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RESUMEN
CAPITULO I
Todos los Estados han sido y son Repúblicas o Principados, los cuales se pueden dividir en dos
tipos: - Hereditarios impera el linaje del señor. - Nuevos que pueden ser o completamente
nuevos o mixtos, que son aquellos añadidos. De los principados hereditarios. En el caso de los
principados hereditarios la dificultad para mantenerlos es menor. Hay que: - Respetar el orden
de sus antepasados. - Adaptarse a los acontecimientos Si el príncipe es de habilidad normal,
mantendrá siempre su estado a menos de una fuerza extraordinaria. Un príncipe hereditario
siempre es natural y por ello, es aceptado por sus súbditos de un modo también natural. De
los principados mixtos. Un principado mixto es un miembro añadido a un Estado anterior.
Estos tipos de Estado, presentan diferentes dificultades: - Los súbditos cambian de señor
con la esperanza de mejorar, cosa que les hace tomar las armas contra su señor, per se
engañan, pues después la experiencia les hará ver que han salido perdiendo. - No se pueden
conservar siempre los amigos que han guardado al Príncipe a adquirir el nuevo principado y
tendrá como enemigos a todos aquellos que no están de acuerdo con la nueva situación. Estos
nuevos estados, pueden ser de dos modos: Del mismo país y lengua. Es este caso, es muy fácil
mantenerlos. Basta con haber extinguido el linaje del príncipe anterior y no alterar ni sus leyes
ni sus tributos. Con lengua, costumbres e instituciones diferentes. Es necesario tener
gran fortuna y mucha habilidad para conservarlos. Para conseguirlo, hay alternativas: -
Pasar a residir allí. Esto hace que se puedan ver nacer los desórdenes y se les puede buscar
remedio rápido. - Establecer en uno o dos lugares colonias. Con las colonias no se gasta
mucho dinero y sin gastos o con pocos se las envía y mantiene en el nuevo territorio.
Solamente se perjudica a aquellos a quienes arrebatan los campos, que representan una
mínima parte. Todo esto nos ha de hacer tener en cuenta que a los hombres se les ha de
mimar o aplastar. - Ocupar militarmente el territorio. En este caso, los gastos son mayores.
Todo el mundo siente las molestias y cada uno se convierte en enemigo. - Convertirse en jefe
y defensor. Hay que estar al lado de los vecinos menos poderosos, ingeniárselas para debilitar
a los poderosos y guardarse de que, entre en dicho país un extranjero tan poderoso como él.
CAPITULO IX