Professional Documents
Culture Documents
a) La doctrina de la Trinidad pasa de ser un tratado o un tema, más o menos aislado, a constituirse
en la fuerza generadora e impulsora de la vida y del dinamismo de toda la Iglesia y de la vida de
los cristianos.
b) El misterio de la Trinidad pasa a ser la luz bajo la cual se va a desarrollar una nueva
antropología. El hombre no solamente recibe, con el cristianismo, una doctrina, sino una nueva
forma de ser, una nueva naturaleza.
c) La Iglesia se contempla como surgiendo del amor trinitario, amor del Padre por el Hijo en el
Espíritu Santo.
e) Se da un tratamiento bíblico del misterio, sin partir principalmente de las fórmulas trinitarias de
la dogmática. Por lo mismo se evidencia una dimensión dinámica. Más aún, podría decirse que el
misterio de la Trinidad pasa a ser la perspectiva desde donde se lee la Escritura, y el misterio que
la estructura.
f) El Concilio tiene especial cuidado y delicadeza de distinguir las Personas Trinitarias por la
manera de actuar. No trata del tema de si las acciones son propias o apropiadas a las Personas,
pero sí las distingue. Al Padre se le asigna la Creación, el decreto de participación de la vida
divina, el llamamiento a ser hijos, el envío del Hijo y del Espíritu Santo, el inicio de la salvación,
el hacer partícipe de la misión del Hijo a María, a los obispos, a los sacerdotes, religiosos y laicos.
El Padre es el término y fin de la acción de Cristo y del Espíritu.
Al Hijo se le asigna la revelación del Padre y su descubrimiento a los
hombres, de inaugurar su Reino, de rescatar y transformar a
los hombres, de ser su Cabeza, de dar el don del Espíritu, su
realeza, sacerdocio, profetismo; y de conducir a los hombres al
Padre.
Sobre este axioma hay que decir que la primera parte ("La
Trinidad "económica es la Trinidad "inmanente") es cierta, es una
verdad de fe. Conocemos a Dios en cuanto se ha manifestado en la
historia.
VATICANO II
DC
I. Introdución
VI. Conclusión
Nereo Silanes