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450 | cone nace WAS Cn CHEERS de rechazo asqueado, de desesperacin en sun, tiene de odio, texto pareceria un sarcasm, ablar de ocio en este cont esha wna habria que olvidar que asi se planteaban las on have tanto, Noa trabajo, sta la festa, erae eslogan genes Tieado, Ahora vemos que los individuos arrastrados al exter deltrabajo vivensusituaci6n como angustiosa (incluso ay Jo que queda del Estado Benefactor pueda protegerlos),Dispy, nibilidad absoluta que no tiene a que aplicarse: percepcién py Uelinstante que se resuelve en nada. ;Cémo valorar todo est, jeomo un modo eficaz de vincular ideoldgicamente al sujgy fon la actividad productiva, de tal manera que ésta acaba ay. reciéndosele ante sus ojos como el constituyente bisicy ~ausente- de su identidad? Ya han quedado expresadas ant. riormente algunas reservas a propésito de la nocién de ideo. logia. zNo serd més bien que los hechos estén haciendo buens la tesis marxiana de la historia humana como una historia de las diferentes formas de organizacién del trabajo, tesis que aqui se podria recoger en lo que tiene de interpretaci6n del tiempo como un proceso cuyos signos de puntuacién son los acto shumanos? Los segmentos de tiempo que no estén puntusdes por el significado derivado de a actividad humana, sus reeve dos y, sobre todo, sus proyectos (y no habria que olvidar agi que el trabajo en sentido amplio es la actividad proyectiva po excelencia) resultan algo imposible de soportar. ‘nest caso- como determinaciones del tempo hstrio, como igus present. Veaseel libro de M, Maffetolifundador con George Bland {el Centro de Estudios sobre lo Actual ylo Cotidiano dela Sorbone-> La Conqute du present, Pats, U8 1979. 0 El presente respira por la historia® Si consideramos esta exhibicién de las pasiones yylas consecuencias de su violencia; la sinrazén asociada no sélo con ella, sino también (més bien deberlamos decir especialmente) alas buenas intenciones y alos propésitos honrados; si consideramos el mal, el vicio ya ruina que han sobrevenido a los mas florecientesimperios que hha creado la mente humana, podemos apenas evitar que nos embargue la pena ante esta corrupcion tan universal; y, como esta decadencia no es obra ‘exclusiva de la Naturaleza, sino también dea voluntad humana, una sublevacién del buen espiritu puede ser muy bien el resultado de nuestra reflexion... La contemplacién objetiva de las dlesgracias que han experimentado las més nobles naciones y comunidades, asf como también las virtudes privadas mas excelsas, resulta, sin exageracién retérica, un cuadro de lo més pavoroso, que suscita emociones de la més profunda y desesperanzada tristeza, no compensadas por resultado confortador * Incluido orignalmente en Manvel Cru, Fils del istori, 2 Barcelona, Pais, 196, pp 1-4. sp cna wan 0H cH HECERIDS atguno. Vindolo, nos tortramos mentalmente, in més defensa ni escape que a consideracién, de quel sucedido no podria haber ocurrido ‘entra forma, que constituye una fatalidad que ninguna intervencién podria haber alterado,[,..] Pero aun cuando consideramos la Historia como clara sobre la cual ha sido sacrificada la dicha de los pueblos, la sabiduria de los estados y la virtud de los individuos, necesariamente surge Ja pregunta: Para qué in timo han sido ofrecidos tales enormes sacificios? G.W.F.Hegel Fi siglxcha intentado vivir en la orfandad de ideas que acom. pafiaron a la humanidad durante largo tiempo. Murié Dios, rmutié el hombre, desaparecis la materia. Todavia parecta pos ble seguir pensando, A esta némina de ausencias se ha incor porado enlsiltimos fos otra, sabida de antiguo, pero enor dina: la historia ha terminado. Acaso ahora la pregunta que formulaba Renan en sus Dililgos filosdficos hace ya un sigo alcance la plenitud de su sentido: “jde que vivirdn los que ver" gan detrés de nosotros?” Armas de uno le sonaré a pregunta terminal y, por ello mismo, ‘xagerada, Argumentaré que la antigiedad de la pregunt2y nuestra obvia presencia la descalifican. Pero eso seria como dedt que la muerte del hombre queda refutada por los actos de ls individuos o que la historia no ha terminado porque sigue" pasando cosas. El propio Renan, antes de hacerse la pregun' habia afirmado “vivimos por la sombra de una sombra’sy Kit Lowith, que la recoge en el prologo a su De Hegel a Nietzsth® Se atreve con una respuesta: “la iltima y honrada palabra & ‘nuestra generacién —nacida antes de 1900 y madurada en la Pr EL PRESENTE ESPN POR LA wsHORIA | 33, sera Guerra Mundial seria lade una deciida resignacin’s Mertes y desapariciones en este contexto lo son siempre de eas, pero de ideas, €s0 sh con las que vivimos yen algin caso, porlasquevivimos: He puesto en relacion el diagnéstico posmoderno del fin de Jahistoria® con la suerte de os otros conceptos porque entiendo «quesmas alli dela fliacion hegeiano-kojeviana delaidea asunto de especalistas, probablemente), la raz6n iiltima dela actuali- dad del diagnsstico tiene mucho més que ver con la decepcién, {que con la plenitud. Excepto algiin raro iluminado a sueldo, nadie cree hoy estar asistiendo a la realizacin de la razon y de Ialibertad. Antes bien, al contrario, la sensibilidad dominante parece ir en ladireccién de constatar nuestra condi deepi- sono, de postrimeria, de una época que languidece sin acabar ‘de mostrar a qué nueva realidad va a dar lugar. Si hay fin,es en el sentido del final, no de la finalidad. La liquidaci6n de la esperanza ~de la ilusiOn, si se prefiere levaba unos cuantos aftos gestindose. No habria que olvidar ‘quela “crisis de ls grandes relatos” proclamada por Lyotard era crisis de los grandes relatos de emancipacin, lo que parecta abo- ‘amos inexorablemente a donde ahora estamos, a saber, en la disyuntivaentre el discurso legitimador delo existente yla renun- cia a cualquier forma de conocimiento histérico. Un cierto Nietasche, el que sustituye la historia por el mito del eterno retoro, ejemplificaria esta tiltima opcidn: la historia carece de todo valor normativo; nada se puede ni se debe aprender de la experiencia, Formulado a la inversa: 2K Lowith, De Hegel a Ntsc, trad de E Esti, Buenos Aires, Sudamericana, 968.2 [neva edicidnespaola en preparacin: Buenos Aires, Katy, 2007, 2 ease G.Vattimo,“Postmodernidad y fin del histori’ en fre del ‘nerpretacién, Barcelona, Paid, 1991, Pp.18-35 Sp 1 etn mace OSS COE ECEEDES ima felicidad como en la maxima es, led eee hace quel felicidad se feiciagy Pr i iano, dicho enterminos ms eruditos, la fay Quien noc capa de tenders, olvidando todo el pasado, sumbral el instante [..] nunca sabrélo que esl felicdy sy [No hay por qué decir que ambas opciones constituyen las dg, caras de una misma moneda. Pero es perfectamente vilida , pregunta: sien la historia ya no pudiera ocurrit nada nueyo, valdria la pena seguir estudiéndola? La pregunta, simis no, posee la virtud de colocarnos ante, cevidencia de nuestras expectativas.O tal vez mejor: cualquier res. puesta, sea cul se, desta el tarro de nuestros supuestos As, ‘para quien conciba la historia como aquella disciplina consa. ‘grada en exclusivaa conocer el pasado nada, en aparienci ria cambiar. El pasado permanece siempre ahi, inalterable por irreversible, objeto impavido a la espera de conocimiento. A una -concepcién del pasado de este tipo, entendido como un proce- so real ajeno por completo a las variaciones que puedan produ- cirse en el presente del historiador, le corresponderia una ima- ‘gen especifica del conocimiento adecuado. El historiador se hallariainteresado en el pasado con la misma disposicién y pot Jas mismas razones que cualquier cientifico se halla interesado ensu sector de realidad correspondiente. En ese sentido, no habria diferencia entre aquél y el entomélogo, por hacer una compa ‘acidn que a buen seguro irttaré alos historiadores. Tal vez ¢ inés cro representante de esta actitud haya sido el historiadot Leopold von Ranke (1795-1886) con su Propuesta tedrica parala rae Send constr inept Dela utldad ylos ; it parla vida’ en a antologa Niteche, eicion 4213 Linares Broa, Pein gs ps8 SL PRESCATE RESPIRA FOR LA MsTORIA | 35 4 de"mostrarlo querealmentea sucedido" No hacefalta nitrin en To Ya sabido ste proyecto se sald con un fra demir decitse que porque, al no vincular la incorporacion caso Sig teatimonios y la critica exigent dels mismos (aus se Serande apotaciones) con un marco expliatvo que dra os Be ls relaciones de loshechos entre ty desu sentido, lo capico quedaba convertido en un éido-amontonamiento de sive ye historiadoren un mero reproducto delos archives. ahora ben, cabe plantearse i, masall del caso particular, no sradta una consecuencia inexorable. Confinar el pasado en lo fosido implica convertilo en un objeto instil -en el objeto int porexclencia~,Con lo definitvamentsido-que es como decir {or lo definitivamente ido- no parece que quepan més trtos Gueel reconocimiento, la constatacin, de su existencia pret sta, Peo una consideracién as del pasado implica unos deter- rminados supuestos acerca de su naturaleza. Por sear el més importante en este contexto: para que el pasado no desborde en Joms minimo sus propios limites hay que uzgarlo,en general yen cada uno de sus episodios particulars, como tnicoeiree- petible Fs éta una vision muy frecuente, y a menudo bienin- tencionada. Se dirfa que la tendencia més extendida esa creer auela calificacign de un suceso cualquiera como irrepetible lo 4 Eo capita sums yrs’ desu La inmortlidd (ad de de Venue, Bardon, Tse 990 pn) Kundera rat dela tepid dees indvduoey eos proedimientos qu ss siguen paraconencere de su propi raid, Segin 6 hy ds métodos para

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