You are on page 1of 4

MUNDOS AJENOS UNIDOS POR UN MISMO PESAR

Con el increíble e inesperado hallazgo de un nuevo continente (finalizando el siglo XV),


conocido luego como el Nuevo Mundo, al dispersarse tal abrupta y provechosa noticia, en
Occidente causó conmoción e intriga de que como serian las cosas de aquel momento en
adelante, estando claro que España llevaba gran ventaja al ellos adelantarse con tal
descubrimiento. Más a comienzos del siglo XVI, surge en Alemania lo que se llama La Commented [Diana Tag1]: holi
Reforma Protestante la cual se extiende por toda Europa, un golpe al orden social
establecido por la monarquía papal.

Estas transiciones trastornaron y perturbaron un poco las circunstancias, esto se entenderá


por todo lo acaecido debido a estos cambios, de cómo Occidente reaccionó ante el
descubrimiento del llamado Nuevo Mundo y como afecto al último, mientras dentro de la
misma Europa, aparte de que cada nación quería tomar partido de tal panorama, de que
cada una estaba planeando tomar protagonismo en lo concerniente a la repartición de tierras
del nuevo continente, se encontraban en un declive a causa de las rivalidades entre los
protestantes y los católicos.Tanto la visión de los conquistadores para con los nativos de
América y las diferencias entre católicos y protestantes, llevo a masacres inéditas tanto en
el llamado entonces Nuevo Mundo como en Occidente.

En lo que atañe a los españoles que fueron los primeros occidentales que conquistaron
tierras en el nuevo continente, su interacción con los nativos de aquellas zonas no fue muy
convincente por decirlo de alguna forma, ya que al llegar a estos territorios, muchos ya
descritos por Colon, estaban predispuestos con aquellos seres desprovistos de exagerados
atuendos, considerándolos salvajes y atrasados por el hecho de su modo de vida diferente al
que ellos estaban adaptados, a tal punto que muchos llegaban a pensar de forma exagerada
que no eran humanos: “Esos hombrecillos en los que apenas encontrarás vestigios de
humanidad.”1

Referente a esto se puede afirmar cierta superioridad de parte de los colonizadores:“Con


perfecto derecho los españoles ejercen su dominio sobre estos bárbaros del Nuevo Mundo
e islas adyacentes, los cuales… son tan inferiores a los españoles.” 2 Además dejan en

1
Alejandro Lipschutz. El problema racial en la conquista de América. México, España, Argentina. Siglo
Veintiuno Editores. 1975, p. 72
2
Ídem.
ruinas muchas poblaciones, buscando cambiar tanto sus creencias y religión, como su
forma distinta de vivir, llevándose a cabo genocidios y aprovechándose de cualquier
situación para buscar riquezas y formas de explotar esas tierras.

Tanto Occidente como el Nuevo Mundo se vieron afectados por el convencionalismo de un


orden social, de una supremacía religiosa que era la católica. La situación era casi la misma,
ya que conllevo a matanzas siendo esto expuesto por Alejando Salas cuando explica la
importancia de Theodor De Bry y sus grabados:“¿Y qué fue lo que vio De Bry? Las
matanzas en las Indias Occidentales no eran demasiado distintas a las que sucedían
entonces en Europa.”3

No obstante, se puede decir que respecto a los habitantes del Nuevo Mundo se pensaba, en
Europa en general, que éstos eran salvajes y atrasados, como bien lo pensaba un reformista
como Dubois:“…pero no me cabe la menor duda de que, así vivieran como criaturas en un
paraíso natural que causado la admiración de algunas inteligencias nuestras, están
rodeadas de retraso.”4Pero en lo que concierne a este prejuicio hay que tomar en cuenta
que eran otros tiempo donde los occidentales no sabían que pensar de criaturas tan distintas
a ellos, sentían miedo a lo desconocido, fue algo nuevo lo cual no lograban comprender.

Sin embargo, habían quienes reflexionaban más allá del pensamiento que imperaba en
aquel entonces como es el caso de Michel de Montaigne: “Y el caso es que estimo… que
nada bárbaro o salvaje hay en aquella nación, (refiriéndose a los indígenas de América del
sur) según lo que me han contado, sino que cada cual considera bárbaro lo que no
pertenece a sus costumbres.”5Aunque muchos también corrían el riesgo de idealizar a los
nativos de este nuevo territorio.

En lo correspondiente a lo que sucedía mientras tanto en Europa tenía relación con la


acentuación de desacuerdos entre los reformistas y católicos, ya en que la primera habían
ciertos privilegios y se alejaba de ciertas prácticas católicas como lo dice Dubois sobre el

3
Alejandro Salas. La gruta de pope y otros ensayos. . Caracas, Venezuela. Fundación Metrópolis. 2003, p. 29
4
Pablo Montoya. Tríptico de la infamia. Caracas, Venezuela. Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A.
2015, p. 148
5
Michel De Montaigne. Ensayos I. Cátedra, Letras Universales, p. 267. El paréntesis es mío.
luteranismo:“…para salvarse solo bastaba la fe y no esa práctica… burocrática de la
confesión y las indulgencias. Para ir al cielo no había que pagar diezmos, ni ir a la misa
dominical.”6 En tanto a los sucesos posteriores, estuvieron marcados de persecuciones y
asesinatos hacia los sublevados reformistas de parte de la Inquisición católica como fue el
caso por ejemplo de España:“…la Inquisición española dedico todos sus esfuerzos a
perseguir el fantasma luterano (1520, 1570). Impidió durante siglos la propagación de las
ideas protestantes en la península y… puso fin a la reforma humanista.”7

Podrías decirse, por lo menos en mi opinión que todo tuvo que ver con prejuicios por parte
del orden establecido eclesiástico hegemónico de la Iglesia católica, la cual impuso tanto en
Europa como en el Nuevo Mundo su estructura, sus paradigmas, sus reglas sin aceptar
cambio o diversidad alguna.

6
Pablo Montoya. Ob. Cit. p. 123
7
Jean-Pierre Bastian. Protestantismos y modernidad latinoamericana. México. Fondo de Cultura Económica,
p. 16
BIBLIOGRAFÍA

BASTIAN, Jean-Pierre. Protestantismos y Modernidad Latinoamericana. México. Fondo


de Cultura Económica. 351 pp.

DE MONTAIGNE, Michel. Ensayos I. Cátedra, Letras Universales. Cap. XXXI De Los


Caníbales.

LIPSCHUTZ, Alejandro. El Problema Racial en la Conquista de América. México, España,


Argentina. Siglo Veintiuno Editores. 1975. 318pp.

MONTOYA, Pablo. Tríptico de la Infamia. Caracas, Venezuela. Monte Ávila Editores


Latinoamericana C.A. 2015. 300pp.

SALAS, Alejandro. La Gruta de Pope y Otros Ensayos. Caracas, Venezuela. Fundación


Metrópolis. 2003. 195 pp.

You might also like