El origen de la evolución del hombre o como también como es conocida hominización, que no es más que las etapas de evolución del ser humano desde sus ancestros más antiguos, los Australopithecus hasta la actualidad con el homo sapiens. La evolución humana corresponde al proceso de cambios que originó los seres humanos y los diferenció como especie. Origen y Evolución del Hombre En oposición al creacionismo, la teoría evolucionista parte del principio de que el hombre es el resultado de un lento proceso de cambios (cambios). Esta es la idea central de la evolución: los seres vivos (plantas y animales, incluyendo los humanos) se originaron de las criaturas más simples que se han modificado con el tiempo. Las características propias de la especie humana se construyeron a lo largo de miles de años, con la evolución de los primates. Charles Darwin fue el primero en proponer la relación de parentesco de la especie humana con los grandes monos, los antropoides. Actualmente, los científicos creen que estos antropoides y la especie humana tuvieron un ancestro común, alrededor de 8 a 5 millones de años atrás. La evidencia de este hecho es la gran similitud entre los humanos y los monos antropoides, como el chimpancé. La evolución de la especie humana se inició hace al menos 6 millones de años. En ese período, una población de primates del noroeste de África se dividió en dos linajes que pasaron a evolucionar independientemente. El primer grupo se remontaba en el ambiente de la selva tropical y originó los chimpancés. El segundo grupo se ha adaptado a los entornos más abiertos, tales como las sabanas africanas, dando lugar a Homo sapiens. Por eso, el continente africano es llamado de cuna de la humanidad. Etapas de la evolución del Hombre u Homínidos, Línea de Tiempo Estas primeras especies llamada homínidos tuvieron una separación, que originó los Australopithecus y el género Homo. Los Australopithecus Australopithecus Los primeros homínidos pertenecían al género Australopithecus y se diferenciaban de los demás primates por cuenta de su postura erguida, locomoción bípeda y una arcada más cercana a la actual especie humana. Constituyeron un grupo diversificado y exitoso. Las principales características de este grupo eran: la postura erguida, la locomoción bípede, la dentición primitiva y la mandíbula más semejante a la de la especie humana. Fueron los primeros homínidos a dominar el fuego, lo que permitió su expansión hacia otros territorios. Además de la reducción de la musculatura de la cara, pues podían cocinar los alimentos, ablandándolos. Australopithecus Afarensis: Con 3,4 millones de años, esta especie fue encontrada en Etiopía, Camerún y Tanzania. De esta época, tal vez el mayor hallazgo haya sido la Lucy, esqueleto encontrado 1974 en Etiopía. La reconstitución de este esqueleto permitió apuntar las principales características del australopithecus afarensis, que eran: Dientes más humanos que las criaturas anteriores; La mandíbula comenzó a tener la forma parabólica humana; Estableció plenamente la bipedalidad; El cerebro estaba en el camino de lo que somos hoy. Australopithecus africanus: Probablemente, habitó la Tierra hace 2,8 a 2,3 millones de años atrás. Vivió entre 3 millones y 1 millón de años. Andaba erguido y usaba las manos para recoger frutos y arrojar piedras para abatir a los animales. Paranthropus Boisei: Datado con cerca de 2 millones de años, éste fue uno de los primeros homínidos que vivieron de Europa. Él tenía una cara muy peculiar, con una frente bien pequeña y también con dientes grandes y fuertes, y por eso es conocido como “Rompe las nueces”. Se cree que muchos australopithecus han coexistido y competido entre sí. Todas las especies se extinguieron. Pero uno de ellos habría sido el ancestro del género Homo. El género Homo La extinción de la mayoría de los Australopithecus posibilitó el surgimiento de un nuevo linaje. El género Homo representa el desarrollo del sistema nervioso y la inteligencia. Además, presentaba adaptaciones evolutivas, como el bipedalismo. Homo habilis. El género homo se caracteriza por su capacidad de desarrollo de herramientas de piedra, y el primero de ellos existió en África hace 2,2 millones de años. Su capacidad craneal no superaba los 800 cm3 y habría compartido época con el Homo rudolfensis, con el cual a menudo se considera una misma especie. Homo ergaster. Esta especie humana fue la primera en salir de África hace 1,8 millones de años y colonizar otros territorios, gracias a lo cual sirvió a su vez de eslabón entre otras dos especies venideras: el Homo erectus (en China y extremo oriente) y Homo cepranensis u Homo antecessor (en Europa). Homo erectus. Habitó en Asia hace 1,8 millones de años, hasta su extinción hace 300.000 años. Se cubría con pieles de animales y fabricaba diversas herramientas de piedra, además de cocer sus alimentos, pues habrían domesticado el fuego. Esto imprimiría cambios profundos en su musculatura y su sistema digestivo, así como formas más complejas de socialización que habrían requerido entonces un lenguaje articulado. Homo antecessor. De mayor altura y cerebro todavía pequeño en comparación con el Homo sapiens, fueron el primer eslabón humano europeo, que sirvió de peldaño entre el Homo ergaster y el Homo heidelbergensis, y tal vez sea el único ancestro común entre los humanos modernos y el Homo neardenthalensis. Homo heidelbergensis. Surgida hace 600.000 años, poseían grandes cráneos de 1200 cm3 y mandíbulas salientes, mayor apertura nasal y, posiblemente, un primer lenguaje simbólico. Sus primeros fósiles se hallaron cerca de la ciudad alemana de Heidelberg, y de allí su nombre. Homo rhodesiensis. Surgido hace 600.000 años en África, poseía una capacidad craneal más elevada, entre 1280 y 1325 cm3, y rasgos comunes con el H. erectus, H. ergaster y H. antecessor. Sin embargo, sus rasgos apuntan ya más al futuro H. sapiens que a las especies que le fueron contemporáneas, por lo que se trataría de nuestro antecesor directo. Homo neardenthaliensis. El famoso “hombre de Neardental” habitó Europa, Oriente próximo y Asia central hace más o menos 230.000 y 28.000 años, y su extinción obedece a causas desconocidas. Sin embargo, al haber compartido época con el H. sapiens, se piensa que la selección natural y la competencia habría favorecido a este último. Aun así, muchos humanos de hoy en día poseen índices genéticos de H. Neardenthaliensis, por lo que el cruce entre especies no ha debido ser inusual. Homo sapiens. El ser humano como lo conocemos surgió en dos tandas: la premoderna, cuyos cráneos no eran todavía del todo esféricos, con frente vertical y bóveda alta, aparecidos en África (Etiopía, Israel, Marruecos y Sudáfrica, principalmente) hace 315.000 a 100.000 años. Y luego están los humanos modernos, dotados de comportamiento y fisionomía moderna, y cuyos primeros restos datan de hace 195.000 a 140.000 años. Esta especie habría sido de tez oscura y habría lentamente conquistado el mundo entero, extinguiendo activa o accidentalmente al resto de las especies del género Homo y deviniendo en la humanidad que conocemos hoy. CAMBIOS FISICOS DE LA EVOLUCION Los humanos somos probablemente la especie más rara que jamás ha existido. Tenemos cerebros extravagantemente grandes que nos permiten construir complicados artefactos, entender conceptos abstractos y comunicarnos usando el lenguaje. También somos casi lampiños, tenemos mandíbulas débiles y nos cuesta dar a luz. ¿Cómo evolucionó una criatura tan estrafalaria? 1 - Vivir en grupo Hace 60-30 millones de años Los primeros primates, el grupo que incluye a monos y humanos, evolucionaron poco después de la desaparición de los dinosaurios. Muchos comenzaron rápidamente a vivir en grupos. Eso supuso que cada animal debía moverse en una compleja red de amistades, jerarquías y rivalidades. Así que vivir en grupos puede haber impulsado un aumento sostenido de la capacidad intelectual. 2- Más sangre al cerebro Hace 15-10 millones de años Humanos, chimpancés y gorilas descienden todos de una especie desconocida de homínido extinguida. En este ancestro, un gen llamado RNF213 comenzó a evolucionar rápidamente. Esto puede haber estimulado el flujo de sangre hacia el cerebro al ensanchar la arteria carótida. En humanos, las mutaciones de RNF213 causan la enfermedad de Moyamoya, en la que la arteria es demasiado estrecha, una condición que conduce al deterioro de la capacidad cerebral por falla de irrigación. 3 – La división de los primates: primeros cambios de genes Hace 13-7 millones de años Nuestros ancestros se separaron de sus parientes parecidos a los chimpacés hace unos 7 millones de años. En un principio, tendrían una apariencia similar. Pero dentro de sus células, el cambio ya estaba en marcha. Después de la división, los genes ASPM y ARHGAP11B empezaron a mutar, así como un segmento del genoma humano denominado región HAR1. No está claro que provocó estas modificaciones, pero HAR1 y ARHGAP11B están involucrados en el crecimiento del córtex cerebral. 4 – Subidón de azúcar: energía para el cerebro Hace menos de 7 millones de años Después de que la línea evolutiva humana se separó de la línea de los chimpancés, dos genes mutaron. SLC2A1 y SLC2A4 forman proteínas que transportan glucosa dentro y fuera de las células. Las modificaciones pueden haber desviado glucosa de los músculos hacia el cerebro de aquellos homínidos primitivos, y es posible que esta glucosa los haya estimulado y permitido que crecieran los cerebros. 5 – Las manos más hábiles Derechos de autor de la imagenHENRY GRAY WIKIMEDIA COMMONS Image caption Hace menos de 7 millones de años Nuestras manos son inusualmente hábiles y nos permiten hacer bellas herramientas de piedra o escribir palabras. Eso puede deberse en parte a un fragmento de ADN llamado HACNS1, que ha evolucionado rápidamente desde que nuestros ancestros se dividieron de los ancestros de los chimpancés. No sabemos qué hace HACNS1, pero se activa cuando se desarrollan nuestros brazos y manos. 6 – Mandíbulas débiles: más lugar para el cerebro Hace 5,3 - 2,4 millones de años En comparación con otros primates, los humanos no pueden morder con demasiada fuerza porque tienen músculos delgados en la mandíbula. Esto parece deberse fundamentalmente a una mutación del gen MYH16, que controla producción de tejido muscular. Este cambio ocurrió hace entre 5,3 y 2,4 millones de años. Las mandíbulas más pequeñas pueden haber liberado espacio para que crezca el cerebro. 7 – Dieta variada: carne en el menú Hace 3,5 – 1,8 millones de años Nuestros ancestros primates más antiguos comían principalmente fruta, pero especies posteriores como el Australopithecus ampliaron su gusto. Además de alimentarse con una variedad más grande de plantas, como las hierbas, parece que comieron mucha más carne e incluso que la troceaban con herramientas de piedra. Más carne supuso más calorías y menos tiempo de masticación. 8 – Pelados: no más vello corporal Hace 3,3 millones de años Los humanos son primates casi lampiños. Nadie sabe por qué, pero ocurrió hace entre 3 y 4 millones de años. Fue entonces fue cuando evolucionaron las ladillas, que solo pudieron infectar el pubis cuando el resto del pelo había desaparecido. Expuesta al sol, la piel se oscureció. A partir de entonces, todos nuestros ancestros fueron negros, hasta que algunos humanos modernos dejaron los trópicos. 9 - Conexiones: un gen de inteligencia Hace 3,2 – 2,5 millones de años Un gen llamado SRGAP2 fue duplicado tres veces. Como resultado, nuestros ancestros tuvieron varias copias, algunas de las cuales podrían haber evolucionado libremente. Una de las copias mutadas resultó ser mejor que la original. Es probable que haya provocado que las células del cerebro modelaran más prolongaciones, permitiéndoles formar más conexiones. 10 – Cerebros más grandes: primates pensantes Hace 2,8 millones de años Los humanos modernos pertenecen a un grupo o género de animales conocido como Homo. El fósil de Homo más antiguo conocido fue hallado en Etiopía y tiene 2,8 millones de años. La primera especie fue probablemente Homo habilis, aunque este supuesto ha sido disputado. En comparación con sus ancestros, estos nuevos homínidos tenían cerebros mucho más grandes. 11 – Parto complicado: una cabeza muy grande Hace 2,5 millones – 200.000 años Para los humanos, el parto es difícil y peligroso. A diferencia de otros primates, las madres casi siempre necesitan ayuda. Esto es porque caminar en dos piernas supone un canal pélvico más estrecho para el paso de un bebé humano, cuya cabeza ha crecido en relación a sus ancestros. Para compensar el parto dificultoso, los bebés nacen más pequeños e indefensos. 12 - Control del fuego Nadie sabe cuándo nuestros ancestros aprendieron a controlar el fuego. La prueba directa más antigua proviene de la Cueva Wonderwerk, en Sudáfrica, que contiene cenizas y huesos quemados de hace 1 millón de años. Pero hay evidencias de que los homínidos procesaban los alimentos incluso antes y de que eso podía incluir cocinar con fuego. 13 – El don de la charla Hace 1,6 millones – 600.000 Todos los grandes homínidos tienen sacos de aire en sus tractos vocales que les permiten lanzar fuertes bramidos. Pero los humanos no, porque esos sacos de aire hacen que sea imposible producir diferentes sonidos vocales. Nuestros ancestros los perdieron aparentemente antes de que nos bifurcáramos de nuestros primos Neandertales, lo que sugiere que ellos también podían hablar. 14 - Un gen para el lenguaje Algunas personas tienen una mutación en un gen llamado FOXP2. Como resultado, les cuesta entender gramática y pronunciar palabras. Eso sugiere que FOXP2 es crucial para aprender y usar el lenguaje. El gen moderno se desarrolló en el ancestro común de los humanos y los Neandertales: el FOXP2 neandertal es igual al nuestro. 15 – Saliva reforzada para comer carbohidratos Derechos de autor de la imagenTHINKSTOCK La saliva contiene una enzima llamada amilasa, fabricada por el gen AMY1, que digiere el almidón. Los humanos modernos cuyos ancestros fueron agricultores tienen más copias AMY1 que aquellos cuyos ancestros siguieron siendo cazadores recolectores. Este refuerzo digestivo puede haber ayudado para dar inicio a los cultivos, los poblados y las sociedades modernas.