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En El ojo del fotógrafo, de John Szarkowski, El ojo del fotógrafo, de John Szarkowski, originado a partir de una

El Ojo

john szarkowski
El Ojo Del Fotógrafo
La invención de la fotografía trajo consigo
las imágenes se dividen en cinco apartados, en exposición de 1964 y publicado por primera vez en 1966, es una excelente un método de creación de imágenes

Del Fotógrafo
cada uno de los cuales se examinan las diversas introducción al arte de la fotografía. Reúne imágenes tanto de radicalmente nuevo, basado no en la síntesis
alternativas a que se enfrenta el artista cámara respetados maestros como de fotógrafos desconocidos que permiten sino en la selección. La diferencia era básica:
en mano: La cosa en sí, El detalle, El marco, bosquejar el lenguaje visual y creativo de la fotografía y revelan las pinturas se crean, se construyen a partir
Tiempo y Posición aventajada. el extraordinario alcance y posibilidades del medio fotográfico. de un conjunto de esquemas, habilidades
john szarkowski y actitudes tradicionales; las fotografías, sin
La presente edición pone de nuevo a embargo, se toman. Esta diferencia planteó
disposición del lector este emblemático libro. un problema creativo de nueva índole: ¿cómo
podría ese proceso mecánico y ausente
John Szarkowski fue fotógrafo y director ofrecer imágenes significativas en términos
del departamento de fotografía de humanos; imágenes dotadas de claridad,
The Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva coherencia y perspectiva?
York (Estados Unidos), entre 1962 y 1991. Escribió
numerosos libros sobre fotografía, entre Este libro investiga las características
ellos Looking at Photographs y Photography visuales de la fotografía y las razones que
until Now. las explican. Se interesa por la tradición
y el estilo fotográficos, con el sentido
posibilista que el fotógrafo aplica hoy
día a su trabajo.

cubierta: Fotógrafo desconocido: Interior


de un dormitorio, ca. 1910. The State Historical
Society of Wisconsin.

contracubierta: Fotógrafo desconocido:


Walter Miller tomando una foto desde el
edificio Woolworth, 1912-1913. Brown Brothers,
Nueva York.
EL OJO DEL FOTÓGRAFO
EL

robert doisneau : hombre frente a


notre - dame , 1956
OJO DEL FOTÓGRAFO

DE JOHN SZARKOWSKI THE MUSEUM OF MODERN ART, NEW YORK


Agradecimientos a Harry Collins, de Brown Brothers; a Lawrence E.
la teoría expuesta en este libro defiende que el estudio Hallett, de The Royal Photographic Society (Londres);
de la forma fotográfica debe considerar las tradiciones al doctor Otto Steinert, de la Folkwangschule (Essen);
artística y funcional de la fotografía como aspectos ín- D. B. Thomas, de The Science Museum (Londres);
timamente interdependientes de una historia común. y a sus instituciones respectivas por su generosa
Quien suscribe reflexionó por primera vez sobre ello colaboración durante las investigaciones y por su
gracias al libro Made in America (1948), de John A. consentimiento a la hora de reproducir las obras que
Kouwenhoven, que estudia las relaciones existentes en- custodian.
tre las distintas tradiciones populares y formales en la Por sus consejos y su asistencia durante el estudio de
arquitectura, el diseño y la pintura de Estados Unidos. las obras fotográficas, querría dar las gracias asimismo
Para estudiar la historia de la fotografía desde a L. Fritz Gruber (Colonia) y al doctor Piero Racanicchi
tal punto de vista fue necesario consultar colecciones (Turín). Reservo un reconocimiento especial para
creadas de acuerdo con criterios distintos del mérito Paul Vanderbilt, por permitirme consultar la notable
artístico, y otras consagradas específicamente a la colección de The State Historical Society of Wisconsin,
documentación del arte fotográfico. Me gustaría y también por compartir conmigo sus originales y
expresar mi más sincero agradecimiento a las provocativas ideas acerca de la imagen fotográfica.
siguientes personas e instituciones, que me prestaron Al respecto del libro en sí, me gustaría dar las
una inestimable ayuda al permitirme realizar dichas gracias a Jerry Matherly y a Josephine Bradley por
consultas: su asesoramiento editorial, a Joseph Bourke Del
A André Jammes (París); al difunto William Valle por el diseño del libro, y a Françoise Boas por
Gray Purcell (Pasadena, California); y a John Runk supervisar el proceso de producción. Finalmente,
(Stillwater, Minnesota); por permitirme acceder a sus cualquier proyecto que considere la obra fotográfica
colecciones privadas, que fueron de enorme utilidad, desde un punto de vista crítico es deudor de la obra
y por su consentimiento a la hora de reproducir obras fundamental de Beaumont Newhall, de tal sabiduría y
contenidas en ellas. buen juicio que sirve igualmente a los puntos de vista
Al doctor Edgar Breitenbach y a Alan Fern, de la discrepantes del suyo propio. Más allá de esto, debo
Biblioteca del Congreso de Estados Unidos; a Eugene expresar mi agradecimiento personal a Newhall por
D. Becker, de The Minnesota State Historical Society; sus ánimos y por sus consejos. j. s. [1966]

Nota del editor: editor: alberto anaut


El ojo del fotógrafo tuvo su primer germen en una exposición que directora editorial: camino brasa
vio la luz en 1964, fue publicado en huecograbado en 1966 y reim- director de desarrollo: fernando paz
preso en 1980. Esta impresión bitono es una litografía offset. El tipo producción: paloma castellanos
de fuente presenta leves diferencias y ha sido inevitable el recorte organización: rosa ureta
o reencuadre de un reducido número de láminas. Las fechas de la fábrica editorial
nacimientos y muertes han sido modificadas pertinentemente. Más verónica, 13. 28014 madrid
allá de lo mencionado, los cambios introducidos en esta edición se tel + 34 91 360 13 20 - fax + 34 91 360 13 22
han restringido al mínimo. e-mail: edicion@lafabrica.com
www.lafabricaeditorial.com
© the museum of modern art, 1966, 1980, 2007
11 west 53rd street, 10019, nueva york, estados unidos páginas 16, 40, 41, izquierda, 73 al fondo: © 1981 center for creative
spanish translation of texts © 2010 la fábrica editorial photography, arizona board of regents (ccp/abr); página 17: © 2003
isbn 978-84-92841-72-1 ccp/abr; página 28: wisconsin historical society, whi-41448; página 30,
nº de tarjeta del catálogo de la biblioteca del congreso de estados derecha: national museum of photography, film & television/science
unidos: 65-25724 & society picture library; página 36, arriba: © die photographische
sammlung/sk stiftung kultur-august sander archiv, colonia/ars, nueva
diseño original de joseph bourke del valle
york; páginas 39 y 136: cortesía de la biblioteca del congreso de estados
adaptado para esta edición por amanda washburn
unidos; página 49, arriba: collection center for creative photography ©
producción de christina grillo
ccp/abr; página 52, izquierda: estate brassaï rmn, fotografía © collec-
separación de tonos de thomas palmer tion centre pompidou dist. rmn/adam rzepka; páginas 56, arriba y 142:
coordinación de la fábrica editorial: doménico chiappe © artists rights society (ars), nueva york/vg bild-kunst, bonn; pági-
traducción al español: miguel marqués na 90, derecha: © albert renger-patzsch archiv/ann u. jürgen wilde,
maquetación: manuel gil/mgrafico zülpich/artists rights society (ars), nueva york; página 108: fotografía
diseño de cubierta: erretres de robert riger/getty images; página 114, abajo: apimages.
Índice
Introducción 6
La cosa en sí 12
El detalle 42
El marco 70
Tiempo 100
Posición aventajada 126
Índice de autores 156
Introducción un colectivo mucho más heterogéneo. Holgrave,
este libro es una investigación sobre las caracterís- el daguerrotipista que protagoniza The House of
ticas visuales de la fotografía y las razones que las the Seven Gables (La casa de los siete tejados) de
explican. Se interesa por la tradición y el estilo Nathaniel Hawthorne, no se aleja del arquetipo:
fotográficos, con el sentido posibilista que el fotó- «Con tan sólo veintidós años de edad, había
grafo aplica hoy día a su trabajo. sido maestro rural, vendedor rural y redactor de
La invención de la fotografía trajo consigo asuntos políticos de un periódico rural. Había tra-
un método de creación de imágenes radicalmen- bajado como viajante de aguas de colonia y otras
te nuevo, basado no en la síntesis sino en la se- esencias, y había estudiado y practicado la odon-
lección. La diferencia era básica: las pinturas se tología. No hace mucho daba conferencias sobre
crean, se construyen a partir de un conjunto de el mesmerismo, ciencia para la que demostró gran
esquemas, habilidades y actitudes tradicionales; talento. Su actual etapa como daguerrotipista no
las fotografías, sin embargo, se toman. era, en su opinión, más importante que las ante-
Esta diferencia planteó un problema creativo riores, ni tampoco susceptible de prolongarse más
de nueva índole: ¿cómo podría ese proceso me- en el tiempo que aquellas.»2
cánico y automático ofrecer imágenes significati- La enorme popularidad del nuevo medio hizo
vas en términos humanos; imágenes dotadas de que aparecieran profesionales en cada esquina:
claridad, coherencia y perspectiva? Pronto quedó herreros, caldereros, boticarios, orfebres, impre-
demostrado que los muy afectos al viejo uso no sores. Si la fotografía planteaba un nuevo pro-
serían capaces de encontrar respuesta a tal pre- blema desde el punto de vista artístico, esos pri-
gunta pues, en la mayor parte de los casos, el meros artesanos contaban con la ventaja de no
fotógrafo se mantenía apartado de las antiguas tener nada que desaprender. Entre todos ellos
tradiciones artísticas. Refiriéndose a la fotogra- produjeron una auténtica marea de imágenes. En
fía, Baudelaire dijo: «La industria fotográfica ha 1853, The New York Daily Tribune estimó que
invadido el territorio del arte y se ha convertido sólo ese año se habían producido tres millones de
en su más letal enemiga».1 Teniendo en cuenta su daguerrotipos.3 Muchas de esas fotografías fue-
marco de referencia, Baudelaire tenía en parte ron producto del conocimiento, la capacidad, la
razón. Ciertamente, el nuevo medio no se ajusta- sensibilidad y la creatividad; otras nacieron del
ba a los viejos estándares. El fotógrafo debía en- accidente, la improvisación, el malentendido y el
contrar nuevas formas de comunicar su mensaje. experimento. Consecuencia ora de lo artístico,
ora de lo azaroso, cada una de aquellas imágenes
Exploraban esas nuevas formas el artista que participaron de un formidable asedio a nuestra
renegaba de la tradición pictórica y quizá el ig- forma acostumbrada de mirar.
norante sin lealtades artísticas que respetar. Es- Llegadas las últimas décadas del siglo xix, los
tos últimos fueron muchos. Desde sus primeros profesionales y aficionados comprometidos, que
tiempos, practicaron la fotografía miles de crea- eran ya muchos, vieron sus filas engrosadas por
dores que no compartían tradición ni formación, una masa aún mayor de fotógrafos informales.
que no habían estudiado en academias ni se ha- A principios de la década de los ochenta de ese
bían asociado en gremios, que consideraron el siglo, la placa de gelatina de plata, que podía ad-
medio de diversas maneras (ciencia, arte, indus- quirirse lista para usar, había reemplazado al fas-
tria, entretenimiento), que a menudo descono- tidioso y complicado colodión húmedo, que de-
cían las obras de sus colegas. Los inventores de bía prepararse previamente a la exposición y ser
la fotografía fueron científicos y pintores, pero los procesado antes de que la emulsión se secara. La
profesionales que practicaron el oficio formaban impresión en gelatina de plata dio nacimiento a la
cámara de mano y a la instantánea. La fotografía gistraba lo comúnmente aceptado como relevan-
se simplificó. En 1893, un escritor inglés se que- te. La fotografía era sencilla, barata y ubicua, y
jaba de que la nueva situación «había creado un registraba cualquier cosa: escaparates, cabañas
ejército de fotógrafos que corretean sueltos por de madera, animales de compañía, locomotoras y
el mundo, fotografiando objetos de todo tipo, ta- gente corriente. Una vez alcanzada la objetividad
maño, forma y condición, sin detenerse a pensar: y la permanencia, inmortalizadas en imagen, esas
“¿Es esto arte?” Observan algo que les agrada, cosas triviales adquirieron importancia. A finales
enfocan su cámara y toman la imagen. No hay de siglo, por primera vez en la historia, hasta el
descanso, ¿por qué debería haberlo? El arte pue- indigente podía saber qué aspecto tuvieron sus
de errar, pero la Naturaleza nunca se equivoca, antepasados.
dice el poeta, y ellos acatan el dictamen. Para los El fotógrafo aprendía de dos maneras: por un
fotógrafos, composición, luz, sombra y textura lado, desde el íntimo conocimiento que el artesa-
son muletillas ya incorporados a la jerga…»4. no tiene de sus herramientas y de sus materiales
Dichas imágenes, tomadas a miles por el (si en tal tipo de placa las nubes no quedaban
profesional aplicado y por el aficionado de fin registradas, podía moverse el objetivo de la cá-
de semana, no se parecían a las anteriores. Su mara para que el cielo no apareciese); por otro,
variedad era prodigiosa. Cada sutil variación de a través de otros fotógrafos, que seguían apare-
la perspectiva o de la luz, cada momento fugaz, ciendo por doquier. Ya fuera su interés artístico
cada cambio en la tonalidad de la impresión crea- o comercial, su tradición adquiría consistencia
ba una nueva imagen. El artista formado era ca- gracias a todas las fotografías que quedaban im-
paz de dibujar una cabeza o una mano desde diez presas en su mente.
o doce perspectivas. El fotógrafo descubrió que Las imágenes reproducidas en este libro fue-
los gestos de la mano eran infinitamente variados ron tomadas a lo largo de casi un siglo y cuarto.
y que el muro de un edificio al sol no era nunca Responden a razones diversas y surgen del ojo
dos veces el mismo. de hombres con distintas preocupaciones y dis-
Gran parte de esa avalancha fotográfica se ca- pares talentos. De hecho, tienen poco en común
racterizó por la informidad y lo accidental, pero salvo su éxito y un vocabulario compartido: es-
muchas de aquellas imágenes nuevas estaban do- tas imágenes son inconfundiblemente fotografías.
tadas de coherencia, aun en su desconcierto. Al- El punto de vista que las une no se adscribe a
gunas de ellas fueron memorables y adquirieron escuela ni teoría estética alguna, sino al medio
significado más allá de lo limitado de sus inten- fotográfico en sí. Fueron los propios fotógrafos,
ciones, ampliando en el espectador el sentido de en efecto, quienes descubrieron ese punto de vis-
la posibilidad cuando este devolvía la mirada al ta mientras trabajaban, a medida que crecía en
mundo real. Sobrevivieron mientras fueron evo- ellos la certeza de que la fotografía poseía un po-
cadas, reproduciéndose y evolucionando como tencial enorme.
organismos vivos. Así pues, sería posible considerar la historia
No obstante, la novedad no llegó únicamente de la fotografía a partir de esa progresiva concien-
con la nueva forma de describir la realidad que ciación del fotógrafo acerca de las características y
había impuesto el medio fotográfico, también se problemas al parecer inherentes al medio fotográfi-
hizo tangible en los temas que los fotógrafos qui- co. A continuación se tratan cinco de esas caracte-
sieron ilustrar. Estos arrojaban luz sobre «objetos rísticas y problemas: cinco áreas que no definen ca-
de todo tipo, tamaño y forma […] sin detenerse tegorías discretas de trabajo, sino que, al contrario,
a pensar “¿Es esto arte?”». La pintura era una deberán ser consideradas aspectos interdependien-
expresión artística difícil, cara y preciosa que re- tes de un único problema o cortes transversales que
nos permitan ver a través del cuerpo de la tradición cosas su carácter secreto, con una franqueza
fotográfica. Como tales, es de esperar que contri- que ningún pintor se atrevería a reflejar, aun-
buyan a la formulación de un vocabulario y un pun- que fuera capaz de captarla. […] Lo más desta-
to de vista críticos mejor adaptados a la fotografía cable es que el original ofrece al ojo del mundo
entendida como fenómeno de carácter excepcional. […] un semblante muy complaciente, indicativo
de bondad, nobleza de corazón, humor lumi-
La cosa en sí noso y demás elogiables virtudes. El sol, como
Lo primero que aprendió el fotógrafo fue que ven, nos relata una historia muy distinta y no
la fotografía se ocupaba de lo real. No sólo tuvo he sido capaz de persuadirle de lo contrario
que aceptar este hecho, sino que se vio obligado tras media docena de pacientes intentos por
a valorarlo. De no hacerlo, la fotografía termina- mi parte. Tenemos ante nosotros, en efecto, a
ría derrotándolo. El fotógrafo aprendió así que el un hombre astuto, sutil, duro, autoritario y de
mundo es en sí mismo un artista de creatividad corazón frío como el hielo».5
incomparable y que reconocer sus mejores obras En cierto sentido, Holgrave no se equivocaba
y momentos, y adelantarse a ellos, arrojar luz so- al otorgarle mayor crédito al objetivo de la cá-
bre ellos y hacerlos permanentes, requiere una mara que a sus propios ojos, pues la imagen so-
inteligencia a la vez fina y ágil. breviviría al modelo y terminaría convirtiéndo-
El fotógrafo, no obstante, aprendió también se en realidad recordada. William M. Ivins, Jr.
que el carácter fáctico de sus imágenes, indepen- dijo: «En cualquier momento dado, el registro
dientemente de lo convincentes e indiscutibles que aceptado de un evento es más importante que
fueran, las convertía en una cosa distinta de la rea- el evento en sí, pues lo que pensamos y lo que
lidad propiamente dicha. Gran parte de la esfera justifica nuestros actos es el registro simbólico
de lo real quedaba fuera de la estática y escueta del evento y no el evento propiamente dicho».6
imagen en blanco y negro, y el resto se mostraba Y también: «El siglo xix comenzó creyendo en la
con claridad irreal y exagerada preeminencia. El certeza de lo racional, y terminará convencido
modelo o tema de la imagen y la imagen en sí no de la certeza de lo fotografiado».7
son la misma cosa, aunque más tarde lo parezcan.
Era responsabilidad del fotógrafo discernir entre El detalle
la realidad que lo rodeaba y la imagen aún invisi- El fotógrafo se encontraba atado a los hechos
ble, y tomar decisiones en función de esta última. y a las cosas, y a él correspondía obligar a am-
Se trataba, por tanto, de un problema de bos a decir la verdad. Fuera de su estudio, el
índole artística y no científica, pero el público fotógrafo no podía hacer posar a la verdad; sólo
creía que el fotógrafo no podía mentir: para el podía registrarla tal y como la encontraba en la
fotógrafo, en efecto, todo resultaba más senci- Naturaleza, en forma fragmentaria e inexplica-
llo si también decía pensar de esta manera, ya da, no como una historia, sino como una serie
porque lo creyera de verdad o lo fingiera. Así de dispersas y sugerentes pistas. El fotógrafo no
pues, probablemente el fotógrafo afirmaba que podía ensamblar dichas pistas para formar una
lo percibido por nuestros ojos es una ilusión y narrativa coherente, sólo tenía la opción de aislar
lo que la cámara ve es la verdad. Holgrave, el el fragmento, documentarlo y, así, reclamar que
personaje de Hawthorne, se refería a un difícil se le otorgara cierta significación especial que
retrato en los siguientes términos: «Sólo reco- trascendiera la simple descripción. La atractiva
nocemos [a la celeste luz del sol, ubicua y sen- claridad con que la fotografía registra lo baladí
cilla] su capacidad de iluminar la mera super- sugería que los objetos sobre los que la cámara
ficie, cuando, en realidad, sabe arrancar a las posaba su mirada no habían sido observados con
atención hasta entonces: aparecían rebosantes direcciones. Si el marco impuesto por el fotó-
de un significado desconocido. Las fotografías no grafo circunda a dos figuras, aislándolas de la
podían leerse como historias, pero sí podían in- multitud que las rodea, aparece entre ellas una
terpretarse como símbolos. relación que antes no existía.
El acto central de la fotografía, el acto de es-
El declive de la pintura narrativa del siglo coger y eliminar, obliga a centrar la mirada sobre
xix se achaca en gran parte a la aparición de la el borde exterior del fotograma —la línea que se-
fotografía, que «liberó» al pintor de la respon- para lo interior de lo exterior— y sobre las for-
sabilidad de relatar historias. Es este un hecho mas que dicho borde crea.
curioso, pues la fotografía nunca ha disfrutado de Durante los primeros cincuenta años de vida
grandes éxitos como herramienta narrativa. De del medio fotográfico, las fotografías se imprimían
hecho, siquiera lo ha intentado en escasas ocasio- al mismo tamaño que la placa de exposición. Como
nes. Los elaborados montajes decimonónicos de la ampliación era en general poco viable, el fotógra-
Robinson y Rejlander, minuciosamente creados fo no podía cambiar de opinión una vez en el cuarto
a partir de la combinación de varios negativos, oscuro y utilizar, por ejemplo, sólo un fragmento de
trataban de contar historias pero ya en su tiempo su imagen sin reducir su tamaño pertinentemente.
se consideraron un pretencioso fracaso. En los Después de haber comprado una placa de ocho por
primeros días de la revista ilustrada, se intentó diez pulgadas (eso si no había tenido que prepa-
buscar efectos narrativos mediante la secuencia rarla él mismo), haberla sumado a su ya pesada
fotográfica, pero en general lo que se conseguía carga y haberla procesado, era poco probable que
era una cohesión apenas superficial en detrimen- el fotógrafo se decidiera a revelar una imagen a la
to del descubrimiento fotográfico. La heroica do- mitad del tamaño original. Era cuestión de sentido
cumentación de la Guerra Civil estadounidense práctico que el fotógrafo tendiera siempre a revelar
llevada a cabo por parte de Mathew Brady y sus la fotografía al mayor tamaño posible.
colaboradores y la de la Segunda Guerra Mun- Los bordes de la imagen raramente se veían
dial, incomparablemente más profusa, tienen con nitidez. Las figuras, edificios y paisajes apa-
algo en común: ninguna da a entender por sí sola recían a menudo truncados, o adquirían formas
lo que estaba ocurriendo, sin la ayuda de exten- que no dependían del modelo, sino del balance y
sos pies de foto. La función de esas fotografías de la corrección de la imagen (cuando la fotogra-
no era explicar lo que estaba ocurriendo, sino fía era de buena calidad). El fotógrafo miraba el
hacerlo real. Robert Capa, gran fotógrafo de gue- mundo como una ilustración dibujada sobre un
rra, ejemplificó tanto la pobreza narrativa de la rollo de papiro o pergamino que, desenrollado
fotografía como su poder simbólico de la siguien- entre ambas manos, mostrase un infinito número
te manera: «Si tus fotografías no son buenas, es de recortes y composiciones posibles a medida
que no estás lo suficientemente cerca». que iba avanzando.
El uso del borde de la imagen como herramien-
El marco ta de recorte fue una de las cualidades formales
Dado que la imagen creada por el fotógra- que en mayor medida interesó a los pintores más
fo no es concebida sino elegida, su modelo no creativos de finales del siglo xix. Hasta qué punto
es nunca completamente discreto, nunca guarda ese uso provino de la fotografía o del arte oriental
del todo su intimidad. Los bordes exteriores de es aún hoy objeto de estudio. No obstante, es posi-
la película demarcaban lo que el fotógrafo consi- ble que la preponderancia de la imagen fotográfica
deraba más importante, pero el modelo o tema preparase el terreno para la posterior valoración
retratado iba más allá, expandiéndose en todas del arte impreso japonés, y no sería descabellado
pensar que sus actitudes compositivas tengan su A medida que el material fotográfico fue ga-
origen en la forma de mirar, heredada de la tradi- nando en sensibilidad y los objetivos y obturado-
ción del rollo de papiro o pergamino. res en rapidez, la fotografía se lanzó a la captura
de modelos que se movían a gran velocidad. El ojo
Tiempo humano es incapaz de distinguir los fotogramas de
No existe la fotografía instantánea. Todas las una película de cine proyectada sobre una pantalla
fotografías son exposiciones en el tiempo, de ma- a la velocidad de veinticuatro por segundo, como
yor o menor duración, y cada una de ellas des- tampoco puede distinguir entre sí todas y cada
cribe una parcela temporal definida que siempre una de las posiciones ocupadas por un objeto que
coincide con el presente. La fotografía describe se mueva rápidamente en la vida real. Un ejem-
sólo el periodo de tiempo en que fue tomada, plo clásico es el del caballo al galope. Tal y como
algo inusitado en la historia de la imagen y su muestran miles de encantadoras ilustraciones de
representación. Alude, por tanto, al pasado y al todos los tiempos, desde el antiguo Egipto, Grecia,
futuro únicamente en la medida en que ambos Persia y la China imperial hasta la Cristiandad y
existen en el presente: al pasado a través de las sus escenas de batallas o de equitación, el caba-
reliquias que lo sobrevivieron, al futuro mediante llo siempre se ha representado galopando con las
la profecía visible hoy. cuatro patas extendidas, como si acabara de esca-
En el tiempo de las películas lentas y los ob- par de un carrusel. Fue así hasta que llegó Muy-
jetivos lentos, las fotografías describían un seg- bridge y logró fotografiar el galope de un caballo
mento temporal de varios segundos o más. Si el en 1878, rompiendo así con todo lo asumido ante-
modelo se movía, aparecían imágenes inauditas: riormente. Igualmente ocurrió con el vuelo de las
perros con dos cabezas y un manojo de rabos, aves, el funcionamiento de los músculos dorsales
rostros sin rasgos, hombres transparentes que del atleta, el flameo de las ropas de un caminante
diseminaban su esencia a lo largo y ancho de la o la expresión fugitiva del rostro humano.
placa fotográfica. El hecho de que estas imágenes La inmovilización del flujo de lo real en del-
fueran consideradas (en el mejor de los casos) gadas láminas de tiempo ha sido y es fuente de
como erróneas no resta interés al hecho de que fascinación para el fotógrafo. En sus experimen-
se produjesen en abundancia: todos los fotógra- tos, este descubre algo más: en esa fragmenta-
fos estaban familiarizados con ellas y también to- ción temporal hay una belleza y un placer que no
dos los clientes que, por ejemplo, hubiesen posa- emanan tanto de lo que está ocurriendo como
do alguna vez en retratos de familia con un bebé del dibujo momentáneo de líneas y formas, ocul-
revoltoso en brazos. to antes tras el movimiento. Cartier-Bresson de-
Es sorprendente que el grado de difusión de finió el compromiso con la nueva belleza con el
estas radicales imágenes no haya despertado el término «el momento decisivo», pero este fue
interés de los historiadores del arte. Los cuadros malinterpretado: lo que ocurre en el momento
«a cámara rápida» de Duchamp y Balla, reali- decisivo no es un clímax dramático sino visual.
zados antes de la Primera Guerra Mundial, han El resultado no es una historia, sino una imagen.
sido comparados con la obra de fotógrafos como
Edgerton o Mili, que trabajaron de manera cons- Posición aventajada
ciente con ideas similares un cuarto de siglo más Mucho se ha escrito sobre la claridad de la foto-
tarde. Sin embargo, los fotógrafos «a cámara rápi- grafía, pero poco sobre su oscuridad. Sin embargo,
da» del siglo xix han sido ignorados desde siempre, es la fotografía la que nos ha enseñado a ver desde
supuestamente porque sus trabajos fueron fruto una posición inesperadamente aventajada, un mira-
del azar. dor que no esperábamos encontrar y que nos pro-
porciona imágenes que dan sentido a las escenas, a menudo utiliza fotografías de actualidad sin pies
ocultando no obstante su sentido narrativo. Los de foto y las hace extraordinarias, memorables.
fotógrafos por necesidad eligen de entre las opcio- […] Bacon se valía de esta propiedad de la fo-
nes que tienen a su alcance y estas a menudo dan tografía para subvertir la claridad del posado de
como resultado imágenes picadas o contrapicadas, figuras de la pintura tradicional».9
o tomadas desde el otro lado del proscenio para La influencia que la fotografía ha tenido en
mostrar sólo las espaldas de los actores, u otras en los pintores (y escritores) contemporáneos ha
las que el modelo aparece distorsionado por un es- sido grande, incalculable. Extrañamente, es fá-
corzo excesivo o por la falta de él, o por un patrón cil olvidar que la fotografía ha influido también a
de luz extraño, o por una aparente ambigüedad de los propios fotógrafos. No me refiero a las gran-
gesto o acción. des imágenes capturadas por grandes fotógrafos,
Ivins escribió con peculiar perspicacia sobre el sino a la fotografía en general —su gran todo,
efecto que tales imágenes provocaban al espectador homogéneo e indistinto—, que ha sido escuela,
del siglo xix: «Al principio el público habló mucho biblioteca y laboratorio para todos los que cons-
sobre lo que se ha venido en llamar distorsión fo- cientemente han utilizado la cámara con ánimo
tográfica […] pero no tardó en empezar a pensar artístico. Un artista es un hombre que busca nue-
fotográficamente y a ver por sí mismo cosas que vas estructuras, a través de las cuales ordenar
antes sólo la fotografía revelaba ante sus ojos sor- y simplificar su percepción de la realidad de la
prendidos y escandalizados. Igual que la Naturaleza vida. Para el artista fotógrafo, la capacidad de
imitó una vez al arte, también empieza ahora a imi- la percepción de esa realidad (donde comienza la
tar a la imagen capturada por una cámara».8 imagen) y su sentido de la artesanía o de la es-
Tras un siglo y cuarto, la fotografía sigue tructura (donde la imagen culmina) constituyen
siendo capaz de plantear retos y de contradecir en gran parte dones anónimos y difíciles de ras-
nuestra esquemática percepción de la realidad. trear, recibidos de la fotografía misma.
En su monografía sobre Francis Bacon, Lawrence La historia de la fotografía no ha sido tanto
Alloway habla sobre el efecto que la fotografía un viaje como un crecimiento. Su avance no ha
tuvo sobre ese pintor: «El carácter evasivo de su sido lineal y consecutivo, sino centrífugo. La fo-
imaginería, impactante y oscura como la foto- tografía, y la manera que tenemos de entenderla,
grafía de un accidente o de un crimen, llega de se ha propagado desde un epicentro y ha pene-
la mano del descomunal repertorio de imágenes trado por infusión en nuestra conciencia. Como
que ofrece el medio fotográfico. […] Por ejemplo, un organismo, la fotografía nació íntegra. Su his-
toria es su progresivo descubrimiento por parte
del hombre.
john szarkowski

1. Baudelaire, Charles: «Salon de 1859», traducido al inglés por 4. Cohen, E. E.: «Bad Form in Photography», en The International
Jonathan Mayne para The Mirror of Art, Critical Studies by Annual of Anthony’s Photographic Bulletin. Nueva York y Londres:
Charles Baudelaire. Londres: Phaidon Press, 1955. (Citado en On E. & H. T. Anthony, 1893, p. 18.
Photography, A Source Book of Photo History in Facsimile, edición 5. Hawthorne, op. cit., p. 85.
de Beaumont Newhall. Watkins Glen, Nueva York: Century House, 6. Ivins, Jr., William M.: Prints and Visual Communication.
1956, p. 106.) Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press, 1953, p.
2. Hawthorne, Nathaniel: The House of the Seven Gables. Nueva 180.
York: Signet Classics, 1961, pp. 156-157. 7. Ibídem, p. 94.
3. Willers, A. C.: «Poet and Photography», en Picturescope, 8. Ibídem, p. 138.
vol. XI, nº. 4. Nueva York: Picture Division, Special Libraries 9. Alloway, Lawrence: Francis Bacon. Nueva York: Solomon R.
Association, 1963, p. 46. Guggenheim Foundation, 1963, p. 22.
de manera más convincente que cualquier otro tipo de imagen, la fotografía evoca
la presencia tangible de la realidad. Comienza a desempeñar su papel más funda-
mental a partir del momento en que es comúnmente aceptada como sucedáneo
del modelo, de la cosa: una versión más sencilla y permanente, más claramente
visible del hecho desnudo.
Nuestra fe en la verdad de la fotografía radica en la creen-
cia de que el objetivo es imparcial y mostrará al modelo tal y como es, ni más
noble ni más humilde. Esta fe puede ser ingenua y engañosa (pues aunque el ob-
jetivo muestre al modelo, es el fotógrafo quien lo define), pero persiste. La visión
del fotógrafo nos convence hasta tal punto que su mano termina desapareciendo.

La cosa en sí
página anterior Fotógrafo desconocido: Interior de un dormitorio, ca. 1910. The State Historical Society of Wisconsin
arriba lee friedlander : Sin título, 1962
derecha charles nègre: Modelo sentada, ¿1851? Calotipo. André Jammes, París

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edward weston : Café caliente, desierto de Mojave, 1937. Cole Weston, Carmel, California
derecha wright morris :Ford Modelo T, 1947

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