You are on page 1of 7

TEMA 3: EL INTERCAMBIO ECONÓMICO DE

BIENES Y SERVICIOS
1. Teoría general de la obligación
1.1. Concepto de obligación
El Código Civil describe la obligación en el art. 1088: “Toda obligación consiste en dar,
hacer o no hacer alguna cosa”. Pero no siempre que existe un deber de hacer, o no hacer,
hay alguna obligación o deuda. Ej. Si alguien es demandado tiene que comparecer pero
no se le puede obligar a contestar a la demanda.
Para que exista una obligación, es preciso que ese “deber” tenga como contrapartida un
“poder de exigir”. Es preciso que la “relación poder- deber” nazca de las “fuentes de las
obligaciones” del articulo 1089 CC.
Fuentes de obligaciones son los actos, acontecimientos o situaciones que la ley
concede la virtualidad de hacer surgir una deuda, por lo que solo se es deudor en sentido
jurídico, si la obligación nace de algunas de las fuentes que señala el CC:
-La Ley
-Los contratos
-Los actos ilícitos penales
-Los actos ilícitos legales (cuando por culpa o negligencia se causa un daño a otro
surge la obligación de indemnizar los daños causados. La responsabilidad civil o
extracontractual).
1.2. La estructura general de la relación obligatoria
Sujetos: Toda obligación vincula, al menos, a dos personas. Dos tipos de sujetos:
● Sujeto activo o titular de un derecho de crédito o acreedor: tiene derecho a
exigir una conducta determinada a la otra.
● Sujeto pasivo o deudor: es la parte que debe observar la conducta prevista en la
obligación. Este ha de sufrir la reclamación del acreedor.
Pero en ocasiones se produce una pluralidad de sujetos que es cuando cuando en una
misma obligación hay varios acreedores y/o varios deudores. Se habla entonces de
obligaciones mancomunadas o divididas.
Se puede considerar que la deuda esta dividida en tantas partes como acreedores o
deudores haya, considerándose créditos o deudas distintas unas de otras. Se habla
entonces de obligaciones mancomunadas o divididas. Distinguimos:
● Si la mancomunidad es activa (varios acreedores): créditos distintos, cada
acreedor solo puede reclamar su parte y si el deudor paga a uno de los
acreedores, acreedores no pueden exigir nada al que ha cobrado.
● Si la mancomunidad es pasiva (varios deudores): deudas distintas, cada deudor
solo tiene que pagar su parte, y si uno de los deudores no paga porque es
insolvente, los demás no tienen que pagar por él.
Pero la obligación puede contraerse de forma que cada acreedor pueda reclamar toda la
deuda, no solo su parte, y que cada deudor tenga que pagar toda la deuda y no solo su
parte. Se habla de obligaciones solidarias, según el art. 1137 CC, hay solidaridad
“cuando la obligación expresamente lo determine constituyéndose con el carácter de
solidaria”.
Los acreedores suelen condicionar la concesión del crédito a la existencia de solidaridad,
pues es más ventajosa: no tienen que reclamar la deuda a cada deudor, les basta con
hacer una reclamación al deudor que elijan. Si el deudor elegido paga, se extingue la
obligación, pero este puede reclamar al resto de los codeudores la parte que a cada uno
le corresponde más los intereses del anticipo (acción de regreso). Si el deudor elegido es
insolvente, su falta de cumplimiento será sustituida por los codeudores “en proporción”.
-Diferencia entre mancomunada y solidaria: se produce en el supuesto de que uno (o
algunos) de los codeudores sea insolvente.
• Si la obligación es mancomunada, los demás codeudores no están obligados a
suplir su falta.
• Si la obligación es solidaria, la insolvencia del deudor solidario será suplida por los
demás, lo que puede acarrear consecuencias nefastas en la práctica.
El objeto de la obligación es la prestación: la actuación positiva (dar o hacer) o
negativa del obligado. Ésta tiene que reunir tres requisitos:
- Ha de ser posible, es decir, tiene que poder llevarse a cabo
- Ha de ser licita en su finalidad
- Debe estar determinada o ser determinable.
Dentro del estudio del objeto de la obligación se suele estudiar las obligaciones
“pecuniarias” que consisten en pagar una suma de dinero de curso legal.
¿Qué ocurre cuando hay un lapso de tiempo entre el momento que se constituye la
obligación y el momento del pago?
• Deuda de valor (en un futuro se pagará el valor que represente lo pactado,
teniendo en cuenta la inflación)
• Deuda de dinero o de suma (se pagará la cantidad pactada)
En nuestro derecho se aplica el principio nominalista: la deuda se salda entregando el
valor nominal o el importe exacto de las monedas previstas en la obligación, aunque el
poder adquisitivo fluctúe. En el momento de constituir la obligación se pueden pactar
“cláusulas de estabilización” (actualización).
Para el Derecho Privado el dinero es un bien mueble y productivo ya que genera frutos
( los intereses).
Interés es la retribución por la retención de una cantidad de dinero ajeno, y consiste en
un parte alícuota de esa cantidad por unidad de tiempo. Tipos de intereses:
• Los intereses remuneratorios que deben estar pactados y tienen de limite la
usura, la cual esta regulada por la Ley de Azcarate de 1908.
• Los intereses moratorios se producen si el deudor se retrasa en el pago
incurriendo en mora. Pueden estar pactados y si no se han pactado, el deudor
debe pagar el interés legal del dinero que se determina anualmente en la Ley de
Presupuestos Generales del Estado.
El vinculo obligatorio: es la relación de poder y deber que ligan al deudor y al acreedor,
que está compuesto por: el derecho de crédito, el deber jurídico o deuda, la
responsabilidad del deudor (la sujeción de todo su patrimonio al poder del acreedor, de
forma que éste puede dirigirse contra el mismo cuando se incumpla).

1.3. El pago o cumplimiento de las obligaciones. La dación en


pago y la cesión de bienes para el pago.
Se entiende pagada la deuda cuando se entrega la cosa o hecho la prestación que
obligación consista. Es una de las causas de la extinción de las obligaciones. Con el pago
o cumplimiento se satisface el interés del acreedor y se libera al deudor.
Lo normal es que el pago lo efectúe el deudor o su representante, pero también está
permitido el pago por un tercero (excepto en las personalísimas. art. 1161 CC). El pago
se hace al acreedor o a otra persona autorizada. Pero cabe que el pago se lleve a cabo a
favor de una persona que aparentemente esta legitimada para cobrar aunque no lo este,
en estos casos el CC establece que el pago hecho de buena fe, a quién esté en posesión
del título libera al deudor. Es distinto lo que se conoce como pago al tercero (terceras
personas cercanas al acreedor pero no autorizadas), en este caso el deudor solo se libera
si, a través del tercero, el acreedor recibe la prestación, en caso contrario, tendrá que
volver a pagar.
Hay casos en los que el deudor puede liberarse realizando una prestación distinta a la
originaria, se trata de modalidades especiales utilizadas mucho en épocas de crisis:
• Dación en pago: Se extingue la obligación mediante la entrega de una cosa
distinta de la inicialmente adecuada. La única condición es que el acreedor acepte
y la deuda se salda automáticamente.
• Cesión de bienes: El deudor trasmite la posesión y administración de sus bienes
para que los vendan y utilicen el precio obtenido para el pago de sus créditos. Art.
1175 CC. La deuda no se extingue automáticamente, no se trasmite la propiedad,
sino que el deudor apodera al acreedor para que pueda venderlos y convertirlos en
dinero.
1.4.El incumplimiento de las obligaciones y sus consecuencias
El incumplimiento es la conducta del deudor cuando no realiza de forma exacta y
oportuna la prestación. Es incumplimiento el incumplimiento propiamente dicho, el
cumplimiento defectuoso y como el cumplimiento tardío. Esto será así sean cuales sean
las causas. Tipos de causas:
• Dolo: no cumple porque no quiere
• Culpa o negligencia: quiere cumplir pero se despistó
• Caso fortuito o fuerza mayor: quería cumplir pero surgió un suceso imprevisto
ajeno a su voluntad que se lo impidió
El deudor no es considerado responsable de la falta de incumplimiento si se ha producido
por un caso fortuito o fuerza mayor. En los demás casos, el deudor será responsable de la
falta de cumplimiento, cuando haya incurrido en dolo, culpa o se retrase en el
cumplimiento (mora).
La mora no impide el cumplimiento de la obligación. Para que exista mora:
1. El retraso tiene que ser imputable al deudor
2. El acreedor debe reclamar el pago al deudor por vía judicial o extrajudicial.
Como excepción, hay casos en que la mora es automática: cuando al contratar la
obligación se pacto que no era necesaria la reclamación, o de la misma obligación se
deduce que el momento del cumplimiento era esencial.
Efectos de la mora:
➢ El deudor debe cumplir la obligación.
➢ El deudor debe indemnizar por los daños y perjuicios causados.
➢ El deudor debe abonar los intereses moratorios.
El acreedor debe colaborar con el deudor a liberarse, sino también incurre en mora. La
mora del acreedor excluye la del deudor, y puede librarse de su obligación y de su
responsabilidad mediante el ofrecimiento de pago y la posterior consignación judicial
(procedimiento que sustituye el pago en el que el deudor pone a disposición del juzgado
la prestación y solicita al juez que declare cumplida su deuda, siendo los gastos por
cuenta del acreedor).
Consecuencias del incumplimiento:
El acreedor podrá exigir el cumplimiento al deudor por vía judicial. Vías:
• Ejecución forzosa: El juez obliga al deudor a realizar la misma prestación que se
había comprometido y si es imposible, a otra equivalente en dinero.
• Acción de resarcimiento: El acreedor puede exigir al deudor la indemnización de
daños y perjuicios causados (art. 1101 CC). La cuantía depende del daño o
pérdida sufrido (daño emergente) y de la ganancia dejada de obtener (lucro
cesante).
Cuando el incumplimiento tiene lugar dentro de un contrato en el que existen obligaciones
reciprocas, hay reglas especificas en caso de incumplimiento:
• Excepción por incumplimiento: permite a una parte negarse a cumplir mientras
la otra parte no cumpla o no cumpla bien.
• Resolución por incumplimiento: permite a la parte que ha cumplido o está
dispuesta a cumplir optar entre exigir el cumplimiento o resolver el contrato con
indemnización por daños y perjuicios. Art. 1124 CC.

2. La Proteccion Y Efectividad Del Derecho De Crédito


El derecho de crédito atribuye a su titular el poder de exigir del deudor una conducta, por
eso es necesario otorgar al acreedor la posibilidad de obligar al deudor, incluso
coactivamente, al cumplimiento de su deuda. Con esa finalidad, el ordenamiento jurídico
establece una serie de medidas destinadas a proteger los créditos con carácter general y
otra serie de medidas de garantías especificas.
2.1. La protección general del derecho de crédito: la
responsabilidad patrimonial universal del deudor
La protección general del derecho de crédito descansa en el principio de
responsabilidad patrimonial universal (art.1911 CC), conforme al cual del cumplimiento de
las obligaciones responde el deudor con todos sus bienes presentes y futuros.
El sujeto de la responsabilidad es el deudor que debe hacer frente a su responsabilidad
con todo su patrimonio: cuando se asume una deuda se comprometen los elementos del
activo patrimonial del deudor (si el patrimonio es insuficiente para saldar la deuda, recae
sobre los bienes futuros).
Existe un procedimiento específico de embargo para liquidar la deuda y hacer frente a la
responsabilidad patrimonial adquirida por el deudor. Hay que tener en cuenta que hay
bienes que son inembargables por ley.
Por otro lado, el CC contiene una serie de medidas destinadas a la protección contra el
fraude, entre las que destaca la acción subrogatoria y la acción revocatoria, reguladas en
el articulo 1111 CC.
• Acción subrogatoria: Consiste en que el acreedor reclama la deuda que a su vez
le deben a su deudor. Persigue que se ingresen en el patrimonio del deudor
algunos activos patrimoniales que el deudor ha dejado de ingresar.
• Acción revocatoria o Pauliana: Consiste en impugnar las transmisiones
realizadas por el deudor en fraude de su derecho y a reintegrar dichos bienes en el
patrimonio del deudor. El acreedor debe probar que dicha acción perjudica el
estado de insolvencia del deudor.
Ambas son subsidiarias: no deben quedar bienes en el patrimonio del deudor.
2.2. Medidas de protección o garantías específicas: Garantías
personales y garantías reales
Se trata de figuras jurídicas cuya finalidad es reforzar la seguridad del crédito y se pactan
en un contrato.
• Garantías personales: Por medio de un contrato (fianza) una tercera persona se
obliga a pagar o cumplir por el deudor en caso de no hacerlo este.
• Garantías reales: Cuando se constituye un derecho real (hipoteca o prenda) sobre
un bien del deudor o de un tercero.
2.3. La efectividad del crédito: concurrencia y concurso de
acreedores
Cuando un sujeto tiene varias deudas se plantea el problema de la efectividad del
derecho de crédito, es decir, determinar lo que ocurre cuando varios acreedores
pretenden hacer efectivos sus créditos sobre el patrimonio de un deudor. La regla general
es la par conditio creditorum, igualdad de todos los acreedores. Pero como excepción,
algunas obligaciones tienen preferencia para el cobro. Se llaman privilegios a estos
créditos que facultan al titular del mismo a cobrar con preferencia a los acreedores
ordinarios (acreedores no privilegiados).
Hay dos tipos de privilegios:
Privilegios generales: constituyen una cualidad del crédito atribuida por la ley que
permite al titular gozar de preferencia sobre todo el patrimonio del deudor. El salario, los
créditos tributarios y los de seguridad social (art. 1922 y ss CC).
Privilegios especiales: Depende de si existen garantías reales (prenda o hipoteca) sobre
algún bien del patrimonio.
La ley da preferencia a aquellos créditos que consten en escritura o hayan sido
reconocidos judicialmente en sentencia firme. Todos los demás créditos han de ser
considerados no preferentes, créditos comunes u ordinarios. Cuando el patrimonio del
deudor es insuficiente para atender todas sus obligaciones, el procedimiento de ejecución
individual se sustituye por uno colectivo (concurso de acreedores).
3. El Contrato
3.1. La noción económica y jurídica del contrato
Desde un punto de vista económico el contrato es un medio de intercambio, desde un
punto de vista jurídico, el contrato es un acuerdo de voluntades entre dos o mas personas
dirigido a vincularse entre sí, creando obligaciones entre ellas.
El contrato es el resultado del principio de autonomía de la voluntad. El individuo es
libre para contratar. Esto se completa con dos principios mas:
Principio de libertad de forma: los contratos serán obligatorios sea cual sea la forma en
que se hayan celebrado (art. 1278). No significa que sea indiferente a efectos prácticos,
ya que no es igual probar la existencia de uno oral que escrito.
Principio de libertad de contenido: pueden crear el contenido según sus intereses, si no
son contrarios a la ley, a la moral o al orden público (art.1255).
3.2 Elementos esenciales
Según el art.1261 CC, no hay contrato sin los requisitos siguientes:
1.El consentimiento de los contratantes Se debe prestar debidamente evitando que
existan vicios (error, dolo, violencia o intimidación), puesto que sería nulo.
-Hay error cuando una de las partes sufre una equivocación que vicia su voluntad, pues,
de haber conocido la realidad, no habría contratado. Para que el error invalide el contrato
debe ser esencial y no debe ser imputable al que lo padece.
-Hay dolo cuando uno de los contratantes es engañado por el otro para celebrar el
contrato. Para que el dolo invalide el contrato ha de ser grave, debe haber llevado al que
lo sufrió a celebrar el contrato (dolo principal) y no haber sido empleado por las dos
partes. Hay que tener en cuenta que se admite tanto el llamado dolo negativo o dolo por
omisión (cuando conscientemente se oculta algo a la otra parte) como el dolo por tercero
(cuando se utiliza a un tercero para el engaño).
-Hay violencia cuando para arrancar el consentimiento se emplea la violencia física, y
hay intimidación cuando se amenaza a la otra parte contratante. En ambos casos se
invalida el contrato. No invalida el contrato el miedo reverencial, es decir, el temor a
desagradar a personas a las que debe sumisión o respeto.
Un supuesto distinto a los vicios de la voluntad, son los supuestos en los que hay
divergencia entre la voluntad interna del sujeto y la voluntad declarada.
Se habla de reserva mental cuando una persona emite una declaración de voluntad de
querer celebrar un contrato, pero en su fuero interno no quiere. Para el Derecho privado la
reserva mental no produce efecto alguno.
Se habla de simulación cuando dos personas fingen celebrar un contrato y en realidad
no quieren celebrar ninguno o quieren celebrar un contrato distinto. En la simulación las
dos partes están de acuerdo (acuerdo simulatorio) en crear esa apariencia de contrato
con la finalidad de engañar a terceros. Aunque puede perseguir fines lícitos lo normal es
que sean ilícitos.
Según la intención de las partes, la simulación puede ser:
-Absoluta: se finge celebrar un contrato pero en realidad no se quiere celebrar ninguno,
en este caso no hay nada valido.
-Relativa: se finge celebrar un contrato distinto que el que celebran, en este caso es
valido el contrato disimulado u oculto, porque las partes querían celebrarlo.
Los contratos simulados pueden ser impugnados por los contratantes o por quienes son
perjudicados, pero habrá que demostrar al juez los indicios que presuman la simulación.
2.Objeto: debe ser cierto (art. 1271 CC). Las cosas o servicios que son materia de las
obligaciones. El objeto ha de ser: posible, lícito y determinado o determinable.
3.Causa de la obligación: (art. 1274 CC). Es la razón del contrato, el porqué de la
obligación. Requisitos: existencia, lícita y veraz.
3.3 La formación y perfección de los contratos
Es habitual distinguir tres fases en la formación de los contratos:
-La fase de formación: comprende los tratos preliminares y el proceso interno de
formación del contrato. Los tratos preliminares son actos que los interesados y sus
auxiliares llevan a cabo con el fin de elaborar, discutir y concretar el contrato y conllevan
una serie de gastos.
Los tratos preliminares tienen relevancia en dos supuestos: si hay dudas en la
interpretación del contrato ayudan a resolverlas, y porque su ruptura puede dar lugar a
responsabilidad. Cuando se rompen las negociaciones no siempre hay que indemnizar
(responsabilidad preconceptual), es preciso que las partes no hayan procedido de
buena fe y que hayan provocado injustificadamente la ruptura de las negociaciones.
En la actualidad, la irrupción de la publicidad comercial ha sustituido en casos los tratos
preliminares. Depende del contenido, puede considerarse como una verdadera oferta.
-Fase de perfección del contrato: Se produce cuando concurre el consentimiento de las
dos partes en una misma fórmula contractual. Art. 1254 y 1262 CC.
La oferta es una declaración de voluntad dirigida a un eventual contratante o al público en
general, encaminada a lograr el establecimiento del acuerdo contractual. Ha de ser
precisa, concreta, definitiva.
La aceptación debe coincidir con la oferta, en otro caso, es una contraoferta.
El momento y el lugar es importante porque determina la fecha de efectos y también el
lugar donde debe cumplirse la obligación, la legislación aplicable y también los tribunales
a los que será sometido en caso de litigio. La perfección de los contratos a distancia está
regulada en los artículos 1262 CC y 54 del Código de Comercio que establecen dos
criterios. Uno general para cualquier contrato celebrado a distancia y otro criterio para los
contratos celebrados mediante dispositivos automáticos.
-Fase de ejecución: una vez perfeccionado, el contrato entra en la fase de ejecución.
Dos cuestiones:
¿A quién obligan los contratos? sólo obligan a los contratantes, a sus herederos o
causahabientes (Pº de relatividad de los contratos 1257 CC)
¿A qué obligan los contratos? A cumplir lo pactado, pues tienen fuerza de ley entre las
partes (1091 CC) por lo que:
• Ninguna de las dos partes puede alterar unilateralmente el contenido (Pº de
inalterabilidad).
• Ninguna de las dos partes puede desligarse por su sola voluntad (Pº de
irrevocabilidad).
Como excepción, el legislador admite determinados contratos la posibilidad de que una de
las partes ponga fin de manera unilateral a la relación (desistimiento unilateral). Se trata
de contratos basados en la confianza como mandato, obra.
3.4 Nuevas formas de contratación
En la práctica, se ha ido imponiendo un modo de contratar que nada tiene que ver con la
idea tradicional. Hay muchas ocasiones, en que el contrato es elaborado unilateralmente
por una de las partes que redacta sus cláusulas, creando un modelo que utiliza en todas
las relaciones que entabla con sus clientes. Este fenómeno es consecuencia de la
contratación en más: las empresas celebran multitud de contratos, por lo que deben
agilizar su firma y reducir costes. Pero esta forma de contratación se presta a abusos,
porque una de las partes no puede discutir el contrato ya que se lo impone, por eso, a
estos contratos se les llama contratos de adhesión y a su contenido condiciones
generales.
Las condiciones generales son cláusulas generales no negociadas. Están reguladas en la
Ley de Condiciones Generales de 1998 de modo que:
• Debe conocer el contenido de las condiciones (sin letra pequeña…)
• Las dudas de estas cláusulas se interpretarán a favor del adherente
• Solo serán válidas las condiciones generales que no sean abusivas

You might also like