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PROBLEMAS ETICOS

¿Cuándo nos enfrentamos a un problema ético? Veamos algunas situaciones:


(1) Soy un soldado. Estamos en guerra. Un jefe militar me ordena matar a una persona desarmada,
indefensa. ¿Debo cumplir esa órden?
(2) Soy testigo en un juicio. Mi testimonio es importante. Vi como unos hombres vestidos con
camperas negras mataban a golpes a otro hombre. Hoy es el día en que debo declarar. Recibo un
llamado telefónico. Una voz gruesa que me amenaza:”si decís la verdad te liquidamos” ¿Qué hago?
¿Debo mentir?
(3) Me fue mal en un exámen de matemática. Estudié pero es una materia que me resulta muy
difícil. No la entiendo. Mi mamá se preocupa mucho cuando me desaprueban. No quiero darle un
disgusto. ¿Qué hago? ¿Debo decirle la verdad a mi madre aunque la haga sufrir?
(4) En la escuela la mayoría de mis compañeros se burlan de un alumno nuevo porque es
extranjero y habla mal el castellano. No me gusta que lo traten así pero son mis amigos y no quiero
pelearme con ellos. ¿Debo hacer lo que hace la mayoría? ¿Debo burlarme yo también?
(5) Voy caminando por la playa. Estoy solo. De pronto escucho un grito. Es alguien que se está
ahogando y pide auxilio. Lo reconozco. Es mi enemigo. Lo odio. ¿Qué hago? ¿Debo ayudarlo? Nadie
me ve ni me va a reprochar nada, ¿debo ayudarlo igual?
(6) Prometí a un amigo devolverle hoy el dinero que me prestó la semana pasada. Tengo la plata
pero si se lo devuelvo no podré comprar la entrada a un recital que quiero ir. ¿Debo cumplir mi
promesa o comprar esa entrada?

¿Qué tienen en común estas situaciones?


En todas ellas se plantean problemas que involucran a otras personas . La solución de las msimas no
me afecta solo a mí sino que también a otras personas que sufrirán las consecuencias de mis
decisiones y de mis acciones. Todos en ciertas circunstancias, nos planteamos problemas de este tipo.
Los problemas éticos son problemas cuya solución tienen efectos en otras personas.
Cuando tomamos este tipo de decisiones y actuamos en consecuencia estamos realizando una
conducta moral. Una conducta de este tipo puede ser calificada como “buena” o “mala” por nosotros
mismos y por los demás. Atribuimos valor moral a un acto que tiene consecuencias que afectan a
otros individuos. Los actos que no tienen consecuencias para los demás, no son objeto de una
calificación moral.
Cuando nos planteamos un problema ético, no encontramos respuestas en las órdenes que nos dan
nuestros mayores o nuestros jefes, tampoco las encontramos en las costumbres o en lo que opina la
mayoría ni en las reglas de conducta que nos han enseñado. Todas estas pautas pueden orientarnos en
nuestras decisiones pero no pueden darnos “la solución”. Es lo que puede verse en las situaciones
planteadas como ejemplos: sé que debo ayudar a los demás cuando se encuentran en apuros, pero
¿debo ayudar a alguien que no quiero y que considero mi enemigo por los daños que me causó en el
pasado?; sé que debo cumplir mis promesas, pero ¿debo cumplirlas cuando hacerlo me perjudica en
algún sentido?; sé que debo cumplir las órdenes de mis superiores, pero ¿debo hacerlo cuando son
inmorales?; sé que debo cuidar a msi amistades, pero ¿debo hacer lo que mis amigos hacen, aunque
sepa que está mal, para conseguir su aprobación?

ETICA Y MORAL
Se utilizan con mucha frecuencia los términos “ética” y “moral”. Se dice por ejemplo ”no es ético
hablar de alguien en su ausencia”; “los jueces deben ser intachables desde el punto de vista moral y
ético”; “es inmoral que un asesino sea entrevistado por un periodista y que sus palabras sean
difundidas por televisión”; “la corrupción ataca nuestros valores éticos y morales”, etc. Desde el
punto de vista etimológico, “ética” y “moral” tiene un mismo significado. “Etica” proviene de la
palabra griega “ethos” y significa “costumbre, hábito”. “Moral” proviene de la palabra latina “mos” y
también significa “costumbre, hábito|”.
Sin embargo se suele hacer una distinción entre ambos términos. La moral es el conjunto de normas
que consideramos justas y obligatorias. Estas normas regulan nuestra conducta y pueden ser diferentes
según la cultura y la época a la que pertenezcamos. Por ejemplo los diez mandamientos son un
conjunto de normas que conforman parte de la moral judeo cristiana. Cuando juzgamos la conducta de
los demás o cuando decidimos que hacer en una situación determinada, tenemos en cuenta estas
normas. La moral que rige en nuestra sociedad no ha sido inventada por nosotros pero somos nosotros
quiénes las aplicamos.
Conviene hacer una diferencia entre las normas morales y las jurídicas. Estas últimas son establecidas
por el Estado con carácter de obligatorias y es el Estado el que establece las sanciones para quienes no
las cumplan. Los individuos están obligados a cumplir las normas jurpidicas aunque no estén de
acuerdo con ellas. Las normas morales, en cambio, no están escritas en un código, ni contienen
sanciones concretas. Las sanciones a las que nos sometemos cuando incumplimos normas morales
entán relacionadas con el rechazo o desaprobación de nuestros semejantes, repudio, menosprecio,
desconfianza, etc. Otra diferencia respecto de las normas jurídicas es que las morales obligan a
quienes las consideran justas, la persona que actúa “bien” lo hace porque está convencida de que esa
es la forma correcta de actuar.
La ética es la reflexión sobre por qué esas normas nos parecen justas y obligatorias: la ética es una
reflexión sobre la moral. Nuestra moral dice que no se debe mentir. La ética se pregunta ¿por qué no
se debe mentir?. La ética trata de explicar la conducta moral. Estudia las diferentes morales y sus
cambios a lo largo del tiempo, tratando de discriminar a qué llamamos “bondad” y “maldad”. Trata de
definir qué es lo bueno; se interesa por dar las razones de cómo debería ser.
La ética pues, no es un conjunto de normas, es una reflexión sobre ellas.
Existen diferentes morales, los caníbales por ejemplo, no consideran malo comer carne humana. La
ética estudia las diferentes morales y se pregunta: ¿existe una mejor que otra? ¿es posible plantear
criterios universales para determinar si una conducta es correcta? ¿se puede afirmar que existe
progreso moral?
En la mayoria de las situaciones en que se nos plantea un problema moral, lo resolvemos acudiendo a
las normas que consideramos obligatorias sin preguntarnos por qué. Pero a veces nos surge la
pregunta: ¿qué debo hacer en esta ocasión? Y sentimos que la respuesta no es clara, que no consiste en
acatar mecánicamente una regla. Es en estas ocasiones cuando nos hacemos una pregunta de tipo
ético.
Las normas morales, si bien regulan nuestra conducta y nos permiten saber como actuar y como
juzgar la conducta de los demás, no son de aplicación automática. Si lo fueran no surgiría la necesidad
de reflexionar sobre ellas.

ETICA POLÍTICA.
Si la política es el arte de gobernar a los pueblos, la ética es el arte de gobernarse a sí mismos. La ética
es una disciplina filosófica que fundamenta los criterios para actuar con relación a uno mismo y con
los demás. Buena parte de las discusiones sobre la ética teórica también se presenta en las decisiones
cotidianas, cuando una persona tiene que escoger como orientarse y tomar decisiones en la vida.
Ahora bien ¿cómo se relaciona la ética personal con la ética pública?
Para los antiguos griegos, el campo de la política se vinculaba directamente con la reflexión ética,
pues la vida pública tenía dimensiones mucho más amplias que hoy, en tanto el individuo no se había
recluido en el ámbito de su vida privada. La felicidad de cada ciudadano estaba asociada a la felicidad
de la polis, y, por eso, en el pensamiento de Aristóteles, la ética desembocaba en la política y se
subordinaba a ella, en la medida en que la voluntad individual tenía que subordinarse a la voluntad de
toda una comunidad.
Al mismo tiempo la política permitía que el Estado educara a los hombres e las diferentes virtudes y,
particularmente en la justicia. En este sentido la educación de los gobernantes resultaba
imprescindibles para evitar que se cometieran actos indebidos. Esta conducta no se liograria solo a
través de controles externos en la función pública, sino que se fomentaría principalmente a través de
la sensibilización y el desarrollo de la conciencia, es decir, de principios éticos asumidos
concientemente por las personas que se ocupan de los asuntos públicos.
Esta relación estrecha entre ética y política se continuo durante el período del medioevo durante el
cual el pensamiento cristiano deducía los mandatos morales de la fé religiosa y subordinaba la política
a esos mandatos.
En el siglo XVI, Nicolás Maquiavelo planteó un pensamiento provocador al proponer una diferencia
tajante entre la política y la moral. Desarrolló su pensamiento en el contexto de un proceso histórico
en el que las metas religiosas iban perdiendo centralidad en la vida de cada hombre y eran
reemplazadas por la búsqueda de progresos materiales. De este modo los desafíos de la sociedad
sevolvaban cada vez más a alcanzar la riqueza, gloria, poder y conocimiento.
En su obra “El Príncipe”, Maquiavelo valora la fuerza y la astucia como virtudes principales de un
gobernanteque conoce la naturaleza competitiva e interesada de quiénes lo rodean. Maquiavelo deja
de lado la pureza y la bondad que pregonaba la moral cristiana, y considera que es preferible ser
temido a ser amado, yu que ser bueno políticamente es saber escoger cuando conviene apegarse a las
normas éticas y cuando alejarse de ellas. En consecuencia, Maquiavelo considera que un buen fin, una
intención valiosa, podría justificar la adopción de medios éticamente reprochables: robar para hacer
justicia, mentir para lograr la libertad; matar para garantizar la paz, etc.

LA ETICA DE LOS GOBERNANTES Y DE LOS CIUDADANOS.


Las reflexiones de Aristóteles y Maquiavelo establecieron algunas orientaciones que pueden ser
utilizadas para ver las relaciones actuales entre la ética y la política. A veces la eficiencia de los
dirigentes políticos puede entrar en conflicto con su entereza moral. ¿Qué rasgos son preferibles?
Cuando escuchamos comentarios de la gente que valora a un gonbernante porque “roba pero hace” o
que afirma que “corrupción hubo siempre”, observamos la renuncia a exigir ética pública. En el otro
extremo encontramos que hay sociedades en las que se evalúa también la ética de los gobernantes y se
espera que no haya mentiras o falsedades en su vida cotidiana.
Esta mirada sobre la ética de los gobernantes requiere pensar también la ética de los ciudadanos, pues
hay modalidades de corrupción en todos los estratos. Cuando una persona antepone su interés al de
todos los demás, cuando se apropia de lo que es público, cuando soborna a una autoridad, o miente
ante los representantes de la ley, también puede ser cuestionada éticamente.
Las responsabilidades de los gobernantes son mayores, porque sus decisiones afectan a toda la
sociedad y acceden a información que no tienen derecho a usar en beneficio propio. Por eso la ética
de los líderes políticos es una cuestión relevante a la hora de depositar la confianza en ellos. Sin
embargo, es conveniente advertir que muchos dirigentes expresan, en sus actos y opiniones, la moral
media de la sociedad que integran. En consecuencia, promover actitudes justas y solidarias en la
sociedad es también una formad e mejorar la ética de los gobernantes.
¿Siempre es bueno ser bueno? El buen gobernante
Nicolás Maquiavelo “El Príncipe” Fragmento Aristóteles “Política” Fragmento.
“Hay tanta distancia entre saber como viven los “Decimos, en efecto, que el buen gobernante es
hombres y cómo debieran vivir, que el que para hombre bueno y prudente (…) El buen ciudadano
gobernarlos aprende el estudio de lo que se hace debe tener el conocimiento y la capacidad tanto de
para deducir lo que sería más noble y más justo obedecer como de mandar. Esta es pues la virtud
hacer, aprende más a crear su ruina que a del ciudadano: ser entendido en el gobierno de los
preservarse de ella, puesto que un príncipe que a hombres libres en uno y otro respecto. Ahora bien,
toda costa quiere ser bueno, cuando de hecho está ambas virtudes son propias del hombre bueno, por
rodeado de gente que no lo son, no puede menos más que la templanza y la justicia del gobernante
que caminar a un desastre. Por ende, es necesario sean específicamente diferentes de la de los
que un príncipe que desee mantenerse en su reino, gobernados, no obstante ser éstos hombre libres.”
aprenda a no ser bueno en ciertos casos, y a servirse
o no de su bondad, según lo que las circunstancias
le exijan.”
ACTIVIDADES:
1) Elaborar una definición de “Moral” y de “Etica”.
2) ¿En qué casos puede hablarse de un “problema ético”? Dar 2 ejemplos
3) ¿Qué relación puede establecerse entre cultura y moral?
4) Explica la diferencia entre una norma moral y una norma jurídica. Dar 2 ejemplos de cada una.
5) Explica con tus palabras los fragmentos de Maquiavelo y de Aristóteles en cuanto a la ética
política de los gobernantes. Indica cual sería la diferencia principal entre ambas.
6) ¿Qué relación puede establecerse entre la ética de los gobernantes y la de los ciudadanos.
7) Elaborar un texto de opinión sobre las relaciones de la ética y la política que comience con la
frase: “En alguna medida, por acción u omisión todos somos políticos y hacemos política, porque...”.
¿Es posible evitar la corrupción de los gobernantes? ¿Es legítimo valorar a un dirigente porque realiza
obras beneficiosas para la población? ¿Cuánto del ciudadano común hay en la clase dirigente?

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