ambassador Eduardo Medina Mora 31st naleo’s Annual
Conference, San Diego, CA, June 28, 2014”, en http://embamex.sre.gob.mx/eua/index.
php/en/discursos/784-remarks-by-ambassador-eduardo-medina-mora-31st-naleos-
annual-conference-san-diego-ca-1200-pm-june-28-2014 (fecha de consulta: 5 de marzo
de 2016); y Laureen Laglagaron, Protection through Integration: The Mexican Govern-
ment’s Efforts to Aid Migrants in the United States, Washington, D. C., Migration Policy
Institute, 2010, p. 2, en http://www.migrationpolicy.org/sites/default/files/publications/
ime_FINAL.pdf (fecha de consulta: 5 de marzo de 2016).
12 A. Délano, “The Diffusion of Diaspora Engagement Policies: A Latin American Agenda”,
en Political Geography, vol. 41, julio de 2014, pp. 90-91.
13 A. Délano, México y su diáspora…, pp. 30 y 328.

136 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022
estadunidenses. Cuando estas personas se acercan a los consulados, se les in-

Julián Escutia Rodríguez


forma sobre sus derechos, los servicios públicos y privados disponibles para
cada miembro, sus opciones migratorias y la oferta de vinculación con México.
De esta forma, los consulados atienden integralmente a la población mexi-
cana y de origen mexicano. Otro ejemplo es la campaña de información
sobre la doble nacionalidad, que se instrumenta en los 50 consulados desde
2015 y que se analiza a continuación.

La importancia de la doble nacionalidad

La primera razón por la cual la doble nacionalidad es relevante en la oferta


de servicios de integración en Estados Unidos y de vinculación con Méxi­
co es el alto número de posibles beneficiarios. El Center for Migration
Stu­dies (cms) recientemente publicó datos actualizados sobre población
elegible para la naturalización. El cms estima que 8.6 millones de personas
podrían naturalizarse en Estados Unidos, cifra similar al cálculo del Depar-
tamento de Seguridad Interna, que la ubica en 8.8 millones.14 México es el
país de origen que predomina entre la población elegible para obtener la
ciudadanía estadunidense. La cifra asciende a 2.7 millones de mexicanos,
que representan aproximadamente 31% del total. Le siguen los nacionales
de India (337 000), China (320 000), Cuba (316 000) y Canadá (313 000).
Para dimensionar aún más estos datos, México supera como país de ori-
gen de la población elegible a todas las naciones de Europa (1.1 millones)
y Asia (1.8 millones). Por otro lado, los cinco estados con mayor número
de mexicanos elegibles para naturalizarse son California (1.1 millones),
Texas (623 000), Illinois (143 000), Arizona (133 000) y Colorado (54 400).15

14 Bryan Baker y Nancy Rytina, Estimates of the Lawful Permanent Resident Population in
the United States: January 2013, Washington, D.C, Department of Homeland Security
(Population Estimates), septiembre de 2014, p. 1, en https://www.dhs.gov/sites/default/
files/publications/ois_lpr_pe_2013_0.pdf (fecha de consulta: 6 de abril de 2016).
15 Robert Warren y Donald Kerwin, “The US Eligible-to-Naturalize Population: Detailed
Social and Economic Characteristics”, en Journal on Migration and Human Security,
vol. 3, núm. 4, 2015, pp. 306-329.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022 137
El tamaño de la población mexicana elegible para la ciudadanía esta-
La doble nacionalidad como instrumento de vinculación e integración

dunidense es en sí mismo un factor que no se puede soslayar cuando se


diseñan e implementan políticas y programas para la diáspora. Más aún si
se tiene en cuenta que los mexicanos son el grupo con la tasa más baja de
naturalización (36% contra 68% de los migrantes no mexicanos). Sin em-
bargo, debe notarse que esta tasa era aún más baja antes de la reforma
constitucional en México; de 20% en 1995 pasó a 34% en 2005. De acuerdo
con una encuesta del prc, las tres principales causas de la baja tasa de na-
turalización de los mexicanos son razones personales, principalmente el
manejo limitado del inglés (38%), la falta de información o interés por des-
conocimiento (27%) y el costo del trámite: 680 dólares (16%). Estas barreras
son superables si consideramos que 93% de los encuestados por el prc ex-
presaron interés en naturalizarse.16 Además, experiencias empíricas mues-
tran que, una vez que conocen los requisitos,17 los migrantes elegibles para
la ciudadanía afirman que el proceso es sencillo. En ese sentido, la campaña
informativa de los consulados tiene un alto potencial.
La segunda razón que demuestra la importancia de la doble naciona-
lidad, particularmente la adopción de la ciudadanía estadunidense, es sus
ventajas respecto a cualquier condición migratoria. En cuanto a la residen-

16 A. González Barrera, M. H. López, J. S. Passel y P. Taylor, op. cit.


17 Los requisitos para tramitar la ciudadanía estadunidense son: haber cumplido 18 años
de edad; haber cumplido cinco años como residente permanente (green card) antes de
la fecha de presentar la solicitud de naturalización; haber residido en un mismo estado
o distrito de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración, que tiene jurisdicción
en el lugar de su residencia, por lo menos tres meses antes de solicitar la ciudadanía;
tener residencia continua en Estados Unidos como residente permanente legal por lo
menos cinco años inmediatamente antes de la fecha de tramitar la solicitud; haber es-
tado físicamente presente en Estados Unidos por lo menos 30 meses en los cinco años
inmediatamente anteriores a la fecha de trámite de la solicitud; residir continuamente en
Estados Unidos desde la fecha de la solicitud de naturalización hasta la fecha de natu-
ralización; ser capaz de leer, escribir y hablar inglés y tener conocimiento de la historia
y el gobierno (educación cívica) de Estados Unidos, y ser una persona de buena con-
ducta moral, que respeta la ley y tiene adherencia a los principios de la Constitución de
Estados Unidos. Información disponible en United States Citizenship and Immigration
Services, “Vía para obtener la naturalización/ciudadanía”, en https://www.uscis.gov/es/
ciudadania/ciudadania-por-naturalizacion/general-para-la-naturalizacion/para-
obtener-la-naturalizacionciudadania (fecha de consulta: 5 de marzo de 2016).

138 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022
cia legal permanente, destacan los siguientes beneficios sociales y legales:

Julián Escutia Rodríguez


la ciudadanía es permanente y sólo se tramita y paga una vez, a diferencia
de la green card de los residentes legales permanentes (rlp), que se tiene
que renovar cada 10 años con un costo (450 dólares); los ciudadanos no
tienen restricciones de viaje internacional, mientras que los rlp tienen que
limitar sus estancias en el exterior para cumplir con los requisitos de re-
sidencia; los estadunidenses naturalizados pueden hacer peticiones mi-
gratorias para la reunificación con familiares que están fuera de Estados
Unidos, y los rlp no tienen esta opción; la ciudadanía es la única opción
que ofrece pleno acceso a derechos como votar y ser votado, a programas
de salud, becas educativas y algunos empleos. Además, a diferencia de
los rlp, los ciudadanos no pueden ser deportados. Esto convierte la doble
nacionalidad no sólo en un instrumento de integración, sino también en
una herramienta de protección preventiva que cierra la brecha de derechos
entre los ciudadanos estadunidenses y los extranjeros. El proceso de natu-
ralización da a conocer a los migrantes los beneficios de la educación y la
participación cívica, que son fundamentales para su bienestar, ya que les
da voz y voto en las decisiones locales, estatales y federales que los afectan
directamente.
También existen ventajas económicas al adoptar la ciudadanía esta-
dunidense. Un estudio académico muestra que los ingresos personales
aumentan de ocho a 11% después de la naturalización y que el salario por
hora de un ciudadano naturalizado es 37% mayor que el de los rlp. En el
caso de los mexicanos, el ingreso anual de una persona naturalizada es
48% mayor que el de los rlp. Asimismo, se estima que los ingresos indivi-
duales de los nuevos ciudadanos aumentarían entre 21 000 y 45 000 millo­
nes de dólares en 10 años, dependiendo de la tasa de naturalización.18
La tercera razón que explica la importancia de la doble nacionalidad
es su impacto positivo en la relación bilateral México-Estados Unidos. El
pleno acceso a derechos que otorga la doble nacionalidad permite que los

18 Manuel Pastor y Justin Scoggins, Citizen Gain: The Economic Benefits of Naturaliza-
tion for Immigrants and the Economy, Los Ángeles, Center for the Study of Immigrant
Integration-University of Southern California, 2012, pp. 1-9.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022 139
migrantes aboguen por sus comunidades de origen y destino, y contribuyan
La doble nacionalidad como instrumento de vinculación e integración

a su desarrollo. Desde un punto de vista local, esto se traduce en que la


participación cívica promueve el desarrollo del entorno inmediato, lo que a
su vez y de forma agregada beneficia a los dos países. El éxito de los mexi-
canos doquiera que se encuentren es positivo para sus comunidades de
acogida y les permite también contar con los recursos para vincularse con
su país de origen. La actividad transnacional no afecta la integración de los
migrantes mexicanos a sus comunidades de destino, por el contrario, les
permite relacionarse de forma más efectiva con México en tanto transitan a
la clase media y cuentan con mejores condiciones de vida.19
Una comunidad con pleno acceso a derechos en ambos lados de la fron-
tera sirve de puente de entendimiento y motor de la cooperación bilateral.
Esto no necesariamente significa que alguno de los dos gobiernos sea capaz
de influir de manera determinante en esta población. Al contrario, está en el
interés de los dos países que el empoderamiento y la integración de la co-
munidad mexicana en Estados Unidos les permita promover sus propios
intereses y desarrollo. El ejemplo de la comunidad mexicoestadunidense
muestra que sus líderes se involucran en los asuntos relacionados con
México no sólo como una cuestión relacionada con sus orígenes e identi­
dad, sino también como resultado de su evolución como un grupo de in-
terés. Frente a ambos gobiernos, los liderazgos mexicoestadunidenses se
esfuerzan por hacer patente su legitimidad como actores independientes,
capaces de definir por ellos mismos los intereses de las comunidades a las
que representan. También han procurado ser sensibles a la problemática
del sector más vulnerable de la diáspora, a saber, los migrantes mexicanos
indocumentados. Una prueba de ello son sus posiciones asumidas en torno
a temas como la educación, la salud, el libre comercio y la inmigración.20

19 Alejandro Portes, Cristina Escobar y Renelinda Arana, “Bridging the Gap: Transnational
and Ethnic Organizations in the Political Incorporation of Immigrants in the United States”,
en Ethnic and Racial Studies, vol. 31, núm. 6, septiembre de 2008, pp. 1056-1090.
20 C. González Gutiérrez, “Entre la asimilación y el multiculturalismo. Las relaciones ma-
yoría-minorías en los Estados Unidos”, en Rafael Fernández de Castro y Claudia Franco
(comps.), ¿Qué son los Estados Unidos?, México, McGraw Hill, 1996, pp. 256-257.

140 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022
Conclusión

Julián Escutia Rodríguez


La doble nacionalidad no es un fin en sí mismo, sino un instrumento efec-
tivo de vinculación de los mexicanos con su país de origen y de integra­
ción plena a sus comunidades de destino. El alto número de posibles
beneficiarios, sus claras ventajas y efectos positivos en la relación bilateral
demuestran su importancia y utilidad. La inclusión de este tema en la ofer-
ta de servicios de los consulados complementa la agenda de acercamiento
a la diáspora que México ha desarrollado durante más de dos décadas en
Estados Unidos. Además, es una de las herramientas más útiles de protec-
ción preventiva al cerrar la brecha de derechos entre ciudadanos y resi-
dentes legales permanentes.
En estas tareas, la sre y su red consular en Estados Unidos no están so-
las y se suman a los programas de organiza­cio­nes promigrantes nacionales
y locales. A estos esfuerzos se han unido también gobiernos estatales y
sobre todo locales que reconocen el bene­ficio de mejorar el tejido social de
sus comunidades y de aprovechar a cabalidad las significativas contribu-
ciones de los migrantes. Sólo el trabajo conjunto de gobiernos y sociedad
civil podrá enfrentar de manera exitosa el reto de continuar informando
a los mexicanos en Estados Unidos sobre las opciones disponibles para
mejorar su calidad de vida. La doble nacionalidad representa además una
oportunidad única para que dos países vecinos cuenten con una población
binacional, integrada y con pleno acceso a derechos en ambos lados de la
frontera.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 129-141, ISSN 0185-6022 141
El impacto financiero de la diáspora
mexicana en la economía nacional

The Financial Impact of the Mexican Diaspora


in the National Economy

Eugenia Correa
Posgrado de la Facultad de Economía
e Instituto de Investigaciones Económicas, unam
correa@unam.mx

Resumen:
Este artículo trata sobre la diáspora de mexicanos y la expansión financiera y de negocios; es
decir, la diáspora financiera que acompaña a la migración internacional y su impacto financiero
en México en los últimos años. La autora sostiene que la importante diáspora monetaria y finan-
ciera ha colocado a un gran número de corporativos en importantes posiciones competitivas
en el mundo, pero que, al mismo tiempo, no se ha acompañado de un dinámico desarro­llo del
mercado interno, principalmente por el limitado desenvolvimiento de la pequeña y la mediana
empresa. Los ciclos de negocios y las crisis han dejado a estas últimas en condiciones muy dé­-
biles para expandir la inversión, mientras que el sistema financiero opera más como banca
global, con escaso arraigo en las regiones y comunidades del país.

Abstract:
In this article about the migration of Mexicans and the accompanying financial impact this
has had on Mexico in recent years, the author argues that this monetary and financial dias-
pora has given many corporations a major competitive edge on global markets, but that this
expansion has not produced any tangible benefits for the domestic market. This is attributed
mainly to the limited development of small and medium Mexican companies, which have been
left too weak to invest more as a result of business cycles and repeated crises, while the fi-
nancial system operates more like a global bank, virtually indifferent to the needs of the
country’s various regions and communities.

Palabras clave:
Migración, México, empresarios, sistema financiero, flujos de capital.

Key Words:
Migration, Mexico, entrepreneurs, financial system, capital flows.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
El impacto financiero de la diáspora
mexicana en la economía nacional

Eugenia Correa *

Introducción

La enorme movilización de mexicanos fuera de las fronteras nacionales


se ha acompañado de flujos de dinero y capitales, aunque estos últimos
todavía ocupan un pequeño capítulo en la literatura sobre la diáspora
mexicana.1 Sin duda no se trata de una de las aristas más importantes
de esta diáspora, como son los procesos sociales y políticos que repre-
sentan con toda certeza fenómenos que demandan gran atención por
su enorme transcendencia. Comprender la diáspora en sus dimensiones
monetaria y financiera es esencial también para el diseño de políticas
públicas, independientemente de los objetivos que la sociedad decida
darles.

* Laautora agradece el apoyo de César Duarte, así como el de la Dirección General de


Asuntos del Personal Académico de la unam.
1 Véanse Una Okonkwo Osili y Anna L. Paulson, “Immigrants’ Access to Financial Services
& Asset Accumulation”, ponencia presentada en National Poverty Center Conference, “Ac-
cess, Assets, and Poverty”, Washington, D. C., 11-12 de octubre de 2007, disponible en
http://www.npc.umich.edu/news/events/access_assets_agenda/osili_and_paulson.pdf (fe-
cha de consulta: 28 de marzo de 2016); Anna Paulson, Audrey Singer, Robin Newberger
y Jeremy Smith, Financial Assets for Immigrants: Lesson for Diverse Perspectives, Chicago/
Washington, D. C., Federal Reserve of Chicago/The Brookings Institution, 2006; Rakesh
Kochhar, Richard Fry y Paul Taylor, Wealth Gaps Rise to Record Highs between Whites,
Blacks and Hispanics, Washington, D. C., Pew Hispanic Center, 2011.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
Se analizaron con cierta profundidad los procesos vinculados a los flu-
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

jos de entrada, como las remesas de los trabajadores migrantes2 que, en su


nivel más alto, llegaron a 26 000 millones de dólares (mdd) anuales. Ello
básicamente porque se convirtieron en una fuente de divisas importante
para el país, especialmente en condiciones de déficit comerciales, pero
también porque han sido un componente esencial para frenar el creci-
miento de la pobreza en amplias regiones del país. Sin embargo, los flujos
de entradas y salidas de capital, esto es, la enorme diáspora financiera,
apenas asoma con el estudio de las remesas.
En este artículo se analiza la diáspora mexicana en uno de sus aspec-
tos: la expansión financiera y de negocios. En sí mismo, esto representa
un gran desafío puesto que no nada más hay escasez de información
estadística, sino también porque se trata de un proceso lleno de mati-
ces y componentes. Por ejemplo, no es lo mismo la expansión de las
empresas mexicanas que operan cada vez en mayor medida filiales en
el exterior, comprando empresas y haciendo de sus negocios fuera del
país uno de sus más importantes destinos de inversión y la mayor fuen-
te de sus ventas, que las empresas de mexicanos que han expandido
sus actividades por medio del financiamiento obtenido localmente, y
que mantienen flujos con empresas asociadas en México; o bien, las sa-
lidas de dinero y capital para la compra de propiedades inmuebles en el
exterior por mexicanos que radican en México; o bien, los trabajadores
mexicanos en el exterior que adquieren una hipoteca para la adquisi-
ción de sus hogares en Estados Unidos.
En la primera parte de este trabajo se exponen las principales tendencias
de los flujos de salida de residentes en México a partir de la información que

2 Ilene Grabel, “Remittances: Political Economy and Developmental Implications”, en In-


ternational Journal of Political Economy, vol. 38, núm. 4, noviembre de 2009, pp. 86-
106; Rodolfo García Zamora, “Crisis financiera internacional, migración y remesas en
América Latina”, en Ola Financiera, num. 7, septiembre-diciembre de 2010, pp. 120-147,
en http://www.olafinanciera.unam.mx/new.web/07/pdfs7/Garcia-Zamora-OlaFin-7.pdf
(fecha de consulta: 1 de abril de 2016).

146 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
ofrece el Banco de México. Aunque escasas, pueden identificarse sucesi-

Eugenia Correa
vas etapas de estos flujos determinadas, en parte, por los sucesivos cambios
en los mercados financieros internacionales y por el comportamiento de la
economía mexicana.
Más adelante, se expone, a partir de los resultados de una investigación
llevada a cabo en la unam, algunas de las características del comportamiento
financiero de los mexicanos que migraron a Estados Unidos y se convirtie-
ron en empresarios. En alguna medida, el comportamiento financiero de los
empresarios migrantes mexicanos evidencia las enormes limitaciones del sis-
tema financiero mexicano, en las distintas etapas que lo han caracterizado
en los últimos treinta años para proveer financiamiento oportuno y de bajo
costo a los negocios de los residentes en México y a los empresarios mexica-
nos en el exterior.
Se hace también una breve reflexión acerca del impacto financiero
que todo ello ha tenido en México en el curso de los últimos años. Se
sos­tiene que en el caso de México, la importante diáspora monetaria y
fi­nanciera ha colocado a un gran número de corporativos en importantes
posiciones competitivas en el mundo globalizado. Al mismo tiempo, esta
diáspora no se ha apoyado en un dinámico desarrollo del mercado interno,
principalmente por el limitado desenvolvimiento de la pequeña y la me-
diana empresa. Los ciclos de negocios y las crisis han dejado a estas últimas
en condiciones muy débiles para expandir la inversión, mientras que el
sistema financiero opera más como banca global, con escaso arraigo en
las regiones y comunidades del país.
Por último, el gobierno enfrenta diversos desafíos fiscales frente a la
internacionalización de las corporaciones nacionales, a los que se agregan
el lento crecimiento económico que se ha dado por más de veinte años y el
desempleo, lo que lo ha conducido a políticas tributarias que impactan fuer-
temente a los sectores de ingresos medios y bajos.
Así, se concluye en este trabajo que el financiamiento sigue siendo el
gran tema de la economía mexicana, en particular cuando la diáspora finan-
ciera produce movimientos centrífugos con muy reducido efecto multiplica-
dor sobre la economía interna del país.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 147
Expansión financiera y de negocios: algunas características
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

En los años ochenta del siglo pasado la expansión hacia fuera de las fronte-
ras de los mexicanos era estudiada como fuga de capitales.3 Se consideraba
que un elemento clave para el funcionamiento de las economías en desarro-
llo era su capacidad de canalizar los fondos (cualquiera que fuera su origen,
incluidas fuentes locales) en inversiones internas, aunque esto dependiera y
afectara seriamente el comportamiento de estas economías.
Sin embargo, pronto se incorporó al lenguaje económico lo que se de-
nominó derecho de los ciudadanos de movilizar globalmente sus fondos,
especialmente con la desregulación financiera y el retiro de las políticas
de control de capitales que prevalecieron en muchos países desarrollados
incluso hasta la década de los años ochenta.4
Comenzaron entonces a utilizarse definiciones o posturas económi-
cas distintas para los flujos de entrada y salida de capitales vinculados al
proceso de internacionalización económica con la globalización; aquellos
capitales “golondrinos” que entran y salen según las tendencias de renta-
bilidad en los mercados financieros, como cambios en la composición de
carteras, también conocidos como hot capital, o bien aquellos flujos que
dan soporte a actividades económicas ilícitas.5
En gran medida, muchas de estas aproximaciones teóricas a los flujos
de entrada y salida de capitales asumen que los países en desarrollo son
países con escasez de capital y que su habilidad de retener esos capitales es
indispen­sable para aumentar la tasa de inversión y en general para mejorar
su desempeño económico. También se asume que la salida de capitales

3 Robert Cumby y Richard M. Levich, On the Definition and Magnitude of Recent Capital Flight,
Cambridge, National Bureau of Economic Research (Working Paper, 2275), 1987, disponible en
http://www.nber.org/papers/w2275.pdf (fecha de consulta: 1 de abril de 2016); Banco de México,
Informe anual 1976, México, Banco de México, 1977; Guillermo Ortiz, La dolarización en Méxi­
co: causas y consecuencias, México, Banco de México (Documento núm. 40), octubre de 1981.
4 Forrest Capie, Capital Controls: A “Cure” Worse than the Problem, Londres, The Institute
of Economic Affairs (iea Research Monograph, 56), 2002.
5 Benu Schneider, Measuring Capital Flight: Estimates and Interpretations, Londres,
Overseas Development Institute, 2003.

148 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
influye sobre el comportamiento de todo el capital operado localmente.

Eugenia Correa
A partir de la desregulación y la amplia difusión de la titulización en los
mercados financieros, también se asume que los inversionistas mueven su
capital en respuesta a los cambios en el comportamiento de los riesgos y la
rentabilidad, y las oportunidades de inversión de manera global.
Sin embargo, desde las últimas décadas del siglo pasado, un monto con-
siderable y creciente de los flujos de entrada y salida de capitales se rea­liza
al interior mismo de las corporaciones financieras y no financieras que ope-
ran mucho más globalmente. Se estima que una parte muy importante (al-
rededor de setenta por ciento) del comercio internacional no es comercio
propiamente, sino que se trata de operaciones intrafirma, es decir, inter-
cambios entre filiales y la matriz de las corporaciones. De igual manera,
muchas de las operaciones financieras internacionales son operaciones de
administración de balance entre filiales y entre éstas y la matriz.6
En el caso de México, desde la segunda mitad de la década de los setenta
y durante los ochenta pueden observarse oleadas recurrentes de salidas de
capital. Así, las autoridades financieras mexicanas, a partir de la ola de salida
de capitales ligada a la devaluación del peso de 1976, decidieron dolarizar
los depósitos en el sistema financiero, bajo la consideración de que la fuga
de capitales podría convertirse en movimientos entre pesos y dólares en el
sistema financiero interno, y ello permitiría frenar las salidas de capital.7 Sin
embargo, durante los ocho trimestres previos a la crisis de deuda externa de
1982, salieron capitales de residentes del país por casi nueve mil mdd. A su
vez, la dolarización del balance de los bancos, y su posición de acreedores
desde el exterior del gobierno mexicano en moratoria, los quebró.
Los flujos de capitales de salida de no residentes continuaron hasta el
primer trimestre de 1990, acumulando otros 21 000 mdd. Éstos se com-
ponen, como los registra el Banco de México, de depósitos e inversiones
en bancos del exterior, pero también de la compra de otros activos en el

6 Gregorio Vidal, “Expansión de las empresas transnacionales y profundización del subde-

sarrollo: ¿cómo construir una alternativa al desarrollo?”, en http://www.redcelsofurtado.


edu.mx/archivosPDF/riovidal.pdf (fecha de consulta: 28 de marzo de 2016).
7 G. Ortiz, op. cit., p. 12.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 149
exterior, como inversiones hipotecarias, y compra o participación en dife-
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

rentes negocios (a partir de 2001, el Banco de México ofrece estadísticas


para desglosar la inversión directa de residentes mexicanos en el exterior
del resto de los activos).
Está ampliamente documentado el hecho de que la crisis financiera de
1982, la quiebra de los bancos y su nacionalización, pero especialmente la
pesificación de los depósitos, generalizaron una enorme desconfianza entre
el sector empresarial mexicano. De esta manera, una parte de los negocios,
principalmente medianos y pequeños, fueron abriéndose espacio en Esta-
dos Unidos.8
A partir de la creciente titulización y la desregulación de los mercados
financieros,9 la reforma financiera y bursátil, y la expectativa de alcanzar un
significativo nuevo rumbo para la economía mexicana con el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (tlcan), se inició un importante flujo
de entrada de capitales de inversionistas no residentes hacia el mercado de
valores en México al inicio de la década de los noventa. Esta entrada masiva
de inversiones de cartera culminó con la salida masiva en 1994 y el esta-
llido de la crisis financiera.
Por su parte, los flujos de salida de capitales de residentes en México con-
tinuaron durante toda la década de los noventa, ahora mucho más vincu­lados
con la expansión de las corporaciones mexicanas en otros mercados. To-
dos los trimestres de este periodo de 10 años en los que se presentaron en­-
tradas netas de capital efectuadas por residentes de México están claramente
ligados a las privatizaciones que se efectuaron durante esos años, especial-
mente de la telefonía y los bancos, y, posteriormente, de la seguridad social.

8 Gustavo del Ángel-Mobarak, Carlos Bazdresch y Francisco Suárez Dávila, “La naciona-
lización bancaria. Un enfoque analítico”, en G. A. del Ángel-Mobarak, C. Bazdresch y
F. Suárez Dávila (comps.), Cuando el Estado se hizo banquero. Consecuencias de la
nacionalización bancaria en México, México, Fondo de Cultura Económica (Lecturas
del Trimestre, 96, 2005, pp. 7-39.
9 Jan Kregel, Background Considerations to a Regulation of the U.S. Financial System:
Third Time a Charm? Or Strike Three?, Annandale-on-Hudson, The Levy Economics
Institute of Bard College (Working Paper 557), 2009.

150 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
Las estadísticas del Banco de México muestran una muy dinámica

Eugenia Correa
expansión de la inversión directa de residentes de México en el exterior,
a partir de que ésta se desglosa en 2001. En el periodo de 2001 a 2014
se acumularon flujos netos de esta inversión por casi ciento ocho mil mdd.
Las empresas con casa matriz en México que se internacionalizaron en
esas más de dos décadas están entre las mayores corporaciones mul­
tinacionales de los países en desarrollo.10 Destacan por su nivel de
internacionalización: Cemex, con 88% de sus activos en el exterior; Bim-
bo, 69%; Fomento Económico Mexicano, 49%, y América Móvil, 48%. La
revista América Economía también las coloca entre las mayores corpo-
raciones multinacionales latinoamericanas por sus ventas en el exterior.
Como puede verse en el Cuadro 1, la participación de las ventas en el
extranjero respecto de las ventas totales es un aspecto muy significativo
para varias de ellas, que operan en muchos países de la región y países
desarrollados.
Cabe señalar que esta información solamente permite ver una parte del
comportamiento de las corporaciones más importantes en el país. Aunque
con menor peso macroeconómico, hay muchas más miles de empresas de
origen mexicano, es decir, que tienen su casa matriz en el país, o bien, em-
presas propiedad de mexicanos radicadas en el exterior. Todas estas empre-
sas tienen un muy significativo peso en el comportamiento social y en el fun-
cionamiento económico, aunque su lectura estadística únicamente pueda
hacerse de manera indirecta, como es el caso particular de los empresarios
migrantes en algunas de las grandes ciudades de Estados Unidos, objeto de
estudio de la siguiente sección.
Otro componente característico de la diáspora financiera han sido las
remesas de los trabajadores. El flujo de entrada de las remesas tiene la
característica de tratarse, en su gran mayoría, de recursos procedentes del
salario de los trabajadores migrantes; quizá lo más importante es que son
fondos que se dispersan entre un enorme número de familias.

10 unctad, World Investment Report 2013. Global Value Chains: Investment and Trade for
Development, Ginebra, onu, 2013.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 151
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

Cuadro 1. Posición de las empresas mexicanas entre las corporaciones


multinacionales de América Latina en 2013

Posición Corporación Sector Ventas Ventas en el Ventas en el


principal totales 2012 extranjero extranjero
(mmdd) 2012 (porcentaje
(mmdd) de las ventas
totales)

1 Cemex Cemento 15 196.6 11 701.4 77


5 Grupo Alfa Multisector 13 053.1 7831.9 60
8 Telmex Telcomu- 10 109.2 9704.8 96
nicaciones
12 Grupo Bimbo Alimentos 13 353.4 6142.6 46
16 Mexichem Petroquímica 4889.6 2982.7 61
24 América Telecomu- 59 778 23 313.4 39
Móvil nicaciones
30 Gruma Alimentos 4960.5 3273.9 66
39 Grupo Bebidas 7658.4 4059 53
Modelo
47 Xignux Siderurgia 2523.1 1362.5 54
49 Femsa Bebidas 18 379.8 7719.5 42
54 Grupo Elektra Retail 5388.3 1131.5 21
57 Grupo Medios 5344.1 855.1 16
Televisa
58 G. Casa Saba Retail 3601.0 1476.4 41
(fasa)
61 Vitro Vidrio 1797.8 701.1 39
63 gcc Cemento 640.9 416.6 65
69 Cinépolis Entrete- 715.6 71.6 10
nimiento
72 alsea Alimentos 1042.7 271.1 26
79 Grupo Compra- 1080 129.6 12
Famsa venta

Fuente: América Economía, Ranking Multilatinas 2013, en http://rankings.americaeconomia.com/2013/


ranking_multilatinas_2013/ranking.php.

En México, como en muchos otros países, esos flujos se han convertido


en una parte sustantiva de los ingresos de las familias, especialmente de
las más pobres. En términos de aporte neto de divisas, las remesas se han
constituido en una de las fuentes más importantes; incluso, como puede

152 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
verse en el Cuadro 2, en algunos años resultan mayores que la inversión

Eugenia Correa
extranjera directa (ied) de no residentes en México.
Además, se trata de flujos de entrada que no generan un flujo de salida,
como lo es la ied, que genera utilidades, o la inversión de cartera de no
residentes en el mercado de valores de México, que genera flujos de salida
como dividendos, o los tradicionales flujos de préstamos y colocación de
bonos, que generan flujos de salida como intereses y amortizaciones.

Cuadro 2. Ingresos por exportaciones petroleras, ied y remesas (mmdd)

Año Exportaciones Inversión extranjera Remesas


petroleras directa (neta)
1995 8.6 9.5 3.7
1996 11.8 9.2 4.2
1997 11.5 12.9 4.9
1998 7.3 12.8 5.6
1999 9.9 13.9 5.9
2000 16.1 18.3 6.6
2001 13.2 25.6 9.9
2002 14.8 23.1 9.8
2003 18.6 17.6 15.1
2004 23.7 20.7 18.3
2005 31.8 18.2 21.7
2006 39.1 15.1 25.6
2007 43.1 23.9 26.1
2008 50.6 27.2 25.1
2009 30.8 7.7 21.3
2010 41.7 8.3 21.3
2011 56.4 10.7 22.8
2012 52.9 -4.8 22.4
2013 49.5 25.4 21.9
Fuente: Banco de México.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 153
Así, puede resumirse que la diáspora financiera iniciada desde la década de
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

los años setenta con la internacionalización de los bancos de origen mexi-


cano tuvo un enorme freno con la crisis de deuda de 1982. Sin embargo,
prosiguió por diversos caminos, de manera que en nuestros días continúa
siendo una de las tendencias más importantes, tanto para entender comple-
tamente la diáspora mexicana en sus orígenes y determinantes, como para
el diseño de políticas públicas.

Comportamiento financiero de los migrantes-empresarios


en Estados Unidos

Una parte de la diáspora financiera mexicana ha creado varias generaciones


de migrantes-empresarios en Estados Unidos, aunque no exclusivamente
en ese país. Poco tiempo atrás, en Estados Unidos, los migrantes-empre-
sarios eran casi invisibles debido a las condiciones migratorias, o bien
por la enorme presión de integración económica y social en ese país. Sin
embargo, en los últimos años han cobrado visibilidad, se han organizado
y han adquirido una enorme relevancia tanto económica como financiera
en ambos lados de la frontera. Para su estudio, en este ensayo se utiiliza la
base de datos Experiencia empresarial transfronteriza. Repatriación de
capitales para el desarrollo, creada a partir del proyecto de investigación
del mismo nombre realizado en la unam, a cargo de Alicia Girón.11
En general, las familias migrantes tienen menores ingresos y menor
capacidad de acumulación de riqueza; las crisis económicas afectan en
gran medida su posición patrimonial,12 aún más cuando la crisis financiera

11 Alicia Girón y Eugenia Correa (coords.), Experiencia empresarial transfronteriza: migra­-

ción, crisis y financiamiento, México, Instituto de Investigaciones Económicas-unam/


Conacyt/Miguel Ángel Porrúa, 2014.
12 
Catalina Amuedo-Dorantes y Susan Pozo (2012) “The Impact of the Recession on the
Wealth of Older Immigrant and Native Households in the United States”, en IZA Journal of
Labor Policy, vol. 4, núm. 1, diciembre de 2015, disponible en doi: 10.1186/s40173-015-
0033-x (fecha de consulta: 31 de marzo de 2016); Demetrios G. Papademetriou, Madeleine
Sumption, Aaron Terrazas, Carola Burkert, Stephen Loyal y Ruth Ferrero-Turrión, Migra-

154 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
aparece después de caídas en el ingreso y de un aumento en la desigual-

Eugenia Correa
dad económica.13 Así, el ingreso medio de los hogares mexicanos como
un todo cayó más de cuatro mil quinientos dólares entre 2000 y 2010 (en
dólares de 2010), o un 10%. Aun así, se elevó hasta 50% la población de
origen mexicano que vive en sus propias casas.14
Contrario a la literatura dominante, según los resultados obtenidos en Ex­
periencia empresarial transfronteriza, los empresarios mexicanos son usua-
rios muy activos de los servicios financieros en Estados Unidos, pero en
mucho menor medida en México. Aunque predominan los negocios peque-
ños, también se han creado de manera exitosa negocios medios y grandes en
todos los sectores económicos, incluso los que operan servicios financieros.
Los datos censales estadunidenses de 2007 señalan que existen casi un
millón cien mil empresas propiedad de mexicanos (con o sin empleados),
lo que representa casi cuatro por ciento del total de las empresas estableci­-
das en ese país. Éstas se distribuyen principalmente en los estados de Califor-
nia (36%) y Texas (34%). A pesar de la crisis, se estima que su número ha
aumentado, en especial si se considera a las empresas sin trabajadores. Por
la actividad económica se distribuyen mayormente en: alimentos, aloja­miento
y otros servicios, 18%, y comercio, 11%, respecto del total de empresas de
mexicanos. Por ello, se han desarrollado algunos estudios sobre la llamada
economía de la nostalgia, puesto que es el segmento que mayormente
concentra la actividad empresarial de los migrantes. Esto, sin embargo, no
resulta tan cierto, ya que también es significativo su desarrollo en construc-
ción, 17.5%; salud, educación y servicios culturales, 14%; manejo de basura
y residuos, 14.3%; transporte, 9%, y servicios profesionales, 7%.

tion and Immigrants Two Years After the Financial Collapse: Where Do We Stand?, Wash-
ington, D. C., Migration Policy Institute, 2010, disponible en www.ucm.es/centros/cont/
descargas/documento21629.pdf (fecha de consulta: 31 de marzo de 2016).
13 James K. Galbraith, Inequality and Instability: A Study of the World Economy Just Before
the Great Crisis, Nueva York, Oxford University Press, 2012.
14 Seth Motel y Eileen Patten, The 10 Largest Hispanic Origin Groups: Characteristics, Rank-

ings, Top Counties, Washington, D. C., Pew Hispanic Center, 2012, disponible en http://www.
pewhispanic.org/files/2012/06/The-10-Largest-Hispanic-Origin-Groups.pdf (fecha de con-
sulta: 1 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 155
Las empresas de migrantes mexicanos no tienen un peso importante
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

en los sectores económicos donde operan, con muy pocas excepciones en


alguna ciudad o algún servicio o producto específico (como la producción
de tortillas o de gelatinas). Aun así es interesante considerar lo que estas
empresas de migrantes representan en el total de las empresas en Estados
Unidos: 5.4% de las empresas en la construcción; 6.9% en el manejo de
residuos y basura, y 6.7% en transporte. Más aún, la acelerada migración
mexicana de jóvenes con elevado nivel educativo y con recursos de capi­tal
está cambiando la composición empresarial y su impacto en la economía
estadunidense.
De cualquier manera, todavía las empresas de migrantes no tienen un
impacto macroeconómico de alcance nacional, más bien se trata de em-
presas con un importante impacto en la inserción laboral y productiva de
millones de personas. Ello es así por la importancia de las empresas sin tra-
bajadores asalariados y también porque sus empresas utilizan mano de
obra principalmente mexicana.
A diferencia de otros grupos de migrantes, los empresarios mexicanos
se caracterizan por tener una elevada participación en los servicios finan-
cieros, y no sólo para enviar remesas. De esa manera, 96% tiene algún tipo
de servicio financiero en Estados Unidos y 60% al menos una hipoteca. Sin
embargo, únicamente 30% tiene servicios financieros en México y 3.4%
una hipoteca.
Uno de los más importantes temas en el debate económico es preci-
samente el origen del financiamiento del emprendedor. Los mexicanos
empresarios migrantes ofrecen una importante experiencia, tanto por
su desem­peño en Estados Unidos como por su despliegue en México,
principalmente en sus comunidades de origen. Este último caso se ha
estudiado en la vertiente de las organizaciones de migrantes y el finan-
ciamiento de proyectos productivos. En las siguientes líneas nos referi-
remos al primer tema.15

15 R.García Zamora, Desarrollo económico y migración internacional: los desafíos de las


políticas públicas, México, Universidad Autónoma de Zacatecas, 2009.

156 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
De acuerdo con los datos obtenidos por Girón y Correa, de los migran-

Eugenia Correa
tes empresarios mexicanos, sólo 14% obtuvo el financiamiento para su ne-
gocio directamente de préstamos para tal fin, mientras que 62% señaló el
ahorro personal y familiar como el origen de su capital, y 23% mencionó
ambas fuentes de recursos. Es cierto que un número importante de esos
negocios se abrieron con recursos del ahorro obtenidos en México, tanto
por el cierre de sus negocios en este país como por la venta de otros activos,
o bien como parte de la expansión del capital de empresas que operan en
México y que hacen inversiones en Estados Unidos.
De esta manera, parte de los recursos con que se emprenden los nego-
cios de los migrantes empresarios mexicanos en Estados Unidos procede
del patrimonio formado en México por ellos y sus familias. Más aún, 50% de
ellos señaló que tiene propiedades inmuebles en México, aunque en algu­
nos casos están inutilizables debido a las condiciones de violencia por las
que atraviesan sus comunidades de origen o las regiones en donde adqui-
rieron sus bienes raíces.
Los empresarios son conscientes de la importancia del financiamiento,
aunque también de las enormes dificultades para obtenerlo. No obstante,
su condición migratoria ha dejado de ser un obstáculo significativo para
que la mayoría desarrolle sus negocios, ya que solamente una fracción
pequeña (13.6%) está en condición migratoria irregular. La mayoría son
ciudadanos o residentes, a pesar de que una gran parte de ellos migró
desde los años noventa e incluso antes.
Sin embargo, más de setenta y cinco por ciento de los empresarios
reconoció que la última gran crisis afectó sus negocios, aunque en dife-
rente magnitud. Algunos vendieron activos o cerraron parcialmente, otros
disminuyeron su ritmo de actividad y ventas, y otros más que estaban a
punto de cerrar, lo hicieron. Solamente 25% señaló que la crisis no le afec-
tó e incluso le abrió nuevas oportunidades. Los negocios más afectados
fueron los de la construcción, los servicios profesionales y restaurantes.
Las estrategias empresariales para la supervivencia frente a la baja deman-
da y el incremento en los costos de los servicios financieros y de la energía
fueron, entre otras, el recorte de trabajadores, la venta de activos propios
o el abandono de su hipoteca. Entre los empresarios más pequeños tam-

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 157
bién fue importante la incorporación o la reincorporación de la familia a
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

la empresa.
El financiamiento hipotecario ha sido también muy importante para los
migrantes empresarios mexicanos. Más de sesenta por ciento tiene al me-
nos una hipoteca y más de treinta por ciento ha usado el refinanciamiento
como fuente de capital para su empresa. Además, entre 2008 y 2011, 20% de
los empresarios migrantes mexicanos perdió en remate al menos una pro-
piedad hipotecada. Estos datos son consistentes con los presentados por el
Center for Responsible Lending,16 que estimó que más de 1.3 millones de
familias hispanas habría perdido sus casas por remate entre 2009 y 2012.
A pesar de ello, los empresarios con menor endeudamiento pudieron so-
brevivir con mayor facilidad a la crisis e incluso ampliaron sus negocios a
raíz de la quiebra de sus competidores.
Se han podido identificar diversos obstáculos para el desarrollo empre-
sarial de los hispanos, de los mexicanos en particular: un menor manejo
del idioma, la cultura de negocios y su capacitación, y su menor experien-
cia empresarial respecto de otras minorías étnicas en Estados Unidos.17
Para terminar de entender esta diáspora financiera y empresarial de
México en las últimas décadas es importante reconocer la situación del
financiamiento empresarial en el país en esos años.
La experiencia del financiamiento para la creación y la operación de las
empresas medianas y pequeñas en México ha sido aún más difícil y, a la
larga, ruinosa. La inestabilidad económica y cambiaria asociada a las crisis
de 1982, 1987, 1994 y 2008 frenó notablemente la demanda, la inversión y
el crédito.
En especial, después de la crisis de 1982, las caídas en el empleo y
en la demanda fueron determinantes para que las empresas frenaran la
inversión. Más todavía, las empresas mexicanas de mayor tamaño relativo
habían acumulado significativos pasivos en dólares que, con las devalua-

16 Debbie Gruenstein Bocian, Wei Li, Carolina Reid y Roberto G. Quercia, Lost Ground,
2011: Disparities in Mortgage Lending and Foreclosure, Durham, Center for Respon-
sible Lending, 2011.
17 R. García Zamora, Desarrollo económico…

158 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
ciones del peso de esos años, aumentaban cuantiosamente frente a los ac-

Eugenia Correa
tivos y flujos de efectivo en moneda nacional. De hecho, un gran número
de estas empresas recibieron el apoyo del gobierno para lograr renegociar
sus pasivos en dólares.
Más tarde, en los primeros años de la década de los noventa, la eco-
nomía parecía haberse librado de la inestabilidad cambiaria y de la in-
certidumbre provocada por las constantes renegociaciones de la deuda
externa pública y privada. El crédito interno empezó a aumentar, y la eu-
foria producida por la reprivatización de los bancos y la firma del tlcan
parecían garantizar una época de crecimiento con estabilidad, de manera
que aumentó la inversión fija privada debido a las expectativas de acelera-
da expansión del mercado interno, en particular, de las exportaciones. Sin
embargo, de nueva cuenta el endeudamiento externo público y privado
(tanto del sector financiero como privado no financiero) fueron muy sus-
ceptibles al alza en las tasas de interés de la reserva federal.
La crisis que estalló a finales de 1994 ha sido la mayor en su tipo; llevó
a la quiebra a varios consorcios financieros y no financieros que, como en
1982, estaban con elevados pasivos en moneda extranjera. Como sucedió
en los años posteriores a la crisis de 1982, por medio del Fideicomiso para
la Cobertura de Riesgos Cambiarios (Ficorca), nuevamente el gobierno
procedió al rescate mediante el conocido Fondo Bancario de Protección
al Ahorro (Fobaproa). A pesar de la amplia inyección de recursos públicos
y de la venta de los bancos mexicanos a bancos extranjeros, el financia-
miento interno a las empresas privadas no financieras descendió más de
veinte puntos porcentuales respecto del producto interno bruto (pib), y con-
tinuó disminuyendo.
En la actualidad, el financiamiento interno a las empresas privadas no
financieras representa apenas 10 puntos porcentuales del pib, a lo que se
puede agregar 7.5 puntos porcentuales del pib del financiamiento externo.
Se estima que la mayor parte del financiamiento interno (alrededor de se-
tenta por ciento) está contratado por las más grandes empresas, y podría
decirse que la totalidad del financiamiento externo también, de manera
que casi ochenta por ciento del financiamiento se concentra en las empre-
sas de mayor tamaño.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 159
A su vez, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

(Censos económicos 2009), solamente 0.2% de las empresas en el país, unas


setenta y dos mil, emplean 35% del personal ocupado total. Es decir que
alrededor de siete millones de personas producen 74% de la producción
bruta total. A su vez, estas empresas obtienen 80% del financiamiento total
al sector empresarial, mientras que, en el otro extremo, las microempresas
(desde cero hasta 10 ocupados) que son casi 3.5 millones, emplean a más
de ocho millones de personas y producen casi siete por ciento de la produc-
ción bruta, pero raramente con el soporte del sistema financiero.18
De acuerdo con información de la Asociación de Bancos de México, la
participación de las micro, pequeñas y medianas empresas como parte del
financiamiento empresarial otorgado por el sector bancario representó me-
nos de diez por ciento en 2005, y llegó a 12.7% en 2007, lo que podría repre-
sentar casi uno por ciento del pib.19
Además debe considerarse el hecho de que el financiamiento dista
mucho de aplicarse íntegramente a la inversión, y en gran medida se
utiliza como capital de trabajo, o bien para la reestructuración de pasi-
vos. Se estima que sólo entre 19.7% y 23.1% del financiamiento recibido
por las pequeñas y medianas empresas se destina a la inversión,20 de
manera que, además de la concentración de la producción en un re-
ducido número de empresas grandes, las micro, pequeñas y medianas
empresas con 65% del personal ocupado tienen un reducido acceso al
financiamiento, la capacidad de inversión queda muy limitada y con ello
también su capacidad de producción. Sin embargo, en una parte impor-
tante, el nivel de ocupación y de demanda ha estado condicionado por
la dinámica de este sector empresarial.

18 inegi, Las empresas en los Estados Unidos Mexicanos, Aguascalientes, inegi (Censos
Económicos 2009), 2012, p. 21, en http://internet.contenidos.inegi.org.mx/contenidos/
productos//prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/censos/economicos/2009/
comercio/empresas/Mono_Empresas_EUM.pdf (fecha de consulta: 5 de abril de 2016).
19 Ramón Lecuona Valenzuela, “El financiamiento a las pymes en México: la experiencia
reciente”, en Economía unam, vol. 6, núm. 17, mayo-agosto de 2009, pp. 69-91.
20 
Ibid., p. 86.

160 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
El escaso acceso al financiamiento de estos sectores empresariales ha

Eugenia Correa
sido reconocido como una de las mayores limitaciones para el crecimiento
económico, pero también para la creación de empleo y la dinámica ocu-
pacional necesaria para atemperar los flujos migratorios, especialmente
desde la entrada en vigor del tlcan.
En años recientes, precisamente a partir de la idea de que el creci-
miento económico requiere de mayores y más eficientes servicios finan-
cieros, se han establecido metas de inclusión financiera. A pesar de la
importancia de la expansión geográfica y de la mayor cantidad de servi-
cios financieros y de la eficiencia con que ellos se presten, aún persiste
el problema de la inclusión en el financiamiento. Su aumento para todas
las empresas privadas no financieras y especialmente para las micro,
pequeñas y medianas empresas continúa siendo un tema fundamental,
pero pendiente en la agenda de políticas públicas. Una buena canti-
dad de proyectos productivos son dejados de lado, cerrando muchos
caminos de creación de empleo, de desempeño creativo de trabajo y de
generación de riqueza para comunidades enteras, en particular en las
expulsoras de mexicanos.21
Más aún, las cifras de migrantes mexicanos hacia Estados Unidos, aun-
que imprecisas y a pesar de que muchas de ellas son estimaciones, confir-
man que en los años difíciles de la economía mexicana, no sólo nacional
sino regionalmente, la migración se aceleró y, con su salida, migraron sus
capacidades de trabajo, pero también sus capacidades empresariales, de
ahorro y de inversión.
La recuperación de las condiciones de financiamiento interno para las
empresas, en condiciones adecuadas a las expectativas de rentabilidad y
con una relación garantías-riesgo viables parece impostergable. El 95% de
las empresas requiere crecer y fortalecer su oferta de empleo sobre fuen-
tes de financiamiento competitivas; de otra manera, más temprano que
tarde se convertirán en empresas quebradas y carteras vencidas. A su vez,
su estable crecimiento abrirá las expectativas de incremento del ahorro y

21 A. Girón y E. Correa, op. cit.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 161
de la inversión, reanudándose el círculo virtuoso necesario para la inclu-
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

sión social y el desarrollo.


Con la globalización y las crisis recurrentes resulta todavía más am-
plio el conjunto de influencias que pueden estar conformando las ten-
dencias de la formación de empresas y su desempeño. A la par de la
creación de mercados más amplios y de la presencia de instituciones
y regulaciones diversas, la formación de empresas y su desempeño se
enfrentan a los constantes movimientos cambiarios y a las diferentes
condiciones de la oferta de financiamiento. Las corporaciones de ma-
yor tamaño tienen mejores condiciones para enfrentar estas fuentes de
incertidumbre, aunque el dinamismo de su inversión procede del creci-
miento de la demanda. Por su parte, las pequeñas y medianas empresas,
altamente empleadoras y por ello con una importante presencia en la
dinámica de la demanda, enfrentan la incertidumbre en peores condi-
ciones, debido a que el ciclo de descenso de la demanda afecta directa-
mente sus pequeñas fuentes de financiamiento que, en su mayor parte,
son sus propias ventas.
Estados Unidos ha podido desarrollar más potentes políticas contra-
cíclicas, así como colchones presupuestales de gasto social que se po-
nen en marcha cuando cae la actividad económica, de manera que el
ciclo económico puede ser menos profundo y prolongado en particu­lar
para las empresas medianas y pequeñas. De ahí que este tipo de em-
presas parecen mucho más sólidas y exitosas en este país, más aún en
la localizada y sostenida expansión económica de California y Texas,
que es precisamente donde se concentran en mayor parte los empresa-
rios migrantes mexicanos. Todo ello también contribuye a explicar esta
diáspora.

Impacto financiero de la diáspora de mexicanos

En los dos apartados anteriores se ha explicado la magnitud de la diáspora


monetaria y financiera que ha acompañado a la diáspora de los mexica-
nos, así sea de manera todavía parcial y gruesa debido a la escasa disponi-

162 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
bilidad de datos. A continuación se exponen algunas de las consecuencias

Eugenia Correa
financieras de la diáspora.
Una manera de dimensionar la magnitud del impacto financiero de
esta diáspora sobre la economía mexicana, aunque todavía parcial y limi­
tada, es exponer lo que los mexicanos han significado en la economía
estadunidense. En seguida se presentan algunos ejemplos:

n Casi sesenta por ciento de los migrantes mexicanos se concentran en


los dos mayores estados de Estados Unidos, por el tamaño de sus eco-
nomías. Bien podría decirse que ello es precisamente lo que atrae a la
población migrante, pero también podría decirse que son las econo-
mías que crecen por encima de la media nacional, debido al aporte
de varias generaciones de migrantes mexicanos. De acuerdo con la
Fundación bbva Bancomer y el Mexico Economic Studies Department
of bbva Research,22 los mexicanos (incluyendo segunda y tercera gene-
ración) aportan ocho por ciento del pib de ese país, cifra que equivale
casi al cien por ciento del pib de México.
n 
Según el estudio de Partnership for a New American Economy, ci­
tado por el Instituto de Mexicanos en el Exterior, 28% de las empresas
iniciadas en 2011 fueron creadas por migrantes de todos los países,
incluyendo migrantes de México que representan más de sesenta por
ciento del total.23 Las empresas de migrantes mexicanos generan in-
gresos por 17 000 mdd por año. Un impuesto sobre la renta de una tasa
media de 25% representaría 10% de la captación total de ese impuesto
en México.

22 Adolfo Albo y Juan Luis Ordaz Díaz, Los efectos económicos de la migración en el país
de destino. Los beneficios de la migración mexicana para Estados Unidos, México, bbva
Research (Documento de Trabajo, 11/17), 2011, en https://www.bbvaresearch.com/wp-
content/uploads/migrados/WP_1117_Mexico_tcm346-257505.pdf (fecha de consulta:
31 de marzo de 2016).
23 Institutode los Mexicanos en el Exterior, “Los mexicanos en Estados Unidos: la impor-
tancia de sus contribuciones”, en Lazos Económicos, núm. 18, 6 de febrero de 2014,
disponible en http://mex-eua.sre.gob.mx/images/stories/PDF/docu-r-factsheet.pdf (fecha
de consulta: 4 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 163
n Los migrantes mexicanos, además de su creciente aportación económi-
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

ca a Estados Unidos como trabajadores o como empresarios, también


son importantes consumidores, entre otros, de servicios financieros
como seguros, tarjetas de crédito, préstamos, etc. Como trabajadores
tienen un poder de compra superior a los trescientos mil mdd.24 Sola-
mente el iva (10%) de esta estimación de consumo representaría para
el gobierno mexicano un ingreso equivalente a 70% de los ingresos del
gobierno por concepto de iva.

De esta manera —y aunque tendría que presentarse de manera acumu-


lativa y creciente en las últimas décadas—, con muy pocos datos puede
hacerse un acercamiento a las consecuencias de esta diáspora de mexi-
canos, así sea solamente a Estados Unidos. De esta suerte, si año con
año los mexicanos en Estados Unidos generan con sus empresas y sus
trabajos el equivalente a casi todo el pib de México, y si ésta ha sido más o
menos la magnitud, el impacto financiero es entonces enorme en ambos
lados de la frontera, pues mientras Estados Unidos aumenta su produc-
ción, México no ha podido gozar de ella. Lo mismo puede decirse de los
presupuestos públicos que reciben o no los impuestos, la creación de
infraestructura local, etc.
En una frontera tan permeable y con movimientos transfronterizos tan
importantes, existen muchos flujos de entrada y salida que se escapan fácil­
mente a las estadísticas y a las estimaciones, más aún cuando algunos de
ellos se vinculan con actividades ilegales, como el tráfico de personas, armas,
bienes y drogas. Por ejemplo, un estudio reciente que excluye los flujos re­
sultantes del tráfico de drogas y personas ofrece la cifra de 872 000 mdd de
flujos financieros de origen ilegal entre 1970 y 2010.25

24 Estimación propia a partir del salario promedio de 1900 dólares mensuales.


25 Dev Kar, México: flujos financieros ilícitos, desequilibrios macroeconómicos y economía
sumergida, Washington, D. C., Global Financial Integrity, 2012, en http://www.gfintegrity.
org/storage/gfip/documents/reports/mexico/gfi_mexico_report_espanol_web.pdf (fecha
de consulta: 1 de abril de 2016).

164 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
La diáspora financiera que acompaña a la internacionalización de las

Eugenia Correa
empresas mexicanas y a los empresarios migrantes mexicanos se puede
explicar por las sucesivas políticas procíclicas, en gran medida adoptadas
para frenar la economía y estabilizarla, pero que la dejaron sin financia-
miento. Las dos fuentes fundamentales de financiamiento: el gasto público
deficitario y el crecimiento del crédito neto de los bancos comerciales. En
las gráficas 1 y 2 se observa su comportamiento para los casos de Estados
Unidos y México.

Gráfica 1. Balance estructural del gobierno general, per cápita


(dólares paridad del poder adquisitivo, ppa)

500
0
-500
-1000
-1500
-2000
-2500
-3000
-3500
-4000
-4500
1994
1990
1991
1992
1993

1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
México Estados Unidos

Gráfica 2. Crédito interno al sector privado no financiero (% pib)

250

200

150

100

50

0
1994
1990
1991
1992
1993

1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012

México Estados Unidoss

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 165
El impacto financiero de la diáspora mexicana también puede verse en la
El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía nacional

dinámica del gasto público en ambos países (gráfica 3).

Gráfica 3. Gastos del gobierno general, per cápita (dólares ppa)

25000

20000

15000

10000

5000

0
1994
1990
1991
1992
1993

1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
México Estados Unidos

Las sucesivas crisis financieras en México difundieron incertidumbre y sig-


nificativos costos sobre las empresas y pérdidas de patrimonio de las fami­-
lias. En alguna medida, empresas, empresarios y familias fueron también
mudando parte o todos sus negocios o sus patrimonios, pequeños o ma-
yores, especialmente a Estados Unidos. Una medida indirecta y muy aproxi­-
mada del orden de magnitud de estas salidas pudo observarse en los
datos de la primera sección de este artículo, en el que se muestran las ci-
fras de los flujos de salida de fondos durante esas décadas.
No contamos con datos sobre la ola más reciente de salida de capitales,
vinculada a la profunda recesión económica de 2009. Aunque se trató de
una recesión compartida con Estados Unidos, los flujos de retorno de mi-
grantes y ahorros podrían ser considerables, si bien también los flujos de
salida, puesto que aparecieron incluso las estrategias de venta de patrimo-
nios en México para tratar de salvaguardar las empresas o los patrimonios
en Estados Unidos, a lo que se agrega la creciente violencia en diferentes
regiones del país, especialmente la dirigida contra los flujos de migrantes.
Como conclusión, puede afirmarse que una de las lecciones que deja
este trabajo es precisamente la necesidad de reconstruir e innovar en una
construcción institucional que permita mantener un refinanciamiento via-

166 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022
ble de pasivos a los sectores de empresas altamente empleadoras y en ge-

Eugenia Correa
neral viables y sumamente productivas. Más aún, la mayor consecuencia
de la crisis financiera es precisamente la paralización del financiamiento a
las empresas altamente empleadoras. Su restauración podría ser sin duda
una prioridad, en especial en algunas regiones del país. Regular el endeu-
damiento externo de las corporaciones mexicanas podría ser también una
prioridad, cuando esta deuda supera la deuda pública externa y alcanza
los 92 000 mdd. Otro orden de reconstrucción institucional tiene que ver
con las políticas migratorias, aunque no es el objetivo de este ensayo.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 143-167, ISSN 0185-6022 167
Oportunidades de vinculación
con la juventud de origen mexicano
en Estados Unidos

Linkage Opportunities with Mexican American


Youth in the United States of America

José V. Borjón López-Coterilla


Director General Adjunto para Frontera Sur, sre
jborjon@sre.gob.mx

Aníbal Gómez Toledo


Titular de la Sección Consular, Londres, Reino Unido
agomezt@sre.gob.mx

Resumen:
En este artículo se presenta una propuesta de política pública de vinculación con la diáspora
joven de origen mexicano en Estados Unidos por medio de iniciativas que buscan impulsar
acciones de voluntariado en México de ese segmento poblacional.

Abstract:
This article presents a public policy proposal to link the young adult diaspora of Mexican
origin in the United States, through volunteering initiatives of said population.

Palabras clave:
Diáspora, jóvenes, voluntariado, política pública, migración, vinculación, mexicoestadunidense.

Key Words:
Diaspora, youth, volunteering, public policy, migration, linking, Mexican American.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
Oportunidades de vinculación
con la juventud de origen mexicano
en Estados Unidos

José V. Borjón López-Coterilla


y Aníbal Gómez Toledo *

Hay un sector clave en Estados Unidos con el que el gobierno de México


debe desarrollar acciones específicas de política pública: el de los jóvenes
de origen mexicano que radican en ese país. Se estima que hay más de trein-
ta y tres millones de estos jóvenes en Estados Unidos con un promedio de
25 años de edad. Son la segunda o tercera generación de familias de inmi-
grantes mexicanos y se caracterizan por estar más integrados al estilo de vida
y cultura estadunidense. Hasta ahora, y de manera más marcada en los últi-
mos veinticinco años, el acercamiento institucional del gobierno de Méxi­co
hacia sus migrantes en el exterior ha privilegiado el acercamiento a las pri-
meras generaciones de mexicanos, pero es incipiente el esfuerzo de políticas
específicas para sus hijos, en especial de aquéllos en la etapa de juventud.
México y Estados Unidos están viviendo importantes transformaciones
demográficas que necesariamente tendrán un impacto en la definición de
sus políticas públicas. Por una parte, según lo apuntan las cifras del censo
mexicano de 2010,1 se observa una mejora en las condiciones materiales

* Los autores desean agradecer los comentarios de Alexandra Délano y Julián Escutia a
versiones anteriores de este artículo.
1 inegi, “Principales resultados. Censo de Población y Vivienda 2010”, presentación, marzo
de 2011, en http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/ccpv/cpv2010/doc/presentacion.
pptx (fecha de consulta: 24 de abril de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
de vida y un crecimiento de la clase media en México en la década pasada.
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos

La mejora relativa de tales condiciones ha sido uno de los factores que ha


contribuido a una disminución en el número de migrantes que dejan el
país, de tal forma que el flujo migratorio neto de México ha estado en cero,
y tal vez en negativo, desde el año 2007.2 Por otra parte, las personas de
origen hispano (también conocidos como latinos en Estados Unidos) supe-
ran ya los cincuenta millones de habitantes en la Unión Americana aunque,
en el caso de la población de origen mexicano en ese país, su crecimiento
ya no se debe tanto a la migración que proviene de México como a los
nacimientos en Estados Unidos.
De 2000 a 2010, la población mexicoestadunidense creció 7.2 millones
como resultado de los nacimientos y 4.2 millones por la llegada de nuevos
inmigrantes provenientes de México. Asimismo, el número de estos últi-
mos disminuyó de más de un millón en 2006 a 404 000 en 2010, lo que sig-
nifica una reducción de alrededor de sesenta por ciento.3
Dada esa tendencia, es muy probable que ante el envejecimiento de
la población mexicana en nuestro país, y a pesar de la recuperación eco-
nómica en Estados Unidos, se siga observando en los próximos años que
el número de migrantes que dejan nuestro país no sea tan alto como hace
15 años.
Esto lleva a sugerir estrategias novedosas que permitan al gobierno
de México continuar de manera exitosa su acercamiento con la diáspora
mexicana (que hasta la fecha ha sido esencialmente por medio de la diplo-
macia consular), a fin de que ahora centre mayores esfuerzos en apoyar la
integración de estos inmigrantes y genere acciones de vinculación con sus
hijos y sus nietos. Una opción que habría que desarrollar es la de facilitar

2 Al respecto véase Ana González-Barrera, More Mexicans Leaving than Coming to the U.S.,

Washington, D. C., Pew Research Center, 2015, disponible en http://www.pewhispanic.


org/files/2015/11/2015-11-19_mexican-immigration__FINAL.pdf (fecha de consulta 4 de
marzo de 2016).
3 
Pew Hispanic Center, The Mexican-American Boom: Births Overtake Immigration,
Washington, D. C., Pew Research Center, 2011, disponible en http://www.pewhispanic.
org/files/reports/144.pdf (fecha de consulta 4 de marzo de 2016).

172 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
proyectos e iniciativas que impulsen acciones de voluntariado en nuestro

José V. Borjón López-Coterilla y Aníbal Gómez Toledo


país entre los jóvenes de origen mexicano en Estados Unidos.

Diásporas y voluntariado

Para comprender cómo la nueva generación de mexicanos en Estados Uni-


dos, no obstante que muchos de ellos ya han nacido en ese país, puede
mantener y fortalecer sus vínculos con México, tanto o más que en el caso
de sus padres, es importante revisar algunas definiciones de diáspora:

—Gabriel Sheffer define las diásporas modernas como grupos étnicos


minoritarios de origen migrante que residen y participan en su país de
destino, pero que mantienen fuertes lazos sentimentales y materiales
con sus países de origen.4
—Yossi Shain y Aharon Barth mencionan que la diáspora se refiere a
grupos de personas que viven, más o menos de manera permanente,
fuera de las fronteras de su lugar de origen y se identifican, o son iden-
tificados por otros —dentro y fuera del país de origen—, como parte de
la comunidad nacional de ese país.5
—William Safran hace notar que el concepto de diáspora ha adquirido
un significado metafórico que se utiliza cada vez más para referirse a
personas que sienten, mantienen, crean o reviven una conexión con
un lugar de residencia anterior. Menciona algunas características que
la definen: por un lado, los miembros de la diáspora mantienen una
memoria colectiva, una visión o un mito sobre su lugar de origen, así

4 Gabriel Sheffer, “A New Field of Study: Modern Diasporas in International Politics”, en


G. Sheffer (ed.), Modern Diasporas in International Politics, Londres, Croom Helm,
1986, pp. 1-15, citado en Hans van Amersfoort, “Gabriel Sheffer and the Diaspora Expe-
rience”, en Diaspora: A Journal of Transnational Studies, vol. 13, núms. 2/3, verano-
invierno de 2004, pp. 359-373.
5 Yossi Shain y Aharon Barth, “Diaspora and International Relations Theory”, en Interna-
tional Organization, vol. 57, núm. 3, verano de 2003, pp. 449-479.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022 173
como su historia y logros, y por el otro, los miembros de la diáspora
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos

mantienen un compromiso con la permanencia o la restauración del


lugar de origen, su seguridad y prosperidad.6

Las formas de participación de las diásporas pueden ser por medio de la


transmisión de valores y conocimientos —también llamados remesas so-
ciales—, como los valores de la democracia y los conocimientos técnicos y
científicos. Otra manera sería a través de apoyos solidarios (en situaciones
de crisis o desastres naturales); en muchos casos, estos eventos son claves
en la movilización de la diáspora que apoya por medio de donativos o
participa en trabajos de reconstrucción de sitios afectados.
Por lo que se refiere al papel que la diáspora desempeña en el volunta-
riado, Aaron Terrazas ha identificado que cada año cerca de un millón de
estadunidenses llevan a cabo ese tipo de labores en el exterior; de éstos,
alrededor de doscientos mil inmigrantes de primera y segunda generación
colaboran como voluntarios en estos programas.7
Por voluntariado debemos entender toda aquella labor que genera al-
gún valor económico; no debe ser obligatoria; la gente que la lleva a cabo
lo hace por su propia voluntad; es un trabajo que se puede hacer mediante
mecanismos informales o por medio de alguna organización; generalmen-
te no se retribuye económicamente, y no debe incluirse el trabajo para
el beneficio de los miembros de la familia del voluntario.8 El trabajo de
voluntariado ofrece por lo regular tanto beneficios económicos para los
países receptores, como de índole no económica: capital social, mejora en
la calidad de vida, inclusión de comunidades, entre otros.

6 William Safran, “Diasporas in Modern Societies: Myths of Homeland and Return”, en


Diaspora: A Journal of Transnational Studies, vol. 1, núm. 1, primavera de 1991,
pp. 83-99.
7 Aaron Terrazas, Connected through Service: Diaspora Volunteers and Global Development,
Washington D. C., Migration Policy Institute, 2010, p. 2, en http://www.migrationpolicy.
org/pubs/diasporas-volunteers.pdf (fecha de consulta: 4 de marzo de 2016).
8 Organización Internacional del Trabajo (oit), Manual on the Measurement of Volunteer
Work, Ginebra, oit, 2008; citado en A. Terrazas, op. cit., p. 5.

174 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
En el trabajo de voluntariado internacional se da la dinámica de las par-

José V. Borjón López-Coterilla y Aníbal Gómez Toledo


ticipaciones de las diásporas. El voluntariado de las diásporas puede ser, por
una parte, sumamente organizado e institucionalizado y, por la otra, caóti-
co y provincialista en sus misiones. Terrazas, quien hace una tipología de
los programas de voluntariado de las diásporas, identifica cuatro grandes
nodos aglutinadores: a) programas de voluntariado enfocados a profesio-
nales con alta capacitación, quienes por lo general asumen responsabili-
dades de consultores por estancias relativamente cortas en los países de
origen de la diáspora; b) programas enfocados a jóvenes para que lleven a
cabo acciones comunitarias y de trabajo social en el país de sus ancestros
(por lo regular son estancias más largas cuyo objetivo es forjar una expe-
riencia de vida); c) “programas multipropósito” que tienen como objetivo
reclutar tanto a jóvenes como a profesionistas con alta capacitación, y d) pro-
gramas de voluntariado que, aunque no están enfocados a diásporas, re-
quieren y se apoyan en gran medida de las mismas para su éxito.9

El voluntariado de los mexicanos en el exterior

La comunidad mexicana y la de origen mexicano tienen una larga tradi-


ción de organización y solidaridad en Estados Unidos. Desde las socieda-
des mutualistas y beneméritas de principios del siglo xx, pasando por los
comités patrióticos, las comunidades mexicanas se han ido organizando
para mejorar su calidad de vida y apoyar, mediante el envío de remesas y
donaciones, a sus familiares y comunidades de origen en México.
Hay diversos ejemplos de cómo la diáspora mexicana se organiza en
programas de voluntariado. A continuación, se revisan algunos de ellos
con el objeto de entender la dinámica organizacional que sigue nuestra
diáspora e identificar las oportunidades en el estrato de los jóvenes.

9 Ibid., p. 8.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022 175
Programa 3×1
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos

Sin duda, el programa 3×1 es el ejemplo por excelencia de organización


comunitaria a partir de los clubes de oriundos, las federaciones y confe-
deraciones que llevan a cabo acciones de voluntariado y procuración de
fondos para apoyar a sus comunidades de origen. Este programa, con más
de catorce años en funcionamiento, ejemplifica cómo la diáspora ha pro-
movido la expansión del mismo y ha logrado coordinar los tres órdenes
de gobierno en México: municipal, estatal y federal, para apoyar obras de
índole social.10 Entre los desafíos del Programa se encuentra la nece-
sidad de incrementar la participación en él mediante la incorporación
de otras formas de asociación que no sean sólo los clubes de oriundos,
que reflejen la diversidad y complejidad de la diáspora mexicana, inclu-
yendo a segundas y terceras generaciones de mexicanos nacidos en el
exterior.

Asociaciones de profesionistas

Otro ejemplo exitoso de trabajo de voluntariado de la diáspora mexica-


na es el que llevan a cabo las asociaciones de profesionistas como la Red
Global de Mexicanos en el Exterior (Red Global mx),11 y su participa-
ción como mentores de universitarios mexicanos y estadunidenses. Otro
caso es el de Engineers without Borders-Johnson Space Center Chapter
y su proyecto de llevar agua potable a la comunidad de Aguilar, Nuevo

10 Como resultado, más de mil clubes de oriundos han participado en este programa que se
implemente en 38 estados del país y benefician a más de doce mil proyectos de infraes-
tructura en más de 570 municipios. Véase Malú Guerra, “Programa 3×1 para migrantes”,
presentación, en Reunión de Actualización, Evaluación y Planeación del Instituto de los
Mexicanos en el Exterior, México, D. F., 16 de febrero de 2010.
11 La Red Global mx reúne a mexicanos altamente calificados, que viven en el exterior,
interesados en la promoción del desarrollo de México y en la ampliación de relaciones
de cooperación entre instituciones de México y su país/región de residencia, bajo la
filosofía de la circularidad del conocimiento. A 10 años de existencia, la Red Global mx
cuenta con 49 capítulos, en 22 países y 4 continentes.

176 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
León.12 Estos ejemplos son muestra del compromiso filantrópico de un

José V. Borjón López-Coterilla y Aníbal Gómez Toledo


sector de profesionales mexicanos altamente capacitados con el desarro­
llo de su país de origen, así como de la necesidad de que exista un ade-
cuado apoyo gubernamental a cualquier iniciativa de voluntariado para
que pueda llegar a ser exitosa.

Voluntariados en consejos consultivos

Si bien ha dejado de funcionar bajo la dinámica que le dio origen, el


Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ccime)
debe ser reconocido también como un ejemplo de voluntariado de la
diáspora. Durante más de una década, los miembros del Consejo fun-
gieron como representantes con liderazgo en la comunidad mexicana o
mexicoestadunidense, ofreciendo su tiempo, su experiencia y, en varios
casos, sus propios recursos (por ejemplo, para pagar parte de sus gas-
tos de transportación), a fin de contribuir al ejercicio de formulación de
las políticas públicas del gobierno de México hacia su diáspora.13 A par-
tir de 2015, cuando inició la segunda etapa del ccime, su voluntariado
se ha volcado a responder las iniciativas y necesidades de la comu-
nidad mexicana en el exterior mediante la revisión de proyectos que
fortalezcan la capacidad de integración y desarrollo de la comunidad
mexicana en las sociedades en donde residen, y que también vinculen
a la comunidad mexicana en el exterior con México y con el desarrollo
de sus comunidades de origen.

12 Esta iniciativa encabezada por Dorothy Ruiz, ingeniera mexicana que trabaja en el Cen-
tro Espacial Johnson, ha recibo el apoyo del Consulado General de México en Houston,
la Oficina de Atención a Migrantes del Estado de Nuevo León y el Club Rotario de Mon-
terrey. Véase “Mexico Project: Project Summary”, en Engineers without Borders-Johnson
Space Center Chapter, en http://www.ewb-jsc.org/projects/mexico.html (fecha de con-
sulta: 4 de marzo de 2016).
13 Véase Laureen Laglagaron, Protection through Integration: The Mexican Government’s Ef-
forts to Aid Migrants in the United States, Washington, D. C., Migration Policy Institute, 2010,
disponible en http://www.migrationpolicy.org/research/protection-through-integration-mexican-
governments-efforts-aid-migrants-united-states (fecha de consulta: 4 de marzo de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022 177
Acercamiento con las nuevas generaciones
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos

Un ejemplo reciente y muy exitoso de acercamiento con jóvenes mexicoes-


tadunidenses es el que ha llevado a cabo la Embajada de México en Estados
Unidos y su red consular con los liderazgos dreamers 14 de origen mexi­cano.
Como lo describe Juan Carlos Lara, el programa Acción Diferida para los
Llegados en la Infancia (daca, por sus siglas en inglés) dio a México la opor-
tunidad de establecer un diálogo maduro y responsable con una nueva ge-
neración de jóvenes migrantes, además de poner a su disposición los servicios
consulares necesarios para aprovechar un nuevo beneficio migratorio que,
al darles certidumbre por primera vez, ha transformado sus vidas.15
A partir de 2014, la Secretaría de Relaciones Exteriores, con el apoyo
de la Embajada de México en Estados Unidos y de algunas representacio-
nes consulares en ese país, organiza viajes a México de grupos de jóvenes
dreamers de origen mexicano para que lleven a cabo actividades culturales
y académicas, en colaboración con algunos gobiernos estatales en la Repú-
blica Mexicana e instituciones de educación superior como la Universidad
Nacional Autónoma de México (unam).16
Los jóvenes seleccionados tienen perfiles e intereses diversos y son par-
te de una nueva generación de migrantes mexicanos que han destacado

14 Se les llama dreamers a los jóvenes estudiantes que, llevados a Estados Unidos de manera
irregular, recién nacidos o en edad escolar, no tienen documentos migratorios ni número de
seguro social, lo que les dificulta poder estudiar y llevar a cabo la educación media y media
superior. A fin de atender esta problemática, se han presentado en el legislativo estadu-
nidense varias iniciativas de ley (tanto en congresos estatales como en la Cámara de Se-
nadores y la de Representantes) para que los jóvenes indocumentados puedan acceder a
las universidades en ese país. La primera iniciativa se presentó en 2001 con el nombre de
Development, Relief and Education for Aliens Minor Act, también conocida como dream
Act, lo que les dio el apelativo de dreamers a los jóvenes en estas circunstancias.
15 Juan Carlos Lara Armienta, “Los dreamers mexicanos: una nueva generación de líderes
en Estados Unidos”, en Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 101, mayo-agosto
de 2014, pp. 229-232.
16 sre, “El canciller Meade recibe a dreamers que visitan México”, comunicado 433, México,
D. F., 30 de septiembre de 2014, en http://saladeprensa.sre.gob.mx/index.php/comunicados/
4950-433 (fecha de consulta: 4 de marzo de 2016).

178 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
por su liderazgo a partir de su lucha por acceder a la educación y para

José V. Borjón López-Coterilla y Aníbal Gómez Toledo


alcanzar mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Se les reco-
noce asimismo por su compromiso con el bienestar de sus comunidades y
como auténticos agentes de cambio.
Otro ejemplo de acercamiento con las generaciones de jóvenes mexica-
nos en Estados Unidos ha sido por medio del programa ime Becas, a partir
de la modalidad de asignación compartida de fondos entre el gobierno de
México e instituciones de educación superior de ese país.17 En los años re-
cientes un amplio número de estudiantes se ha beneficiado; de otro modo,
dada su situación migratoria o por dificultades económicas, no hubiesen
podido continuar sus estudios de educación superior en ese país. La faci-
litación de acceso a recursos para completar sus estudios ha generado un
impacto positivo en la relación entre los jóvenes beneficiados (muchos
de ellos identificados dentro de los liderazgos locales de dreamers) y las
representaciones consulares de México.
Como se ha podido apreciar, existen ejemplos sólidos de voluntaria-
do mexicano y de acercamiento mediante políticas públicas del gobierno
mexicano a su diáspora. Asimismo, hay espacios de oportunidad para una
mayor vinculación con los jóvenes de origen mexicano en Estados Unidos.
A continuación se propondrá una hoja de ruta para la construcción de una
propuesta de política pública para un voluntariado mexicoestadunidense.

Elementos para un programa de voluntariado

Identificar los objetivos y las capacidades de la diáspora

En el caso de la diáspora mexicana, con más de veinte años de una política


pública de vinculación, tenemos una idea muy clara de sus capacidades, prio-

17 ime Becas, “Descripción del programa”, en http://becas.ime.gob.mx/index.php?option= com_


content&view=article&id=1&Itemid=11&lang=en (fecha de consulta: 5 de marzo de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022 179
ridades y funcionamiento. No es el caso de las segundas y terceras generacio-
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos

nes de jóvenes estadunidenses hijos de padres mexicanos. Éste es un grupo


muy amplio, con diferentes grados de aculturación y que vive sus propios
desafíos: la mayoría de los jóvenes latinos no son inmigrantes, son optimis-
tas, dominan el inglés y se enfrentan a la pobreza y la deserción escolar. Sin
embargo, la oportunidad de acercamiento está vigente. De acuerdo con el
Pew Hispanic Center, 52% se identifica primero por la nacionalidad del país
de origen de sus padres.18 De tal forma, se debería trabajar por medio de los
consulados mexicanos para identificar a los que demuestren dotes de lide-
razgo y que estén comprometidos e interesados en seguir vinculados con los
temas que afectan a las comunidades mexicanas en Estados Unidos. El trabajo
hecho con los dreamers y el acercamiento mediante la oferta de ime Becas ha
dejado importantes aprendizajes.

Conocer a este sector de la diáspora

Para ubicar geográficamente a la diáspora de jóvenes de origen mexicano


e identificar cuáles son sus talentos y recursos, se recomienda llevar a cabo
grupos de enfoques con jóvenes mexicoestadunidenses en las principales
ciudades de Estados Unidos, así como escuchar a los principales investi-
gadores sobre cuestiones de inmigrantes y de juventud. Un buen punto de
partida sería trabajar con los hijos de líderes de clubes de oriundos o que
estén vinculados con las federaciones de oriundos. Habría que reconocer
cómo se organizan los jóvenes de origen latino en Estados Unidos y revi-
sar las iniciativas de liderazgos jóvenes de las organizaciones nacionales
latinas como el National Council of La Raza (nclr) y la League of United
Latin American Citizens (lulac), y acercarse a estos liderazgos.19

18 Pew Hispanic Center, “Between Two Worlds: How Young Latinos Come of Age in Ame­-
rica”, en Pew Research Center, 1 de julio de 2013, en http://www.pewhispanic.org/
2009/12/11/between-two-worlds-how-young-latinos-come-of-age-in-america/ (fecha de
consulta: 4 de marzo de 2016).
19 Patricia Foxen, Speaking Out: Latino Youth on Discrimination in the United States, Wash-
ington, D. C., National Council of La Raza, 2010, en http://publications.nclr.org/handle/

180 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
Crear una relación de confianza entre este sector

José V. Borjón López-Coterilla y Aníbal Gómez Toledo


y el gobierno de México

Esta etapa puede ser el principal desafío ya que, como hijos de mexicanos,
sus percepciones de lo que es el país de origen de sus padres pueden estar
muy diluidas, incompletas e incluso tergiversadas. Para tal efecto, el acer-
camiento tendría que ser gradual. A nivel local, los consulados mexicanos
deberán hacer un esfuerzo por identificar estos liderazgos e incluirlos en
sus diferentes actividades culturales y comunitarias. Un medio exitoso ya
empleado es el de los talleres de liderazgo que se iniciaron en Nueva York
y se han reproducido en Washington D. C., Houston, San Francisco y otras
ciudades. En México, el ime podría reactivar las jornadas informativas pro-
moviendo un mínimo de participantes jóvenes y mexicoestadunidenses.
Esto conduciría necesariamente a los consulados a intensificar su acerca-
miento con los liderazgos jóvenes. En los diferentes estados de México se
podrían fomentar o profundizar, promovidos por institutos de la juventud
estatales y universidades mexicanas, los intercambios entre jóvenes mexi-
coestadunidenses con sus similares.

Movilizar a la diáspora para contribuir al desarrollo


sostenido

Después de haber identificado una masa crítica de liderazgos jóvenes,


comprometidos e interesados en contribuir al desarrollo de su país o de
la comunidad donde radican, el gobierno de México estaría llamado a
facilitar su misión mediante apoyos institucionales y auspiciar la participa-
ción de otros sectores de la sociedad, tanto en México como en Estados
Unidos. Por ejemplo, si se lograran consolidar misiones de voluntarios
que contribuyan con su talento, tiempo y experiencia al desarrollo de re-

123456789/1141 (fecha de consulta: 4 de marzo de 2016). Estudio en el que se hace un


análisis del impacto que la discriminación puede llegar a tener en su proceso de asimi-
lación de la cultura de la sociedad estadunidense.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022 181
giones de México, se podría contar con una adecuada infraestructura de
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos

seguimiento y apoyo en el ime, el Instituto Mexicano de la Juventud y sus


equivalentes estatales. A nivel de políticas y facilitación, se podría diseñar,
con el Instituto Nacional de Migración, alguna forma de registro al mexi-
coestadunidense que se interne en el país para llevar a cabo acciones de
voluntariado, que le permita la exención de los derechos migratorios que
deben cubrir los extranjeros al ingresar en el país (los que no han sido
registrados como mexicanos).

Círculos de filantropía

Otra estrategia para contribuir al desarrollo sería que los jóvenes mexi-
coestadunidenses se organizaran en Estados Unidos para promover círcu-
los de filantropía y apoyar poblaciones de menor desarrollo en México.
Ésta sería una opción para quienes no quieran viajar y simplemente se
sientan mejor donando un ingreso fijo mínimo a una causa específica en
México.

Adaptar otros modelos

Un modelo interesante que se podría apoyar es el de la creación de un


grupo de voluntariado mexicoestadunidense con base en el modelo In-
dicorps. Éste es un proyecto de servicio social para la diáspora de origen
indígena promovido por una organización sin fines de lucro llamada In-
dify.20 Consideramos que la creación del Mexican American Leadership
Initiative (mali),21 bajo el paraguas de la U. S.-Mexico Foundation, puede

20 Para conocer más sobre Indify e Indicorps, véase su sitio web http://www.indicorps.org/.
21 Para conocer más sobre Mexican American Leadership Initiative, véase “Mexican American
Leadership Initiative (mali)”, en U. S.-Mexico Foundation, en http://www.usmexicofound.
org/programs/mexican-american-leadership-initiative-mali/ (fecha de consulta: 4 de mar-
zo de 2016).

182 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
ser un vehículo de la sociedad civil para impulsar una iniciativa de este

José V. Borjón López-Coterilla y Aníbal Gómez Toledo


tipo. Tal y como hace Indicorps, mali podría promover el desarrollo de las
capacidades de la sociedad civil mexicana mediante el fomento de pro-
yectos específicos de apoyo social o desarrollo del capital humano en
México de jóvenes estadunidenses de origen mexicano.

Reorientar programas vigentes

También se puede realizar una reingeniería de programas existentes para fo-


mentar la participación de jóvenes de la diáspora. Una opción sería reformu-
lar el programa de Intercambio de Maestros México-Estados Unidos para
incorporar opciones de voluntariado para estudiantes de edad universita-
ria mexicoestadunidenses que deseen contribuir como maestros o tutores
en la enseñanza del idioma inglés en escuelas mexicanas durante sus va-
caciones de verano.22 Esto ayudaría a incorporar a mexicanos de segunda
y tercera generación en el país de origen de sus padres y ofrecerles una
experiencia de vida única.

Vinculación eficaz de la diáspora para el desarrollo

Movilizar a jóvenes de una diáspora es mucho más difícil que promover


la vinculación de mexicanos de primera generación que han dejado parte
de su familia inmediata en su país de origen. Si con las diásporas de lide-
razgos maduros los gobiernos deben ser respetuosos de los objetivos y
las prioridades que éstas definan, mayor deberá ser el cuidado con los
jóvenes de la diáspora. El apoyo institucional y gubernamental que se
ofrezca deberá estar enfocado a acompañar sus iniciativas y facilitar sus
acciones, nunca a intentar manipularlos o buscar algo a cambio de sus vo-
luntariados.

22 A. Terrazas y Michael Fix, The Binational Option: Meeting the Instructional Needs of
Limited English Proficient Students , Washington, D. C., Migration Policy Institute, 2009, en
http://www.migrationpolicy.org/research/binational-option-meeting-instructional-needs-
limited-english-proficient-students (fecha de consulta: 4 de marzo de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022 183
Reflexiones finales
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos

La construcción de puentes que sirvan de vínculo entre las nuevas gene-


raciones de la diáspora mexicana en Estados Unidos es una oportunidad.
Se debe proseguir el trabajo hecho, acordar nuevas alianzas estratégicas
que a la larga posicionen mejor a nuestro país en los ámbitos político,
comercial, turístico y cultural. Las acciones antes sugeridas en este ensayo
relativas al voluntariado, que pueden parecer sencillas, gradualmente po-
drían generar impactos de trascendencia.
Desarrollar un cuerpo de voluntarios mexicoestadunidenses podría ser
una opción interesante tanto para una organización hispana o latina como
para diferentes instituciones mexicanas que actualmente trabajan con la
diáspora, como el ime y las oficinas de atención a migrantes de los estados
de la República.
La experiencia del gobierno de México en el trabajo de vinculación con
su diáspora ha demostrado que las alianzas son un elemento clave para
el éxito de los programas. La red de 50 consulados de México en Estados
Unidos y sus vínculos de colaboración con los distritos escolares, los me-
dios de comunicación, las organizaciones comunitarias, los profesionistas
organizados, entre otros, han logrado un ambiente favorable al desarrollo
de este tipo de iniciativas.
La clave es facilitar asociaciones estratégicas y mantener un trabajo sis-
temático con el voluntariado: complementar sin suplantar mediante el tra-
bajo conjunto. En ese sentido, hay que advertir que el desarrollo de esta
política no será fácil y se enfrentará con recelos nacionalistas que no enten-
derán las ventajas de esta estrategia y los resultados que podrían lograrse.
Es esencial que el gobierno de México aproveche su diáspora joven y
sus ventajas comparativas: su potencial, sus conocimientos, su desenvol-
vimiento bilingüe y bicultural, su facilidad de involucramiento con interlo-
cutores de peso específico tanto en Estados Unidos como en México. Lo
anterior podrá contribuir a que el capital humano de la región de América
del Norte logre enfrentar exitosamente la competencia que impone la ac-
tual dinámica económica internacional.

184 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 169-184, ISSN 0185-6022
Atención con perspectiva de género
para las comunidades mexicanas en
el exterior

Attention to Mexican Communities Abroad with


a Gender Perspective

Guadalupe Gómez Maganda


Titular de la Unidad de Política de Igualdad de Género, sre
ggomezm@sre.gob.mx

Alicia Kerber Palma


Cónsul de México en Kansas, Estados Unidos
akerber@sre.gob.mx

Resumen:
El compromiso del Estado mexicano de respeto irrestricto a los derechos humanos ha priori-
zado la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres. La Secretaría de Relaciones Exteriores
impulsa esta cruzada mundial dentro y fuera de México; ejemplo de ello es la Ventanilla de
Atención Integral para la Mujer.

Abstract:
The commitment of the Mexican state of full respect for human rights has prioritize substantive
equality between women and men. The Ministry of Foreign Affairs promotes this global crusade
inside an outside our country. The Integral Attention Window for Woman is an example.

Palabras clave:
Género, mujeres migrantes, atención a comunidades mexicanas en el exterior, Ventanilla de Aten-
ción Integral para la Mujer.

Key Words:
Gender, migrant women, attention to Mexican communities abroad, Integral Attention Win-
dow for Woman.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
Atención con perspectiva de género
para las comunidades mexicanas en
el exterior

Guadalupe Gómez Maganda


y Alicia Kerber Palma

Hoy somos un país de origen, tránsito, destino y retorno


de migrantes. Por ello tenemos una responsabilidad del
más alto orden, para contribuir a la construcción de una
visión global y regional basada en los derechos humanos,
la corresponsabilidad y la valoración de la aportación
de la población migrante al crecimiento y desarrollo del
mundo.*
Claudia Ruiz Massieu
Secretaria de Relaciones Exteriores de México

Hacia una perspectiva de género


y su institucionalización

En este artículo se tratan dos aspectos fundamentales: la tranversalización


de la perspectiva de género en las políticas públicas de atención a las co-
munidades mexicanas en el exterior y la implementación y la operación
de la Ventanilla de Atención Integral para la Mujer (vaim) en el caso parti-
cular de Kansas.

* Claudia Ruiz Massieu, “Versión estenográfica del mensaje de la Canciller en la ceremonia


de inauguración de la 27 Reunión Anual de Embajadores y Cónsules”, Ciudad de México,
6 de enero de 2016, disponible en http://www.gob.mx/sre/prensa/version-estenografica-del-
mensaje-de-la-canciller-en-la-ceremonia-de-inauguracion-de-la-xxvii-reunion-anual-
de-embajadores-y-consules (fecha de consulta: 30 de mayo de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
El gobierno de México históricamente ha orientado su quehacer interna­
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

cional con apego a los principios plasmados en su Constitución política,


que a su vez reflejan tanto los valores y las aspiraciones de la nación, como
los instrumentos internacionales que ha suscrito a lo largo de décadas. De
ahí el compromiso del gobierno mexicano con la protección de los derechos
fundamentales de su población. En los últimos años, la firma de instrumen-
tos internacionales, pero aún más, la armonización, la homologación e incluso
la creación de la legislación nacional en la materia no dejan lugar a dudas
de la importancia otorgada a garantizar el respeto irrestricto de los derechos
humanos de los mexicanos dentro y fuera de México.
La política exterior mexicana se conduce hoy en esta dirección, actúa a
la altura de los retos mundiales, entre los que destaca la promoción de la
igualdad sustantiva entre mujeres y hombres como derecho humano uni-
versal y principio constitucional. Prueba de ello son los marcos normativos
internacional y nacional orientados al respeto y el ejercicio de los derechos
de las mujeres y las niñas mexicanas.
Por un lado, en el marco normativo internacional, se destaca la firma
y la ratificación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las For-
mas de Discriminación contra la Mujer (cedaw, por sus siglas en inglés),
en el ámbito del sistema universal de los derechos humanos a principios
de la década de los ochenta, así como la adopción y la formalización de
la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Pará), en el sistema
interameri­cano en la de los noventa. Del mismo modo, destacan la partici-
pación de México en la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing
(Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, 1995) y las conferencias de
seguimiento (+5, +10 y +20), así como las conferencias regionales sobre
la Mujer de América Latina y el Caribe, en particular, la que se celebró en la
Ciudad de México en 2004, de la que deriva el Consenso de México1 con

1 Novena Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, Caminos hacia
la equidad de género en América Latina y el Caribe, México, cepal, 2004, disponible en
http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/16577/S2004062_es.pdf?sequence=1
(fecha de consulta: 2 de junio de 2016).

188 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
tres temas centrales: empoderamiento, desarrollo institucional y equidad

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma


de género.2
En lo que respecta al marco normativo nacional se debe reconocer el
trabajo legislativo que permitió la promulgación y la publicación de las si-
guientes leyes mexicanas:

n Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, 2001.


n Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, 2003.
n Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, 2006.
n Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, 2007.
n Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia
de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de
estos Delitos, 2012.

Este breve marco de referencia estaría incompleto si no se mencionase un as-


pecto que diversos organismos internacionales no gubernamentales y huma­-
nitarios han reconocido a México: la reforma constitucional en materia de
derechos humanos llevada a cabo en 2011, que da rango constitucional a
todos los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el
Estado mexicano.
Mención aparte merece la reciente participación del presidente de la Re-
pública, Enrique Peña Nieto, en la sesión plenaria del septuagésimo periodo
de sesiones de la Asamblea General de la onu el 25 de septiembre de 2015,

2 El término equidad de género ha sido sustituido en el discurso de los derechos humanos


de las mujeres y la no discriminación por igualdad de género, ya que la idea de equidad
implica un componente ético y un criterio de justicia, mientras que la igualdad expresa
una valoración política. La equidad es asumir las diferencias entre hombres y mujeres,
hacerlas visibles, es una herramienta para alcanzar la igualdad. La equidad no exige
eliminar la discriminación; la igualdad, sí. Según el Instituto Nacional de las Mujeres
(Inmujeres), “Para el feminismo, la equidad de género y la igualdad están unidas, pero
es incorrecto reemplazar una con la otra, ya que la igualdad es un valor superior que
apela al estatuto jurídico de las mujeres y al principio de no discriminación basada en
la diferencia sexual. En tanto que la equidad es una medida más bien dirigida a cubrir
los déficits históricos y sociales de las desigualdades por razón de género”. Inmujeres,
Glosario de género, México, Inmujeres, 2007, p. 60.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022 189
en la que se aprobó la resolución 70/1, Transformar nuestro mundo: la
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

Agenda 2030 para el desarrollo sostenible,3 en la que se asume esta agenda


como un compromiso de Estado. En la resolución se hizo especial énfasis
en la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y la incor-
poración transversal de la perspectiva de género en las políticas públicas.
Asimismo, cabe hacer referencia a la actual redacción del artículo pri-
mero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que a
la letra señala:

En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los


derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tra-
tados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte. […]
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico
o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social,
las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias
sexuales, el estado civil o cualquiera otra que atente contra la digni-
dad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas.4

Los desafíos de la Cancillería para la igualdad sustantiva


entre mujeres y hombres5

La canciller Claudia Ruiz Massieu ha expresado que México no puede dejar


de brindar atención integral y multidimensional a los derechos humanos.

3 En inglés, Transforming Our World: The 2030 Agenda for Sustainable Development. El
evento también se conoció como Cumbre del Desarrollo Sostenible.
4 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, art. 1, párrafos primero y quinto.
Las cursivas son de las autoras.
5 Desde la perspectiva más amplia de los derechos humanos, la igualdad sustantiva “no
es la exigencia de trato idéntico, sino que [la igualdad] es la que se logra con la elimi-
nación de todas las formas de discriminación contra las mujeres a través de las acciones
del Estado”. Véase Alda Facio Montejo, “La igualdad sustantiva: un paradigma emergente
en la ciencia jurídica”, en Sexología y Sociedad, año 14, núm. 36, abril de 2008, p. 36.

190 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
Tiene, principalmente, el reto de garantizarlos a la población migrante y de

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma


considerar prioritarias a las personas en situación de vulnerabilidad. En su
atención, el gobierno mexicano involucra a diferentes instancias que coor-
dinan sus esfuerzos hacia la defensa integral de quienes requieren espe-
cial cuidado en el contexto del fenómeno migratorio, con el propósito de
implementar programas y acciones de apoyo laboral, educativo, de salud,
financiamiento y vivienda a la comunidad migrante mexicana, en particular,
cuando se trata de mujeres migrantes.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (sre) avanza en esa dirección. En
mayo de 2015 publicó el Protocolo para la atención consular de niñas, ni-
ños y adolescentes migrantes no acompañados. Se trata de un modelo inte-
gral basado en la perspectiva de género y el enfoque de derechos humanos.
Este protocolo representa una guía para el trabajo del personal consular de
México en el exterior; pretende garantizar el derecho a la protección y a la
asistencia de las personas menores de edad que migran solas.6 Lo anterior
responde al espíritu del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (pnd), en
el cual, a iniciativa del presidente Peña Nieto, se incorporó por primera
ocasión la Estrategia Transversal de Perspectiva de Género para institucio-
nalizarla en las políticas públicas, los programas y las acciones del gobierno
federal, y así alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.7

6 Ricardo Alberto Ortega Soriano (coord.), Protocolo para la atención consular de ni-
ñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados, México, Dirección General de
Protección a Mexicanos en el Exterior-sre, 2015. Fue elaborado en colaboración con la
Oficina en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (unicef) y en cum-
plimiento con las obligaciones establecidas en la Ley General de los Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes, art. 100.
7 El pnd tiene como objetivo general “Llevar a México a su máximo potencial”; entre sus
metas nacionales incluye: México en Paz, México Incluyente, México con Educación de
Calidad, México Próspero y México con Responsabilidad Global. Asimismo, hay tres es-
trategias transversales: democratizar la productividad, implementando políticas públicas
para que los diversos sectores de la sociedad se modernicen y transformen, para generar
más valor por su trabajo; gobierno cercano y moderno, mediante un gobierno eficiente,
eficaz y al servicio de la sociedad, y perspectiva de género, esto es, todas las dependen-
cias y organismos públicos promoverán la igualdad entre mujeres y hombres. El Plan
contiene, además, 31 objetivos, 118 estrategias y 819 líneas de acción. Las cursivas son
de las autoras.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022 191
Esta planeación nacional constituye un avance en la promoción de los de-
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

rechos humanos para evitar que las diferencias de género sean causa de desi­
gualdad, exclusión o discriminación, conforme al compromiso de México de
garantizar los derechos de su población dentro y fuera de nuestro país.
Asimismo, en el pnd se destaca la responsabilidad de México como país
emisor de connacionales hacia Estados Unidos y se reconocen las condicio­
nes de mayor vulnerabilidad que enfrentan las mujeres migrantes y el alza
considerable de la migración femenina en años recientes, por lo que ad-
quiere indudable relevancia la incorporación de la perspectiva de género
a este ámbito.
De acuerdo con lo anterior, se prevé la protección de los derechos de las
mujeres y se contempla promover la profesionalización, la sensibilización,
la capacitación y la evaluación del personal que labora en las instituciones
involucradas en la atención de mujeres migrantes y sus familiares, así como
la necesidad de llevar a cabo acciones para reducir las condiciones de po-
breza, violencia y desigualdad con el fin de garantizar el ejercicio y el respeto
de los derechos humanos de las personas migrantes en general. El reto, sin
embargo, se encuentra en implementar estas acciones. Para ello, el Progra-
ma Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación contra
las Mujeres (Proigualdad) contempla la necesidad de llevar a cabo accio-
nes afirmativas a favor de las mujeres y las niñas para contribuir a eliminar
desigualdades. Destaca la oportunidad de minimizar los riesgos que sufren
las migrantes al verse inmersas en un proceso ya de por sí peligroso; de
esta manera, se les deberá prestar especial atención al elaborar programas
sectoriales e institucionales que protejan su acceso, y el de sus familias, a la
justicia y la seguridad.8
En seguimiento del pnd, en el Programa Sectorial de Relaciones Ex-
teriores 2013-2018 se incorporan las prioridades y las estrategias para
que México cumpla los compromisos adquiridos en los instrumentos

8 Gobierno de la República, Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Dis-


criminación contra las Mujeres, Proigualdad 2013-2018, disponible en http://cedoc.inmu-
jeres.gob.mx/documentos_download/101222.pdf (fecha de consulta: 2 de junio de 2016).

192 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
internacionales de los que es parte. El Programa busca impulsar el apego

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma


irrestricto a los derechos humanos de las mujeres, las personas migran-
tes, los pueblos indígenas, las personas con discapacidad y de toda la
población en situación vulnerable. Establece la necesidad de que, como
prioridad de su política exterior, el Estado mexicano atienda efectiva y
oportunamente a los mexicanos en todo el mundo, en particular, a quie-
nes por encontrarse en situación migratoria irregular son mucho más
vulnerables.
Es importante advertir la opinión de la entidad internacional rectora en
materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres: onu Mu-
jeres. Si bien este organismo reconoce y celebra la inclusión del tema de
género en el pnd de México, considera que la visión que presenta de las
mujeres migrantes es limitada, ya que básicamente las identifica como víc-
timas de violencia, sin considerar sus derechos de manera integral, ni su
contribución al desarrollo socioeconómico dentro y fuera del país, puesto
que sólo propone implementar una estrategia intersectorial dirigida a la
atención y la protección de las mujeres y niñas migrantes víctimas de trá-
fico, trata y secuestro.9

La Unidad de Política de Igualdad de Género

Congruente con lo señalado hasta ahora, la canciller Ruiz Massieu ha ex-


presado el compromiso de la sre con la agenda de derechos humanos
plasmada en nuestra legislación y en los instrumentos internacionales que
articulan las acciones globales, compromiso sustentado en un andamiaje
institucional y de políticas públicas que busca consolidar un país de dere­-
chos e inclusión para todos.10 Por ello, en 2015 determinó la creación en
la sre de la Unidad de Política de Igualdad de Género (upig) como el área

9 Derechos de las trabajadoras migrantes en México en la planeación nacional 2013-


2018, México, Instituto para las Mujeres en la Migración/onu Mujeres, p. 10.
10 C. Ruiz Massieu, op. cit.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022 193
encar­gada de coordinar, orientar, dar seguimiento y evaluar la política in­
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

terna en la materia y el trabajo coordinado con las áreas de la Cancillería rela-


cionadas con los derechos humanos y los asuntos internacionales de la
mujer para su proyección en la política exterior.
A la upig se le encargó también la tarea de ocuparse de todos los
asuntos en la materia; en principio, prevenir y atender la violencia de
género y discriminación en la Secretaría, y elaborar el Programa para la
Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Secretaría de Relaciones Exte-
riores 2015-2018 (Proigualdad sre),11 como la plataforma desde la cual se
promueve el apego a los derechos humanos en cada una de las políticas,
las estrategias, los programas y las actividades de la dependencia; por
un lado, para impulsar, en particular, una cultura institucional libre de
discriminación, prejuicios, estereotipos y sesgos de género; por el otro,
para transversalizar e institucionalizar la integración de la perspectiva de
género en la Cancillería, a fin de alcanzar la igualdad sustantiva entre
mujeres y hombres.
El Proigualdad sre fue presentado por la canciller Ruiz Massieu en el
marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer el 8 de mar-
zo de 2016. También en esa ocasión se institucionalizó la vaim en todas las
representaciones consulares de México.

Ventanilla de Atención Integral para la Mujer

La vaim es el mecanismo institucional mediante el cual la sre potencializa


su capacidad de alcance y transformación; proporciona a las mujeres mi-
grantes orientación y apoyo para fortalecer sus talentos, al promover su
independencia y empoderamiento económico. Además, les da informa-
ción sobre oportunidades de educación, de atención a su salud y la de sus

11 sre, Programa para la igualdad entre mujeres y hombres de la sre 2015-2018, México, sre,
2015, en http://www.gob.mx/sre/documentos/programa-para-la-igualdad-entre-mujeres-
y-hombres-2015-2018 (fecha de consulta: 1 de junio de 2016).

194 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
familias. En casos de violencia provee asesoría jurídica, atención psicoló-

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma


gica, medidas de prevención y sensibilización al respecto.
La atención a las mujeres que acuden a la vaim solicitando cualquier tipo
de apoyo incluye observar y detectar sus necesidades inmediatas. El perso­
nal a cargo de su atención explora los datos personales y de identidad,
esto es, su origen familiar, el trayecto migratorio, su situación actual y los
hechos que propiciaron que se acercara a la vaim. Además, indaga posibles
escenarios de violencia y de alto riesgo, a saber, ser víctima de tráfico o
trata de personas.
A la par de lo anterior, se hace una valoración y se determinan las ne-
cesidades de protección de estas mujeres, así como los recursos y servicios
que se les pueden ofrecer, junto con la importante colaboración de las orga-
nizaciones de la sociedad civil especializadas en el tema y las instituciones
de los gobiernos locales.
La instalación de la vaim constituye, desde luego, una respuesta puntual
a la atención de las mujeres migrantes y contribuye a generar una política
migratoria de respeto a sus derechos y de acceso al desarrollo en igualdad
con los hombres.
De la misma manera que la creación de la upig, la institucionalización
de la vaim constituye otra acción afirmativa que se fortalece con la labor
que lleva a cabo el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (ime), encar-
gado de promover estrategias, integrar programas, recoger propuestas y
recomendaciones de las comunidades tendientes a fortalecer sus vínculos
con México y a fomentar su integración en las sociedades en las que resi-
den y se desenvuelven.

La vaim en el Consulado de México en Kansas

Cuando se habla del fenómeno migratorio con frecuencia se asume como


un proceso en el que los hombres migrantes se ven obligados a dejar su país
en busca de mejores condiciones de vida. Desde hace unos años, este enfo-
que incorpora al análisis migratorio el gran número de mujeres que se aven-
turan a cruzar las fronteras con el mismo propósito, pero que, a diferencia

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022 195
de los hombres, lo hacen en circunstancias de gran vulnerabilidad ligadas a
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

temas como la explotación laboral, sexual y la violencia.12


Consciente de esta problemática y con el objeto de fortalecer el progra-
ma de protección preventiva, el Consulado de México en Kansas, Estados
Unidos, se dio a la tarea de promover los diferentes servicios con los que
cuenta la representación consular, esta vez, con una perspectiva de género.
Como resultado, aumentó el número de mujeres atendidas, lo que reflejó la
necesidad de diseñar acciones concretas en su beneficio.
Con base en lo anterior, el 4 de septiembre de 2014 se llevó a cabo la
mesa redonda Acceso de la Mujer Migrante a la Justicia, que contó con el
apoyo de la Escuela de Derecho de la Universidad de Misuri en Kansas
City (umkc) y la participación de académicos, miembros de organizaciones
de la sociedad civil y funcionarios locales e internacionales, con la finali-
dad de exponer, analizar, así como concientizar desde diferentes ángulos
acerca de las principales dificultades a las que se ven expuestas las mujeres
migrantes, ya que en muchas ocasiones enfrentan en silencio estas situa-
ciones que atentan contra su dignidad. Como resultado se identificaron
las siguientes dificultades: la barrera del idioma, una gran vulnerabilidad
jurídica debido a su condición de indocumentadas, el desconocimiento del
sistema legal y administrativo del país de llegada, la desconfianza en las au-
toridades policiales, el temor a ser deportadas en caso de denunciar algún
ilícito y el miedo a la separación familiar. De igual manera se identificaron
algunas barreras culturales como la estigmatización en caso de separación
o divorcio, el temor a ser rechazadas por la comunidad y el sentimiento de
culpa y fracaso por no preservar la unidad familiar.
De acuerdo con la embajadora Carmen Moreno Toscano, este panorama
se agudiza si se tiene en cuenta que un factor determinante en la consolida-
ción de la violación de los derechos de la mujer es la falta de confianza en los
encargados de la administración de justicia en Estados Unidos; por esa razón,

12 De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (oim), actualmente


se estima que hay 214 millones de migrantes en el mundo; 49% de ellos son mujeres.
Véase oim, “Hechos y cifras (2014)”, en http://oim.org.mx/hechos-y-cifras-2 (fecha de
consulta: 1 de junio de 2016).

196 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
tan sólo 20% de los casos se denuncian ante las autoridades y, peor aún, el

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma


índice baja cuando se trata de mujeres con un origen racial o étnico distinto.13
Ante este escenario, en el Consulado de México en Kansas se propuso el
diseño de una herramienta que no sólo visualizara a las mujeres como agen-
tes activas del proceso migratorio, sino que sobre todo atendiera de manera
efectiva sus necesidades reales. Como resultado, en mayo de 2015 se esta-
bleció la primera vaim, concebida como un espacio para dar respuesta no
nada más a los casos de violencia doméstica, sino especialmente para ayu-
dar a las mujeres a lograr su independencia, autonomía y empoderamiento,
al poner a su disposición no únicamente los programas de protección, sino
todos los servicios con los que cuenta una representación consular.
Implementar la vaim requirió de una gran campaña de difusión que se
llevó a cabo por medio de las redes sociales y los medios de comunicación
locales, a la par de un intenso trabajo de campo mediante pláticas en cen-
tros comunitarios, escuelas e iglesias.
La posibilidad de atender de manera inmediata los casos que día a día
se presentaban en la vaim impulsó acciones en el marco de la diplomacia
consular mediante la construcción de una importante red de aliados estraté-
gicos de las organizaciones de la sociedad civil y las del sector empresarial
que simpatizaban con ese objetivo. Así, se formalizaron 18 memorandos de
entendimiento gracias a los cuales se obtuvieron, en beneficio de las inte­
resadas, órdenes de restricción, ubicación de albergues seguros, atención
psicológica, médica y legal, y cursos de capacitación en áreas comerciales.14
De manera paralela, el Consulado de México en Kansas impulsó la impar­-
tición de talleres de capacitación a las diferentes instancias oficiales vinculadas
con el cumplimiento de la ley, con el objetivo fundamental de informar a su
personal sobre las diferentes funciones consulares, los mecanismos de coopera-

13 Carmen Moreno Toscano, Discurso de apertura de Women’s Access to Justice Roundtable,


Kansas City, umkc, 4 de septiembre de 2014.
14 Información de estos instrumentos se puede consultar en Consulado de Carrera de México
en Kansas City, “Instrumentos jurídicos firmados por el Consulado”, en https://consulmex2.
sre.gob.mx/kansascity/images/stories/PDF/InstrumentosJuridicos_2016_Abril_2.pdf (fe-
cha de consulta: 31 de mayo de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022 197
ción que pudieran establecerse en los casos en los que estuvieran involucradas
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

mujeres o menores de edad, así como sobre la importancia de la notificación


consular como instrumento fundamental para prestar la asistencia requerida,
de conformidad con lo establecido en la Convención de Viena sobre Relacio-
nes Consulares, independientemente de su impacto en el debido proceso.
El éxito de las acciones desplegadas se puede apreciar en la siguiente grá-
fica, en la que se observa un aumento gradual en el número de notificaciones
recibidas, que permitieron a su vez fortalecer los mecanismos de diálogo y
cooperación con instancias vinculadas con la administración de justicia.

Gráfica 1. Notificaciones consulares recibidas

300
250 232 238
200
160
150
105
100
50 26
8
0
2011

2012

2013

2014

2015

2016
Fuente: Elaboración propia.

Cabe precisar que inicialmente la mayoría de los casos estaban relaciona-


dos con víctimas de violencia doméstica, a quienes se asesoró para reali-
zar el trámite de la visa u15 o de la visa vawa.16 Sin embargo, a partir de la

15 “El estatus no inmigrante u (visa u) está reservado para las víctimas de ciertos crímenes que
han sufrido abuso físico o mental, y brindan ayuda a las agencias de orden público y oficia-
les gubernamentales en la investigación o prosecución de actividades criminales”. U. S.
Citizenship and Immigration Services (uscis), “Víctimas de actos criminales: estatus u de no
inmigrante”, 11 de febrero de 2016, en https://www.uscis.gov/es/programas-humanitarios/
victimas-de-la-trata-de-personas-y-de-otros-crimenes/victimas-de-actos-criminales-estatus-
u-de-no-inmigrante (fecha de consulta: 2 de junio de 2016).
16 La visa vawa se concede a las víctimas de violencia doméstica para que puedan adquirir
el estado de residente permanente en el caso de que el victimario sea estadunidense:

198 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
creación de la vaim, y dado el enfoque holístico y de empoderamiento de la

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma


mujer, se empezaron a contabilizar casos de mujeres que no necesaria-
mente habían sido víctimas de violencia doméstica, pero, que también ne-
cesitaban las herramientas para alcanzar su independencia. Ejemplos de
estos casos son las jóvenes daca (Acción Diferida para los Llegados en
la Infancia), las madres solteras que buscan oportunidades de empleo o
educativas, las víctimas de crímenes (robos, asaltos, etc.), las víctimas de
violaciones de derechos laborales, las connacionales que sufren algún
tipo de enfermedad, las que requieren apoyo por encontrarse en estado
de indigencia o simplemente las que acuden al Consulado para tramitar
un documento que les permita identificarse en la escuela de sus hijos.
Todas estas mujeres, conforme a los factores y las necesidades expresa-
das e identificadas en una entrevista, son consideradas como casos vaim
y por ende se les proporcionan servicios adicionales al solicitado.

Atención integral de la vaim

Al ser integral, la vaim permite que las tres principales áreas de una repre-
sentación consular (protección, documentación y atención a comunida-
des) trabajen de manera coordinada para ofrecer los diferentes servicios a
quienes se acercan de manera directa o indirecta al consulado. Para ello,
la capacitación del personal en materia de género resulta fundamental. El
objetivo es sensibilizarlo sobre el tema y proporcionarle las herramientas
que le permitan identificar las necesidades y ofrecer de manera eficaz
los servicios consulares. De esta forma, a quien ingresa por el área de

“Las víctimas de violencia doméstica que son hijos, padres, cónyuges o ex cónyuges de
un ciudadano estadounidense o de un residente permanente (poseedor de tarjeta verde)
que sean objeto de abuso por parte de éstos pueden ser elegibles para solicitar estatus
de residente permanente (tarjeta verde) por sí mismos sin necesitar que sus victimarios
la soliciten por ellos. Esta disposición de la ley fue creada bajo el Acta de Violencia con-
tra la Mujer (vawa, por sus siglas en inglés)”. uscis, Opciones de inmigración para las
víctimas de delitos. Información para oficiales encargados de aplicar la ley, profesiona-
les de la salud y otros. Acta de Violencia contra la Mujer. Estatus de no inmigrante U. Esta-
tus de no inmigrante T, en https://www.uscis.gov/sites/default/files/USCISES/Recursos%20
(Resources)/Vawa_redesign_Spanish.pdf (fecha de consulta: 2 de junio de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022 199
documentación y tras una pequeña entrevista informal con el servidor en
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

turno, se le puede canalizar al departamento de protección si se trata de


alguna situación laboral, migratoria, civil o criminal, o bien el personal de la
sección de atención a comunidades le orienta en el caso de manifestar
interés por continuar sus estudios, crear un club de oriundos o recibir
servi­cios de salud por medio de la Ventanilla de Salud (vs); incluso, pue-
de recibir la atención de las tres áreas sin importar por cuál ingresó y
ampliar la atención a su familia.

El impacto de la agenda bilateral en la vaim

A nivel bilateral, tanto México como Estados Unidos han dado un reconoci-
miento especial a la igualdad de género como pieza clave para el desarro­
llo equitativo y sostenible de ambas naciones; prueba de ello es que en el
Memorándum de Entendimiento entre el Departamento de Estado de los
Estados Unidos de América y la Secretaría de Relaciones Exteriores de los Es-
tados Unidos Mexicanos para la Promoción de la Igualdad de Género, el
Empoderamiento y los Derechos Humanos de las Mujeres, suscrito el 12 de
septiembre de 2012 por ambos gobiernos, se refrendó el compromiso de pro-
mover e impulsar oportunidades económicas, educativas y culturales con
igualdad de género.
Este enfoque habría de permear posteriormente en los mecanismos es-
tratégicos establecidos con América del Norte como el Foro Bilateral so-
bre Educación Superior, Innovación e Investigación (fobesii), el Diálogo
Económico de Alto Nivel (dean) y el Consejo México-Estados Unidos para
el Emprendimiento y la Innovación (museic, por sus siglas en inglés), que
identifican el empoderamiento económico de las mujeres como un eje de
acción transversal.17

17 La misión del fobesii es promover el entendimiento mutuo entre ambos países por medio de
programas de movilidad estudiantil, intercambio académico, investigación e innovación en
áreas de interés común y contribuir a la competitividad y el desarrollo económico de la región.
El dean busca forjar una relación económica más competitiva y dinámica entre México y

200 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
Estos mecanismos fueron utilizados por el Consulado de México en

Guadalupe Gómez Maganda y Alicia Kerber Palma


Kansas para fortalecer e impulsar con un enfoque de género los mecanis-
mos de diálogo y cooperación entre instituciones educativas de la región y
universidades de México, después de haberse ratificado la suscripción de
10 memorandos de entendimiento en el marco del fobesii, y de la firma
de cuatro instrumentos jurídicos con organizaciones empresariales para la
capacitación y el impulso de las pequeñas y medianas empresarias, con
apoyo en el museic.18
Con las acciones descritas, se da a su vez respuesta a la estrategia de
transversalidad del gobierno de México prevista en el pnd, así como a las
prioridades fijadas en la agenda bilateral.

La coordinación intra e interinstitucional de la vaim

Como mencionamos con anterioridad, el éxito de la vaim depende de una es-


trecha coordinación al interior de los consulados y del trabajo de cada una
de las diferentes áreas de la Cancillería, principalmente de la Subsecretaría
para América del Norte.

Conclusiones

Por último, cabe señalar que el compromiso de la canciller Ruiz Massieu con
la agenda de derechos humanos y su interés por ser congruente al interior
de la sre con los compromisos asumidos a nivel internacional en materia de
igualdad de género, mediante la Unidad de Política de Igualdad de Género,

Estados Unidos, con un enfoque flexible para avanzar prioridades comerciales y económi-
cas estratégicas que promuevan el crecimiento económico de ambas naciones, así como
la creación de empleo y la competitividad. El museic es un espacio de diálogo que busca
coordinar y colaborar en la elaboración y puesta en marcha de estrategias que detonen el
crecimiento de emprendedores y de micro, pequeñas y medianas empresas.
18 Véase Consulado de Carrera de México en Kansas City, op. cit.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022 201
ha facilitado que los enlaces designados al interior de cada representación
Atención con perspectiva de género para las comunidades mexicanas en el exterior

diplomática avancen en el tema y trabajen con parámetros homogéneos,


gracias a lo cual se ha logrado la sensibilización del personal, lo que sin
duda ha redundado en beneficio del servicio prestado a las mujeres atendi-
das por la vaim. Esto es una muestra patente de que cuando los proyectos,
planes y programas se alinean bajo un objetivo específico, su desarrollo
permite generar las sinergias necesarias para su cumplimiento.

202 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 185-202, ISSN 0185-6022
La reputación de México y la relación
con Estados Unidos

Mexico’s Reputation and its Relationship


with the United States

Leonardo Curzio
Investigador del cisan-unam
leonardocurzio@gmail.com

Resumen:
En este artículo se estudia la relevancia que tiene el juego de percepciones que existe entre
México y Estados Unidos. Se identifica la importancia de realizar un esfuerzo coherente,
sistemático y de gran alcance para mejorar la reputación y la imagen de México mediante la
proyección de poder suave en la opinión pública estadunidense a través de canales más pre-
cisos y dirigidos. Se pondera la relevancia que tiene este esfuerzo por cambiar la imagen del
país a fin de robustecer la estrategia de política exterior que México despliega en la región y
se concluye con algunas recomendaciones para mejorar la reputación nacional en sectores
clave del país vecino.

Abstract:
This article is about the relevance of the game of perceptions in Mexico-United States rela-
tions. It highlights the importance of carrying out a coherent, systematic and far-reaching
efforts to improve Mexico’s reputation and image, through the projection of soft power
towards North American public opinion. It analyzes the relevance these efforts must acquire
in order to change the image our country has abroad and strengthen Mexico’s foreign policy
strategy, particularly in the North American region. The article ends with recommendations
to improve Mexico’s reputation in key sectors of our northern neighbour.

Palabras clave:
Relaciones México-Estados Unidos, política exterior de México, poder suave, marca país.

Key Words:
Mexico-United States relations, Mexican foreign policy, soft power, nation branding.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
La reputación de México y la relación
con Estados Unidos

Leonardo Curzio

En un penetrante ensayo sobre la creciente interdependencia entre México


y Estados Unidos apunta Shannon K. O’Neil lo siguiente:

Nos guste o no, México ahora es parte de la economía, la gente, la


sociedad, la seguridad y el mundo de Estados Unidos. Para estar al
corriente con esta realidad, el gobierno de Estados Unidos debe ir
más allá de únicamente decir una y otra vez que México es la re-
lación más importante que tiene y comenzar a actuar como si esto
fuera verdad. A su vez, esto requiere un mejor entendimiento del
México de hoy y las fuerzas en evolución que continúan influyendo
en el futuro mutuo de ambos países.1

Es prioritario para México que la percepción que en Estados Unidos se


tiene sobre el país mejore dramáticamente. Una renovación de la imagen
y una elevación de la reputación mexicana son prioritarias para mejorar
nuestra capacidad de negociación con los vecinos. Si los factores estruc-
turales (economía, mercados laborales, población) han puesto a los dos
países en la ruta de la convergencia, existe una peligrosa asimetría en el

1 Shannon K. O’Neil, Dos naciones indivisibles: México, Estados Unidos y el camino por
venir, México, Debate, 2014.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
juego de percepciones mutuas que en última instancia debilita la posición
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

mexicana. En este ensayo expondremos las ventajas que podrían derivarse


de una estrategia para mejorar la reputación del país y, de paso, compro-
bar que la percepción que se tiene de México en el exterior es un tema
clave en la confección de la política exterior mexicana.
Es inquietante, por ejemplo, que una retórica simplificadora y xenofó-
bica, como la que puso de manifiesto un personaje como Donald Trump,
pueda dar el rédito político suficiente para mantenerlo tantos meses al
frente de las encuestas en las elecciones primarias del Partido Republica-
no.2 Su postura política confrontadora, a pesar de ser tan poco solvente,
refuerza los prejuicios antimexicanos del sector más ultramontano de la
sociedad estadunidense, el cual, al no sentirse aislado, se envalentona y
despliega con más enjundia su retórica.
Sorprende, además, que la hipersimplificación del mensaje sobre México
y los mexicanos tenga tanta aceptación popular en Estados Unidos tras más
de dos décadas de ser socios comerciales en el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (tlcan) y próximamente socios en el Transpacific Partner-
ship (tpp). Aunque, por otro lado, debemos considerar que la importancia
económica y comercial de México para la vitalidad de muchos estados de
la Unión Americana ha tenido un efecto de moderación en las clases políti-
cas de la frontera común. Buena parte de los gobiernos republicanos de las
entidades fronterizas (en particular Arizona y Texas) han moderado el tono
de sus críticas a México y han puesto de relieve la importancia en todos los
ámbitos que tiene la relación con el vecino del sur. En 2014, por ejemplo, el
comercio bilateral con Arizona rozó los 16 000 millones de dólares (mdd) y
es comparable al que nuestro país tiene con Corea del Sur, mientras que con
Texas el intercambio ascendió ese mismo año a 192 000 mdd. 3

2 En noviembre de 2015, al momento de redactar estas páginas, en el promedio de las en-


cuestas nacionales que concentra el sitio de Internet www.RealClearPolitics.com Trump
conservaba 28.7% de la intención del voto frente a 19% de Carson, 12.7% de Rubio, 12%
para Cruz y 5.3% de Bush.
3 Para el caso de Arizona, véase sre, “El canciller Meade destaca contribuciones de los mexi-
canos en encuentro con el gobernador de Arizona”, comunicado de prensa 339, México,
D. F., 18 de junio de 2015, disponible en http://saladeprensa.sre.gob.mx/index.php/en/

206 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
La retórica antiinmigrante es además poco comprensible desde una pers-

Leonardo Curzio
pectiva puramente racional en la medida en que el contexto demográfico de
América del Norte está en transición. Baste anotar que el balance migratorio
entre México y Estados Unidos tiende en los últimos años a ser favorable
para México, como lo acreditó recientemente el Pew Research Center.4
Lo que queda claro es que en el juego de la intersubjetividad entre los
dos países, la reputación de México como un todo (en Estados Unidos) no
es tan saludable como cabría esperar, y por eso los políticos de la estirpe
de Trump la pueden utilizar como arma arrojadiza contra sus adversarios,
con consecuencias muy negativas para los intereses de nuestro país. Por
tal razón, una prioridad de nuestra política exterior debe ser cambiar ese
estado de cosas y mejorar (en la medida de lo posible) la forma en que
México se proyecta en el imaginario colectivo de nuestros vecinos.
Sabemos que la reputación de un país no se construye solamente con
una exitosa campaña publicitaria, ni tampoco con un sofisticado plan de
relaciones públicas que incluya menciones de destacados personajes del
mundo de las finanzas, gobiernos extranjeros o historiadores de Harvard.
Menos aún con estrategias de autoafirmación que promueven pintorescos
pueblos coloniales, rojos atardeceres y la excelencia de los fogones nacio­
nales. Todo esto es perfectamente funcional para los propósitos del sector
turístico o para promover la reforma de un sector productivo, pero clara-
mente insuficiente para el relanzamiento de una narrativa nacional que
modifique las percepciones sobre México en Estados Unidos.
Cambiar la reputación del país supone la proyección de una nueva lí-
nea de comunicación en la que las fortalezas sean el corazón del mensaje
y no sus debilidades y vulnerabilidades. Y ese mensaje debe modificar de

comunicados/6315-339 (fecha de consulta: 13 de enero de 2016); para el caso de Texas,


véase sre, “El gobernador de Texas, Greg Abbott, realiza visita de trabajo a México”,
comunicado de prensa 462, México, D. F., 6 de septiembre de 2015, disponible en
http://saladeprensa.sre.gob.mx/index.php/en/comunicados/6646-462 (fecha de consulta:
13 de enero de 2016).06.15|México, D. F. |Comunicado 339
4 Ana González-Barrera, “More Mexicans Leaving than Coming to the U.S.”, en Pew Research
Center, 18 de noviembre de 2015, en http://www.pewhispanic.org/2015/11/19/more-mexicans-
leaving-than-coming-to-the-u-s/ (fecha de consulta: 13 de enero de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 207
raíz la percepción de un país nostálgico, imprevisible e incierto, y debe
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

enfatizar que somos un socio de pleno derecho del tlcan y del tpp, mo-
derno y serio, con el que se comparten programas de viajeros confiables
o un aeropuerto binacional (Tijuana-San Diego).
Para un país poliédrico, rico en cultura y tradiciones, que mantiene de-
cenas de interacciones políticas, económicas y culturales con el sistema glo­
bal (algunas descomunales, como el comercio internacional), plantear la
narrativa nacional con una perspectiva lineal, centrada en el turismo o en
cualquier otro eje articulador, es inconveniente, porque circunscribe la pro-
yección nacional a un empobrecedor reduccionismo. México debe buscar
una narrativa polisémica en el exterior y una pluralidad de canales para
transmitir esos contenidos. Ésa es la esencia del poder suave o soft power.
Hoy, la expansión de Internet ha hecho posible una comunicación hori-
zontal con audiencias remotas y heterogéneas, y eso abre un sinfín de opor-
tunidades para difundir contenidos sobre el país. El gran reto es conectar
con ellas, ser relevantes o interesantes para amplios sectores de la sociedad
estadunidense con los que no hemos conseguido conectar, en particular, con
aquellos cuya visión de México y lo mexicano es adversa. La cultura, los de-
portes, la cocina, el diseño, el cine, la música, las series de televisión y los
videojuegos son vías para establecer interacciones con otros países y profun-
dizar la presencia de México en el mundo. Muchas de esas más no dependen
de la acción gubernamental y en múltiples casos son críticas de ésta, como
ha ocurrido con los directores de cine galardonados, pero todas contribuyen
a ofrecer más registros para interpretar a México. Un país con más registros
para ser interpretado es un país que tiene mayor poder suave.
Algunas de las facetas que proyectamos al exterior son, es verdad, el ori-
gen de menciones adversas que lastiman dolorosamente la reputación del
país, como la falta de higiene, la violencia y la corrupción, pero no por ello
son susceptibles de ocultarse o desvanecerse de forma inmediata. Hay que
subirse a esas conversaciones en la red y tratar de presentar contraejemplos
que equilibren el mensaje adverso. Sobre todo, hay que dialogar en las re­
des sociales, no recetar dosis de propaganda o discursos gubernamentales.
El gobierno requiere de community managers innovadores que puedan
ser, al mismo tiempo, programadores e interconectores (switchers), y aliarse

208 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
con las poderosas industrias culturales y del entretenimiento para alterar el

Leonardo Curzio
statu quo. Es necesario tener conciencia de la naturaleza de las redes so-
ciales y trabajar de manera sistemática y conjunta con el sector privado, la
academia y la sociedad civil para refrescar la imagen del país.
La única manera de disminuir el impacto de las percepciones nega-
tivas es generar un caudal de contenidos, menciones, marcas, noticias,
personalidades que las compensen, las equilibren y en el balance final
claramente disminuyan el efecto de lo negativo. Si la paleta de contenidos
es muy limitada y las interacciones, esporádicas, es probable que la acción
sea infecunda. Por eso hay que desplegar toda la energía disponible.
El camino más lógico para enmendar esta situación de comunicación
limitada y con elementos adversos no es confrontar agresivamente los es-
tereotipos (batalla pírrica), sino asegurar que la percepción que los esta-
dunidenses tienen de México se nutra de la más amplia gama posible de
contenidos, distribuidos por distintos canales, de manera que su absorción
sea natural y no como efecto de una campaña promocio­nada por el go-
bierno. Menos aún funciona una negación directa de hechos controver-
tidos por medio de desmentidos oficiales, los cuales cada vez tienen un
menor efecto para modificar percepciones. Los desmentidos cumplen la
función de hacer constar los hechos, pero no modifican por sí mismos
las percepciones. La narrativa de un país debe escribirse en diversos pen-
tagramas de manera simultánea para asegurar que todas las audiencias
(empresarial, cultural, deportiva, científica) del mayor número de estratos
y grupos sociales en los que tengamos interés en influir tengan un abanico
de claves de interpretación sobre la realidad del país.
Además de enriquecer la cantidad y calidad de los contenidos que pro-
yectamos en el exterior, es imperativo trabajar en actualizar la imagen. El có-
digo generacional del mensaje mexicano se ha quedado anclado en décadas
precedentes, según se desprende del muy penetrante estudio del equipo
que dirige Gabriela de la Riva.5 La narrativa externa es tributaria de sím­bolos

5 Gabriela de la Riva, México rifado. Branding narrativo para el México emergente, México,
De la Riva Group, 2015.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 209
muy potentes de generaciones anteriores. El país vive de las rentas (en tér-
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

minos de proyección externa, se entiende) de Cantinflas o del Acapulco de


Frank Sinatra, y sigue exprimiendo a Frida Kahlo. Es una fortuna contar con
íconos tan potentes como los mencionados, sin embargo, su campo gra-
vitatorio nos complica la generación de nuevas imágenes. Novedades por
supuesto las hay en todos los ámbitos, pero la impronta de México es la de
un país cuyo pasado es mucho más atractivo que su presente o su futuro, y
eso es preciso modificarlo.
Que quede claro: no es cuestión de hacer tabla rasa con el legado ni
mucho menos de renegar del mismo. Un país con capacidad de comunicar
un pasado portentoso es mucho más atractivo que aquellos que carecen
de un legado milenario. Esto nos da una ventaja con los vecinos del norte
que lo tienen todo menos eso. Una exposición de la civilización olmeca o
maya tiene una profundidad que conmueve a cualquier ciudadano (me-
dianamente sensible) en cualquier parte del planeta. Usar nuestro pasa-
do precolombino es una carta ganadora en toda circunstancia. Tampoco
es cuestión de prescindir del arte colonial o de las expresiones de los si-
glos xix o xx, pero un país (igual que una familia) no puede estancarse en
presentar la casa de los antepasados como su mejor prenda. Debe darse
asimismo una estrategia discursiva que explique a los demás su historici­
dad, es decir, su capacidad de producirse a sí mismo y proyectarse al futuro
como el país vibrante que en el pasado fue.
Retorno al argumento inicial. El que un personaje como Trump pue-
da desencadenar durante casi un año una andanada de críticas y éstas le
hayan dado notoriedad política y popularidad en ciertos segmentos de la
opinión estadunidense significa que no hemos encontrado la clave para
comunicar mejor a México en esos sectores. Es verdad que el país se mue-
ve en una inercia económica y política cada vez menos atractiva. Hace 20
años, por ejemplo, apostamos por la integración comercial con Estados
Unidos. Fue ése un momento clave para contar una nueva historia del
México que superaba sus atavismos y veía confiado el proceso de integra-
ción regional de Norteamérica. El crédito ganado con la firma del tlcan
se consumió en 1994 con el conjunto de acontecimientos que ocurrieron
aquel año (desde la rebelión zapatista, el asesinato de Colosio hasta la

210 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
grave crisis económica con la que se cerró el ciclo). Desde entonces no ha

Leonardo Curzio
habido una idea potente que comunicar al mundo en materia de integra-
ción supranacional en América del Norte. La aspan y la Iniciativa Mérida
no han tenido la potencia para impulsar una nueva narrativa en la región.
La economía mexicana, por su parte, ha tenido un avance discreto e
inercial, lo cual es positivo, pero tampoco suscita muchas notas de opti-
mismo. Tener una macroeconomía estable no es ya (como lo fue en los
años ochenta del siglo pasado) una noticia que vaya a las primeras pági-
nas de los diarios y las revistas. La enorme balanza comercial mexicana
y su capacidad exportadora de bienes intermedios son muy notables en
términos comparativos, por ejemplo, con América del Sur; el gran proble-
ma de México no consiste sin embargo en demostrar que sus exportacio-
nes tienen más valor agregado que las de Argentina. La debilidad de la
narrativa mexicana es que hay muy pocas marcas o productos claramente
identificados como nacionales que inunden los mercados externos y que
susciten familiaridad o cercanía. Las cervezas y un par de productos más
se asocian con la marca México. Las pantallas planas, las camionetas y
los teléfonos celulares (que indudablemente se producen en México) no
añaden ni un solo compás a la sinfonía mexicana que se escucha allende
las fronteras. Algo habría que hacer en términos de comunicación con las
grandes manufactureras establecidas en la geografía nacional para tener
una asociación benéfica. El discurso de las reformas que generó el Mexi-
can Moment (memo) ha perdido su vigor inicial.
En materia política, la transición democrática ha sido tan tortuosa (y
tediosa) que ha provocado un doble efecto. Por un lado, ha perdido su
espectacularidad (si es que algún día la tuvo), y por el otro, no es un pro-
ceso inspirador para ningún otro país. La democracia mexicana carece de
sex appeal. Un cambio político abre siempre una ventana de oportunidad
para relanzar la imagen del país y dotarlo de un halo renovador y progre-
sista, que suscita simpatías externas. Han corrido ríos de tinta sobre las
transiciones en Chile y en España, que no es cuestión de resumir en estas
páginas. Uno de sus resultados más duraderos fue su capacidad de entu-
siasmar a otros y esbozar una nueva imagen del país. Todas las sociedades
buscamos inspiración en otras y en algunos casos los procesos políticos

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exitosos mueven a la esperanza. Eso les da un resplandor a ciertos países
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

y opacidad a otros. En su momento, Franco y Pinochet se desdibujaron en


favor de una generación de aguerridos renovadores que abrían las puer-
tas de la libertad a sus pueblos y cambiaban la narrativa nacional desde
sus raíces. Hasta la fecha se hacen novelas, películas y series sobre el ple-
biscito chileno en el que se dijo “no” a la continuación del pinochetismo
o el papel de Suárez en la modernización de España. No hay ninguna pe-
lícula o serial, digámoslo con recato, sobre las elecciones del año 2000 en
México; las que hay sobre 2006 son de consumo interno y para denunciar
regresiones. El proceso político mexicano carece de espectacularidad y
atractivo. ¿Tendría algún interés una versión de House of Cards a la mexi-
cana o un The West Wing ambientado en Los Pinos?
No hay muchas historias nuevas que contar sobre lo que México hace
por el mundo y las que tenemos envejecen inexorablemente. La ciudad
de México relanzó la idea de conmemorar los 75 años de la llegada de los
refugiados republicanos, pero ya poco se le puede sacar, en términos de
reconocimiento externo, a la generosidad cardenista. Algo se podría hacer
todavía con una serie de televisión bien ambientada y dramatizada sobre
la hazaña de Gilberto Bosques. Lo cierto es que hace años que no tene-
mos una oleada de refugiados o migrantes que sirva para revitalizar el dis-
curso (muy efectivo y conmovedor) de que México es una tierra de asilo.
En muchos sentidos, las historias de abusos y masacres de los inmigrantes
centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos a través del terri-
torio nacional son las que dejan mayor huella en las audiencias de hoy.

Narrativas exitosas: Irlanda y España

Un país construye su narrativa con una idea de fuerza que desafía las con-
cepciones tradicionales y pone en juego todos los elementos de proyección
global de que disponga para modificar las percepciones forjadas durante
décadas y que con el tiempo han apuntalado la reputación de que goza.
Una imagen fresca y renovada debe estar asentada en una realidad só-
lidamente aceptada por las mayorías para que sea poderosa y perdu­-

212 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
rable. México debe cambiar su estado de ánimo. Los proyectos de moder-

Leonardo Curzio
nización de un país, y en consecuencia la narrativa que se desprende de ellos,
no pueden ser los de una elite (u oligarquía) modernizadora que se impone a
las mayorías. Desde Porfirio Díaz hasta Mijaíl Gorbachov se ha comprobado
que sin una base social amplia que lo apoye, el proyecto modernizador fra-
casa. La buena imagen inicial que este tipo de iniciativas puede generar suele
terminar en un colapso. La batalla de las percepciones en el mundo se gana
con buenas ideas, con una diplomacia pública creativa y sofisticada, con es-
trellas y productos, pero en el fondo es siempre un tema de sustancia: que un
país sienta orgullo de ser lo que es y confianza en el futuro.
Hace muchos años, en un contexto muy diferente al mexicano del si­-
glo xxi, George Kennan, quien se considera el padre intelectual de la doc­
trina de la contención de la urss después de la Segunda Guerra Mundial,
alertaba sobre el avance del comunismo y las implicaciones que tenía para
Estados Unidos. Advertía que la credibilidad del modelo estadunidense en
sociedades diferentes a la propia pasaba por que hubiese coherencia entre
lo que se dice en el exterior y lo que es realmente un país en un momento
determinado: “Cualquier mensaje que tratemos de llevar a los demás será
eficaz solamente si es congruente con lo que somos para nosotros mismos
y si es algo que impresione suficientemente y despierte el respeto y la confianza
de un mundo que, pese a sus dificultades materiales, está más dispuesto
a reconocer y respetar la distinción espiritual que la opulencia material”.6
Irlanda o España son dos casos de estudio interesantes. Ambos lograron
cambiar su realidad interna, obtener respaldo de sus ciudadanos y final-
mente proyectar al exterior una imagen renovada. Ambos tenían el estigma
de ser países pobres y parroquianos, católicos integristas en conflicto con
la modernidad, con una infraestructura vetusta y un magro de­sempeño en
el ámbito global. Una suerte de países del Tercer Mundo insertos en una
moderna Europa. Con su ingreso a la Unión Europea, uno y otro han cons-
truido una narrativa potente (que por supuesto tiene como fundamento la

6 George Kennan, “America and the Russian Future”, en Foreign Affairs, vol. 29, núm. 3,
abril de 1951, citado en Khisore Mahbubani, El nuevo hemisferio asiático. El irresistible
desplazamiento del poder global hacia el Oriente, México, Siglo XXI, 2013.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 213
metamorfosis institucional y la indispensable modernización de la infraes-
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

tructura, sin las cuales es imposible proclamar una renovación) que ha pro-
vocado una radical transformación.
Se dice a menudo que la historia de las relaciones México-Estados Uni-
dos condiciona sin remisión el tipo de relación que tenemos en el presente.
¿Eso es cierto? ¿Estamos marcados por el determinismo? Irlanda, por ejem-
plo, no es un país que haya tenido una historia fácil con su vecino y antigua
metrópolis. Durante siglos los irlandeses fueron sometidos y humi­llados
por los británicos. En fechas recientes, el conflicto en la parte norte de la isla
desató terrorismo y generó tensiones que construyeron la imagen de Belfast
como una ciudad dividida y violenta. Una solución política a las viejas ten-
siones puede destrabar otros campos de la actividad nacional. En pocos
años, los irlandeses consiguieron combinar su imagen bucólica con el de-
sarrollo de una de las compañías aéreas que mejor conectan a Europa para
atraer millones de turistas (en números redondos recibe anualmente el doble
de su población). Su red de comunicaciones facilita desplazarse con seguri-
dad y certeza por todo el país, y cada pueblo, por minúsculo que sea, con-
serva un vínculo con la diáspora. Reza una de las líneas de comunicación de
su estrategia de marca país que Irlanda es un territorio habitado por cinco
millones de personas, pero que 70 millones lo consideran su hogar. El nexo
con la diáspora es fuerte y sistemático, porque sugiere que la patria (que al-
gún día fue un país expulsor de emigrantes) llenó al mundo de figuras que
llevan apellidos emblemáticos como: Kennedy, O’Brien, Quinn y Murphy.
Los que algún día partieron y se labraron un prestigio fuera, hoy refuerzan
la marca país y le dan un renovado orgullo a sus descendientes de pertene-
cer ya no a la vieja Irlanda de las hambrunas y la discriminación, sino a un
país que se sitúa en el mismo nivel que sus socios europeos y que puede
relacionarse con Londres en un plano de relativa igualdad.
La construcción de la narrativa irlandesa no niega las hambrunas, la
emigración y las humillaciones sufridas a manos de los ingleses. Su histo-
ria está por todas partes: en su cine, en sus plazas, incluso en los muros de
sus ciudades en forma de pinturas improvisadas y grafiti, pero esos aspec-
tos tienden a diluirse con otros contenidos muy potentes como los logros
de su sistema educativo y la competitividad general de su economía, que

214 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
los ha llevado a ser uno de los mejores países para hacer negocios. La

Leonardo Curzio
narra­tiva del país renovado y pujante la acompañan como un armónico
coro sus marcas globales, sus nueve premios nobel, sus 14 ganadores del
Óscar o sus 24 medallistas olímpicos que, al fusionarse con otros elemen-
tos discursivos y semióticos, forman una potente generación de conteni-
dos que van desde Oscar Wilde hasta Bono.
La combinación de factores refuerza el mensaje general. Algo similar ha
hecho España con su proyecto Marca España. Después de haber moderni-
zado sus estructuras políticas y sacudirse la imagen de país pintoresco, lo
primero que comunica España a los más de sesenta millones de turistas que
la visitan es la calidad de su infraestructura. Sus aeropuertos, trenes y carre-
teras han jubilado la imagen de país tercermundista e ineficaz. La narrativa
exterior española se centra en ponderar su legado (La Alhambra o el Greco)
y combinarlo con la imagen de un país vanguardista en el plano tecnológico.
Esa combinación le da una fuerza enorme. Ya no es el país de Goya, sino
el que, con el legado de Goya, puede competir en el mundo de hoy. Su lema
o idea central es: “España, país de excelencia”, el cual contiene 10 líneas de
comunicación muy bien articuladas. Al igual que Irlanda, no emplea un men-
saje nostálgico, monocorde y monotemático en su proyección externa. Sus
empresas de infraestructura se han convertido en el emblema de la moderni-
dad tecnológica y su sistema ferroviario ha desplazado en muchos sentidos a
otros países que tenían una indiscutible primacía en ese campo. Hace años,
los trenes franceses opacaban a los españoles; al llegar a la frontera común
el contraste era siempre desfavorable a España. Eso ya no es así. También la
moda española ha roto fronteras simbólicas que se creían insupe­rables, en
particular si se compara con lo que históricamente habían hecho sus vecinos.
Lo mismo ha ocurrido con el arte culinario: sin renegar de pucheros y fa­
badas, con los que se asociaba la larga siesta y los interminables vientres de
señores con boina, España es hoy uno de los países que tiene más restauran-
tes con reconocimiento mundial en la prestigiada guía Michelin.
La utilización de energías renovables y el manejo del agua han sido tam-
bién elementos que han mejorado la reputación de España y por supuesto
todo su poder suave, que va desde cantantes hasta deportistas: desde Sabina
hasta Nadal y desde Fernando Alonso hasta Julio Iglesias. Vemos nueva-

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 215
mente que la narrativa no se centra en la promoción de uno de los com-
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

ponentes, aunque sea tan fuerte como el turismo. La moderna narrativa


española no promueve la belleza de Toledo como registro único de comu-
nicación, sino la inserción de Toledo en una ruta de modernización que
combina diversos registros y estrategias de comunicación.

Aproximación con la diáspora mexicana

México necesita refrescar su narrativa y preguntarse qué mensaje manda


a las distintas audiencias a las que le interesa dirigirse. La primera línea de
comunicación es con los expatriados y sus descendientes ¿Qué les dice
México a los hijos y nietos de compatriotas nacidos en Estados Unidos?
¿Están orgullosos de su estirpe? ¿Representa el español un enriquecimien-
to de su sensibilidad y un complemento eficaz para desembarcar en el
mercado de trabajo? ¿Pueden sentirse ufanos de pertenecer a un país vi-
brante y renovado? Me encantaría responder positivamente a las anterio-
res preguntas, pero los datos de otro interesante estudio de De la Riva7
sobre los hispanos en Estados Unidos indican que el vínculo es sobre todo
familiar y emotivo (algunas comidas y recuerdos de otros tiempos), y no
existe un potente nexo con el México de hoy. Para muchos jóvenes mexi-
coestadunidenses el campo semántico México es el país de sus abuelos, un
país lejano y pintoresco que se pierde entre la añoranza y el dolor de
haber sido expulsados y no haber tenido una patria a la que valiera la
pena regresar. El fenómeno migratorio no es neutro en la formación de
percepciones. Para los que se fueron, el país expulsor genera una ambiva­
lencia fuerte, por ser la tierra nativa y, al mismo tiempo, el país que no lo-
gró brindarles una oportunidad de progreso. Para sus descendientes no ha
sido sencillo ver con optimismo la patria de sus antepasados, entre otras
razones, por la muy restrictiva política de otorgamiento de pasaportes que

7 Carlos Alberto de León de la Riva, Adelina Vaca Padilla y Priscila Arámburu Mena, His-
panic Game, México, De la Riva Group, 2013.

216 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
estuvo vigente hasta finales del siglo xx. Afortunadamente esto ha cam-

Leonardo Curzio
biado. Hoy, tener las dos ciudadanías permite a muchos de ellos conser-
var los dos pasaportes sin ser tratados como renegados. México podría
desplegar, con buenas esperanzas de éxito, políticas para atraer a los lla-
mados dreamers8 a nuestros centros de enseñanza, y difundir masivamen-
te su contribución. En particular se podría profundizar la conversación
con los 30 millones de estadunidenses de origen mexicano mediante una
estrategia en redes sociales que abra la posibilidad de interconexión entre
la red del gobierno y la diáspora. Algunos esfuerzos se hacen, aunque
hace falta integrarlos más y darles mayor contundencia.
Otra enorme fuente de incomprensión entre mexicanos y paisanos ex-
patriados es el viejo prejuicio, que todavía segrega veneno, de que aquellos
que partieron son mexicanos de segunda. Pachucos, chicanos, descastados,
pochos son algunos de los agresivos términos con los que se ha estigmatizado
a la comunidad mexicoestadunidense. Con frecuencia, los hijos de migrantes
nacidos en Estados Unidos (y educados en inglés) han sido objeto de hirien-
tes burlas por su acento o por sus dificultades para hablar correc­tamente en
español. Más allá de los discursos entusiastas, no siempre ha sido fácil para la
diáspora sentirse bienvenida en México. Su poco interés por participar en los
procesos electorales mexicanos es un reflejo de esa distancia.
Es verdad que muchas cosas han cambiado. El Programa Paisano ha
reducido el abuso de las autoridades aduanales y policías con los emi-
grantes; sin embargo, siguen siendo personas vulnerables en su propia
patria. Hoy nuestros consulados son sensibles al tema. El Instituto de los
Mexicanos en el Exterior (ime) ha conseguido identificar talentos y pro-
yectar un mensaje incluyente y grato. No obstante, hay un am­plio campo
de trabajo a fin de que la diáspora nos ayude a construir un discurso más
potente y brillante sobre la mexicanidad.
Por todas estas razones (que a mi juicio han sido tradicionalmente sos-
layadas) es crucial diseñar de manera modular una política de aproxima-

8 Véase “Dossier”, en Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 101, mayo-agosto de


2014, pp. 229-246.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 217
ción con las diásporas. Para los oriundos, México debe abrir canales para
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

que (en caso de haber sentimientos encontrados) puedan reconciliarse


con la patria de sus ancestros y no ver en ella solamente la nostalgia de los
familiares, sino el país que les dice algo, al que pueden regresar como tu-
ristas y tener una palpitante experiencia; mandar a sus hijos a perfeccionar
su español o a disfrutar del patrimonio milenario de un país que también
es el suyo, pero del que no se sienten del todo dueños.
Es urgente cambiar esta situación y generar un discurso flexible y cohe-
rente para comunicarse con las distintas capas que integran las diásporas
mexicanas, de forma que todas puedan sentir el abrazo acogedor de la
madre patria.
Definir prioridades para acercarnos a las diásporas debe complemen-
tarse con el establecimiento de cimientos de una política de Estado (es
decir, que tenga continuidad), que responda a algunas preguntas bási-
cas que con mucho tino se planteaba un estudioso de estos temas, César
Villanueva:9

n ¿Cómo queremos que se conozca a México en el exterior?


n ¿Cuál es el nivel de protagonismo que queremos tener?
n ¿Con qué herramientas vamos a valorar nuestra imagen?
n ¿Qué áreas del gobierno serán las responsables de que la nueva ima-
gen se consolide?
n ¿Qué actores y cómo se van a involucrar con la acción gubernamental
para conseguir los propósitos que se tracen?

La proyección externa del gobierno de Enrique Peña Nieto

La narrativa interna y externa del gobierno mexicano tiene como principal


pivote la idea de movimiento. “Mover al país” es la idea central; hasta ahora,

9 César Villanueva, “Imagen país y política exterior de México”, en Revista Mexicana de


Política Exterior, núm. 96, julio-octubre de 2012, p. 43.

218 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
ha sido moderadamente exitosa en cambiar las coordenadas del debate in-

Leonardo Curzio
ternacional sobre México. Un efecto inicial fue la ubicación del país en
el radar de los medios internacionales. El primer componente de la estra-
tegia fue minimizar el peso de los temas de seguridad en el gran discurso
sobre México, y enfocar la narrativa del país en el proceso de reformas.
El resultado fue rápido y en cierto sentido, espectacular. El giro discursivo
y conceptual dio origen al muy comentado memo, que desencadenó una
muy favorable reinserción de México en la agenda de la prensa econó­
mica global.
No es cuestión de detallar, en la brevedad de estas páginas, el alud de
artículos que se publicaron en los primeros meses de la administración del
presidente Peña Nieto, ya que el proceso de reformas ha merecido cente­
nares de reportajes y suplementos que reseñaron la disposición reformista del
resurrecto pri. Uno de los más significativos fue el que recogió la declaración
de Jim O’Neill (quien acuñó el término bric, que tanta fama le dio a Brasil),
en el sentido de que muy pocos países habían procesado tantas y tan impor-
tantes reformas en tan corto periodo como México.10
Otros textos y opiniones se nutrían de las declaraciones iniciales de los
funcionarios y el indiscutible éxito que constituyó el Pacto por México. La
acogida favorable a esta nueva dinámica legislativa se mantuvo en buena
parte de las publicaciones más influyentes. El tiempo transcurrido ha ero-
sionado el memo; a pesar de ello y de que las encuestas no reflejan un
ánimo muy optimista de la opinión pública nacional por el lento cre-
cimiento que ha tenido la economía, la cobertura de las publicaciones
internacionales ofreció un balance del año 2013 muy favorable. El Fi-
nancial Times, por ejemplo, publicó un texto de Jude Webber en el que
aseguraba que México terminaba 2013 con una excelente nota.11

10 Nacha Cattan, “brics Creator O’Neill Wowed by New Lula’s Success: Mexico Credit”,
en Bloomberg Business, 18 de diciembre de 2013, en http://www.bloomberg.com/news/
articles/2013-12-18/brics-creator-o-neill-wowed-by-new-lula-s-success-mexico-credit
(fecha de consulta: 13 de enero de 2016).
11 Jude Webber, “Christmas Cheer for Mexico”, en Financial Times, 20 de diciembre de
2013, en blogs.ft.com/beyond-brics/2013/12/20/christmas-cheer-for-mexico (fecha de con-
sulta: 13 de enero de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 219
En los primeros días de 2014 apareció en la prensa española un ar­
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

tículo muy encomiástico para el gobierno de México escrito por dos perso-
najes relevantes de la comentocracia internacional: Pierpaolo Barbieri y el
historiador británico Niall Ferguson. En el texto se hablaba de “un nuevo
México”12 y se retomaba el tratamiento contrastante que en los me­-
dios internacionales habían tenido México y Brasil. Los autores comen­ta­
ron sobre el liderazgo de Peña Nieto y las bondades de las reformas que el
Pacto por México estaba procesando. Nada mal para un presidente que
iniciaba su sexenio dando explicaciones a The New York Times sobre su
genuina vocación democrática.13
En esa misma temporada, la influyente revista Time eligió al presidente
Peña Nieto como uno de los 100 protagonistas de 2013, y el comentario
acerca de su persona estuvo a cargo de Bill Richardson.14 Pocos meses des-
pués, ese mismo semanario le dio una polémica portada como “el salvador”
de México, lo cual tuvo más impactos negativos en nuestro país que posi-
tivos en el exterior. Lo curioso es que fue casi simultánea esta portada y la
captura del Chapo Guzmán, el criminal más buscado.
Otras influyentes publicaciones reconocieron el trabajo del gobierno.
En la reconstrucción de méritos para justificar sus decisiones editoria-
les se desdibujaba la seguridad como gran eje del discurso sobre México
y se privilegiaba el proceso de reformas. Así ocurrió con la selección de
personajes de El País Semanal. El presidente de México fue uno de los
elegidos y el encargado de redactar el texto fue el presidente de Perú,
Ollanta Humala. El peruano lo llamó “el presidente reformista”. Ya no era
el presidente de México comparado con Elliot Ness, ni se destacaba su

12 Se publicó primero en inglés: Pierpaolo Barbieri y Niall Ferguson, “Pierpaolo Barbieri


and Niall Ferguson: Mexico’s Economic Reform Breakout”, The Wall Street Journal, 26 de
diciembre de 2013, y después en español: P. Barbieri y N. Ferguson, “El nuevo México”,
El País, 9 de enero de 2014.
13 Enrique Peña Nieto, “Mexico’s Next Chapter”, The New York Times, 2 de julio de 2012.
14 Bill Richardson, “Enrique Peña Nieto: President of Mexico, 46”, en The 2013 Time 100, 18
de abril de 2013, en http://time100.time.com/2013/04/18/time-100/slide/enrique-peña-
nieto (fecha de consulta: 13 de enero de 2016).

220 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
coraje para confrontar a los narcos, como ocurría con su predecesor. Se

Leonardo Curzio
desnarcotizaba la imagen del gobierno y el rasgo más valorado del presi-
dente era su habilidad para procesar reformas legislativas.
Aunque en México fue objeto de una amplia controversia y ácidos co-
mentarios en las redes sociales, la influyente revista Foreign Policy incluyó
al presidente Peña Nieto en su lista de los 100 pensadores más influyentes
del mundo de 2013,15 lo que ayudó a reforzar su imagen de gobernante
reformador. Como se puede observar en la Tabla 1, el conjunto de accio-
nes y el despliegue de nuevas percepciones han modificado favorable-
mente la imagen de México en Estados Unidos entre 2013 y 2014.

Tabla 1. Balance de opiniones sobre México en Estados Unidos


Año Favorables Desfavorables Balance

1999 55 34 21
2003 74 20 54
2006 64 32 32
2008 58 40 18
2009 51 43 8
2010 49 46 3
2011 45 51 -6
2012 51 48 3
2013 47 49 -2
2014 58 38 20
Fuente: Buendía & Laredo, “Opinión acerca de México Gallup, 1989-2015”, en La imagen de México en
Estados Unidos, México, Buendía & Laredo, 2015.

Se podrá argumentar, con razón, que una comunicación de este tipo es


una mezcla de inducción y espontaneidad, lo cual es verdad. Puede ser
poco eficaz si se liga demasiado a la figura de un personaje porque el
crédito que se gana con el proceso de transformación se vincula a la for-
tuna política del mismo, y si bien, su ascenso ayuda al crédito del país, su

15 “Enrique Peña Nieto: For Shaking up Mexico’s 
Moribund Institutions”, en Foreign Policy:
The Leading Global Thinkers of 2013, en http://2013-global-thinkers.foreignpolicy.com/
(fecha de consulta: 13 de enero de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 221
eventual descrédito puede también resultar ruinoso. Por ejemplo, asuntos
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

como los ligados a presuntos conflictos de intereses, la tragedia de Ayo-


tzinapa y la fuga del Chapo Guzmán han deteriorado la credibilidad del
gobierno y han empañado el proceso reformador en su conjunto.
En cualquier caso, en 2014, el balance de opiniones (positivas y nega­
tivas) sobre México en el vecino país del norte volvió a ubicarse en los ni­ve-
les de 2008, es decir, los números previos a la crisis de seguridad que golpeó
tan dramáticamente en las percepciones externas entre 2009 y 2010.
En una lectura detallada de los datos, los primeros meses del año 2014
fueron similares a los niveles que se registraban en 1999. Fue un buen
arranque que permitió al gobierno afinar su estrategia de mediano y largo
plazo sobre una base menos apremiante. Veremos si la caída del presi-
dente en las encuestas y los asuntos que se explican líneas arriba no nos
regresan a los niveles anteriores.
Es obvio que el optimismo inicial debe ser moderado en la medida en
que la secuencia de encuestas que hemos consultado nos indica que las
oscilaciones de la opinión pública estadunidense suelen ser pronuncia-
das. Entre 1999 y 2000, la mejora del estado de ánimo respecto a México
fue sideral; en cambio, los vientos cambiaron dramáticamente 10 años
después. La imagen como unidad de medida es muy variable y por ello
preconizamos no quedarnos en ese nivel de análisis, sino reconocer que
la reputación del país no es tan sólida para sortear una nueva crisis de vio-
lencia, corrupción, fuga de criminales o fitosanitaria, económica o de al-
guna otra naturaleza.
La restauración de una imagen más favorable no debe, pues, ser mo-
tivo de triunfalismo. Por el contrario, ya lo experimentamos en la última
década del siglo xx y en la primera del xxi, las variaciones de opinión
(favorable o desfavorable) son muy elásticas y no hay ninguna garantía
de que la tendencia no varíe de manera abrupta en un breve lapso. Con
este cambio de tendencia favorable con el que arrancó la administración,
resulta esencial contar con una estrategia multianual que corrija aspectos
precisos de la imagen de México en ciertas audiencias, y edifique las ba-
ses para mejorar su reputación. Debe por lo tanto contener los siguientes
elementos mínimos:

222 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
n Una misión clara e inalterable

Leonardo Curzio
n Estrategias segmentadas bien definidas
n Públicos objetivos (targets) muy definidos (pensar en el mensaje en
forma y fondo)
n Recursos

Es una señal auspiciosa que el Poder Legislativo haya impulsado un foro


para discutir el tema con estudiosos, tomadores de decisiones, diplomá-
ticos y encuestadores.16 No redunda en el interés del país que se hagan
esfuerzos discontinuos, episódicos y fragmentados.

La proyección del poder suave: algunas propuestas

Una cobertura periodística favorable ayuda a detener el deterioro de la


imagen y abre un espacio para que el país empiece a ofrecer una narrativa
diferente; el esfuerzo debe ser, sin embargo, sistemático. México, como
marca, no tiene todavía la fuerza de los grandes difusores de poder suave.
Un buen indicador para detectar la proyección de ese tipo de poder es la
clasificación que auspicia y publica la revista británica Monocle. México
ocupa el (muy modesto) lugar 27 en esa clasificación, a pesar de todos los
atractivos culturales, gastronómicos y turísticos con los que cuenta.17 Otro
dato que permite ubicar el enorme trabajo que queda por hacer se des-
prende de otro listado de países. De acuerdo con el Reputation Institute,
México seguía en el oscuro lugar 36 en el año 2013.18

16 Se trató del Foro Legislativo Fundación Imagen México (fim) auspiciado por la Cámara
de Diputados en la Ciudad de México el 11 de febrero de 2015.
17 “Soft Power Survey 2013”, en Monocle, en http://monocle.com/film/affairs/soft-power-
survey-2013/ (fecha de consulta: 13 de enero de 2016).
18 Reputation Institute, 2013 Country RepTrak™ Topline Report: The World’s View on Coun-
tries: An Online Study of the Reputation of 50 Countries, Nueva York, Reputation Ins­
titute, 2013, p. 15, disponible en http://www.reputationinstitute.com/research/Country-
RepTrak.aspx (fecha de consulta: 13 de enero de 2016).

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 223
Como ha dicho Enrique Krauze, en este campo es prioridad nacional
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

“llegar al público al que los políticos representan y esa labor rebasa a la


diplomacia. Escritores, periodistas, artistas, académicos debemos proyec-
tar a México al exterior. No se trata de que nos quieran, se trata de que nos
conozcan”.19 Y eso no va ocurrir por generación espontánea, ni sucederá
solamente por la comunicación que se haga por las vías gubernamentales.
Hace falta desplegar una diplomacia pública20 de amplio espectro que
permita involucrar a un mayor número de actores (empresas, universi-
dades, organizaciones y personas) en la consecución de cuatro grandes
objetivos:

n Mejorar la comprensión de lo que es la realidad mexicana en toda su


extensión, complejidad y matices.
n Mejorar la reputación del país por medio de pequeñas, pero significa-
tivas acciones.
n Elevar la capacidad de influencia y crédito del país en el exterior.
n Mejorar nuestra capacidad de captar lo que se dice del país en el exterior
y por qué se dice (en vez de negarlo), y usarlo como retroalimentación.

Para tener éxito en estos cuatro propósitos se requiere de una acción


permanente, creíble y coherente capaz de garantizar un flujo constante
de contenidos atractivos (informativos, comerciales y de entretenimien-
to) que puedan alimentar tanto los programas informativos, la publicidad
global y el sistema de entretenimiento, en particular en lengua inglesa.
Cada uno de ellos tiene su especificidad y requiere materiales apropiados,
como se discute a continuación.

19 Enrique Krauze, discurso en la comida de trabajo de la 20 Reunión de Embajadores y


Cónsules, 9 de enero de 2009.
20 Véase Nicholas Cull, “Diplomacia pública: consideraciones teóricas”, en Revista Mexi-
cana de Política Exterior, núm. 85, noviembre de 2008-febrero de 2009, pp. 55-92; y
Luz Elena Baños Rivas, “Reflexiones sobre la diplomacia pública en México: una mirada
prospectiva”, en id., pp. 137-165.

224 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022
En la tarea informativa se debe potenciar una señal internacional

Leonardo Curzio
de México con contenidos en inglés y segmentos en francés, alemán y
mandarín. Este esfuerzo es perfectamente abordable con las capacidades
instaladas en el país. Se debe apoyar a la agencia de noticias del Estado
mexicano para que proporcione a los principales sistemas informativos
materiales en las lenguas y los formatos apropiados, así como pedir la co-
laboración de las grandes cadenas de radio y televisión nacionales.
Los atardeceres color de rosa con los que se ilustran las campañas pro-
mocionales del país no compiten con la fuga del Chapo Guzmán de la
cárcel y otras historias que dañan irreparablemente la imagen del país.
Las historias negativas que se reproducen en los medios de comunicación
sólo pueden ser reemplazadas por dos antídotos:

n Un flujo constante de información que llegue a las audiencias que reci-
bieron la información previa. De allí la importancia de tener una red de
comunicación (particularmente en lengua inglesa) que permita equili-
brar la información.
n Usar de manera sistemática acciones como, por ejemplo, la historia de
la detención de Servando Gómez, la Tuta, para reforzar contenidos
informativos.

En el plano bilateral es inevitable priorizar la frontera. La percepción de


una frontera sin control por la que pasan (en un indistinguible flujo) viaje-
ros con propósitos legítimos junto a contrabandistas, menores sin custodia
o traficantes de drogas y armas obsesiona a los medios de comunicación,
los políticos y la opinión pública en Estados Unidos. Se debería estar en
condiciones de articular una narrativa creíble y fehaciente de lo que el
país hace para mejorar sus responsabilidades en la frontera y reducir la
imagen de caos que algunos medios (y muchos especialistas) se obstinan
en presentar. Si no hay una historia que contraste, equilibre o contradiga
la idea dominante en los medios estadunidenses, será arduo cambiar el
estado de cosas.
Se deben usar todas las plataformas disponibles para crear cibercomu-
nidades que tengan alguna relación con México y vincularlas más con la

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 225
narrativa del país. Esto quiere decir que además de las comunicaciones
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

que se dan por canales oficiales y mediante la relación intergubernamen-


tal, se valore e incentive la interacción de todo tipo de colectivos: desde los
especialistas en cactáceas (por cierto, el capital natural de México es una
potente línea de comunicación) hasta los espeleólogos. Se puede pensar
en desarrollar programas temáticos de televisión o en ciberconversacio-
nes de alcance planetario, por ejemplo, sobre lo que el país hace para
mitigar el cambio climático.
Se debería alentar que las páginas de Internet de los principales diarios
contaran con una versión inglesa para garantizar su difusión a un mayor
número de lectores en el mundo. De igual forma, se debe auspiciar que
la radio pública tenga una emisión internacional permanente en lengua
inglesa con una propuesta nueva y no una reproducción de formatos ago-
tados y folclóricos.
En materia de publicidad global o comunicación comercial la situación
es paradójica. Aunque el volumen de exportaciones mexicanas al mun-
do es de cientos de miles de millones de dólares, hay muy pocas marcas
(en comparación con el tamaño de la economía) que liguen su prestigio
a México. No es fácil imaginar que una empresa global coreana, japonesa
o estadunidense que tenga operaciones en suelo mexicano decida asociar
su producto con el país que usa como plataforma de producción, pero
tampoco es imposible. Habría que pensar en un incentivo general o tal
vez simplemente convocarlos a que lo hagan. Hay ciertas dinámicas que
dejadas a la creatividad propia de cada empresa pueden dar mejores resul-
tados que definir una política centralizada. Al mismo tiempo que se intenta
agregar una gota de mexicanidad a las exportaciones manufactureras, de-
beríamos explorar con los socios del tlcan la creación de un logo discreto
y elegante que identifique los productos hechos en una región que aspira
a ser la más dinámica del mundo. A partir del logo se pueden activar dos
procesos que pueden ser muy valiosos para México. El primero es la crea-
ción de una incipiente política de comunicación comercial de la región que
aporte coherencia y pueda ser transmitida a las audiencias de todo el mundo.
El segundo es recordar (sin decirlo de manera explícita o confrontadora)
que lejos de ser solamente una fuente de problemas, la asociación comercial

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y productiva con México es algo que ofrece resultados tangibles para los

Leonardo Curzio
estadunidenses.
Otro empeño de las empresas debe ser poner en sintonía al país con
las tendencias globales de procurar un estilo de vida ligero y saludable.
No es cuestión de renunciar a nada, pero debemos hacer compatible la
proyección de los tradicionales guisos, barrocos y pesados, con un mun-
do obsesionado por comer ligero. Un buen ejemplo de renovación de
imagen culinaria es lo que ha hecho Perú en esta materia.21
En el capítulo del entretenimiento no creo que sea atendible que por
prejuicios culturales el país se inhiba de procesar más su imagen en Ho-
llywood. Sabemos que es perjudicial para el país que en cualquier pelí-
cula insulsa México sea el santuario de la impunidad cuando se viola la
ley en Estados Unidos. Huir al sur (es decir, a México) es un recurso que
implica que la frontera es el punto entre el mundo civilizado (y regido por
la ley) y el imperio de lo incierto. Debe, cada vez en más y más películas,
ocurrir lo contrario.
No se trata de cambiar las percepciones de golpe pero, como bien ha
explicado Francisco Peredo en un muy sugerente y documentado estu-
dio, existe algo que puede llamarse diplomacia del celuloide, “cuyo obje-
tivo es plantear un punto de vista de un país hacia la sociedad de otro, por
medio de documentos fílmicos”.22 Facilita las cosas el que algunos directo­
res mexicanos hayan sido galardonados con el premio Óscar. Su presti­gio
le agrega crédito al país. En el contexto actual es crucial entender (como lo
han hecho Israel o Italia de manera sobresaliente) que influir en la forma
en que se construye la imagen de un país en la industria cinematográfica

21 El tema no es tan nuevo como parece. En una muy reveladora entrevista, el embajador Jor-
ge Alberto Lozoya explicaba a César Villanueva los detalles de la muy exitosa exposición
México: esplendores de treinta siglos. En uno de los pasajes, el embajador relata el tema
de la comida que debía ser usada como principal imagen, y ante la propuesta del “mole
poblano” la respuesta del publicista fue “ni muerto me como eso, parece peligroso”. Jorge
Alberto Lozoya, “Cooperación y diplomacia cultural: experiencias y travesías”, en Revista
Mexicana de Política Exterior, núm. 85, noviembre de 2008-febrero de 2009, p. 265.
22 Francisco Peredo Castro, “La diplomacia del celuloide entre México y Estados Unidos: me-
dios masivos, paranoias y la construcción de imágenes nacionales (1896-1946)”, en Revista
Mexicana de Política Exterior, núm. 85, noviembre de 2008-febrero de 2009, p. 93.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 203-229, ISSN 0185-6022 227
no es inocente o fortuito. Hay maneras de incidir para matizar algunos con-
La reputación de México y la relación con Estados Unidos

tenidos y, por supuesto, invertir de manera explícita para tener resultados


concretos. Si se trabaja ese frente se podrían modificar los estereotipos
que durante décadas se han sedimentado en el imaginario estaduniden-
se. El mercado de contenidos cinematográficos en México es todavía
muy reducido y una buena parte de los incentivos deberían canalizarse a
mejorar la imagen de México y los mexicanos, especialmente en Estados
Unidos.
En estos tiempos de intensa competencia entre países y ciudades la
mejor (o peor) manera de comunicar lo que es un país se refleja en su
infraestructura y la belleza de los edificios públicos e instalaciones estra­
tégicas. La estética de parlamentos, ministerios, metros y aeropuertos es
hoy tan importante para comunicar, que sorprende que se minimice en el
gran discurso gubernamental. Las ciudades fronterizas mexicanas son feas
de solemnidad. Son caóticas en su desarrollo, sus atractivos son contados
y ni los más entusiastas podrían decir que son motivo de orgullo. Por el
contrario, son en muchos sentidos la peor cara del país. Los gobiernos lo-
cales y el federal deberían comprender que el ejercicio de gobierno mo-
derno exige también eso que ha dado en llamarse la ética de la estética,
que no es otra cosa que incorporar la belleza de los espacios públicos y
los edificios gubernamentales como un componente central del ejercicio
de gobierno.
México podrá hablar de todas sus bellezas, pero el instrumento de co-
municación más eficaz es ofrecer a los turistas una red ferroviaria de alta
velocidad o un sistema de autopistas funcional para disfrutarlas. Nada ex-
presa mejor lo que un país es (y su estado de ánimo) que su infraestructu-
ra y, de manera preeminente, sus puertos y aeropuertos. Los aeropuertos
son en el siglo xxi la ventana al exterior y uno de los motores económicos
de los países, y los mexicanos están muy lejos de despertar admiración.
Las obras públicas y la gestión del espacio se han convertido en elementos
de promoción muy potentes para ciudades y países. La tarea es descomu-
nal en esta materia. La calidad de nuestra infraestructura es un cuello de
botella de la economía y uno de los factores que menos ayudan a cambiar
la percepción que se tiene del país.

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En el mediano plazo el país debe también hacer un esfuerzo por de-

Leonardo Curzio
mostrar que hace una contribución decisiva al perímetro de seguridad
en América del Norte, y que además somos relevantes para mantener el
estilo de vida y la confiabilidad en la región. Es claro que México tiene
que ganar reputación como país confiable en seguridad, con capacidad
de controlar sus fronteras y mostrar habilidad para imponer el imperio de
la ley en todo su territorio.
México es un país muy relevante para Estados Unidos. Como ha de-
mostrado, entre otros, Luis Rubio, en un muy sugerente ensayo, cuyo tí-
tulo no deja lugar a dudas México ha contribuido23 a la competitividad
regional y a la ecuación de seguridad a las que aludíamos antes, que son
parte del abanico de interacciones que existen entre las dos naciones.
México no es un fardo que Estados Unidos debe estoicamente cargar, tam-
poco es una fuente inagotable de problemas; es un país, una economía y
una sociedad que aportan soluciones y creatividad a la región, pero está
claro que si en la percepción colectiva de los estadunidenses promedio
esto no penetra o no adquiere contornos definidos, los prejuicios y la más
despreciable demagogia seguirán poblando el imaginario colectivo. Para
México es prioritario ocupar esos espacios con mensajes constructivos y
mejorar dramáticamente su reputación.

23 Luis Rubio, Mexico Matters: Change in Mexico and Its Impact Upon the United States,
Washington, D. C., México, Institute-Wilson Center, 2013.

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Entrevistas

“Si eres mexicano, siempre serás


mexicano”: la importancia de la
identidad binacional

Entrevista con Carlos Manuel Sada Solana,


embajador de México en Estados Unidos*

Natalia Saltalamacchia Ziccardi: Diversos estudios indican que entre


nueve y 12 millones de personas tienen, al mismo tiempo, pasaporte
mexicano y estadunidense. Por esta razón, el gobierno de México ha em-
prendido acciones con el fin de apoyar a los connacionales elegibles para
que puedan adquirir la nacionalidad estadunidense. ¿Cómo se consigue
el balance entre fortalecer los vínculos de los mexicanos con su país de
origen y al mismo tiempo promover su integración en Estados Unidos?
¿Qué gana México con impulsar que los mexicanos residentes elegibles
obtengan la doble nacionalidad?

Carlos Manuel Sada Solana: Nuestra comunidad en Estados Unidos es


muy diversa, ya que está compuesta de 35 millones de mexicanos y mexi-
coestadunidenses. Entre los 11.5 millones de mexicanos de primera ge-
neración, aproximadamente 2.7 millones que cumplen con los requisitos
para convertirse en ciudadanos estadunidenses no lo han hecho. Desde
2015, la embajada y la red consular mexicana desarrollan una campaña
informativa permanente dirigida a esta población y a sus familias.
Para poner en contexto esta campaña de doble nacionalidad, me
gustaría subrayar que los mexicanos son el grupo étnico que menos se

* La entrevista tuvo lugar en el mes de junio de 2016.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 231-237, ISSN 0185-6022
naturaliza. En 2013, sólo 13% de los residentes permanentes que se na-
“Si eres mexicano, siempre serás mexicano”: la importancia de la identidad binacional

turalizaron fueron mexicanos; sin embargo, México es el primer país de


origen entre la población elegible. Las razones para no naturalizarse va-
rían; entre otras, hay poco conocimiento del procedimiento, predomina la
percepción de que el trámite y los exámenes son difíciles, el costo de 680
dólares es elevado y se tiene la creencia de que se pierde la nacionalidad
mexicana.
Por ello, el trabajo de los consulados como facilitadores de información
resulta crucial. Quien haya visitado en años recientes un consulado podrá
dar fe de que además de los servicios tradicionales de documentación y
protección, hay una gama muy amplia de opciones de servicios e informa-
ción desde las Ventanillas de Salud, de Educación y de Atención Integral
para la Mujer, a la par de programas de asesoría legal y educación finan-
ciera. La oportunidad de llegar a la comunidad vía los consulados es única.
Con la campaña de doble nacionalidad se ha integrado la información
sobre el proceso de naturalización a la plataforma de servicios consulares.
Además de distribuir folletos tanto en las sedes consulares como en los
consulados sobre ruedas, se brinda atención y asistencia personalizada con
los abogados consultores de las representaciones consulares y se facilita el
acceso a mecanismos de financiamiento para el pago de las cuotas de regis-
tro. En colaboración con diversas organizaciones, este esfuerzo se multiplica
al canalizar a los connacionales interesados a coaliciones de organismos
no gubernamentales que trabajan en el tema. En forma paralela, se pro-
mueve el registro de los hijos nacidos en Estados Unidos para que obten-
gan el acta de nacimiento mexicana en el consulado. De esta manera se
cumple con el doble objetivo de la campaña: la plena integración de los
mexicanos en Estados Unidos y su vinculación con México.
La ciudadanía estadunidense no sólo otorga un sentido de inclusión en
sus nuevas sociedades, sino que constituye un elemento importante para
ampliar los beneficios y las oportunidades de los nuevos ciudadanos, como,
por ejemplo, evitar ser deportados si en el futuro se llegara a cometer un de-
lito, con la consecuente separación familiar; viajar libremente y permanecer
fuera de Estados Unidos por tiempo indefinido, sin las restricciones de seis
meses que les impone la residencia legal; acceder a puestos de elección po-

232 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 231-237, ISSN 0185-6022
pular y ejercer el derecho al voto; acceder a financiamientos para estudios

Carlos Manuel Sada Solana


profesionales, negocios y viviendas, y ocupar puestos de trabajo que están
reservados para estadunidenses, incluidas las agencias federales.
Entre los lemas de las campañas destacan: “Si eres mexicano, siempre
serás mexicano” y “Protégete, ciudadanía ya”, pues muchos de nuestros
connacionales en Estados Unidos se identifican culturalmente con México
y temen perder ese vínculo o no consideran relevante hacerse ciudadanos.
Por esas razones es fundamental transmitir con toda claridad que la nacio-
nalidad mexicana por nacimiento no se pierde; al contrario, se fortalece el
sentido de identidad binacional al tiempo que se reduce la vulnerabilidad
de los individuos y sus familias.

Natalia Saltalamacchia Ziccardi: ¿Cómo cambia la atención a los mexica-


nos en el exterior frente a la nueva realidad de una tasa de migración cero
o negativa? ¿Qué representa esta tasa desde el punto de vista político? ¿Se
puede pensar en estrategias diferenciadas para la vinculación con la diáspo-
ra de segunda y de tercera generación de mexicanos?

Carlos Manuel Sada Solana: La atención a la comunidad mexicana se tiene


que adaptar a su realidad. Además de la disminución de la tasa de migra-
ción, también se observa que 64% de la población mexicana en Estados
Unidos llegó a este país antes del año 2000. Esto significa que los mexicanos
se han establecido en sus lugares de residencia, participan en la fuerza labo-
ral y en la economía local, pagan impuestos y contribuyen a los programas
sociales estadunidenses. Estos cambios en nuestra comunidad son los que
han motivado nuevas campañas como la de la doble nacionalidad.
La Cancillería y la red consular tienen el reto de diseñar y ofrecer servicios
integrales que cubran necesidades básicas, pero que también resulten de in-
terés para los mexicanos. La nueva realidad se refleja en las mismas familias.
Por citar algunos ejemplos, es común ver familias en las que la madre o el
padre son residentes permanentes o indocumentados y los hijos son estadu-
nidenses, o bien uno de los hijos tiene una regularización temporal a través
del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (daca, por sus
siglas en inglés) y los otros son ciudadanos.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 231-237, ISSN 0185-6022 233
Hay desde luego una estrategia diferenciada en la que se busca catalizar
“Si eres mexicano, siempre serás mexicano”: la importancia de la identidad binacional

los diversos intereses de nuestra comunidad. Para ello, es muy importante


contar con alianzas sólidas a nivel nacional y local. Por un lado, continua-
mos con las organizaciones hispanas con trayectoria de décadas y nos hemos
acercado a organizaciones como la Hispanic Heritage Foundation, cuyo tra-
bajo pone especial énfasis en jóvenes y tecnología, y a otras de creación
más reciente como la United We Dream, la organización más grande de los
dreamers.

Natalia Saltalamacchia Ziccardi: El programa de Ventanillas de Salud, im-


plementado en todos los consulados de México en Estados Unidos, junto con
la Secretaría de Salud, atendió a un millón y medio de personas en 2015. ¿Por
medio de qué mecanismos consigue la red consular llevar servicios de sa-
lud a los mexicanos que carecen de estancia legal?

Carlos Manuel Sada Solana: Las Ventanillas de Salud (vds) son un claro
ejemplo de colaboración interinstitucional y binacional para un fin común:
promover la cultura de la prevención en ambos lados de la fron­tera. Me-
diante este esquema y con el apoyo de la Secretaría de Salud, el gobierno de
México provee financiamiento semilla a organizaciones sin fines de lucro
denominadas agencias fiscales, que trabajan de la mano con los diferentes
consulados de México. A su vez, estas agencias fiscales postulan proyectos
para recibir otros recursos (grants) y de esta forma ofrecen servicios de
salud básicos y gratuitos a la población hispana, por medio de instituciones
de salud: hospitales, clínicas, consultorios comunitarios y otras que se cons-
tituyen en socias de las vds.
Los servicios más importantes de las vds son la asesoría personalizada
y la canalización institucional. De manera permanente personal capacitado
opera en las instalaciones de las representaciones de México que propor-
cionan los socios de las vds; de detectarse complicaciones mayores en la
salud del interesado, se le canaliza a las instituciones hospitalarias para tra-
tamientos de bajo costo, de acuerdo con sus posibilidades económicas.
La realidad actual de nuestra comunidad se refleja nuevamente en la
familia binacional, en la cual coinciden diversas situaciones migratorias e in-

234 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 231-237, ISSN 0185-6022
cluso diversas nacionalidades. Por este motivo, los servicios de las vds están

Carlos Manuel Sada Solana


disponibles para todos sin importar su origen. El apoyo para “navegar” en
el sistema de salud estadunidense resulta muy relevante, pues puede haber
diversas opciones de servicios o cobertura para cada uno de los miembros
de la familia.
Las vds son una muestra de la responsabilidad compartida de los gobier-
nos de México y de Estados Unidos ante el fenómeno migratorio para procu-
rar comunidades sanas. Los resultados hablan por sí mismos del éxito de este
modelo, que se ha replicado y adaptado para atender otros temas de interés
de la comunidad como la educación y la educación financiera. Cabe mencio-
nar que existen algunos estados, como California, que han otorgado cobertu-
ra médica a los jóvenes indocumentados menores de 19 años a partir de mayo
de 2016, en un esfuerzo de integración con sus comunidades migrantes.

Natalia Saltalamacchia Ziccardi: En esta administración casi se ha tripli-


cado el número de capítulos de la Red Global mx, antes Red de Talentos
Mexicanos en el Exterior, de 19 a 50 en tan sólo tres años de gestión. A nivel
mundial, la Red Global mx vincula con México a más de cuatro mil mexica-
nos altamente calificados que viven en el exterior. ¿Qué oportunidades pre-
senta una red de redes como ésta? ¿Cómo contribuye a mejorar la imagen de
México en Estados Unidos?

Carlos Manuel Sada Solana: Los mexicanos en el exterior han encontrado


diversas formas de organización. En Estados Unidos se han visto modelos
de organización comunitaria como los clubes, las federaciones y las con-
federaciones de oriundos, cuya red cuenta con más de mil cuatrocientas
organizaciones y que ha dado paso a estructuras como el Consejo de Federa­-
ciones Mexicanas (Confemex), como mecanismo que aglutina a 16 fede-
raciones de Los Ángeles. En 1996 se fundó en San Antonio la Asociación
de Empresarios Mexicanos (aem), que cuenta con 26 capítulos en Estados
Unidos y cerca de tres mil empresarios. Otra iniciativa es la Red Global mx,
que ha tenido una recepción muy positiva por parte de profesionistas y
mexicanos altamente calificados, no sólo en Estados Unidos sino en otras
regiones como Europa y Asia.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 231-237, ISSN 0185-6022 235
Estas organizaciones han complementado a los grupos comunitarios.
“Si eres mexicano, siempre serás mexicano”: la importancia de la identidad binacional

México cuenta ahora con diferentes redes en las que conviven mexicanos
con perfiles diversos, pero también con intereses en común, como el de
dar a conocer las significativas contribuciones de los mexicanos a Estados
Unidos.
De manera adicional, en Estados Unidos han surgido otros grupos lo­
cales con una amplia convocatoria, de modo que la mayor cantidad de
mexicanos —incluyendo amigos de México— pueda integrarse y participar
en ellos. Destacan la Fundación Iniciativa México Innova, en Los Ángeles;
la Asociación de Profesionistas y Empresarios Mexicanos (apem), en Nueva
York, y el grupo de abogacía Cien Amigos, en Sacramento. Cada uno de
ellos tiene características diferentes. Por ejemplo, México Innova se com-
pone de ocho comités temáticos que van desde jóvenes y emprendedores,
cultura e imagen de México hasta ciencia y tecnología.
Con base en organizaciones como las descritas y en función de las par-
ticularidades de las diferentes regiones y ciudades de Estados Unidos, que
cuenten con presencia o concentración de mexicanos u organizaciones
mexicoestadunidenses, es posible establecer grupos u organizaciones simi­
lares para lograr la formación de una amplia y vigorosa “Red de Redes”.
En este esquema no hay un modelo único de organización, sino grupos
ad hoc flexibles e incluyentes. Es importante que haya comunicación entre
estos grupos y que sus esfuerzos estén coordinados para que se incorpo-
ren a la “Red de Redes”. La Red Global mx, México Innova, la apem y otras
organizaciones serán parte de este esquema, cada una con su propia orien-
tación, pero todas con un gran objetivo común: tener su propia identidad
a nivel local, pero también de manera coordinada a nivel nacional. Cada
grupo conoce sus principales fortalezas y a sus aliados locales, por lo que
en conjunto poseen un gran potencial de influencia nacional si trabajan en
forma coordinada.

Natalia Saltalamacchia Ziccardi: ¿De qué manera la embajada y la red con-


sular en Estados Unidos pueden contribuir a generar una narrativa positiva
sobre la migración y los migrantes en Estados Unidos?

236 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 231-237, ISSN 0185-6022
Carlos Manuel Sada Solana: México tiene la red consular más grande de

Carlos Manuel Sada Solana


un país en otro. Hay 50 consulados en Estados Unidos que a su vez son vo-
ceros oficiales y promotores de México. Además, contamos con miles de
aliados y amigos de México en la comunidad. Entre todos, continuaremos
difundiendo las importantes contribuciones de México y los mexicanos. Asi-
mismo, seguiremos acercándonos a otros públicos, como las autoridades
locales, las instituciones educativas, los actores económicos y los medios de
comunicación, y vinculándonos con organizaciones de mexicoestaduniden­
ses, para dar a conocer nuestra narrativa e historia. México no debe ser nunca
más el “villano favorito” ni el chivo expiatorio. México es un país con respon-
sabilidad global que cuida a sus nacionales en el exterior y procura su integra-
ción y empoderamiento para su propio beneficio y el de las comunidades
de destino y origen.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 231-237, ISSN 0185-6022 237
Migración mexicana
a Estados Unidos

Imágenes de una comunidad en ciernes


a mediados del siglo xx: betabeleros
de origen mexicano en Michigan

Adda Jacqueline Morán Rosas

En 1990 la Secretaría de Relaciones Exteriores creó el Programa para las


Comunidades Mexicanas en el Exterior (pcme), una medida que significó
un giro trascendental en la concepción de la relación entre el gobierno de
México y la comunidad mexicana en Estados Unidos. Se trató de una es-
trategia de acercamiento que fue más allá del ejercicio consular tradicional
y adquirió un carácter pragmático con mecanismos institucionales vincu-
lantes y de naturaleza permanente, por medio de la cual se pusieron en
marcha programas culturales, deportivos, de desarrollo económico, edu-
cación, organización comunitaria y salud, entre otros. En suma, el pcme
significó un avance en la institucionalización de la relación del gobierno
mexicano con las comunidades migrantes en Estados Unidos al ofrecer-
les más servicios y establecer canales nuevos de comunicación con ellas.
Cabe recordar, sin embargo, que dicho esfuerzo formó parte de las polí-
ticas de protección y atención a los mexicanos en el exterior que México
había comenzado a implementar desde mucho tiempo atrás.
La migración mexicana a Estados Unidos es hoy uno de los flujos mi-
gratorios más importantes del mundo y sus antecedentes se remontan al
establecimiento oficial de las fronteras entre ese país y México en el artícu-
lo V del Tratado de Guadalupe-Hidalgo. Desde entonces, el gobierno de
México ha puesto en marcha diversas acciones e iniciativas para mejorar
la calidad de vida y la protección de sus connacionales en el extranjero,
cada una de las cuales correspondió a las necesidades de su tiempo.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 239-258, ISSN 0185-6022
Con esta sección histórica se pretende ilustrar que la organización
Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

comunitaria de los mexicanos en Estados Unidos y sus vínculos con el


gobierno de México, mediante la actividad consular, son de larga data y
se han ido construyendo paulatinamente. Mediante el trabajo de archivo, se
recupera el caso de los trabajadores agrícolas mexicanos que emigraron
durante la primera mitad del siglo xx para contratarse en los campos de re-
molacha azucarera del estado de Michigan, Estados Unidos, quienes con
el tiempo pasaron a formar parte de la fuerza de trabajo de la potente in-
dustria automotriz. Las imágenes que acompañan al texto dan cuenta de
sus viviendas, lugares de trabajo, actividades sociales y culturales.1

Una comunidad de mexicanos en Michigan

Después de 1870 se registraron los primeros flujos migratorios significati-


vos de mano de obra mexicana a Estados Unidos, sin embargo, es a partir
de los años de la Revolución mexicana cuando se registra una mayor mi-
gración mexicana a ese país y, en particular, a Michigan.2 Motivados en
principio por la pobreza generada por la Revolución y la búsqueda de
nuevas oportunidades miles de mexicanos llegaron a Michigan entre los
años de 1910 y 1930, atraídos por la oferta de trabajo disponible generada
para trabajar en la construcción de vías férreas y por el rápido desarrollo
de la industria agrícola, entre otras, la de la remolacha azucarera (beta-
bel, en adelante). Grandes corporaciones relacionadas con la siembra y el

1 Los documentos pertenecen a los archivos de Public Libraries of Saginaw y The Library
of Congress. El Instituto Matías Romero y la autora agradecen a estas instituciones las
facilidades para el acceso a sus archivos históricos.
2 En general, la expansión industrial de las primeras décadas del siglo xx y el estallido de
la Primera Guerra Mundial estimularon en Estados Unidos la contratación de mexicanos
y mexicoestadunidenses establecidos en Texas para trabajar en los campos agrícolas de
California; la cosecha del betabel (remolacha) en Colorado y Michigan; los campos de algo-
dón en Texas; las minas de cobre de Arizona y Nuevo México; las empacadoras de carne en
Chicago, Illinois; las fundidoras de acero en Pensilvania y Nueva York; las minas de carbón
en los Apalaches; la construcción de vías férreas en todo el país e, incluso, para la recién es-
tablecida industria automotriz en Detroit.

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procesamiento de betabel para la industria azucarera, entre ellas, Alma Su-

Adda Jacqueline Morán Rosas


gar, Columbia Sugar, Continental Sugar, Isabella Sugar y Michigan Sugar,
promovieron la contratación temporal de campesinos, lo que propició la
incorporación de los mexicanos a la economía estatal, aunque su trabajo
estaba sujeto a las estaciones agrícolas.
Según documentos oficiales, el primer tren que transportó a trabajado-
res agrícolas mexicanos exclusivamente para la producción de betabel llegó
a Michigan en la primavera de 1915 y para 1920 había ya casi cinco mil
mexicanos en diferentes zonas del estado. A estos trabajadores, que pa-
saron a formar parte del proletariado agrícola estadunidense, se les llamó
betabeleros. Para la década de 1940, la actividad agrícola del estado se había
diversificado y los mexicanos comenzaron a trabajar también en la pizca de
arándanos, cerezas, espárragos y manzanas. Se asentaron en las ciudades
aledañas a estos cultivos y formaron colonias que se consolidaron durante
el periodo del Programa Bracero (1942-1964).
A mediados de la década de 1920 llegó a Michigan la segunda oleada
de mexicanos, principalmente porque huían de la persecución cristera. La
mayoría llegó con la idea de seguir trabajando en la agricultura o en la cons-
trucción de las vías férreas, aunque más tarde se trasladaron a Detroit y otras
ciudades. Sus perfiles laborales se ampliaron y llegaron a desempeñarse
como comerciantes y trabajadores industriales.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, con el desarrollo de la industria
automotriz aumentó el número de mexicanos en Michigan, que se asenta-
ron en ciudades como Detroit, Flint y Pontiac, donde se ubicaban la mayoría
de las empresas relacionadas con dicha industria. Cabe mencionar que para
1915 Detroit se había consolidado como el centro manufacturero automo-
tor de Estados Unidos, puesto que las tres grandes —General Motors, Ford
Motor Company y Chrysler— establecieron sus oficinas corporativas en la
ciudad y sus zonas conurbadas. Entre 1918 y 1935 había 3235 mexicanos
empleados en las plantas de la Ford. De esta forma, Detroit se convirtió en
el “pequeño México”, en virtud del tamaño de la colonia mexicana que para
ese momento era ya de trabajadores permanentes. El barrio donde se asen-
taron, en el suroeste de la ciudad, recibió el nombre de Mexicantown, como
hasta ahora se le conoce y donde siguen viviendo la mayoría de mexicanos.

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El Mexicantown se convirtió en un foco cultural y sus tiendas y barberías
Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

funcionaban como centros sociales. En 1920, en el Detroit Sunday News


apareció una nota en la que se mencionó que la comunidad mexicana, con-
formada por hombres y mujeres talentosos “traídos de su país nativo por
la interminable serie de revoluciones”, había organizado en la ciudad un
festival para cantar, bailar y jugar.3 En 1923 se abrió la parroquia de Nues-
tra Señora de Guadalupe, lo que para muchos representó la consolidación
del “esqueleto institucional” de un cuerpo permanente de mexicanos en
Detroit. Más tarde, en los años sesenta y setenta la comunidad mexicana se
haría presente en movimientos sociales y organizaciones cívicas que em-
prendieran la defensa de sus intereses y consolidaron su presencia cultural
en las comunidades en las que vivían.
En el ámbito de la práctica consular de protección, en las primeras cua-
tro décadas del siglo xx las funciones consulares se centraron en una aten-
ción casuística más que en una política integral de defensa de los derechos
de los migrantes mexicanos. Sin embargo, en los registros del Archivo His-
tórico Genaro Estrada de la Dirección General del Acervo Histórico Diplo-
mático de la sre hay ejemplos de casos aislados en los que los mexicanos
establecidos en Michigan solicitaron la protección y la ayuda del consulado
ante injusticias laborales o migratorias.4
A principios de la década de los treinta, como consecuencia de la Gran
Depresión y el subsiguiente colapso de la industria automotriz, miles de
mexicanos perdieron su empleo. Este periodo es uno de los que más ejem­
plifica la práctica consular de protección a favor de los migrantes. Según
algunos documentos de la época, el cónsul de México en Detroit, Ignacio

3 James L. Devlin, “A Little Bit of Old Mexico Right Here in Detroit”, Detroit Sunday News,
5 de septiembre de 1920.
4 En 1824 abrió el Consulado General de México en Nueva York. Ofrecía sus servicios a los
mexicanos residentes en Michigan y Ohio. Al extenderse la presencia mexicana en la re-
gión, se inauguró en 1920 el consulado de carrera de México en Detroit, que en 1940 pasó
a formar parte de la jurisdicción del consulado general de México en Chicago. Hasta 2001,
la representación en Detroit atendía a los mexicanos que residían en el estado de Ohio. La
circunscripción actual del consulado de México en Detroit abarca al estado de Michigan y
la parte norte de Ohio.

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Batiza, ayudó con la repatriación de los mexicanos tras infructuosos esfuer-

Adda Jacqueline Morán Rosas


zos por detenerla. Para ello contó con el apoyo del pintor Diego Rivera,
quien en ese momento trabajaba en el mural Detroit Industry. Además de
ayudar a recaudar fondos, la participación de Rivera fue fundamental para
que las agencias gubernamentales estadunidenses les dieran mejor trato a
los repatriados y desempeñó un papel decisivo en la fundación de la Liga de
Obreros y Campesinos, cuyo objetivo era asistir al cónsul para proteger el
bienestar y los derechos laborales de los mexicanos.
Ahora bien, desde principios del siglo xx la comunidad mexicana en
Michigan ya se organizaba, aunque su forma de hacerlo y de vincularse con
México respondía a situaciones particulares. Al establecimiento y la con-
solidación de colonias mexicanas en diferentes ciudades de Michigan le
siguió el surgimiento de sociedades de ayuda y mutualistas, cuyo objetivo
era asistir a los mexicanos necesitados y preservar su cultura; por su parte,
el consulado fungía como enlace con las autoridades locales y participaba
en los eventos culturales que organizaban estos grupos.
La comunidad mexicana también estableció clubes sociales, religiosos y
de fraternidad, que llegaron a formar parte integral de su vida y cuyo prin­ci­-
pal motivo era reproducir las costumbres de sus lugares de origen. Por ejemplo,
los bailes, las fiestas, la elección de una reina para los festejos del 16 de Septiem-
bre y el 5 de Mayo, el Día de la Virgen de Guadalupe, las posadas, las bodas y
los bautizos. Todas estas festividades se celebraban al estilo mexicano.5
El registro oficial del primer festival cultural data de 1920 y fue para ce-
lebrar a la Virgen de Guadalupe. Además, como ya se mencionó, la co-

5 La primera organización de ayuda de la que se tiene antecedentes en Michigan es la So-


ciedad Católica Mexicana, instituida en 1920 por el padre Juan Pablo Alanís, fundador de
la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Detroit. Otras organizaciones con fines
sociales y cívicos fueron: el Círculo Mutualista Mexicano, fundado bajo el amparo de la
St. Mary’s Church; la Sociedad de Damas Católicas; la Sociedad de San José, y la Cruz
Azul Mexicana. Entre las organizaciones que promovían la preservación de la cultura y
herencia mexicanas estaban el Centro Cultural, el Comité Patriótico —que existe hasta
nuestros días en Detroit—, Obreros Unidos Mexicanos, el Club Artístico Femenino, el
Club Latinoamericano, la Sociedad Guadalupana, el Centro Español, el grupo de baile
de Corktown, la compañía de teatro Actores Católicos Mexicanos, el Comité Democráti-
co, el American GI Forum y el Post 505 de los veteranos de guerra extranjeros.

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munidad celebraba las fiestas patrias, organizaba pláticas con el cónsul,
Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

coronaba reinas de belleza, entre otros eventos a los cuales se invitaba a los
funcionarios consulares. Incluso, algunos historiadores señalan que donde
había un grupo significativo de mexicanos, se constituía una Comisión Ho-
norífica Mexicana, siempre cerca del consulado para facilitar el acceso de
la comunidad a los servicios consulares. Las más representativas y antiguas
fueron las conformadas en Detroit y Saginaw. La formación de estas organi-
zaciones es un testimonio de que la comunidad mexicana se había asentado
de manera permanente en el estado y de que buscaba mantener lazos con
el consulado. En Michigan, esta relación comunidad-consulado se fortalecía
a medida que la población mexicana aumentaba.
Por otra parte, durante las décadas de los años cincuenta y sesenta los
medios informativos en español aumentaron, al igual que los centros de
entretenimiento para la comunidad mexicana en la ciudad de Detroit; tal
fue el caso del Cine Azteca y el Cine Álamo, que en la actualidad ya desa­
parecieron. También en esos años comenzaron a circular periódicos como
El Informador, Noticias, El Heraldo y a transmitirse programas de radio en
estaciones como wpag (Ann Arbor) y wqte (Monroe), medios que también
contribuyeron a difundir las celebraciones culturales y religiosas de la co-
munidad mexicana y las noticias del consulado.
Los mexicanos que se asentaron en Michigan buscaron, desde su llega-
da, mantenerse unidos por medio de la recreación de determinadas prác-
ticas culturales o religiosas, ya sea para compartir valores comunes como
mecanismo de supervivencia en una sociedad ajena —frente al rechazo in-
terétnico que muchos grupos enfrentaron en diferentes ciudades— o para
mantener el vínculo con sus orígenes. Por ejemplo, numerosas casas de asis-
tencia tenían, por lo general, nombres de las provincias o ciudades de donde
provenían los dueños o trabajadores (entre otras, La Michoacana, La Oaxa­
queña, Ocotlán y San Ángel) y en ellas se solía albergar a familiares o pai-
sanos provenientes de la misma región, con objeto de reducir gastos y
apoyarse mutuamente, lo que ponía de manifiesto la existencia de redes
migratorias.
Hay, para concluir, indicios históricos que demuestran que las prácticas
culturales y religiosas sirvieron para estimular la unión de la comunidad y su

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acercamiento con el consulado y viceversa. Si bien no se puede afirmar que

Adda Jacqueline Morán Rosas


ello haya respondido a una estrategia de organización comunitaria planea-
da o estructurada por ninguna de las partes, sí demuestra que el consulado
de México en Detroit estuvo presente en el devenir histórico de la comu-
nidad mexicana que llegó a Michigan, no sólo con acciones de protección
consular per se, sino también por medio de relaciones que sirvieron para
mantener los vínculos entre esa comunidad y México.

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Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

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Betabelero mexicano, Saginaw, Michigan.
John Vachon [fotógrafo], agosto de 1941, Library of Congress, Prints & Photographs Division, Farm Security Administration/
Office of War Information Collection (fsa/owi Collection), LC-USF34-063704-D, 2016.
Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 239-258, ISSN 0185-6022
Esposa e hijos de betabelero mexicano, Saginaw, Michigan.
John Vachon [fotógrafo], agosto de 1941, Library of Congress, Prints & Photographs Division, fsa/owi
Collection, LC-USF34-063705-D, 2016.

247
Adda Jacqueline Morán Rosas
Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

Esposa e hija de betabelero mexicano en una cocina compartida en una casa en los campos
de cultivo de Saginaw, proyecto de la Farm Security Administration (fsa), Michigan.
John Vachon [fotógrafo], agosto de 1941, Library of Congress, Prints & Photographs
Division, fsa/owi Collection, LC-USF34-063722-D, 2016.

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Adda Jacqueline Morán Rosas

Familia de betabeleros mexicanos, Saginaw, Michigan.


John Vachon [fotógrafo], agosto de 1941, Library of Congress, Prints & Photographs Division,
fsa/owi Collection, LC-USF34-063888-D, 2016.

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Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

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Alma Sugar Company, Alma, Michigan, c. [¿1901?].
Library of Congress, Prints & Photographs Division, Detroit Publishing Company Photograph Collection, LC-DIG-det-4a09394, 2016.
Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 239-258, ISSN 0185-6022
Interior de una casa que la Michigan Sugar Company rentaba a trabajadores mexicanos, condado de Saginaw, Michigan.
John Vachon [fotógrafo], agosto de 1941, Library of Congress, Prints & Photographs Division, fsa/owi Collection, LC-USF34-063890-D, 2016.

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Adda Jacqueline Morán Rosas
Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

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Esposas de betabeleros mexicanos, condado de Saginaw, Michigan.
John Vachon [fotógrafo], agosto de 1941, Library of Congress, Prints & Photographs Division, fsa/owi Collection, LC-USF34-063889-D, 2016.
Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 239-258, ISSN 0185-6022
Inmigrantes en una clase de inglés impartida por personal de capacitación del Departamento del Trabajo en la fábrica
de la Ford Motor Company, Detroit, Michigan, entre 1909 y 1932.
Library of Congress, National Photo Company Collection, LC-DIG-ds-03125 (archivo digital del original) y LC-USZ62-99925, 2016.

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Adda Jacqueline Morán Rosas
Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

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En la iglesia una mañana de domingo. Colección personal de Raquel González, [s/a].
Public Libraries of Saginaw, Family Collection, LASD010, 2016.
Adda Jacqueline Morán Rosas
Robert Ruiz, Catalina Ruiz y María Ruiz pizcando papas en Munger, Michigan.
Colección personal de Elena Ruiz Sánchez, [s/a], Public Libraries of Saginaw,
Family Collection, LASD179, 2016.

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Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del siglo xx: betabeleros de origen mexicano en Michigan

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Grupo de mujeres de la iglesia. Abuela Concepción Verdusco (primera a la derecha en la fila superior).
Colección personal de Ricardo V. Romero, [s/a]. Public Libraries of Saginaw, Family Collection, LASD147, 2016.
Adda Jacqueline Morán Rosas
“Mi comunión”, Guadalupe Villarreal; la madrina T. Olivera y el padre T. LaMarra en la Iglesia
de San José, Saginaw.
Colección personal de Guadalupe Guevara, 1956, Public Libraries of Saginaw,
Family Collection, LASD066, 2016.

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Corte de la reina. De izquierda a derecha: Jesse Bársenas, Reina Castañón, John López, Belia García, Richard Orozco,
la reina Elena Sánchez, Josie Flores, Robert Rodríguez, María Barrios García.
Colección personal de Elena Ruiz Sánchez, 1957, Public Libraries of Saginaw, Family Collection, LASD195, 2016.
Reseñas

Henry Kissinger, World Order: Reflections on the Character


of Nations and the Course of History, Londres, Allen Lane,
2014, 420 pp.

Para quienes conocen la trayectoria de Henry Kissinger, es indudable que


la vida del diplomático estadunidense, recopilada en la extraordinaria bio-
grafía escrita por Niall Ferguson, Kissinger: 1923-1968: The Idealist (2015),
ha sido una buena e inusual combinación de reflexión y práctica de las rela-
ciones internacionales. El nonagenario Kissinger ha trabajado en las últimas
décadas para ofrecer una síntesis de sus experiencias a través de sus memo-
rias, así como una reflexión más teórica de lo que ha sido su pensamiento
con Diplomacia (1994), una combinación de ambas en On China (2011) y
el libro del que ahora nos ocupamos.
Existe un apasionado debate sobre la frontera entre el orden y la estabi-
lidad global, y el desorden y el caos. Por un lado están los que argumentan
que predomina un clima de estabilidad relativa, caracterizada por intercam-
bios económicos a nivel global, instituciones internacionales funcionales e
interconectividad entre regiones geográficamente distantes. Por la otra, hay
defensores de la idea de que vivimos en un mundo en desorden, un mundo
en el que los conflictos tanto al interior como allende las fronteras de los
países van en aumento, las situaciones de vulnerabilidad y violencia son
cada vez más marcadas y el sistema internacional resulta tan ineficaz como
insuficiente para afrontar los problemas en cuestión.
En este contexto resulta muy relevante la lectura de World Order. La
prolífica obra del que fuera asesor de seguridad nacional de Richard Nixon
y también secretario de Estado durante el último año de esa presidencia

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 259-266, ISSN 0185-6022
y toda la de Gerald Ford culmina (a menos que el diplomático dé otra
Reseñas

sorpresa) con este libro. El texto se podría describir como una mezcla en-
tre un manual de relaciones internacionales, algunos apuntes propios de
unas memorias y una lección de realpolitik.
Kissinger revisa, con relativo detalle, la relevancia de las estructuras
que ha adoptado el sistema internacional en distintos momentos de la his-
toria, y explora varias interpretaciones del concepto de orden, aunque se
centra en la díada: equilibrio-hegemonía. El libro resulta revelador desde
el inicio porque a pesar de ser profundamente occidental en sus concep-
ciones demuestra el sesgo que los estudios internacionales han tomado en
su caracterización del orden mundial. La línea dominante se ha enfocado
principalmente en la geopolítica occidental y se ha excluido el estudio de
visiones de orden que preexisten (o coexisten) a la formación del sistema
europeo (singularmente China); por ello, esta aportación es incluyente y
novedosa.
La primera de las premisas propuestas por Kissinger es que no hay un
único concepto de orden. Su definición de orden es variable, pues está es-
trechamente ligada a la cultura e historia del país o la región en cuestión.
Concede que el orden es una serie de normas y reglas que, al ser aceptadas
e impuestas por los involucrados, crearán un equilibrio de poder, o bien el
orden lo impone un actor con suficiente fuerza para hacer valer su visión.
Kissinger estudia cuatro tipos de orden, a saber: el derivado de la Paz de
Westfalia, el islámico, el asiático y, por último, el híbrido estadunidense. Re-
visa aspectos de la formación, la aplicación y el desarrollo del concepto de
orden. No se trata en estricto sentido de estudios de caso a los que aplica el
mismo marco analítico; más bien compila reflexiones históricas y políticas
desde cuatro perspectivas de orden global.
Las nociones de orden estudiadas por Kissinger (westfaliano, islámico,
asiático y estadunidense) distan una de la otra por tres grandes razones: a) la
unidad sobre la cual se sustenta el concepto de orden varía (estatal en Asia,
onfalocéntrica en Estados Unidos, comunitaria en Medio Oriente); b) los
principios que sustentan la idea de orden cambian (no intervención para
Asia, de ideales compartidos en Estados Unidos, pertenencia y credo en Me-
dio Oriente), y c) la manera de garantizar el sustento del orden (organiza-

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ción regional en Asia, equilibrio de poder en Estados Unidos, involucra-

Elena Curzio Vila


miento en Medio Oriente).
La doble condición del autor (judío alemán y estadunidense) explica
sus dos grandes obsesiones y las dos grandes líneas discursivas del libro:
la admiración por el sistema de orden europeo que establece Westfalia y
posteriormente el Congreso de Viena (así como una suerte de nostalgia por
esa época dorada de la diplomacia), y su firme convicción en el excepcio-
nalismo estadunidense.
La obra comienza con una recapitulación de la construcción del orden
europeo como consecuencia de la firma de la Paz de Westfalia en 1648, que
marcó el fin de la Guerra de los Treinta Años. Tras un breve recuento histórico
de los motivos y el contexto que llevó a las naciones europeas del siglo xvii
a firmar el Tratado de Westfalia (en realidad se debería referir a ellos en
plural), el autor establece el tono que prevalecerá a lo largo del libro: la Paz
de Westfalia es la primera y probablemente última vez (hasta la fecha) en
la que un colectivo de naciones ha conseguido establecer un orden condu-
cente a una paz y estabilidad duraderas. Kissinger hace un recuento de los
factores de inestabilidad y las amenazas que ha enfrentado el sistema euro-
peo, así como de la visión de los grandes héroes y villanos que dieron forma
a la política europea (Richelieu, Metternich, Tayllerand y Bismark) desde la
firma de la Paz de Westfalia hasta la del Tratado de Versalles.
Kissinger alaba la fluidez y el pragmatismo que caracteriza tanto a la
Paz de Westfalia como al Congreso de Viena y critica duramente a Versa-
lles por su revanchismo. En este primer capítulo se asienta la base analí­tica
y comparativa para los siguientes, al subrayar que la vitalidad del orden
internacional westfaliano es reflejo del equilibrio que existe entre la legiti­
midad, el equilibrio de poder y el énfasis relativo que se le otorga a cada uno
en el sistema.
La segunda parte de la obra se enfoca en el recuento de la formación y
la expansión del Islam y la construcción de un orden basado en la idea de
umma o comunidad en los Estados de credo islámico. Kissinger explica
de manera somera que históricamente el orden islámico ha creado una
cohesión basada en la pertenencia a la umma (comunidad de creyentes).
Cualquier persona o Estado no creyente ni es ni puede formar parte de la

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 259-266, ISSN 0185-6022 261
comunidad de orden y queda fuera del sistema. La convivencia armónica de
Reseñas

lo diverso o el reconocimiento de los otros como iguales (pilar de Westfalia)


es inviable. La sección que Kissinger dedica al orden islámico y a Medio
Oriente tiene tintes de comparación. Es más, parece en algún punto un
intento fallido de darle una oportunidad a esta visión de orden, que, al fin
y cabo, se descarta velozmente porque conduce al callejón sin salida de la
exclusión de lo diverso. De igual manera, evita comentar sobre el conflicto
palestino-israelí y el reto que plantea al orden en Medio Oriente, lo que
quizás pueda leerse como un gesto de cautela para no crear incomodidades
en ciertos sectores y personas de la vida política de su país.
Es muy interesante, en cambio, cuando trata la disyuntiva de Irán: si
se adaptará progresivamente al orden internacional o, si por el contrario,
optará por una senda solitaria con el fin de refrendar su posición, no de Es-
tado, sino de causa. Los principios sobre los que el ayatolá Jomeini fundó la
Revolución iraní de 1979 y sobre los que se basa la idea del orden islámico
consideran que los Estados nación son obstáculos en la misión de convertir
a los herejes. Sin embargo, el nuevo gobierno iraní abre para Estados Uni-
dos una posibilidad de acercamiento inédito. En vista de los retos comunes
como enfrentar al Estado Islámico (isis, por sus siglas en inglés), trabajar con
Irán resulta clave para la relación bilateral, así como para la regeneración
de la imagen y el control de daños del gigante norteamericano en la región.
Siguiendo el principio de realpolitik que ha caracterizado la línea discursi-
va de Kissinger a lo largo de los años, Estados Unidos debería repensar su
estrategia con Irán en el corto, mediano y largo plazo. Este tema se torna
todavía más interesante en vista de la firma del Joint Comprehensive Plan of
Action, suscrito por E3/EU+3 (Francia, Alemania, Reino Unido, China, Rusia
y Estados Unidos) con la República Islámica de Irán, que aún no había teni-
do lugar cuando World Order: Reflections on the Character of Nations and
the Course of History fue publicado. Parece que Irán se acerca más al prime-
ro de los supuestos planteados por Kissinger, de un principio de adaptación
progresiva. La cautela, sin embargo, obliga a dejar que el tiempo asiente lo
que parecen buenas (y prometedoras) intenciones.
El tercer concepto de orden que Kissinger pone bajo su lupa es el asiáti-
co, dividido a su vez en cuatro grandes vertientes asimétricas:

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n En la primera, en una reflexión meramente conceptual, Kissinger hace

Elena Curzio Vila


hincapié en la diferencia de conceptos de orden al interior de los países
que integran Asia. La idea de Asia es una construcción occidental, no
existe homogeneidad en términos ideológicos, religiosos, culturales
y políticos entre los países de la región. Hablar de un orden asiático
parece redundante y casi pretencioso; sin embargo, Kissinger desafía
esta lógica y declara que Asia, como se le conoce hoy, es lo más cer-
cano al modelo de orden westfaliano de 1648: un sistema en el que
el Estado es la unidad básica de la política nacional e internacional,
en yuxtaposición con la visión islámica de orden. Basado en la no in-
tervención y el cumplimiento de reglas y políticas de organizaciones
internacionales, el asiático es un orden sustentado por organismos
económicos y sociales regionales e interregionales. Kissinger argu-
menta que la diplomacia asiática (westfaliana) no se da sino hasta la
segunda mitad del siglo xx, con los procesos de descolonización, a pe-
sar de que la inserción de la región al orden internacional es producto
de la colonización.
n La segunda vertiente es la de Japón. Tras una breve pero concisa recapi­
tulación de la historia de ese país y de su involucramiento con actores
del sistema internacional, Kissinger da una fugaz idea de cómo ve Japón
el mundo. Discurre sobre la reconstrucción ideológica que ese país ex-
perimentó durante el siglo xx y concluye con la capacidad japonesa
de entender que el futuro depende en gran medida de su capacidad de
adaptarse al orden global vigente.
n La tercera trata de India. En sus 20 páginas el autor se enfoca en el Artha­
shastra, el tratado hindú sobre el que India ha basado su visión del orden
global y su estrategia de gobierno en materia económica, militar y de
política exterior. El Arthashastra (como el concepto de orden islámico)
es expansivo y busca conquistar todos los Estados que forman parte del
llamado “círculo de Estados” y así superar el equilibrio de poder para
gobernar y controlar de manera unilateral. Tras su independencia, y de
manera similar a Japón, India, en su intento por adaptarse a un sistema
de orden global, desarrolló una doctrina de seguridad regional basada
en principios de orden internacional abstractos.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 259-266, ISSN 0185-6022 263
n 
La cuarta y principal vertiente es China. Innegable sinófilo, Kissinger
Reseñas

cuenta sobre el arduo proceso de adaptación y acomodo de China al


sistema internacional, algo que el gigante asiático no olvida. Tradicional­
mente un país aislado, China controló un sistema de orden propio, vigente
durante siglos, un sistema indiscutiblemente conceptual, regido por la
idea de China como ombligo del mundo. Este concepto ha cobrado fuerza
en los últimos años en vista tanto del crecimiento y desarrollo del país,
como de la oportunidad (aunque lejana todavía) que se le presenta para
tomar la batuta y dirigir la orquesta planetaria. Kissinger, pragmático
acérrimo, insiste en la importancia de acomodar de manera permanente
a China en el orden internacional westfaliano, sobre todo en vista de
que el gigante asiático intenta conciliar la visión tradicional de sí mismo
como el único gobierno soberano, con la nueva, como una potencia
contemporánea del sistema del que con reservas forma parte.

La culminación, en términos de análisis, se alcanza cuando se centra en


Estados Unidos. La convicción del autor de lo imprescindible que resulta
la nación norteamericana, del llamado excepcionalismo estadunidense, es
central. Kissinger analiza el papel de Estados Unidos como principal pro-
motor del orden del sistema global durante el último siglo, y hace votos
para que recobre su papel de líder, no con el fin de sancionar o castigar,
ni para incursionar en proyectos que califica de wilsonianos, de evange-
lización política. La idea que el autor preconiza es que Estados Unidos
co­bre relevancia como garante del éxito del proyecto de reconstrucción
del sistema de orden internacional. Se debe descartar la idea de exportar
preceptos de democracia y respeto a los derechos humanos asumibles por
todos como condición previa, y retomar el papel de garante de equilibrio
con el fin de evitar la guerra (muy diferente al de garantizar la paz). La
estrategia del diplomático es tremendamente realista y pragmática, dado
que resulta cada vez más complicado adoctrinar cuando uno no predica
con el ejemplo.
El autor hace un balance de la política exterior de Estados Unidos en las
últimas décadas, incluida la época de George W. Bush, en la que su persona
fue ampliamente criticada (por su apoyo a la invasión en Iraq). Repasa la

264 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 259-266, ISSN 0185-6022
búsqueda de un término medio de un péndulo que tiene en un extremo

Elena Curzio Vila


un pragmatismo limitante y en el otro un idealismo devastador. Más que una
reflexión sobre un concepto de orden estadunidense, Kissinger revisa los
errores y aciertos de Estados Unidos como líder global, y plantea las disyun-
tivas y los retos que enfrenta hoy (y enfrentará en el futuro cercano). Asi-
mismo advierte sobre las consecuencias de no atender los problemas que
enfrenta la comunidad internacional, las sonoras disonancias y el crecien-
te número de conflictos entre actores. En suma, previene que el sistema no
se va a arreglar solo, que el orden hay que trabajarlo, el mundo no se reaco-
moda sin estímulos ni compromisos.
En esta muy útil e importante obra hay temas que resultan sintomática-
mente ausentes. El primero es la omisión de América Latina y África, dos
regiones esenciales desde la perspectiva demográfica e importantes desde
la económica. El segundo es el del papel que desempeñarán actores no
gubernamentales en la reconfiguración del orden global westfaliano que
el autor propone (dado que no se ha tenido la capacidad de encontrar un
orden sustituto que cumpla con las mismas funciones). Aunque en algún
momento menciona el reto que representan organizaciones como isis, el
diplomático no discute cómo la nueva reconfiguración del antiguo orden
europeo (que tanto admira) absorberá a actores tan diversos y variados. No
hay espacio para ellos en este orden, ya que no los contempla y no discurre
sobre cómo pueden hacer su espacio, o si lo conseguirán. La última gran
omisión del análisis es el papel que jugará el desarrollo tecnológico en el fu-
turo. Kissinger, a mi juicio, no le otorga el peso e importancia proporcional
a la función que éste juega y jugará en el orden y el sistema global.
El libro termina paradójicamente con un comienzo para el lector. El de
reflexionar sobre la forma que tomará el orden del siglo xxi. Existen tres
dimensiones del orden global que presentan problemas según el autor: la
naturaleza del Estado (la erosión que ha tenido ha sido enorme), la dispa-
ridad entre la evolución del sistema económico internacional y el político,
y la falta de un mecanismo efectivo de diálogo para las grandes potencias.
En el fondo propone, con cierta melancolía, un regreso a un sistema
westfaliano, casi como un canto de añoranza del antiguo sistema regentado
por viejos estadistas y diplomáticos profesionales, que reconozca los retos

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 259-266, ISSN 0185-6022 265
y cambios del siglo xxi, pero que tenga como base los preceptos de 1648,
Reseñas

reglas claras y una estrategia de implementación efectiva.


Kissinger cierra su libro de manera magistral con una batería de pregun-
tas que un hombre con su trayectoria política y académica puede formu­lar
con pertinencia, pues están en la raíz de toda estrategia de política exterior:
¿Qué se quiere prevenir por los medios que sean y sin apoyo, si es nece-
sario? ¿Qué se quiere conseguir aunque no exista ningún apoyo? ¿Qué se
quiere conseguir o prevenir sólo en el caso de tener apoyo? ¿En qué no
hay que involucrarse aunque se pida apoyo? ¿Cuáles son los valores que se
desean promover y cuáles son dejados a las circunstancias?
Esta obra es una lectura imprescindible para quien desee entender con-
ceptos del orden internacional global, así como su desarrollo en el futuro
y el legado intelectual de un hombre del siglo xx que sigue reflexionando
bien entrado el xxi.

Elena Curzio Vila

266 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 259-266, ISSN 0185-6022
Kelly Lytle Hernández, ¡La Migra! Una historia de la Patrulla
Fronteriza de Estados Unidos, trad. de Gerardo Noriega Rivero,
México, Fondo de Cultura Económica (Sociología), 2015, 475 pp.

El estudio de la historia de las relaciones entre México y Estados Unidos es


complejo. En esta relación bilateral en la que intervienen múltiples factores,
la complejidad es tal que resulta a veces laberíntica, muy difícil de asir y de
encontrar un hilo conductor. Esto último es en mi opinión el principal méri-
to del trabajo de Kelly Lytle Hernández: haber encontrado en la historia de
la Patrulla Fronteriza el hilo conductor que permite avanzar y profundizar
en el conocimiento de la relación entre México y Estados Unidos. En el aná-
lisis se descubre hasta qué punto la Migra —como popularmente se conoce
a la Patrulla Fronteriza— se convirtió en una institución fundamental en la
construcción de la frontera.
La mayor contribución metodológica de esta obra es el amplio uso de
fuentes originales de los gobiernos de México y de Estados Unidos. En ¡La
Migra! es encomiable el esfuerzo de la autora por rescatar archivos que es-
taban en muy mal estado, el empleo de diarios, las memorias de los agentes
de la Patrulla Fronteriza y hasta las voces de sus esposas, que de este modo
se convierten en testimonio oral.
La autora plantea un esquema creativo para analizar, a partir de la his-
toria de una institución, los cambios ocurridos en la economía de la fronte-
ra entre México y Estados Unidos, la estructura económica y la sociedad,
siempre en torno a la historia de las necesidades y los objetivos de la
Patrulla Fronteriza. Limita la extensión de su trabajo a los primeros cin-
cuenta años de ésta, desde su creación en 1924 hasta su 50 aniversario
en 1974.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 267-274, ISSN 0185-6022
El libro está dividido en tres partes: “Formación”, “Transformación” y
Reseñas

“Operación mojado y más allá”. En la primera narra cómo se creó la fronte-


ra sobre las bases de una legislación y una convivencia racistas. Comienza
describiendo las diferencias geográficas que hay a lo largo de la frontera
entre México y Estados Unidos: Texas y la cuenca del río Bravo, el desierto
de Arizona y la región de riego de California. Hace además un análisis de
la construcción de la frontera, que se consolidó durante la segunda mitad
del siglo xix, en el periodo previo a la Revolución mexicana y a la Primera
Guerra Mundial. Explica cómo la expansión del ferrocarril y de la agricul-
tura comercial en Texas y California, regiones en las que la mano de obra
mexicana participó de forma determinante, le dio un gran impulso.
La autora describe el desarrollo de lo que llama la genealogía de un
mandato, es decir, cómo las sucesivas leyes migratorias se fueron haciendo
más restrictivas en nombre de una identidad protestante y de Europa del
norte, y cómo, a pesar de esta naturaleza restrictiva, la migración mexicana
fue en aumento. Menciona, por ejemplo, que a estas leyes se les calificó de
racistas y eugenésicas, ya que estipulaban que sólo debían entrar a Estados
Unidos ciudadanos sanos, que supieran leer y escribir. Esto para tratar de
controlar el ingreso masivo de migrantes procedentes de Europa del sur o
Rusia y los Balcanes, quienes eran vistos como una amenaza a la “identi-
dad” del Estados Unidos de principios del siglo xx.
Revisa la evolución de las legislaciones migratorias de Estados Unidos
hasta llegar a la de 1924 y explica cómo a partir de esta evolución es posible
analizar el concepto de identidad que tenían los estadunidenses y las ten-
siones económicas que empujaban a aceptar a ciertos grupos. En nombre
de la protección a la identidad, la Ley de Inmigración de 1924 impuso un
sistema de cuotas por “raza” —término que hoy corresponde a nacionali-
dad—. Estas disposiciones se aplicaron en todo Estados Unidos, pero en su
frontera sur, en donde se llevaba a cabo una migración casi sin control, tuvo
efectos inesperados.
Según Lytle Hernández, la aplicación de la Ley de 1924 intenta imponer
orden en el proceso migratorio; su mandato es grande, pero su presupues-
to exiguo. Así ordena que el ingreso de los extranjeros se lleve a cabo por
medio de un puerto fronterizo, y crea la Patrulla Fronteriza. Los primeros

268 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 267-274, ISSN 0185-6022
agentes fueron habitantes de la frontera que “conocían” bien a los mexica-

Luis Fernando Alva Martínez


nos. Tenían experiencia en el trato con ellos, pero no como agentes que
aplicaran la ley.
Hasta ese año, el paso de la población mexicana era bastante libre. Atraída
por el desarrollo de la agricultura comercial, la magnitud de la migración
mexicana que se asentó en las regiones fronterizas era tal que creó condi-
ciones particulares de familiaridad con la población anglosajona, más allá
de la relación de trabajo. Los mexicanos no eran sujetos de discriminación
y segregación legal como la población negra. Estaban en una categoría “in-
termedia” y eran numerosos, lo que dificultaba que los nativistas aplicaran
sus principios con el pretexto de que no se asimilaban a la sociedad estadu-
nidense. La legislación migratoria obligó el paso a Estados Unidos a través
de un puerto fronterizo en el que había que pagar una suma de dinero. Esto
llevó a numerosos migrantes a entrar por sitios que no estaban vigilados,
pero que eran más peligrosos.
La Migra nació en pleno periodo de la prohibición de producción e im-
portación de licor a Estados Unidos, lo que convirtió a México en un foco
de producción y de origen de contrabando de licores. Como el tráfico de
sustancias y de personas se llevaba a cabo a través de la frontera con
México y muchos de los traficantes eran mexicanos o de origen mexicano,
los agentes de la Patrulla Fronteriza asumieron que los mexicanos se in-
clinaban por las acciones ilegales. Esto contribuyó a reforzar la supuesta
ilegalidad de los mexicanos y a consolidar a la Patrulla Fronteriza como una
forma de control laboral, como una amenaza de deportación que pendía
sobre los trabajadores sin documentos. Incluso se llegó a perse­guir a
mexicanos nacidos en Estados Unidos por el hecho de parecerlo y asu-
mir por ende que estarían cometiendo delitos; es decir, se afirmó el injusto
racial profiling.
La crisis mundial que comenzó en 1929 afectó profundamente la econo-
mía fronteriza; una de las primeras respuestas fue ordenar la deportación
de mexicanos, política que afectó tanto a los indocumentados como a los
mexicoestadunidenses.
Otro aspecto valioso de esta obra es el análisis que se hace, también en
la primera parte, de la política migratoria mexicana. La autora explica cómo

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 267-274, ISSN 0185-6022 269
en México, desde fines del siglo xix, convivían dos percepciones sobre la
Reseñas

migración: por un lado se pensaba que aliviaba los problemas económicos


y, por el otro, que constituía una pérdida de recursos humanos. El gobierno
mexicano declaraba que necesitaba de migrantes para modernizar al país
y por eso la fomentaba; sin embargo, al mismo tiempo, la migración mexi-
cana aumentaba, sobre todo la del periodo revolucionario.
Con el fin de la etapa armada de la Revolución, en los años veinte se pu-
blicaron los primeros trabajos acerca de la importancia económica que para
México tenía la migración mexicana. Entre ellos, el más relevante fue el de
Manuel Gamio, cuya influencia en el grupo gobernante comenta extensa-
mente Lytle Hernández. Gamio, según narra, entrevistó a un gran número
de migrantes mexicanos. Pensaba que, después de una larga estancia de tra-
bajo en Estados Unidos, los mexicanos adquirían nuevos hábitos de trabajo
y otras formas de organizarse; se volvían más individualistas y laicos, por lo
que su retorno tendría que ser positivo, ya que contribuirían a la moderni-
zación de México. Esta idea estuvo en boga durante los años veinte hasta
que la pobreza material y de “capital social” de los retornados desmintió la
teoría modernizadora de Gamio.
Con la creación de la Patrulla Fronteriza y los abusos que cometía, el
gobierno mexicano decidió que la migración ilegal constituía un riesgo para
los migrantes mexicanos, por lo que se intentaron diversas políticas para de-
salentarla (aunque en México la libertad de tránsito irrestricta está garantizada
en la Constitución de 1917); entre ellas estaban las campañas que detallaban
los riesgos del cruce sin documentos, los operativos policiacos en las es-
taciones del ferrocarril, la persecución a los que ayudaban a llevar a cabo
cruces ilegales (los llamados coyotes). Además, se fomentó el desarrollo de
las zonas que ya se veían como expulsoras de migrantes. Estas campañas no
tuvieron mayor éxito, lo mismo que los planes de desarrollo regional que se
topaban con la escasez de recursos del Estado.
La Gran Depresión que comenzó en 1929 privó de trabajo a un gran
número de mexicanos en Estados Unidos. A partir de este periodo la cifra
de retornados fue mayor que la de migrantes. Kelly Lytle Hernández expli-
ca las grandes dificultades económicas de los gobiernos mexicanos para
recibir a los deportados, pues no había suficientes fuentes de trabajo, lo que

270 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 267-274, ISSN 0185-6022
agravó aún más la precaria atención que el Estado mexicano podía ofrecer

Luis Fernando Alva Martínez


a sus connacionales.
Con la Segunda Guerra Mundial, la Migra adquirió un nuevo rostro,
tema central de la “Transformación”, segunda parte del libro. La guerra
aceleró la integración económica del espacio fronterizo entre México y
Estados Unidos, en marcha desde hacía varios años por los movimientos
de población y el flujo comercial, lo que mostró las posibilidades de coo-
peración bilateral e hizo visibles los intereses de los actores de la frontera.
La entrada de Estados Unidos a la guerra en 1941 planteó nuevamente la ne-
cesidad de fortalecer sus fronteras y costas y, al mismo tiempo, asegurar la
prosperidad de México a fin de garantizar su buena voluntad durante el
conflicto.
La guerra y la gran demanda de productos alimenticios mexicanos, junto
con la reciente expropiación petrolera, crearon una ocasión propicia para
que México obtuviera beneficios de parte de su vecino del norte. La guerra
contribuyó en gran medida a la creación de industrias y por lo tanto hubo
nuevas oportunidades para obtener empleo en México. La conscripción ge-
neral en Estados Unidos causó un gran déficit de trabajadores agríco­las, que
se subsanó con mano de obra mexicana. El cambio de la agricultura de sub-
sistencia a una de exportación causó problemas de desabasto en México en
1943, lo que propició más migración de campesinos mexicanos.
Éste es uno de los periodos más interesantes en la narración de Lytle
Hernández. Es la época de la buena vecindad, inaugurada por el presiden-
te Franklin Roosevelt; México se benefició de los acuerdos económicos en
forma de inversiones y créditos para los programas de modernización de
la agricultura, la minería y la infraestructura, concebidos para que México
contribuyera al esfuerzo bélico. Con el crecimiento económico vino la
industrialización y con ella la necesidad de mano de obra. Para regular un
flujo de mexicanos que se preveía sería numeroso, se concibió el Progra-
ma Bracero.
Éste fue el primer plan para administrar la migración de forma bilate-
ral. Gracias a los convenios Bracero el gobierno mexicano podía exigir a
los empleadores derechos, como el salario mínimo, el fondo de ahorro
y los servicios de salud. El Programa Bracero satisfizo las exigencias de los

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 267-274, ISSN 0185-6022 271
agricultores, sobre todo los de California y Texas, para poder importar
Reseñas

mano de obra que, a pesar de los requisitos impuestos, era muy barata en
una época de guerra.
El Programa tuvo algunas consecuencias para la migración: la dividió
en “legal” e “ilegal”, quienes no formaban parte de los acuerdos tenían que
cruzar por otro sitio para evadir la acción de la Migra. Los acuerdos sólo
regularon la migración masculina, no se consideró el cruce de familias o de
mujeres, o de mujeres con niños, de modo que estos migrantes continuaron
exponiéndose a los peligros del cruce ilegal. Sólo se contempló el trabajo
agrícola, lo que hizo vulnerables a los trabajadores industriales. Las redadas
comenzaron a ocurrir en sitios lejanos a la frontera y se confirmó que el
control migratorio se centraba en los mexicanos.
Lytle Hernández demuestra cómo se formó un nuevo lobby de empresa-
rios mexicanos que necesitaban mano de obra en las nuevas industrias que
se creaban en México, y cómo éste presionó a los gobiernos de Estados Uni-
dos y México para que impidieran la migración no autorizada. En el libro, la
autora cita documentos de la Embajada de México en Estados Unidos en los
que ésta exige la aplicación cabal de las leyes migratorias y que se impida el
paso de los mexicanos (p. 226).
El resguardo de la frontera también se convirtió en un tema bilateral.
México contribuyó a evitar que los posibles migrantes llegaran a la frontera,
mientras que, para desbaratar las redes que ayudaban a los mexicanos a
cruzarla, comenzaron las deportaciones al interior, a los lugares de origen
de los migrantes.
Como bien señala Lytle Hernández, la Segunda Guerra Mundial causó
un largo periodo de crecimiento económico y de desarrollo de las clases me-
dias en la zona fronteriza. Los años cuarenta fueron una década de inclusión
con nuevas oportunidades para los trabajadores, más allá del trabajo agrícola.
La política de segregación en Estados Unidos encontró cada vez más enemi-
gos, puesto que la guerra mundial los había enfrentado a una potencia racista.
En Texas, por ejemplo, se aprobó la resolución “Caucasian Race–Equal
Rights”, que prohibía la discriminación contra los mexicanos en lugares pú-
blicos (p. 281), es decir, reconocía a los mexicanos como “blancos”. A pesar
de estos avances, la intensa colaboración de las autoridades mexicanas en

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la frontera contribuyó a la reafirmación del carácter racista de la actuación

Luis Fernando Alva Martínez


de la Migra. Después de la guerra, la Patrulla Fronteriza se volvió un cuerpo
profesional de gestión directamente federal, lo que propició su profesiona-
lización. Los agentes provenían de todo Estados Unidos, y, por consiguien-
te, se desarrollaron protocolos para tratar con los indocumentados y llevar
a cabo operativos más eficaces.
La complejidad de la administración de la frontera se ilustra en varios
episodios de ¡La Migra! Por ejemplo, la evolución de la población fronte-
riza, que creció constantemente con el avance de la colonización de esos
territorios y del desarrollo económico. Algunas de estas comunidades llega-
ron incluso a enfrentar a la Patrulla Fronteriza al proteger personalmente a
sus trabajadores y desafiar abiertamente su mandato. A pesar de la evidente
hostilidad, la Migra no dejó de cumplir sus funciones. Cabe citar al respecto
la reflexión de un agente de la Migra sobre la tenacidad de los migrantes:
“Son como las hojas del bosque y la arena de la playa. Siguen viniendo des-
de lo que parece una fuente inagotable al otro lado del río” (p. 272).
La autora dedica la tercera parte a la “Operación mojado”. Explica este
operativo que, si bien se distinguía por haber llevado a cabo la detención
masiva de inmigrantes mexicanos, fue en realidad una gran operación de
relaciones públicas. Relativamente, las detenciones fueron pocas.
A lo largo de este apartado se puede aprender cómo, mediante ensayo y
error, se desarrolló un modus vivendi en la frontera entre México y Estados
Unidos. La Migra, a pesar del aumento de sus recursos y de su tecnología
cada vez más avanzada, no pudo detener el flujo de la migración mexicana.
En esta tercera parte se demuestra cómo en un periodo largo los ciclos eco-
nómicos de México y Estados Unidos afectan los flujos migratorios, sin que
lleguen a cesar por completo.
El trabajo de Kelly Lytle Hernández es notable por la luz que la historia de
una sola institución logra proyectar sobre diversos procesos políticos, eco-
nómicos y sociales de la relación bilateral México-Estados Unidos. Desde
luego, reconoce la gran influencia que tuvo la Migra en el desarrollo y
la conformación de la población migrante y en la búsqueda de una solu-
ción bilateral negociada a un problema que se reconoce como bilateral
desde hace tanto tiempo. ¡La Migra! es un trabajo de investigación muy

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 267-274, ISSN 0185-6022 273
ambicioso por el alcance que tiene. Se trata sin duda de un referente obli-
Reseñas

gado en futuras investigaciones sobre el tema.


En su trabajo destaca la utilización de fuentes orales y los diarios que
estaban en poder de los antiguos agentes de la Patrulla Fronteriza, de la
propia institución, además del rescate de las voces de las esposas de los
agentes de la Patrulla Fronteriza que se veían obligadas por la naturaleza del
trabajo de sus maridos a hacer enormes esfuerzos para adaptarse a entornos
en donde la población mexicana o de origen mexicano era mayoritaria.
Por momentos el texto parece repetitivo, ya que cuenta la historia de la
Migra desde varios ángulos: las leyes migratorias, la frontera, las organiza-
ciones mexicoestadunidenses, los lobbies de empresarios. A partir de cada
uno de ellos se reconstruye la historia de la Patrulla Fronteriza.
Por último, hay que mencionar que esta obra, originalmente publicada
en inglés por la University of California Press en 2010, tardó cinco años en
publicarse en español. Con todo, cabe felicitar al Fondo de Cultura Eco-
nómica por esta edición, tan importante para el estudio de las relaciones
internacionales.

Luis Fernando Alva Martínez

274 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 267-274, ISSN 0185-6022
Colaboradores

Luis Fernando Alva Martínez Eugenia Correa


Licenciado en Historia por la Facultad Doctora en Economía y profesora de
de Filosofía y Letras de la unam. Maes- la Facultad de Economía de la unam.
tro en Historia por la Universidad de Miembro de la Academia Mexicana de
Nebraska. Es miembro del Servicio Ex- Ciencias, la Federación Mexicana de Mu-
terior Mexicano. En la Cancillería fue jeres Universitarias, miembro de núme-
responsable de la relación de México ro de la Academia Mexicana de Economía
con los países del Pacífico Sur y del Política y del sni (Nivel III). Ha recibi-
Asia Meridional. En el exterior se ha do las distinciones James Street por la
desempeñado como cónsul adscrito en afee, el Premio Universidad Nacional
el Consulado de México en Omaha, ti- en Investigación Económica, el Recono-
tular de la Sección Consular y agregado cimiento Maestro José Luis Ceceña Gá-
cultural en la Embajada de México en mez. Es editora asociada de la revista
Indonesia y titular de la Sección Consu- Forum of Social Economics; fundado-
lar en la Embajada de México en Italia. ra e integrante del comité editorial de la
Desde septiembre de 2014 funge como revista Ola Financiera, y miembro del
director de ime Global en el Instituto de comité editorial de Panoeconomicus y
los Mexicanos en el Exterior. del International Journal of Political
Economy. Sus principales líneas de in-
José Vicente Borjón vestigación incluyen desarrollo econó-
López-Coterilla mico, economía financiera, economía
Licenciado en Relaciones Internaciona- institucional y economía feminista. Es
les por la unam, maestría en Estudios Di- autora de más de cincuenta artículos en
plomáticos por el Instituto Matías Rome- revistas especializadas nacionales y ex-
ro y máster en Estudios Europeos por el tranjeras; más de noventa capítulos de
Instituto Ortega y Gasset de España. Es libros, y ha coordinado más de trein-
miembro del Servicio Exterior Mexicano ta libros. Ha dirigido grupos de investi-
y tiene el rango de consejero. Fue asesor gación y es tutora de los posgrados de
de la Subsecretaría para América Latina Economía y de Ciencias de la Adminis-
y el Caribe. En el exterior fue encarga- tración, en la unam.
do de la oficina de Asuntos Hispanos
en la Embajada de México en Estados Leonardo Curzio
Unidos. También se ha desempeñado Licenciado y maestro en Sociología Polí­
como cónsul para Asuntos Comunita- tica por la Universidad de Provenza,
rios en el Consulado General de México Francia. Doctor en Historia por la Uni-
en Houston y agregado de Cooperación versidad de Valencia, España. Investi-
Científica y Cultural en la Embajada de gador titular B de la unam. Pertenece
México en Corea. Desde julio de 2014 es al sni. Autor de ocho libros, coautor
director general adjunto para la Frontera de 40 más y ha escrito diversos artícu-
Sur en la Dirección General para Amé­ los científicos. Conductor de la prime-
rica Latina y el Caribe. ra emisión de “Enfoque Noticias”. Es

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 275-280, ISSN 0185-6022
miembro del Consejo Consultivo y ar­ el Instituto Matías Romero. Miembro
Colaboradores

ticulista de El Universal. del Servicio Exterior Mexicano desde


1998. Se ha desempeñado como direc-
Elena Curzio Vila tor jurídico en la Dirección General del
Maestra en Geopolítica por el King’s Servicio Exterior y Personal, director
College London y en Seguridad In- para América del Sur en la Subsecre-
ternacional por la Universidad de taría para América Latina y el Caribe y
Warwick, Reino Unido. Cursó sus estu- director ejecutivo del Instituto de los
dios de licenciatura en la Universidad Mexicanos en el Exterior. Ha estado ads-
de Essex, Reino Unido. Es miembro del crito a las embajadas de México en
Servicio Exterior Mexicano. En el exte- Brasil y Argentina, donde desarrolló
rior se ha desempeñado como encar- labores políticas, económicas, de coo-
gada de Asuntos de Cooperación en la peración, consulares, comunitarias y de
Embajada de México en Países Bajos. protección a mexicanos. A lo largo de su
Actualmente es la encargada de la Sec- trayectoria profesional ha participado
ción Consular, Asuntos Económicos y en seminarios, diplomados y eventos
Comerciales y Cooperación Internacio- académicos en México, Estados Uni-
nal en la Embajada de México en Nue- dos, Argentina, Brasil, Colombia, Chi-
va Zelandia. le, Indonesia, Paraguay, Francia, Gran
Bretaña, Alemania, Singapur y Vene-
Mónica Chávez Elorza zuela. Actualmente se desempeña como
Doctora en Política Pública por la Es- cónsul general de México en Dallas,
cuela de Gobierno y Política Pública del Texas, Estados Unidos.
Tecnológico de Monterrey y maestra
en Economía Aplicada por El Colegio de Alexandra Délano Alonso
la Frontera Norte. Cuenta además con Doctora en Relaciones Internaciona-
experiencia en temas de pobreza, polí- les por la Universidad de Oxford y li-
ticas públicas, evaluación y monitoreo cenciada en Relaciones Internacionales
de proyectos sociales y género. Actual- por El Colegio de México. Su trabajo
mente cursa el segundo año de estancia de investigación se enfoca en las polí-
posdoctoral en la Unidad Académica ticas migratorias de México y Estados
en Estudios del Desarrollo de la Uni- Unidos y la relación del gobierno mexi-
versidad Autónoma de Zacatecas. Su cano con las comunidades mexicanas
investigación se centra en la interco- en el exterior, así como en los temas de
nexión entre la migración calificada y relaciones Estado-diáspora, integración,
los sistemas nacionales de innovación. transnacionalismo y políticas migrato-
rias en América Latina. Su libro Mexico
Francisco de la Torre Galindo and its Diaspora in the United States:
Licenciado en Derecho por la unam. Con Policies of Emigration since 1848 (Cam-
esta institución educativa representó bridge University Press, 2011, y El Cole­-
a México en el Phillip C. Jessup Inter- gio de México, 2014) obtuvo el premio
national Law Moot Court Competition. William M. LeoGrande por el mejor
Maestro en Estudios Diplomáticos por libro sobre relaciones América Latina-

276 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 275-280, ISSN 0185-6022
Estados Unidos en 2012. Ha publicado la Cátedra unesco sobre Migración,

Colaboradores
artículos y reseñas en Political Geogra- Desarrollo y Derechos Humanos y
phy, Politics and Society, International es miembro del Consejo Asesor de
Migration Review, Journal of Ethnic unesco-most México.
and Migration Studies, International
Migration, Migración y Desarrollo, Julián Escutia Rodríguez
Perspectives on Politics, Revista Mexi- Licenciado en Relaciones Internaciona-
cana de Política Exterior, Foro Inter­ les por El Colegio de México y maestro
nacional y Letras Libres. Forma parte en Políticas Públicas por la Universidad
del comité editorial de la revista Migra- Victoria de Wellington, Nueva Zelandia.
tion Studies (Oxford University Press). Inició su carrera en la Secretaría de Re-
Es profesora de Asuntos Globales y laciones Exteriores en 2003 y es miem-
codirectora del Zolberg Institute for Mi- bro del Servicio Exterior desde 2005. Ha
gration and Mobility en la universidad trabajado en el Instituto de los Mexica-
The New School en Nueva York, y ha nos en el Exterior, la Embajada de Méxi­
impartido los cursos “Comunidades co en Nueva Zelandia y el Consulado
mexicanas en el exterior” y “Migración General de México en Houston. Desde
y desarrollo” en el Instituto Matías Ro- 2010 trabaja en la Embajada de México
mero de la sre. en Estados Unidos. Actualmente es jefe
de la Sección de Coordinación Consular
Raúl Delgado Wise y Asuntos Hispanos.
Doctor en Ciencias Sociales por la Univer-
sidad de Pensilvania, Estados Uni- Guadalupe Gómez Maganda
dos. Es autor y editor de 25 libros y Bermeo
ha publicado más de ciento cincuenta Licenciada en Derecho por la unam.
ensayos, entre capítulos de libros y Ha sido diputada federal y senadora en
artículos en revistas especializadas. varias ocasiones. Como legisladora, fue
Ha sido conferencista invitado en más miembro de la delegación mexicana
de treinta países de los cinco conti- a la Tercera Conferencia Internacional
nentes. Es miembro de la Academia sobre la Mujer en Nairobi, Kenia, 1985;
Mexicana de Ciencias, de la Acade- miembro de la delegación mexicana
mia Mexicana de Economía Política a las reuniones de la Unión Interpar-
y del sni (Nivel III). Es presidente de lamentaria Mundial en Portugal, Italia,
la Red Internacional de Migración y Corea del Norte e India, y miembro
Desarrollo, codirector de la Red de Es- de la delegación mexicana a la Cuarta
tudios Críticos del Desarrollo, director Conferencia Internacional sobre la Mujer
de la revista Migración y Desarrollo en Beijing, China, 1995. En el gobierno
(integrada al índice de revistas científi- federal se ha desempeñado como coor-
cas del Conacyt) y profesor y director dinadora de la Comisión Nacional de la
del Programa de Doctorado en Estu- Mujer de la Secretaría de Gobernación
dios del Desarrollo de la Universidad y, durante su gestión, participó en Bei­
Autónoma de Zacatecas. Actualmente jing +5, donde informó sobre la situación
funge como coordinador general de política, económica, social y cultural de

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 275-280, ISSN 0185-6022 277
la mujer mexicana. Fue directora gene- ha desempeñado como cónsul alterno
Colaboradores

ral de la Unidad de Igualdad de Género en el Consulado de México en Eagle


de la Secretaría de Turismo. Actual- Pass, Texas; representante permanen-
mente es titular de la Unidad Política te alterno de México ante el Programa
de Igualdad de Género de la Secreta- de las Naciones Unidas para el Medio
ría de Relaciones Exteriores. Ambiente con sede en Nairobi, Kenia
(pnuma, 2004-2007), y representante al-
Aníbal Gómez Toledo terno de México ante los Organismos
Licenciado en Relaciones Internaciona- Internacionales con sede en Viena, Aus-
les por la unam. Es miembro del Servi­ tria (oiea, onudi y ctbto). Actualmente
cio Exterior Mexicano y tiene el rango se desempeña como secretario técnico
de consejero. En la sre ha ocupado los de la Orden Mexicana del Águila Azteca
cargos de director de Protección a Mexi- y director de Condecoraciones en la Di-
canos, subdirector de Coordinación rección General de Protocolo de la Se-
Consular, jefe del Departamento de Or- cretaría de Relaciones Exteriores.
ganización Consular y coordinador de
la Oficina de Asuntos Consulares en Alicia G. Kerber Palma
el Aeropuerto de la Ciudad de Méxi- Licenciada en Derecho por la Universi-
co. Colaboró en el Sistema Nacional de dad Iberoamericana y doctora en De-
Noticiarios del Instituto Mexicano de la recho Internacional por la unam . Es
Radio, y en la unam como profesor ad- miembro del sem desde 1991 y tiene
junto y en la Coordinación de Estudios el rango de consejera. En la Cancille-
Internacionales de la Facultad de Cien- ría, ha sido asesora en la Coordinación
cias Políticas y Sociales. En el exterior para el Medio Ambiente y Recursos Na-
se ha desempeñado como titular de la turales, directora de Enlace con las ong
Sección Consular de México en Wash- y directora para la oea. En el exterior,
ington, D. C., cónsul adscrito en el ha sido encargada de Asuntos Políticos
Consulado General de México en Chi- en la Embajada de México en Colom-
cago, Illinois, y cónsul de Protección bia, titular del Consulado de México en
y Asuntos Legales en el Consulado San Pedro Sula, Honduras; represen-
General de México en El Paso, Texas. tante de México ante la oea y encar-
Desde agosto de 2014 es titular de la gada de Negocios en la Embajada de
Sección Consular de México en Lon- México en Irlanda. Desempeñó cargos
dres, Reino Unido. en la cndh, la Sectur, el cisen, la sep
y el issste. Ha publicado diversos ar-
Gerardo Javier Guiza Vargas tículos y ensayos en revistas jurídicas
Maestro en Relaciones Internacionales de México y otros países. Actualmente
por la Escuela de Estudios Avanzados In- es titular del Consulado de México en
ternacionales de la Universidad Johns Kansas City, Misuri.
Hopkins (sais) y maestro en Estudios
Diplomáticos por el Instituto Matías Ro- Thomas Lothar Weiss
mero. Miembro del Servicio Exterior Doctor en Geografía Económica y Po-
Mexicano desde 1998. En el exterior se lítica por la Universidad Sorbona de

278 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 275-280, ISSN 0185-6022
París. Tiene estudios de maestría en en la Dirección General para África y

Colaboradores
Planificación y Desarrollo Económico Medio Oriente. En el exterior ha estado
por la Universidad de Bochum, Alema- adscrita al consulado de México en De-
nia, y la Sorbona, París, Francia, y en troit, Michigan. Actualmente, se desem­
Ciencias Políticas y Relaciones Inter- peña como agregada cultural, directora
nacionales por el Instituto de Estudios del Centro Cultural Mexicano y encar-
Políticos (Science-Po) y la Universidad gada de cooperación educativa, técnica
Assas de París. Ha sido catedrático e in- y científica, en la embajada de México
vestigador de la Escuela Europea de la en Ecuador.
Administración de la Cámara de Comer-
cio e Industria de París y del Instituto Eunice Rendón Cárdenas
Francés de Investigación Científica para Doctora y maestra en Sociología Po-
la Cooperación y el Desarrollo en África lítica y Políticas Públicas por el Insti­
occidental y central (Nigeria, Camerún, tuto de Estudios Políticos de París. Es
Guinea Ecuatorial). Ha desempeñado miembro del sni (Nivel I). Ha desem-
varios cargos en la Organización Inter- peñado diversos cargos en organis-
nacional para las Migraciones (oim), mos internacionales, academia, así
como director regional en los Países como en la Administración Pública
Nórdicos y Bálticos y en el Cáucaso, Federal, entre los que destacan direc-
representante en Armenia, Zambia y tora general de Relaciones Internacio-
Zimbabwe y asesor de políticas en la nales, secretaria técnica de Normas en
Oficina del Director General en la sede Prevención y Promoción, así como ase-
central de Ginebra. Ha sido jefe de redac- sora del Secretario, en la Secretaría de
ción del Informe sobre las Migraciones Salud. Directora general de Coordina-
en el Mundo de la oim y ha publicado ción Intersecretarial en la Subsecretaría
una docena de libros y numerosos ar- de Prevención y Participación Ciuda-
tículos sobre migración, cooperación y dana de la Secretaría de Gobernación,
desarrollo, seguridad y conflictos. De Subsecretaría de la que estuvo encar-
2009 a 2014 tuvo a su cargo la dirección gada de mayo a septiembre de 2015. Es
y representación de la oim en México. experta en políticas públicas, preven-
Desde agosto de 2014 es director y re- ción social de la violencia, seguridad
presentante de la oim en Iraq, con sede ciudadana, juventud y estrategias de
en Bagdad. reactivación económica, desarrollo
social y educación en poblaciones
Adda Jacqueline Morán Rosas vulnerables. Actualmente es la titular
Licenciada en Relaciones Internacio- del Instituto de los Mexicanos en el
nales y maestra en Sociología por la Exterior, de la sre.
Universidad Iberoamericana (uia). Fue
becaria del Instituto Goethe en Mu- Carlos Manuel Sada Solana
nich, Alemania, y profesora titular en Embajador de México ante los Esta-
la uia. Pertenece al Servicio Exterior dos Unidos de América. El embajador
Mexicano desde 2005. En la Secretaría Sada ha destacado por su cercanía
de Relaciones Exteriores ha colaborado con las comunidades de mexicanos

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 275-280, ISSN 0185-6022 279
en el exterior, la promoción de los in- tro en Gestión de las Migraciones
Colaboradores

tereses de México y el fortalecimiento por la Universidad del País Vasco,


de las relaciones de nuestro país con España. Estuvo ligado a la Unidad
el resto del mundo. Es ingeniero in- de Protección del Alto Comisiona-
dustrial por la Universidad Iberoame- do de las Naciones Unidas para los
ricana y realizó estudios de posgrado Refugiados ( acnur ) en San José,
en Newcas­tle, Reino Unido, Delft y Costa Rica, y a la Oficina Regional
La Haya, Países Bajos. Entre sus car- para Centroamérica, Norteamérica
gos destacan que fue cónsul general y el Caribe de la oim en San José,
de México en los consulados de Los Costa Rica, donde de­s empeñó fun-
Ángeles, Nueva York, Chicago, San ciones en los departamentos de In-
Antonio y Toronto. También fue mi- migración y Gestión de Fronteras
nistro de la Embajada de México en y Migraciones Laborales/Migración y
Estados Unidos. Asimismo se ha des- Desarrollo. Colaboró en el Informe
empeñado como funcionario en otros sobre las Migraciones en el Mundo
cargos de la Administración Pública 2013: el bienestar de los migrantes
Federal y del estado de Oaxaca, del y el desarrollo, a través del Informe
que es oriundo. Regional para Centroamérica, Nor-
teamérica y el Caribe. Actualmente
Joan Andreu Serralta Lorente está asociado a la Unidad de Desarro-
Licenciado en Filosofía por la Uni- llo de Proyectos de la oim en la Ciu-
versidad de Valencia, España. Maes- dad de México.

280 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 275-280, ISSN 0185-6022
Cómo colaborar en la

1. El Instituto Matías Romero (imr) extiende una cordial invitación a es-


pecialistas tanto nacionales como extranjeros a presentar y someter
a consideración del mismo artículos sobre asuntos internacionales
de interés para México y temas de la agenda de política exterior de
nuestro país.
2. Los interesados deberán enviar su colaboración a la Dirección Ge-
neral del Instituto Matías Romero, solicitando su publicación en la
Revista Mexicana de Política Exterior (rmpe).
3. De estimar el imr que el artículo propuesto amerita ser considerado
para su publicación, el ensayo o texto en cuestión se enviará a dicta-
men doble ciego.*
4. El Instituto designará a los dictaminadores, que podrán ser funcio-
narios y académicos especialistas en el tema.
5. El resultado del dictamen es inapelable. El imr se reserva el derecho
de la decisión última.
6. Cuando los dictaminadores recomienden que el texto sea publicable
con modificaciones, el autor deberá realizar los cambios para que el
artículo sea publicado en la rmpe.
7. El Instituto informará a los autores sobre el resultado del dictamen do-
ble ciego y devolverá, de ser el caso, el original de la colaboración.

* Por “dictamen doble ciego” se entiende aquel en el cual ninguna de las partes —ni los
dictaminadores entre ellos y con el autor, ni el autor con los dictaminadores— conoce la
identidad del “otro”. Es decir que, durante el proceso del dictamen, la identidad de las
personas que intervienen en el mismo tiene un carácter absolutamente confidencial.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 281-283, ISSN 0185-6022
8. Las normas técnicas que deberán seguir las colaboraciones son:
Cómo colaborar

a) Los artículos deberán ser originales, inéditos y exclusivos.


b) Deben presentar un lenguaje fluido.
c) No llevan ilustraciones.
d) Los artículos no deberán rebasar una extensión de entre 12 y 20
cuartillas normales (hojas tamaño carta: 21.5 cm x 28 cm), en letra
Arial de 12 puntos y a doble espacio, con márgenes izquierdo y
derecho de cuando menos tres centímetros, y sin anotaciones ma-
nuscritas. (Notas a pie de página en letra Arial de 10 puntos.)
e) Además de la impresión en papel tamaño carta, los artículos debe-
rán presentarse en archivo digital.
f) En la primera página deberán incluirse el título, no mayor de 10
palabras, y el nombre del autor.
g) El autor deberá anexar una página de datos con los siguientes ele-
mentos: título en español y en inglés, nombre, institución en la
que labora y datos de contacto (correo electrónico), resumen (tres
líneas), abstract (tres líneas), palabras clave y key words.
h) Deberá incluir una nota curricular, breve y actualizada, no mayor
de diez líneas.
i) Todas las divisiones o secciones del artículo se señalarán con ca-
bezas alineadas a la izquierda y separadas del texto por una línea
previa y una línea posterior.
j) Las citas textuales, mayores de cinco líneas completas, se transcri-
birán en un párrafo aparte, sin modificar la interlínea general.
k) El autor deberá apoyarse en fuentes bibliográficas mediante notas
a pie de página. Los artículos no llevan bibliografía al final.
l) Las llamadas a notas a pie de página se compondrán en números
arábigos volados, ordenados en forma consecutiva, y se colocarán
después de los signos de puntuación. Por ejemplo:

……en representación del Grupo de Países Amigos del Proceso de Paz,10

m) Las notas a pie de página referentes a obras publicadas se escribi-


rán, la primera vez, según el siguiente modelo:

5 
FriedrichKatz, La guerra secreta en México, México, era (El hombre y
su tiempo), 1982, vol. 1, p. 153.

282 Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 281-283, ISSN 0185-6022
Si el autor es citado de nuevo, en otra nota no consecutiva, ésta

Cómo colaborar
deberá incluir la abreviatura op. cit. Por ejemplo:

10 F. Katz, op. cit., p. 154.

Si la obra citada contiene las mismas referencias bibliográficas que la


nota anterior, con excepción de la página, se sustituirán por la abreviatu-
ra ibid., y se especificará el número o números de páginas. Por ejemplo:

11 Ibid., p. 155.

Cuando la nota remita a la misma fuente (mismo autor, obra y pá-


ginas), bastará utilizar la palabra idem.

En el caso de las referencias hemerográficas, las notas respectivas


deben escribirse con base en los siguientes modelos:

2  abriel Zaid, “Los libros y la conversación”, en Vuelta, año XVI, núm. 193,
G
diciembre de 1992.

14  ldo Fuentes, “Bibliotecas infantiles y escolares”, en Universidad (San-


A
ta Fe, Argentina), núm. 12, octubre de 1942, pp. 271-274.

7  ranz Vranitzky, “La Europa común de los intereses cívicos”, El País, 15 de


F
diciembre de 1995, p. 17.

35  abriel López, “Guerra fría, propaganda y prensa: Cuba y México ante


G
el fantasma del comunismo internacional, 1960-1962”, en Revista Mexi-
cana de Política Exterior, núm. 100, enero-abril de 2014, pp. 125-145,
disponible en http://www.sre.gob/revistadigital/images/stories/numeros/
n100/lopezl/pdf (fecha de consulta: 17 de julio de 2014).

Las notas que se refieran a documentos se presentarán de la siguiente


manera: emisor, título del documento; fecha; nombre completo de la ins-
titución depositaria de los documentos (archivo, biblioteca, etc.) la
primera vez que se cite y, entre paréntesis, las siglas que serán utilizadas
posteriormente; localización interna del documento, y fojas consultadas.

Revista Mexicana de Política Exterior, núm. 107, mayo-agosto de 2016, pp. 281-283, ISSN 0185-6022 283
107
P U B L I C A C I Ó N
107 C U A T R I M E S T R A L

Revista Mexicana de

Revista Mexicana de
POLÍTICA EXTERIOR
POLITICA EXTERIOR M A Y O - A G O S T O 2 0 1 6

COMUNIDADES MEXICANAS EN EL EXTERIOR


Francisco de la Torre Galindo
Coordinador

EUNICE RENDÓN: Las comunidades al centro de la política exterior mexicana  THOMAS


LOTHAR WEISS Y JOAN ANDREU SERRALTA LORENTE: Migración, desarrollo y la
Organización Internacional para las Migraciones  ALEXANDRA DÉLANO ALONSO:
¿Un puente hacia la integración? Las políticas mexicanas de vinculación con la diáspora 
FRANCISCO DE LA TORRE GALINDO Y GERARDO GUIZA VARGAS: Evolución
en la atención a las comunidades mexicanas en el exterior  RAÚL DELGADO WISE
Y MÓNICA CHÁVEZ ELORZA: Migración calificada: entre la pérdida de talento y
la oportunidad de transformar a México con innovación  JULIÁN ESCUTIA
RODRÍGUEZ: La doble nacionalidad como instrumento de vinculación e integración 
EUGENIA CORREA: El impacto financiero de la diáspora mexicana en la economía
nacional  JOSÉ V. BORJÓN LÓPEZ-COTERILLA Y ANÍBAL GÓMEZ TOLEDO:
Oportunidades de vinculación con la juventud de origen mexicano en Estados Unidos 
GUADALUPE GÓMEZ MAGANDA Y ALICIA KERBER PALMA: Atención con perspectiva
de género para las comunidades mexicanas en el exterior  LEONARDO CURZIO: La
reputación de México y la relación con Estados Unidos  ENTREVISTA CON CARLOS
MANUEL SADA SOLANA, EMBAJADOR DE MÉXICO EN ESTADOS UNIDOS: “Si eres
mexicano, siempre serás mexicano”: la importancia de la identidad binacional  MIGRACIÓN
INSTITUTO MATÍAS ROMERO MEXICANA A ESTADOS UNIDOS: Imágenes de una comunidad en ciernes a mediados del
REPÚBLICA DE EL SALVADOR NÚM. 47, COL. CENTRO, DELEG. CUAUHTÉMOC, siglo xx : betabeleros de origen mexicano en Michigan 
C. P. 06080, CIUDAD DE MÉXICO. TELS.: (55) 36 86 50 00 EXT. 8268, (55) 36 86 51 48.
CORREO ELECTRÓNICO: IMRINFO@SRE.GOB.MX
PÁGINA ELECTRÓNICA: WWW.GOB.MX/IMR
REVISTA DIGITAL: HTTPS://REVISTADIGITAL.SRE.GOB.MX $74.00 INSTITUTO MATÍAS ROMERO
SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES

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