Consiente de su espíritu creador, Cesar Vallejo enmarca un amplio conocimiento de
espíritu renovador y libre. Realizando así una evolución sin regreso de las letras y de la expresión lirica de su arte, enraizado estas experiencias en su extraordinario poemario Los Heraldos Negros, composición que también está ligada al Romanticismo, corriente literaria que marca el entorno expresivo de los poemas. El romanticismo emite cuatro características que trazan el fondo del poemario, identificando así en primera línea, identificación con la naturaleza, (presente en los poemas, “noche buena”, “el palco estrecho”, “Mayo”, “Aldeana”), en segunda línea, La exaltación del yo individual (se manifiesta en los poemas, “Nerviación de angustia”, “Ausente”, “Ágape”, “Santoral”)en tercera línea, Sentimiento de soledad y de resignación al sufrimiento, (reflejado, en los poemas, “Los anillos fatigados”, Los dados eternos”, “La cena miserable”, “Romería”), y en cuarta línea, El espíritu rebelde, (plasmada en los poemarios, “Los heraldos negros”, “Bordes de hielo”, “Avestruz”, “Espergesia”), desarrolladas así dentro de las siguientes líneas horizontales.