La Yarada de los Palos,

Quince asentamientos humanos, sin agua ni desagüe, poblados por 16,000 puneños, ahora
oficialmente habitantes de la región de Tacna, constituyen desde el 7 de noviembre pasado la
población del nuevo distrito tacneño, denominado por ley La Yarada de los Palos. A partir de
su creación, podemos decir que es el distrito que produce más aceitunas de Tacna.

La frontera sur de este distrito fue fijada teniendo en cuenta el Tratado de 1929 entre el Perú y
Chile: la línea de la Concordia (Punto 266). Es el último límite conflictivo del Perú, cuyo mar ha
sido también definido el 27 de enero de 2014 por la Corte Internacional de Justicia de la Haya.
El presidente Ollanta Humala, escudado por el primer ministro y la ministra de Relaciones
Exteriores, y dos autoridades de Tacna, anunció la firma de promulgación de la ley de creación
por televisión en la mañana del mismo día 7 de noviembre.
La juventud peruana mira este hecho con cierta indiferencia, porque son otros los temas
prioritarios que llaman su atención. Ésta podría ser una indiferencia positiva, en el sentido que
quita del sentimiento nacional la cicatriz de una herida, que las generaciones anteriores sentía
que se abría cada vez que se planteaba un litigio fronterizo en esa zona. Indiferencia positiva
que, si existe también en la generación de jóvenes chilenos, deberá facilitar la aceptación de
los límites de este distrito por el gobierno de Santiago.

Cualquier duda al respecto no es asunto ni jurídico ni diplomático sino solamente político y

mediático. Cuando históricamente los gobiernos sudamericanos no saben aceptar el resultado
final de un litigio bilateral negativo para su nación, entonces acuden a la demagogia, incitando
al pueblo a enardecerse con una bandera de nacionalismo trasnochado, sin prestar atención
al asunto en sí mismo.

En este caso concreto, no me parece que la actitud del gobierno chileno anterior, quien inició
la duda, haya sido excesiva, aunque sí malévola. Este gobierno socialista se ha encontrado con
el problema encima de la mesa y no ha tenido hasta ahora otro remedio que seguir con la
cantaleta. Pero estoy seguro que procurará echar agua al fuego para acabar el pequeño
incendio mediático.

Desde el 1º de marzo de 2009 se encuentra vigente el Acuerdo de Libre Comercio entre Perú y
Chile, que había sido suscrito el 22 de agosto de 2006 en Lima, acuerdo que contiene un
importante programa de liberación arancelaria. El incremento del comercio bilateral se suma a
las inversiones de un país en el otro, creando lazos financieros que acentúan las actividades
productivas chilenas en el Perú y peruanas en Chile. Los dos países forman parte de la Alianza
para el Pacífico, la más afortunada alianza sudamericana.

De acuerdo a una política de Estado, el gobierno peruana ha prometido realizar, con las
autoridades tacneñas, un plan para atender las necesidades básicas de esos 16,000 peruanos
que, buscando con empeño una forma productiva para sustentar la supervivencia de sus
familias, han aportado a los más de 30 millones de peruanos una oportunidad y un sustento
demográfico para la creación de su distrito en medio de un arenal de importancia histórica
para fijar los linderos del territorio peruano, aplicando el principio de que las leyes se
perfeccionan con su ejercicio.