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DENGUE Etapas Patogénicas (RESUMEN)

El dengue es producido por un virus del grupo de los arbovirus (llamados así porque son
transmitidos a través de artrópodos hematófagos), familia de los Flaviviridae, género
Flavivirus. La partícula viral tiene forma esférica y mide entre 30 y 50 nm. Posee una
envoltura proteica (principalmente E y M) que la cubre por completo. El material genético
se encuentra contenido en un nucleocápside circular, y entre éste y la cubierta se encuentra
una bicapa lipídica que es formada a partir de lípidos extraídos de la membrana celular de
la célula huésped. El genoma se compone de una sola cadena de ARN de tipo lineal,
sentido positivo y gran variabilidad. El virus es altamente inestable en el medio ambiente,
inactivándose con el calor, desecación y desinfectantes que contengan detergentes o
solventes lipídicos.
Existen 5 serotipos de virus Dengue: DEN_1, DEN_2, DEN_3 y DEN_4. El DEN_5 serotipo
fue descubierto en octubre del 2013, este serotipo sigue el ciclo selvático a diferencia de
los otros cuatro serotipos que siguen el ciclo humano 19. Cada uno de ellos crea inmunidad
específica para toda la vida para reinfección por el mismo serotipo, así como inmunidad
cruzada de corto plazo (algunos meses) para los otros 3 serotipos. Los cuatro serotipos
pueden causar cuadros asintomáticos, febriles o mortales. Se han detectado algunas
variables genéticas dentro de cada serotipo que parecen ser más virulentas o tener mayor
potencial epidémico que otras.
Figura Nº 07
Historia Natural

Las personas infectadas son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los mosquitos
se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas con el
virus pueden transmitir la infección (durante 4 o 5 días; 12 días como máximo) a los mosquitos Aedes.
El Aedes aegypti y el Aedes albopictus son los mosquitos transmisores del dengue. El mosquito pica
a una persona infectada e ingiere la sangre con el virus del dengue, el cuál se incuba en el mosquito
por un período de 8 a 12 días, después del cual el mosquito comienza a trasmitir el virus, picando a
otras personas. La persona infectada puede presentar síntomas después de 5 a 7 días de la
infección. También puede ocurrir la transmisión mecánica cuando el mosquito interrumpe la
alimentación en una persona infectada y pasa a alimentarse inmediatamente en un huésped
susceptible.

El tiempo intrínseco de transmisibilidad corresponde al de la viremia de la persona infectada.


Comienza un día antes del inicio de la fiebre, y puede extenderse hasta el 6° u 8° día de la
enfermedad.

En el mosquito hembra infectado, el virus se multiplica en el epitelio intestinal, ganglios nerviosos,


cuerpo graso y glándulas salivales del insecto, el cual permanece infectado y asintomático toda su
vida, que puede durar semanas o meses en condiciones de hibernación. Luego de 7 a 14 días
("tiempo de incubación extrínseco") puede infectar al hombre por nueva picadura.
Período Pre-
Patogénico

El Aedes Aegypti y el Aedes


Albopictus son los mosquitos
transmisores del dengue. El
mosquito pica a una persona
infectada e ingiere la sangre
con el virus del dengue, el cual
se incuba en el mosquito por un
período de 8 a 12 días,
después del cual el mosquito
comienza a trasmitir el virus,
picando a otras personas. La
persona infectada puede
presentar síntomas después de
5 a 7 días de la infección.
También puede ocurrir la
transmisión mecánica cuando
el mosquito interrumpe la
alimentación en una persona infectada y pasa a alimentarse inmediatamente en un huésped
susceptible.
El tiempo intrínseco de transmisibilidad corresponde al de la viremia de la persona infectada.
Comienza un día antes del inicio de la fiebre, y puede extenderse hasta el 6° u 8° día de la
enfermedad.
Etapa Patogénica
Período de latencia o Preclínica

Los seres humanos susceptibles se infectan después de ser picado por un mosquito infectado Aedes
hembra. La viremia en el hombre comienza hacia el final de un período de incubación de cuatro a
seis días y persiste hasta que la fiebre disminuye, lo que suele ser de tres a siete días. Un mosquito
Aedes infectado puede adquirir el virus al alimentarse de la materia durante este período de viremia.
El mosquito tiene un período de incubación de 8 a 12 días antes de que sea capaz detransmitir el
virus a personas susceptibles. Una vez infectados, los mosquitos portadores del virus durante su
vida útil y siguen siendo infecciosos para los seres humanos.

Período de expresión o Clínica

Se debe sospechar que una persona padece dengue cuando una fiebre elevada (40 °C) se
acompaña de dos de los síntomas siguientes: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los
globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios
linfáticos o salpullido. Los síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días
después de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días. El dengue
grave es una complicación potencialmente mortal porque cursa con extravasación de plasma,
acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Los signos que
advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas y se
acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C) y son los siguientes: dolor
abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga,
inquietud y presencia de sangre en el vómito. Las siguientes 24 a 48 horas de la etapa crítica pueden
ser letales; hay que brindar atención médica para evitar otras complicaciones y disminuir el riesgo
de muerte.

Fase febril
Los pacientes desarrollan fiebre alta y repentina. Esta fase febril aguda dura de 2 a 7 días y suele
acompañarse de enrojecimiento facial, eritema, dolor corporal generalizado, mialgias, artralgias,
cefalea y dolor retroocular. Pueden presentarse manifestaciones hemorrágicas menores, como
petequias y equimosis en la piel. Los pacientes que mejoran después de que baja la fiebre, se
consideran casos de dengue sin signos de alarma. Problemas que pueden presentarse en la fase
febril: Deshidratación; la fiebre alta puede asociarse a trastornos neurológicos, y convulsiones en
los niños pequeños.
Fase crítica
Cerca de la desaparición de la fiebre, cuando la temperatura desciende a 37,5 grados centígrados
o menos y se mantiene por debajo de este nivel, por lo general, en los primeros 3 a 7 días de la
enfermedad, puede aumentar la permeabilidad capilar paralelamente con los niveles del
hematocrito. Esto marca el comienzo de la fase crítica. Los pacientes que empeoran con la caída
de la fiebre y presentan signos de alarma, son casos de dengue con signos de alarma. Problemas
que pueden presentarse en la fase crítica: Choque por la extravasación de plasma; hemorragias
graves, compromiso serio de órganos, dengue grave.
Fasede recuperación
Cuando el paciente sobrevive a la fase crítica (la cual no excede las 48 a 72 horas), pasa a la fase
de recuperación. Hay una mejoría del estado general, se recupera el apetito, mejoran los síntomas
gastrointestinales se estabiliza el estado hemodinámico,y se incrementa la diuresis. Problemas que
pueden presentarse en la fase de recuperación: Hipervolemia (si la terapia intravenosa de fluidos
ha sido excesiva o se ha extendido en este período).
Prevención Primaria:

La vigilancia epidemiológica debe


incluir:
1. El seguimiento del vector
2. El alerta ante afecciones febriles o
exantemas sugestivos
3. La asignación y organización de
recursos para estudios de laboratorio

Las actividades en las zonas


endémicas: control del mosquito Aedes
aegypti y el desarrollo de vacunas. Son
dos posibles enfoques en la
prevención de las infecciones del virus
del dengue.
El control de vectores: Para reducir o prevenir la transmisión del virus del dengue actualmente no
hay alternativa al control de vectores. La mayoría de los países endémicos tienen un componente
de control de vectores en el control del dengue y de los programas de prevención, pero la
implicación de los profesionales de la salud pública es con frecuencia insuficiente, ineficaz o
ambos.
Además se requiere el uso de métodos químicos basados en la aplicación de larvicidas. Los
controles químicos normalmente deben ser añadidos al agua almacenada para uso doméstico,
incluyendo el agua potable.

Prevención Secundaria:

El tratamiento de casos de dengue sin complicaciones es sólo de apoyo, incluyendo líquidos por vía
oral durante el período febril y el paracetamol (acetaminofén), la dosis diaria de lo que no debe
excederse para evitar la intoxicación, principalmente relacionados con la función hepática. Cuando
choque por dengue se convierte en prolongado o recurrente, líquidos por vía intravenosa debe
administrarse cuidadosamente de acuerdo a la edad y la dosis para evitar la sobrecarga de líquido
ya que esto puede provocar un edema pulmonar.

Tratamientos de apoyo están disponibles para las manifestaciones específicas de la enfermedad de


la infección por el virus del dengue:
La fiebre del dengue: ingesta de líquidos por vía oral para evitar la deshidratación. La fiebre y
mialgias pueden ser manejadas con acetaminofén. Los agentes antiinflamatorios no esteroideos o
aspirina por lo general deben evitarse por el riesgo de complicaciones hemorrágicas y en los niños
debido al riesgo potencial de síndrome de Reye.

Infección por el virus del dengue con una importante hemorragia - sangrado gastrointestinal puede
ser lo suficientemente graves como para requerir una transfusión de sangre. Los factores que
contribuyen a un sangrado incluyen trombocitopenia, debido a la disminución de la supervivencia de
plaquetas y, en casos severos, franca coagulación intravascular diseminada. Las transfusiones de
plaquetas no se han demostrado ser eficaces en la prevención o el control de la hemorragia, pero
puede estar justificada en pacientes con trombocitopenia severa (<10.000 / mm3) y el sangrado
activo. Transfusiones profilácticas de plaquetas en pacientes con trombocitopenia grave, pero sin
signos de sangrado activo generalmente no se recomiendan.

El dengue hemorrágico: pérdida de plasma en el dengue hemorrágico es importante manejar con la


repleción agresiva del volumen intravascular para prevenir o revertir el shock hipovolémico. En los
casos leves, sobre todo cuando la atención médica que se recibe rehidratación temprana, por vía
oral puede ser suficiente. Sin embargo, en pacientes con pérdida de líquido intravascular establecida,
la administración de líquidos por vía intravenosa se recomienda. La transfusión de sangre es
adecuado en pacientes con hemorragia significativa, las mediciones posteriores de hematocrito debe
ser interpretado con cautela, ya que también es fundamental para evaluar la adecuación de
reposición de líquidos.

El tratamiento del shock: Para los pacientes con shock hipotensivo, un bolo inicial de dextrosa cinco
por ciento en solución salina normal o lactato de Ringer (20 ml por kg de peso corporal) en infusión
durante 15 minutos, se recomienda, seguida de infusión continua (10 a 20 mL / kg por hora,
dependiendo la respuesta clínica) hasta que los signos vitales y normalizar la producción de orina.
Para los pacientes que mejoran, la tasa de infusión debe ser reducida gradualmente hasta que
coincida con las pérdidas de fluidos de plasma.

Prevención Terciaria:

En caso de dengue grave, la asistencia prestada por médicos y enfermeras que tienen experiencia
con los efectos y la evolución de la enfermedad puede salvar vidas y reducir las tasas de mortalidad
de más del 20% a menos del 1%. Es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales.
No hay vacuna que proteja contra el
dengue. Ha sido difícil obtener una
vacuna contra el dengue, pero en
fecha reciente se han logrado algunos
adelantos.
Estrecha observación clínica es
fundamental, incluso después de que
el volumen de sangre normal se
restablezca, porque los pacientes
pueden desarrollar una descarga de
uno o dos días después de la
reanimación inicial con líquidos, lo que
representa el período de aumento de
la permeabilidad vascular en el dengue
hemorrágico. La mayoría de los
pacientes que presentan para la
atención médica antes de profunda
conmoción se desarrolla y que reciben
terapia de fluidos adecuada se
recuperará rápidamente.
Los esfuerzos han hecho desde
entonces a centrarse en tres aspectos
fundamentales: la vigilancia para la
planificación y la respuesta, lo que
reduce la carga de enfermedades y el
cambio de comportamientos para
mejorar el control de vectores.

• Evitar que los mosquitos encuentren


lugares donde depositar sus huevecillos aplicando el ordenamiento y la modificación del medio
ambiente.
• Eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales
• Cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico
• Aplicar insecticidas adecuados a los recipientes en que se almacena agua a la intemperie
• Utilizar protección personal en el hogar, como mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga
larga, materiales tratados con insecticidas, espirales y vaporizadores
• Mejorar la participación y movilización comunitarias para lograr el control constante del vector;
durante los brotes epidémicos, las medidas de lucha antivectorial de emergencia pueden incluir la
aplicación de insecticidas mediante el rociamiento.
• Se debe vigilar activamente los vectores para determinar la eficacia de las medidas de control.

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